La práctica terapéutica: Una escucha diferente. Nuevas aportaciones (página 2)
Enviado por Dr Jose Cukier
Espacialidad. Freud, (1941f), habla de que la mente es extensa. Cuando un órgano duele nos conformamos una representación espacial, constituyendo una "periferia interior". La expulsión de lo displacentero al exterior, enlaza por proyección la tensión de necesidad con la "periferia exterior", (1926d). Por fin la vista, permite mirarse, y el propio cuerpo aparece como ajeno. Así con la tercera noción de espacialidad se configura el "espacio visible exterior". La primera concepción espacial, genera posiciones cerca-lejos, arriba-abajo, dentro-fuera, cerrado-abierto; a partir del enlace del yo con la mediación del tacto y la motricidad. Inicialmente, yo, ello y mundo exterior no se diferencian. Cada diferenciación genera un espacio anímico que es proyectado; y que implica no sólo contenidos (cuerpo, espacio social, espacio del universo) sino un criterio que rige el desplazamiento de las investiduras de un espacio a otro.
E.P.O.I.S. Remite a los períodos pulsionales que expresan la exigencia de trabajo en el psiquismo. Se proyecta en frecuencias, ritmos, superficies en las que circulan energía, números, actividades que tienen que ver con números.
O1. Se proyecta en superficies abstractas, no sensoriales que remiten a las escencias, al espíritu, como correlato proyectivo de un erotismo, Freud, (1905d). El paso siguiente, la construcción del espíritu; deviene de la escisión entre percepción y huella mnémica. Al no percibirse el objeto, vivido en la memoria, se resuelve la contradicción diciendo; "no está la percepción pero si la escencia, el alma", Freud, (1912-13).
O2. Se proyecta en superficies afectivas. Las zonas erógenas se unifican con los tonos afectivos, la voz y los matices, que se proyectan en la expresión facial del otro, Freud, (1917e).
A1. Busca la imagen que se proyecta en una superficie bidimensional. Se privilegian los rasgos. El erotismo se enlaza con la imagen mediante la motricidad aloplástica estriada, transformadora de la realidad.
A2. Se liga a la moral y el orden con espacios que tienen jerarquías y poder, Freud, (1909d). Hemos visto inicialmente, la constitución del espacio exterior. La proyección hacia fuera de lo displacentero, no significa que debe desaparecer, sino que constituye otro lugar en la periferia. Surge la zona erógena que requiere de la estimulación rítmica exterior correlativa.
Luego surge otro exterior diferente, el objeto transicional, y en primer término, son los objetos narcisistas que han salido de uno mismo (saliva, mocos, lágrimas, heces), que al ser sustraídas por el lavado, transformen lo familiar en extraño. Pero a su vez, aquello que es displacentero en el interior y expulsado, se reencuentra afuera como placentero. En el caso de las heces, en la investidura libidinal de éstas, la vista es importante. Durante la actividad defecatoria, hay sensaciones en la periferia interior y exterior (por ejemplo, el contacto de las heces con el esfinter anal), ambas periférias son proyectadas al exterior y reguladas por el yo y aparecen frases como, "esta tierra es mía porque está regada con mi sudor, mis lágrimas". Esto es, que hay un esfuerzo muscular y un producto, y un espacio conquistado, que se extiende al ámbito de los olores. Hay una conquista de territorio, y que luego cuando es recorrido por la vista, es colonizado. Pero son espacios regulados por la caída intermitente de las heces que no pueden ser arrojadas; son ámbitos cerrados controlados por el yo y excluyen todo aquello que no tiene significación desde la proyección del yo. Posteriormente con la complejización de las lógicas, los espacios van adquiriendo cualidades diferentes
FU. El goce fálico y uretral se articulan. El goce fálico culmina en micción, intentando orinar lo más lejos, y conquistar un espacio, que pude sufrir transformaciones tales como: ser el primero, estar en la punta, mirar desde lo más alto, más lejos en que los ojos adquieren valor uretral, Freud, (1900. 8b, 30a, 1932a). Se pueden diferenciar dos espacios opuestos, rutina y aventura. En el primero, implica el pensamiento de los tabúes, lo exterior queda moldeado según el interior, es una defensa ante lo siniestro. Es un pensamiento repetitivo que puede predecir lo ocurrido reiteradamente. El espacio de la aventura coincide con el pensamiento abstracto, con atractivos y misterios. Puede quedar representado como altura superior; y el espacio puede concebirse como estrecho o grande.
