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La interrelación universidad-empresa en la labor educativa profesional

Enviado por albertocar


    1. Resumen
    2. El papel de la universidad en la formación de los profesionales
    3. El papel de la empresa en la formación de los profesionales
    4. Conclusiones
    5. Bibliografía

    RESUMEN.

    El presente trabajo trata acerca del papel que desempeñan la Universidad y la Empresa dentro de la sociedad, así como su interrelación. Expresa la necesidad de éste vínculo para propiciar los cambios que exigen los tiempos actuales. Trata, en materia de pedagogía de la formación del profesional, algunas reflexiones sobre los principios fundamentales que deben aplicarse, tomando como referencia la situación que predomina en la actualidad en Cuba y América Latina.

    ABSTRACT.

    The present work tries about the paper that you/they carry out, the University and the Company inside the society, as well as its interrelation. Expressed the necessity of this bond to propitiate the changes that demand the current times. It tries, as regards pedagogy of the professional's formation, some reflections on the fundamental principles that should be applied, taking like reference the situation that prevails at the present time in Cuba.

    INTRODUCCIÓN.

    En muchas ocasiones se plantea la necesidad de mejorar las relaciones entre las instituciones educativas y las organizaciones empresariales como parte de los esfuerzos encaminados a enfrentar el cambio que exigen las actuales condiciones, caracterizadas por:

    • Desarrollo acelerado de las diversas ciencias y cambios bruscos de las tecnologías.
    • Rápido desplazamiento de la información y de los descubrimientos científico-técnicos.
    • Nuevas exigencias por la mejora continua de la calidad y de la diversidad de los productos y los servicios, con una tendencia al rápido incremento de estos últimos.
    • El conocimiento como una necesidad ineludible y un producto principal de la sociedad.
    • La ciencia y la tecnología como bases y soportes principales para la solución de los crecientes y diversos problemas que enfrenta la humanidad.
    • La ideología como arma fundamental en la batalla por la justicia social por parte de unas naciones y por el liderazgo y el poderío por parte de otras.
    • Una tendencia a la generalización de la globalización hacia las diversas esferas:
    • de las finanzas y el capital.
    • de los mercados y las competencias.
    • de la tecnología, la investigación y el desarrollo de los conocimientos correspondientes.
    • de las formas de vida y los modelos de consumo
    • de las competencias reguladoras, la gobernación y la unificación política del mundo.
    • de las percepciones y la conciencia planetaria, derivada del desarrollo de procesos culturales centrados en la idea de una sola tierra y de movimientos que promueven el concepto de ciudadano del mundo, (Cervante et. all, 1999 ).

    Algunos autores (Abreu, 1998), resumen los aspectos anteriores en tres grandes bloques:

    • Globalización de la economía.
    • Competitividad internacional.
    • Desarrollo basado cada vez más en el conocimiento y la innovación tecnológica.

    En este contexto se precisa potenciar al máximo la inserción armónica de la universidad en la vida social, a fin de que en la formación de los egresados se pueda cumplir satisfactoriamente lo que algunos autores denominan primera ley de la pedagogía, que regula: "La relación de la escuela con la vida" (Alvarez, 1998 y 1999).

    Todo ello sugiere la necesidad de realizar un análisis sobre: qué papel le corresponde desempeñar a la universidad y a las organizaciones empresariales dentro de la sociedad, en estas condiciones especiales y predominantes, con vistas a lograr la potenciación de fuerzas que permitan preparar un hombre pleno e integral, listo para enfrentar el cambio y convertirlo en el recurso primario para mejorar su propia calidad de vida.

    El objetivo del presente trabajo es presentar algunas experiencias y reflexiones de los autores sobre posibles soluciones para esta problemática, consistentes en potenciar la interrelación universidad empresa, con el propósito de reducir el impacto entre la formación académica y la realidad de la práctica en su desempeño profesional y que puedan servir de referencia para el trabajo de profesionales de la enseñanza superior.

