- Introducción
- Conceptos de religión y teología
- La Teología como rama de la Filosofía
- Historia de las iglesias
- Las iglesias más importantes en el mundo
- A modo de conclusión
- Bibliografía
Introducción
Sobre el origen de la religión en la historia humana se podría escribir un grueso volumen, porque las teorías que pretenden instruirnos sobre este tema son múltiples. Pero también nos podemos contentar con unas pocas líneas, puesto que científicamente, no sabemos apenas nada. No podemos exponer aquí todos los numerosos sistemas –mezclas inextricables de observaciones, hipótesis, explicaciones y juicios de valor– que han sido propuestos desde hace un siglo, aproximadamente: naturismo, manismo, animismo y preanimismo, totemismo, magismo y premagismo, neonaturismo, sociologismo, etc. Sistemas que se entrecruzan o que, por el contrario, se subdividen en mil combinaciones y de los cuales los más importantes conocen uno tras otro el éxito, la decadencia y el renacimiento bajo formas rejuvenecidas. Sin duda alguna, será más útil, después de haber denunciado algunas ilusiones comunes a la mayor parte de estos sistemas, indicar rápidamente cuáles son las principales conclusiones, sobre todo negativas, que permite formular el estado actual de las investigaciones.
Los antropólogos e historiadores han estudiado esta cuestión y al día de hoy, hay tres teorías primarias:
La teoría subjetiva: Enseña que la religión se origina con el hombre. Los humanos tienen una necesidad psicológica de un ser trascendente que brinde significado y esperanza a su existencia en este vasto e impersonal universo.
La segunda teoría con relación al origen de la religión es el enfoque evolucionista. Teoría Evolucionista: Este es el punto de vista más popular que se enseña o se da a entender en el estudio de la religión. Los proponentes de esta teoría creen, como en la teoría subjetiva, que la religión se origina con el hombre. La religión es el resultado de un proceso evolucionista en la cultura humana.
Monoteísmo original: El tercer modelo para el origen de la religión es el monoteísmo original. Esta teoría enseña que la religión se origina cuando Dios se revela a sí mismo al hombre.
Estas tres teorías intentan explicar el origen de la religión en el hombre, sin embargo para ser rigurosos en el tema, vamos a orientarnos a la teoría que ofrezca sustento según evidencias, no podemos aceptar una teoría sin antes estimar si las evidencias apuntan a que sea la teoría correcta.
A través de los estudios, la historia, y según los registros de las civilizaciones más antiguas, así como el resto de culturas, podemos apreciar que en su mayoría revelan vestigios de creencias monoteístas que algunos autores describen. Las culturas que son muy primitivas brindan algunas de las evidencias más fuertes del monoteísmo original. En prácticamente cada cultura de todo el mundo, la religión de una cultura específica comenzó con un concepto de un Dios creador masculino que vive en los cielos. Él brindaba una ley moral mediante la cual las personas entraban en una relación con Él, por lo cual la teoría que más se acerca a la explicación correcta del origen de la religión en el ser humano es la del monoteísmo original ya antes descrito, básicamente ese es el origen la creencia en una entidad superior de la cual se desglosan las instrucciones de cómo vivir, entenderlo y como a través de estas instrucciones podemos tener acceso a ÉL, y como el quebrantamiento de estas instrucciones nos aíslan de Dios, y esta es una figura propia de los relatos bíblicos.
Si ya tenemos la respuesta al origen de las ideas religiosas del ser humano, entonces ya tenemos una idea clara de cuál fue la razón del por qué, todas las civilizaciones desde tiempos distantes dieran a luz la religión o la explicación sobre como concebían la divinidad en su propia forma de interpretar esa idea. Esto se repitió en todas las civilizaciones y dieron a luz en conjunto las religiones que actualmente existen. Es totalmente coherente cuando además asumimos el detalle de que todas las civilizaciones se originaron en una misma raíz adánica, y esto nos lleva a concluir que todas las civilizaciones tenían en común un vestigio que explicaba a la figura del Dios que en una época remota habían conocido sus antepasados desde el huerto del Edén. Vale tomar en cuenta que también esto explicaría el origen de la idea monoteísta sobre la existencia de Dios que daría más adelante el origen a las religiones.
No se pretende originalidad alguna, porque se han empleado libremente todos los datos, y en algunos casos las mismas expresiones, procedentes de los escritos de otros. Sin embargo, se ha tenido gran cuidado para asegurar la exactitud de todo lo que se expone, y para impedir impresiones erróneas debidas a lo condensado de este relato.
Ciertos hechos o citas que tienen que ver con el tema pero que difícilmente podrían formar parte de la Sinopsis central, han sido añadidos en forma de Apéndice, y se han insertado en el texto las notas refiriéndose a ellos.
Finalmente, se podrá observar que en ocasiones se emplea la palabra asamblea en lugar de "Iglesia". Es una traducción literal del griego original, que realmente significa "un grupo de personas llamadas afuera". Este término no admite equívocos con ningún edificio material.
