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Reencuentro con las raíces mismas de la América Morena (página 2)

Enviado por Claudia D'Onghia


Partes: 1, 2

 

Capítulo 2 Nuestros Indios del Norte- Qué difícil es lograr una nueva calidad de Vida –

En nuestros días, las comunidades indígenas argentinas y su cosmovisión, que es única por estar fuertemente vinculada con la tradición originaria de América, son parte integrante de nuestra cultura y en cuanto a tal deben ser recuperadas, valoradas y respetadas.

La situación actual indica que en la Argentina viven cerca de medio millón de indígenas, la mayoría de ellos en condiciones de extrema marginalidad, en lugares que para el resto de los argentinos sería algo así como el fin del mundo. Devorados por enfermedades de todo tipo, alejados de las mas elementales posibilidades de desarrollo, superan el desamparo por propia iniciativa (a través de organizaciones comunitarias y/o asociaciones a nivel nacional) y el apoyo de instituciones del Estado o privadas. En general existen propuestas aisladas, con mayor o menor grado de eficacia, valiosas todas pero sin coordinación entre sí.

Frente a estas alternativas, surge cada vez con mayor nitidez la perspectiva de la participación igualitaria, que concibe al indígena y su comunidad como parte de la sociedad nacional, entendiéndolo como un argentino más, portador de una tradición cultural específica que es menester, primero, preservar y, segundo, reactualizar en su protagonismo histórico.

Se trata de entender a las comunidades indígenas en el contexto amplio de la cultura argentina. La forma de vida indígena no podrá desarrollarse y crecer a través del accionar aislado de sus distintos sectores sino por medio de la tarea coordinada y cotidiana de todos. Esto se logra a través de una participación , caracterizada por la comprensión y el respeto mutuos, teniendo en cuenta al otro, admitiendo que esta cultura es nuestra y como tal única e irrepetible y aceptar que nuestra historia es la demostración de una lucha trabajosa por consolidar un pueblo con fisonomía propia y finalmente aceptar las dificultades que aferradas en el interior de cada uno obstaculizan nuestro crecimiento.

En el proceso de colonización los aborígenes sufrieron y sufren hoy en día el sometimiento de una cultura que arrancó sus propios valores, sumergiendolos al desamparo, a la marginalidad y un permanente recordatorio donde el hombre blanco es diferente al aborigen .

Las comunidades del oeste recuperaron, en gran parte, el reconocimiento legal de las tierras que ocupan.

Así mismo los pilagás ocupan tierras marginales en los montes deteriorados debido a la tala indiscriminada de árboles y a la instalación de petroleras que ocasionan la pérdida de la fauna autóctona.

Los criollos fueron adueñándose de las tierras sin resistencia alguna esto dio lugar a la ganaderización expulsando y arrinconando a los indígenas a áreas marginales y a especie de reservas, los alambrados fueron cerrando el paso para recolectar, cazar y pescar, a la vez que los limitaba en sus tierras, llevando en algunas zonas a la desaparición de las etnias y sufriendo el proceso de aculturación impuesto por la sociedad dominante.

El sobrepastoreo causado por la ganadería interrumpe el ciclo del bosque dejando el suelo desnudo y compacto, la deforestación también ha empobrecido el bosque y de difícil recuperación.

Mirando al conjunto podriamos decir que no tienen trabajo fijo, tampoco son de oficio, cumplen un rol de mano de obra sobrante, solo para ser usado en caso de necesidad.

Pero a pesar de las condiciones de inferioridad, nuestros pueblos se han aferrado con dignidad a sus tradiciones, su cultura y su tierra y siempre en situaciones desiguales. Sin embargo se encuentran unidos por una historia común de dominación, marginalización y luchas.

Para conseguir changas y seguir tratamientos médicos muchos pilagas se han acercado al pueblo, tienen viviendas precarias en donde se alojan chicos que cursan el secundario o que cursaban, ya que 73 adolescentes debieron abandonar, el gobierno se comprometió a apoyarlos pero no fue por mucho tiempo ya no tienen calzado ni crédito, no pueden pagar la cuenta ya que en las escuelas publicas se les exige uniforme, corbata y zapatos.

El aborigen al sentirse marginado reacciona con resignación ante su situación, ha aceptado la vida sacrificada que le ha tocado vivir; el contacto con la cultura criolla a producido una pérdida creciente de identidad cultural, moral, religiosa y comunitaria. ¿Como hacer para descubrir sus propias necesidades?

¿En que lugar han debido esconder reprimir negar permanentemente para seguir viviendo?

