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El velo en la mujer (página 2)


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2.2 CONCORDANCIA DEL TÉRMINO

Veamos todos los textos para tener un panorama más amplio antes de comentar el problema en cuestión.[19]

VELO

Reina Valera Revisada (1960) 111 resultados en 109 versículos

Gén 20.16

Y a Sara dijo: He aquí he dado mil monedas de plata a tu hermano; mira que él te es como un velo para los ojos de todos los que están contigo, y para con todos; así fue vindicada.

Gén 24.65

porque había preguntado al criado: ¿Quién es este varón que viene por el campo hacia nosotros? Y el criado había respondido: Este es mi señor. Ella entonces tomó el velo, y se cubrió.

Gén 38.14

Entonces se quitó ella los vestidos de su viudez, y se cubrió con un velo, y se arrebozó, y se puso a la entrada de Enaim junto al camino de Timnat; porque veía que había crecido Sela, y ella no era dada a él por mujer.

Gén 38.19

Luego se levantó y se fue, y se quitó el velo de sobre sí, y se vistió las ropas de su viudez.

Éxo 26.31

También harás un velo de azul, púrpura, carmesí y lino torcido; será hecho de obra primorosa, con querubines;

Éxo 26.33

Y pondrás el velo debajo de los corchetes, y meterás allí, del velo adentro, el arca del testimonio; y aquel velo os hará separación entre el lugar santo y el santísimo.

Éxo 26.35

Y pondrás la mesa fuera del velo, y el candelero enfrente de la mesa al lado sur del tabernáculo; y pondrás la mesa al lado del norte.

Éxo 27.21

En el tabernáculo de reunión, afuera del velo que está delante del testimonio, las pondrá en orden Aarón y sus hijos para que ardan delante de Jehová desde la tarde hasta la mañana, como estatuto perpetuo de los hijos de Israel por sus generaciones.

Éxo 30.6

Y lo pondrás delante del velo que está junto al arca del testimonio, delante del propiciatorio que está sobre el testimonio, donde me encontraré contigo.

Éxo 34.33

Y cuando acabó Moisés de hablar con ellos, puso un velo sobre su rostro.

Éxo 34.34

Cuando venía Moisés delante de Jehová para hablar con él, se quitaba el velo hasta que salía; y saliendo, decía a los hijos de Israel lo que le era mandado.

Éxo 34.35

Y al mirar los hijos de Israel el rostro de Moisés, veían que la piel de su rostro era resplandeciente; y volvía Moisés a poner el velo sobre su rostro, hasta que entraba a hablar con Dios.

Éxo 35.12

el arca y sus varas, el propiciatorio, el velo de la tienda;

Éxo 36.35

Hizo asimismo el velo de azul, púrpura, carmesí y lino torcido; lo hizo con querubines de obra primorosa.

Éxo 36.37

Hizo también el velo para la puerta del tabernáculo, de azul, púrpura, carmesí y lino torcido, obra de recamador;

Éxo 38.8

También hizo la fuente de bronce y su base de bronce, de los espejos de las mujeres que velaban a la puerta del tabernáculo de reunión.

Éxo 38.27

Hubo además cien talentos de plata para fundir las basas del santuario y las basas del velo; en cien basas, cien talentos, a talento por basa.

Éxo 39.34

la cubierta de pieles de carnero teñidas de rojo, la cubierta de pieles de tejones, el velo del frente;

Éxo 40.3

y pondrás en él el arca del testimonio, y la cubrirás con el velo.

Éxo 40.21

Luego metió el arca en el tabernáculo, y puso el velo extendido, y ocultó el arca del testimonio, como Jehová había mandado a Moisés.

Éxo 40.22

Puso la mesa en el tabernáculo de reunión, al lado norte de la cortina, fuera del velo,

Éxo 40.26

Puso también el altar de oro en el tabernáculo de reunión, delante del velo,

Lev 4.6

y mojará el sacerdote su dedo en la sangre, y rociará de aquella sangre siete veces delante de Jehová, hacia el velo del santuario.

Lev 4.17

y mojará el sacerdote su dedo en la misma sangre, y rociará siete veces delante de Jehová hacia el velo.

Lev 16.2

Y Jehová dijo a Moisés: Di a Aarón tu hermano, que no en todo tiempo entre en el santuario detrás del velo, delante del propiciatorio que está sobre el arca, para que no muera; porque yo apareceré en la nube sobre el propiciatorio.

Lev 16.12

Después tomará un incensario lleno de brasas de fuego del altar de delante de Jehová, y sus puños llenos del perfume aromático molido, y lo llevará detrás del velo.

Lev 16.15

Después degollará el macho cabrío en expiación por el pecado del pueblo, y llevará la sangre detrás del velo adentro, y hará de la sangre como hizo con la sangre del becerro, y la esparcirá sobre el propiciatorio y delante del propiciatorio.

Lev 21.23

Pero no se acercará tras el velo, ni se acercará al altar, por cuanto hay defecto en él; para que no profane mi santuario, porque yo Jehová soy el que los santifico.

Lev 24.3

Fuera del velo del testimonio, en el tabernáculo de reunión, las dispondrá Aarón desde la tarde hasta la mañana delante de Jehová; es estatuto perpetuo por vuestras generaciones.

Núm 3.31

A cargo de ellos estarán el arca, la mesa, el candelero, los altares, los utensilios del santuario con que ministran, y el velo con todo su servicio.

Núm 4.5

Cuando haya de mudarse el campamento, vendrán Aarón y sus hijos y desarmarán el velo de la tienda, y cubrirán con él el arca del testimonio;

Núm 18.7

Mas tú y tus hijos contigo guardaréis vuestro sacerdocio en todo lo relacionado con el altar, y del velo adentro, y ministraréis. Yo os he dado en don el servicio de vuestro sacerdocio; y el extraño que se acercare, morirá.

1 Sam 2.22

Pero Elí era muy viejo; y oía de todo lo que sus hijos hacían con todo Israel, y cómo dormían con las mujeres que velaban a la puerta del tabernáculo de reunión.

1 Sam 21.9

Y el sacerdote respondió: La espada de Goliat el filisteo, al que tú venciste en el valle de Ela, está aquí envuelta en un velo detrás del efod; si quieres tomarla, tómala; porque aquí no hay otra sino esa. Y dijo David: Ninguna como ella; dámela.

1 Sam 26.12

Se llevó, pues, David la lanza y la vasija de agua de la cabecera de Saúl, y se fueron; y no hubo nadie que viese, ni entendiese, ni velase, pues todos dormían; porque un profundo sueño enviado de Jehová había caído sobre ellos.

2 Crón 3.14

Hizo también el velo de azul, púrpura, carmesí y lino, e hizo realzar querubines en él.

2 Crón 34.13

También velaban sobre los cargadores, y eran mayordomos de los que se ocupaban en cualquier clase de obra; y de los levitas había escribas, gobernadores y porteros.

Job 21.32

Porque llevado será a los sepulcros, Y sobre su túmulo estarán velando.