Conceptos de religión y teología
Para cuyo caso, debemos hacer un deslinde de lo que abarca la "Religión[1]y lo que sucede de igual manera con la "Teología[2]
Por otro lado la "Religión", al definirla, diremos que proviene del latín "religare" o "relegere") ha sido y es motivo de controversia entre los especialistas. Según el sociólogo G. Lenski, en su obra "Sociología de la Religión", es "un sistema compartido de creencias y prácticas asociadas, que se articulan en torno a la naturaleza de las fuerzas que configuran el destino de los seres humanos[3]Por su parte, el antropólogo Clifford Geertz propone una definición alternativa, en su obra "Antropología Simbólica": "La religión es un sistema de símbolos que obra para establecer vigorosos, penetrantes y duraderos estados anímicos y motivaciones en los hombres, formulando concepciones de un orden general de existencia y revistiendo estas concepciones con una aureola de efectividad tal que los estados anímicos y motivaciones parezcan de un realismo único[4]Debido al amplio espectro de usos de la palabra, resulta especialmente complejo ofrecer una definición exhaustiva de la religión o del fenómeno religioso. Sin embargo se puede afirmar que como hecho antropológico engloba, entre otros, los siguientes elementos: tradiciones, culturas ancestrales, instituciones, escrituras, historia, mitología, fe y credos, experiencias místicas, ritos, liturgias, oraciones, etc.
La palabra "religión" en ocasiones se usa como sinónimo de "religión organizada" u "organización religiosa", es decir, instituciones que respaldan el ejercicio o la actividad de ciertas creencias y ceremonias, frecuentemente bajo la forma de entidades legales.
Diversas ciencias humanas se han interesado por el fenómeno religioso desde sus respectivos puntos de vista como por ejemplo la antropología, la sociología, la psicología y la historia de las religiones. Por otro lado, disciplinas como la fenomenología de la religión estudian específicamente sus manifestaciones intentando dar con una definición exhaustiva del fenómeno y mostrar su relación con la índole propia del ser humano.
Filosóficamente, la religión puede ser un estilo de vida, un camino hacia la plenitud, una plenitud que inicia desde el mismo instante que se cobra conciencia de la misma.
En un sentido más amplio, también se utiliza para referirse a una obligación de conciencia que impele al cumplimiento de un deber. De allí que, preferimos denominarla "Historia Teológica", al estar vinculada con la concepción de la divinidad y en particular sobre el estudio de Dios y todo lo que se vincule a Él. Hay estudiosos de la divinidad, que prefieren llamarla "Ciencias de la Religión", definiéndola de esta manera: "Ciencias de la religión" o "Estudios religiosos", son expresiones con las que se designa al estudio científico, neutral y multidisciplinar de las religiones; abarcando sus mitos, ritos, valores, actitudes, comportamientos, doctrinas, creencias e instituciones. No debe confundirse con el adoctrinamiento religioso, formación religiosa, educación religiosa o enseñanza de la religión (extendida al conjunto de la población, especialmente durante la infancia –catequesis, escuela dominical, madrasa-), ni con la formación de los religiosos o carrera eclesiástica (restringida al clero -seminario-)[5].
Si bien no existe un consenso generalizado sobre la definición de "religión", en el marco de las disciplinas definidas como ciencias de la religión se persigue la descripción e interpretación de los fenómenos que se consideran generalmente como religiosos (el "hecho religioso")[6]; especialmente desde una perspectiva comparativa, poniendo sobre todo el acento en el carácter sistemático de su estudio y su fundamentación en hechos históricos y otros datos verificables analizados de forma neutral para llegar a conclusiones objetivas.
En esa óptica, la ciencia de la religión es un campo de estudio marcadamente multidisciplinar. Engloba y sistematiza las conclusiones de diversas ciencias, incluyendo entre otras la filología, la historia, la arqueología, la antropología, la sociología, la psicología y, mucho más recientemente, la neurobiología y otras ciencias cognitivas.
El estudio de las ciencias de la religión comienza a desarrollarse de manera sistemática en el siglo XIX en Europa, junto con el florecimiento de los análisis filológico – históricos de la Biblia (alta crítica), así como del de textos hindúes y budistas que eran por primera vez traducidos a lenguas europeas. Entre los primeros investigadores representantes de este movimiento se cuentan Friedrich Max Müller en Inglaterra y Cornelis Petrus Tiele en los Países Bajos.
