Políticas Públicas Nivel Nacional – Temas Económicos. Presión Tributaria Real en la Argentina
Proyecto Prosperidad
- Resumen ejecutivo
- Detalles
- Presentación del problema a resolver
- Propuestas de solución
- Qué debe hacer el Legislativo nacional y de las provincias
- Cuadro de situación
- Experiencias Internacionales
- Impacto del proyecto
¿A quién pertenecen las ganancias de los medios de producción?
Cuando un medio de producción no fue capaz de rendir más allá que el interés que un banco hubiese pagado por el capital inmovilizado, entonces no obtuvo ganancias.
Ni el capital ni el trabajo alcanzaron más de lo esperado. Si bien no decepcionaron, rindieron sólo lo que costaron.
Cuando se diera ese caso, no corresponde tributar impuesto a las ganancias pues no hay ganancia imponible.
Cuando, por el contrario se genera algún recurso excedente, será fruto del mayor esfuerzo y creatividad tanto del capital como del personal interviniente. Intentamos en este trabajo determinar en qué proporción.
Los liberales consideran que el total de las ganancias les pertenecen al dueño del medio de producción.
Los socialistas entienden que son propiedad social, y que entonces al total de las ganancias las debe administrar el Estado.
Izquierdas contra derechas discuten intensamente pero ya no son capaces de resolver la pobreza, que amenaza con hambre y desnutrición.
Hay místicos que intentando mediación, preconizan que 'las ganancias son pecado. Y que consecuentemente corresponde repartirla entre los pobres si alguien peca al producir'.
Debido a esas rencillas persiste en todos los países, aunque no ha sido recomendado por economista alguno, el Impuesto a las Ganancias. Dos tercios son para el dueño del capital, y el resto para el Estado
Pero la rentabilidad de los emprendimientos productivos decae con pendiente constante.
Se comete gran injusticia insistiendo con ese impuesto que consigue traumatizar el trabajo y la inversión.
Las ganancias pertenecieron siempre a quien las generó, ya sea con inversión, con esfuerzo cotidiano o con creatividad, pero jamás al Estado
Como primera medida entonces debe redireccionarse el impuesto a las ganancias hacia todo el personal, propio y tercerizado del medio de producción
En lugar de pagárselo al Estado… que lo cobre el personal!
Pero habrá que compensar lo que deje de cobrar el Estado que al principio no percibirá ese impuesto.
En ese aspecto somos afortunados porque se puede echar mano de la sub-facturación que tiene muchos adeptos, y que es cuatro veces mayor:
Pediremos a todos los asalariados cuando cobren esta bonificación surgida de distribuir el Impuesto a las Ganancias, que presenten comprobantes que incluyan otro impuesto equivalente.
Así se pondrá en marcha la campaña anti-evasión más efectiva que se puede lograr.
Todos los consumidores exigirán, hasta en sus mínimas compras un comprobante genuino.
Ya nadie podrá vender si no factura lo justo.
Y luego, ya más tranquilos como segunda medida, una vez que la evasión sea insignificante y el crecimiento comience, debe procederse así:
Calculen la relación entre lo que estén pagando al capital puesto en juego es decir el interés con más la amortización, mantenimiento y seguros… respecto de lo que pagan por las remuneraciones de todo su personal propio y tercerizado.
En la misma relación deberán adjudicar las ganancias por su orden, ya que es la misma relación que guardan las potencialidades relativas de capital y trabajo para generar ganancias.
Ello puede demostrarse por la valiosa virtud de autorregulación que tiene la economía.
Tanto haces, tanto cuestas, tanto pago, tanto vales.
Resulta que, en los sondeos modelados, casi siempre es la tercera parte de las ganancias, lo que debe separarse para todo el personal.
¡Qué curiosa coincidencia!
¡Lo que los estados cobran como impuesto a las ganancias es lo que correspondía que cobrara el personal!
Aún estamos a tiempo de resolver el problema.
Es posible que empresario y personal recuperen sus ganas de trabajar e invertir sin hacerse boicot
Y sin dejarse llevar por organizaciones mafiosas ni por letrados aprovechadores hacia juicios laborales con pruebas inconsistentes.
Lo que fue siempre un error, una injusticia mayor, fuente de todo desánimo y de toda decepción, base de toda pobreza y de toda corrupción puede resolverse mediante este Proyecto Prosperidad.