    EL PAPEL DE LA UNIVERSIDAD EN LA FORMACIÓN DE LOS PROFESIONALES.

    ¿Qué significan y qué papel deben desempeñar en la sociedad la universidad y la organización empresarial en la formación y desarrollo de los profesionales?.

    La misión primera y más importante de la universidad es la de formar hombres integrales preparados para la vida, profesionales competentes con una cultura general basta, centrada en cuatro vertientes fundamentales: lo científico-técnico, lo económico-ecológico, lo político-moral y una adecuada preparación en la apreciación de las artes.

    En este proceso cobra importancia cardinal la formación y desarrollo de valores, lo que deberá ser encausado, dentro del proceso docente educativo, en todas sus dimensiones (lo académico, laboral e investigativo), o sea, "La educación a través de la instrucción", (Alvarez, 1998), o como lo llaman algunos autores: la segunda ley de la pedagogía:.

    Pero no es éste el único rol que debe desempeñar la universidad. Existen otras tareas que no son independientes de la primera, que como un gran sistema, están plenamente integradas sirviendo unas a las otras y fortaleciendo el papel de formar a los futuros profesionales y capacitar a los que ya están en el ejercicio de su profesión. Entre estas funciones se destacan:

    • La solución de problemas en las entidades de producción y servicios mediante estudios de investigación científica.
    • La prestación de servicios científico-técnico a estas instituciones.
    • El intercambio cultural con la comunidad.
    • Asesoramiento para la introducción de nuevas tecnologías.
    • La capacitación de los cuadros y profesionales de las entidades y organismos de las diversas esferas en la sociedad, etc.

    En el Proceso de Formación del Profesional se destacan tres eslabones del trabajo docente educativo: el diseño curricular; la dinámica pedagógica, que tiene lugar durante la aplicación del mismo y la evaluación del aprendizaje.

    El diseño curricular se inicia en el escenario de las diversas ramas de la economía, la política, la cultura y de la sociedad en general, donde se determina el encargo social de la formación de los nuevos profesionales. Es mediante el mismo que se establecen los primeros vínculos entre la universidad y el resto de las demás entidades. Se trata de que la universidad tenga un dominio total de las características del tipo de labor que deberá desarrollar el futuro egresado para, a partir de aquí, determinar cuáles serán los objetivos y con ellos determinar los conocimientos, las habilidades y los valores que deben ser formados y desarrollados en los estudiantes.

    La pedagogía entra en plena acción junto a otras ciencias y ramas del saber humano para dar lugar a otro proceso ya mencionado: la dinámica pedagógica. Si ambos no se estructuran bien, puede suceder, y es lo más seguro, que el producto que sale de la universidad no se corresponda con las exigencias de la sociedad en las esferas de que se trate.

    Sin embargo, lo más común en los países de América Latina y en otros continentes, incluyendo países más desarrollados, es una desarticulación entre las empresas donde se ejecutan las labores para las cuales se preparan los futuros profesionales de esas instituciones y las escuelas técnicas que forman a dichos estudiantes. En muchas ocasiones ello responde a intereses aparentemente distintos entre las entidades productivas y educativas, lo cual no es más que el primer e imperdonable error que se comete. Cuba, un país que avanza y es ejemplo en este sentido, donde el principio de vinculación de la universidad con las empresas está legalmente instituido, aún observa inconvenientes como:

    • Dificultades en la aceptación de estudiantes en algunas fábricas o centros de servicios, pues "molestan".
    • Insuficiencia de recursos necesarios para el desarrollo exitoso de las prácticas laborales e investigativas. Falta del asesoramiento que requieren los estudiantes por parte del personal especializado de determinadas empresas.
    • Celos y temor por parte de algunos funcionarios a ser desplazados por estudiantes de altos rendimientos que demuestran dominio y amor por la profesión.
    • Rechazo a la entrega de información y a las críticas que, en no pocas ocasiones, realizan los estudiantes con acierto, entre otras.

