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La práctica terapéutica: Una escucha diferente. Nuevas aportaciones

Enviado por Dr Jose Cukier


Partes: 1, 2
Monografía destacada
  1. Reflexiones previas y provisorias al estudio del discurso terapéutico
  2. Resumen
  3. Bibliografía

Para saber de que se trata. La práctica terapéutica con los pacientes, nos demuestra que el discurso de éstos, ostenta una marca que está más allá de la escucha subjetivada del terapeuta. Si se implementan teorías con más refinamiento y especificidad diagnóstica, el registro es más selectivo. Se puede aislar lo importante de lo secundario y realizar una escucha focalizada. Cuando esto no es posible, se pueden producir efectos iatrogénicos, capaces de poner en juego la salud del terapeuta y del paciente. Estos efectos, pueden ser por el desconocimiento que el terapeuta tiene de la lógica con que opera el preconciente del paciente. Consecuentemente puede operar con abordajes incompatibles capaces de generar o reforzar síntomas. Podemos aplicar, aquello dicho por Freud (1910d), "[…] Cuando sepamos ya todo lo que ahora vislumbramos […] nuestra actuación médica, alcanzará una precisión y una seguridad poco corrientes […]". La propuesta de la focalización de la escucha, tiene por finalidad proponer un instrumento, originado en las entrañas del psicoanálisis. Intenta producir una "apertura y no una apretura".

Reflexiones previas y provisorias al estudio del discurso terapéutico

Estas reflexiones, no son un trabajo concluido, son apenas un aporte al estudio del discurso terapéutico en el contexto de la intersubjetividad en los vínculos. El acto del discurso del terapeuta abarca dos etapas: la primera, tiene que ver con el proceso que se produce al momento de pronunciar el discurso.

En una segunda etapa, el énfasis está puesto en lo que resulta apto, en cada caso particular, para el paciente.. Aunque teóricamente el terapeuta está en atención flotante "sin memoria ni deseo", en la praxis, aunque sin caer en el furor curandis, pretende algo. Y lo que pretende es un cambio, en el paciente expresado en el discurso de éste, que entregue " algo", y para ello el paciente ha de estar dispuesto a entregar ese "algo".Un primer paso consiste en compensar al interlocutor de lo que se sabe que se le va a quitar o se le quitó. La complejidad dentro de este paso consiste en que para compensar a alguien de lo que se le quita hace falta conocer previamente cuáles son sus necesidades o deseos Se trata de "encontrar en cada caso y en cada momento la forma y el contenido complementario que es apto En el marco de los aportes de Liberman el analista, aporta con la interpretación, la forma que el preconciente del paciente no pudo desarrollar, por la acción efectiva de la defensa patógena. Al aportar formas diferentes, se cuestiona la defensa (porque se le muestra aquello de lo cual se defiende). Además se estimula la conquista de lenguajes sofocados por las defensas, finalmente, al acceder nuevos contenidos al preconciente se pueden desplegar modalidades enriquecedoras del mismo erotismo. La acción es no sólo por los estilos complementarios, sino por proliferación (en cantidad y armonía) de procesos retóricos. La realidad clínica enseña, que los pacientes tienen lenguajes del erotismo articulados en forma mixta, con defensas diferentes, combinados de manera estática o dinámica. Entonces, la intervención, es más compleja.

Requiere de un estilo común, abarcativo, que incluya otro más específico… y la creatividad del analista. La complementariedad, se da en una simetría invertida, por ejemplo un paciente histérico conversivo, con un discurso deslumbrante requiere una complementariedad correspondiente a la oralidad primaria (cuyas expresiones son abstractas y que piensa que toda manifestación no es más que la expresión de una idea). En fin que en el histérico, una representación puja, a través de sus transformaciones, por hacerse preconciente; y el analista se la brinda. Si fuera un transgresor, requiere la complementación obsesiva que subraya las jerarquías, el orden, nexos, sobrestimación de la moral, opciones para pensar.

Los indicadores. Presentación. Mi propuesta es destacar indicadores en el discurso del paciente que permitan individualizar la lógica de su pensamiento, y adecuar complementariamente el discurso del terapeuta El preconciente de éste reconoce una estructuración específica a partir de su disposición individual, estudios y prácticas entre otras influencias. A éstas propongo agregar los indicadores, que tienen singularidades en cada etapa de la evolución libidinal D Maldavsky, 1979,80 a.b.c.85, 86, 88a.b, 89a.b.c.d., 90, 91a.b.c). Estos indicadores le pueden permitir al terapeuta, escuchar y poner de relieve distintas estructuras formales del discurso del paciente. Cuando éste se expresa con un tipo de espacialidad, le corresponde un tipo de temporalidad, o un tipo de verbo, o un tipo de ideal, sólo por nombrar algunos indicadores. Estos le permiten al terapeuta escuchar con mayor claridad las disonancias, es decir, dimensionar las fracturas que contradicen la presunción de la escucha, y pensar en la revisión de la misma. Permiten rectificar, la comprensión de la estructura lógica del paciente. Con ello acercarle un discurso sobre fundamentos científicos, que no descartan el talento, el afecto y la creatividad personal. Pero debemos apurarnos a dejar en claro que en el paciente los discursos son mixtos con contenidos diferentes y variadas defensas de articulación cambiante.

