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Aplicaciones del tipo de cambio (página 2)


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Tipo de cambio fijo

El Banco Central elige un tipo de cambio nominal, respecto a la moneda de un país o economía que generalmente es un país grande, estable, y de baja inflación. Estas características fueron cumplidas por la economía estadounidense, la economía alemana, y la región económica europea, es por esto que muchos países durante la historia ha fijado sus tipos de cambio nominales respecto al dólar, al marco alemán, y más recientemente al euro.

Este tipo de cambio puede combinarse tanto con demanda libre y oferta parcialmente libre, como con restricciones cambiarias y control de cambios.

El Banco Central compra y vende la divisa de referencia al valor fijado por el mismo, de esta manera, el tipo de cambio se mantiene fijo. Cuando el banco central compra divisas, inyecta moneda nacional en la economía, es decir, aumenta la base monetaria, y viceversa. Las variaciones de la base monetaria tienen efectos en el volumen de los medios de pago, el costo y disponibilidad del crédito, las tasas de interés y por consiguiente, en el volumen de inversión, consumo y la actividad económica. Es por esto que la elección de un sistema cambiario en un elemento muy importante para la política económica de un país.

Las ventajas de este sistema es que se crea un ancla nominal (del tipo de cambio). Se restringe la discrecionalidad de la política monetaria. Las expectativas del tipo de cambio quedan fijas, y también las de los precios de los bienes transables y por lo tanto de la inflación interna. Al eliminarse las expectativas inflacionarias las tasas de interés suelen bajar.

En un sistema de tipo de cambio fijo, la realización de política monetaria vía aumento en los medios de pago, se esteriliza en el tiempo, porque, genera una baja en la tasa de interés, por lo tanto, una salida de capitales hacia el extranjero, los inversores venden moneda nacional para comprar divisas. Al comprar el banco central esta moneda nacional a cambio de reservas internacionales que están en el banco central, no solo que disminuye la base monetaria sino que también el banco central se queda con menos reservas internacionales, lo que puede traer serios problemas por la generación de expectativas de devaluación del tipo de cambio. Cuando las reservas internacionales de un BC bajan mucho, los inversores dudan de que el BC siga manteniendo el tipo de cambio fijo, es decir esperan que devalúen, por lo tanto tratarán de vender lo antes posible la moneda nacional, acentuando la caída en las reservas del banco central y las expectativas de devaluación.

También se debe agregar que un sector público deficitario también es causante de una devaluación. Como el banco central no puede emitir dinero para financiar el sector público deficitario, éste puede recurrir a dos formas alternativas de financiamiento:

  1. Usar las reservas del BC, lo que crea el mismo problema anterior, es decir, genera expectativas de devaluación y posiblemente obligue al gobierno a devaluar.
  2. Recurrir al crédito interno o internacional. El mayor endeudamiento deteriora la solvencia del sector público. De no revertirse la situación deficitaria (ya sea por mayores ingresos o por una reducción en los gastos), el acceso al financiamiento comenzaría a disminuir aumentando la tentación de utilizar las reservas en poder del Banco Central para financiar el bache presupuestario. Al igual que en el caso previo, el grado de independencia de la Autoridad Monetaria determinará el acceso a las reservas que tenga el gobierno. En cuanto el sector privado comience a registrar que el respaldo de sus pesos comienza a debilitarse se desencadenará una "salida de capitales" (venta de pesos a cambio de dólares) hasta que se agoten las reservas o hasta que el BC deje de vender. El paso siguiente natural es la devaluación.

Convertibilidad de la moneda

Se dice que una moneda es convertible si las personas pueden intercambiar unidades de la moneda local por moneda extrajera al tipo de cambio oficial, sin enfrentar demasiadas restricciones. Si existen muchas restricciones, la moneda se considera inconvertible. Esta definición es bastante amplia, lo cual resalta el punto de que la convertibilidad es más bien un asunto de grado antes que una proposición al estilo todo o nada.