    El Dr. C. Fernando Vecino Alegret, Ministro de Educación Superior de Cuba, en el XX Seminario Nacional de Preparación para dirigentes nacionales de Educación Superior, fundamentó el proceso de perfeccionamiento que vive hoy la universidad cubana, destacando la importancia de fortalecer el vínculo universidad-empresa, atendiendo al principio martiano de estudio-trabajo, reafirmó el propósito de lograr la integralidad del profesional, precisando como tarea de primer orden la formación político ideológica, revolucionaria y científica de los estudiantes. Señaló que el profesional que la universidad está en la obligación de formar, debe poseer los conocimientos, habilidades y valores necesarios para darle solución a los problemas que se puedan presentar en su esfera de actuación, con un enfoque multilateral, tomando en consideración el entorno económico, socio político e ideológico, cultural y ambiental, de acuerdo con las exigencias de su profesión.

    Hizo énfasis en la necesidad imprescindible de reforzar el papel de la Disciplina Principal Integradora, la que tiene como propósito fortalecer los lazos entre lo que se aprende en la universidad y los problemas profesionales que se presentan en la práctica, sirviendo como eje central en el proceso de formación, en el fortalecimiento del vínculo de la teoría con la práctica y de la combinación del estudio y del trabajo, como elementos fundamentales para el desarrollo y consolidación de los valores. Puntualizó que esta disciplina debe responder muy especialmente a que la práctica laboral e investigativa durante toda la carrera sirva para estrechar los nexos de la universidad con el sector productivo y de los servicios, y que de manera armónica y compartida se garantice la escalonada sistematización y desarrollo de los conocimientos, las habilidades y los valores profesionales, mediante la participación de los estudiantes en la solución de los problemas que se presentan en la práctica social, (Vecino, 1999).

    Dentro de esta dinámica de preparación de los currículos la universidad y la empresa no sólo interactúan, sino que ganan en experiencias. Se ha dado el caso de que en el proceso investigativo que realizan los docentes para el diseño curricular, se han descubierto problemas en las empresas y ello ha dado lugar al desencadenamiento de acciones para solucionarlos, donde ha jugado su papel la entidad educativa. Por citar un ejemplo: los calificadores de cargo estaban desactualizados en determinada empresa. Esto sucedió a partir de la entrada progresiva de tecnologías modernas en dicha entidad y fue detectado por los docentes que realizaban una investigación para un tema de maestría. Ocurría que la actividad que realizaban los trabajadores en la práctica no se correspondía con lo que legalmente se les exigía en los calificadores, mientras que la escuela politécnica enseñaba conocimientos y habilidades que eran ya obsoletos.

    También en este y otros terrenos la universidad está llamada a liderar procesos de producción, transferencia y socialización de conocimientos de alto valor social como institución que concentra fuerza humana altamente calificado en su cuerpo profesoral, cuya actividad vital, la docencia y la investigación en primer plano, lo obliga a estar en contacto directo y permanente con los últimos adelantos de la ciencia a nivel mundial, ( Aguilera. 2000).

    La universidad está llamada a establecer un nuevo tipo de enseñanza desarrolladora, vinculada a los adelantos de la ciencia y la innovación tecnológica, con un nuevo estilo que rebasa los tiempos donde el maestro "enseñaba" y el alumno "aprendía", siendo este último simple objeto del proceso; se trata de que este nuevo estilo sea el de "aprender a aprender", que significa enseñar al estudiante a que busque por sí mismo los conocimientos y que adquiera las habilidades necesarias para dar soluciones creativas a los problemas de la profesión que se le presenten, que desafíe los cambios mediante su capacidad para aprender permanentemente, que sea flexible para desempeñar una amplia gama de ocupaciones, afrontar la movilidad profesional y adaptarse rápidamente a las nuevas condiciones de trabajo, independientemente del nivel ocupacional en que se desempeñe ( Abreu, 1996).