Job 29.4

Como fui en los días de mi juventud, Cuando el favor de Dios velaba sobre mi tienda;

Sal 102.7

Velo, y soy Como el pájaro solitario sobre el tejado.

Sal 127.1

Si Jehová no edificare la casa, En vano trabajan los que la edifican; Si Jehová no guardare la ciudad, En vano vela la guardia.

Prov 8.34

Bienaventurado el hombre que me escucha, Velando a mis puertas cada día, Aguardando a los postes de mis puertas.

Prov 22.12

Los ojos de Jehová velan por la ciencia; Mas él trastorna las cosas de los prevaricadores.

Cant 2.7

Yo os conjuro, oh doncellas de Jerusalén, Por los corzos y por las ciervas del campo, Que no despertéis ni hagáis velar al amor, Hasta que quiera.

Cant 3.5

Yo os conjuro, oh doncellas de Jerusalén, Por los corzos y por las ciervas del campo, Que no despertéis ni hagáis velar al amor, Hasta que quiera.

Cant 4.3

Tus labios como hilo de grana, Y tu habla hermosa; Tus mejillas, como cachos de granada detrás de tu velo.

Cant 5.2

Yo dormía, pero mi corazón velaba. Es la voz de mi amado que llama: Ábreme, hermana mía, amiga mía, paloma mía, perfecta mía, Porque mi cabeza está llena de rocío, Mis cabellos de las gotas de la noche.

Cant 6.7

Como cachos de granada son tus mejillas Detrás de tu velo.

Cant 8.4

Os conjuro, oh doncellas de Jerusalén, Que no despertéis ni hagáis velar al amor, Hasta que quiera.

Isa 3.22

las ropas de gala, los mantoncillos, los velos, las bolsas,

Isa 25.7

Y destruirá en este monte la cubierta con que están cubiertos todos los pueblos, y el velo que envuelve a todas las naciones.

Isa 29.10

Porque Jehová derramó sobre vosotros espíritu de sueño, y cerró los ojos de vuestros profetas, y puso velo sobre las cabezas de vuestros videntes.

Isa 33.23

Tus cuerdas se aflojaron; no afirmaron su mástil, ni entesaron la vela; se repartirá entonces botín de muchos despojos; los cojos arrebatarán el botín.

Jer 39.12

Tómale y vela por él, y no le hagas mal alguno, sino que harás con él como él te dijere.

Jer 40.4

Y ahora yo te he soltado hoy de las cadenas que tenías en tus manos. Si te parece bien venir conmigo a Babilonia, ven, y yo velaré por ti; pero si no te parece bien venir conmigo a Babilonia, déjalo. Mira, toda la tierra está delante de ti; ve a donde mejor y más cómodo te parezca ir.

Jer 44.27

He aquí que yo velo sobre ellos para mal, y no para bien; y todos los hombres de Judá que están en tierra de Egipto serán consumidos a espada y de hambre, hasta que perezcan del todo.

Eze 13.18

y di: Así ha dicho Jehová el Señor: ¡Ay de aquellas que cosen vendas mágicas para todas las manos, y hacen velos mágicos para la cabeza de toda edad, para cazar las almas! ¿Habéis de cazar las almas de mi pueblo, para mantener así vuestra propia vida?

Eze 13.21

Romperé asimismo vuestros velos mágicos, y libraré a mi pueblo de vuestra mano, y no estarán más como presa en vuestra mano; y sabréis que yo soy Jehová.

Eze 27.7

De lino fino bordado de Egipto era tu cortina, para que te sirviese de vela; de azul y púrpura de las costas de Elisa era tu pabellón.

Dan 9.14

Por tanto, Jehová veló sobre el mal y lo trajo sobre nosotros; porque justo es Jehová nuestro Dios en todas sus obras que ha hecho, porque no obedecimos a su voz.

Hab 2.1

Sobre mi guarda estaré, y sobre la fortaleza afirmaré el pie, y velaré para ver lo que se me dirá, y qué he de responder tocante a mi queja.

Mal 2.12

Jehová cortará de las tiendas de Jacob al hombre que hiciere esto, al que vela y al que responde, y al que ofrece ofrenda a Jehová de los ejércitos.

Mat 24.42

Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor.

Mat 24.43

Pero sabed esto, que si el padre de familia supiese a qué hora el ladrón habría de venir, velaría, y no dejaría minar su casa.

Mat 25.13

Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir.

Mat 26.38

Entonces Jesús les dijo: Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí, y velad conmigo.

Mat 26.40

Vino luego a sus discípulos, y los halló durmiendo, y dijo a Pedro: ¿Así que no habéis podido velar conmigo una hora?

Mat 26.41

Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil.

Mat 27.51

Y he aquí, el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo; y la tierra tembló, y las rocas se partieron;

Mar 13.33

Mirad, velad y orad; porque no sabéis cuándo será el tiempo.

Mar 13.34

Es como el hombre que yéndose lejos, dejó su casa, y dio autoridad a sus siervos, y a cada uno su obra, y al portero mandó que velase.

Mar 13.35

Velad, pues, porque no sabéis cuándo vendrá el señor de la casa; si al anochecer, o a la medianoche, o al canto del gallo, o a la mañana;

Mar 13.37

Y lo que a vosotros digo, a todos lo digo: Velad.

Mar 14.34

Y les dijo: Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí y velad.

Mar 14.37

Vino luego y los halló durmiendo; y dijo a Pedro: Simón, ¿duermes? ¿No has podido velar una hora?

Mar 14.38

Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil.

Mar 15.38

Entonces el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo.

Luc 2.8

Había pastores en la misma región, que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño.

Luc 9.45

Mas ellos no entendían estas palabras, pues les estaban veladas para que no las entendiesen; y temían preguntarle sobre esas palabras.

Luc 12.37

Bienaventurados aquellos siervos a los cuales su señor, cuando venga, halle velando; de cierto os digo que se ceñirá, y hará que se sienten a la mesa, y vendrá a servirles.

Luc 12.39

Pero sabed esto, que si supiese el padre de familia a qué hora el ladrón había de venir, velaría ciertamente, y no dejaría minar su casa.

Luc 21.36

Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre.

Luc 23.45

Y el sol se oscureció, y el velo del templo se rasgó por la mitad.

Luc 24.16

Mas los ojos de ellos estaban velados, para que no le conociesen.

Hech 20.31

Por tanto, velad, acordándoos que por tres años, de noche y de día, no he cesado de amonestar con lágrimas a cada uno.

Hech 27.4

Y haciéndonos a la vela desde allí, navegamos a sotavento de Chipre, porque los vientos eran contrarios.

Hech 27.17

Y una vez subido a bordo, usaron de refuerzos para ceñir la nave; y teniendo temor de dar en la Sirte, arriaron las velas y quedaron a la deriva.

Hech 27.33

Cuando comenzó a amanecer, Pablo exhortaba a todos que comiesen, diciendo: Este es el decimocuarto día que veláis y permanecéis en ayunas, sin comer nada.

Hech 27.40

Cortando, pues, las anclas, las dejaron en el mar, largando también las amarras del timón; e izada al viento la vela de proa, enfilaron hacia la playa.