Las etapas de la evolución libidinal. Habida cuenta de que los indicadores tienen particularidades en cada erotismo, se hace necesario recordarlos. Siguiendo el modelo de las fases del desarrollo de la libido, (Freud 1905d, Abraham (1924), los erotismos y sus patologías correspondientes son las que sigue: 1-Erotismo preoral intrasomático, (E.P.O.I.S.), patología psicosomática. 2-Erotismo oral de succión, O1, esquizoidías y esquizofrenias. 3-Erotismo oral canibalístico, O2, depresiones y melancolías. 4-Erotismo anal expulsivo, A1, paranoias y perversiones. 5-Erotismo anal retentivo, A2, obsesiones. 6-Erotismo fálico uretral, FU, fobias. 7-Erotismo fálico genital, FG, histerias.

A continuación me voy a referir a los indicadores, siguiendo en el ordenamiento expositivo, una secuencia genético-evolutiva que tiene por modelo la primera tópica, desde el Inconciente a la Conciencia, Freud, (1895,1900a,1905c,1909b,1912.13,1915d,1915e,

1918b, 1920g, 1923b, 1933a, 1940a, y el modelo de los tres estratos del Preconciente que Freud teoriza en "Pegan a un niño", (1919e).

Primer estrato del Preconciente. (deseo aclarar que este ordenamiento tiene finalidades didácticas, y que tanto algunas lógicas como la proferencia sonora operan en el espacio que va desde el Inconciente al Preconciente, anterior a la primera censura.

1- Lógicas. Implica conocer el criterio de enlace de las representaciones. Es lógica porque para que una se constituya, tiene como requisito la organización de otra anterior, Freud, (1900a.5d.1915e.1928b).

E.P.O.I.S. Etapa poco estudiada, podemos de momento suponer una lógica basada en la articulación de los procesos fisiológicos, como por ejemplo imposibilidad de respirar y tragar al mismo tiempo, O1. La inscripción lógica es por simultaneidad. Significa una organización en el tiempo, con una sincronía comandada por el aparato psíquico y originada en la vivencia de satisfacción. Hay simultaneidad entre deseo y satisfacción, indiscriminación entre objeto, contexto y sujeto. Se acompaña de una inversión de la causalidad que implica atribuir como causa de lo interno, a lo externo, y ésto tiene como requisito necesario la proyección.

O2. La lógica es por simultaneidad y pasividad. El yo es pasivo ante los afectos, y los ubica fuera de sí. La actividad está puesta en el otro, (inversión de la causalidad) quién es el responsable. El organizador es el olfato, sustituído luego por la vista pero en términos afectivos. La vista, que denuncia la existencia del objeto, adquiere cualidad afectiva como ser desesperación, ira o placer expresada en términos de la oralidad secundaria, (1923d).

A1. La lógica es por simultaneidad y actividad. El Yo domina los traumas fundamentándose en la motricidad, (Abraham 1924, Freud 1933a). Supone que con su actividad provoca afectos en el otro, (1920g), y que éste existe o no según sus movimientos. La simultaneidad y contiguidad, (1912-13), implica que el Yo recorre el objeto con el tacto o la mirada y construye un objeto. Pero éste no persiste más allá del acto motor.

A2. Se agrega a las inscripciones anteriores la analogía. (1900a.1928b.1950a). Analogía implica diversas inscripciones simultáneas con un núcleo en común y un conjunto de predicados (1895). La unificación se hace por medio de la palabra, y conlleva un mayor alejamiento de la experiencia directa con el objeto. Permite discriminar la identidad y la semejanza. La primera significa que la totalidad de las cualidades y de las funciones de uno, se corresponden con las de otro. La segunda implica reconocer el semejante (para lo cual debió haberse establecido el núcleo del Yo), y se da por los predicados. Cobran importancia los sentidos distales (vista y oído), que son los organizadores porque hay mayor capacidad para soportar la pérdida.

F.U, y F.G. Se agrega la inscripción por causalidad intrapsíquica. El Yo liga huellas con núcleos diferentes, lo cual alude a las diferencias de los sexos. Se agregan como organizadores, a los anteriores, (olfato, gusto, tacto, vista, componentes cinéticos, oído), el componente visual como organizador. Surge el complejo fraterno, la diferencia de sexos, las teorías sexuales infantiles, el narcisismo de las diferencias, el complejo de castración, la capacidad de deducción y el Complejo de Edipo.