    Dentro de los principios que destaca la Pedagogía Profesional Universitaria se encuentran los de la profesionalización de la enseñanza y la relación intermateria. En el primer caso se trata precisamente de buscar un acercamiento entre el proceso pedagógico y el proceso productivo. Pero profesionalizar no es un simple problema de vinculación de los contenidos de la enseñanza con la profesión y la especialidad; es mucho más, es según la UNESCO un concepto que debe caracterizar las actividades de esta nueva etapa de desarrollo educativo ( Abreu, 1996 ). Se requiere de la profesionalización de cada uno de los componentes: personales (docentes y estudiantes) y no personales (problema, objeto, objetivos, contenidos, métodos, medios, formas y resultados) del proceso pedagógico profesional.

    El principio de relación intermateria impone por su parte la necesidad de que todos los contenidos que se procesan en las universidades estén estrechamente interrelacionados y en función de resolver los problemas de la profesión a que se enfrentarán los egresados. Por ejemplo, la matemática que recibe un ingeniero mecánico debe ser la que realmente requiere para desarrollar su profesión de una manera creativa y pertinente. Existen universidades de América Latina que no realizan estudios detallados de los contenidos que imparten. No es difícil ver a un profesor de Física explicando esta ciencia a estudiantes de ingeniería industrial sobre complejos problemas del cosmos, cuando los problemas que los mismos deberán solucionar requieren de esta disciplina en los fenómenos de manipulación de materiales o la organización científica del trabajo. Y no se trata de que los estudiantes no tengan un determinado conocimiento de todas las ramas del saber humano como parte de la cultura general que se profesa y por la que se debe luchar; se trata de que reciban lo que realmente está justificado por la investigación pedagógica, he aquí otro de los principios básicos de la Pedagogía Profesional: el principio de fundamentalización de la enseñanza.

    La universidad no es sólo portadora del conocimiento universal, sino que lo desarrolla y lo promueve, llevándolo a los diversos sectores de la sociedad en su forma más amplia y con lo más novedoso que éstos contengan. En este empeño es que se da una nueva y no menos importante vía para la relación entre las entidades educativas universitarias y las productivas o de servicios. La universidad tiene inmensos y fértiles campos en todos los componentes del proceso de reproducción empresarial, ya sea dentro de cada una de las fases que lo conforman:

    • en la preparatoria, donde es más notable la investigación, el diseño y desarrollo de nuevos productos o servicios.
    • en la fase de ejecución, en los cada vez más complejos procesos logísticos y de organización de los procesos productivos.
    • en la fase de realización, donde se tornan día a día con mayor complejidad las relaciones financieras entre las organizaciones.

    O en los elementos del mencionado proceso de reproducción:

    • los medios de trabajo,
    • los objetos de trabajo y
    • la fuerza de trabajo, que son los recursos humanos con necesidades del aporte del conocimiento que brindan las instituciones educativas.

    Todo ello se ve representado hoy en el proceso de perfeccionamiento empresarial que siguen las empresas cubanas, donde la universidad mediante la capacitación de los cuadros y especialistas, las prestaciones de servicios científico-técnicos y las investigaciones, brinda especial apoyo, sin el cual sería casi imposible el éxito de tan importante empeño.

    La universidad brinda también a la empresa la posibilidad de que sus profesionales se integren al proceso docente no sólo desde los talleres, sino como profesores adjuntos desde las aulas universitarias, fortaleciendo la academia con personas expertas en la producción o los servicios y dando una posibilidad de realización y liderazgo a los mismos.

    Da a la empresa la oportunidad de descubrir a los futuros empleados en la propia práctica laboral e investigativa que realizan los estudiantes, posibilitando el acceso a sus instalaciones y procesos en condiciones de laboratorios de la realidad, que no siempre pueden ser desarrollados en los centros productivos con los costos con que se llevan a cabo en las instalaciones universitarias.