Es posible imponer una gran variedad de restricciones a la convertibilidad. Hay países, por ejemplo, donde está prohibida la importación de automóviles de lujo: el banco central no facilita la moneda extranjera necesaria para importar un Mercedes Benz o un Lamborghini. Si ésta fuera la única restricción para la compra de moneda extranjera, entonces esto podría considerarse más como una medida de política comercial que como una política monetaria, y el tipo de cambio todavía podría considerarse convertible. Pero si las restricciones se aplican a un gran número de bienes de consumo, se puede decir que la moneda es inconvertible.

En general, las transacciones de la cuenta de capitales están sujetas a restricciones. A menudo se prohíbe a los residentes nacionales comprar activos extranjeros, como bonos, acciones y propiedades inmuebles, así como mantener dinero en cuantas bancarias en el exterior. Esto no significa que todos cumplan con as normas. Normalmente, es más fácil evadir las restricciones a las transacciones de la cuenta de capitales que aquellas que se aplican a las operaciones de cuenta corriente. Resulta más sencillo tener una cuenta bancaria en el extranjero que introducir un Rolls Royce de contrabando a un país que prohíbe su importación. El FMI tiene como política oponerse a las restricciones a las transacciones de cuenta corriente. El artículo VIII del acuerdo del FMI establece que "ningún país miembro podrá, sin la autorización del Fondo, imponer restricciones a la realización de pagos en transacciones internacionales corrientes". En la práctica, muchos países –incluido algunos de los países miembros de FIM- mantienen restricciones a la convertibilidad en transacciones de la cuente corriente, algunas de las cuales son sancionadas por el Fondo y otras son toleradas aunque no apoyadas. Los artículos del Acuerdo del FMI no exigen la convertibilidad de las transacciones de la cuenta de capitales y, desde el punto de vista del FMI, cada nación es libre de imponer controles al capital sin previa aprobación de otras naciones o del propio FMI.

En los últimos años se han suscitado acalorados debates con respecto la conveniencia de la convertibilidad de la cuenta de capitales. Estados Unidos y el FMI comenzaron a incitar la convertibilidad de l a cuenta de capitales en la mayoría de los países. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), llamada a veces el "club" de los países ricos, exige a sus miembros la convertibilidad de la cuenta de capitales. A finales de los años noventa, cuando algunos países en desarrollo se encontraron con graves crisis financieras tras un período en el que se habían endeudado fuertemente con el exterior, algunos economistas afirmaron que una de las causas de dichas crisis había sido la liberalización prematura de los flujos de capitales. El argumento de tales economistas fue que no se debe buscar la convertibilidad de la cuenta de capitales antes de efectuar reformas a la legislación y a la supervisión del sector financiero.

Un indicador común de la inconvertibilidad es la diferencia entre el tipo de cambio oficial y el del mercado negro, diferencia que algunos conocen como brecha cambiaria. Sino se permite la compra legal de moneda extranjera para ciertos fines, o si el banco central raciona el tipo de cambio legal, tenderán a surgir mercados informales donde se compre la moneda extranjera. Si el tipo de cambio del mercado negro está muy depreciado con relación al oficial –lo que significa que comprar una unidad de moneda extranjera resulta mucha más caro en el mercado informal que en el oficial-, probablemente el banco central no esté entregando suficiente moneda extranjera al precio oficial. Esto a su vez, es una clara señal de que la moneda no es realmente convertible.

Tipo de cambio flexible o flotante

El tipo de cambio flexible es aquel cuyas fluctuaciones no tienen límites precisamente determinados, lo que no significa que tales fluctuaciones sean ilimitadas o infinitas. Son los propios mecanismos del mercado cambiario y, en general, la dinámica de las transacciones internacionales del país, los que bajo la condición esencial de la flexibilidad, permiten una relativa estabilidad de los cambios, dadas las elasticidades de oferta y demanda de los diversos componentes.

Bajo un esquema de tipo de cambio variable la relación de una moneda respecto de otras monedas estará fijada por la oferta y demanda de divisas en el mercado.