Proferencia sonora. Generalidades. El sonido expresa el intento de expulsar al exterior, el displacer que deviene del trabajo pulsional. Sus tonos, intensidades, ritmos, amplitud, altura, timbre, duración, (línea melódica), responden a la exigencia de la pulsión. El sonido es registrado como interior y sirve como válvula ante el desborde del dolor (1950a. Carta 52.), acompañado de expresiones sonoras (deglusión, jadeo). El tono depende de la frecuencia y la intensidad de la energía de las vibraciones originadas en las cuerdas vocales, y el timbre de los movimientos vibratorios en las cavidades anexas a la fonación. El sonido emitido tiene sustento en la pulsión, Spitz, (1956), y recorre el camino inverso al del alimento. Los sonidos originados en la parte superior del cuerpo y del tubo digestivo, son los sonidos ligados a las pulsiones orales, son de poca intensidad con frecuencia alta. Los generados en la parte inferior del tronco y la contracción del vientre, expresan las pulsiones anales y son de alta intensidad y escasa frecuencia. El sonido, apropiado por la propia motricidad, deviene en grito. Surge la identificación con la voz. Ésta puede ser controlada y tiene un doble registro. Viene del interior del cuerpo, y del mundo externo. La propia voz le permite al niño los gorgeos, balbuceos, laleos que requieren, para su autoimitación, de la presencia empática de los padres. Los rumores del corazón, respiración, aparato digestivo, son interiores y no pueden contenerse. La voz sintetiza tanto el origen interior como exterior, sufre la influencia familiar, regional, nacional, social, y las normas consensuales acerca de la manera de expresarse con frases (afirmación, interrogación, exclamación).Las influencias se pueden combinar de manera variada, acorde a las singularidades individuales. 

SingularidadesE.P.O.I.S: la voz se asemeja más a un grito como descarga, que trata de reducir la tensión a cero, es fuerte e intrusiva, expulsa sin decir. 

O1: de poca intensidad, fría y distante. O2: de poca intensidad, lenta, quejosa, impaciente, reprochante. A1: tiene variaciones acorde a las reacciones del interlocutor. Para atrapar al incauto es seductora, intrusivo cuando está cerca de su víctima y alejado cuando cumplió con su propósito.A2: de baja frecuencia y gran intensidad, carece de modulaciónFU: cuchicheante, sibilante con "zzz" final, estalla el tímpano del oído ajeno, y proyecta la castración en éste.FG: Susurrante, seductora, disfónica por la tensión de las cuerdas vocales.

El lenguaje de los erotismos. (op.cit.1988a, 1991c.) La influencia de cada erotismo en la emisión sonora, se marca ya como afecto, (cólera, depresión), como variación de la proferencia sonora y como variación en el lenguaje. El tema del lenguaje del erotismo lo desarrollaremos someramente. E.P.O.I.S: el lenguaje se centra en la importancia de los ritmos pulsionales; que se desplaza a los números, a la ganancia. El lenguaje psicosomático acentúa el valor de los órganos (Por ejemplo "La chica diez", "Cero a la izquierda", "El riñon del gobierno", "El pulmón de la clase").O1: el lenguaje es abstracto, la realidad mundana es investida con el presupuesto de que es generada por el órgano sensorial. 02: el objeto del mundo se transforma a costa de la incorporación. El yo, de pasivo, se vuelve activo a través de una sensorialidad tal que aparece y desaparece como la gustativa, auditiva, olfativa. Se privilegian los afectos, los tonos, los matices. A1: la exitación pasiva de la mucosa de la ampolla rectal, es respondida mediante la actividad motriz para que otro padezca la pasividad erógena. El lenguaje privilegia la palabra acto, el desempeño motriz. A2: privilegia el preciosismo, los detalles. FU: se enfatiza el suspenso, con múltiples caminos, decisiones y cierres prematuros de incógnitas. Suelen usar refranes, metáforas, como refugio en lo conocido para evitar la angustia de los interrogantes. FG: se caracteriza por la frase de promesa, (op.cit. 1980c, 88b.) Quien promete, es alguien rodeado de encantos con los cuales intenta convencer. Promete la satisfacción de un deseo de aquel a quien se dirige. Es una historia, en cuyo inicio hay desvalimiento, luego un encuentro, afirmación de la fascinación y por fin la felicidad. Los adornos de quien promete son tantos que ocluyen la escencia, y hacen pensar en la ausencia, tal como lo describe Freud en "La cabeza de Medusa", (1940c), como símbolo de lo que falta. Debe tenerse en cuenta, la combinatoria de los lenguajes del erotismo que actúan desde la preferencia sonora en adelante. Se puede combinar de tal suerte que uno opere como dominante vertebrando una estructura, y otro/s, como complementarios o subordinados.

Sentimientos. Freud, se refirió al lenguaje de las emociones en la "La Negación" (1925h). "[…] Expresándolo en el lenguaje de los impulsos instintivos más antiguos, es decir los orales […]". Diferentes afectos que corresponden a cada paciente, influyen en la emisión sonora.

El segundo estrato del preconciente comprende las frases matrices (fantasías primordiales), las frases sustitutivas y la trasposición en la materia expresiva (literatura, cine, TV, pintura, escultura, danza, mímica).