    Las escuelas técnicas y universidades tienen en cada estudiante un productor que aprende desde la práctica productiva. Al menos así es en la escuela cubana. Y no son pocos los problemas que solucionan las empresas con esta fuerza de trabajo. Las denominadas escuelas en el campo y los Institutos Tecnológicos, donde los alumnos trabajan y aprenden, se convierten en importantes centros de apoyo a la producción, en ramas como la agropecuaria y la sideromecánica. Así la escuela se convierte en una entidad productiva que no sólo aporta al conocimiento, sino a la solución de problemas de la sociedad.

    Las relaciones actuales entre las universidades cubanas y las empresas agrícolas, si bien desde el punto de vista técnico se comienza a estudiar y conceptualizar, no ha sido un fenómeno mutuo que se pueda ubicar en los últimos años. Se puede afirmar, y así se recoge en la bibliografía, que con la reforma universitaria de 1962 se crearon las premisas necesarias para esta vinculación, (Jova et. All, 2000).

    Con el fin de potenciar el vínculo entre lo educativo y lo productivo, se han creado diversas estructuras como son: las unidades docentes radicadas en las empresas y polos productivos y de servicios de importancia, las áreas de investigación-desarrollo y los centros de estudios y mecanismos como los de la elaboración de convenios entre las universidades y las empresas, la firma de contratos para la realización de las practicas laboral e investigativa, trabajos de diploma, etc.

    La actividad investigativa de los profesores, ya sea mediante proyectos de investigación y desarrollo, por temas investigativos de maestrías y doctorados, etc, vincula a los estudiantes a través de los trabajos de curso o de diploma, grupos de investigación científico-estudiantil, entre otras modalidades, a la búsqueda de soluciones para los problemas que se presentan en las empresas. También se insertan en los mismos los estudiantes de la educación posgraduada mediante trabajos de diplomados, posgrados, cursos, etc, y tienen salida en trabajos para el Forum de Ciencia y Técnica que se desarrolla todos los años en Cuba, aportando significativas soluciones que en no pocas ocasiones son generalizadas hacia otras áreas que presentan similares problemáticas.

    EL PAPEL DE LA EMPRESA EN LA FORMACIÓN DE LOS PROFESIONALES.

    Por su parte, la empresa representa una organización económica, que se crea para la dirección técnica, económica y comercial de los procesos de elaboración de los productos y/o servicios, (Chaviano, 1999). Otros autores, (Taboada, 1987), la definen como unidades económico-productivas, cuyos objetivos fundamentales son:

    1. Cubrir la continua y creciente demanda de la población, la economía, el Estado y el comercio exterior de productos y trabajos que se correspondan con la calidad, cantidad, surtido y plazos establecidos para su ejecución, y con ello contribuir a la continua satisfacción de necesidades materiales y espirituales de los miembros de la sociedad.
    2. Crear medios financieros para la reposición de los medios materiales invertidos en el proceso productivo, el pago de los salarios y premios a sus trabajadores y el cubrimiento de sus compromisos con el Estado.

    Si bien es cierto que en el primero de ambos objetivos, se aborda la problemática de la satisfacción de las necesidades espirituales, esto no se refiere a lo que atañe a este tipo de organización en cuanto a su papel en la formación y capacitación de los profesionales. Sin embargo, la empresa es una entidad con potencialidades educativas, tal y como la escuela es una entidad con potencialidades productivas. Ambas en este sentido se complementan.

    Al definirse como objetivo central para la empresa estatal, dentro de las Bases Generales del actual proceso de Perfeccionamiento Empresarial: "Incrementar al máximo su eficiencia y competitividad, sobre la base de otorgarle las facultades, y establecer las políticas, principios y procedimientos, que propendan al desarrollo de las iniciativas, la creatividad y la responsabilidad de todos los jefes y trabajadores", los recursos humanos y su preparación, se convierten en la clave para el éxito de los cambios que se deben propiciar y las metas a conquistar por este tipo de organización.