Hech 28.11

Pasados tres meses, nos hicimos a la vela en una nave alejandrina que había invernado en la isla, la cual tenía por enseña a Cástor y Pólux.

1 Cor 11.15

Por el contrario, a la mujer dejarse crecer el cabello le es honroso; porque en lugar de velo le es dado el cabello.

1 Cor 15.34

Velad debidamente, y no pequéis; porque algunos no conocen a Dios; para vergüenza vuestra lo digo.

1 Cor 16.13

Velad, estad firmes en la fe; portaos varonilmente, y esforzaos.

2 Cor 3.13

y no como Moisés, que ponía un velo sobre su rostro, para que los hijos de Israel no fijaran la vista en el fin de aquello que había de ser abolido.

2 Cor 3.14

Pero el entendimiento de ellos se embotó; porque hasta el día de hoy, cuando leen el antiguo pacto, les queda el mismo velo no descubierto, el cual por Cristo es quitado.

2 Cor 3.15

Y aun hasta el día de hoy, cuando se lee a Moisés, el velo está puesto sobre el corazón de ellos.

2 Cor 3.16

Pero cuando se conviertan al Señor, el velo se quitará.

Efe 6.18

orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos;

Col 4.2

Perseverad en la oración, velando en ella con acción de gracias;

1 Ts 5.6

Por tanto, no durmamos como los demás, sino velemos y seamos sobrios.

1 Ts 5.10

quien murió por nosotros para que ya sea que velemos, o que durmamos, vivamos juntamente con él.

Heb 6.19

La cual tenemos como segura y firme ancla del alma, y que penetra hasta dentro del velo,

Heb 9.3

Tras el segundo velo estaba la parte del tabernáculo llamada el Lugar Santísimo,

Heb 10.20

por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo, esto es, de su carne,

Heb 13.17

Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría, y no quejándose, porque esto no os es provechoso.

1 Ped 4.7

Mas el fin de todas las cosas se acerca; sed, pues, sobrios, y velad en oración.

1 Ped 5.8

Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar;

Apoc 3.3

Acuérdate, pues, de lo que has recibido y oído; y guárdalo, y arrepiéntete. Pues si no velas, vendré sobre ti como ladrón, y no sabrás a qué hora vendré sobre ti.

Apoc 16.15

He aquí, yo vengo como ladrón. Bienaventurado el que vela, y guarda sus ropas, para que no ande desnudo, y vean su vergüenza.[20]

Veamos los 2 textos en donde encontramos el mismo término del pasaje de Pablo a los Corintios.

edu.red

Reina Valera Revisada (1960) 2 resultados en 2 versículos

1 Cor 11.15

Por el contrario, a la mujer dejarse crecer el cabello le es honroso; porque en lugar de velo le es dado el cabello.

Heb 1.12

Y como un vestido los envolverás, y serán mudados; Pero tú eres el mismo, Y tus años no acabarán.[21]

Veamos a continuación un comentario gramatical de todo el pasaje desde el punto de vista de uno de los mayores especialistas del griego del NT, el Doctor A.T. Robertson :

"2. Retenéis las instrucciones (tas paradoseis katechete). Mantener abajo como en 15:2. Paradosis (tradición), de paradidömi (paredöka, primer aoristo de indicativo, voz activa), es una antigua palabra, y denota meramente algo pasado de la mano de uno a otro. La cosa pasada de mano a mano puede ser mala, como en Mateo 15:2ss. (que véase), y contraria a la voluntad de Dios (Mr. 7:8ss.), o puede ser totalmente buena, como aquí. Hay un constante conflicto entre lo nuevo y lo viejo en la ciencia, la medicina, el derecho, la teología. El oscurantista rechaza todo lo nuevo y se aferra a lo viejo, tanto si es verdad como si no. Las nuevas verdades tienen que reposar sobre las antiguas, y están en armonía con ellas.

3. Pero quiero que sepáis (thelö de humas eidenai). Pero quiero que sepáis, censura en contraste a la alabanza en el versículo 2. Dios la cabeza de Cristo (kephalë tou Christou ho theos). Éste es el orden correcto, por cuanto kephalë carece de artículo y es el predicado.

4. Con la cabeza cubierta (kata kephalës echön). Literalmente, teniendo un velo (sobrentendiéndose kalumma) abajo desde la cabeza (kephalës ablativo después de kata, como con kata en Mr. 5:13; Hch. 27:14). No es seguro si los judíos empleaban en aquel entonces el tallith, «un chal cuadrado con unos bordes consistentes en ocho hilos, cada uno de ellos anudado cinco veces» (Vincent) como posteriormente. Virgilio (Eneida iii, 545) dice: «Y nuestras cabezas están cubiertas ante el altar con un manto frigio». Los griegos (tanto varones como mujeres) permanecían con la cabeza descubierta en la oración pública, y éste es el uso que Pablo recomienda para los varones.

5. Con la cabeza descubierta (akatakaluptoi tëi kephalëi). Caso instrumental asociativo de manera y el adjetivo predicativo (adjetivo compuesto y forma femenina igual a la masculina), «con la cabeza invelada». Probablemente algunas de las mujeres habían violado esta costumbre. «Entre los griegos sólo las hetairai, tan numerosas en Corinto, iban sin velo; las esclavas llevaban la cabeza rasurada, lo que era también un castigo para las adúlteras» (Findlay). Cf. Números 5:18. Se hace enteramente igual a la que se ha rapado (hen kai to auto tëi exurëmenëi). Literalmente, «una y la misma con la rapada» (otra vez caso instrumental asociativo, Robertson, Grammar, pág. 530). Participio perfecto articular pasivo del verbo xuraö, forma tardía del antiguo xureö. Es la oración y profetismo público lo que el apóstol tiene en mente. No condena el acto aquí, sino el quebrantamiento de costumbre que atraería el oprobio.1 Una mujer convicta de adulterio era rapada (Is. 7:20). El código de Justiniano prescribió el rapado de una adúltera a la que el marido rehusara recibir después de dos años. Pablo les dice a las mujeres cristianas de Corinto que no se pongan al nivel de las adúlteras y rameras.

6. Sea rapada también (V.M.) (kai keirasthö). Aoristo de imperativo en voz media, trasquilar (como de ovejas). Que se corte el cabello al cero. Un solo acto por parte de la mujer. Y si le es vergonzoso (ei de aischron). Condición de primera clase supuesta como cierta. Aischron es un antiguo adjetivo, de aischos, desnudez, vergüenza. Es evidente que Pablo emplea este lenguaje tan intenso debido al efecto de tal conducta en Corinto sobre la reputación de la mujer, que la proclamaría una mujer perdida. Las costumbres sociales variaban en el mundo entonces como ahora, pero en Corinto no había alternativa. Cortarse el cabello o raparse (V.M.: ser rapada o rasurada) (to keirasthai kai xurasthai). Infinitivos articulares sujetos de la cópula estin sobrentendida, keirasthai, primer aoristo en voz media, xurasthai presente en voz media. Nótese el cambio de tiempo verbal. Que se cubra (katakaluptesthö). Presente de imperativo en voz media del antiguo término compuesto katakaluptö, solamente aquí en el N.T. Que se cubra con el velo (abajo, kata, dice el griego, colgándole el velo abajo desde la cabeza).

