- Justicia.
- Justicia colombiana enlodada
- Colombianos héroes por la justicia
- Magnicidios de los candidatos presidenciales Jaime Pardo Leal y Bernardo Jaramillo Ossa hasta ahora impunes
Justicia.
Equidad. Equidad económica o financiera. Equidad de género
Igualdad. Igualdad social. Igualdad de sexo o igualdad de género. Igualdad de razas. Igualdad ante la ley.
La realidad de la justicia en Colombia
Justicia colombiana enlodada
Colombianos héroes por la justicia. Genocidio de los militantes de la Unión Patriótica
hasta ahora impune. Magnicidios de los candidatos presidenciales Jaime Pardo Leal y Bernardo Jaramillo Ossa hasta ahora impunes. Magnicidios de los ministros de justicia, Rodrigo Lara Bonilla y Enrique Low Murtra hasta ahora impunes.
Justicia, es:
– Dar a cada uno lo que le pertenece o lo que le corresponde.
– El conjunto de reglas y normas que establecen un marco adecuado para las relaciones entre personas e instituciones, autorizando, prohibiendo y permitiendo acciones específicas en la interacción de individuos e instituciones. Nació de la necesidad de mantener la armonía entre sus integrantes.
Equidad, es:
La tendencia a juzgar con imparcialidad y haciendo uso de la razón.
Equidad económica o financiera, es la distribución justa de la riqueza entre los miembros de una sociedad, la moderación en los precios y la justicia en los términos de un contrato.
Por ejemplo: si una empresa se encuentra en una situación monopólica, tendrá la capacidad de fijar los precios de sus productos o servicios a su antojo. El gobierno, por su parte, deberá establecer las condiciones necesarias para que la actividad comercial se realice con equidad.
Equidad de género, es la igualdad del hombre y la mujer en el uso y control de los bienes y servicios de una sociedad. Esto supone que las mujeres deben recibir la misma remuneración que los hombres por igual tarea. También implica que ambos sexos deben tener poder para la toma de decisiones.
Si un hombre y una mujer se desempeñan en cargos ejecutivos dentro de una empresa, con idénticas responsabilidad y horas de trabajo, ambos tendrán que ganar el mismo sueldo para que exista la equidad de género.
Igualdad, es:
– El trato idéntico que un organismo, estado, empresa, asociación, grupo o individuo brinda a las personas sin que medie ningún tipo de discriminación, o sea, reparo por la raza, sexo, clase social u otra circunstancia de diferencia.
Igualdad social, es el contexto o situación donde las personas tienen los mismos derechos y las mismas oportunidades.
La desigualdad proviene de la injusticia y arbitrariedad del sistema político, económico y social. Cuando propicia la discriminación, explotación y abuso sobre determinadas personas o grupos de personas, impidiéndoles ejercer los derechos para los que están plenamente facultadas por la ley.
Esta es una circunstancia ante la cual se erige, no solo como un derecho sino como un deber, la lucha política y social para establecer las condiciones generales que permitan restituir la dignidad jurídica y moral de la persona y la ciudadanía.
Igualdad de sexo o igualdad de género, es estandarizar las oportunidades existentes de modo tal que puedan repartirse de manera justa entre hombres y mujeres.
Esto con respecto a las diferencias inherentes a la propia condición de la persona en lo que concierne a aspectos biológicos, sociales, laborales, profesionales, por ejemplo, edad, sexo, trabajo, profesión, asociación.
Igualdad de razas, es dar los mismos derechos a todas las personas y no discriminarlas por sus características raciales.
La igualdad se refiere a la raza o grupo étnico: blancos, negros, indios etc. Al sexo: es usual que las mujeres estén por detrás de los hombres a la hora de buscar un empleo, pedir una promoción, cargos directivos, de liderazgos empresariales, de conducción de grupos humanos, o puestos estratégicos. A la nacionalidad, o a las minorías: por ejemplo cuando una persona de origen latino, o de diferente religión se radica en Europa, debe someterse a ámbitos denigrantes, en el trabajo y en la educación.
Igualdad ante la ley, es un principio que reconoce que todos los ciudadanos tienen capacidad para los mismos derechos.
