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Diferencias y similitudes teorías del crecimiento económico


Partes: 1, 2

  1. Introducción
  2. La generalización de la macrodinámica: el modelo de Harrod – Domar
  3. El modelo de Solow y el proceso de acumulación del conocimiento
  4. Las leyes del crecimiento económico de Kaldor
  5. La postura postkeynesiana: la edad de oro de Joan Robinson
  6. Hayek: el orden espontáneo del mercado
  7. La teoría del crecimiento endógeno
  8. Crecimiento económico y capital humano
  9. El crecimiento económico y el territorio
  10. El crecimiento económico desde la dinámica del proceso industrial: análisis del ciclo de vida industrial
  11. Crecimiento económico y "desarrollo"
  12. Crecimiento económico sostenible y "desarrollo"
  13. El aporte de las unidades productivas micro, pequeñas y mediana empresas (Mipyme) al crecimiento económico
  14. Consideraciones finales
  15. Conclusión
  16. Bibliografía

Introducción

El crecimiento económico se refiere al incremento de ciertos indicadores, como la producción de bienes y servicios, el mayor consumo de energía, el ahorro, la inversión, una balanza comercial favorable, el aumento de consumo de calorías por cápita, etc. Pues, uno de los factores estadísticamente correlacionados con el bienestar socio-económico de un país es la relativa abundancia de bienes económicos materiales y de otro tipo disponibles para los ciudadanos de un país, el crecimiento económico ha sido usado como una medida de la mejora de las condiciones socio-económicas de un país.; sin embargo, existen muchos otros factores correlacionados estadísticamente con el bienestar de un país, siendo el PIB per cápita sólo uno de estos factores. La finalidad de la economía consiste en estudiar este proceso dinámico de descubrimiento y transmisión de información que es impulsado por la función empresarial y que tiende a ajustar los planes de los seres humanos, haciendo con ello posible su vida en sociedad.

El crecimiento económico es el resultado de la dinámica donde se entrecruzan producción de formas de conocimiento, relaciones de poder e instituciones del desarrollo, han sido una preocupación de la ciencia económica, desde los diferentes enfoques y teorías. La emergencia del crecimiento económico como categoría, ha estado enmarcada, en las interpretaciones desde las diferentes escuelas, que de alguna manera han sido consideradas producto directo de una época, de una necesidad imperante, que subyace de las oscilaciones cíclicas y de una generación intelectual.

CAPITULO 1.

La generalización de la macrodinámica: el modelo de Harrod – Domar

En este análisis el primer modelo que se tiene en cuenta, es el modelo de crecimiento de Harrod (1939) – Domar (1946), el cual amplía las ideas de Keynes, a través de la macroeconomía dinámica, dicho modelo se conoce como tasa natural de crecimiento al ritmo de crecimiento de la oferta de trabajo, por oferta de trabajo se entiende no solo el aumento del número de trabajadores, o de horas que están dispuestos a trabajar, sino también el aumento de su capacidad productiva y de su productividad. Dicho de otra forma, es la tasa de crecimiento de la población activa más la tasa de crecimiento de la productividad del trabajo.

Según Galindo y Malgesini (1994), el modelo plantea la importancia de las expectativas, como factor que podría influir sobre dichas variables. Este modelo, pretende dar un enfoque dinámico al aporte de Keynes, y establece un modelo que iba a ser punto de base para desarrollos posteriores, que intentaron mejorarlo a través de la introducción de nuevas hipótesis o variables. El modelo de Harrod – Domar se realizó de forma paralela e independiente, pero ambos planteamientos tuvieron conclusiones muy similares, aunque con algunas diferencias.

Los principales fundamentos del modelo desarrollado por Harrod son:

  • 1. El nivel de ahorro agregado (s) ex – ante es una proporción constante de la renta nacional (Y), de la siguiente forma:

edu.red(1)

Siendo s, la propensión media al ahorro.

  • 2. La fuerza de trabajo crece a una tasa constante, pero sin que ello suponga la existencia de rendimientos decrecientes; con lo que Harrod se aparta de los supuestos clásicos. Bajo esta circunstancia, se establece que la eficacia laboral, es decir, el número de trabajadores en unidades de eficiencia, aumenta a una tasa n', lo que implica que:

edu.red (2)

  • 3. Existe una única combinación de capital (K) y de trabajo (L) dentro de la función de producción, sin que exista progreso técnico ni depreciación en el capital, que pudiese alterar dicha relación.

  • 4. El capital es una parte del volumen de producción existente.

edu.red (3)

Donde v es la relación capital – producto.