7. Imagen y gloria de Dios (eikön kai doxa theou). Sustantivos carentes de artículo, pero definidos. Referencia a Génesis 1:28 y 1:26, pasajes en los que el hombre es hecho directamente a imagen (eikön) de Dios. Es su semejanza moral a Dios, no ningún parecido corporal. Ellicott señala que el hombre es la gloria (doxa) de Dios como la corona de la creación, y que está dotado con soberanía como el mismo Dios. Gloria del varón (doxa andros). Carente de artículo también, la gloria del hombre. En Génesis 1:26 la LXX tiene anthröpos (palabra griega tanto para varón como para hembra), no anër (varón) como aquí. Pero la mujer (gunë) fue formada del hombre (anër) y esta prioridad del varón (v. 8) da una cierta superioridad al varón.

9. Por causa de la mujer (dia tën gunaika). Debido a (dia con caso acusativo) la mujer. El registro en Génesis da al hombre (anër) como el origen (ek) de la mujer y como la razón para (dia) la creación (ektisthë, primer aoristo pasivo de ktizö, viejo verbo fundar, crear, formar) de la mujer.

10. Debe (opheilei). Por ello (dia touto) tiene la mujer una obligación moral en la cuestión del vestido que no (ouk ophelei, v. 7) reposa sobre el hombre. Tener señal de autoridad (exousian echein). Significa sëmeion exousias (símbolo de autoridad) por medio de exousian, pero se trata de la señal de autoridad del hombre sobre la mujer. El velo sobre la cabeza de la mujer es el símbolo de la autoridad que el hombre, con la cabeza descubierta, tiene sobre ella. Es, como veremos, más un símbolo de sujeción (hupotagës, 1 Ti. 2:10) que de autoridad (exousias). Por causa de los ángeles (dia tous aggelous). Esta asombrosa frase ha llevado a todo tipo de conjeturas que pueden ser descartadas. No es a predicadores a lo que se refiere Pablo, ni a malos ángeles que pudieran ser tentados (Gn. 6:1ss.), sino a ángeles presentes en la adoración (cf. 1 Co. 4:9; Sal. 138:1) que quedarían desagradablemente impresionados ante la conducta de las mujeres, por cuanto los mismos ángeles velan sus rostros ante Jehová (Is. 6:2).

11. Sin embargo (plën). Esta cláusula adversativa limita la anterior aseveración. Cada sexo es incompleto sin (chöris, aparte de, con el caso ablativo) el otro. En el Señor (en Kuriöi). En la esfera del Señor, donde Pablo halla la solución de todos los problemas.

12. De (ek)-mediante (dia). Desde la creación original, el hombre ha venido a la existencia por medio de (dia con genitivo) la mujer. La gloria y dignidad de la maternidad.

13. ¿Es propio? (prepon estin;). Presente perifrástico de indicativo en lugar de prepei. Véase Mateo 3:15. Pablo apela al sentimiento de decoro entre los corintios.

14. La naturaleza misma (hë phusis autë). Refuerza la apelación a la costumbre por medio de la apelación a la naturaleza en una pregunta que espera la respuesta afirmativa (oude). Phusis, del antiguo verbo phuö, producir, como nuestra palabra naturaleza (latín natura), es de difícil definición. Aquí significa el sentido innato de lo decoroso o apropiado (cf. Ro. 2:14), además de la mera costumbre, pero un sentimiento innato que se basa en la diferencia objetiva en la constitución de las cosas.

15. Dejarse crecer el cabello (komäi). Presente de subjuntivo en voz activa de komaö (de komë, cabello), un viejo verbo, la misma contracción (-aëi = äi) como el indicativo (aei = äi), pero subjuntivo aquí con ean en la condición de tercera clase. El cabello largo es una gloria para la mujer y una vergüenza para el hombre (como lo seguimos sintiendo hoy en día). ¡El melenudo! Hay un ejemplo en un papiro de un sacerdote acusado de dejarse crecer el cabello y de vestirse de ropas de lana. Por cubierta (V.M.) (anti peribolaiou). Vieja palabra de periballö, echarse alrededor, como manto (He. 1:12) o cubierta o velo como aquí. No está en lugar de velo, sino correspondiéndose a (anti, en el sentido que tiene anti en Jn. 1:16), como una dotación permanente (dedotai, perfecto pasivo de indicativo).

16. Contencioso (philoneikos). Viejo adjetivo (philos, neikos), amante de pendencias. Sólo aquí en el N.T. Si sólo existiera en este caso el hermano disputante. Costumbre (sunëtheian). Vieja palabra de sunëthës (sun, ëthos), como el latín consuetudo, relación, intimidad. En el N.T. sólo aquí y en 8:7, que véase. «En las esculturas de las catacumbas las mujeres tienen un tocado ajustado, en tanto que los hombres llevan el cabello corto» (Vincent)".[22]

Comentarios sobre el texto

Pablo no está tratando una cuestión de modas ni de detalle de orden, sino del orden mismo. El tema anterior se relacionaba con el espíritu de la vida de la iglesia, y el siguiente con la cena del Señor.

Sin duda es un problema que ha desencadenado una ruptura entre occidente y Oriente, además de una exclusiva interpretación del pasaje. ¿Cómo se debería leer entonces el texto?[23]

Este tema está regido por los principios mencionados con anterioridad.[24]

El v. 2 puede referirse tanto al cap. 10 como al 11. Aunque se lo suele adscribir al contenido del 11, si pensamos en el versículo anterior, el significado es más categórico. Asimismo, la redacción hace más probable que Pablo comience un nuevo tema en el v. 3. Tiene conciencia de que no escribe para el vacío, sino que su base está en la buena memoria y el respeto de los corintios para con sus enseñanzas, pese a todos los problemas mencionados. Por eso su introducción y salutación, propias de la epistolografía son muy claramente visibles.

Vamos a comentar el texto. ¿Cuál es el problema concreto? Parece presentado sólo en los vv. 4 y 5, y no se trata de algo común entre nosotros, hoy en día, en el mundo en el que vivimos, incluso en Oriente, ni siquiera con sentido religioso. Sin embargo hemos de entender desde nuestra perspectiva occidental, que, en los pueblos antiguos, "tener o no la cabeza descubierta llegaba a ser parte de la adoración". Aún hoy, ningún hombre permanecerá con el sombrero delante de otra persona en un lugar cerrado ni delante de una dama, sin hacer al menos un gesto para quitárselo. Asimismo, un militar no se lo quita sino de acuerdo a los reglamentos. En Tailandia, por ejemplo, se entiende que la cabeza es la parte sagrada del individuo y se recomienda a los viajeros que no palmeen allí a un niño (y menos aún a una mujer), lo cual es tenido en cuenta por las iglesias cristianas, y así podríamos estudiar innumerables aspectos culturales que operan en nuestro mundo.