En este caso, por ejemplo un aumento en la demanda de dólares por parte de la economía incrementará el valor de dicha divisa respecto del sol. La forma del ajuste (a la suba del precio del dólar) puede darse de dos formas: o sube la tasa de interés interna o al hacer más baratos en dólares los precios de los bienes peruanos aumentará la venta de éstos últimos en el exterior provocando un ingreso de divisas que estabilizará o disminuirá la presión compradora sobre el tipo de cambio.

Por el contrario, si un país atrae capitales porque está creciendo o porque ofrece oportunidades de inversión atractivas, recibirá muchos dólares apreciando por ende la moneda local. La forma de ajuste se daría también a través del sector externo. La apreciación sol encarecería el valor de las exportaciones y abarataría el valor de las importaciones. Al disminuir las ventas al exterior disminuiría la oferta de divisas presionando al alza al tipo de cambio.

Las principales economías del mundo, -Estados Unidos, Europa y Japón– han adoptado este esquema de tipo de cambio. Las monedas del resto del mundo se vinculan de "alguna manera" a las tres monedas líderes (dólar, euro y yen).

Si el BCR no interviene en ningún momento, se habla de "flotación limpia" y si lo hace ocasionalmente, de "flotación sucia".

El propio tipo de cambio se encargará de ir corrigiendo los déficits o superávit de balanza comercial que puedan ir surgiendo.

Si hay déficit quiere decir que se exporta menos de lo que se importa, luego la demanda de la moneda nacional será débil y ésta irá perdiendo valor (su tipo de cambio se deprecia). Esto hará que las importaciones se vayan encareciendo y que las exportaciones se hagan más competitivas, tendiendo a corregir dicho déficit.

Tipo de cambio rígido

Es aquel cuyas fluctuaciones están contenidas dentro de un margen determinado. Este es el caso del patrón oro, en que los tipos de cambio pueden oscilar entre los llamados puntos o límites de exportación e importación de oro, por arriba o por debajo de la paridad. Si los tipos de cambio excedieran dichos límites ocurrirían movimientos de oro que harían volver las cotizaciones al margen determinado.

Su funcionamiento exige la posibilidad concreta de dichos movimientos de capital a corto plazo, ligados a una relación entre los tipos de cambio y las tasas monetarias de interés.

Tipo de cambio único

Es aquel que rige para todas las operaciones cambiarias, cualquiera que se su naturaleza o magnitud. Se tolera cierta diferencia entre los tipos de compra y de venta de la divisa como margen operativo para los cambistas en cuanto a sus gastos de administración y operación y beneficio normal. El ideal es el sistema de cambios únicos, que no admite discriminación en cuanto a las fuentes de origen de las divisas ni en cuanto a las aplicaciones de las mismas en los pagos internacionales. De modo distinto, los tipos de cambio múltiples o diferenciales permiten la discriminación entre vendedores y entre compradores de divisas, de acuerdo con los objetivos de la política monetaria, fiscal o económica en general. Mediante este sistema puede favorecerse determinadas exportaciones (con tipo de cambio de preferencia que proporcionen más moneda nacional por unidad de moneda extranjera a los respectivos compradores), determinadas entradas de capital y otras transacciones internacionales. Es un sistema frecuentemente utilizado por los países no desarrollados como un instrumento auxiliar de la política de crecimiento económico.

El Banco Central de Reservas puede establecer unas bandas dentro de las cuales dejará que su moneda fluctúe libremente pero si en algún momento el tipo de cambio se acerca peligrosamente a los límites establecidos intervendrá para evitar que se salga fuera de las bandas.

Por ejemplo el BCR puede establecer una banda de fluctuación del Nuevo Sol respecto al solar entre 3.00 y 3.50 soles/$. El Nuevo Sol fluctuaría libremente salvo cuando se acercase a los límites marcados en cuyo caso intervendría.

