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Prevención al consumo de SPAs: en defensa de la juventud moderna (II)


    Posmodernidad

    Citas de internet y vínculos

    La reflexión está dada en que si se quiere que los demás aprendan a pensar, se tiene que dar cabida a sus posibles fracasos, tanto como a sus éxitos. Un modo de ayudarles a lograr grandes triunfos es empezando con pequeñas victorias.

    Los juicios que se hacen sobre el poder-hacer, deben ser justos con los verdaderos méritos y capacidades. Si se calcula por encima, con altanería, se chocará con la realidad que no se alcanzará como se esperaba ilusoriamente. Si se calcula por debajo, por falta de ambición de vivir con placer, o por la falsa creencia de que no se tiene los méritos y aptitudes suficientes, se perderán placeres que si se hubiesen previsto mejor se obtendrían con el trabajo adecuado.

    A manera de ejemplo: Cuando Simón trabaja en el campo de golf y a cada golpe pide al profesor que le mire y haga comentarios de todos y cada uno de sus movimientos, se considera a un perfeccionista inseguro que es el caso clásico de "miedo al fracaso". A esto habría que responder a Simón: "¡Hazlo tú solo esta vez! ¿En dónde está tu autonomía?" Pero, si le grita esta recomendación, va a lograr muy poco, excepto quitarse la frustración. La mejor cura para la falta de confianza es un poco de éxito. Si puede arreglar las cosas para que logre algo solo, hágalo. Entonces felicítelo y exáltele lo bien que lo hizo sin su ayuda.

    Puede existir otro problema: Simón logra depender demasiado de su estímulo. Y entonces ¿qué diría usted? "creí que eso era lo que debería haber hecho: animarlo y felicitarlo". No tenga miedo de alabar a su hijo (a) y de alentarlo y respaldarlo. Pero no se sobrepase y no alabe si no se lo ha merecido. Algunas veces notará que el solo hecho de haber hecho algo bien es tan satisfactorio, que no necesita ninguna recompensa. La recompensa de una buena acción es haberla hecho, decía Seneca.

    El logro es suficiente para hacerle sentir bien. Simón necesita dominar una destreza por sí solo y necesita sentir la alegría de haberlo logrado. Quizá esto le ayude a sobreponerse al miedo de fracasar, como para probar algo nuevo por sí mismo. En principio no resulta imposible, aunque sí difícil, saberse ajustar siempre cuando se puede-hacer en cada momento para sacar el mayor partido a la vida.

    Una forma de desajuste la representa el exceso de euforia, a causa de un sesgo en el juicio sobre las posibilidades y las auténticas dificultades de realización. Ello puede ocurrir de diversas maneras:

    1. Por soñar con ilusiones, con imposibles. Por ejemplo alguien puede creer que llegará a ganarse el Baloto sin comprarlo; esto resulta en principio, imposible. O alguien que se le ocurre empezar a no consumir bazuco y esté convencido que le darán el Nobel de Medicina, lo cual, si bien tiene la virtud de estimularlo no debe creérselo si no quiere sentirse cruelmente decepcionado.

    2. Por inflar con soberbia los méritos, entrando en una especie de vanidad entre lo que puede y lo que no puede hacer, lo que a su vez tiene que ver con haber sobrevalorado los éxitos alcanzados.

    4.1. La vanidad y el orgullo

    La vanidad es el orgullo basado en cosas superficiales. "Se caracteriza por comportamientos como la arrogancia, el envanecimiento (no hay nada detrás, mucha apariencia) y deseo de ser admirado por el alto concepto de los propios méritos: su vanidad es mayor que su inteligencia, se dice con frecuencia.