En esa época, ese tipo de símbolo en la vestimenta, aparece en todas partes, y Corinto no era una excepción. "Allí una mujer se quitaba lo que le cubría la cabeza sólo cuando se declaraba "liberada", o sea cuando no estaba sujeta a su marido pues había sido consagrada a los dioses-lo que de hecho significaba entregarse a la vida licenciosa del templo.2 A diferencia de los judíos, los hombres corintios nunca usaban sombrero o pañuelo, ni siquiera en los cultos religiosos. Como la corintia era una sociedad dominada por los hombres, lo que hacían las mujeres se tornaba más llamativo. Se deduce del texto que, al sentirse libres en Cristo, algunas entendían que ya no tenían por qué usar lo que podía considerarse un símbolo de dependencia3-cuando no de servidumbre".4

Si una mujer no se presentaba así, llamaba poderosamente la atención. El rumor entre los presentes debía de ser muy notorio (como ocurriría hoy si un hombre se presenta con falda o una mujer en traje de baño). Después de mirarla un rato, todos se volverían al marido, como preguntándole por qué lo permitía, y si eso significaba que había un problema entre ellos-del tipo de los descriptos en el cap. 8. Además, si una de aquellas mujeres del templo pagano entraba a un culto cristiano, posiblemente se apresuraría a ponerse algo sobre el cabello.

Antes de entrar en materia, Pablo sienta una vez más un principio general. "El tema de cubrirse la cabeza tiene que ver con lo que representa. En todos los idiomas, el término "cabeza" habla de algo especial. Por ejemplo, decimos que algo "va a la cabeza", cuando precede al resto. En la Biblia tiene sentidos diferentes.5 Las ideas incluyen autoridad, prioridad (ser lo primero), fuente de la vida, control.6 Se trataba, pues, de un símbolo mucho más significativo que en la actualidad".7

Sin duda, las tres veces que la cabeza es mencionada en el v. 3, el sentido tiene cierta similitud, pero también algo de diferencia. Por ejemplo, la relación entre Cristo y su Padre (la cabeza) no es la misma que entre el hombre (la cabeza) y la mujer. Per esto merece una explicación que veremos más adelante.

"Pablo comienza mencionando el posible error de los hombres (v. 4), o sea que ambos sexos deben tener el mismo cuidado. Este caso demuestra que importa más el sentido de lo que hacemos que el acto mismo. Por ejemplo, si un cristiano se acerca en Jerusalén al Muro de las Lamentaciones, o a cualquier sinagoga, no rechazará un casquito que le dan para ponerse en la cabeza, precisamente por respeto a quienes allí están adorando a Dios"8 Si fuéramos a aplicar este v. 4 en forma literal, nos negaríamos a usarlo.

"Lo mismo puede ocurrir con una mujer, tema del v. 5. No pasamos por alto que Pablo se refiere a qué debe cuidar una mujer "que ora o profetiza" (v. 4a); ya que esto era revolucionario,"9 era de esperar que no hubiera dos servicios simultáneos.10 No hay una declaración específica para toda mujer presente en la congregación. Es importante destacar que aquí Pablo no plantea que sea problema que la mujer hable sino cómo lo hace, a diferencia del capítulo 14:34. Es decir, su aspecto exterior.

Hay un juego de palabras en el use de "cabeza". La mujer que la tiene descubierta en ese momento "afrenta su cabeza", que según el v. 3 tiene que ser el marido. Eso es lo que habrán sentido los presentes, tal como si hoy ella se sacara el anillo de bodas en público, delante de él.

El cabello de la mujer siempre ha sido parte de su encanto y es normal que ella lo cuide. Cortarlo al rape ha sido con frecuencia un castigo; ocurrió, por ejemplo, con las mujeres que habían colaborado con los nazis en Francia durante la guerra. El estilo de Pablo es plantear un caso extremo para ser claro. Es como si dijera: "Si ya no tiene vergüenza, que lo demuestre del todo y se rape".

Los vv. 7-9 retrotraen el tema a la historia de la creación. Señala el deber del hombre de respetar a Dios, reflejando su gloria, así como el de la mujer de reconocer a su marido y reflejar la gloria de ella, la de una vida hermoseada por su propia presencia, que permite la formación de un hogar digno.

La "señal de autoridad" (v. 10), expresión que no apareció antes, no es fácil de definir, como tampoco qué tienen que ver los ángeles con este tema. Las explicaciones se dividen: (a) los ángeles de Dios son testigos del culto en el que de alguna manera están presentes;11 (b) se refiere a los ángeles caídos que podían hacerle caer en tentación; (c) no habla de ángeles sino de "mensajeros" (Gr. ANGELOS), es decir los predicadores.

Consideraciones sobre el tema relacionado con (I Cor 11:11-16)

11Pero en el Señor, ni el varón es sin la mujer, ni la mujer sin el varón; 12porque así como la mujer procede del varón, también el varón nace de la mujer; pero todo procede de Dios. 13Juzgad vosotros mismos: ¿Es propio que la mujer ore a Dios sin cubrirse la cabeza? 14La naturaleza misma ¿no os enseña que al varón le es deshonroso dejarse crecer el cabello? 15Por el contrario, a la mujer dejarse crecer el cabello le es honroso; porque en lugar de velo le es dado el cabello. 16Con todo eso, si alguno quiere ser contencioso, nosotros no tenemos tal costumbre ni las iglesias de Dios.

Al argumento de la creación del hombre y la mujer, Pablo agrega otros dos: lo que indica la naturaleza y lo que es razonable. Pero antes, en los vv. 11 y 12 establece conceptos generales que son de mucho valor.

En el Señor todos los creyentes son iguales. Hombres y mujeres tienen roles diferentes en sus funciones y relaciones, pero son iguales en cuanto a importancia y en lo espiritual. Ni la mujer es independiente del hombre, ni el hombre de la mujer. Ambos se complementan en cada aspecto de la vida, y particularmente en la obra del Señor ambos funcionan como un equipo divinamente diseñado.

Dios los creó a ambos. La primera mujer fue creada del hombre, pero desde entonces todos los hombres han nacido de una mujer Así como la mujer tiene su origen en el hombre, éste nace de una mujer. Ambos tienen roles distintos, pero igual importancia. Las mujeres son iguales a los hombres en el mundo, en la iglesia, y ante Dios. Ese es el sabio equilibrio y la armonía: diferencia de roles pero igualdad en cuanto a naturaleza y espíritu. Dios los creó a ambos para sus gloriosos propósitos. Son complementos perfectos: uno es la cabeza, el líder, quien provee; la otra es quien ayuda, apoya y acompaña. Dependen mutuamente.