Harrod, también se refirió al incremento de capital (K) asociado a un aumento en la producción (Y) de la siguiente manera:

edu.red (4)

Donde ahora v sería la relación marginal capital – producto, por lo que se podría considerar como el aumento efectivo en el stock de capital en un determinado período, dividido entre el incremento efectivo de la producción. Teniendo en cuenta este supuesto y el anterior, el stock de capital que se genera será el que los empresarios consideran adecuado según las necesidades que se derivan del nuevo nivel de producción y de renta. Y al no existir depreciación, la tasa de variación del capital K sería igual al nivel de inversión, por lo que la ecuación (4) queda de la siguiente forma:

edu.red (5)

Teniendo en cuenta esto, se puede desarrollar el modelo propuesto por Harrod. Para ello, hay que considerar la condición de equilibrio según la cual el ahorro es igual a la inversión, es decir, I = S. Por lo tanto:

edu.red (6)

De la ecuación (6), se obtiene lo que Harrod denominó como ecuación fundamental.

edu.red (7)

Dónde: Y/ Y es la tasa de crecimiento de la renta nacional, que debe ser igual a la relación que existe entre la inclinación media al ahorro y la relación capital – producto, v, siempre y cuando se desee que la economía mantenga el equilibrio entre la inversión y el ahorro a lo largo del tiempo. A este tipo de crecimiento (Y/Y) se le denomina como tasa de crecimiento efectiva (G). En el caso de que suponga que s y v sean constantes también lo sería G. Por otra parte, si en vez de considerar v, incorporamos vr, teniendo en cuenta, la relación marginal capital – producto, entonces tendremos:

edu.red(8)

Denominando ahora a (s/vr) como la tasa de crecimiento garantizada (Gw) ya que es: "aquel ritmo de crecimiento que de alcanzarse, dejará a los empresarios en una actitud que les predispondrá a mantener una evolución similar". Cuando se dispone de dos tipos de tasa de crecimiento, lo importante es conocer la relación que existe entre G y Gw, expresada de la siguiente forma:

edu.red (9)

Resultando necesario, para que ambas tasas de crecimiento coincidan, alcanzando un cierto equilibrio, que se cumpla que v = vr. Implicando crecer a un ritmo Gw, de tal forma que consideren que el stock de capital obtenido sea el apropiado para satisfacer las necesidades del nivel de renta. Definitivamente, según Galindo y Malgesini (1994), de esta manera se consigue que el stock de capital poseído se ajuste al deseado, cuando la producción aumenta siguiendo una tasa garantizada. Concluyendo que la tasa de crecimiento de la renta nacional, debe ser igual a la relación que existe entre la propensión media al ahorro y la relación marginal capital – producto.

Las principales conclusiones del modelo de Harrod, son las siguientes:

  • 1. En principio se dispone de lo que se podría denominar "trayectoria de equilibrio" para la renta que es la que se debería tratar de alcanzar y para la que existe una cierta relación ahorro – renta. Una vez que se está en dicha senda, los empresarios estarán conformes con su situación y llevarán a cabo las inversiones necesarias.

  • 2. Cualquier desviación que se produzca de dicha trayectoria dará lugar a desviaciones cada vez mayores de la misma, en lugar de acercamientos.

  • 3. Existe un nivel de producto que crece a una tasa de crecimiento natural. Y para que exista un crecimiento sostenido y equilibrado con pleno empleo, esta tasa tiene que ser igual al crecimiento efectivo, que a su vez debe ser igual al crecimiento equilibrado.

  • 4. El tipo de interés no tiene capacidad para corregir las desviaciones que se produzcan respecto a la trayectoria de equilibrio.

  • 5. Finalmente, la inclusión de la tecnología como variable no altera las anteriores conclusiones.

De acuerdo al modelo de Harrod, el tipo de medidas que se podrían aplicar para mejorar el crecimiento de una economía, no debe partir de una política mixta, es decir, la combinación de medidas monetarias y fiscales. Lo principal, según este modelo, para generar una senda de crecimiento sostenida en el largo plazo es reducir el ahorro, en otras palabras, evitar la existencia de un nivel de ahorro que esté por encima de las necesidades que la economía presenta para conseguir el pleno empleo e introducir las innovaciones tecnológicas. Resulta indispensable la reducción del ahorro y la política económica a implantar debe ir dirigida a tal fin (Galindo y Malgesini).

Para que el Estado pueda ahorrar más debe de traer fondos de los agentes privados, por lo que su demanda será menor y, en definitiva, los empresarios obtendrán menos ingresos. En esta situación, según Galindo y Malgesini (1994), puede ocurrir que aquéllos no estén dispuestos a invertir más, por lo que el esfuerzo habrá sido inútil.