    Los individuos vanidosos son a veces menos inteligentes. Son personas que se vanaglorian de lo que hacen, de lo que son, de la imagen que dan; manifiestan con frecuencia engreimiento, petulancia, pedantería. Las personas vanidosas por lo general, lo que intentan es engrandecerse ellas mismas para poder tranquilizar esa inseguridad, que es simplemente la confirmación de que no hay nada de cierto en esa publicidad gratuita que lanzan constantemente proclamando sus virtudes" (X). Mostrarse como la quinta maravilla de un éxito irreal, es un recurso auto-estimulativo que, no es problemático en la medida en la que la persona lo discrimine y controle, utilizándolo como medio de un Proyecto que no coincide con el ensueño. Al lector no se le escapará la zona de anhelos, que provienen de una seducción que la oferta de mercancías lujosas causan en la población más desfavorecida, aumentando considerablemente, la sensación de frustración y fracaso por no poder alcanzar el nivel de consumo de los bienes, que exhiben con libertad los escaparates, al punto que se podría hablar de expansión consumista-frustrada por razones de clase social, en el caso que se está considerando.

    Finalmente se tiene que hacer otra distinción, que es la contraria de las anteriores: cuando la persona no ambiciona lo que podría por un exceso de humildad, inseguridad o insuficiente afirmación; se da la paradoja que en ocasiones quienes menos valen se hacen pasar por genios y, las personalidades más creativas se ven a sí mismos como modestos personajes de bajo perfil. Decía Aristóteles que no hay un gran genio sin mezcla de locura.

    4.1.1. Síndrome de autorreferencia

    Es muy importante aquí trabajar el Modelo Preventivo de Desarrollo Social y la IE. Saber reconocer sus sentimientos, su necesidad de reconocimiento para saber salir de ese egocentrismo. "Los psicólogos hablamos con frecuencia del "síndrome de autorreferencia" como el que la persona manifiesta continuamente el hecho de que todo lo que pasa a su alrededor tiene que ver con lo que él/ella ha pensado, ha impulsado, ha rectificado…es la referencia absoluta de todo lo que se mueve, generalmente si los resultados finales han sido positivos". (XI)

    Contrastar la magnitud de las desigualdades sociales es casi un lugar común; lo insólito es que, en un País que exhibe algunas de las cifras más preocupantes de la América latina, no se haya producido un estallido social. Todo esto parece simulado, pero existen movimientos que denuncian la mentira, la injusticia y la explotación a los más débiles. La conciencia juvenil tiene muy claro que lo único que posee el hombre y la mujer es su vida, que querer vivirla honestamente es el gran problema; todos los demás objetivos -la riqueza, la política, la producción– se debe subordinar a eso.

    La representación de lo humano y lo divino no es producto de lucideces inoportunas sino, de maneras orgánicas culturales de expresión en el entorno espiritual y concreto que brindan felicidad. Son condiciones de ver, ancladas en concepciones artísticas, en tradiciones y religiones, correspondientes a paradigmas o, modelos que se instauran como reflejos o, espejismos de la expresión cultural. El quiebre de estos o su evolución va en relación con su pérdida de credibilidad o, al avance del conocimiento y de las formas artísticas de expresión.

    Ese es el hilo conductor de la historia futura. La civilización no tiene sentido si no mejora a los hombres y mujeres en sus condiciones de vida; como hasta ahora no ha sido así, hay que luchar por conseguirla.

    Apatía, violencias, discriminación, paramilitarismo, narcoguerrilla, corrupción política y administrativa, escapismos, empresas privadas y públicas patrocinadoras de la violencias; producción, tráfico, microtráfico y consumo de SPAs son los lemas de un poder que está transformando la cultura occidental.

    Posmodernidad

    La posmodernidad viene a sellar el fin de siglo XX, con una década más del nuevo tiempo, a recuperar minorías y fragmentos como un anciano arteriosclerótico sin aparente congruencia y con un ser señalado como etéreo. Curiosamente, los más pesimistas tienden a reconocer que la rebeldía constituye la última esperanza de la humanidad. La solución no puede ser la guerra y la muerte de hombres y mujeres; a esto la juventud está dispuesta a no ser la última en la historia. No se ignora esta urgencia. Las cosas tienen que empezar a aclararse por la información, por la comunicación, por los acuerdos humanitarios, por la convivencia ciudadana, por la IE, por la reparación de las víctimas; nunca por las malas y menos con la guerra. Se requieren herramientas creativas para el poder de la sociedad civil, con honestidad ética y moral para cambiar todo lo que se sabe que está mal. Si no se cambia, las tensiones emocionales mismas se encargarán de cambiarlo a su manera.