De las disciplinas precursoras de las ciencias de la religión tal como se han terminado definiendo, destacó el estudio comparativo de las religiones, con las denominaciones "religión comparada", "mitología comparada" o incluso "teología comparada" (Comparative Religion -"religión comparativa", expresión poco usada en castellano– es la más usada en el ámbito anglosajón). En los Estados Unidos se utilizó también "History of Religions" ("historia de las religiones") en sentido amplio, no limitado a los aspectos historiográficos; tal como se desarrollaron las tradiciones metodológicas de la Universidad de Chicago, desde el final de la década de los cincuenta hasta los años ochenta del siglo XX. Actualmente, en el ámbito académico anglosajón prevalece el apelativo "Religious Studies" ("estudios religiosos") mientras que en el francés y el alemán se emplean las denominaciones "Science des religions y Religionswissenschaft" ("ciencia de las religiones"). Otras expresiones similares, como "ciencias de las religiones", también tienen uso.
Por supuesto la discusión es de mayor importancia si ella procura una respuesta sobre la existencia real de una "Filosofía Teológica", y particularmente si la cuestión sustenta una tesis de camino común, que explique con claridad los encuentros y desencuentro entre el pensamiento científico formal de formación racional y el idealismo filosófico de que esta revestida toda expresión religiosa.
La Teología como rama de la Filosofía
En el curso anterior, ya hemos estudiado el curso de "Filosofía Teológica"; donde decíamos que la "Teología", Este término fue usado por primera vez por Platón en "La República" para referirse a la comprensión de la naturaleza divina por medio de la razón, en oposición a la comprensión literaria propia de sus poetas coetáneos. Más tarde, Aristóteles empleó el término en numerosas ocasiones con dos significados:
? "Teología" al principio como denominación del pensamiento mitológico inmediatamente previo a la Filosofía, en un sentido peyorativo, y sobre todo usado para llamar teólogos a los pensadores antiguos no-filósofos (como Hesíodo y Ferécides de Siros).
? "Teología" como la rama fundamental y más importante de la Filosofía, también llamada filosofía primera o estudio de los primeros principios, más tarde llamada Metafísica por sus seguidores y que para distinguirla del estudio del ser creado por Dios, nace la filosofía teológica que se la denomina también teodicea o teología filosófica.
San Agustín tomó el concepto "teología natural" (theologia naturalis) de la gran obra "Antiquitates rerum divinatum", de Marco Terencio Varrón[7]como única teología verdadera de entre las tres presentadas por Varrón: la mítica, la política y la natural. Sobre ésta, situó la "teología sobrenatural" ("theologia supernaturalis"), basada en los datos de la revelación y por tanto considerada superior. La "teología sobrenatural", situada fuera del campo de acción de la Filosofía, no estaba por debajo, sino por encima de ésta, y la consideraba su sierva, que la ayudaría en la comprensión de Dios.
Lo que la "teología" desea conocer es a Dios (y lo con Él relacionado), sea con la sola luz de la razón (y así se construye la "filosofía Teológica", sea mediante la luz de la revelación sobrenatural ("teología sobrenatural"). Ambas aplican luego el razonamiento y sacan conclusiones, y lo científico son esas conclusiones correctas, no contradictorias con las premisas. La luz natural no se opone a la luz sobrenatural, por lo que en algunos puntos ambas (la filosofía natural de la religión y la teología sobrenatural) pueden llegar a conclusiones comunes desde dos "ciencias distintas" (desde dos formas distintas y sistemáticas de saber).
En lo correspondiente a la "Teología" como lo explicábamos precedentemente, proviene de dos vocablos griegos, que significa "el estudio de Dios, y por consiguiente de las cosas o hechos relacionados con Dios; especialmente a la "Teología Católica", entendida como la desarrollada por el Catolicismo –la que es común a las iglesias católicas, y en la que se estudia a Dios, fundamentándose en tres fuentes: las Sagradas Escrituras, la Tradición de los Santos o Tradición Apostólica, y el Magisterio– la que fue innovada gracias a la recepción de ideas foráneas y en especial gracias a la introducción de la Filosofía Aristotélica".
Es necesario dejar aclarado que la "Teodicea" es un término empleado actualmente como sinónimo de "teología natural". Fue creado en el s. XVIII por Leibniz, como título de una de sus obras: "Ensayo de Teodicea". Acerca de la bondad de Dios, la libertad del hombre y el origen del mal", si bien Leibniz se refería con teodicea a cualquier investigación cuyo fin fuera explicar la existencia del mal y justificar la bondad de Dios.
La historia de la Iglesia, vista desde la perspectiva del siglo XXI d.C., nos permite conocer los orígenes del Cristianismo, de las doctrinas en las que creemos, y de las formas de gobierno de la misma. A través de un enfoque espiritual, más que de datación histórica completa, cada Cristiano podrá identificar lo que enseña la iglesia a la cual pertenece, sea esta una gran organización mundial o una pequeña congregación en una casa particular, incluso si actualmente no ha encontrado una iglesia en la que se identifique, podrá conocer donde y como encontrar verdaderos discípulos a los que poderconsiderar la familia del pueblo de Dios, hermanos de la Iglesia de Jesucristo.
