La falta de comunicación como violencia psicológica en la relación conyugal
Enviado por Ileana Álvarez Fundora
Resumen
Se reflexionasobre la violencia en sus múltiples manifestaciones y en los diferentes ámbitos en los que se desarrolla, adentrándose en la intrafamiliar donde la falta de comunicación constituye un generador de violencia, partiendo de las contradicciones que la incomunicación genera.
Se describe el fenómeno en la actualidad donde existen características en la organización familiar contemporáneas que facilitan suaparición,constituyendo un problema social, no privado. Relaciona además la situación en nuestro país , donde si se toma en cuenta la naturaleza de nuestrosistema sociopolítico que promueve la solidaridad entre las personas, así como el desarrollo social alcanzado por Cuba en diferentes esferas y la existencia de una amplia red de instituciones que actúan a nivel comunitario, suponiendo que los niveles cubanos de violencia intrafamiliar son inferiores, tanto en cantidad como en gravedad de los hechos en cuestión, a los prevalecientes en la mayoría de los restantes países latinoamericanos. Pero, desafortunadamente, esto no puede comprobarse.
Se referencian las repercusiones en diferentes ámbitos como: La salud dada por enfermedades psicosomáticas, depresión. En el trabajo,al disminuir del rendimiento laboral, ausentismo y en la educación de los hijos, niños víctimas o testigo de la violencia intrafamiliar., entre otros. Así como diversos elementos que ayudan a retomar el camino de la comunicación y el entendimiento aunque no son los únicos ni se considera tarea fácil.
Los organismos internacionales han definido Género como un "conjunto de pautas de conducta o patrones de relaciones asignados a cada sexo en las diferentes culturas. Se utiliza para demarcar las diferencias socioculturales que existen entre hombres y mujeres y que son impuestas por el sistema de organización político, económico, cultural y social, y por lo tanto, son modificables.
Es así que el término "género" se refiere a las diferencias y relaciones sociales entre los hombres y las mujeres, que son adquiridas y que pueden evolucionar a lo largo del tiempo y que varían entre las sociedades y culturas; a menudo se producen cambios en los roles de género como respuesta al cambio de las circunstancias económicas, naturales o políticas, incluidos los esfuerzos por el desarrollo.
Se ha logrado generar diversas iniciativas, donde se han incorporado medidas tendientes a dar respuesta a las necesidades de mujeres y hombres, las que están presentes en la difusión de programas, proyectos y promoción con enfoque de Género.
Se debe mantener el compromiso y el desafío de continuar trabajando para elaborar estrategias y generar instrumentos que permitan mantener y seguir impulsando mejoras en la incorporación del enfoque de equidad de género. De esta manera impedir retrocesos y ampliar mecanismos en los que se pueda continuar velando por disminuir inequidades, brechas y/o barreras entre hombres y mujeres, con el fin de avanzar en mejorar los niveles de igualdad de oportunidades y la equidad de género.
Es el desempeño social que la persona tiene de ser hombre o mujer, la manera en que interpreta, asume y desempeña determinados papeles asignados por la sociedad, incluye actitudes y comportamientos impuestos por la cultura estosson susceptibles de cambio, modificación y reinterpretación.
A pesar de los esfuerzos realizados por difundir y promover ideas acerca de la igualdad entre los géneros, ciertas premisas de un sistema de creencias más amplias, siguen subsistiendo en la población, entre alguna de las premisas que se mantienen, se encuentra que:
– La mujer es inferior al hombre- El hombre es el jefe del hogar
– La privacidad del hogar debe ser defendida de las regularidades externas
Estos sistemas de creencias siguen regulando y legitiman el uso de la fuerza como instrumento de poder dentro de las relaciones interpersonales generando la violencia.
Se entiende por violencia de género: "el ejercicio de la violencia que refleja la asimetría existente en las relaciones de poder entre varones y mujeres, y que perpetúa la subordinación y desvalorización de lo femenino frente a lo masculino.