    El proceso armado y los actores en conflicto están dejando mucho que pensar en este País, como de costumbre y, tal vez porque no se dice la verdad; el adulto con su saber parece que miente, mientras la juventud con su rebelión es más clara y limpia.

    La mentira es la más grave enfermedad social, es la desmoralización de la conciencia nacional. Se actúa con la conducta que se observa en los barcos que se hunden: todos tratan de salvarse. ¡Sálvese quien pueda! ¿Qué hay por hacer?

    1. "Controlar la ira: ¿qué hace usted cuando está enojado?

    2. Calmarse a sí mismo cuando se siente nervioso.

    3. Interpretar las emociones y sentimientos del Otro a partir de claves no verbales.

    4. Ser capaz de postergar gratificaciones". (XII)

    La realidad es que hay que abordar la injusticia, la opresión, la miseria, la corrupción a cualquier precio y aún con sacrificios. Pero hay que empezar por no tenerle miedo a la verdad; no acallar a los que sí se atreven a decirla.

    Mucho tienen que ver las SPAs con el arte, el amor y la libertad. Las prácticas artísticas genuinas, sustituyen el ensayo de descubrimiento y alucinación que propone la droga. Solo la práctica sincera del amor, el erotismo y la sensualidad, sin los bloqueos interpuestos por la sociedad y las culturas predominantes, puede emular con la energía maravillosa que desatan algunas sustancias". (XIII) Pedir una sociedad nueva y más justa, no puede seguir siendo un crimen o un intento de subversión.

    5.1. Confiabilidad y responsabilidad

    Si se consagra por fin aceptar lo dramático de la realidad, significaría que por fin se está a la par con la historia y que finalmente se está ensayando una cultura propia. Esta sí sería una actitud sensata y no una complicidad inmoral con vanas concepciones. Confiabilidad e integridad significa ser íntegro y ser responsable. El desarrollar la confianza, es uno de los pasos más importantes para ser independiente y responsable.

    Las personas dotadas de responsabilidad:

    1. Actúan ética e irreprochablemente.

    2. Su honradez y sinceridad proporcionan confianza a los demás.

    3. Son capaces de admitir sus propios errores y no dejan de señalar las acciones poco éticas de los demás.

    4. Adoptan posturas firmes y fundamentadas en sus principios aunque resulten impopulares.

    Asuma que los muchachos tienen palabra, que son de confiar y, así creará una esperanza positiva que podrá realizarse. Pero la palabra sólo es un resumen, demarca un presente, sin poder contener aquello que se debe enunciar. Dado que la eventualidad de esta, no logra abarcar la correspondencia o concordancia de los planos narrativos que constituyen la idea. Podría decirse así que el lenguaje es el más tirano censor y funciona como el mayor elemento conciliador de los impulsos, emociones y sentimientos; de ahí el constante renacer de discursos que buscan reelaborar sus conceptos, nombrar las situaciones y los conflictos de una especie que cree que a través de la palabra y el diálogo logrará domar los instintos de su renegada y desfigurada esencia, pero sólo llega a elaborar una auto comprensión eterna. Es un cristianismo constante para expiar las culpas de nuestro hacer.

    El poder gobernante actual es miope y soberbio con relación a su juventud, sin pensar siquiera que esa juventud es la obra de todos, es el presente, el producto; es la respuesta de lo que hacen los adultos con y en el poder. Para la adolescencia tiene mucha importancia el sentimiento de progreso, o lo que es igual, tener la idea que "le van bien las cosas". Así, la búsqueda fundamental del joven es conquistar bienestar "en el doble sentido de conquista: alcanzar y conservar lo conseguido". De todos modos, los jóvenes y adultos, más no los adultos mayores, pueden llegar a mostrar un "comportamiento posmoderno", no por educación, sino por desencanto.