El término Iglesia procede del griego "ekklesia" que es llamar o congregar a los de fuera y equivale al hebreo "kahlal" que se usaba para la congregación de Israel. La Iglesia es pues la congregación de creyentes en todo el mundo, que han recibido la fe en la salvación de sus almas para la eternidad por la fe en la persona de Jesucristo, que es la propiciación y el Hijo eterno de Dios. El origen de la Iglesia es Cristo, Él es su cabeza, su único salvador, su sacerdote eterno. Jesucristo se hizo carne y habitó entre nosotros para dar Su vida como sacrificio que quita el pecado del mundo, el error del hombre que vive sin tener en cuenta a Dios, o considerándose autosuficiente, por aquellos que le reciben. El hombre, en algunos casos piensa incluso que no necesita ser salvado. El Salvador vence la guerra espiritual que se libra en la dimensión espiritual, en la Biblia llamada también "las regiones celestes", por las almas de toda persona que viene al mundo. Todo aquél que viva o haya vivido en arrepentimiento, esto es buscando a Dios en una actitud de mente y corazón abierto a Él, y en la esperanza de que Dios le salvaría y de que le recibiría en sus brazos tras la muerte, reconociéndose pecador y se haya esforzado en vivir una vida digna ante Dios y ante su prójimo, confiando en el perdón de Dios dentro de su conocimiento de la doctrina, es parte de La Iglesia porque ha dispuesto su corazón a aceptar la salvación que Dios provea, que es por medio de la fe, y esta salvación de Dios está en su Hijo, Jesucristo, a quien se le ha anunciado o con quien se encontrará en la resurrección, si no conoció el Evangelio. Por lo tanto las almas de los que forman la Iglesia son la esposa de Cristo, llamada a las bodas del Cordero para la eternidad en Su Reino.
La relevancia de la Iglesia en la historia, más concretamente del Cristianismo es de tal importancia que ha cambiado el desarrollo de la humanidad, no solo en el campo espiritual, sino en el social. La Iglesia Cristiana ha aportado al mundo el Evangelio durante los siglos, y la doctrina de Cristo ha influido en la elaboración de los Derechos Humanos, en la abolición de la esclavitud, en la educación y sus estructuras universitarias, en el capitalismo y la democracia, Calvino, en la revolución industrial y científica, Locke. Aquellos que cuestionan la historia de la Iglesia como fidedigna, no solo ignoran la Biblia sino que la cantidad de fuentes históricas de que disponemos en el Cristianismo es de tal magnitud que, solo los que existen del Nuevo Testamento son, ya no por la cantidad, sino por la calidad, la mejor documentada de la historia haciendo de la historia de la Iglesia la más fidedigna de todas las demás partes de la historia de la humanidad, no solo de aquél tiempo, sino de otros más modernos.
El comienzo histórico de La Iglesia se halla en el llamamiento por Cristo de los doce Apóstoles para comenzar el ministerio de la predicación del arrepentimiento para salvación y que fue confirmada por el bautismo del Espíritu Santo en Pentecostés, tras la resurrección de Jesucristo en Jerusalén, y su posterior ascensión. El cambio de actitud que sufrirían los Apóstoles tras la resurrección y Pentecostés iniciaría la evangelización de todas las naciones empezando porlas ciudades o aldeas próximas, Belén, Cesárea, y luego con Pablo en Damasco, Éfeso, Antioquia, Corintio, Tesalónica, Alejandría, Roma etc. además de establecer la relación entre los Cristianos procedentes del pueblo de Israel, los cuales junto a los nuevos Gentiles, sería considerados hijos de Abraham, por la fe, no por la genética y la tradición. Esta labor de la Iglesia Primitiva desembocaría en el establecimiento de las iglesias Ortodoxas griegas mencionadas y la Romana latina, más conocida como Iglesia Católica, pero estas serían desafiadas por la reforma protestante que seguiría el Camino Bíblico que Roma había dejado en pos de sus tradiciones y herejías. Estudiando la Historia Eclesiástica, la Didajé o composición de las primeras enseñanzas sobre la comunidad y el gobierno de la Iglesia de los Apóstoles, considerados por muchos como canónicos, a Flavio Josefo y los demás escritos de la época podemos añadir a la propia Biblia, otras fuentes históricas que consultar para aportar diferentes datos coincidentes, los cuales pueden buscar en Internet con facilidad o en enciclopedias. Desde Roma y Constantinopla veremos como sigue la historia de toda la Iglesia, Católica, Ortodoxa, Protestante, Evangélica y las sectas que hoy conocemos, y el porqué de tantas ramas y diferencias de doctrina, todas ellas supuestamente apoyadas en Cristo y confesadas como inspiradas por el Espíritu Santo. La unidad dentro de las iglesias y la unión de cada persona a un determinado grupo de verdaderos Cristianos, por las coyunturas del Espíritu es un don de Dios que Él mismo organiza y mantiene a través del Espíritu Santo.