La solución que ofrece Harrod a esta perspectiva es la implantación de lo que se denomina como "planificación indicativa", en la cual se debe establecer una tasa de crecimiento que podría alcanzarse en cinco años, y solicitar a los empresarios su opinión sobre ello, tratando de conseguir que se comprometan a cumplirlo. Si están de acuerdo se sigue adelante y el Estado garantiza que su demanda se mantendrá e incluso, llegado el caso, la aumentaría, para que las expectativas no se viesen afectadas.

Bajo estos planteamientos, se deduce que la política fiscal y la política monetaria, unidas, pueden asegurar un crecimiento de la demanda agregada acorde con el potencial de oferta de la economía; pero no siempre pueden hacerlo sin llevar a una inflación de demanda, es en este sentido, donde la planificación indicativa tal vez sea capaz de lograrlo.

El modelo de crecimiento de Domar fue independiente de los trabajos de Harrod, pero llego a conclusiones muy similares. Domar partió de supuestos diferentes:

  • 1. La inversión determina el nivel efectivo de la renta a través del multiplicador, de la siguiente forma:

edu.red (10)

Donde s es la propensión marginal a ahorrar.

  • 2. La inversión es capaz de aumentar el nivel de renta potencial máximo (Y), mediante un stock de capital mayor, suponiendo que no existe depreciación, es decir que:

edu.red (11)

  • 3. La inversión se modifica a través del comportamiento de los empresarios y puede verse favorecida mediante la evolución de la producción. Lógicamente, las pérdidas de capital o de los negocios no rentables que se hubiesen efectuado pueden perjudicar ese proceso inversor.

  • 4. La inversión a su vez puede generar capacidad productiva a un ritmo dado. Se dará paso a nuevos procesos cuando se eliminen los errores en los procesos de inversión pasados. Si ello implica la existencia de un importante costo o desperdicio, provocaría un incremento menor de la inversión.

  • 5. Se supone que el empleo existente depende de la relación entre la producción efectiva y la capacidad productiva, aunque Domar establece la posibilidad de que apareciesen otros factores que pudieran afectar al empleo.

Teniendo en cuenta estos supuestos, el modelo se formula partiendo de la condición de pleno empleo, por lo que se cumpliría que Y = Y, o lo que es lo mismo:

edu.red (12)

Operando en dicha expresión tenemos que:

edu.red (13)

Esta ecuación muestra cuál debe ser la tasa de crecimiento de la inversión que consiga que la renta efectiva alcance su máximo nivel de crecimiento potencial, teniendo en cuenta que s y s son constantes.

Las similitudes que presentan los modelos de Harrod y Domar, serían las siguientes:

  • 1. Los dos intentan dinamizar las ideas expuestas por Keynes. No aceptan los postulados neoclásicos.

  • 2. Ambos modelos implican la existencia de una serie de dificultades a lo largo del tiempo que perjudican la posibilidad de alcanzar un crecimiento equilibrado con pleno empleo.

  • 3.  Ambos incorporan una cierta inestabilidad en sus modelos. Harrod con las expectativas y su influencia sobre la función de inversión. Y en Domar las limitaciones se ciernen sobre los incentivos para invertir.

  • 4. Ambos economistas llegan a la misma conclusión, en la que plantean que los países están en evolución al igual que los acontecimientos lo que puede conducir a una situación de depresión a largo plazo que genere un volumen de desempleo cada más elevado junto con una infrautilización de los recursos.

Frente a estos elementos similares en ambos modelos, se ha señalado también que existen algunos aspectos diferentes, principalmente, el hecho que Harrod le interesa la propensión media a ahorrar, en cambio en el modelo de Domar se considera a la propensión marginal como relevante.

Respecto al período de largo plazo, los dos autores plantean dos dificultades distintas a las que se tienen que enfrentar las economías. Para Harrod, va a ser la escasez de la mano de obra la que puede perjudicar el crecimiento, mientras que para Domar es la escasez de inversión la que puede llegar a ser perjudicial.

El modelo de Harrod se aproxima al problema del crecimiento económico con un tratamiento más realista al asumir que el progreso técnico puede considerarse como una propensión interna del sistema económico. El gran mérito del modelo de Harrod radica en no ser un esquema de equilibrio; es más bien una proyección hacia el largo plazo de algunos de los conceptos de la Teoría General de Keynes. La tasa de acumulación es una función de las decisiones empresariales encaminadas a realizar ganancias, sin ninguna garantía de que el nivel de inversión se ajustaría al requerido en una economía de libre mercado.