    La intensidad del placer, de la vida como goce, depende entonces de que el joven se vea en un lugar, según su sistema de valores. Si ve que se deshonra, ello le resta placer. "Su intensidad de vida disminuye, hasta llegar un momento en que está deprimido si no sabe parar de alguna forma esa pérdida de posiciones" (XIV). La forma práctica de vivir más intensamente es tener deseos y aspiraciones importantes o luchar para conseguirlos.

    Los muchachos están solos, aunque esto no les gusta mucho a ciertos adultos. Es solo una sospecha de que se quieren independizar, lo cual es normal. Algunas veces los jóvenes adolescentes están tan necesitados por independizarse, que actúan como si cualquier señal de afecto de parte de los padres fuese infantil.

    Toda persona tiene la necesidad de sentirse querida, aceptada y apreciada. Para tener auto concepto, para estar en el mejor estado de salud mental y física se tiene que sentir que alguien le quiere, le necesita y le acepta.

    Los jóvenes adolescentes no son la excepción. De hecho, considerando la cantidad de amenazas a la autoestima que hay en el preadolescente, los muchachos y muchachas de esta edad necesitan saber que se les aprecia aún más que las personas de otras edades. En la falta de confianza en sí mismos, tenazmente buscan afirmación y aceptación en donde la encuentren. ¡Aún en las ollas del vicio! Idealmente, usted será la fuente de ternura y aceptación más segura para su hijo. Lo más difícil es poder mostrar el afecto hacia su hijo cuando esté enojado, alterado y, en su egoísmo no se percate de usted ni de nadie más. No importa cuál sea la situación, acuérdese de querer a su muchacho y de demostrarle su afecto frecuentemente.

    De igual importancia es que a usted le guste su hijo. Eso puede ser difícil algunas veces, pero trátelo. ¡Se sorprenderá usted! La tolerancia no es decir "Te quiero, te amo, te reamo muchísimo", y rato después, ¡tenga! Golpes, maltratos, malas palabras, humillaciones, groserías y bofetadas. Podrán golpearme, romperme los huesos, matarme, tendrán mi cadáver, pero no mi obediencia, decía Mahatma Gandhi.

    La aprobación del decir, "Te quiero. Me gustan las cosas que dices. Me gustan tus chistes "aun cuando no tengan gracia". Me gustas como eres. Me gustas cuando te orinas en la cama. Me gustas cuando me ponen quejas de ti, porque tu vienes y me compartes las razones por las que hiciste lo que hiciste".

    ¿Cómo se puede comunicar esto? Observe a sus hijos. Vaya a verlos participar en los deportes. Dedíqueles tiempo. Hable con ellos y escúchelos cuando hablen con usted.

    Si lo anterior le cuesta trabajo, busque oportunidades simples, creativas para compartir cariño y afecto. Deje ver que los demás son dignos de su tiempo y atención. Es posible llevarse alegrías y tristezas. En estas es el momento preciso, para demostrar cariño y aceptación. Claro que es fácil querer mucho, cuando recibe la libreta con buenas notas. Es mucho más difícil demostrar el mismo cariño cuando los "profes" le llaman para decirle que su hijo es un mentiroso, golpea a sus compañeros, se roba los objetos de los demás y no obedece órdenes.

    La tristeza soporta congoja, pesar, melancolía, pesimismo, pena, autocompasión, soledad, abatimiento, desesperación y, en casos patológicos, depresión grave.

    La reflexión está dada en que si se aprecia a los hijos, a menudo responden éstos con unas actitudes y unas conductas que hacen que se les aprecie más todavía. No hay como una dosis espontánea de cariño, de emoción y afecto para fomentar el orgullo personal. Por otra parte, el meterse en un ciclo de desaprobación y censura puede empeorar la situación. Trate de perdonarle de verdad sus faltas menores y posiblemente habrá menos faltas mayores.