Esta se caracteriza por responder al patriarcado como sistema simbólico que determina un conjunto de prácticas cotidianas concretas, que niegan los derechos de las mujeres y reproducen el desequilibrio y la inequidad existentes entre los sexos. La diferencia entre este tipo de violencia y otras formas de agresión y coerción estriba en que en este caso el factor de riesgo o de vulnerabilidad es el solo hecho de ser mujer."
Desde siempre las creencias y valores acerca de la mujer y de los hombres han caracterizado la sociedad patriarcal, donde se define al varón como superior por naturaleza.La violencia se expresa tanto en escenarios del ámbito privado como público, ejemplos:
discriminación hacia la mujer ( laboral, político, institucional)
Acoso sexual
Violación
Tráfico de mujeres
Prostitución, uso del cuerpo femenino como objeto de consumo.
Maltrato físico, psicológico, social, sexual.
Una característica singular de la violencia es su capacidad para multiplicarse y expandir sus dinámicas y consecuencias. La violencia se aprende, algunos ámbitos sociales pueden actuar como matrices donde se propagan sus formas y efectos. La familia puede obrar alternativamente como reproductora de culturas de convivencia o de violencia según los resortes que se activen. Esto ilustra cómo la violencia constituye un síndrome complejo que integra diferentes formas de agresión y afecta diferentes grupos sociales.
La violencia de género causa más muertes e incapacidad entre las mujeres de 15 a 44 años que el cáncer, la malaria, los accidentes de tráfico e incluso que la guerra. (PANOS, 1998).La violencia, a fuerza de cotidiana, se nos va volviendo casi imperceptible. No le damos el espacio que requiere en nuestra conciencia individual y colectiva, tratándonos ciertamente de una realidad compleja, nos resistimos a percibirla y se nos dificulta pensarla.
En general se habla de violencia en aquellos casos que es visible, y se asocia el acto violento, a la lesión física. Esta forma de interpretarla hace que se limite en los registros cotidianos a los episodios sangrientos, y letales, como si la vida sólo se alterara con su liquidación y no con esa inmensa variedad de formas de entristecerla, hacerla menos feliz, y placentera.
El sector salud detecta y registra preferencialmente la violencia cuando tiene tales connotaciones, pero posee mínimos registros de la violencia que se produce en la cotidianidad del hogar, que no mata pero que perjudica la calidad de vida y por lo tanto el estado de salud.
La motivación para la realización del este trabajo es abordar la violencia intrafamiliar es decir, contra la mujer, pero específicamente la que ejerce contra ellas su compañero de pareja de forma psicológica ya que resulta sumamente compleja por las múltiples aristas que la conforman, pero sin duda la concepción misma del maltrato no puede desvincularse de la situación de la mujer y de la forma en que ellas asumen su subjetividad.
La violencia conyugal es una problemática tan extendida como oculta. Existen muchas razones por las cuales tanto la víctima como el victimario intentan disimular y ocultar la situación de maltrato. Es por eso que sólo cuando la Violencia provoca graves daños físicos o psíquicos, el fenómeno se vuelve visible para los demás
En la actualidad la violencia contra la mujer por parte de su pareja o ex-pareja está generalizada en el mundo, dándose en todos los grupos sociales independientemente de su nivel económico, cultural o cualquier otra consideración. Aun siendo de difícil cuantificación, dado que no todos los casos trascienden más allá del ámbito de la pareja, se supone que un elevado número de mujeres sufren o han sufrido este tipo de violencia.
En la pareja el maltrato es mayoritariamente ejercido por él contra ella. Tiene unas causas específicas: los intentos del hombre por dominar a la mujer, la baja estima que determinados hombres tienen de las mujeres; causas que conducen a procurar instaurar una relación de dominio mediante desprecios, amenazas y golpes.