En general los bancos centrales buscan que los tipos de cambio de sus monedas sean lo más estable posible. Si se aprecia mucho dificultará las exportaciones, lo que se traducirá en un déficit de la balanza comercial y en desempleo. Y si se deprecia mucho se encarecerán las importaciones, lo que se traducirá en un fuerte repunte de la inflación.

TIPO DE CAMBIO NOMINAL Y REAL

Tipo de cambio nominal

El tipo de cambio de un país respecto de otro es el precio de una unidad de moneda extranjera expresado en términos de moneda nacional.

Entonces el tipo de cambio nominal se puede definir como el número de unidades de moneda nacional que debemos entregar para obtener una unidad de moneda extranjera, o de manera similar, el número de unidades de moneda nacional que obtengo al vender una unidad de moneda extranjera.

Por ejemplo, si para obtener un dólar, debemos entregar tres nuevos soles, el tipo de cambio nominal entre Perú y Estados Unidos es S/.3/U$S. Para saber cuantos Nuevos Soles se obtienen por cada dólar, se multiplica por el tipo de cambio, si por ejemplo tengo 100U$S y los vendo al tipo de cambio de S/.3/U$SD obtendré 100U$S * S/.3/U$S. Para saber cuántos dólares obtengo por un monto de Nuevos Soles, divido el monto por el tipo de cambio, por ejemplo si tengo S/. 300 y compro U$S al tipo de cambio S/.3/U$S obtendré (S/300)/(S/.300/U$S) = 100U$S.

Las casas de cambio, lugar donde se realizan las operaciones de compra y venta de divisas, suelen cotizar dos tipos de cambio según se trate de compra o venta, por ejemplo, en Octubre del 2006 el dólar en el mercado libre en Perú, cotizaba a 3.4 comprador, y 3.58 vendedor. Es decir que si usted iba a vender dólares, por cada dólar le pagaban S/.3.47, pero si iba a comprar, cada dólar le costaba S/.3.58. De ésta manera las casas de cambio obtienen una rentabilidad mediante la compra y venta de divisas.

Variaciones del Tipo de Cambio Nominal

Los tipos de cambio, como precios que son (precio de una moneda expresados en términos de otra) suelen variar a través del tiempo.

Una apreciación de la moneda nacional significa una subida de su precio en términos de moneda extranjera. Ahora, para obtener la misma cantidad de dólares que obtenía antes, necesito menos soles, entonces decir que la moneda local se apreció es lo mismo que decir que el tipo de cambio bajó. Una depreciación es una subida en el tipo de cambio.

Tipo de cambio real (bilateral)

El tipo de cambio de un país (país local) respecto de otro (país extranjero) es el precio relativo de los bienes del país extranjero expresados en términos de bienes locales.

El tipo de cambio real viene dado por:

E = (E x P)/P

Donde:

e = Tipo de cambio real

E = Tipo de cambio nominal

P* = Deflactor del PBI del país extranjero

P = Deflactor del PBI local

Entonces las variaciones del tipo de cambio real pueden deberse a variaciones en el tipo de cambio nominal como a variaciones en los precios de los bienes extranjeros, o a variaciones en los precios de los bienes locales.

Apreciación Real: los bienes peruanos se hacen relativamente más caros, cae el precio de los bienes norteamericanos expresados en Nuevos Soles. Cae el tipo de cambio real.

Depreciación Real: los bienes peruanos se hacen relativamente más baratos, sube el precio de los bienes norteamericanos expresados en Nuevos Soles. Sube el tipo de cambio real.

Durante la convertibilidad, si bien el tipo de cambio nominal entre dos países se puede mantener fijo. Es posible que los precios suban a un ritmo menor que los precios de los bienes extranjeros, entonces, el tipo de cambio real sufriría una muy leve depreciación.

El valor absoluto del tipo de cambio real carece de importancia, ya que depende del año que se haya elegido como base para los índices de precios, pero no ocurre lo mismo con las variaciones del tipo de cambio real.