Capitulo 3 Los wichis – Un pueblo transformador

De acuerdo con la situación de cada comunidad y con sus relaciones con el blanco, el aborigen fué transformándose e incorporando este mundo al suyo propio. – un transformar y transformarse operando sobre el escenario concreto de su cotidianeidad-

Es notable como en cada zona la población se aferra fanáticamente a sus raíces, sus creencias religiosas, sus supersticiones, sus leyendas, su lenguaje.

Cada uno cumple una función determinada, definida en el tiempo de los comienzos y este mandato se transmite de generación en generación a través de los mitos y se actualiza con los ritos.

El territorio de Formosa/ Chaco y Salta están habitadas por tres grupos importantes de aborígenes: tobas, pilagá y wichí. Casi 110 comunidades resumen toda una historia que aún no ha sido contada y que sigue esperando su tiempo.

Los wichí (llamados en forma despectiva matacos) son un grupo étnico que forman la familia de los Mataco-Mataguayo. Aún hoy persiste en el Chaco Salteño con algunas formas de vida que se remontan a las de los siglos XVI – XVII.

En Argentina viven en Salta, Formosa y Chaco. También en Bolivia y Paraguay. El primer dato que existe de los Wichí, lo dio el padre Osorio (1628) y habla de una comunidad de treinta mil . Es pueblo del monte aunque ocupan las periferias de los pueblos como Ingeniero Juárez y Las Lomitas en Formosa, o Los Blancos y Embarcación, en Salta.

Viven en comunidades situadas en las cercanías de poblados blancos, en medio del monte o sobre la ribera del Pilcomayo y Bermejo, con líderes tradicionales y elegidos por la comunidad. La institución del cacicazgo presenta definidos roles políticos y religiosos en la misma o en otras personas; los ancianos forman un Consejo que resuelve los conflictos graves que se presentan en el seno de la comunidad, existe un predominio de participación masculina, el reconocimiento del poder del hombre blanco y   sentimientos de pertenencia.

Las viviendas están distribuidas en semicírculos –cuatro paredes de cañas, barro amasado o ramas, techos de paja con alero y galeria dejan un patio común, donde se desarrollan todas las actividades cotidianas ya que la casa habitación se usa para dormir y está completamente vacía y solo unos cueros por el suelo, donde duermen, es todo el moblaje que se encuentra.

Los artesanos y niños permanecen todo el tiempo realizando tareas o conversando, dejando correr las horas que avanzan con pesadez y luminosidad propia de las altas temperaturas.

La familia es monogámica, aunque hay casos de poligamia y adulterio. Los indígenas hay un gran amor por sus hijos y están orgullosos de su descendencia. Al ser un pueblo de recolectores – cazadores, su alimentación se compone de los frutos y raíces que recolectan en los montes, de los animales silvestres que cazan. Los chicos crecen con la honda colgada al cuello, cuando son grandes lanzaran un silbido suave a los perros para cazar mulita o lagartos.

El monte esta habitado también por diversos animales que ellos consideran de pertenencia comunitaria, solo pertenece al indígena el animal cazado para su alimento y el de familia de esta manera se mantiene el equilibrio ecológico.

La pesca se realiza en forma individual o colectiva. Pescan con red, fijan o también usan el anzuelo, con ella entran al agua hasta la cintura. Las redes son tejidas por los hombres con fibra de Caraguatá, no suelen ser muy amplias y la trama del tejido está sujeta en sus extremos por unos palos que sirven para trenzarlos. De esta forma la red es tomada por los palos de los extremos y pasada por el agua, cuando se dan cuenta que han apresado alguna pieza cierran la red uniendo los extremos.

En la salud actualmente, los datos en estas comunidades, no son más alentadores que la historia vivida; siguen siendo diezmadas por epidemias. Antes fue el avasallamiento del conquistador y ahora son los factores socio-económicos que los ubican en Población de Alto Riesgo Epidemiológico. Tal es así que al hacer un análisis de los datos sobre el Cólera encontramos que la primera epidemia que incursionó en el país, los muertos que dejó eran todos indígenas.(Rev. Salud en la Comunidad, Nº2, año 1994).

Pese a las fumigaciones el mal de Chagas crece en la zona, las enfermedades respiratorias, las diarreas y los parásitos son el principal problema en los niños que viven en el monte, el 14% de los menores de 5 años son desnutridos de nivel medio, esto se nota mas cuando la época de pesca es escasa.

Tasa de mortalidad según el hospital de Las Lomitas 45% en menores de 12 meses. En 1998 se registró una muerte de 196 chicos menores a un año.

Además tienen otra carencia que son la falta de dientes desde muy jóvenes, por falta de agua potable.