La tasa garantizada de crecimiento del modelo de Harrod está basada en la doctrina de la demanda efectiva de Keynes; sólo puede entenderse en el contexto de la demanda efectiva insuficiente y del desempleo voluntario. Pero la experiencia disponible para los países en desarrollo sugiere que el desempleo no del tipo keynesiano y, si existe desempleo de tipo estructural, es evidente que la formulación del modelo de Harrod no ofrecería un marco conceptual adecuado para entender las verdaderas razones del desempleo.

El problema del desempleo que preocupaba a Keynes se caracterizaba por la existencia de un exceso de capacidad instalada. El problema del desempleo de los países en desarrollo surge porque la capacidad productiva y la demanda efectiva nunca han estado a un nivel apropiado.

Del modelo de Harrod – Domar se puede mencionar los siguientes rasgos para concluir:

  • Rechazo de la teoría neoclásica del ajuste de las combinaciones de los factores

  • Su método es similar al de otros autores, en el sentido de que empieza analizando las condiciones que hace posible el estado estacionario de las tasas de crecimiento.

  • Se muestra como y cuando las condiciones mencionadas están en contradicción con el mundo real.

  • La regularidad del ritmo de crecimiento se basa sobre la reinversión de los beneficios que se dan cuando las inversiones recientes han dado resultados satisfactorios.

  • Este modelo es de demanda.

  • Los comportamientos del consumo y de la inversión determinan el crecimiento económico.

  • La demanda es la variable matriz.

  • El crecimiento equilibrado aparece simplemente como un estado de referencia, el desequilibrio es la regla.

CAPITULO 2.

El modelo de Solow y el proceso de acumulación del conocimiento

Uno de los modelos más conocidos de la escuela neoclásica acerca de la relación entre ahorro, acumulación de capital y crecimiento es el que Robert M. Solow desarrolló a fines de los años cincuenta y sesenta. En el modelo de Solow, la acumulación de conocimiento para el crecimiento económico tiene dos funciones diferentes. Primero, el progreso tecnológico puede ayudar a explicar el "residual de Solow"; y segundo, el progreso tecnológico permite que la formación de capital continúe creciendo. Según Weitzman (1996), la nueva teoría del crecimiento determina el residual de Solow y la relevancia de la endogenización del conocimiento.

Consideró como eje central de la acumulación el capital físico, la creación de grandes empresas, la producción en serie y a gran escala. Luego, emerge como variable principal el capital humano (educación-calificación) por su capacidad para generar nuevo conocimiento creando retornos crecientes a escala (crecimiento endógeno).

En este modelo, el nivel del producto por habitante en el largo plazo (en estado estacionario) depende de la tasa de ahorro de la economía, que es la que determina el stock de capital y de la función de producción, que depende del estado de la tecnología. En el estado estacionario, la tasa de crecimiento de la producción agregada depende de la tasa de crecimiento de la población y de la tasa de progreso tecnológico, mientras que la tasa de crecimiento de la producción es independiente de la tasa de ahorro (inversión), y depende sólo de un cambio tecnológico exógeno.

El modelo simple elaborado por Solow – modelo que sirvió y que sigue sirviendo como marco analítico para el desarrollo de otras investigaciones teóricas que analizan algunas cuestiones abstractas relativas al funcionamiento del sistema económico de mercado -, aún cuando tiene como punto de referencia al modelo de Harrod, modificó la problemática de conjunto: el modelo de Solow se caracteriza por ser un modelo de oferta en el cual los problemas de mercado están ausentes, el ahorro es igual a la inversión y además por hipótesis la ley de Say es verificada.

Según Galindo y Malgesini (1994), el modelo de Solow parte de tres aspectos:

  • 1. La población y la fuerza de trabajo (que se suponen iguales) crecen a una tasa proporcional constante (n) determinada por factores biológicos, pero independiente de otras variables y aspectos económicos.

  • 2. El ahorro y la inversión son una proporción fija del producto neto en un momento dado.

  • 3.  La tecnología se supone afectada por dos coeficientes constantes: la fuerza de trabajo por unidad de producto y el capital por producto.

Para ellos, en el modelo de Solow, lo relevante en el crecimiento económico es la relación que existe entre el capital y el producto y en el desarrollo del modelo, se establece las siguientes hipótesis: Se supone que en la economía se fabrica sólo un tipo de bien, cuyo nivel de producción se recoge por la variable Y; además, se supone que al final todo el ahorro será invertido, lo que implica, a su vez, no tener que incluir una función de inversión.

  • 1. El ahorro se comporta de una forma proporcional a la renta.