Los rasgos más visibles del maltrato son las palizas y los asesinatos, son los que trascienden del ámbito de la pareja; sin embargo, los maltratos de «baja intensidad», los maltratos psíquicos que mantenidos en el tiempo socavan la autoestima de la mujer, son los que mayoritariamente se dan. Cuando trasciende un caso de maltratos, la mujer puede llevar años sufriéndolos. Y si los maltratos pueden producirse en cualquier etapa de la historia de la pareja, es en el momento de la ruptura y tras esta, si se produce, cuando llegan a exacerbarse.
La Violencia psicológica no resulta fácil de definir o reconocer, pero en términos generales se designa como el uso deliberado del abuso psicológico, incluyendo el maltrato verbal, acoso, aislamiento y privación de los recursos físicos, financieros y personales, para controlar y manipular a la pareja o al ambiente más cercano. Hay violencia cuando se ataca la integridad emocional o espiritual de una persona y no sólo es violencia el abuso físico, los golpes, o las heridas; más terrible es la violencia psicológica por el trauma que causa porque todo el mundo no la puede ver. Los insultos incesantes y la tiranía que constituyen el maltrato emocional y psicológico socavan eficazmente la seguridad y la confianza de la víctima en sí misma.
La violencia psicológica precede a la violencia física durante, a veces, años. La violencia psicológica es, despreciar a la persona maltratada, insultarla de tal manera, que llega un momento en que esa persona maltratada psicológicamente, ya cree que se merece el maltrato. Hay maltratados psicológicamente se avergüenzan por lo que les sucede y que hasta se creen merecedores de los abusos. Por eso prefieren mantenerlos en secreto y así esa situación puede prolongarse durante años. Los que maltratan psicológicamente a sus víctimas lo hacen de acuerdo a un patrón de abuso.
Manifestaciones de la violencia psicológica
Abuso verbal: Rebajar, insultar, ridiculizar, humillar, utilizar juegos mentales e ironías para confundir, etc.
Intimidación: Asustar con miradas, gestos o gritos. Arrojar objetos o destrozar la propiedad.
Amenazas: De herir, matar, suicidarse, llevarse a los niños.
Abuso económico: Control abusivo de finanzas, recompensas o castigos monetarios, impedirle trabajar aunque sea necesario para el sostén de la familia, etc.
Abuso sexual: Imposición del uso de anticonceptivos, presiones para abortar, menosprecio sexual, imposición de relaciones sexuales contra la propia voluntad o contrarias a la naturaleza.
Aislamiento: Control abusivo de la vida del otro, mediante vigilancia de sus actos y movimientos, escucha de sus conversaciones, impedimento de cultivar amistades, etc. Se le hace el vacío a la víctima, ni le hablan, ni la miran y entonces se va creyendo que se merece ese trato.
Desprecio: Tratar al otro como inferior, tomar las decisiones importantes sin consultar al otro.
Si bien es cierto lo anteriormente expuesto qué decir entonces acerca de la privación de la comunicación como otra forma peculiar y común de la violencia conyugal….Suponer lo que el otro dice y no preguntar directamente, hace que se vayan generando malas interpretaciones, se emitan respuestas a partir de las suposiciones y por ende empiece un conflicto creciente como una bola de nieve.
Partiendo de la sabiduría popular, esa que está a flor de piel, admite que la base de la mayoría de los conflictos en la pareja está basada en la incomunicación, la incapacidad de la pareja de encontrar herramientas para expresar sus puntos de vista.
En muchas relaciones se establece una serie de dinámicas, conocidas como "juegos de comunicación", que acaban por destruirla. Todos esos juegos parten de una presuposición del "te conozco como si te hubiera parido" tan común en nuestros días, que conducen generalmente a malas interpretaciones.
Cuando un miembro de la pareja está más preocupado por decir que por escuchar, se establece un juego de poderes que suele expresarse de forma agresiva, mediante gritos, ironías, gestos el medidor de la relación anda en rojo.