Es una propuesta innovadora que consiste en re-direccionar el Impuesto a las Ganancias hacia el personal propio y tercerizado de cada medio de producción, autorizando a empresas y autónomos a saldar todo ese impuesto mediante recibos de bonificaciones a todo el personal del emprendimiento, proporcionales a las remuneraciones.
Para compensar sobradamente al Estado por esta inversión, los asalariados presentarán comprobantes de consumo que incluyan impuesto equivalente, poniendo así en marcha la más colosal campaña anti-evasión
Los recibos que servirán para saldar el Impuesto a las Ganancias, para ser válidos deberán estar acompañados de una determinada cantidad de comprobantes de consumo que impliquen IVA equivalente a cada bonificación.
Ello será la clave para volver a generar excedentes en nuestra economía y consecuentemente para poder crecer y pagar nuestras deudas sin sufrir. Se propone, en concreto, que el Impuesto a las Ganancias no sea para el Estado, sino para el personal de cada emprendimiento. De esa manera, todas las inversiones en producción serán más rentables; y empresarios y asalariados serán prósperos con su trabajo. El resto de los servidores de la comunidad crecerán en armonía con ella.
Con esta ley, habrá más inversiones, más ganancias, habrá progreso en todos los participantes de la economía, más rentabilidad de las inversiones productivas y recaudación máxima del IVA. Se comenzará a recaudar lo que actualmente se evade.
Será un plan sustentable que atenderá los derechos de la mayoría de los participantes de la economía.
El artificio de utilizar la valiosa estructura informática del Impuesto a las Ganancias, permitirá aprovechar esta oportunidad única de convertir a los tickets en una cuasi-moneda.
Será además un acicate para que el personal de todas las empresas se comprometa con los resultados de su emprendimiento.
Cuando millones de personas sepan que el impuesto a las ganancias de 'su' empresa será distribuido entre ellos, comenzarán a esforzarse más y a ser más creativos. Y sus familias se preocuparán por solicitar tickets en todas las compras, pues esa será la única manera de acceder a la bonificación.
Se desdibujará el poder de falsos sindicalistas y de patrocinadores irresponsables de causas laborales injustas.
Los contadores públicos nacionales tendrán la misión de garantizar que en cada empresa obren la cantidad correcta de tickets genuinos.
Ese aditamento de solicitar tickets para poder cobrar la parte proporcional del Impuesto a las Ganancias, será una medida que servirá para que, en la transición, se comience a recaudar mejor los impuestos al consumo mientras se van resignando los fondos del Impuesto a las Ganancias, para de esa manera empalmar el modelo económico actual con este nuevo modelo sin desfinanciar al Estado.
Se pondrá en acción al 100% de la población mediante este original mecanismo que motivará a todos hacia una misma dirección.
La recaudación por Ganancias ha sido de miles de millones en los últimos años.
A pesar de que no se advierte aún, está disminuyendo peligrosamente si se lo considera a valores constantes. Ello significa que la parálisis se está consolidando cada vez más.
Presentación del Problema a Resolver:
Se intenta aprovechar el máximo de la potencialidad de las personas, de las máquinas y de las tierras. Se trata de aprovechar las motivaciones naturales de la sociedad en su conjunto haciendo que los excedentes dejen de ser transferidos injustamente desde zonas productoras a zonas consumidoras.
Tanto la filosofía liberal como la socialista han utilizado esas motivaciones en forma magistral, debido a lo cual han logrado prósperos imperios, pero en su vorágine, subestimaron las motivaciones de sus ocasionales adversarios.
Ello quedó en evidencia cuando comenzaron a generar resentimientos en los demás sectores de la economía.
El liberalismo pretendió que los emprendedores inversores administraran 'todos' los excedentes de la producción. El socialismo, por el contrario pretendió que fueran los asalariados, a través del Estado, los que hicieran esa administración. Ambos fracasaron.
Este proyecto cree que cada uno debería administrar el excedente que genera.
¿Cómo determinar cuál es el excedente que genera cada uno de los participantes de la cópula productiva?