FG. Se proyecta en superficies estéticas. La coherencia estética, busca la unificación del cuerpo amenazado por el estallido. El modelo de fragmentación del cuerpo lo refiere Freud en "El problema económico del masoquismo, (op.cit). La frase de promesa (D. Maldavsky, op.cit.), incluye categorías espaciales intersubjetivas (íntima y pública). Intima, a la manera de una frase susurrante, como de locutora, dicha a un único escucha, que cree esa ilusión, pero que se mantiene, si a la vez se construye el espacio público. A su vez, el goce prometido en la distancia íntima, dicha en público, se vuelve incumplible.
Distancias intersubjetivas. Aplicaremos conocimientos de la proxemia (que es un área de la semiótica), y que se refiere a las distancias espaciales en las que cada cual se maneja según las circunstancias. A lo largo del discurso, dos personas van construyendo distintas espacialidades acordes con las patologías subyacentes que van dominando el campo. Hay momentos de acercamiento, de distanciamiento, de fusión o separación.
E.P.O.I.S. Por la intensidad de la voz, el lenguaje gestual acompañante, la naturaleza catártica de los contenidos, suelen producir aturdimiento en el interlocutor. Se "meten dentro del otro", como si hubiera una introducción de dos cuerpos. Cuando son escuchados, dan la sensación que sus contenidos "caen como una bomba", (Liberman). Ejercen un tipo singular de violencia que tiene que ver con la intrusión en el interior.
O1. En las esquizoidías, predomina la distancia pública. Mantienen distancia y necesitan elevar la voz para ser escuchados. Ocasionalmente surgen los gritos o la mediatización de los aparatos.
O2. En los depresivos es una distancia íntima, de piel a piel, en que los vínculos se dan con susurros. Requieren de la presencia física con los registros proximales táctiles y térmicos.
A1. Las paranoias y perversiones, tienen una combinatoria de varias distancias. Dependen en cada momento de quién es el destinatario y la intencionalidad que guardan para con éste. En el primer momento busca la seducción de la víctima, y va regulando la distancia a la misma según las características de la ésta. En el segundo momento, que es el de cometer la trasgresión, hay un acercamiento. El tercer momento es el de la fuga impulsiva.
A2. El obsesivo, participa en un movimiento ritualizado sea en público o en privado. La voz del ritual, suele ser más alta que la de aquel que reza en la intimidad. El destinatario puede estar o no presente y hay otro destinatario, testigo de todo, que es el destinatario final.
FU. El fóbico regula las distancias entre los puntos mínimos y máximo. El punto mínimo está dado por la piel y el máximo puede estar regulado por la mirada. La distancia intermedia, está determinada por el brazo extendido, que es hasta donde se puede manipular al otro, que coincide con la distancia hasta donde llega el aliento, o la distancia de la orina en el varón.
FG. En la histeria hay una doble distancia. Pública e íntima al mismo tiempo. Se habla en público, donde hay una distancia máxima, con una voz insinuante propia de los espacios íntimos.
Modo de inserción de cada erotismo. (Factores y funciones.). ¿Qué es una función? Siguiendo a R. Jakobson, decimos que al hablar hay una serie de factores. El emisor, el receptor, el referente u objeto al cual se alude, el canal, el código y el mensaje en sí mismo. Cada factor implica una función. La jerarquización del emisor hace que la función sea expresiva. Si se jerarquiza el receptor, la función es conativa, en un intento de alterar a otro. Cuando el acento se pone en el referente, la función es referencial. La jerarquía del canal tiene que ver con el componente pático. El código se vincula con la función metalingüística (el lenguaje habla acerca del lenguaje). El mensaje determina que la función sea poética. Según cada erotismo en juego se jerarquiza alguna de estas funciones en detrimento de otra.
E.P.O.I.S. El factor es orgánico, la función es la captabilidad y se jerarquizan los ritmos. La captabilidad está ligada a un problema básicamente cuantitativo (volumen, intensidad, frecuencia). Por ejemplo si el emisor habla en tono muy bajo, desjerarquiza la capacidad del otro para escuchar; de la misma manera que si el estímulo lumínico es pobre o exagerado atenta contra la percepción. Hay rasgos insoportables, por estar encima del umbral, y otros incaptables que están por debajo. Esta función está ligada a sujetos psicosomáticos que captan ritmos antes que formas.
O1. El factor es el código, la función es metalinguística y jerarquiza el código ajeno. No habla de una realidad, sino que acentúa el decir del otro de una realidad. Intenta descifrar el código del otro y entender la lógica de su pensamiento.