Esta desigualdad tiene su origen en las diferencias de cada persona, en atención a la necesidad que su propia existencia formula y exige, tal sería el caso de quien menos tiene y más necesita, frente al del que más tiene y menos necesita.
Las regulaciones al principio de igualdad tienen un doble carácter: como compensación y como límite. En el primer caso, como compensación, tratan de evitar la injusticia que surge del déficit de facultades y posibilidades que afecta a la persona que debería tener derecho a ellas. En el segundo caso, como límite, trata de evitar los poderes excesivos que concentra o puede concentrar una persona, en detrimento de los derechos de los demás.
La falta de igualdad implica en la mayor parte de los casos una flagrante violación a los derechos humanos universalmente aceptados, y es característica de sociedades poco tolerantes, y poco democráticas. La sociedad, el Estado y el Derecho, han sido creados para atenuar las desigualdades dando más a quien menos tiene y más necesita, y menos a quien más tiene y menos necesita. Cualquier condición discriminatoria ocasiona desigualdad.
El poder absoluto conduce a la desigualdad y la injusticia, presenta sus intereses particulares como si fuesen los intereses generales de la colectividad, impone el bien individual como si fuese el bien común.
La justicia viene a ser equivalente a equidad, en el sentido de que cada quien en uso de su libertad, puede luchar por aquello que considera le corresponde sin afectar los derechos de los demás.
El Estado y el Derecho deben establecer las condiciones que permitan al sujeto realizar las acciones necesarias para alcanzar los fines que se ha propuesto, removiendo de entrada los obstáculos en sus propósitos, eliminando toda condición discriminatoria que sería la verdadera desigualdad.
La igualdad existe como imperativo moral y jurídico para todos, en el caso de los derechos humanos fundamentales: el derecho a la vida, a la libertad, a la dignidad, y a la justicia.
La desigualdad se presenta, al menos, en tres situaciones principales.
La realidad de la justicia en Colombia
En Colombia, al menos 350 municipios, uno de cada tres, o el 31%, no tienen presencia de jueces, muestra clara de que no opera en la práctica el Estado Social de Derecho.
La probabilidad de condena por un delito no supera el 20%. En el caso de homicidio, tal probabilidad gira en torno al 3%.
Según el Foro Económico Mundial 2011-2012, en el ámbito internacional, el sistema judicial del país está evaluado como ineficiente: ocupa el puesto 88 dentro de 142 países el sexto lugar como la justicia más lenta en el mundo y la tercera más lenta de América Latina y el Caribe. Un proceso puede tardar, en promedio, 1.346 días.
En cuanto a la congestión, se estima que de seguir el ritmo actual, el sistema tardaría al menos diez años en ponerse al día. Y los altos índices de impunidad son dramáticos: 98% de impunidad en casos de violencia sexual. Los recursos económicos, de infraestructura y de talento humano son insuficientes.
Justicia colombiana enlodada
Las Cortes lucen distinto hoy: La imagen más fresca que tenemos de la Corte Suprema de Justicia, para vergüenza nacional, es la del crucero que hizo por el Caribe, en permiso remunerado, la presidenta Ruth Mariana Díaz. En él se colaron como por arte de birlibirloque, varios magistrados del Tribunal de Bogotá y uno de Villavicencio, algunos aspirantes a entrar a la Corte Suprema de Justicia.
Está por un lado el tema de los permisos remunerados, traducidos en la extravagante cifra de cinco días hábiles por mes. Pero está lo que se infiere por el otro lado, las amistades entre los miembros de la cúpula, los enroques, los favores, los nombramientos.
El Consejo Superior de la Judicatura es una máquina de burocracia e ineficiencia.
A la Corte Constitucional, la Supercorte, esa joya de la corona de las altas esferas judiciales, que tiene en su haber un giro hacia una tendencia mucho más conservadora que puede constatar en términos garantistas, han llegado magistrados bastante cuestionados, como el recientemente posesionado Alberto Rojas Ríos nominado por el Consejo de Estado, otro órgano trabado en la confección de sus providencias.