Pablo hace entonces un par de preguntas, una para las mujeres y otra para los hombres. Insta a los dos grupos a razonar sobre el tema y decidir en consecuencia. La primera cuestión es si resulta adecuado y correcto que las mujeres cristianas al orar en público imiten a las sacerdotisas paganas que hacían a un lado lo que les cubría la cabeza. Si esto es más o menos fácil de contestar, el segundo planteo no lo es tanto. Según Pablo, la naturaleza nos enseña que es una vergüenza que el hombre lleve el cabello largo. Qué entendía por largo es una minucia, ya que es de suponer que él lo usaba más crecido que la gran mayoría de nosotros hoy, y que hubiera llamado la atención si se lo cortaba como es la costumbre actual. Lo que quiere explicar es que existe una tendencia generalizada a que el hombre recorte más su cabellera que la mujer-para quien es algo "honroso",12 parte de su belleza y atractivo. Esas tendencias naturales son controladas por el uso social, ya que sólo algunos primitivos no cuidan de su peinado. La unión de la inclinación habitual y la costumbre conforman la "naturaleza". Si fuéramos a aplicar esto estrictamente, lo que la naturaleza hace es que el cabello (y la barba y las uñas) crezcan, de modo que Pablo no puede referirse sólo al proceso biológico.

Al volver finalmente a la mujer, Pablo dice que "en lugar de velo le es dado el cabello" (v. 15b). (No se puede insistir en la palabra "velo", que sólo aparece aquí y como indicando que el cabello mismo ya cumple esa función.) Hay una apelación al cuidado de nuestro aspecto exterior. Un cristiano no debe ser exagerado en su arreglo personal, pero no debe causar una pobre impresión.13 Cuando hay que pensar en cómo "dejarse crecer" (v. 14), no se trata de lo que ocurre sin nuestra intervención, y hay que asumir un criterio de lo que se hará con el cabello. "No es exagerado pensar que también se incluye la idea de qué harán los hombres, por ejemplo, con su barba y bigote. Por extensión, todo nuestro cuerpo es digno de ser atendido como un don de Dios.

La reflexión final de Pablo (v. 16) es una advertencia a quienes quieran seguir discutiendo el tema. Hágalo si así quiere, pero que quede claro que su posición es la que ha expuesto, en lo cual le acompañan las fieles congregaciones".[25]

Se ha hecho evidente que en esta carta Pablo muestra alusiones varias veces a una carta procedente de Corinto dirigida a su persona. Parece que en dicha carta los corintios no tan sólo hacían preguntas sino también afirmaban que algunas cosas iban muy bien en la iglesia. Pero sabemos que esto no era así, en Corinto había problemas y las noticias de Timoteo no eran buenas. "En el versículo 2 el Apóstol repite algunas de las palabras de los corintios como si él mismo las dijera. Las ocupa para emitir unos pensamientos halagadores antes de entrar en ciertas censuras después"[26]

Este es uno de los textos de Pablo que más se ha tergiversado (v. 3); No tan sólo en el ámbito hispano, en donde el machismo sexista, prevalece sino también en otras latitudes en donde cobra otro cariz: el teológico. Antes de dilucidar el segundo aspecto del problema de la interpretación machista, veamos algunos detalles con respecto al texto. Las palabras "Pero quiero que sepáis" en efecto significan "Os ofrezco un nuevo discernimiento" (ver también 10:1; Col. 2:1). Con esto se aprecia que el Apóstol pretende darle un nuevo rumbo a un problema de práctica y costumbre entre las mujeres de Corinto. Se da cuenta de que va a encontrar resistencia a sus ideas, por lo tanto su argumentación se hace compleja. El problema específico tenía que ver con una enseñanza dada por el Apóstol que estaba siendo ignorada. Pablo aparentemente había enseñado en Corinto que las mujeres debían cubrirse la cabeza con un velo al orar en reuniones públicas. Parece que las mujeres corintias optaban por hacer caso omiso de estas instrucciones. Al enterarse de esta actitud de las mujeres, Pablo responde al problema argumentando desde tres perspectivas: (1) el orden de la creación, (2) el sentido común de lo apropiado, (3) la práctica general en las iglesias. Respecto al primero, Pablo reconoce una jerarquía implícita: Dios, Cristo, el hombre, la mujer. Sucesivamente, el uno es cabeza del otro. Dentro del contexto, la palabra "cabeza" (kefale) no debe entenderse como jefe o gobernante sino fuente u origen. Importantísima diferencia.

Probablemente Pablo esté pensando en el relato de la creación en Génesis (2:21-23) en donde Eva es creada de la costilla de Adán. Esto hace que el hombre sea la fuente de la existencia de la mujer. También Cristo es la fuente de la existencia del hombre, porque Cristo es el agente en la creación de todas las cosas (8:6; Col. 1:16), incluso en la creación del hombre. Finalmente, Dios es el origen de Cristo, porque es del Padre de quien el Hijo recibe su ser eterno (ver 3:23; 8:6). Debe ser claro que este texto no se presta para insistir equivocadamente en que el hombre es "cabeza" de la mujer, en el sentido de mandamás, sino que en la creación el hombre representa el origen de la mujer. Son dos cosas muy distintas. No debe usarse este texto para implicar que la mujer es inferior al hombre en sentido alguno.

Es obvio que Pablo en el v. 4, primero ocupa la palabra kefale en su sentido literal. Después la usa como la usó en el v. 3. Posteriormente, va a oscilar en el uso del doble sentido del vocablo. En este texto es claro que al orar o profetizar el hombre del siglo I no afrentaba su cabeza literalmente, sino en el sentido espiritual: Cristo. Se observa que las prácticas en las sinagogas del siglo I diferían de las del actual siglo. Hoy es prohibido que el hombre judío entre a la casa de adoración sin cubrirse la cabeza. Se ha comentado que esta práctica sólo llegó al judaísmo durante el siglo IV de la era cristiana. Originalmente el cubrirse la cabeza de parte del hombre significaba que estaba de luto. También, hoy los hombres judíos se cubren la cabeza. A lo que Pablo se refería cuando hablaba de cubrirse la cabeza el hombre era un velo amplio que tapaba todo el pelo. El varón, al orar o profetizar, no debía permitir que nada colgara de la cabeza. Al hacerlo, estaría despreciando la dignidad que el Creador le había dado como origen de la mujer. Esto sería una afrenta a Cristo. Ahora bien, es difícil creer que los hombres corintios realmente se cubrieran la cabeza en el culto cristiano. Pablo expone todo lo antes dicho hipotéticamente para luego dar su enseñanza respecto al comportamiento de las mujeres en el culto público.

De nuevo se observa el uso del sentido doble de la palabra kefale (v. 5). En contraste con las recomendaciones hipotéticas de Pablo para los hombres, las mujeres debían observar esta práctica sin fallar. Al orar o hablar públicamente en el culto, la mujer irremisiblemente debía cubrirse la cabeza con un velo. Es instructivo notar que Pablo no impide que hablen en este pasaje; sólo da instrucciones respecto a la manera de hablar: con la cabeza cubierta. Que la mujer no se cubriera la cabeza afrentaba a Cristo, porque no reconocía su estatus elevado en el orden de la creación. Es importante saber que las instrucciones del Apóstol sólo tienen aplicación durante el curso del culto cristiano. ¿Qué de la frase con respecto a raparse la cabeza? La mayor parte de los comentaristas concuerdan en que esta práctica era una señal de estar de luto o una marca de vergüenza. Que la mujer se rapara la cabeza iba en contra de la naturaleza (15b) y era una vergüenza para ella y para su Señor.