O2.. El factor es el emisor, la función es expresiva y se jerarquiza los sentimientos, el lenguaje de las emociones, tomando una parte del objeto de conocimiento y perdiendo la visión de conjunto. El contacto hipertenso con el fragmento produce liberación de afectos desbordantes que lleva al desdibujamiento del contexto. Produce sentimientos penosos por el esfuerzo dedicado a un minúsculo fragmento de manera devota. Puede acompañarse de estallidos de furia hacia aquéllos que traten de sustraerlo de esa relación pasional, quedan en un vínculo de consustanciación dejándose devorar por el tema, sin otra perspectiva, sin distancia.
A1. El factor es el receptor, la función es conativa y jerarquiza la imagen. Tanto el emisor como el receptor intentan impactar para sostener una imagen. Para ello, ponen el acento en aspectos mínimos del conocimiento, sin importancia. Toda la adquisición del conocimiento es fragmentario, porque saben trozos sacados del contexto y usados para producir impacto. La palabra tiene importancia en tanto permite un acto, el que no tiene por destino recibir o dar conocimiento, sino producir efecto, resultados rápidos, eficiencia, brillantez y…superficialidad. La actividad organizadora de la realidad -auditiva y visual- está al servicio de hacer recortes del discurso del otro y desgajarlo de su contexto con la finalidad de fascinar. Instrumentan el cuestionamiento, al servicio de atacar a la persona y no lo que ésta dice. Organizan la realidad mundana, recortando un fragmento para transformarlo en un acto tendencioso. A través de la imagen pueden tener éxito, pero es efímero porque no puede sostenerse por falta de consistencia.
A2. El factor es el objeto, la función es referencial y se jerarquiza lo ético. Tienen capacidad para organizar una totalidad, con orden y jerarquías, pero no pueden toma decisiones. Se extienden en superficialidad, sin poder concretar, Freud, (1910c).
FU. El factor es el canal, la función es pática y se jerarquiza la dignidad. Se observa un tabú en relación a ciertos temas. Hay áreas escotomizadas en el conocimiento, concomitantes con la ambición y la fascinación por el estudio. Suelen pensar de sí mismos que son superficiales, pero no es así. No alcanzan a tener suficiente sustento teórico, por temor a profundizar y avanzar hacia la complejización del interrogante. Se estructura una particular forma de relación en que se evitan ciertos temas relacionados con lo abstracto, que es lo exterior a las configuraciones inmediatas (agorafobia), o bien, evitar completar algo, o dar por cerrado un ciclo (claustrofobia).
FG. El factor es el mensaje, la función es poética y se jerarquiza la estética. Emisor y receptor quedan fascinados por el discurso. La fascinación consecuente obtura el conocimiento, porque para conocer es necesario fragmentar. En cambio la fascinación tiene por característica la totalización y posterior incorporación masiva. Esto coarta la posibilidad de metabolizar.
Dobles. Freud (1919h), se refiere al "doble", la relación con el espejo, la sombra, el espíritu, el alma y su vinculación con la muerte. Los dobles tienen la función de facilitar la desmentida de una realidad insoportable. Son necesarios en el desarrollo libidinal, corresponden al narcisismo primitivo y a las identificaciones primarias. Freud, (1914c), habla de los dobles pero formalmente (cuatro tipos: idéntico, anterior, ideal, salido del yo). Con la complejización del psiquismo, en que la desmentida debe abandonarse, el doble pasa a ser siniestro. Freud se ocupó del doble sombra, (1917e), y del alma, (1912-13). Apelar al doble, es indicio del fracaso en el proceso identifica torio. Winnicott, (1971), se refiere al rostro materno, que como espejo, devuelve los estados afectivos del bebé. Este, lee en la madre sus estados corporales y emocionales. Spitz, (1954), señala que el primer organizador son las expresiones de la cara y luego la imagen. Desde la clínica del narcisismo, podemos considerar cuatro tipos de dobles, según el tipo de erotismo en juego.
E.P.O.I.S. Es un doble numérico que toma de la sensorialidad el ritmo, los períodos y en los que se proyecta el pulsar de los períodos pulsionales.
O1. Es el doble espiritual, no toma en cuenta el componente sensorial. Es abstracta, inmortal e indestructible. Se origina en una escición entre huellas mnémicas y la percepción-conciencia. Este espíritu, remite a las escencias unificantes de un estado fragmentario al que le dan coherencia.