Las primeras comunidades fueron establecidas por los Apóstoles y gobernadas por ancianos y diáconos, Hechos 14:23, no hay sistema episcopal ni presbiteriano, sino congregacional. El bautismo es de adultos que luego son aceptados para tomar la Santa Cena, y celebrarían el domingo como día del Señor, aunque algunas comunidades anteriores y de corte Judío lo harían el sábado.
En el 70 d.C. Israel es expulsada y el templo destruido. Los dos reinos que participaron en la muerte de Cristo caen, Roma duraría algo más hasta la invasión bárbara, tras Constantino que daría paso a un periodo de devastación y supervivencia conocido como la Edad Oscura, predecesor de la Edad Media y las cruzadas por Jerusalén entre Moros y Cristianos.
Constantino el Grande tuvo el título de Cesar, y fomentó la dogmatización religiosa. Él venció las guerras civiles del imperio Romano tras soñar con un ángel que le reveló que bajo el signo de la cruz vencería, por lo que ordenó que en los escudos y estandartes de sus ejércitos pintasen símbolos cristianos. Tras la victoria fue un devoto Cristiano que llegó a convocar a todos los patriarcas de las iglesias primitivas en el famoso concilio de Nicea que serviría para condenar la doctrina anticristiana del arrianismo, que aunque contraria a la deidad de Cristo, Dios y hombre verdadero, era la que él creía, siendo bautizado por Arriano.
El lapso de tiempo siguiente es muy importante pero se resume en que la Iglesia sobrevive como puede de la persecución, los obispos o siervos que dirigen las congregaciones comienzan a discrepar en sus maneras de gobernar la Iglesia debido como es obvio por que son hombres en situación de persecución, a lo que hay que añadir sus propias mentes e interpretaciones. No obstante el Espíritu Santo se encargaría de que el verdadero mensaje siguiese vivo y de proteger a los que son cuerpo de Cristo.
Los cristianos de los primeros siglos después de Cristo, tras la caída del imperio romano, serían muy humildes en su vida, las riquezas eran consideradas mundanas y se vivía en la total austeridad y sencillez, solo se interesaban por el Evangelio y se congregaban en monasterios, todo lo que el mundo ofrecía era para la perdición. La caída del imperio romano produjo un interés primordial por Dios y por la teología imponiéndose esta ciencia a todas las demás, que antes habían atraído a los hombres, y los cristianos se dedicaron de lleno a ello y a la predicación del Evangelio allí donde iban. Los cristianos quedarían divididos principalmente en dos partes, los que siguen la iglesia que inició Constantino, que derivaría en el patriarca de Roma como primer papa de facto, por la falsificación de un documento que explicaba que el emperador Constantino había cedido a Silvestre I el imperio de occidente y la primacía espiritual y de Roma; por otro lado estarían los seguidores de otros patriarcas griegos, que daría lugar a la iglesia Ortodoxa, hasta que viniera la reforma protestante.
Debemos destacar la labor de los primeros padres Apostólicos y después de ellos de los primeros padres de la Iglesia, cuyos escritos de reciente descubrimiento, la Didajé, o enseñanza de los doce Apóstoles aceptado por casi todos los patriarcas incluido el de Roma, escritos que aunque no tienen autor se les adjudica a los ancianos de comunidades establecidas por los Apostotes como Clemente de Roma, Ignacio de Antioquia, Papías de Hireápolis, entre Laodicea y Colosas, quien documentó sobre lo que hoy conocemos como Fuente Q y sobre el Evangelio de Marcos, o Policarpo de Esmirna, una de las iglesias de Apocalipsis. Ancianos u obispos de las distintas comunidades primitivas, que eran la oriental y la occidental participaron en los primeros concilios, tanto de la Griega, Atanasio, obispo de Alejandría, de quien toma nombre uno de los Credos del concilio de Nicea, Basilio, Gregorio y Juan Crisóstomo patriarca de Constantinopla y parte de la escuela de teología de Antioquia, como de la Latina, Ambrosio de Milán, que compondría alabanzas y sería maestro del famoso San Agustín de Hipona, que llegaría a ser obispo y teólogo escribiendo numerosos libros, críticas a la Iglesia Católica y sobre la ciudad de Dios, no en Roma ni en Jerusalén sino en el alma, o Jerónimo, traductor de la versión "Vulgata" de la Biblia al latín. Expertos en apologética de este tiempo fueron Tertuliano de la escuela de Alejandría y Orígenes apodado padre de la Teología.
Luego, por la historia, ya sabemos en la cantidad de herejías que caería la estructura humana de las iglesias debido a la interpretación humana de las doctrinas, a las tradiciones, y a la autoridad y gobierno, y que desde la Reforma Protestante, los que tienen ojos para ver pueden depurar en su fe, porque aunque algunos pequeños grupos de Cristianos mantendrían la sana doctrina original, resulta casi imposible seguir la pista en la historia. Gracias a que Dios mantiene Su Espíritu con la Iglesia, hemos podido recuperar el conocimiento de la doctrina del Señor y Su Palabra.