Fantasías primordiales (son desarrolladas totalmente en este estrato, aunque debemos remarcar que en el segundo se dan las frases matrices y en el tercero las transformaciones de éstas).Las fantasías primordiales (vida intrauterina, seducción, escena primordial, castración), se expresan como historias que en cada estructura se cualifican a partir de cada erotismo particular. Tienen, como factor común que: (A) La vida intrauterina alude a un estado sin transformación. (B) La seducción, (se alude al objeto del deseo) y usa verbos que implican el pasaje de un estado a otro (de no seducción a seducción). Los verbos de la tres escenas son tratados en el apartado 18. (C) La escena primordial, (se alude a la relación entre el rival y el objeto del deseo), y usa verbos que implican incesto, parricidio. Los verbos definen operaciones y acciones específicas y son la expresión de las metas pulsionales, Freud, (1915c). (D) La castración se expresa como transformación. Es una acción sobre el modelo o el rival. La lógica que articula la secuencia, seducción, escena primaria y castración es la de la causalidad. Ahora veremos someramente las transformaciones de las fantasías primordiales, según la influencia de cada erotismo. Estos dejan marcas singulares en cada fantasía. Freud, destacó las características de las fantasías en la esquizofrenia (1915e); se refirió a las paranoias (1918b); en los obsesivos son esbozados en (1909d); en las perversiones (1919e); en las perversiones y otros cuadros, (1926d); en las fobias (1909b, 1913f); los aspectos estéticos de la histeria, "encantos" en (1905d.

Los procesos retóricos ubicados en el tercer estrato  se definen como "la transgresión reglada de ciertas normas consensuales" (op. cit. 1986.9.b). Las normas consensuales comprenden a dos conceptos:(A) Reglas que la cultura y los padres imponen como normas a los educandos. (B) La instalación de estas en el yo, a la manera de restricciones, convenidas y aceptadas. Las reglas de transgresión actúan sobre las consensuales. Cada yo, en el intento de conciliar su triple servidumbre, encuentra las maniobras retóricas singulares, individuales; y dependientes de las series complementarias de cada cual. La transgresión opera sobre la segunda censura quien impone normas para que una frase se pueda expresar, para que obtenga carta de ciudadanía y sea acogida. Impone condiciones de sociabilidad o civilidad, Freud, (1915b). Podemos imaginar que la censura, tiene "puestos de control" que operan con seis criterios, superados los cuales, las expresiones revisten la investidura de la atención. Los criterios son: (1) Orgánico y se refiere a la intensidad de la frase que permite o no que sea audible. (2) Fonémico, alude a la forma en que se deben pronunciar los significantes. (3) Sintáctico, alude a la relación y combinatoria de los signos. (4) Semántico, trata la relación significado-significante. (5) Pragmático, expresa la relación del usuario con los signos. (6) Lógico, remite al problema de la verdad, a lo que uno supone que es verdad o no. Esto es, la relación entre un conjunto de signos y su articulación con los juicios acerca de lo que se percibe y la acción que esos signos posibilitan. La operación retórica, permite el acceso a la conciencia del contenido inconciente y de la forma preconciente, y así superar la censura. Los criterios de civilidad, se oponen a la asociación libre, y el paciente puede: rectificarse porque habla muy alto o muy bajo (criterio orgánico), jugar con los sonidos y modificar su discurso ante ausencia o reiteración de un sonido (criterio fonémico); equivocar la relación adjetivo/sustantivo, por ejemplo uno en plural y otro en singular (criterio sintáctico); rectificar la palabra porque no es adecuada a la intención del preconciente cercano a la manifestación, se dice que no habla con "propiedad", (criterio semántico); rectificación ante el temor de que la palabra sea ofensiva, (criterio pragmático); rectificación cuando el paciente supone que su discurso es increíble (criterio lógico). Cada criterio puede ser traspuesto; si salva reglamentaciones formales, suerte de vericuetos legales que permiten el pasaje sin sufrir la censura; y puede darse ya que en el estrato primitivo o en los sucesivos. Tales vericuetos, son los procesos retóricos, en que las normas consensuales sufren los mecanismos de adición sustracción, la combinación de ambas, la permutación y que pueden darse en cada uno de los criterios antes nombrados. Por ejemplo, en el nivel orgánico, el grito es por adjunción, el susurro, por supresión. Pero cada proceso, genera efectos sustitutivos provisionales, luego sofocados y sustituídos por otros. El empuje pulsional, siempre insatisfecho, deviene en pensamientos más sofisticados. El estudio de estos pensamientos y sus lógicas tienen su apoyatura en Freud (1912-13,21c, 30a, 39a, y los desarrollos de Maldavsky (1980a.b) La complejización deviene en lógicas más complejas que sostienen las conquistas del yo, y deriva de una elevación creciente del ideal. Esto genera, formas de pensar más complejas y refinadas, de manera que ciertos disfraces retóricos pierden su operatividad y resultan ostensibles. Exigen nuevos sustitutos, para mantener su disfraz; mayores esfuerzos para ocultar el deseo al Superyo, y al imperio de la realidad. En el cuadro III, del anexo G, recordamos los tipos de pensamiento. Los procesos retóricos, operan en todos los estratos del preconciente, y dan lugar a manifestaciones como resultado de transgresiones regladas a las normas consensuales.