Cubrirse la cabeza con el velo implicaba estar sujeta a un hombre, su esposo. Estar con la cabeza descubierta era indicio de ser una mujer prostituta. El cabello en la mujer era señal de gloria y honor para ella. El cortarlo implicaba deshonra y desgracia. El raparse la cabeza era castigo por adulterio y también era símbolo de esclavitud.

Ahora bien, del contexto de la enseñanza de Pablo respecto al correcto atuendo femenino durante el culto se desprende una idea corolaria. El Apóstol no impide que las mujeres oren y profeticen dentro del culto. Sólo les da instrucciones respecto a su manera de vestirse. Sea el significado de 14:34 ss. el que sea, aquí no hay ningún problema para el Apóstol en que las mujeres participen activa y vocalmente en el culto público. En esto vemos el cumplimiento de la profecía de Joel 2:28 cuando dice que las "hijas" también profetizarían en la era mesiánica. ¿Cómo es que algunos enseñan dogmática y categóricamente que las mujeres no pueden predicar? Pareciera que no saben leer la Escritura con buena hermenéutica. Ciertamente las palabras del Apóstol en este pasaje deben hacer que cualquier machista teológico recapacite un poco.

Las palabras en el v. 6 vienen a reforzar algunos pensamientos paulinos anteriores. Se observa que Pablo opina que la misma naturaleza demanda que la mujer se cubra la cabeza. Ya que la naturaleza daba a las mujeres amplio cabello, no tan sólo sería cosa en contra de las buenas costumbres sino algo no natural el no llevar velo sobre la cabeza. Con este texto, pues, el Apóstol dice: "si no vas a llevar velo sobre la cabeza, córtate el pelo también, porque ambas cosas son igualmente vergonzosas". Sin duda otras cosas entran también en su pensamiento. Se sabe que las prostitutas corintias no llevaban velo; al contrario, se esmeraban en los arreglos ostentosos de su pelo. Además, según una costumbre judía, a las mujeres adúlteras se les rapaba el pelo. Siendo así, es fácil ver cómo el Apóstol insistía en tal vestimenta de las mujeres creyentes en Corinto.

En los vv. 7-9 Pablo parece dejar cuestiones de costumbres para entrar en lo teológico propiamente dicho. Mucho de lo que Pablo va a decir se basa en sus deducciones de Génesis 1:26. Principia sus conceptos insistiendo en que el hombre no está obligado a cubrirse la cabeza. Es claro por lo dicho en un versículo afín (v. 10) que no tan sólo es innecesario que el hombre se cubra la cabeza sino que no es correcto que lo haga. La razón estriba en que el hombre es la imagen (eikon) y la gloria (doxa) de Dios. ¿Qué quiere decir Pablo con esto? Parece que su pensamiento es de origen judío; según éste, la cabeza, y particularmente el rostro, simbolizaba de manera especial su relación con Dios. El hombre como imagen de Dios es distinto a toda la demás creación, ya que goza de la capacidad de relacionarse con Dios. El hombre es también la gloria de Dios, porque es producto de la actividad creadora directa de Dios. También el hombre fue creado para dar gloria a Dios. En torno a estos conceptos, una idea que Pablo no desarrolla es que en el pasaje en Génesis la mujer está incluida en la creación a imagen y semejanza de Dios, porque la palabra en este texto es Adán, vocablo genérico que incluye ambos sexos. Más que sólo el nombre de un hombre, Adán significa "todo hombre" (incluso la mujer) en sentido genérico.

Cuando el Apóstol habla de la mujer como "la gloria del hombre", ya no se basa en Génesis 1:26 sino en Génesis 2:18-23. Llama la atención que Pablo no afirma respecto a la mujer lo que sí asevera acerca del hombre. El hombre era la imagen y la gloria de Dios. Ahora, según este texto, la mujer es la gloria del hombre. Basándose en Génesis 2, se ve que la mujer es tomada del hombre para ser su ayuda idónea. El hombre fue creado por Dios con el fin de que le sirviera y lo glorificara. Dios buscaba infructuosamente y no hallaba (la expresión comunica cierto sentido del humor de parte del escritor bíblico) entre los animales una compañera para el hombre. Por esto, Dios crea a la mujer de una costilla tomada del hombre. La analogía es evidente: el hombre es producto de la creación directa de Dios para su gloria; la mujer es tomada del hombre para su gloria. Ella, al ser su ayuda idónea, ha de encontrar su realización en someterse a su autoriad. Este es su papel según el orden de la creación, pero no lo es en Cristo (ver Gál. 3:28). En él todas las distinciones de rango entre el hombre y la mujer se borran. Eso sí, los creyentes corintios seguían siendo seres creados, y las naturales diferencias sexuales no dejaban de existir. Posteriormente, el Apóstol comprobará esto al tratar de los problemas matrimoniales en Corinto.

En el v. 10 son dos las cosas que suscitan comentarios: "una señal de autoridad" y "por causa de los ángeles". Desde luego, puesto que el Apóstol venía hablando anteriormente de la necesidad de que las mujeres se cubrieran la cabeza con un velo, lo primero que viene a la mente es esto. Algunas versiones, inclusive, traducen el vocablo griego exousia como "velo". ¿Por qué se emplea la palabra "autoridad" (exousia) La razón principal es que ésta es la traducción normal de la palabra. También, muchos manuscritos antiguos así la traducen. Además, esta traducción encaja mejor con el significado probable del texto en su totalidad. Hay varias teorías respecto a esta "señal de autoridad": (1) la mujer lleva el velo en deferencia a la autoridad del hombre; (2) el velo es señal de la autoridad propia de la mujer para poder orar y profetizar públicamente en el culto; (3) el velo es símbolo del respeto que se le debe como mujer de buena moral. Llama la atención, sin embargo, que ninguna de las interpretaciones indicadas involucra directamente la expresión tocante a los ángeles. Esta cuestión se abordará oportunamente.