En el año 313 d.C. Licinio emperador Romano se casó con una hermana del emperador Constantino y firmaron el Edicto de Milán que proclamaba la libertad de culto y el fin de la persecución, especialmente de Cristianos. El imperio había estado dividido en dos partes, el imperio de Oriente y el de Occidente, que finalmente se unirían en uno de nuevo bajo el impero de Constantino el Grande, que ganaría la guerra contra Licinio, quien invalidó su pacto y persiguió a Cristianos en su carrera por unir los dos imperios bajo su autoridad. La capital del nuevo imperio sería Constantinopla. Al poco tiempo la Iglesia adquiere un carácter más social, digamos que es influida por los temas políticos y los sociales y portradiciones paganas que se mezclarían con la doctrina del Evangelio, lo que da como resultado una Iglesia contaminada con la levadura del mundo para atraer a la mayoría de personas posibles y estandarizar los cultos y las tradiciones, supuestamente santificando las fiestas paganas revistiéndolas de una falsa cristiandad, bajo la bandera de la paz imperial. (Algo parecido a lo que el Vaticano quiere hacer hoy en el siglo XXI con el ecumenismo, o sea que no ha cambiado mucho el panorama). Del mismo modo en el territorio de Tierra Santa y tierra Griega se edifica la Iglesia con las reliquias y las tradiciones dando como resultado otra vez una Iglesia que no se conforma o no cree en la suficiencia del Evangelio de Jesucristo.
Tras la muerte de Constantino vino la caída del imperio y la invasión bárbara que dejó al imperio a merced de todo tipo de enemigos, pero el Cristianismo convertiría a muchos de ellos. El hijo de santa Mónica, San Agustín, desde Alejandría, tras estudiar filosofía y formas racionales de la religión influidas por platón, y no hallar la respuesta para su espíritu, se convierte a Cristo y se hace sacerdote dejando atrás su carrera y fundando un monasterio. Concluye en su exposición que así como el Señor mostró a Pedro la diferencia entre lo que era del césar y lo que era de Dios, el hombre debe buscar en su interior a su maestro que es Cristo, el cual le dará la paz de espíritu. En sus enseñanzas destaca su visión de que la ciudad de Dios, no es el estado, el cual nunca podrá ser santo. La ciudad del Señor no estaba ni en Roma ni en otro lugar, más que en el alma y el corazón de Dios. La exposición de Agustín era una clara visión de las necesidades espirituales del hombre con Dios, pero la clave nos la dejó ya el Maestro, y es una diferencia que he de resaltar: el hombre no trae a Cristo dentro de sí, sino que ha de recibir Su Espíritu por el nuevo nacimiento, de lo alto, para hacer que su alma se convierta en templo de Dios, como lo es el alma de Dios. Este nuevo estado del creyente pasa por el cambio de mente, el famoso arrepentimiento que ocurre cuando Dios otorga la fe en Su Hijo Jesucristo como salvador necesario para limpiarnos de nuestros pecados y darnos vida eterna en Su Reino. Escribiría sobre la Trinidad y el libre albedrío, ambas doctrinas que defendía. Además defendía la autoridad de la Biblia por encima de la tradición. Agustín constituye pues una verdadera luz dentro del panorama de oscuridad de su época, constituyéndose como un vínculo de cualquier Cristiano que se haya reformado espiritualmente, y es de recomendado estudio para todo Cristiano por su profundidad espiritual.
En la Edad Media la Iglesia se embarcaría en las cruzadas por Jerusalén entre Moros y Cristianos. La visión de Agustín de la Ciudad de Dios, no se ve que hubiese calado demasiado por su espiritualidad, como pasa siempre, y la gran mayoría de líderes de la Cristiandad se vio envuelta en esta empresa guerrera. En esta época surge otro hermano de relevancia, Tomás de Aquino, otro monje como Agustín, pero dominico, que habría ya acumulado muchos de sus escritos además de otros y la experiencia de varios siglos. Por su estudio de dicha teología acumulada, la revelación que Dios le diera y además de la ciencia aristotélica formaría su obra en la que por supuesto quedarían restos de graves errores de la doctrina Católica. Llegó a ser un gran teólogo que además de ayudar a la Iglesia con sus enseñanzas, incluso escribió con el fin de convertir a musulmanes, pero su gran obra es Summa Theological donde enumera los atributos de Dios, la Trinidad y su amor, destacan las que el llamaba cinco formas de demostrar la existencia de Dios. Porque Dios es el motor de la creación, y sin un motor no hay movimiento. Porque Dios es la causa de la creación, y sin una causa que sea efectiva no hay creación. Porque Dios es el Ser que la creación necesita, y sin un ser inteligente no hay creación. Dios es el origen de la perfección de la creación, y sin esa perfección no habría creación, y por último Dios es la explicación de que la creación tenga un orden y unas leyes, y sin Dios no sería posible que la creación siguiera un sistema inteligente, y sería un caos, sin embargo resulta evidente que el sistema sigue las leyes de la creación. Lo que hoy se llama creación inteligente. Todo tiene un fin y un propósito y esto no se explica sin Dios. Dios es el Creador.