S = SY (14)

  • 2. La inversión neta (I) es la tasa de crecimiento de dicho stock de capital; es decir, se cumple que K = I. Como en equilibrio la inversión tiene que ser igual al ahorro, entonces:

K =SY (15)

  • 3. La función de producción recoge dos factores, capital y trabajo (L). la cual se supone que es una función agregada, continua y con rendimientos constantes

edu.red (16)

Siendo y = Y / L; k = K / L. Dentro de este ámbito se supone, además, que la productividad marginal del capital, es decir f (k) es positiva para todo k y que disminuye cuando el capital por trabajador aumenta.

  • 4. La fuerza de trabajo crece a un nivel proporcional constante y exógeno (n) , es decir que:

edu.red (17)

Por su parte, L es el nivel de mano de obra disponible y que es equivalente a la siguiente expresión:

edu.red (18)

Mostrando con el término t el período temporal.

Teniendo en cuenta estos aspectos, podemos obtener la ecuación fundamental del modelo de Solow. Para ello se parte de la ecuación (15) y sustituimos en ella la función de producción (16), de tal forma que tenemos:

edu.red

O lo que es lo mismo:

K = sF (K, edu.red (19)

Donde, K/L = k y sabiendo, por tanto, que K= edu.redy diferenciando esta última igualdad respecto al tiempo, tenemos que:

edu.red (20)

Sustituyendo esta expresión en (19), nos queda,

edu.red (21)

edu.red

Simplificando y despejando, se obtiene lo siguiente:

edu.red (23)

Esta expresión es la ecuación fundamental del equilibrio neoclásico. En ella, sF (k) es el ahorro por trabajador, que se puede considerar como el flujo de inversión que acude por trabajador, puesto que dentro del modelo se supone que todo el ahorro se convierte automáticamente en inversión. Por su parte, nk sería la inversión que resultaría necesaria para mantener constante la relación que existe entre el capital y el trabajo, considerando que el número de trabajadores crece a una tasa n.

Así, se tiene que la tasa de variación correspondiente a la relación que existe entre el capital y el trabajo k, se determina a través de la diferencia entre el ahorro por trabajador y el ahorro necesario para mantener dicha relación constante, cuando crece la fuerza de trabajo.

El modelo de Solow, establece que el capital está relacionado de forma positiva con el ahorro y negativa con el incremento de la población.

Por otro lado, el modelo admite la igualdad entre el ahorro y la inversión de manera que el exceso o la insuficiencia de demanda, que jugaba un papel fundamental en el modelo de Harrod, aquí está ausente. Una de las conclusiones del modelo elaborado por Solow es que en un régimen transitorio, se observa una correlación entre tasa de inversión y tasa de crecimiento, mientras que la tasa de crecimiento de largo plazo no depende de la tasa de inversión.

En el modelo ampliado de Solow, se asume la siguiente función de producción:

edu.red

Los parámetros a y ? son positivos, y a + ? < 1 y las variables trabajo (L) y Nivel de tecnología (A), crecen a tasas constantes n y x, respectivamente. El producto puede ser usado para consumo o inversión en cada uno de los tipos de capital. Ambos tipos de capital se deprecian a la tasa d. En el modelo de Solow ampliado, también se asume que la inversión bruta en capital físico es la fracción sk del producto y que la inversión bruta en capital humano es la fracción sh del producto.

edu.red (25)

Ahora si definimos zˆ =?ˆ + hˆ, e igualamos los productos marginales netos:

edu.red (26)

edu.red (27)

Podemos obtener la función de producción en términos de ˆz

edu.red (28)

Dónde:

edu.red

En este caso, la ecuación fundamental del modelo de Solow ampliado toma la siguiente forma:

edu.red (29)

edu.red

En los modelos que incluyen progreso tecnológico, el crecimiento es más rápido mientras más grande es el nivel de conocimiento humano acumulado. En la visualización del modelo de crecimiento de Solow, es posible el reconocimiento de tres factores determinantes de la acumulación: capital, progreso técnico y capital humano.

Con este modelo se puede concluir que sólo un bajo crecimiento de la población y un cambio tecnológico acelerado pueden generar un aumento permanente en la tasa de crecimiento. Incrementar el ahorro y la inversión, por otra parte, puede producir un incremento transitorio en el crecimiento y uno permanente en el ingreso per cápita. A este modelo, sin embargo, se le puede criticar que intenta mostrar como ejemplo los países industrializados y que olvida incluir el rol de las expectativas.