Este método, que en principio quizá no sea tan perfecto, ayudará a ir desenmarañando este problema que hace a la justicia de la economía, y consecuentemente, a su auto-aceleración:
Que los inversores administren sus ganancias, pero que los asalariados 'de ese emprendimiento' administren lo que ahora se denomina Impuesto a las Ganancias.
Esta norma será como semilla de mostaza que rápidamente cambiará todas las relaciones de la economía.
Cederán así las corporaciones, ya que éstas basan su poder en dineros captados con mecanismos colectivos de apropiación de excedentes. Y las grandes empresas, ya no serán aquéllas que sobornan funcionarios del Estado, ni las que más evaden, ni las que blanquean capitales, sino sólo aquéllas que sean más eficientes.
Además, este proyecto puede resolver el problema de la evasión desde su mismísima raíz. La evasión está frenando todo intento de progreso.
Como dijimos, este método quizá no sea tan perfecto al principio, pero en perspectiva es capaz de generar inagotables recursos excedentes.
Estos recursos permitirán hacer los ajustes que corresponda, en un ambiente de trabajo agradable para todos y con la confianza mutua de que esos ajustes profundizarán la justicia y preservarán cada vez más intactas las motivaciones que cada uno tiene para actuar.
Las motivaciones que activan a las personas que participan en la economía están sufriendo una excesiva manipulación que las está neutralizando. Las acciones más valiosas para el crecimiento se van desdibujando. Cada vez se esfuerzan menos y son menos creativos quienes necesitan seguridad social; cada vez se arriesgan menos quienes necesitan obtener ganancias; cada vez tienen convicciones más débiles quienes necesitan conquistar reconocimiento social, y cada vez son más superficiales las teorías de quienes buscan servir a objetivos absolutos.
Y todas estas acciones son las que siempre han generado los excedentes, y el adormecerlas siempre ha generado parálisis.
Pero aún así, en nuestra región puede lograrse la prosperidad para todos. Así, siempre se logró la prosperidad.
El objetivo principal de este proyecto es entonces, que todos los participantes de la economía produzcan en armonía.
Hoy los asalariados dependientes logran la misma insuficiente seguridad social produciendo que protestando y pleiteando juicios laborales injustos; los autónomos emprendedores obtienen las mismas exiguas ganancias arriesgando y produciendo que especulando; los líderes dirigentes conquistan la misma relativa aprobación de la comunidad mediante convicciones útiles que con manipulaciones de imagen.
Este proyecto propone una Reforma Impositiva que redireccionará el Impuesto a las Ganancias de todos los emprendimientos. En lugar de ir al Organismo Recaudador, será para los asalariados dependientes del emprendimiento que logró el excedente proporcionalmente a sus remuneraciones.
Y que esos beneficiarios ayuden a aniquilar la evasión de IVA "pagando" sus bonificaciones con IVA de tickets.
Con esas medidas, los asalariados estarán motivados para hacer todo el esfuerzo posible; los autónomos independientes emprendedores estarán motivados para correr todos los riesgos posibles produciendo; los líderes dirigentes estarán motivados para entregar sus convicciones y hasta su honor y su vida por el bien común.
La filosofía en la que están inspirados nuestros sindicatos, cámaras empresarias, nuestros convenios colectivos de trabajo, nuestros colegios profesionales, es corporativa y ha intentado equidistar del ogro del capitalismo y del fantasma del comunismo.
Nunca equidistó de ellos sino que por el contrario, hizo un compendio de los vicios de ambos, logrando haraganería en asalariados y empresarios. Pero no se niega que ha calado muy hondo, sobre todo en nuestro país.
Subyace en slogans de los discursos progresistas de sectores renovadores, con los cuales se han formado la mayoría de nuestros profesionales.
Las Corporaciones han sido en los últimos 60 años quienes han subido o bajado el pulgar para las designaciones de todos los funcionarios políticos y jueces.
La mayoría de los funcionarios son, entonces, de confianza entre sí. Pero aún así surgen los escándalos judiciales o legislativos.
Su objetivo principal pareciera ser defender la Corporación.
Pero lo más grave, lo más difícil de extirpar será esa necesidad de casi todos los argentinos de que para solucionar un problema, creemos que lo primero es buscar al "culpable".
Es muy lamentable que seamos tan diferentes a otros pueblos, que buscan a los culpables con mucha más potencia, pero que primero se ponen a reconstruir sus "torres". Hablo no sólo de USA sino de todos los pueblos de todas las religiones.