Vista la historia del traslado de poder de Constantinopla a Roma entre obispos, no encontramos a Pedro como primer papa de Roma durante 25 años como argumenta la Iglesia Católica, pues si murió sobre el 68 d.C. no hubiese Pablo encontrado una comunidad Judía que no conocía el Evangelio, sino que fue más bien víctima de la persecución contra los Cristianos en Roma. Según las fuentes históricas, Clemente fue el primer obispo de Roma. En Pablo hallamos un instrumento imprescindible para el Señor que lo llamó pero también lo fue Pedro. Su respuesta a Jesús sobre que era el Hijo del Dios vivo por revelación del Espíritu Santo, Mateo 16:16 y también la primera predicación que convirtió a 3000 personas, Hechos 2:14, por lo tanto podemos decir sin temor a equivocarnos que Pedro y Pablo junto a Santiago y Juan, son las columnas de la Iglesia de Jesucristo, pero eso no justifica la sucesión papal, ni la ciudad de Roma como sede de un único cabeza de todos los ancianos, sino que todos los Apóstoles compartían el gobierno de la Iglesia como lo refleja el primer concilio Cristiano en Jerusalén de Hechos 15, donde son todos en unanimidad y por inspiración del Espíritu Santo los que acuerdan las decisiones. Pedro argumentaría a favor de los Gentiles y sería Jacobo, el anciano de la ciudad quién enunciaría la resolución del concilio. Las discrepancias de poder entre Roma y Constantinopla vienen precedidas por la mezcla del poder político en el religioso.
Cristo tendría que llamar a Pablo para que hiciese una labor que ninguno de sus apóstoles estaba preparado para hacer. Pedro comprenderá que tiene que aceptar a los gentiles con la visión del lienzo y los animales cuando Dios le enseña en Hechos 10 que acepte a Cornelio en el cuerpo de Cristo. Se considera pues a Pedro como Apóstol, mientras que a Pablo como Apóstol a los gentiles. Gálatas 2:7.
Concluyendo podemos decir que la relevancia de que Pedro estuviese y muriese en Roma no es la base que se utiliza para reclamar la sucesión del papado, ni mencionar la infalibilidad papal de reciente confección en el concilio Vaticano I, siglo XIX, otra herejía, sino la interpretación que se hace de las Palabras del Señor. Así que si el Señor escogió a doce Apóstoles y luego a Pablo, ¿por qué justificar el liderazgo en uno de ellos?, cuando es Cristo la cabeza de la Iglesia que está vivo y entre nosotros. Por lo tanto la Iglesia de Cristo debería en unanimidad de todos sus ancianos decidir por el Espíritu Santo lo que es y lo que no es de Dios, para lo cual tenemos también la guía de la Palabra de Dios. Las iglesias que siguen este orden Bíblico tendrán bendición, las que sigan la dictadura de un líder, o de un concilio que se contradice con las Escrituras, caerán y caen, como han caído siempre en la herejía. Entendemos por herejía toda doctrina opuesta a la Palabra de Dios.
La historia de la iglesia es más bien compleja, pero un entendimiento de los fundamentos es muy valioso. Lo siguiente es una simple cronología de la historia de la iglesia, adaptada de "Historia de la Iglesia en Lenguaje Simple": (30 – 70 d.C.) El Tiempo de Jesús y de los Apóstoles.
La muerte y resurrección de Cristo.
Nace la fe cristiana y es predicado el evangelio de la gracia.
(70 – 312) La Era del Cristianismo Católico.
La expansión de la fe cristiana; martirio de los primeros cristianos.
Surgimiento de las primeras herejías; primeros concilios de la iglesia y canonización de las Escrituras.
(312 – 590) La Era del Imperio Cristiano.
Constantino proclama al cristianismo como la religión oficial del Imperio Romano; Era de los grandes concilios.
El cristianismo se convierte en la fe de las masas; comienzo del monasticismo.
(590 – 1517) La Edad Media.
La caída de Roma y el imperio Bizantino.
Monjes Benedictinos son enviados como misioneros; el papa se convierte en el "gobernante" de la iglesia.
Las Cruzadas: La iglesia conquista al mundo pero pierde su alma.
(1517 – 1648) La Era de la Reforma.
Martín Lutero y el movimiento protestante.
El comienzo de las denominaciones – Ejemplos: Luteranos, Reformados, Anabaptistas y Anglicanos.
El papado pierde su poder e influencia.
(1648 – 1789) La Era de la Razón y Reavivamiento.
Secularismo — La mente se convierte en dios; la gente comienza a preguntarse: "¿Quién necesita a Dios?"
Reavivamientos tales como el Pietismo, el Metodismo, y el Gran Despertar, buscan restaurar a Dios en la vida pública.
(1789 – 1914) La Era del Progreso.