Hoy día es un problema mundial oculto. La liberación de la amenaza del hostigamiento, el maltrato y el abuso es un concepto difícil de imaginar ya que la violencia es una parte tan arraigada a las vidas y culturas en cualquier sociedad, donde el hombre domina a la mujer.
Actualmente la violencia psicológica en contra de la mujer ocurre con una frecuencia desconcertante producto al estilo patriarcal en que se desarrolla la población mundial.
A pesar de la igualdad de género que reconocen las leyes, la violencia intrafamiliar y dentro de ella la ejercida contra la mujer es un fenómeno que está presente en la familia cubana, aunque en la mayoría de los casos permanezca oculto
El trabajo de prevención y atención a la violencia intrafamiliar en Cuba se realiza desde el triunfo de la Revolución en 1959, teniendo en cuenta que es reflejo de la cultura patriarcal, en la que desiguales relaciones de poder imponen generalmente a la mujer, un rol de subordinación. Se trabaja por modificar este modelo autocrático de familia en que la mujer tiene desventajas específicas, por un modelo cada vez más democrático en el que todos participen y sean tenidos en cuenta.
La familia es la célula fundamental de la sociedad y como tal el estado cubano crea las condiciones para su mejor desarrollo, facilitando a toda la población medios decorosos de subsistencia, el acceso a la salud, educación y cultura, entre otros, lo que sienta las bases para una existencia más plena y feliz.
El código de Familia postula que: El matrimonio se instituye sobre la base de la igualdad de derecho y deberes de ambos cónyuges, quienes tendrán de vivir juntos, guardase la lealtad, la consideración y el respeto debido y ayudarse mutuamente; así como cuidar la familia que han creado y cooperar el uno con el otro en la educación, formación y guía de los hijos conforme a los principios de la moral socialista
Consecuentemente al proceso las mujeres están más seguras en la calle de lo que están en su propio hogar. Esta violencia está tan entretejida en nuestras sociedades que muchas de las mujeres que son víctimas sienten que ellas son las culpables.
Se dice que la violencia constituye una ofensa intolerable a la dignidad y la seguridad de la mujer y una violación flagrante de sus derechos y libertades fundamentales. Cuando la mujer tiene y mantiene una relación violenta, afirma sentirse degradada, siente vergüenza y culpa, como no pueden defenderse ante la agresión abusiva del más fuerte, las mujeres se sienten impotentes, anuladas, disminuye su autoestima, la imagen personal va deteriorándose gradualmente, surge el resentimiento y se crea desconfianza hacia los demás y hacia el medio social. Unido a otras consecuencias de mayor envergadura como son:
Consecuencias para la salud Homicidio Lesiones durante el embarazo Lesiones a los niños Embarazo no deseado y a temprana edad Vulnerabilidad a las enfermedades Suicidio Problemas de salud mental.
Tomando en cuenta la naturaleza del sistema sociopolítico, que promueve la solidaridad entre las personas, así como el desarrollo social alcanzado por Cuba en diferentes esferas y la existencia de una amplia red de instituciones que actúan a nivel comunitario, puede suponerse que los niveles cubanos de violencia intrafamiliar son inferiores, tanto en cantidad como en gravedad de los hechos en cuestión, a los prevalecientes en la mayoría de los restantes países latinoamericanos. Pero, desafortunadamente, esto no puede comprobarse.
Cuba es un país con una cultura patriarcal entronizada en la identidad de las y los cubanos, en la forma de concebir y materializar las relaciones intergenéricas y, por ende, en la socialización de género que predomina aún en la sociedad.
Para una sociedad humanista como la cubana, el hecho de que haya violencia en una familia, una forma de violencia –aunque sea una– en un barrio o una comunidad, debe ser preocupación de todos, por eso la lucha contra la violencia intrafamiliar es tarea de todos.
Sin lugar a duda, cuandose establece la incomunicación en la pareja, aunque difícil, no es imposible, retomar la senda de la unión. Basta algo de esfuerzo por cada una de las partes para mejorar el proceso, pues la mayoría de los problemas que parecen más difíciles en las parejas surgen por no expresar los sentimientos.