Qué debe hacer el Legislativo nacional y de las provincias.
Leyes y Decretos a Considerar:
Proyecto Prosperidad
Es un anteproyecto de reforma tributaria que logra un plan sustentable que armoniza las convicciones de todos los participantes de la economía.
Propone una disciplina fiscal con estímulos tributarios que alientan la inversión productiva.
Una reforma tributaria amplia y profunda. Un ataque exitoso a la evasión.
Pretende lograr una nueva distribución del ingreso mediante una reforma al sistema tributario.
Posibilita la mejora en la competitividad del sector privado, tanto en el plano regional como en el suprarregional.
Se trata de una reforma en el sistema tributario que lo torne cada vez más productivo y que asimismo facilite la consecución de los objetivos generales del bien común.
Es un proyecto de ley que contempla:
1- Que el Impuesto a las Ganancias sea transferido, con la estructura informática del Estado, al personal propio y tercerizado de la misma empresa que generó el recurso excedente.
Deberá transferirse el impuesto en su totalidad al personal, mientras dicho impuesto, respecto del resto de las ganancias empresarias no supere la relación entre la potencialidad de personal y la de la de los bienes de capital.
2- Que estas bonificaciones se entreguen a todos los empleados propios y tercerizados proporcionalmente a su remuneración.
3- Que para evitar el desfinanciamiento del sector público, la entrega de las bonificaciones se haga contra entrega de comprobantes de consumo en regla que incluyan impuesto al consumo en un monto superior a la bonificación recibida.
Es decir que considera como célula económica a cada emprendimiento con fines de expansión, a cada explotación organizada de algún recurso natural que tenga autarquía económica. Ellas son las células de la sociedad económica, y entonces será una forma para que esa sociedad delegue en ellas la interpretación y la responsabilidad sobre sus propios resultados es decir, en concreto, la administración de los excedentes de toda la comunidad.
Se propone establecer una nueva relación entre la empresa y su personal propio y tercerizado. Sugiere una relación que remunere adicionalmente la dedicación y el esfuerzo colectivos cuando éstos sean superiores a lo previsto. Una relación que permita jerarquizar a cada una de las tareas, y a todas en su conjunto, que incentive la creatividad del personal para que resuelva los problemas cotidianos del trabajo, que así ahorrará valiosos recursos para volcarlos en actividades más productivas.
La empresa en su conjunto tendrá entonces mucha más energía como fruto de la comunidad de esfuerzos y porque además ello autogenerará una solidaria justicia.
El aumento de eficiencia se alcanzará como resultado exclusivo del hecho de haber logrado la identificación de los intereses individuales con los de toda la empresa, porque ello seguramente pondrá en marcha recursos existentes actualmente desperdiciados y podrá lograrse además sin necesidad de que la normal producción de bienes y servicios de la empresa tenga que ampliarse efectivamente.
La República Argentina ha experimentado a lo largo de los últimos cincuenta años el manejo de sus valores sociales, políticos, culturales y económicos por parte de lo que se podría denominar la 'Patria Corporativa'.
Sindicatos, Asociaciones Empresarias, Asociaciones Profesionales, etc., han determinado el destino de la frágil democracia en forma autoritaria y absoluta.
Ni siquiera gobiernos fuertes y dictatoriales se salvaron de ello.
Aún cuando gozaban del pulgar en alto de las grandes corporaciones (Iglesia, Fuerzas Armadas, etc.), cayeron en desgracia al ser abandonados a su suerte en medio de un clima hostil al régimen.
Ha comenzado el proceso de destrucción de ese modelo, pero no comenzó con el gobierno del Dr. Menem ya que, en el mandato previo de Raúl Alfonsín, se comenzaba a percibir esa depreciación de las Corporaciones:
Depreciación de los Sindicatos con el intento de democratizarlos y generar otros de distinta bandería y depreciación de los empresarios y asociaciones profesionales con la limitación de sus privilegios, prebendas o beneficios debido a la debacle del Estado.
La reacción no se hizo esperar y surgieron sorpresivamente las asonadas militares, los paros generales y a los grupos financieros y empresariales habría que preguntarles cuánto colaboraron en la caída y destrucción de los sucesivos gobiernos.