02. Es el doble sombra. Se privilegian las expresiones; y la sombra no tiene autonomía del cuerpo. Es proyección de éste y desaparece con él. La unificación del cuerpo, se da alrededor de los afectos, el matiz o tono de afecto. Expresiones como "Una sombra de tristeza", "La melancólica sombra", remiten a este doble.
A1. Es el doble imagen, se unifica el cuerpo alrededor de una imagen, privilegiando el mundo sensible y los rasgos distintivos. Implica un grado mayor de complejización, la imagen puede permanecer cuando el cuerpo, del cual es proyección, ha desaparecido.
Estilos Verbales. Decía D. Liberman, (1970), que el estilo es un código que da opciones al emisor.
E.P.O.I.S. Estilo intrusivo en el interlocutor, produce descarga sin comunicar. Se acompaña de goce, cuanto mayor es la tensión, y para obtener mayor placer debe incrementarse la tensión. Además hay una amenaza de displacer si no se aumenta la exigencia.
O1. Estilo reflexivo. Crea a su alrededor un clima de curiosidad, busca incógnitas. Supone ser objeto de la curiosidad ajena despojada de afecto.
O2. Estilo lírico. De gran participación afectiva, reforzamiento de las emociones, variaciones del humor. Tienen poca distancia entre lo que dicen y sí mismos, y quedan englobados en sus palabras. Por su impaciencia se "muerden" y "tragan" las palabras.
A1. Estilo épico. Impactan y transforman los mensajes en inoculaciones, involucrando al escucha en el relato. Producen desconcierto, se muestran tensas y con depresión.
A2. Estilo narrativo. Son lógicas y describen lo que le pasa, como si fuera un locutor, meticulosos, detallistas, ordenados.
FU. Estilo dramático que crea suspenso. Es huidizo, temeroso, impedido por la angustia.
FG.. Estilo dramático; poético que crea impacto estético, redundante, hiperbólico y demostrativo y con riqueza expresiva. La riqueza de la narración tiene efecto fascinante.
Estilos Cinéticos: Implica la organización gesticular de cada estilo vinculado a cada erotismo, articulando la representación de palabra, fonología y motricidad, Freud, (1920g), Liberman (1970), Verón y Sluzky (1970).
E.P.O.I.S. Motricidad guiada por el aumento de tensión, que guía la meta. Conducta de choque conta la realidad con el fin de aturdirse (accidente, golpes, peleas).
O1. Estilo reflexivo, la actividad motriz está al servicio del pensar abstracto. El desplazamiento espacial, intenta enlazar re-presentaciones, Freud, (1895). O2. Estilo lírico. Los gestos atribuyen formulaciones acerca de los estados afectivos propios o del interlocutor.
A1. Estilo épico. Induce al otro "a hacer". Se realiza un fragmento de acción para que otro desarrolle, en consecuencia, una cadena de significantes.
A2. Estilo narrativo. Cada gesto aparece aislado de un proyecto, sacralizado, e intenta modificar la realidad por medio de la magia (rituales, que enfatiza la omnipotencia de la palabra. Descomposición que implica la esperanza de un milagro).
FU. Estilo de suspenso; la gesticulación se refiere a los acercamientos y alejamientos, penetración; intento de influir el estado del otro sin ser modificado simétricamente.
FG. Estilo poético; es una gesticulación estética, con un argumento, un autor, un programa y un público.
Holofrase. Es el efecto de una fusión indiscriminada (voz, palabras, contradicciones, ideales, sentimientos). Se produce un desplazamiento de investiduras, desde diversos lugares y generando un producto nuevo. Otro tipo de condensación, se da entre términos discriminados (como en el sueño) y tiene el valor de un disfraz sustitutivo. En la holofrase hay una unidad anterior a la diversidad, y es normal en la constitución del psiquismo. Son condensaciones de esta naturaleza, el ombligo del sueño, Freud, (1900a), las palabras que reúnen términos antitéticos, Freud, (1910e), el concepto caca – pene – niño que es anterior a la discriminación que se da en el preconciente, Freud, (1918b.192og). Corresponden a las patologías narcisistas y en cada erotismo tiene sus singularidades.
E.P.O.I.S. Se manifiesta con el grito catártico, con dolor sin identificación. También puedan considerarse holofrásticas, las formas artísticas que no encuentran palabra, como las producciones que articulan circuitos eléctricos, luces, sonidos (ondas y frecuencias).
