El Danzón: fonación de valores para niños y jóvenes y su aporte para la Salud
Enviado por Yoanki Fernández Arias Fernandez Arias
Introducción
El danzón es el baile nacional de Cuba. Pero para muchos cubanos a estas alturas del siglo XXI, no es más que una música de vitrina, es decir, un ritmo pasado de moda que nadie recuerda. La decadencia del danzón en los salones de baile de la Isla no es un fenómeno reciente. Según Aurelio Rodríguez, director y escritor de programas de Radio Rebelde y estudioso del tema, "al triunfo de la Revolución el danzón había perdido gran parte de su popularidad y permanencia en los bailes, bien por el advenimiento del cha cha cha o por la gran variedad de géneros bailables, la proliferación de la música en discos, cintas y cassetes, que lo fueron arrinconando de tal modo que apenas se escuchaban en la radio, pues muy pocas orquestas lo mantenían en su repertorio, con excepción de la Siglo XX en La Habana, la Chepin-Chauven en Santiago de Cuba, y algunas otras." Aún así, hubo quienes se empeñaron en no dejar morir el autóctono ritmo y crearon peñas de baile, eventos y hasta programas radiales dedicados al danzón. Gracias a estas acciones, en la actualidad el movimiento danzonero cubano ha vuelto a retomar algo de su antiguo auge. Cómo se ha logrado esto y qué se hace para ello, es la historia contada por tres personas que han dedicado gran parte de su vida al rescate y mantenimiento de nuestro baile nacional. La siguiente ponencia tiene como objetivo ofrecer ventajas del danzón el la fonación de valores para niños y jóvenes.
Se derivó como resultado de la transculturación de la contradanza europea que llegó a principios del siglo XVIII por vía de las cortes españolas, por la toma de La Habana por los ingleses en 1762 y a finales del siglo XVIII por las migraciones de colonos franceses y de negros y mulatos de Haití a Cuba. Este baile de salón recibió una influencia mestiza en Cuba para crear una música criolla que se asentó convirtiéndose en el primer género surgido en La Habana. Su nombre se conocía de dos formas danza criolla o habanera cubana. Aunque mantenían el influjo afro en su ritmo, ahora poseían una mayor libertad expresiva que permitía a la pareja enlazarse con más sensualismo. La danza aumentó sus partes formativas y extendió su tiempo bailable, por lo que se le empezó a llamar danzón. Los instrumentos del danzón son el piano, trompeta, clarinete, flauta, timbales güiro, claves su popularidad 1900-1940 su fecha de origen segunda mitad del siglo XIX en Cuba.
Hay que destacar que, en los años 50, el danzón también fue interpretado en Cuba por las orquestas llamadas Jazz band, donde se destacaron la orquesta "Avilés", una agrupación centenaria, considerada la más antigua de Cuba. Un ejemplo de ello fue el danzón "Dos Melodías", una compilación del compositor, guitarrista y arreglista holguinero Juanito Márquez, quien hizo una selección de melodías del compositor George Gershwin, con atrevidas armonizaciones. También, en este contexto, se destaca el compositor santiaguero Electo Rosell "Chepín", con sus danzones "Bodas de Oro" y "La Reina Isabel", donde se plantean algunas variantes formales con respecto al danzón original. Dentro de lo más destacado del danzón en Cuba, debe ser mencionado el "Danzón de los Danzones", "Tres Lindas Cubanas", del compositor Antonio María Romeu, el más grande exponente del danzón de todos los tiempos. A ello hay que agregar las contribuciones hechas por orquestas como "Aragón", sin dejar de mencionar compositores de esta época, como son José Luis Loyola, Guido Medina y otros, que han dado nuevas perspectivas al quehacer danzonero cubano de la actualidad.
El primer danzón conocido, titulado "Las Alturas de Simpson" se escuchó por vez primera el 1 de enero de 1879 en el Liceo de Matanzas. Lo interpretaba una "orquesta típica" de viento, que contaba con cornetín, un trombón de pistones, un figle, dos clarinetes en DO, dos violines, un contrabajo, dos timbales y un güiro criollo. Dicha orquesta estaba dirigida por Miguel Faílde que era el autor del mismo.
El calzón de Faílde se conforma de tres partes de 16 compases, que se denominan: Introducción, parte o trío de clarinete y trío de metales. Interpretado por la llamada "orquesta típica" (mencionada anteriormente) aunque años después se interpretó también con la orquesta llamada "charanga francesa".
El danzón fue introducido en La Habana por Miguel Faílde, Antonio Torroella (Papaíto) y Raimundo Valenzuela. Los nombres de Torroella, Leopoldo Cervantes y Antonio María Romeu, se confunden en la capital con el origen de la charanga con piano . Los compositores más destacados para este formato fueron: Antonio María Romeu, Octavio Alfonso (Tata), Ricardo Reverón, Armando Valdés Torres, Jacobo Rubalcaba, Eliseo Grenet, Abelardito Valdés, Antonio Sánchez Reyes (Musiquita), Silvio Contreras, Orestes López, Israel López (Cachao), Enrique Jorrín y Félix Reina. Fueron José Urfé y Raimundo Valenzuela quienes completaron la estructura ulterior del danzón, al introducir, en el último trío, un nuevo elemento rítmico: el son.