Acá estamos hablando de una verdadera crisis que aqueja a esta rama del poder público…Ahí están los nombramientos, los carruseles, los amiguísimos políticos, el miedo al procurador Alejandro Ordóñez y, en últimas, lo que más importa: las sentencias.
Colombianos héroes por la justicia
Genocidio de los militantes de la Unión Patriótica hasta ahora impune.
Dos candidatos presidenciales Jaime Pardo Leal y Bernardo Jaramillo Ossa, 8 congresistas, 13
Diputados, 70 concejales, 11 alcaldes y miles de sus militantes fueron asesinados por grupos paramilitares, elementos de las fuerzas de seguridad del Estado colombiano y narcotraficantes. Algunos de los sobrevivientes al extermino abandonaron el país. La Comisión Intereclesial de Justicia y Paz afirma que más de 4 000 miembros de dicha organización política murieron en las dos décadas siguientes.
La Unión Patriótica (UP) fue un partido político de Colombia, fundado en 1985 como parte de una propuesta política legal de varios actores sociales, entre ellos las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que es el grupo guerrillero más antiguo y numeroso del país (reconocido por la Unión Europea como terrorista). Con el tiempo, el partido se constituyó como ajeno a la lucha armada de este grupo alzado en armas. El Partido Comunista Colombiano (PCC) también participó en la formación y organización de la UP.
La UP nació en un proceso de paz que adelantó la guerrilla de las FARC con el gobierno de Belisario Betancur. En 1986 su candidato Jaime Pardo Leal llegó a obtener el 4,6% de la votación, alcanzando el tercer lugar en las elecciones presidenciales.
El narcotraficante Gonzalo Rodríguez Gacha inició una guerra particular en contra de las FARC, con la cual impulsó el asesinato sistemático de los miembros de la Unión Patriótica, al considerarlos la parte política del grupo guerrillero.
En ese exterminio no sólo participó Rodríguez Gacha, sino que también lo hicieron los nacientes grupos paramilitares de la extrema derecha, que en la próxima década se aglutinarían en las Autodefensas Unidas de Colombia, en algunas ocasiones en coordinación, inclusión y colaboración con miembros de seguridad del Estado. Se desconoce la cifra total de militantes o simpatizantes de la UP que fueron asesinados.
La gran mayoría de estos homicidios no cuentan con condenas. En algunos casos puntuales se condenó a autores materiales, pero los autores intelectuales siguieron en la impunidad. Las víctimas sobrevivientes y sus familiares han aportado testimonios y pruebas de la participación de miembros de las fuerzas de seguridad del estado colombiano en varios de los hechos criminales.
Un abogado defensor de las víctimas de la Unión Patriótica, Eduardo Umaña Mendoza, fue asesinado en los años 90 en su propia oficina de Bogotá.
En 1993 se interpuso ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) una demanda contra el estado colombiano por su responsabilidad y participación en los crímenes contra la UP.
Magnicidios de los candidatos presidenciales Jaime Pardo Leal y Bernardo Jaramillo Ossa hasta ahora impunes
Jaime Pardo Leal
Bernardo Jaramillo Ossa
Jaime Pardo Leal. Fue abogado y político colombiano por el partido de la Unión Patriótica.
1941. Nació en Ubaque, Cundinamarca, Colombia, el 28 de marzo .
1987. Fue asesinado en la Mesa, Cundinamarca, el 11 de octubre.
Biografía.
– Realizó sus estudios superiores en la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad Nacional de Colombia. Durante esta etapa fue un activo dirigente estudiantil y de la JUCO (Juventud Comunista Colombiana).
– Fue juez, magistrado del Tribunal Superior de Cundinamarca y candidato a la Corte Suprema de Justicia.
– Fundador de la Asociación Nacional de Empleados de la Rama Judicial (ASONAL-Judicial), organización sindical de la que fue su primer presidente.
- Como miembro del Comité Central del Partido Comunista Colombiano fue impulsor de la Unión Patriótica (U.P.), de la cual fue su primer candidato presidencial para las elecciones de 1986, logrando 320.000 votos, cifra récord para la izquierda colombiana de la época.