    A propósito de lo que se plantea en la nueva política de perfeccionamiento para la empresa cubana, entre las principales funciones de la misma se destaca: "Organizar y garantizar los procesos de capacitación de los trabajadores y cuadros, a través de la determinación de sus necesidades de aprendizaje".

    En esto se aprecia que la entidad productiva deja de funcionar como una entidad exclusivamente para la producción o los servicios, ahora la actividad educativa pasa a formar parte de sus funciones, sobre la base del desarrollo de dos procesos que marchan paralelos, e interrelacionados:

    • El proceso productivo.
    • El proceso educativo.

    Los compromisos establecidos entre los Ministerios de Educación y Educación Superior con los diferentes Ministerios, responsabilizan a las empresas con sus tareas en esta actividad. En muchos de los países de América Latina las autoridades universitarias muestran interés porque esta relación se institucionalice.

    En la actividad que tiene que ver con la ciencia e innovación tecnológica, donde la universidad junto a otras entidades destinadas a este tipo de labor investigativa, juegan un papel primordial, se plantea la siguiente función: Dirigir el proceso de innovación de sus unidades empresariales de base, a partir de la estrategia de ciencia e innovación tecnológica definida, de manera tal, que se garantice un adecuado nivel de gestión tecnológica, que posibilite la adquisición e incorporación de nuevos conocimientos científicos y tecnológicos a la actividad de las empresas, con el objetivo de mantener e incrementar sus niveles de competitividad y eficiencia.

    Obviando lo que corresponde a la empresa en términos de producción y servicios y haciendo referencia a su papel educativo, según el análisis realizado por algunos autores (Abreu, 1996), se destacan en esta organización una serie de tareas entre las cuales se pueden enumerar las siguientes:

    • La capacitación de los trabajadores.
    • La formación de los nuevos trabajadores.
    • La formación de estudiantes provenientes del subsistema de Educación General.
    • La formación de estudiantes en el campo de actuación profesional, provenientes de las universidades o las escuelas técnicas.
    • El proceso educativo dirigido por los sindicatos y otras organizaciones sociales.

    Hoy día cobra relevante importancia la formación y capacitación de los cuadros que dirigen dichas entidades, como una tarea que se agrega a las referidas en los puntos anteriores.

    Al profundizar en el tema sobre "la Educación desde la Instrucción", ningún escenario es más propicio para su desarrollo que el ambiente de la propia entidad productiva, pues es allí donde se aplican una serie de normas, valores, actitudes, en una conducta en general que se convierte en vivencias para los estudiantes y que pasa a formar parte del modo con que éstos se comportan ante la vida. Con ello se dan las condiciones para que la empresa se torne en una fuente inagotable de formación de valores, para que el propio proceso productivo sea también una potencialidad para la educación de los futuros profesionales.

    Otros importantes aportes realiza la empresa a las instituciones educativas, a los estudiantes y al propio personal docente, cuando:

    • Posibilita a los profesores experiencias y vivencias dentro del propio proceso productivo en condiciones reales, convirtiéndolos en profesionales competentes listos para actuar en la teoría y en la práctica y para comprender con un mayor grado de profundidad y claridad dicha relación.
    • Permite a los estudiantes su formación desde la esfera de actuación en que se desempeñarán en el futuro, dando a éstos la posibilidad de que sientan mayor inclinación y amor por la profesión que han elegido, así como por el colectivo laboral con que se relacionan, el que al mismo tiempo los observa y en función de sus actitudes, habilidades, conocimientos, los acoge muchas veces como trabajadores que pasarán a formar parte de la propia empresa.
    • Da participación activa a los estudiantes y profesores en la solución de los problemas de diversas índoles que se les presenta, lo cual constituye motivo de satisfacción tanto para los que representan la escuela como a la entidad productiva.
    • Sirven como unidades para el desarrollo de investigaciones científico-técnicas, brindando la posibilidad de realización a los profesionales docentes y a los estudiantes que colaboran desde su actividad investigativa y laboral en sus diversas modalidades. Estas entidades sirven también en el financiamiento a la escuela mediante los pagos por concepto de consultorías, producciones, etc.
    • Posibilita obtener información para el diseño de problemas de la profesión que los estudiantes han de resolver en el ámbito de sus actividades de aprendizaje.
    • Sirve como Unidad Docente donde los estudiantes pueden desarrollar sus prácticas laborales e investigativas, trabajos de cursos, trabajos de diplomas, etc.