La cuestión de los ángeles es algo problemática; varias ideas históricas se han dado: (1) el tema de los ángeles en este contexto se origina en Génesis 6:2. En este pasaje se habla de ángeles malignos que amenazan a mujeres. ¿Se supone que el velo protege a las mujeres piadosas de este peligro? (2) Orígenes, uno de los padres de la iglesia en Alejandría, interpretaba este pasaje como que hablaba de los ángeles buenos que rodeaban el culto. Se basaba en el Salmo 138:1. Se advierte que RVA correctamente traduce el vocablo hebreo como "dioses". La alusión es a seres celestes dentro de la corte divina. ¿Serviría el velo de las mujeres para demostrar respeto por estos ángeles buenos? Parece que los Rollos del Mar Muerto indican la creencia de que en la comunidad de los fieles los ángeles hacían acto de presencia. No obstante, la diferencia entre la comunidad judía en Qumrán y la congregación cristiana en Corinto es considerable. "Lo más probable es que la referencia que hace Pablo a los ángeles significa que éstos eran guardianes del orden natural, y convenía que las mujeres corintias llevaran el velo para conservar este orden. De no hacerlo, posiblemente las mujeres descubiertas se arriesgaban a la desaprobación de los ángeles".[27]

Vv. 2-16. Analicemos desde otro tipo de comentario los detalles que empiezan acerca de las asambleas públicas. Algunos abusos se habían introducido en la abundancia de dones espirituales concedidos a los corintios, pero como Cristo hizo la voluntad de Dios cuyo honra procuró, así el cristiano debe confesar su sumisión a Cristo, haciendo su voluntad y procurando su gloria. Nosotros debemos, aun en nuestra vestimenta y hábitos, evitar toda cosa que pueda deshonrar a Cristo. -"La mujer fue sometida al hombre porque fue creada como su ayuda y consuelo. Ella nada debe hacer en las asambleas cristianas que parezca una pretensión de ser su igual. Ella debe tener una "potestad" sobre su cabeza esto es, un velo, debido a los ángeles. La presencia de ellos debe resguardar a los cristianos de todo lo que es malo mientras adoren a Dios. Sin embargo, el hombre y la mujer fueron hechos uno para el otro. Iban a ser de consolación y bendición mutua, no una la esclava y el otro el tirano. Dios ha establecido las cosas, en el reino de la providencia y en el de la gracia, de modo que la autoridad y el sometimiento de cada parte sean para ayuda y provecho mutuo. Era costumbre en las iglesias que las mujeres se presentaran veladas en las asambleas públicas, y así ingresaran a la adoración en público; y estaba bien que debieran hacerlo así. La religión cristiana sanciona las costumbres nacionales dondequiera que estas no sean contrarias a los grandes principios de la verdad y la santidad; las peculiaridades afectadas no reciben consentimiento de nada en la Biblia.

Vv. 17-22. El apóstol reprende los desórdenes en la celebración de la cena del Señor. Las ordenanzas de Cristo, si no nos hacen mejor, tenderán a empeorarnos. Si el uso de ellas no enmienda, endurecerá. Al reunirse, ellos cayeron en divisiones y partidismos. Los cristianos pueden separarse de la comunión de unos con otros, pero aún ser caritativos unos con otros; se puede continuar en la misma comunión, pero sin ser caritativos. Esto último es división, más que lo primero. -Hay una comida descuidada e irregular de la cena del Señor que se suma a la culpa. Parece que muchos corintios ricos actuaron muy mal en la mesa del Señor, o en las fiestas de amor, que tenían lugar al mismo tiempo que la cena del Señor. El rico despreciaba al pobre, comía y bebía de las provisiones que traían, antes de permitir la participación del pobre; así, algunos quedaban sin nada, mientras que otros tenían más que suficiente. Lo que hubiera debido ser un vínculo de amor y afecto mutuo fue hecho instrumento de discordia y desunión. Debemos ser cuidadosos para que nada de nuestra conducta en la mesa del Señor parezca tomar a la ligera esa institución sagrada. La cena del Señor no es, ahora, hecha ocasión para la glotonería o el festejo, pero ¿no suele convertirse en un apoyo para la soberbia de la justicia propia o un manto para la hipocresía? No descansemos en las formas externas de la adoración, pero examinemos nuestros corazones".[28]

Tratamos de acercarnos al texto mediante los comentarios más comunes y populares que existen en el mundo teológico para después hacer una mejor evaluación personal. Analicemos detenidamente lo más significativo del pasaje: Vamos a otro punto de vista:

11.2 Os alabo: "Refleja el genuino aprecio de parte de Pablo. Los corintios cometieron muchos errores, pero no estaban totalmente corrompidos. Los corintios siguieron las instrucciones del apóstol en ciertos aspectos.

11.3 Pero: Introduce una excepción al elogio en el v.2. Desea instruir a los corintios sobre otro punto de confusión. cabeza: Primeramente quiere decir «autoridad» cuando se usa en el contexto de las relaciones humanas. Algunos han dicho que cabeza puede también significar «fuente» u «origen», sugerencia que rechazan las autoridades en la lengua griega. el varón es la cabeza de la mujer: Las relaciones entre los hombres y las mujeres no involucra inferioridad. Cristo no es inferior a Dios el Padre. La sumisión no indica inferioridad, sino subordinación. Así como Cristo y Dios son igualmente divinos, los hombres y las mujeres son seres iguales. Pero así como Jesús y Dios el Padre tienen diferentes papeles en el plan de salvación de Dios, así a los hombres y a las mujeres se les dan diferentes papeles.

11.4 ora o profetiza: Puede referirse específicamente a oraciones intercesoras similares a las de los profetas del AT (Gn 20.7; 1 S 12.23; Jer 27.18), o a las de Ana (Lc 2.36-38), o a la combinación de las lenguas y la oración (14.13-16; Hch 2.4; 10.46). con la cabeza cubierta: Probablemente se refiera al cabello largo en la cabeza del hombre. afrenta su cabeza: Es imposible decidir si cabeza aquí se refiere a la cabeza del hombre o a Cristo, la cabeza y autoridad del hombre (v. 3). Cualquier interpretación es posible; Pablo puede usar la palabra con un doble significado.

11.5, 6 toda mujer que ora o profetiza: Obviamente a la mujer se le permitía orar o profetizar en la asamblea cristiana porque no tendría sentido que Pablo diera estas instrucciones sobre algo que no se permitía hacer. Sin embargo, algunas cosas no les eran permitidas. afrenta su cabeza: Se refiere tanto a la cabeza de la mujer como a la del hombre (v. 4). No cubrirse para la mujer era tan vergonzoso como haberse rapado, era una señal de desgracia pública.

11.7-9 el varón no procede de la mujer, sino la mujer del varón: La mujer se tomó del costado del hombre (Gn 2.21). la mujer por causa del varón es la manera en que Pablo afirma el concepto de «ayuda» de Gn 2.20. Esto no quiere decir que la mujer es inferior al hombre; se refiere sólo al propósito de Dios para el hombre y la mujer en el orden de la creación.

11.10 La mujer se cubría la cabeza por causa de los ángeles. Evidentemente los ángeles de Dios están presentes en la reunión de la iglesia y actualmente aprenden de la obra de la gracia Dios por medio de la vida y la adoración del pueblo de Dios (Ef 3.10). señal de autoridad: Podría ser un símbolo de la autoridad de la mujer para profetizar en la nueva era de la iglesia, la que se inauguró con el don del Espíritu Santo en Pentecostés (v. 5). También podría ser símbolo de la autoridad del hombre sobre la mujer (v. 3).

11.11, 12 ni el varón es sin la mujer, ni la mujer sin el varón: Ninguno es independiente. El hombre y la mujer se necesitan, y como criaturas de Dios, ambos dependen de Él. Ni hombres ni mujeres pueden pretender tener un nivel especial que no sea el que Dios dispuso para ellos como su Creador.

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