O1. Fórmulas matemáticas que condensan todo, neologismos, alucinaciones que reúnen pensamientos indiscriminados. Formas artísticas tal como los festivales de rock, en que se reúnen la música, vapor). Verbos ligados a la actividad numérica, precios, sumar, restar, sacar porcentajes, calcular intereses. Adjetivos como "caro", "barato". Sustantivos de tipo numérico. Adverbios temporales vinculados a los asentamientos contables y asentamientos espaciales en territorios bancarios
Verbos, frases hechas, refranes. O1. El discurso destaca verbos cualitativos que hacen al "ser", y funcionales que pueden ser de tres tipos; Extractivo ("extraer", "succionar", "consustanciar"), cognitivos ("saber"), y de desplazamiento espacial. Suele acompañarse del prefijo "in" a un adjetivo o a un adverbio de manera de despojar a la realidad de toda vitalidad. El lenguaje es preciso, con sustantivos abstractos.
O2. Verbos como "amar", "comer", "morder", "saborear".
A1. Verbos que impliquen acción, como "hacer", "mover", "controlar", "mirar", refranes del tipo de "ojo por ojo y diente por diente", "río revuelto ganancia de pescadores".
A2. Se organizan con verbos del orden de "saber", "saber hacer", "ceder", "entregar", acompañados de atenuadores de las ex-presiones aumentativas, (no tanto, no mucho) y refranes que enfatizan la corrección de las formas y la objetividad. Son la transformación del deseo de ordenar e insultar. Por ejemplo: "vísteme despacio que voy de prisa", "una golondrina no hace verano", "nada fuera de lo común", "cada maestrito con su librito". El placer por contrariar surgen con el disyuntor "o bien…o bien". Abreviaturas como el etcétera, que evidencian perturbaciones retóricas sintácticas, porque el exceso de transformaciones determinan la pérdida del origen. Los adjetivos "no es para tanto", "no es tan como lo dices", expresan aparentemente una virtud que contraría un vicio, y otros ligados a la degradación, el desorden y la suciedad se disfrazan por la exaltación de encantos, el respeto por la palabra y la exacerbación de la pulcritud.
FU. Verbos del tipo de "prometer", "querer", "atreverse", "prometer hacer", "atreverse hacer", "tener" (ligados al poder económico, cognitivo o físico), con aumentativos y atenuadores que explican la inhibición en la acción ante la angustia que genera la primera. Predominan los refranes consistentes en consejos de la sabiduría popular. Describen el futuro y lo exterior como no siniestro a partir del pasado y siniestro, por ejemplo: "perro que ladra no muerde", "el que mucho abarca poco aprieta", "el que se fue a Sevilla, perdió su silla"
FG. El verbo "prometer", con aumenativos que sustentan el estado de deseo y frase hechas que comprometen partes del cuerpo como por ejemplo: "dar un mal paso", "meter la pata", "no sentirle gusto a la vida", "cada cual sabe donde le aprieta el zapato".
Conclusiones Este trabajo propone una escucha diferente del discurso del paciente, poniendo de relieve distintas estructuras formales. El paciente aporta los contenidos y el analista le da forma a partir de sus estructuras preconcientes. Estas, se construyen por un conjunto de criterios. Estos constituyen la CRIBA SECUNDARIA, que opera como dispositivo protector de la mente del analista. La escucha diferente, implica la refutación del terapeuta en sus presunciones, a partir de disonancias que exortan a la revisión, teniendo en cuenta indicadores detectables en el discurso.
Esta comunicación examina la posibilidad de una escucha diferente de los pacientes. El trabajo propone, presuponer una lógica en el analizado a partir de algunos indicadores que se pueden detectar en el discurso. Sugiere una escucha dando por sentado que el analista se equivoca, y busca en el paciente aquellos indicios que permiten orientarse hasta donde es la equivocación para rectificarse. Puede ser que el analista no se equivoque, sino que el paciente ha ido cambiando, en cuyo caso el error es mantener la misma teoría aunque el paciente cambie. Para escuchar hace falta instrumentos sustentados en teorías, cuyo mayor grado de sofisticación protege al analista, con lo que se denomina "criba secundaria". Por ende el paciente también se preserva de la acción iatrogénica. Debe quedar en claro, que un paciente no es un cuadro de patología con frases; las patologías son mixtas y pueden irrumpir o desvanecerse; con contenidos diferentes y variadas defensas de articulación cambiante. Entre los múltiples indicadores, el trabajo considera los procesos retóricos (para lo cual examina la estructura del preconciente), los lenguajes del erotismo, defensas, temporalidad, espacialidad, estilos entre otros indicadores. Por fín una breve síntesis de las complementariedades estilísticas operativas para la interpretación. y reflexiones previas y provisorias al estudio del discurso terapéutico.