    De este modo, se considera el Proceso Pedagógico Profesional como el proceso que tiene lugar bajo las condiciones específicas de las instituciones educativas y de producción o servicios, para la formación y superación de un trabajador competente, con una cultura integral desarrollada plenamente en lo tecnológico, lo económico, lo político-ideológico, y en la apreciación de las diferentes manifestaciones de las artes, (Ortiz, 1998).

    CONCLUSIONES.

    La escuela y la empresa son instituciones que producen, enseñan y aprenden. Son un medio para la satisfacción de las necesidades materiales, espirituales e intelectuales de la sociedad.

    Los cambios que se producen hoy en el mundo, requieren del enfrentamiento mutuo, de la unidad indisoluble y de la cooperación de la escuela y la empresa, como entidades que representan fuerzas imprescindibles para formar y sustentar las nuevas generaciones, para mejorar la calidad de la vida y hacer del actual mundo un espacio donde el hombre y todo el medio que le rodea se sientan seguros.

    La Pedagogía Profesional, como ciencia pedagógica que estudia la esencia y tendencia de desarrollo del Proceso Pedagógico Profesional, sus regularidades y perspectivas, así como la teoría y metodología para su dirección, propicia una serie de principios básicos que deben ser atendidos por parte de ambas instituciones. La profesionalización de la enseñanza, como principio requiere de que sean tratados cada uno de los componentes del proceso: personales (profesor, instructor, alumno) y no personales (problema, objeto, objetivos, contenidos, métodos, medios, formas y resultados).

    La entidad educativa es también una potencia productiva, a la vez que la entidad productiva posee grandes reservas educativas dentro de los procesos productivo y educativo que se desarrollan a la par dentro de ella.

    La instrucción y la educación se complementan, son una unidad indisoluble que tienen una expresión propicia y clara dentro de la entidad laboral.

    BIBLIOGRAFÍA.

    Aguilera, L. La articulación universidad sociedad. Tesis para el cambio en las universidades.—Revista cubana de Educación Superior (Cuba) No. 3 Vol. XX 2000 pp. 47-60.

     

    Alvarez, C. Didáctica. La escuela en la vida.—La Habana: Ed. Pueblo y Educación. 1999. 178 p.

     

    Alvarez, C. Pedagogía como ciencia.—La Habana: Ed. Felix Varela, 1998. 254 p.

    Cervantes, R. Historia universal y globalización capitalista. ¿Cómo se presenta y en qué consiste el problema?.—Revista Cuba Socialista (Cuba) No. 13, 1999 pp. 2-23.

     

    Chaviano, N. El perfeccionamiento empresarial. Sus principios. .—La Habana: Ed. Felix Varela, 1999. 209 p.

    Jova, S. Gestión de las Universidades Agrarias en su relación con el entorno social. Resultados obtenidos.—Revista cubana de Educación Superior (Cuba) No. 3 Vol. XX 2000 pp. 61-70.

     

    Ortíz, A. La Pedagogía profesional. Una realidad.—Revista contexto educação (Brazil) Año XIII, No. 50, Abril/Junio 1998 pp. 86-96.

     

    Vecino, F. El vínculo universidad-empresa , atendiendo al principio martiano de estudio-trabajo.—La Habana: Ed. XX Seminario Nacional de Preparación para dirigentes nacionales de Educación Superior, 1999.

     

     

     

    Autor:

    M. Sc. Alberto Carballo Peña

    M. Sc. José Manuel García Arias

    Departamento de Ingeniería Industrial.

    Universidad de Holguín Cuba.