Finalmente, es importante notar las diferencias entre Solow y Keynes con respecto al crecimiento de la población: mientras que para Keynes el efecto era positivo, porque actuaba sobre la demanda, para Solow era negativo. Porque alteraba la relación capital/trabajo.

CAPITULO 3.

Las leyes del crecimiento económico de Kaldor

Surgieron de las observaciones que el economista húngaro habría realizado en varios procesos de crecimiento en países desarrollados. Su objetivo es mostrar las eventuales diferencias que habría entre los respectivos procesos de crecimiento, sobre todo, el efecto positivo que genera la expansión industrial en las respectivas economías, debido a su efecto inductor del crecimiento de los demás sectores. Estas leyes se refieren a los efectos positivos que genera la expansión del producto manufacturero en el conjunto de la economía al inducir el crecimiento del resto de los sectores y elevar la productividad en todas las actividades económicas.

La primera Ley de Kaldor establece que la tasa de crecimiento de una economía se relaciona positivamente con la tasa de crecimiento de su sector industrial. Por ello es que se pone al sector manufacturero como el que genera efectos multiplicadores en la economía de un país. Kaldor dice que eso se debe a que las demandas por manufacturas son elásticas con relación al ingreso; por otra parte, a su encadenamiento productivo hacia atrás, es decir, hacia sus proveedores.

Esta primera Ley se ha expresado de manera alternativa como:

edu.red(32)

edu.red (33)

Donde qT es la tasa de crecimiento del producto de toda la economía, qM la de la industria manufacturera y qNM la de las actividades no manufactureras. El hecho de que qM esté contenido en qT y que además sea parte considerable de éste implica que la correlación entre ambas variables puede resultar espúrea, por lo que es preferible que el contraste empírico de la Ley se realice utilizando la ecuación 33, con la tasa de crecimiento del producto no manufacturero qNM como variable dependiente en lugar de la correspondiente al producto total.

Con esto se previene que la correlación estimada sea espúrea y se puede demostrar si la expansión manufacturera tiene un efecto de arrastre del resto de las actividades económicas. La primera Ley se valida si en 32 y 33, a1 es positiva y estadísticamente significativa, y se rechaza si cualquiera de estas dos condiciones no se cumple. No obstante, la simple relación estadística entre qT y qM o entre qNM y qM no es suficiente para afirmar que el crecimiento es dirigido por la demanda.

La segunda Ley, postula que un incremento en la tasa de crecimiento de la producción manufacturera conduce a un aumento de la productividad del trabajo dentro del mismo sector, debido al proceso de aprendizaje que se deriva de una división del trabajo y una especialización mayores, asociadas a la ampliación del mercado, así como a las economías de escala de carácter dinámico provenientes de la incorporación del progreso técnico y de la mecanización de las actividades productivas.

La tercera Ley afirma que la productividad en los sectores no manufactureros aumenta cuando la tasa de crecimiento del producto manufacturero se incrementa. Este resultado puede explicarse a partir de diversos procesos: en primer lugar, la expansión de la industria manufacturera acrecienta la demanda por trabajo convirtiéndose en un polo de atracción de trabajadores que se encuentran en sectores tradicionales en una situación de desempleo disfrazado. Se supone que en esos sectores el empleo disminuye pero el producto no, lo cual sería una prueba del incremento de la productividad de la mano de obra. En segundo lugar, esta transferencia de trabajadores también eleva la productividad total de la economía como un todo, ya que trabajadores poco productivos empleados en actividades tradicionales se convierten en fuerza laboral industrial más productiva.

La ultima ley se refiere a las causas por las que existen diferencias en las tasas de crecimiento en la producción manufacturera. En este sentido se concede gran importancia a los factores de oferta y demanda, especialmente el consumo, a la inversión y a las exportaciones. También se suele destacar el papel primordial que tiene el factor trabajo en esta tarea, ya que, según Galindo y Malgesini (1994), cuanto mayor sea el número y más productivo sea el factor trabajo, se propiciará crecimiento de la productividad.

Kaldor, se ocupa del papel que juega el ahorro dentro de la economía, y muestra una teoría de la distribución alternativa a la keynesiana, que sirve además de pieza fundamental a la hora de desarrollar su modelo de crecimiento. De esta forma, la tasa de beneficio que genera una sociedad depende de la propensión al ahorro que se tenga respecto a la renta que proviene de los beneficios. En los planteamientos de Kaldor (1963), se enumera un grupo de factores que especifican el proceso que conllevan al crecimiento económico:

  • 1. El crecimiento sostenido en el largo plazo del ingreso per cápita.

  • 2. El crecimiento del capital físico por trabajador.