El mensaje de Cristo es llevado a tierras lejanas, pero la fe continúa saliendo de la vida pública.
Sociedades pluralistas y totalitarias no ven relevancia en el cristianismo.
(1912 – Actualidad) La Era de las Ideologías.
El surgimiento del Papado.
Con el siglo sexto comienza el período de Tiatira de la historia de la iglesia; en otras palabras, el papado de las Edades Oscuras. Nos lleva al tiempo de la Reforma, aunque, naturalmente, el Romanismo mismo prosigue hasta la venida del Señor. Este estado está caracterizado por la admisión y tolerancia pública en la iglesia de lo que es burdamente malo e idolátrico, como lo sugiere el mensaje al ángel de la iglesia en Tiatira: "Toleras que esa mujer Jezabel, que se dice profetisa, enseñe y seduzca a mis siervos a fornicar y a comer cosas sacrificadas a los ídolos. Y le he dado tiempo para que se arrepienta de su fornicación, pero no quiere arrepentirse de su fornicación" (Ap 2:20, 21).
Ya se ha hecho referencia a la buena obra de Constantino, pero el triste efecto fue que la iglesia se sintió más inclinada a poner su confianza en el emperador de Roma que en su Cabeza viva en el cielo. Pero nunca podía haber una total amalgamación de las dos partes; o bien el estado o bien la iglesia debían asumir la preeminencia, y por un tiempo la iglesia se contentó con tomar el puesto subordinado. Con la muerte de Constantino comenzó la lucha por la supremacía, y los obispos de Roma presentaron atrevidamente sus pretensiones al gobierno universal de la iglesia. Es significativo el hecho, que además expone los errores de raíz del papado, de que aunque los nombres de los primeros obispos de Roma puedan ser conocidos en la historia, el orden en el que se sucedieron unos a otros no es conocido. Además, los obispos de Antioquía y de Alejandría (las respectivas capitales de las divisiones asiática y africana del Imperio, así como Roma lo era de la europea) eran reconocidos y estaban a la par con el obispo de Roma.
Gregorio Magno.
Gregorio Magno fue el único Papa destacable en el siglo sexto. Fue un hombre piadoso, y fue responsable del envío de un grupo de monjes misioneros a Inglaterra, encabezados por Agustín. Fueron recibidos amistosamente, y comenzó una gran obra evangelística, aunque el evangelio había sido predicado en las Islas Británicas mucho antes que llegaran Agustín y sus monjes. A pesar de que este período vio varias otras actividades misioneras, que indudablemente llevaron a la conversión de muchas almas, las cosas estaban volviéndose más oscuras por todas partes, y el poder corruptor de Roma estaba creciendo de manera alarmante.
La autoridad imperial, dada al Papa.
Sin embargo, el Papa de Roma, aunque era el dictador supremo en la iglesia, seguía sometido al poder civil, hecho que resultó extremadamente irritante y del que varios Papas sucesivos intentaron liberarse. Con este objetivo, y para lograr nuevos convertidos a su causa, Roma patrocinó varios grupos misioneros. Aunque algunos de estos esfuerzos fueron indudablemente bendecidos por Dios, es de observar que el evangelio fue predicado en su mayor pureza por hombres fuera del seno de la iglesia de Roma.
Las iglesias más importantes en el mundo
5.1. Judaísmo.
Sentido:
Llevar una vida tolerante con todos los demás. Esta agradecido siempre con Dios. Aquí nos muestra una sumisión a Dios, el único Dios, el agradecimiento se puede mostrar por medio de sacrificios. Seguir las leyes que Yahvé le dio a Moisés en el Monte Sinai, son los Diez Mandamientos. Que a los 13 años, un judío niño ya debe cumplir, ya que es un "judío total".
Identidad:
Esta es una delas religiones más antiguas, y lleva consigo gran parte de la historia antigua. Esta religión fue el punto base para que otras religiones tomaran información, doctrinas y fiestas.
El judaísmo es una de las pocas religiones que tienen un origen completamente propio, ya que el cristianismo y los musulmanes tienen varias partes y lapsos de los Judíos, así como también "Patriarcas". En conclusión, el Judaísmo tiene una identidad muy propia, aunque no sea muy diferente a otras religiones.
Lo Sagrado y lo Profano:
Sagrado.-
Básicamente, lo sagrado de los judíos, es lo establecido en La Torá, el antiguo testamento de la Biblia Cristiana. Dentro de esta, están los Diez Mandamientos que Moisés promulgó a pueblo. Los Diez Mandamientos, les dan una forma de cómo vivir en paz con Yahvé. Aparte, tienen una serie de reglas de tradición oral de cosas que no deben hacer. Todo lo que aparece en esta parte, es sagrado y los judíos Místicos son muy estrictos con esto, creen que absolutamente todo es cierto, el 100%. La lectura de las Escrituras es un rito importante, es algo muy sagrado en la sinagoga.
Profano.-
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