Productos comerciables y no comerciables

Hasta aquí hemos supuesto que todos los bienes son comerciales, es decir, que se pueden comerciar en el mercado internacional. Esto es obviamente una simplificación, ya que algunos bienes no son comerciables. Hay ciertos bienes que sólo se consumen en la economía donde se producen y que no pueden exportarse ni importarse. A estos bienes se los conoce como bienes no comerciables.

Por ejemplo, en una peluquería la clientela probablemente viva en el vecindario, y ciertamente dentro del país. Si cae la demanda por los servicios del peluquero, éste no puede exportar su exceso de capacidad de acuerdo con su propia conveniencia. Si los peluqueros del resto del mundo suben el precio del corte de cabello, no se llenará el local con extranjeros demandando el servicio. Por ejemplo, el corte de cabello es muchísimo más barato en la India que en los Estados Unidos, tal vez $20 menos, pero no tiene ningún sentido comprar un billete de avión para volar, por ejemplo, de Nueva Cork a Nueva Delhi para ahorrarse $20 en un corte.

Esta naturaleza no comerciable del corte de cabello tiene varias implicaciones directas. Al no ser posible exportar o importar el servicio, la demanda y la oferta locales deben igualarse. Sin comercio internacional, una caída de la demanda interna no puede resolverse aumentando la exportación neta, y los precios internos pueden diferir de los del resto del mundo sin provocar cambios en la demanda internacional.

Además de los cortes de cabello, hay muchos otros bienes y servicios que quedan fuera del comercio internacional. Por lo general, el alquiler de viviendas es algo no comerciable. Aunque la renta sea más barata en la Ciudad de México que en Tokio, es difícil que un japonés pueda beneficiarse de ello. Por lo tanto, las rentas de una ciudad a otra pueden diferir en sumas relativamente grandes. Diversas actividades del sector servicios, como abogados, médicos, profesores y similares, también son buenos ejemplos de bienes y servicios no comerciables.

Dos son los factores principales que determinan que un bien sea comerciable o no. Primero, y primordialmente, el costo del transporte, el cual crea barreras naturales al comercio. Mientras menor sea el costo de transporte como proporción del costo total de un producto, más probable será que ese producto se comercie en el mercado mundial. Los productos con un alto valor por unidad de peso (y, por lo tanto, con un costo de transporte menor en relación a su valor total) tienden a ser muy comerciables. El mejor ejemplo es el oro, que es case perfectamente transable, y cuyo precio es prácticamente idéntico cualquier día en cualquiera de las principales Bolsas de Comercio del mundo.

En el otro extremo está el corte de cabello, que bien puede costar $35 en Nueva York y apenas $5 en Nueva Delhi. El alto costo de transporte es lo que hace que este servicio sea no comerciable. Esta característica del alto costo de transporte por unidad de valor es común a la mayor de los bienes y servicios no comerciables. El progreso tecnológico en las comunicaciones ha permitido comercial últimamente con distintos tipos de servicios financieros, como cuentas bancarias y seguros personales, entre otros. En realidad, en los países en desarrollo ha comenzado a crecer este tipo de exportaciones a rito significativo, especialmente en áreas como procesamiento de datos, software, ingeniería y turismo. Los trabajadores de Jamaica, Manila y Corea del Sur, por ejemplo, digitan información básica en computadoras que pertenecen a empresas multinacionales localizadas en los Estados Unidos.

El segundo factor que determina si un bien es comerciable o no comerciable es el proteccionismo comercial. Los aranceles y cuotas de comercio pueden impedir el libre flujo de bienes a través de las fronteras, aun si el costo de transporte es bajo. Mientras mayores sean estas barreras ratifícales al comercio, menor será la probabilidad de que un bien sea comerciado. Pensemos, por ejemplo, en un arancel del 100% sobre los muebles. Supongamos, para efectos ilustrativos, que una silla, por ejemplo, se vende en $80 en el resto del mundo, y que cuesta $20 embarcarla a nuestro país. Así, la silla costará $100 en el puerto de ingreso al país. Si el gobierno impone un arancel del 100%, el costo interno de la silla importada ha subido a $200. Supongamos ahora que la industria local produce una silla igual y que la vende por $150. Claramente, no habrá importaciones porque la industria nacional puede ofrecer sus productos a precios más bajos que los productos importados. Pero tampoco habrá exportaciones, ya que la industria local no puede competir en el mercado internacional con un producto externo cuyo costo apenas llega a $80. En consecuencia., la silla no importa ni se exporta: el proteccionismo la hizo un bien no comerciable.