El menemismo se alió a todas estas corporaciones, las llevó a su terreno, las infiltró con sus acólitos y les restó capacidad de reacción al dividirlas.
Otro de los antecedentes de nuestra actual parálisis es el artículo 14 bis de nuestra Constitución Nacional, aunque sea tan alabado en nuestras escuelas.
Si bien no todo lo que dice es pernicioso, ha logrado quitar motivación económica a asalariados y empresarios
Estabilidad irrestricta del empleo público, garantía a los gremios para concertar convenios colectivos de trabajo, garantía de estabilidad a sus representantes, seguridad social para ellos con carácter de irrenunciable, defensa del bien de familia, son algunos de sus alcances.
Esta norma constitucional no cuenta con previsión presupuestaria, lo cual diluye la responsabilidad de quien debe garantizar esos derechos.
Los líderes de estas últimas décadas, existieron, centralizaron poder y accedieron a puestos de decisión debido a que esa legislación privilegia a los más inescrupulosos al negociar con las corporaciones.
Si ese artículo no hubiera existido, quienes sobresalían por su eficiencia, por su sabiduría, por su valentía, por enseñar a pescar, que es el más valioso de los actos del amor, hubiesen promocionado también a nivel de líder.
Todo sería más natural, y nuestro país sería próspero como corresponde a sus recursos naturales y humanos. Esa norma generó desánimo. Es otro de los responsables de que hayamos tenido los gobiernos que tuvimos los últimos 50 años.
Y otro de los causantes de nuestra actual parálisis es el IVA, impuesto que, dada su alta alícuota, exige rentabilidades muy superiores a las usuales, para que sea conveniente una explotación. Lo que se propone en este trabajo, morigerará su impacto negativo.
La economía global ha funcionado aceptablemente, pero lo ha hecho siempre traumáticamente, como si tuviese un freno de mano en las mismas causas que le impulsaban.
Quizás sea tiempo de concebir un sistema que combine las expectativas de todos los participantes de la economía mediante un nuevo ordenamiento.
Las expectativas de los asalariados son estabilidad y seguridad, las de los emprendedores son las ganancias.
En Argentina están hoy dadas las condiciones objetivas para intentar ese salto, debido a que las diferentes clases sociales han perdido patrimonio, poder y propuestas.
Hemos llegado al borde de un abismo, y consecuentemente es necesario tan sólo un pequeño paso para lograr el cambio de paradigma.
Tanto el capitalismo, como el socialismo tienen fallas que los están convirtiendo en inviables para este nuevo milenio. Son incapaces de generar los excedentes necesarios para el nuevo tramo de la historia humana.
El problema es que todo el entorno que se ha construido con legislaciones "contra-natura" hace que eso no funcione más.
Es lógico que cuando el crecimiento es insuficiente, los especuladores se queden con la única porción de torta que resta.
Se puntualizarán todas las diferencias que distinguen a este sistema de Proyecto Prosperidad de otros que ya han sido ensayados con diversos resultados.
Con el sistema de 'participación en las utilidades' se diferencia fundamental y conceptualmente porque las bonificaciones guardan relativa relación con las utilidades de las empresas. Normalmente se utiliza este término 'utilidades' para designar a lo que en este trabajo se considera como la suma de la renta del capital inmovilizado más el monto necesario para la constante reposición de las depreciaciones del patrimonio en explotación. De ese total de utilidades, aquí se considera 'recurso excedente', solamente a la parte de la renta que supera los rendimientos porcentuales normales de cualquier colocación productiva o financiera. Es decir entonces que lo que se participa es sólo ese excedente, con lo cual se desvirtúa el principal ataque que reciben esos sistemas referentes al riesgo que corren los empresarios por tener que participar sus incuestionables derechos al beneficio quedándose sin respaldo para las épocas en que éste disminuya, o por tener que soportar una cogestión en su empresa por parte de algún organismo que intente su descapitalización.
Con el sistema de trabajo a destajo o 'por tantos', también se diferencia sustancialmente, ya que aquí no es posible ir 'licuando' los primeros incentivos económicos con la conocida intención patronal de pretender los mejores rendimientos pagando sólo el costo que tienen los rendimientos normales del personal. Y ello es así porque lo que se mide es el recurso excedente total de la empresa, y no el de algún rubro en particular que muchas veces resulta de fácil manipulación. También se diferencia en que con el presente sistema, se logra incorporar con incentivos por mayor producción a todo el personal de la empresa, y no sólo a aquéllos cuyo trabajo está directamente ligado a un resultado mensurable.