Contradicciones. En las contradicciones hay una aceptación aparente de las normas consensuales, pero de hecho son cuestionadas, (op.cit.1986). Son propias de las patologías narcisistas y tienen las siguientes particularidades. E.P.O.I.S. contradicción orgánica: Cuanto mayor tensión voluptuosa, mayor el esfuerzo por aumentarla, acompañada de prohibición del cuestionamiento por la amenaza de: depresión y vacío si fuga, promesa de goce creciente si se mantiene. O1Contradicción lógica: Oposición entre una afirmación específica y una más amplia. Se refuerza con un impedimiento a cuestionar la contradicción, mediante el desvío del pensamiento. Ambos términos contradictorios están presentes, y es posible contrastar, no obstante, a veces, un término se presenta bajo la forma deuna  presunta  percepción. O2Contradicción semántica: Se afirma experimentar un afecto o un deseo, pero la actitud correlativa es opuesta a lo que se afirma. Son exigencias, que imponen una sanción al incumplimiento: el que exige, sufre si el exigido defrauda el anhelo del primero.  A1Contradicción pragmática: Son órdenes contradictorias, paradojales que se refuerzan, en el ambiente con otras dos órdenes: prohibición del comentario, prohibición de alejarse del campo.

Defensas. Estas imponen, junto con los erotismos, lógicas y retóricas, un grado creciente de complejización psíquica. Si predomina la represión, el disfraz exagerado impone la imposibilidad de recuperar las formas originales. Si es la desmentida, las normas consensuales quedan desafiadas; y si predomina la desestimación quedan abolidas. En las neurosis de transferencia, el mecanismo eficaz de la defensa, es la represión; en los caracteres narcisistas la desmentida; y la desestimación en la psicosis. En las neurosis, las normas consensuales están en el yo, en cambio en las patologías narcisistas, están fuera, proyectadas y el sujeto se erige como el capaz de transgredir la norma.

Ideales y representación grupo. E.P.O.I.S .Ideal de ganancia. La libido, en un primer momento, es indiferenciada, inviste a los órganos y luego emigra hacia las zonas erógenas, (op.cit.1991c), y de éstas toma al cuerpo como objeto. Al tomar al cuerpo como objeto, la exterioridad que le corresponde es la exterioridad rítmica. Anterior al registro sensorial, está el registro rítmico, donde importa no la cualidad del estímulo, sino la frecuencia, que prescinde del tipo de sensorialidad en juego. En el ideal de ganancia, que corresponde al paciente psicosomático, se habla de que "hacen números", como intento de recuperar la relación rítmica correspondiente a la posición de la libido preoral intrasomática. Se va articulando una relación entre ritmo, número y ganancia;, ganancia que es un intento frustro de encontrar su propio ritmo. El ideal de ganancia se da en sujetos especulativos con sufrimiento corporal, muchos de ellos sobreadaptados, y cuando fracasa la sobreadaptación surge la enfermedad somática. En cuanto a la representación grupo en el ideal de ganancia, puede verse el grupo empírico en los "yuppies", especuladores de la bolsa, en que los miembros se suponen en vínculo de consustanciación con aquel que tiene el "dato", y con el cual constituye una masa de dos. Afuera, los tontos que trabajan, que sostienen la unificación. Hay una apariencia de relación interindividual, pero cada uno intenta sustraer al otro un número para enriquecerse.

O1. Ideal de verdad. El concepto de verdad tiene que ver con la revelación y no con la verdad científica. Se produce un develamiento y aparece una escencia. Las escencias remiten a líquidos, escencias que manan y fluyen, como el fluído eléctrico, la música celestial; que permiten ligar elementos dispersos.

Los órganos de los sentidos captan la apariencia, y la verdad escencial tiene que ser inferida. El ideal de la verdad puede socialmente aparecer en la ciencia o en las místicas de la revelación. La verdad puede vincularse con héroes míticos (Freud y el psicoanálisis, Einstein y la física, Marx y la historia), o la verdad vinculada a concepciones religiosas. Fijada a la etapa oral de succión, se transforma el hambre sufrido pasivamente en activo. Para ello, el paciente se expresa con discursos crípticos. Con éstos, intenta que el otro quede encerrado en un laberinto de palabras, para que su deseo cognitivo no sea satisfecho, y se muera de inanición intelectual. El discurso puede, también, ser ambiguo, para que el interlocutor entienda a partir de su propia proyección. Con esto el sujeto evita ser conocido y que se le quite la verdad revelada. Para este tipo de ideales, "Lo escencial es evidente a los ojos". En la representación grupo del ideal de la verdad, el individuo se supone en un vínculo de consustanciación con aquél que accedió a las escencias y configura con él una masa de dos. Afuera de ellos, hay un grupo exterior, de ignorantes, que permiten sostener ésta unificación.