Lógicamente, las categorías de lo que es comerciable y no comerciable no son inmutables. Los avances tecnológicos pueden reducir el costo de transporte y hacer que más bienes puedan comerciarse. En contraste, el aumento de medidas proteccionistas tiende a alargar la lista de bienes no comerciables.

Tipo de cambio real multilateral

Es una medida ponderada de los tipos de cambio reales bilaterales, en la que las ponderaciones son iguales a las proporciones que representa el comercio de los distintos países.

OFERTA Y DEMANDA DE DIVISAS

Origen de la oferta de divisas

La oferta de divisas se origina en las transacciones activas o créditos de la balanza de pagos, tales como: exportación de bienes y servicios, ingresos sobre inversiones del país en el extranjero, donaciones y remesas recibidas por residentes o importación de capital no monetario. El componente más estable de la oferta es el que se origina en la exportación de bienes y servicios.

Origen de la demanda de divisas

La demanda de divisas se origina en las transacciones pasivas o débitos dela balanza: importación de bienes y servicios, pagos por rendimientos de la inversión extranjera en el país, donaciones y remesas enviadas por residentes y exportación de capital no monetario; el componente más estable de la demanda es el referido a la importación de bienes y servicios. Los movimientos de capital son los componentes menos estables, más dinámicos, del mercado de divisas.

Factores que intervienen en la oferta y la demanda

La cotización o tipo de cambio se determina por la relación entre la oferta y la demanda de divisas; alternativamente, puede decirse que el tipo de cambio se determina por la relación entre la oferta y demanda de moneda nacional para transacciones internacionales del país: efectivamente, la oferta de divisas tiene como contrapartida la demanda de moneda nacional y la demanda de divisas tiene como contrapartida la oferta de moneda nacional.

Las variaciones de la relación oferta/demanda de divisas determinan las fluctuaciones del tipo de cambio; sin embargo. Hay un tipo de cambio normal o de equilibrio en torno al cual se efectúan las variaciones y que debe corresponder al equilibrio delos pagos internacionales.

Modificaciones de la Paridad

Los desequilibrios persistentes, o fundamentales, de la balanza de pagos, exigen, por lo general, modificaciones de la paridad monetaria, o valor de cambio externo de la moneda, para inducir ajustes en los diversos componentes de la balanza y en la actividad económica nacional que faciliten la recuperación del equilibrio.

La paridad puede ser modificada en el sentido del alza (revaluación) o de la baja (devaluación), según se trate de un desequilibrio por superávit o de uno por déficit. El caso más frecuente es el de la revaluación.

Los países evitan en lo posible la revaluación, porque ocasiona desventajas comerciales, ya que afecta el poder de competencia de las exportaciones y favorece las importaciones, así como las salidas de capital. Si el mercado internacional de los productos exportables es bastante competitivo, el país que revalúa no puede aumentar los precios de sus exportaciones para compensar los efectos de la revaluación y los exportadores recibirán menores ingresos en moneda nacional, aunque, por otra parte, se podrán adquirir más bienes y servicios extranjeros por la misma cantidad de moneda nacional que antes de la revaluación (y sujeto a que los precios internacionales dela importación no suban). Desde luego, estos deben ser los efectos perseguidos, para el ajuste de la balanza de pagos en caso de superávit: reducción de la exportación, o menor ritmo de aumento, y aumento de la importación.