    El hombre y la mujer que por educación manifiestan los rasgos de la posmodernidad "búsqueda de verdades locales esencialmente personales, cuestionamiento, relativismo moral, irrespeto a las instituciones tradicionales", lo hacen porque antes confiaron en el modernismo como –movimiento que afirmaba, a grandes rasgos, que se podía llegar a la felicidad por medio de la ciencia y la tecnología– fueron defraudados y ahora, muchos se comportan con desencanto. ¡Otra tontería más!

    5.1.1. Fracaso

    En cada etapa del desarrollo se hace una evaluación: ha llegado a experimentar un grado de intensidad vital y a partir de ahí mejorar, esto quiere decir, sentir cosas igual de buenas o mejores, a través de los Proyectos que puedan-hacerse.

    El fracaso es la manera de tomar conciencia de no-poder-realizar (hacer) un deseo que se tiene. Es reconocer que no se avanza, que se reduce.

    No se puede angustiar si antes no se ha saboreado el gusto del deseo y la emoción. Es imposible desanimarse si no hay antes un estado de ánimo que desanimar.

    "Cuando alguien dice que se deprime porque no tiene ilusiones, eso es una manera de hablar, pero lo cierto es que sí tiene algunos deseos, lo que ocurre es que no se desarrollan, o bien, ni siquiera el joven intenta realizarlos dándolos por adelantado como fracasados". (XV)

    Reconocer la imposibilidad de un deseo es indispensable para adecuarse la persona a la realidad. La experiencia impone la renuncia a algo que realmente no-se puede-hacer. Si en estas ocasiones no se aceptara -el duelo, el dolor de perder- se dedicaría tontamente a trabajar para algo condenado por el sistema al fracaso.

    5.1.2. Funciones cognitivas y emocionales

    El duelo es el reconocimiento de la imposibilidad, y sirve para que se deje de desear insistentemente algo que es inviable. Es como un sistema de borrado de los Proyectos que se han difundido por el cerebro y las estructuras mentales en sus Funciones Cognitivas y Emocionales, ordenando así la fase de entrada: "percepción borrosa, impulsividad, carencia o deficiencia de instrumentos verbales, carencia o deficiencia de orientación espacial o temporal, carencia o deficiencia de la constancia y permanencia del objeto, imprecisión e inexactitud, descentralización o incapacidad para relacionar dos fuentes de información a la vez. Contiene funciones relacionadas con la cantidad y calidad de datos acumulados por el individuo antes de enfrentarse a la resolución del problema". (XVI)

    Luego aparece la fase de elaboración: "dificultad en reconocer la existencia de un problema y en definirlo, insuficiencias para descubrir y relacionar los datos más importantes que definen un problema, carencias o deficiencias de conducta comparativa espontánea, campo mental estrecho o limitado, percepción episódica de la realidad, déficit en el pensamiento lógico, carencia de interiorización del propio comportamiento, restricción del pensamiento hipotético inferencial, carencia de estrategias para verificar hipótesis, dificultad en la elaboración de categorías cognitivas, déficit en la conducta sumativa, deficiencia al establecer relaciones virtuales".

    "Contiene funciones relacionadas con el uso y tratamiento eficaz de la Información disponible, de los datos recogidos". (XVII)

    Por último se da la Fase salida: "formas de comunicación egocéntrica, dificultad para proyectar relaciones virtuales, bloqueo en la comunicación de respuestas, argumentos por ensayo y error, carencia de instrumentos verbales adecuados, carencia de la necesidad de precisión y exactitud en las respuestas, deficiencia en el transporte visual, conducta impulsiva". Contiene funciones que expresan los resultados de las fases de entrada y elaboración.

    Cuando se consume SPAs, cuando le despiden del empleo, cuando se fracasa en una relación amorosa, cuando se arruina; se entiende que hay problemas en las Funciones Cognitivas y, hay que aceptar que la vida no puede seguir igual que antes; que se tiene que vivir de otra manera. Ya no-se-puede contar con la droga, con el dinero del trabajo, o amando y siendo amados por la pareja. Hay en juego un fracaso del deseo o, una evitación dada la situación.