O2. Ideal del amor. Una aclaración previa. El concepto de amor, es desde el sujeto, pero desde el observador, es egoísmo. Para este ideal, amor es la consustanciación con el otro cuerpo, Freud (1916a). Lo perecedero es valioso, justamente porque es perecedero. Implica, aprender a disfrutar lo que tiene como destino, perderse; por oposición a lo que perdura para siempre. Alrededor del ideal del amor, se agrupan personas que tienen una fantasía paradisíaca, espacio al que anhelan pertenecer y en el que por ser amado, se recibe todo sin esfuerzo, y con ello la felicidad absoluta. Freud, (1923d). En la representación grupo del ideal del amor, el individuo ubicado en la posición de ideal tiene contacto con una fuente que otorga un don y conforma con ésta una masa de dos. En la exterioridad, un grupo mantiene un vínculo de dependencia afectivo y nutricio en una doble dirección. Las cosas se dan y reciben, por amor. A1. Ideal de la justicia. El erotismo anal primario expulsivo se enlaza mediante la motricidad con la imagen. Se trata de una motricidad aloplástica estriada, transformadora inmediata de la realidad. Motricidad que intenta transformar las traumas de pasivo a activo; la excitación pasiva de la mucosa rectal es respondida mediante una actividad motriz, y los términos de la actividad motriz se enlazan alrededor de una imagen, la cual privilegia los rasgos. El ideal tiene que ver con la justicia, pero entendida desde el sujeto; justicia por la propia mano que implica venganza. Privilegian las palabras acto, los insultos, el desempeño motriz, la velocidad de desplazamiento. Usan la fascinación como técnica para subyugar con la imagen. Puede suceder que un sujeto tenga imagen y otro en posición objeto hace una identificación superficial y se constituye en doble imagen. Este doble imagen hace activamente lo que sufre pasivamente, y otro se constituye en imagen de imagen. Ambos están en riesgo de colapso permanente, porque pierden su lugar con la ausencia del sujeto con imagen. En la representación grupo del ideal de justicia, la representación grupo puede ejemplificarse con las patotas. El sujeto puede ubicarse, si es transgresor, en una identificación con el ideal vindicatorio, en una masa de dos, y maltrata a otro a partir de su manera singular de entender la justicia. El paranoico se ubica como quien padece la injusticia ajena; perseguido por un grupo unificado en torno a un líder injusto, Freud, (1911c). También encontramos una manifestación empírica de la representación-grupo en que predomina el ideal de justicia. Me refiero a las patotas, cuyos integrantes salen de los estados de tedio a través de la diversión a costa de otro, al cual toman como víctima. El transgresor se ubica en la posición de quien hace a otro víctima de su urgencia por salir de ese particular estado depresivo que es el aburrimiento, y maltrata a ese otro a partir de una forma propia de entender la justicia, mientras que el paranoico se ubica como quien padece la injusticia ajena.

A2. Ideal del orden. Evolutivamente es la línea divisoria entre neurosis y psicosis, Freud, (1916.17). Abraham (1924). Veamos la vinculación de la etapa anal secundaria con el ideal de orden y el doble ético. Dice Lévi-Strauss, (1968) que en el tabú del incesto los hermanos renuncian al incesto con sus hermanas, y pueden usar a éstas para el intercambio con las hermanas de otros hombres que renunciaron al incesto. La ley social se constituye a cambio de la renuncia sexual inmediata y creándose bienes de intercambio. El primer bien de intercambio surge como renuncia al erotismo anal desenfrenado, cuando se deja de tomar el excremento como algo del cuerpo para tomarlo como algo que tiene que perderse y a cambio de lo cual recibe palabras. Aparece entonces una ética ligada a la renuncia de un erotismo, con la aparición sucio-limpio, sádico-protector. El primero, vinculado con el componente excrementicio y el segundo con la musculatura. La voluptuosidad es sustituida por palabras, y con éstas la sensorialidad tiene menor vigencia.

En la representación grupo del ideal del orden, los grupos son los que Freud estudió como masas artificiales, que tienen estamentos jerárquicos, con un escalafón que regula los ingresos, el poder, los ascensos y descensos, Freud, (1909d). El individuo tiene un lugar que le pertenece, en relación con el líder. El grupo hostil se encuentra en el propio grupo, y es el agente del caos o el vicio. Por tal motivo se hacen necesarias periódicas "purgas" en un esfuerzo por eliminar a los sectores del desorden y el vicio. Quien está investido de los términos institucionales tiene un doble juramento, uno en público con su inverso en privado. El juramento es para neutralizar el deseo opuesto, se hace en público y ante el Superyó. Como consecuencia del doble juramento inverso, la representación grupo es concebida como poseyendo en su interior el germen de la corrupción que está en el juramento privado de cada cual; sólo que puesto en otro que amenaza la establidad del sistemaFU. Ideal de dignidad. Aparentemente en este caso, el ideal tendrá que ser la temeridad, pero el fóbico en lugar de jerarquizar la ausencia de angustia, subraya el valor de persistir en un proyecto, de mantener los interrogantes soportando, con la palabra, el deseo y la angustia. Ambos, contradictorios, se sostienen sólo si se posee entereza para no retroceder ante la inundación de afecto; y esto es digno. ¿Cómo se llega de lo fálico a la dignidad? El erotismo fálico uretral tiene dos tipos de goce: el goce fálico (masturbación en el pene o el clítoris) y el goce uretral (excitación pasiva de la mucosa uretral y su transformación activa en la micción -sobre todo en el varón-). Ambos goces se articulan. En la excitación fálica, la masturbación, terminan en micción, o intentando orinar lo más lejos posible (como forma de expulsar la excitación), y con esto aparece el problema de la ambición (llegar lejos), que puede sufrir transformaciones tales como: ser primero, estar en la punta, mirar desde lo más alto, llegar a lo más profundo, mirar más lejos (en que los ojos adquieren un valor uretral). En la niña se observa, en la historia infantil, el intento de orinar lejos y que fracasa orinándose encima (la frase, orinado por los perros que significa mala suerte, se liga a que no puede llegar lejos, o no tiene ambición). El orinar lejos puede sustituirse por estar arriba, pisar a otro, saltar lejos, o tirarse de cuerpo hacia adelante (identificado con la orina); o bien por la voz estridente, aflautada, penetrante que, según Liberman, se vincula con la angustia de castración proyectada en el tímpano del otro (el escucha). Este es quien siente explotar su tímpano. Los sonidos cuchicheantes se vinculan con este lenguaje, en el pedido a otro de que orine y apoderarse de la orina del otro. Siempre que hay un deseo ambicioso, está el deseo de conquistar un terreno que no es de uno y la angustia interfiere en el proyecto. La dignidad implica seguir adelante a pesar de la angustia. Cuando ésta desborda, estas personas se sienten indignas, porque pierden la integridad ética, (a veces un proyecto puede no llevarse a cabo, pero por razones ajenas a la angustia).En la representación grupo del ideal de dignidad, existe mayor separación entre los individuos que proyectaron el ideal del yo en el líder. Los que se rehusan, constituyendo el grupo hostil. Cada grupo tiene sus marcas identificatorias, pero el individuo, encuentra en el otro grupo al objeto de su deseo. Este objeto, posee en su interior la marca del enemigo, Freud, en el sueño de Irma, (1900a).