El modelo propuesto respetará el conocido razonamiento que se aplica en los sistemas como el nuestro: 'a igual trabajo, igual salario', pero por encima de ello se verificará la ecuación: 'a mejor trabajo, mejor salario'. Y ello generará el cambio de actitud de los asalariados, transformando su indiferencia paralizante en energía creadora en su propio beneficio y en el de la empresa toda.
De la concepción de economía social se diferencia fundamentalmente en que aquí se reconoce el derecho que tiene la propiedad privada de generar sus propios excedentes, adjudicando al trabajador sólo una parte del mérito de la producción. Lo aquí propuesto determina racionalmente la responsabilidad respectiva de propietarios y trabajadores sin discrecionalidad alguna. Por otra parte en esas concepciones sociales, la administración de los excedentes la realiza el Estado, y aquí en cambio el Estado se limitaría a sus funciones dejando que la economía se equilibre respondiendo a sus propias leyes.
Y por último con la concepción de economía de mercado, se asemeja en lo que hace a promover la iniciativa privada de los empresarios, pero aquí además se aprovecha la iniciativa privada de todos los participantes de la producción.
En la economía de mercado, la administración de todos los excedentes es resorte exclusivo de los propietarios de los medios de producción, y aquí en cambio los excedentes generados por los trabajadores podrán ser administrados individualmente por cada uno de ellos.
Existen otros antecedentes del tipo de organización aquí propuesta aunque no alcanzaron a determinar exactamente la forma de distribuir los excedentes entre el capital y el trabajador. Según describe el profesor W. Stanley Jevons de la Universidad de Londres, otro inglés, el matemático Charles Babbage, propuso en el año 1832 que una parte de los salarios del trabajador dependiese de las utilidades del dueño.
Con ese criterio se lograron más adelante hacer arreglos en algunas empresas, según los cuales los capitalistas tomarían primeramente de las utilidades lo bastante a pagar 10 % de interés sobre el capital, además de una suma para contrarrestar la depreciación de la maquinaria. (Véase aquí la semejanza entre el concepto de utilidad distribuible que salva la renta mínima y la descapitalización por el uso del capital con el que en este escrito hemos denominado 'recursos excedentes', justamente para diferenciarlo de aquella utilidad que caracteriza la participación en las ganancias de las empresas).
El provecho restante se dividía entonces en dos partes iguales, una para los dueños y la otra para repartirse entre los trabajadores, proporcionalmente a los totales de salarios que durante el año hubiera recibido cada uno. A esta clase de cooperación se le llamó en su momento Sociedad Industrial, y es parecida a la aquí propuesta, salvo en que ahora la distribución de los excedentes se realizaría teniendo en cuenta la justa responsabilidad relativa que en los mismos hayan tenido los trabajadores y el capital. Pudo ser ésa una de las razones por las que como cuenta el profesor Jevons ni los capitalistas ni los gremios lo quisieron, aunque reconoció que el sistema estaba de acuerdo con los principios de la economía política y sería probablemente adoptado por alguna futura generación.
– Modificará el ánimo de los empleados en relación de dependencia de todos los emprendimientos privados y el de los trabajadores autónomos y de sus familias, al advertir que sus remuneraciones se incrementarán inmediatamente
– Despertará sus movilizadoras expectativas de estabilidad y seguridad, ya que la continuidad de su empresa y, consecuentemente, la de su seguridad social estarán ligadas a su mayor contracción al trabajo, a su esfuerzo por bajar costos y aumentar ventas.
– La mayoría de los consumidores comenzará a coleccionar todas las facturas de sus consumos, porque antes de cobrar sus remuneraciones habituales, le será entregada la bonificación contra entrega de tickets que contengan implícito al menos el mismo monto de impuesto al consumo.
– Modificará el ánimo de los gerentes y empresarios, al ver la mayor disposición del personal a comprometerse con los resultados de su empresa.
Ello despertará sus movilizadoras expectativas de obtener ganancias y las de sus inversores, ya que la rentabilidad aumentará rápidamente, lo cual incrementará la inversión en producción en todos los rubros.