  • 3.  El hecho que la tasa de retorno del capital sea constante.

  • 4. El aprovechamiento de las ventajas comparativas y el equilibrio dinámico.

  • 5.  La acumulación de capital físico y social.

  • 6.  El progreso tecnológico, la especialización del trabajo y el descubrimiento de nuevos métodos de producción.

La teoría del modelo de crecimiento elaborado por Kaldor, ha defendido la tesis de que entre las regiones de un país donde prevalece la plena libertad de movimiento de los factores productivos, las restricciones de demanda, más que las de oferta, suelen ser el principal freno a la expansión económica.

En concreto, dicho modelo, se fundamenta en las siguientes ecuaciones:

  • 1. Una función de ahorro,

edu.red (34)

Donde a y ß son parámetros superiores a cero (0) pero menores a uno (1), siendo a la propensión marginal a ahorrar respecto a los beneficios (B) y ß la propensión marginal a ahorrar respecto a los salarios. Y es la renta bruta del período.

  • 2. Una función que recoja el progreso técnico, en el que se muestre la relación que existe entre la tasa de crecimiento de la producción por trabajador (Go) y la tasa de crecimiento del capital precipita (G k – ? ), de la siguiente forma:

edu.red (35)

Una función de inversión en la que aparezcan dos elementos. El primero de ellos se refiere al volumen de inversión inducida que se necesita ante la variación del nivel de producción realizada en un momento anterior, de tal forma que se supone que esta inversión tendrá que conseguir que el crecimiento en la capacidad de producción en un determinado período de tiempo, por ejemplo t + ? sea de la siguiente forma:

edu.red (36)

Donde ? es la tasa de crecimiento de la población y µ otro parámetro.

De la ecuación 36 se desprende que la tasa de crecimiento de la economía (Gy) es superior a la del capital (Gk), ya que el segundo término de la ecuación (36) es positivo, por lo que Gk crecerá a lo largo del tiempo, lo que motiva que G y también lo haga y más que proporcionalmente.

Para tener una visión más completa del modelo de crecimiento de Kaldor, hay que considerar que la tasa de beneficios respecto al capital existente no puede ser inferior que el tipo de interés junto con el riesgo en el que se incurre por llevar a cabo la inversión correspondiente. Además, que el tipo de interés se determina dentro del mercado monetario, al enfrentar la demanda con la oferta monetaria, tal y como se establece dentro del análisis keynesiano.

Teniendo en cuenta todos estos aspectos, Kaldor llega a la conclusión de que el nivel de acumulación se alcanza en aquel momento en que el nivel de beneficio real sea igual a la tasa mínima de beneficio correspondiente a un tipo de interés determinado. Sólo en estas circunstancias los empresarios estarán dispuestos a introducir nuevas inversiones en las firmas y mejorar de esta forma el crecimiento sistémico.

Una de las reflexiones que emerge para la propuesta de este estudio es que cuando las regiones pobres crecen más rápido que las ricas puede encontrarse evidencia estadística favorable para esta Ley, sin que ello signifique que el crecimiento lo dirijan las fuerzas de la demanda. Esto se debe a que en los países o las regiones de bajo ingreso per cápita el sector manufacturero tienden a crecer más rápido que los demás, mientras que en los de altos ingresos los servicios muestran un mayor dinamismo porque el progreso económico eleva la elasticidad ingreso de estas actividades respecto de las manufactureras.

La demanda por manufacturas y no las restricciones de oferta es lo que determina qué tan rápido crece la producción total. El reconocimiento del papel clave que juega el sector manufacturero, se basa en que el sector primario está gobernado por otro tipo de fuerzas y su tasa de crecimiento depende del progreso de las innovaciones ahorradoras en tierra.

Para Kaldor, entre más alta es la tasa esperada de ganancia, mayor es el incentivo que tienen los empresarios para adoptar una técnica más intensiva en mano de obra. Esto está en conflicto con la visión neoclásica del problema; sin embargo, el problema es que la teoría tradicional no tiene en cuenta el riesgo y la incertidumbre, y en el mundo real estos elementos llevan a economías en el cual los fondos se recuperan a través de las ganancias.

El problema de un crecimiento económico acelerado, según Kaldor, está relacionado con el suministro eficiente de un conjunto bastante amplio de bienes públicos que se denominan como infraestructura. El principal freno al desarrollo no es la ausencia de incentivos sino la escasez de recursos. Para Kaldor, resulta claro que el potencial impositivo de un país pobre es menor al de un país industrializado y por lo tanto, las metas de una reforma tributaria no pueden ser muy ambiciosas.

CAPITULO 4.