FG. Ideal de belleza. El trauma más insoportable para la histeria tiene que ver con los estallidos de asco, Freud, (1905e). El asco condensa dos afectos: uno, de la gama de la depresión (disgusto, sinsabor, amargura); otro que tiene que ver con el displacer estético, (mal gusto, buen gusto). Freud, (1905d), dice que las pulsiones parciales se juntan en torno del erotismo genital, y cualquier excitación en la pulsión parcial produce efecto en el erotismo genital, en especial alrededor de los 8 años."[…] Esta primacía puede comenzar a indicarse en la segunda infancia (entre los ocho años y la pubertad), pese a que este erotismo no puede culminar aún en proceso de descarga […]". Freud, (1941f), señala que "[…] la causa última de todas las inhibiciones del trabajo parece ser la inhibición de la masturbación infantil. Pero quizá tengan un origen más profundo: no se trataría de su inhibición por influencias exteriores, sino de su índole insatisfactoria de por sí. Siempre falta algo para la plena descarga y satisfacción, y esta parte que falta, la reacción del orgasmo, se manifiesta en otros terrenos bajo la forma de equivalentes, como estados de ausencia, accesos de ira, llanto y quizás otras cosas. La sexualidad infantil ha fijado una vez más, es este caso, un prototipo. Se suscita un problema económico, por el cual una excitación no se consumó en orgasmo, y con ello la intoxicación, con una neurosis actual normal. Equivalentes de los ataques de risa pueden ser los eructos y los flatos. A veces el espasmo orgástico es sustituido por otros espasmos (llanto, risa, bronquitis espasmódicas, cólicos intestinales, epilepsias, apendicitis, anexitis). Entre los espasmos, está el del asco, que se manifiesta a esta edad por problemas alimentarios (asco a las comidas) y se liga a la sustitución de un espasmo por otro. En la histeria, el modelo de fragmentación del cuerpo puede verse cuando Freud habla del masoquismo erógeno genital, (1924c). Se observa una oposición entre continente y contenido; el primero más pequeño se siente estallar por el segundo más grande (la vagina, estallada por el pene, sufre a veces un desplazamiento a la cabeza. Sobreviene la fantasía de la cabeza estallada por contenidos intelectuales Cuando, por razones evolutivas, el punto de unión en el erotismo genital no aparece, el asco se manifiesta como dispersión de las distintas pulsiones parciales. Asco que implica un desplazamiento de lo genital a lo oral, y el impacto estético es el esfuerzo de neutralizar el asco y su estallido, mediante la unificación corporal en lo estético.,. Desde la evolución de los contenidos preconcientes, corresponde al pensamiento mítico. Pensar permite entender a los números, y el número deriva de dos tipos de procesos intelectuales, la seriación y la clasificación. La seriación implica la ordenación en series progresivas o regresivas. La clasificación designa un agrupamiento específico de miembros. Hasta este momento, el juicio de la castración materna provenía de un juicio que viene de una percepción. Este juicio es más fácil de desmentir. Más difícil es cuando el juicio de la castracción deriva de una deducción. Y a esta edad puede deducir, porque puede clasificar y pensar. Cuando el psiquismo puede deducir, la desmentida es más difícil y dañina, porque el yo es más sofisticado (aparecen las operaciones concretas, el número, la seriación, la clasificación, el pensamiento mítico, el juicio de la castración materna, la desidealización del padre). En la representación grupo del ideal de belleza, hay distinción entre los integrantes del propio grupo y los del grupo hostil, de manera neta. Los primeros tienen una coherencia estética y centrados alrededor del líder, distribuyéndose espacialmente de forma concéntrica, y el grupo hostil procura irrumpir en este proceso y arruinarlo.

