- Unidad, diversidad y complementariedad de las dos mundializaciones
- El Esperanto: lengua planetaria neutra y movimiento emancipador
Unitas Multiplex es una categoría fundamental, una categoría origen/destino en el entramado del pensamiento complejo y en los propósitos de planetarización de la humanidad planteados por Edgar Morin.
Cito textual:
Unitas Multiplex se refiere a la idea de que la especie humana es una relación compleja dialógica y recursiva ente la unidad y la diversidad y su diversidad en la unidad. Existe una unidad humana y también existe una diversidad humana. La unidad no está solo en los rasgos biológicos de la especie homo sapiens. La diversidad no está solamente en los rasgos psicológicos, culturales y sociales del ser humano. Existe también una diversidad propiamente biológica en el seno de la unidad humana, no sólo hay una unidad cerebral sino mental, psíquica, afectiva e intelectual. Además, las culturas y las sociedades más diversas tienen principios generadores u organizadores comunes.
Es la unidad humana la que lleva en sí los principios de sus múltiples diversidades. Lo fundamental es comprender que aquello a lo que llamamos "naturaleza humana" no es nada sustancial: se trata de una misma matriz organizacional generadora de unidad y diversidad (Morin, 2002).
Esta realidad unidad-diversidad no es ajena al ámbito lingüístico.
Existe dialogicidad entre la necesidad de comunicación mediante idiomas particulares (nacionales) y la necesidad del entendimiento general a través de una lengua planetaria, a la vez, por encima y a través de las lenguas nacionales.
El propósito de esta ponencia es expresar nuestra convicción de que ese idioma universal existe desde hace aproximadamente 115 años: se trata del esperanto que, entre otras cosas, trabaja en favor del mismo sueño que acompaña a la Unitas Multiplex del pensamiento complejo: la unificación de la humanidad en la diversidad, en este caso, a través de una lengua común con respeto no sólo de las diferencias lingüísticas, sino también las de raza, religión, sexo.
Unidad, diversidad y complementariedad de las dos mundializaciones
El pasaje bíblico de "La Torre de Babel" enuncia que una vez creada la tierra, Dios dijo a sus criaturas: "fructificad y multiplicaos y llenad la tierra".
Éstas tenían una sola lengua y unas mismas palabras hasta que decidieron edificar una torre cuya cúspide llegaría al cielo en la idea de hacerse un nombre como precaución de que fueran esparcidos sobre la faz de la tierra. En castigo a esas pretensiones, Dios confundió su lengua para que ninguno entendiera el habla de sus compañeros y luego, con lengua distinta, los esparció sobre la faz de toda la tierra.
Así, confundidos y con intentos frustrados de recuperar una lengua universal, el hombre empezó su aventura en la tierra hasta llegar a los tiempos actuales que Edgar Morin denomina la Edad de Hierro Planetaria, la cual ha caminado mediante dos hélices, una, la hélice mundializadora de la economía que –conducida por el mundo occidental e impulsada por el cuatrimotor ciencia, técnica, industria e interés económico– alcanza ya a todo el planeta, y, otra, la hélice de la mundialización de las ideas de humanismo y de emancipación "generalizada por la inercia de la primera hélice, que va creando las condiciones de expansión de esa segunda hélice, preparando la conciencia incipiente de la necesidad de una civilización planetaria".
De la insensibilidad característica de la primera hélice han surgido contratendencias en forma de resistencias privadas e individuales a la atomización y al anonimato y la multiplicación de iniciativas de individuos, asociaciones o cooperativas para trabajar por la calidad de vida y por la regeneración en nuestra civilización, producto de la toma de conciencia ecológica, de la extensión del desempleo y de la desertización de los pueblos que se expresan en la emergencia de alternativas de configuración social más coherentes con el destino de la humanidad, la idea del mundo como patria común.
En otras palabras, estamos ante un posible despertar de la sociedad-mundo, camino hacia la Era Planetaria, en avance pleno hacia la noción de Tierra-Patria.
¿Es posible percibir la articulación de las dos mundializaciones en un proceso único, intrínsicamente antagónico y al mismo tiempo complementario? La respuesta es positiva para Morin quien sostiene que "las dos mundializaciones antagonistas son inseparables: las ideas emancipadoras se han desarrollado como contrapunto a las ideas de dominación y explotación… La segunda mundialización progresa al mismo tiempo que la primera".