– Sabrán que los organismos corporativos de su personal, que le presionaban amenazantes, y que casi no tenían en cuenta el verdadero beneficio de sus afiliados, dejarán de tener poder.
– Despertará las expectativas de los funcionarios y dirigentes que ahora sí podrán gerenciar un proceso de crecimiento constante. Los funcionarios políticos, podrán cumplir el mandato de liderar la toma de decisiones para el bien común.
– Reducirá drásticamente la evasión de IVA.
– Doblegará la parálisis, el miedo y el pesimismo, el cual actualmente nos inmoviliza.
– Se podrá observar casi inmediatamente un resultado notorio y explosivo, recomponiendo nuestra autoestima, principal recurso para el crecimiento.
– Alcanzará un crecimiento del producto nacional mayor de un 5% anual y creciente.
– Iniciará una fuerte demanda de personal en todos los niveles, a medida que se vayan abriendo nuevos frentes de ataque, es decir a medida que se vayan conquistando mayores áreas para explotar con creciente rentabilidad.
– Cederán las presiones de los organismos de crédito internacionales, pues con la Tasa de Retorno de este proyecto, tendrán la certeza de cobrar fácilmente los servicios de sus acreencias.
- CASTILLO, Juan José: "En los orígenes de la Sociología del Trabajo: la obra de Charles Babbage"
- DICKENS, Charles: Tiempos difíciles para estos tiempos, Madrid
- ENGELS, F.: La situación de la clase obrera en Inglaterra, Madrid, Akal, 1976
- CASTILLO, Juan José: "El taylorismo, ¿arqueología industrial?"
- MARX, Karl: El capital.
- TAYLOR, F.W.: La dirección de los talleres. Estudio sobre la organización del trabajo. Barcelona, Feliu y Susanna, 1925.
- FORD, Henry (en colaboración con Samuel CROWTHER): Mi vida y mi obra, Barcelona, Orbis, 1930.
- HUXLEY, Aldous: Un mundo feliz [A brave new world].
- BOLLE DE BAL, M.: "La sociología del trabajo: problemas teóricos y metodológicos".
- BROWN, J.A.C.: La psicología social en la industria. México, F.C.E., 1973 (edición original, 1954).
- WEBER, Max: "Introducción metodológica para las encuestas (…)sobre selección y adaptación de los obreros en las grandes fábricas (1908)".
- TOURAINE, Alain: "La evolución del trabajo obrero".
- TOURAINE, A. y otros: Los trabajadores y la evolución técnica, Barcelona, Ed. Nova Terra, 1970 (Edición original, París, OCDE.
- REICH, Robert: El trabajo de las naciones. Hacia el capitalismo del siglo XXI, Madrid, Vergara, 1993.
- SMITH, Chris: "De la automatización de los años sesenta a la especialización flexible: un déjà vu de las panaceas tecnológicas".
- BELL, Daniel: El advenimiento de la sociedad post-industrial. Madrid, Alianza Editorial, 1976
- OIT: "Condiciones y medio ambiente de trabajo en los países industrializados: tendencias y problemas" y "Condiciones y medio ambiente de trabajo en los países en desarrollo: tendencias y problemas"
- WISNER, Alain: "Los componentes cognitivos y psíquicos de la carga de trabajo"
- LEPLAT, Jacques: La psicología ergonómica, Barcelona, Oikos-Tau, 1986
- BONAZZI, Giuseppe: "Modelo Japonés, toyotismo, producción ligera: algunas cuestiones abiertas"
- KÖHLER, Holm-Detlev: "'La máquina que cambió el mundo' cumplió diez años. El debate sobre la 'producción ligera'",
- DURAN, María Angeles: "La conceptualización del trabajo en la sociedad contemporánea"
- DELCOURT, Jacques: "La cualificación: una construcción social"
- BECK, Ulrick: "De la sociedad industrial a la sociedad del riesgo. Cuestiones de supervivencia, estructura social e ilustración ecológica"
- DWYER, Tom: "Riesgo y trabajo: la búsqueda de un nuevo paradigma
- PRIES, Ludger: "El cambio industrial en las sociedades modernas como "sociedades de riesgo".
Autor:
Adarsha Néstor González