Temporalidad. Su constitución intrapsíquica. Metapsicología. En la carta del 6 de Diciembre de 1896, Freud le escribe a Fliess: "[…] Como sabes, estoy trabajando sobre la presunción de que nuestro aparato psíquico se originó por un proceso de estratificación; el material existente en la forma de rastros mnémicos experimentaría de tanto en tanto un reordenamiento de acuerdo con nuevas relaciones, en cierto modo una transcripción El problema de la temporalidad fue abordado por Freud en, 1900a, 1912-13, 1916a, 1923b, 1925a, y en nuestro medio por David Maldavsky, (1991b).

E.P.O.I.S. Corresponde a las personalidades con discurso sobreadaptado (por el apego desmesurado a la realidad) o bien operatorio (despojado de fantasías), o catártico (para despojarse de afectos tóxicos). Su apego a los números, remite a los ritmos pulsionales, en que el universo sensible es captado de la manera más elemental, cuando aún no se han conformado las representaciones. Sólo se captan períodos, frecuencias, y la sucesión temporal se constituye por períodos pero de ciclos financieros, alzas, bajas de la bolsa, mercados de cambio, las tasas de interés. Se acentúa la actividad motriz que mantenga la homeorresis, para descargar los estados tóxicos, o en ritmos paroxísticos.

O1. Freud, (1905d), dice que "[…] El niño no se sirve para la succión, de un objeto exterior a él, sino preferentemente de su propio cuerpo […]". Aparece la aspiración de eliminar el tiempo que significa un orden sucesivo. La actividad, capaz de acelerar el tiempo, es la cognitiva; temporalidad abstracta que implica producir miembros reunidos por un rasgo común y descartar otros. La temporalidad abstracta, es de carácter cíclico; en un momento se siente consustanciado con un todo (en una ilusión arrogante) y en otro momento, alguien accede a la escencia a costa del yo.

O2. Freud, (1895), habló de la "expresión de las emociones, y que tienen un carácter cíclico por su origen pulsional. Se refirió al carácter perecedero en "La transitoriedad", (1916a). Las emociones y la actividad motriz expresan climas afectivos, estos pueden condensarse en la expresión de una cara, en una holofrase que sintetiza muchos afectos; como es el suspiro. Climas que aparecen y desaparecen, en una temporalidad circular; en el amor. La vida vuelve cuando el sujeto, en comunión oral-canibalística, se hace uno con el objeto; la vida se pierde cuando el objeto desaparece. Desaparece y retorna, como las estaciones del año, como los climas. Temporalidad entonces de las emociones, de las estaciones, de los climas y también los climas afectivos. El yo, devorado por el tiempo, se neutraliza intentando devorar al otro, en un goce alternante, entre ofrecerse y consumir lo vivo.

A1. Freud, (1933a), recuerda que la pasividad de la mucosa rectal ante las heces, culmina en un estallido orgástico anal, con goce en perder, con afectos del tipo de la humillación y vergüenza. Pueden luego, convertirse en afán de venganza y placer por aniquilar mediante la motricidad aloplástica. Echarlo fuera de la vista, (1920g), pero la mirada no puede ligar, por razones anatómicas, la pérdida de las heces. El juego infantil, de girar sobre si mismo, hasta caer gozoso, implica un intento de ligadura imposible. El ano y la mirada. La mirada intenta controlar el tiempo, tratando de desandar lo que sucedió, controlar la pérdida; que lo pasado se vuelva al futuro, con una velocidad que sea capaz de reunir lo sucesivo. Clínicamente, la venganza ejemplifica este tipo de temporalidad. La consumación vengativa por la motricidad, pone en marcha un tiempo detenido a nivel de una injuria eternamente presente. Injuria que se satisface, en una secuencia con el retorno del goce sádico masoquista, en un carácter cíclico.

A2. El pensamiento de la analidad secundaria, se rige en su preconciente por las lógicas que van de la totémica a la científica. Intenta sostener la ilusión de magia y omnipotencia, Freud, (1921c,1927c), y mantiene la superstición, Freud (1909d).

FU. El tiempo se ordena en dos organizaciones. La rutina y la aventura. La rutina se ordena según el tiempo pasado, y éste moldea el futuro. En la aventura, está el futuro, el azar, lo ordenador del sujeto. Se corresponde a un pensamiento abstracto, donde aventurarse y conocimiento se superponen, pero con el riesgo de perderse como sujeto. En la medida que se despierta angustia por la conquista de un espacio marcado como ajeno, se refugia en la rutina donde pasado y futuro se superponen

 FG. Se caracteriza por la frase de promesa. "[…] El paciente promete a un destinatario y ante un tercero, un testigo, entregar un don […] Para ello quien promete se constituye como un objeto rodeado de atributos, de encantos, que gracias al brillo pretende producir la convicción de una presencia en el lugar de lo faltante […]", (op.cit.1988b). Implica tomar lo que sucederá, como, algo presentificado, convenciendo al interlocutor de la veracidad. Así, el futuro deja de ser una incógnita y aparece soldado con la actualidad. La frase expresa la esperanza de eternizar un momento de goce, de encuentro de los sujetos narcisistas donde cada uno es figura central. Se acompaña de palabras como "siempre", "nunca", que pertenecen al futuro, y que son contradictorios con el presente del que promete. A su vez la promesa de goce futuro es un medio de obtener el goce presente.

Partes: 1, 2
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