Las ideas universalistas se han abierto paso sobre la base de los desarrollos económicos y técnicas que se expanden con la ayuda del soporte de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC’s), cuyo vertiginoso progreso ha dotado al planeta de la infraestructura necesaria para crear una sociedad planetaria.
Esta infraestructura se encuentra al servicio del impulso de la hélice de la primera mundialización la cual impone sobre las lenguas nacionales el idioma de los imperios para la comunicación internaciones. Pero las TIC’s son también una condición necesaria, aunque no suficiente, para la posible emergencia de una sociedad-mundo y sirven de soporte para la internacionalización de los movimientos dedicados a protestar y criticar las prácticas antiecológicas de los grupos transnacionales, las políticas de los gobiernos y sociedades que lesionan los derechos humanos.
En palabras de Morin:
Por un lado, se expande la hélice de la mundialización más institucionalizada, la economía global y sus aparatos tecno-burocráticos con el despliegue del pensamiento único, el cálculo y las políticas unidimensionales y racionalizadoras. Por otro lado, se expande la hélice de la mundialización humanista que impulsa corrientes diversas con dificultades para organizarse, además de correr el riesgo de dislocarse y fragmentarse a causa de sus propias contradicciones como de caer en la simplificación. Esta otra mundialización contiene, en formas diversas, las corrientes emancipadoras y humanistas del pasado: socialismo, humanismo y democracia. Pero, más allá de sus contradicciones y dispersiones, está unida por la aspiración a un mundo mejor.
Diversas organizaciones como Médicos sin Fronteras, Médicos del Mundo, Greenpeace, Survival International, Amnistía Internacional, orientan su actividad hacia la expansión de la mundialización del humanismo, de los derechos humanos, de la libertad, de la igualdad, de la fraternidad, de la equidad y del valor universal de la democracia. Se trata de organismos que trabajan por la paz en el mundo entero con la idea de que todos somos hermanos de la misma tierra.
En esta misma realidad de expansión y emancipación de la segunda hélice, encaja la idea de la necesidad de una lengua planetaria que funcione como puente entre la diversidad cultural y la unidad de la humanidad en el terreno de la comunicación lingüística entre las naciones.
Habría que precisar la noción de nación, pues ésta además de ser un idioma y un espacio geográfico, es también un profundo sentimiento de pertenencia y enraizamiento y en este sentido, el peligro para la humanidad no son las naciones sino el nacionalismo que se niega a aceptar la construcción de posibles instancias colectivas de una escala superior a la nación, para solucionar y gobernar problemas supranacionales.
Cierto que faltan las instancias mundiales, pero debemos superar ideas reductivas y peligrosas como la llamada "sociedad de las naciones", "Estado global", "sociedad civil global" o la idea de un "gobierno global" que operarían a través del consenso o la sumatoria de decisiones interestatales provenientes de grupos tecnocráticos que excluyen la participación de los ciudadanos y los intereses de la ciudadanía mundial y superar también la idea de que el "lenguaje universal" ha de ser el impuesto por el imperio reinante en las relaciones económicas globalizadoras o de que éste se convierta en un mecanismo de control de la humanidad por un "gobierno planetario".
Las instancias faltantes son, según Morin:
- Instancia mundiales para asumir problemas fundamentales como los de dimensión planetaria. Alianzas para la paz planetaria, instancias ecológicas, económicas, instancias protectoras de las culturas, falta una instancia capaz de decidir sobre problemas de vida o muerte para el planeta.
- La conciencia de una comunidad de destino, una comunidad para la que estos problemas de vida o muerte se planteen en todos los seres humanos.
A lo anterior agregaríamos una necesidad, más que una carencia: la comunicación mediante una lengua planetaria.
El Esperanto: lengua planetaria neutra y movimiento emancipador
En abierto desafío al pasaje bíblico de la Torre de Babel, numerosos pensadores a lo largo de la historia de la humanidad –desde Leibniz y Comenius, hasta Descartes y Newton— han participado en la idea de dotar a la humanidad de una lengua común. Fue hasta el Sigo XIX cuando se hicieron los primeros intentos en firme para encontrar una solución al problema. En 1887, en Polonia, el doctor Luis Lázaro Zamenhof presentó su proyecto de lengua internacional, a la cual denominó esperanto vocablo que significa "el que espera".