En la década de los años 70 nacieron en la provincia las primeras experiencias de enseñanza de la modalidad aborigen, a raíz de las necesidades de comunicación de algunos maestros y ante las dificultades que mostraba la mayoría de los niños aborígenes escolares en las escuelas comunes. Esas prácticas fueron institucionalizadas por el Estado provincial en la década del 80 dentro de un régimen especial, mediante un proyecto de reforma de la currícula escolar por el cual se comenzó a formar a auxiliares aborígenes y se trabajó con firmeza en la capacitación de los docentes.

Actualmente casi ochenta escuelas atienden las pautas culturales de las etnias que corresponden en cada uno de los casos. En ellas los maestros formoseños siguen enseñando y también aprendiendo con sus alumnos.

Resumen

En los comienzos al indígena se los veía como hombres y mujeres "salvajes", después "primitivos", hoy "indios", "grupos étnicos", esto me llevó a indagar y conocer mejor nuestras raíces.

Recordar esos mitos históricos que dicen "somos europeos" "no se sabe que somos" y no nos damos cuenta que en esta búsqueda esta nuestro perfil cultural.

Esta es la historia de los vencidos, aunque a través de los tiempos siguen con sus ritos y creencias.

Es una historia de exclusiones acumuladas que han caracterizado la sobrevivencia de las etnias originarias en América, cuyas consecuencias se manifiestan en diferentes estallidos sociales.

Algunos de ellos presentan el conflicto de ser seres que viven una cultura que les es ajena y esto lo imposibilita a volver a sus raíces culturales, están invadido por el sentimiento de la soledad, de la no pertenencia.

Otros grupos han logrado mantenerse independiente frente a la sociedad dominante y algunos sometidos a la influencia colonizadora, conservan elementos característicos de su concepción sobre la naturaleza.

A diferencia del pensamiento occidental que separa hombre y mundo, el pensamiento indígena considera que el hombre no esta separado de la naturaleza, sino que forma parte de ella.

Su vida cotidiana esta impregnada de prácticas productivas, rituales y artísticas destinadas a mantener una convivencia con la naturaleza.

El sometimiento cultural intentó desculturalizarlos, ya que su cosmovisión se basa justamente en una profunda relación con su tierra de origen dando lugar a sus mitos.

Hablar de la realidad de los aborígenes tiene a veces algo de marginación, discriminación, un dejo de tristeza.

En el aquí y ahora están luchando para recuperar su cultura. Ellos son portadores de una tradición cultural que tenemos que tratar de entender que no podrá desarrollarse sin la tarea cotidiana de todos, teniendo en cuenta al otro, aceptar las dificultades que aferradas en nuestro interior obstaculizan nuestro crecimiento.

¿Cómo hacer para descubrir sus propias necesidades?

Tal vez muchos se pregunten ¿por qué si son diferentes hablan de igualdad? La igualdad que buscan es de derechos y oportunidades, que su diferencia se reconozca como válida, para poder aportar en la estructura social y superar los problemas que les afectan.

En el aquí y ahora ellos siguen luchando por recuperar sus tierras, su educación bilingüe, esto los impulsa a un cambio, abrirse a todo cambio para poder establecer otras relaciones y resolver las contradicciones, aquí estaríamos hablando de una adaptación activa.

Otros en cambio tomaron una actividad pasiva, aprehendida a fuerza de mandatos sociales, despojos continuos y experiencias de frustración y fracaso.

Han sido los mas débiles, pero sí portavoces del conjunto y no han podido soportar el monto de angustia que les ocasionó tanta necesidad reprimida.

¿Cómo evitar que el indígena termine de desaparecer?

Creo que es un deber de todos, nos debemos dar la oportunidad de compartir y disfrutar de su cultura y de aprender de su relación con la naturaleza y desmitificarlos.

Bibliografía:

Para Pensar a Pichón, pag 42

Conversaciones con P.R. – Zito Lemas

PR y la critica de la Vida Cotidiana

Vida Cotidiana en comunidades del Norte Argentino – Josefina Racedo

Enfoques y Perspectivas en Psicologia Social – Ana Quiroga- Ediciónes Cinco

(cap. La constitución de los subjetivo- Rol de las necesidades)

(Psicólogos sociales para que)

(fundamento de una psicologia social pag. 37)

Acuso al invasor – Jorge Ledesma – Edit.Planeta

Historias de América – Ortiz Chaparro – Edit.Mondadori

Diario Clarín información del mes de Enero 2001 – realizada por Cibila Camps

Clarín información del mes de Mayo 2002 – realizada por Jesús Rodríguez

Casa del Chaco y Formosa –

Películas:

La Misión y la Nave de los locos

 

 

 

Autor:

Claudia Nilda D'Onghia

Psicóloga social- realización del trabajo 2002

Partes: 1, 2
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