    Ello no implica fracasar en todo y para siempre, sino simplemente en ese conjunto de deseos y emociones que eran una parte de la vida por propia que fuera. Una nueva vida no se improvisa, sino que más bien exige una profunda revisión de la Fase de Elaboración.

    Las redes de hábitos tal vez diseñadas durante años siguen presentando sus credenciales cuando falta aprender a aprehender, a pensar en lo alternativo consolidado, problematizando la vida cotidiana con un constante replanteamiento -en oposición- a la facilidad del diseño anterior. Aprendemos a amar no cuando encontramos a la persona perfecta, sino cuando llegamos a ver de manera perfecta a una persona imperfecta.

    Si se muere un ser querido se tendrá que renunciar de compartir la vida con él. Puede que esa novedad sea difícil de digerir algunas cosas se desearán como si estuviera viva la otra persona, porque se ha puesto en el mecanismo activo, el olvido de programas para la consecución de goces que tenían que ver con ella. Se ha ideologizado el cerebro, ha dispuesto horarios, asuntos pendientes, planes a largo plazo. ¿Cómo se podrá borrar todas esas órdenes que hay programadas?

    Esta es la función de los Programas basados en el Modelo Preventivo de Desarrollo Social e IE; la de ser unos censores que ponen la cruz de imposibles a los deseos para que se re-codifiquen como "no volver a surgir" o "no realizarse ya". Desanimar un deseo, que es todo lo contrario de animarlo, requiere del Modelo Preventivo de Desarrollo Social e IE: "identificación, diferenciación, representación mental, transformación mental, comparación, clasificación, codificación-decodificación, proyección de relaciones virtuales, análisis-síntesis, inferencia lógica, razonamiento analógico, razonamiento transitivo, razonamiento silogístico, pensamiento divergente y razonamiento lógico"; igualmente una laboriosidad sistemática de desactivación y parálisis de los deseos y las emociones. Cada vez que se inmoviliza un deseo y una emoción que todavía se tiene, se da el dolor de esa descarga sobre el cuerpo que justo en ese momento se encendía. El grado de dolor dependerá del número de deseos y emociones que se liquiden y cuán importantes sean para la persona. Si no se eliminan los deseos dañinos, se darían absurdas pretensiones, como el querer dormir abrazados, como siempre se hacía con la pareja que ha muerto.

    "Cortar con una relación afectiva que temporalmente ha dado poca ocasión a tener expectativas a largo plazo dolerá poco, pero un vínculo consolidado y profundo, con un olvido-memoria, rico en programas que canalizan el orden de la sensibilidad, sistema perceptivo, ritmos, valores, emociones, sentimientos, impulsos, un enredo de cosas arraigadas, todo eso no desaparece en un momento en el que digo "sí, ha muerto" No es suficiente, se necesita más trabajo, múltiples procedimientos y rutinas de borrado". (XVIII) La ocasión hay que crearla, no esperar a que llegue, decía Sir Francis Bacon.

    Citas de internet y vínculos

    (x) http://marogris.obolog.com/la-vanidad-360980

    http://www.ayuda-psicologica.info/2009/06/la-vanidad-el-ego-que-nos-pierde-veces.html

    (xi) http://granadablogs.com/ayudapsicologica/page/2/

    (xii) http://www.slideshare.net/incubada/psicologa-de-la-comunicacin-presentation

    (xiii) http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-598860

    (xiv) http://www.cop.es/colegiados/A-00512/cap9_4.html

    (xv) http://www.cop.es/colegiados/A-00512/cap9_4.html

    (xvii) http://www.youblisher.com/p/210186-Please-Add-a-Title/

    (xviii) http://www.cop.es/colegiados/A-00512/cap9_4.html

     

     

    Autor:

    FRANCISCO CASTRO AMÓRTEGUI. PS. PED.

    Programa de Promoción en Prevención hacia el fortalecimiento de los factores protectores con miras a lograr la reversión de los elementos de riesgo.