La devaluación permite que los exportadores reciban mayores ingresos en moneda nacional, sin alteración de los precios internacionales de sus productos, o aun con un bandeja de proporción menor que la de devaluación; en este último caso podrá lograrse , si la demanda externa es algo elástica, un incremento de la exportación, que es una meta perseguida para el reequilibrio de la balanza de pagos; por otra parte, los importadores tendrán que desembolsar mayor cantidad de moneda nacional para adquirir determinado volumen de importaciones y, dada la elasticidad de la demanda de éstas, podrá ocurrir una disminución de las mismas, que es otra de las metas de ajuste que se persigue con la medida. La producción nacional, si disfruta de una oferta elástica en relación con cierta capacidad productiva, ociosa o recursos disponibles y utilizables en corto plazo, podrá beneficiarse con la situación creada y de este modo la economía interna puede superar dentro de algún tiempo los efectos depresivos del desequilibrio pasivo de la balanza de pagos. Los ingresos de capital, además, resultan beneficiados por la devaluación.

MERCADO LATINOAMERICANO DE DIVISAS

Es un gran desafío introducir el Sol Peruano, el Real Brasilero, el Peso Chileno, y la mayor cantidad de divisas locales para así hacer de este un mercado más atractivo y familiar para el público latinoamericano.

En los últimos años las mesas de dinero latinoamericanas se han estado fijando en lo que sucede con el Real, esto ha sucedido debido a varios factores.

Desde hace un tiempo que los operadores buscaban una moneda con que compararse y el Real ha demostrado la tendencia del mercado convirtiéndose hoy en día en la divisa más mirada de Latinoamérica.

Políticas Macroeconómicas claras, economía sana y creciendo, y una fuerte liquidez son los factores que hacen hoy por hoy del Real a la divisa líder en Latinoamérica.

¿Por qué el Real y no el Sol Peruano o el Peso Chileno? Principalmente por el factor liquidez, ya que el tamaño del mercado Brasilero supera ampliamente al peruano y chileno, por lo que los volúmenes transados del Real superan ampliamente los volúmenes del Sol y del Peso Chileno.

Los requisitos para que una divisa se transe electrónicamente son:

Existencia de un tipo de cambio de flotación limpia (siempre existen excepciones). Liquidez, esto implica que a volúmenes mayores no aumenten los spreads, y que los horarios de transacción sean extendidos dentro del mismo país, al menos 12 horas continuas de transacciones en los bancos locales.

Otro requisito es la estabilidad macroeconómica del país, tiene que ver con la probabilidad de intervención del gobierno, y la manera en que haga estas intervenciones, ya que a mayor intento de manejo por parte de los bancos centrales y de los gobiernos del tipo de cambio, menores las probabilidades que alguien se interese en especular con esa moneda.

También es importante el interés de los mercados financieros en la divisa, con esto se quiere decir que debe existir interés de algún banco en USA o Europa en transar esa divisa, ya que así se logrará tener un horario más extendido de transacciones.

Cumpliéndose estos puntos, aparece el ultimo, así podremos ver las monedas latinoamericanas en el Forex.

Forex es acrónimo de Foreign Exchange (Intercambio de Monedas Extranjeras). También conocido como Mercado Internacional de Divisas.

El mercado de moneda extranjera (Forex o FX) existe dondequiera que una moneda se negocie con otra (como una casa de cambio). Es el mercado en gran medida más grande del mundo, en términos de valor de efectivo negociado, e incluye negociar entre los bancos grandes, los bancos centrales, los especuladores de la moneda, las corporaciones multinacionales, los gobiernos, y otros mercados financieros e instituciones. Los comerciantes al por menor (especuladores pequeños) son una parte pequeña de este mercado. Pueden participar solamente indirectamente a través de corredores o de los bancos y pueden ser blancos de los scams de la divisa.

Bibliografía

"Macroeconomía". Sachs-Larrain

Daniela Travi Ponce

Lima – Perú

Estudiante de IV ciclo de la Universidad de San Martín de Porres

Fecha: 20 de Abril 2007

Partes: 1, 2
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