– Denunció alianzas de la clase política con el narcotráfico y el paramilitarismo. Su asesinato es parte del genocidio político que se desató contra los integrantes de la Unión Patriótica que en ese momento contabilizaba 471 de sus miembros asesinados desde 1985.
Bernardo Jaramillo Ossa. También abogado y político colombiano por el partido de la Unión Patriótica.
1955. Nació en Manizales el 2 de septiembre.
1990. Fue asesinado en Bogotá el 22 de marzo, en el terminal aéreo cuando esperaba un vuelo con destino a Santa Marta donde tomaría vacaciones.
Biografía.
– Fundó un restaurante popular cuando estaba en secundaria. Ingresó a las filas de la Juventud Comunista donde alcanzó posiciones de liderato.
– Se graduó como abogado en la Universidad de Caldas en junio de 1981.
– Se unió a la UP una vez fundada en 1985 . Más tarde en las elecciones de 1988 ocupó el escaño de Senador de la República. Después del asesinato de Jaime Pardo Leal asumió la presidencia de la UP y fue miembro del Senado de la República.
– Exigía el fin de los grupos paramilitares quienes ya habían asesinado para esa época a más de 300 militantes del movimiento.
– Después de la muerte del candidato del partido liberal Luis Carlos Galán, fue elegido candidato presidencial para el periodo 1990-1994 y obtuvo una inmensa popularidad por sus constantes llamados a la paz, sus denuncias de impunidad y tolerancia oficial con el paramilitarismo y las alianzas de este con el narcotráfico.
Magnicidios de los ministros de justicia, Rodrigo Lara Bonilla y Enrique Low Murtra hasta ahora impunes.
Rodrigo Lara Bonilla
Enrique Low Murtra
Rodrigo Lara Bonilla. El 30 de abril de 1984 fue asesinado en Bogotá el ministro de Justicia Rodrigo Lara Bonilla. Su muerte constituyó la declaratoria de guerra del cartel de Medellín al Estado y la sociedad colombiana. Desde entonces, el país vive un enfrentamiento inconcluso contra el narcotráfico. Este primer magnicidio partió en dos la historia contemporánea de Colombia, y desde entonces imperan los vacíos que dejan el lastre de la impunidad.
Enrique Low Murtra. Igualmente un 30 de abril, pero de 1991, también fue asesinado en Bogotá el ministro de Justicia Enrique Low Murtra. Como Lara Bonilla, murió acribillado por los sicarios del cartel de Medellín, a quienes enfrentó promoviendo su extradición o persiguiendo sus capitales ilícitos.
Entre los dos magnicidios ocurridos el último día de abril, Colombia vivió una época tormentosa. Decenas de asesinatos políticos, de crímenes de policías en estado de indefensión, de carros bombas que segaron la vida de centenares de inocentes ciudadanos. Una sangrienta cronología de violencia orientada por el cartel de Medellín, o su fachada política de los extraditables, que dejó inadvertidas secuelas y enlaces en el mundo del narcotráfico.
Dos décadas después, seguía Pablo Escobar Gaviria siendo protagonista en el mundo clandestino de la droga. Pero un día de diciembre de 1993 fue abatido en la capital antioqueña. Como si no fuera necesario seguir investigando a su organización delictiva, la justicia optó por concentrarse en otros carteles de la droga. Vino el escándalo del 8.000, después el desorbitado auge del paramilitarismo o de la guerrilla, pero nunca quedó una conclusión procesal y para la historia de quiénes hicieron parte de esa máquina del terror que se llamó el cartel de Medellín y que no eran únicamente el capo de capos y sus secuaces.
Fuentes: http://definicion.de/equidad/
http://www.laprensa.com.ni/2011/07/17/opinion/66946-igualdad-justicia-equidad
http://www.definicionabc.com/social/igualdad.php#ixzz2RVN0QYztDefinición de igualdad – Qué es, Significado y Concepto http://definicion.de/igualdad/#ixzz2RVNRZtsb
El Espectador, Redacción Política: 18 Julio 2012, 29 de Abril de 2009, 15 de junio de 2013.
Autor:
Rafael Bolívar Grimaldos