La postura postkeynesiana: la edad de oro de Joan Robinson

Los aportes de Joan Robinson (1973), mantuvieron una dicha crítica se centra en la obsolescencia de la teoría defendida por los autores que componen dicha escuela, al irrealismo de sus postulados, a los errores metodológicos y a los fallos empíricos. "El espíritu anímico esencial" de las empresas, que es el verdadero motor inicial y determinante del proceso de acumulación y crecimiento. Con este concepto, según Galindo y Malgesini (1994), la autora pretendía señalar que la economía podría obtener su equilibrio cuando se consiga un ritmo de acumulación con una determinada tasa de beneficio que alcance un suficiente volumen que le permita mantener dicho nivel.

Las principales causas que pueden respaldar el crecimiento en la economía son:

  • Las condiciones competitivas en la economía.

  • Los acuerdos salariales. Las alteraciones en los salarios provocan brotes inflacionistas. Pero frente a este comportamiento negativo, hay que considerar también que son la base para estimular la demanda del sistema.

  • La posibilidad de financiar la inversión, que puede facilitar o perjudicar la introducción de nuevos procesos en la industria para hacerla más competitiva.

  • El stock de capital inicial y las expectativas que se forman de la experiencia pasada.

  • Robinson considera la política de inversión que gracias a ella se podrá generar empleo.

De modo que, se considera que dicha inversión se adopta con independencia de los ahorros que se hayan producido. Una proporción mayor del ingreso que se ahorra, por parte de los capitalistas o de los asalariados, significaría que, dados el avance del conocimiento técnico y el crecimiento de la población, la Edad de Oro tendría de forma intrínseca una tasa de ganancia menor, a fin de asegurar la relación correcta con una tasa de crecimiento constante del capital (igual a la tasa del progreso técnico más la tasa de crecimiento de la población.

El instinto animal puede considerarse conveniente por las siguientes razones:

  • Promueven el incremento del conocimiento científico. En este aspecto contribuyen a la tasa de crecimiento de la Edad de Oro.

  • Promueven la explotación del conocimiento científico, es decir, su conversión en conocimiento técnico. Esta es una forma importante en la que también se promueve el progreso técnico y el crecimiento de la Edad de Oro.

  • Promueven una visión optimista del futuro. En este sentido, los grandes instintos animales son incompatibles con las condiciones de una Edad de Oro, donde la perspectiva del futuro se determina por el conocimiento del presente y del pasado.

Sobre las bases de las expectativas dadas, los grandes espíritus animales fortalecen el impulso de la inversión. En este sentido, no son de ningún modo incompatibles con las condiciones de una Edad de Oro. Pero no ejercen ninguna influencia en la tasa de crecimiento, ya que su efecto se anula a causa de los términos en que se dispone del financiamiento.

El concepto del instinto animal de Keynes desempeña un papel fundamental para el logro de la Edad de Oro en el modelo de Robinson. Según Keynes (1973), "Si el instinto animal desmaya… la empresa se marchitará y morirá". Son los impulsos y el emprendimiento de los individuos los que promueven el emprendimiento, a través del riesgo, y son estas motivaciones las que generan el nacimiento de empresas, y es el instinto el que diferencia los agentes económicos.

El emprendimiento es un proceso de largo plazo que requiere la conexión entre los sujetos involucrados en el tejido empresarial y los instrumentos de política, donde el instinto animal no es sólo la acción individual, sino también las acciones de las organizaciones para crear empresas."

El marco de la Edad de Oro es un procedimiento para realizar experimentos intelectuales y no como una hipótesis. Según Robinson, el principal mérito de este ejercicio es que permite imaginar un camino histórico (no necesariamente de equilibrio) en el cual la tasa de acumulación (ex – ante), la tasa de crecimiento físicamente posible y las condiciones límites son compatibles entre sí. Pero el interés de este experimento está no sólo en postular la armonía, sino en arrojar luz sobre diversos tipos de desarmonías.

La Edad de Oro indica un estado de cosas utópico que posiblemente no se encuentre en ninguna economía actual; pero que es necesario describir para mostrar cuán lejos están las economías capitalistas de la tranquilidad, la lucidez y la armonía. Las reglas de juego del sistema capitalista de producción se han desarrollado para que la acumulación del capital sea posible en condiciones de desequilibrio (incertidumbre); sin embargo, si una economía de libre empresa se somete a choques externos y contradicciones internas, posiblemente no sería capaz de sobrevivir. La supervivencia del capitalismo, según Robinson, hace evidente cierto grado de coherencia entre la confusión reinante en ese sistema.

Partes: 1, 2
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