Entenderse, comunicarse, son las bases del amor; son los pilares que sostienen la pasión cuando el deslumbramiento nos permite ver a nuestra pareja en todo su esplendor, es decir, como en realidad es.
¿Cómo quebrar la pared que nos separa al uno del otro? Los especialistas afirman que retomar el camino de la comunicación y el entendimiento no es tan difícil. Si realmente la relación está establecida por encima del nivel del deseo carnal o sexual, no todo está perdido.
Lo primero sería exponer abiertamente, y sin discutir, lo que realmente molesta de la otra parte. Recomiendan que se utilicen frases que te hagan protagonista, como: "Me siento rechazada cuando haces esto", en lugar de otras basadas en buscar culpables, por ejemplo: "Eres un egoísta". Esta última afirmación puede interpretarse como un ataque o insulto.
Al exponer el punto de vista es preferible centrarse en los sentimientos del que habla. En vez de decir "Te fuiste sin decirme nada", pudiera ser: "Cuando te fuiste sin decirme nada, me sentí dolido y al parecer no te importó". Entonces ya se dio el paso primero.
Lo siguiente sería realizar actividades que impliquen intimidad y contacto físico, pero que no tengan el sexo como objetivo primordial. Digamos , darse masajes, bañarse juntos, abrazarse También ayuda ir juntos a actividades de ocio y diversión. Es vital elegir aquellas que gusten a ambos miembros y que no generen motivos de discusión.
Este es el ABC de toda relación que pretenda ser duradera. Si no compartes tus pensamientos y preocupaciones, nadie va a adivinar qué es lo que está sucediendo, y las suposiciones pueden llevar por caminos equivocados. Lo importante es que la pareja se comunique especificando lo que trataron de transmitir. Una simple pregunta puede aclarar cualquier error de interpretación y evitar futuros episodios violentos.
Toda relación debe estar fundada en el amor, pero este solo puede concebirse desde la comunicación y el entendimiento. Es dejar de pensar o sentirse en el yo para convertirse en nosotros; pues en definitiva hablar, escuchar, comprender y amar es toda una misma cosa, es el ingrediente fundamental de toda relación
Artículo: Las mujeres del Cerro tienen la llave para detener la violencia de género. Disponible en: "www.ipscuba.net". Consultado: 28 de marzo de 2012.
Artículo: La inseguridad en tu propia casa es Violencia de género. Disponible en: "www.ipscuba.net". Consultado: 28 de marzo de 2012
García T. La violencia: un virus que debemos detener. Rev Avances Médicos de Cuba. Año IX No.30, 2002.p:32-35.
http://es.wikipedia.org. Violencia contra la mujer.
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Autor:
*Lic. Olga L. Ramírez Ginart.
**Lic. Irianne Suárez Díaz.
***Lic. Jail Aragón Figueredo.
****Lic. Yaismarais Herrera Martínez
*****Lic. Neida Matos Pérez
****** Lic. Mirlan Alvarado Moreno
* Profesor Asistente y Lic. en Tecnología de la Salud en el Perfil `Atención Estomatológica.
**Profesor Asistente y Lic. en Tecnología de la Salud en el PerfilAtención Estomatológica.
***Profesor Asistente y Lic. en Tecnología de la Salud en el Perfil Higiene y Epidemiología.
****Profesor Asistente y Lic. en Tecnología de la Salud en el Perfil Nutrición y Dietética.
***** Lic. en Tecnología de la Salud en el Perfil `Terapia Física y Rehabilitación.
******Lic. en Tecnología de la Salud en el Perfil Laboratorio Clínico.
Enviado por:
IleanaÁlvarez Fundora
VII TALLER DE GÉNERO CULTURA Y SOCIEDAD
Tema: Violencia, actualidad y consecuencias.
INSTITUCION: UNIDAD DE CIENCIAS MÉDICAS "Dr. Mario Muños." Colón
2015