Summary
This communication deals with the possibility of a different way of listening to patients. These express their voluptuosities in multiple ways and the analyst can endow them with coherence. The suggestion is to assume a type of logics in the patient on the basis of some indicators that can be detected in his speech. It advocates a way of listening where the analyst assumes that he may be wrong and then looks for those clues in the patient that may lead him to his mistake so that he can rectify it. It may be that the analyst is not wrong and the patient has changed, in which case the error lies in the analyst sticking to the same theory. In order to listen we need instruments based on theories whose refinement protects the analyst's mind with the device we have called "secondary sieve". Thus, the patient is also preserved from iatrogenia. It should be made clear that the patient is not merely a pathological picture to be detected through phrases; he is above all an individual suffering from mixed pathologies that emerge or vanish and have different contents and various defenses with changing articulations. Of the many indicators, the paper discusses rhetorical processes (in order to which it examines, among others, the structure of the preconscious), the languages of erotism, defenses, temporality, spatiality, styles.
Abraham, K. (1924) "Breve estudio del desarrollo de la libido a la luz de los trastornos mentales" Rev. de Psicoanálisis V.2 N2. 1945
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(1905c)El chiste y su relación con lo inconciente, A.E., 23
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(1909b)"Análisis de la fobia de un niño de cinco años", A.E., 10
(1909d) "A propósito de un caso de neurosis obsesiva", A.E. 10
(1910c) Un recuerdo infantil de Leonardo da Vinci. A.E. 23
(1910d) "Las perspectivas futuras de la terapia psicoanalítica", A.E.18
(1910e) "Sobre el sentido antitético de las palabras primitivas",A.E., 23
(1911c [1910]) "Puntualizaciones psicoanalíticas sobre un caso de paranoia (Dementia paranoi-des descrito autobiográficamente", A.E, 12
(1912-13) Tótem y Tabú, A.E., 13
(1913f) "El motivo de la elección del cofre", A.E, 12
(1914c)"Introducción del narcisismo", A.E.,14
(1915b) "De guerra y muerte. Temas de actualidad. A.E. 14
(1915c) "Pulsiones y destinos de pulsión", A.E., 14
(1915d) "La represión", A.E., 14
(1915e) "Lo inconciente", A.E., 14
(1916-17) Conferencias de Introducción al psicoanálisis A.E.15-16.
(1916a) "La transitoriedad", A.E., 14
(1917b)"Un recuerdo de infancia en Poesía y verdad", A.E. 17
(1917e)[1915])"Duelo y melancolía", A.E., 21
(1918b [1914]) "De la historia de una neurosis infantil", A.E., 17
(1919e) "Pegan a un niño (Contribución al conocimiento de la génesis de las perversiones sexua-les)", A.E., 17
(1919h) "Lo ominoso", A.E., 17
(1920g) Más allá del principio del placer, A.E., 23
(1921a) Alocuciones sobre psicoanálisis. A.E. 20
(1921c) Psicología de las masas y análisis del yo, A.E., 8
(1923b) El yo y el ello, A.E., 19
(1924c) "El problema económico del masoquismo", A.E., 19
(1923d) "Una neurosis demoníaca del siglo XVII" A.E. 19
(1925a [1924]) "Nota sobre la "pizarra mágica" A.E., 19
(1925h) "La negación", A.E., 19
(1926 d [1925]) Inhibición,síntoma y angustia, A.E., 20
(1927c) El porvenir de una ilusión, A.E., 23
(1927d) "El humor", A.E., 21
(1928b) "Dostoiewski y el parricidio".A.E. 21
(1930 a [1929]) El malestar en la cultura,A.E., 21
(1932 a [1931])"Sobre la conquista del fuego", A.E., 22
(1933a) Nuevas conferencias de introducción al psicoanálisis, A.E. 23
(1939a [1934-38]) Moisés y la religión monoteísta,A.E.,23
(1940a [1938]) Esquema del psicoanálisis, A.E., 23
(1940c [1922]) "La cabeza de Medusa" A.E.,18
(1941f[1938]) "Conclusiones, ideas, problemas", A.E., 23
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Autor:
Dr Jose Cukier.
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