El esperanto es un idioma planificado, con carácter internacional y neutro y es también un movimiento social. Está integrado por elementos tomados de entre los más difundidos en todas las lenguas.
Estos elementos se estructuran con una gramática absolutamente lógica, libre de excepciones e irregularidades, por lo que el aprendizaje básico de esta lengua se lleva a cabo en tres o cuatro meses.
Esta facilidad no significa en modo alguno falta de fuerza expresiva; todo lo contrario, la completa regularidad de la gramática dota al esperanto de gran flexibilidad, lo que permite alcanzar gran precisión en la expresión del pensamiento, lo cual se demuestra en la comunicación entre millones de personas que lo hablan en todo el mundo; música, poesía, literatura y cultura en general traducida y creada en este idioma.
Es internacional, ya que está formado por elementos tomados de los idiomas más difundidos. Su estructura gramatical lo emparenta con idiomas africanos y asiáticos y encontramos palabras que existen en forma casi idéntica en los idiomas europeos más difundidos, modificadas sólo para dar al idioma unidad y coherencia.
En cuanto no pertenece a ningún país, sino a la humanidad, se le considera neutral. Muy remota está la posibilidad de que se convierta en una lengua de dominación, pues pregona el respeto por las lenguas nacionales, además, no es necesario un idioma internacional para controlar a los pueblos ya que existen otros recursos audiovisuales que eximen de la necesidad de una lengua común a los interesados en ejercer el control de los pueblos.
El esperanto no sólo no facilita el control, sino que constituye de hecho una defensa en cuanto que el contacto directo entre los pueblos y la comunicación democrática dificultarían enormemente la tarea autoritaria de ocultar la verdad.
Como movimiento social, el esperanto es una bandera a la que le conciernen más las luchas por una globalización democrática (mundialización de las ideas humanistas) e incluyente, que las disquisiciones académicas en el campo de la lingüística; una bandera enarbolada a favor de los derechos humanos, de las minorías, del respeto a la diversidad y en general de la convivencia humana.
Jorge Luis Gutiérrez (2002) explica que "serán muy dudosos los resultados de un debate sobre globalización democrática en el que no se tome en cuenta el problema de la diversidad lingüística…". Por ello, entre los esperantistas existe la obstinación en creer que es posible otro mundo, otro modelo de globalización, siempre y cuando ese modelo tome en cuenta a todos, grandes y chicos, débiles y poderosos. Y mucho colabora en ello una lengua internacional que no cree jerarquías, que no suponga privilegios para ninguna nación por ello se tiene la convicción de que esa lengua es el esperanto.
Como parte fundamental de la hélice mundializadora humanista, el esperanto ha agrupado en torno suyo a quienes ven en él la solución más aceptable y digna del problema causado por la diversidad lingüística. En efecto, afirma Ivo Lapena, "al no pertenecer a ninguna nación o pueblo determinado, la lengua internacional se presenta libre de compromisos políticos o culturales. De esta manera, su uso no somete a nadie a la aceptación de una cultura particular, posibilitando por esta razón la relación y la comunicación más directas posibles", y concluye:
El esperanto es un estandarte de paz y de esperanza: pretende congregar en su entorno a todas las fuerzas de quienes no sólo dicen, sino que profundamente sienten, que los hombre son, ante todo, hombres, y que el mundo debe ser un hogar confortable, luminoso y seguro para todas las razas, para todos las naciones, para todos nosotros. (Lappena,1954).
Unificar a la humanidad en la diversidad lingüística es uno de los objetivos fundamentales del esperanto, lo que lo incluye en la hélice humanista del pensamiento complejo que contempla al hombre en su unitas multiplex.
Gutiérrez, Jorge Luis. El esperanto en Porto Alegre. www.esperantomex.org. Febrero de 2002).
Lappena, Ivo. El valor cultural de la lengua internacional esperanto. Conferencia inaugural del XXXIX Congreso Universal de Esperanto celebrado en Haarlem, Países Bajos. www.esperantomex.org. Agosto de 1954).
Morin, Edgar. Educar en la era planetaria: el pensamiento complejo como método de aprendizaje en el error y la incertidumbre humana. UNESCO, Universidad de Valladolid, IIPC, Universidad del Salvador. 2002.
Juan Lizarraga Tisnado