Los nuevos tiempos nos exigen una gran adaptabilidad a los cambios y un aprendizaje permanente. Por lo que es importantísimo utilizar óptimamente los recursos de que disponemos y potenciarnos interiormente, a la vez que organizar nuestras actividades con armonía y eficiencia.
La Revolución cubana ha puesto todo su empeño, aun en las peores circunstancias, en la construcción de una sociedad cualitativamente más plena y justa, por lo que ha obligado a preocuparse y ocuparse de manera sistemática de la formación de la nueva generación como una forma de garantizar la conservación y continuidad del proceso revolucionario.
El fortalecimiento de los valores en las nuevas generaciones, constituye un importante y complejo proceso, en el que intervienen varios factores sociales; por lo que se les brinda especial atención desde las edades tempranas, en que se comienzan a formar los sentimientos, valores y cualidades de la personalidad; la puesta en práctica de un complejo de actividades ha permitido la implementación en el niño de modos de actuación acordes con las exigencias actuales; para lograr de ellos que sean responsables ante la vida, el trabajo y la escuela, y logren interiorizar valores deseados y un vínculo entre lo cognitivo y lo conductual.
Se debe priorizar la tarea de la formación de valores desde todas las vertientes formativas en lo que presupone inobjetablemente la participación consciente de los niños en su proceso de formación; así como la estimulación de un pensamiento crítico-reflexivo en relación con el sistema de valores, a partir de lo cual se pretende orientar su conducta y de la propia realidad en que ellos se desenvuelven. Al respecto, Fidel expresó: "La creación y formación de valores en la conciencia de los niños y jóvenes desde edades tempranas es hoy más importante que nunca." Para garantizar la educación en valores, se deben tener en cuenta factores esenciales como son: la ejemplaridad de los educadores, y su convicción de que deben ser modelos a imitar; una eficiente organización escolar, estrechamente vinculada con la concepción martiana de la escuela como fragua del espíritu; la consagración del claustro. Se entiende que el hombre desde su nacimiento se encuentra inmerso en proceso de formación en valores del que recibe su influencia; primero familiar, después más tarde recibe la escolar, con influencia comunitaria y precisamente estos son los contextos donde los sujetos van configurando, concientizando y jerarquizando los valores desde la etapa preescolar, escolar, laboral y post laboral de su vida.Es importante destacar que, dentro del proceso formativo de los niños y jóvenes, un aspecto importante lo constituye el conocimiento, la enseñanza y la divulgación de los principios, las normas, los valores y reglas morales, así como los métodos y las vías que se utilicen, teniendo en cuanta el papel que juegan la persuasión, el ejemplo personal, el conocimiento de las tradiciones y la cultura; así como la fuerza que entraña la autoridad moral de diferentes personalidades, organizaciones e instituciones.
La participación consciente, activa y real de los niños y jóvenes en el proceso de formación de valores trata en esencia de que los mismos tengan conocimiento de sus necesidades formativas, de la importancia que tienen el portar valores positivos; que en el éste propio proceso pueda dar su criterio en torno a los valores que se consideren necesarios para su formación, que pueda promover la elaboración de sus proyectos de vida y desarrollo personal, una vez que comprenda y asimile las experiencias positivas de la sociedad, así como, ser capaz de identificar, jerarquizar y estimular los ejemplos positivos que a su alrededor se desarrollen. En la medida que tomen más parte en el proceso, mayor conciencia tendrá de la necesidad de hacer un balance más adecuado entre las aspiraciones individuales y las metas sociales; esto por un lado, y por otro, un ajuste mayor entre aspiraciones, y posibilidades reales de satisfacerlas, tanto a nivel social como individual, así como un mayor y mejor compromiso e implicación en los proyectos sociales.
La permanente participación de ellos en la formación de valores estimula su capacidad valorativa, siendo no sólo capaces de valorar los procesos y fenómenos sociales sino también sus actuaciones propias y las de los que lo rodean aprendiendo a discernir las buenas y las malas actitudes y a tener una posición frente a ellas y a perfilar su comportamiento en el ámbito social. Estas actitudes deben ser potenciadas de manera dialéctica, sistemática y sistémica identificando las dimensiones y los valores concretos a formar para lo cual planteamos las dimensiones que a nuestro son imprescindibles para enfrentar la formación de valores de una a otra generación frente a los desafíos vitales que plantea la actualidad, tratándose de enfrentar la formación de la nueva generación con criterios y acciones más en correspondencia con las exigencia de los tiempos actuales teniéndose en cuenta los problemas de estos tiempos y las necesidades formativas de la nueva generación, que requiere ser formada con métodos y vías menos autoritarias y verticalistas, lo que se traduce en mayor participación en la conformación de sus valores en una dimensión más amplia que la moral, sin restarle en modo alguno su importancia, pero cada vez más integral y profunda.
El futuro de la sociedad está en buena parte en los valores que seamos capaces de cultivar en los jóvenes, la posibilidad que estos tengan de participar en las transformaciones sociales con una profunda actitud crítica, creadora y científica tomando como base toda la experiencia aportada por las generaciones anteriores, todo lo cual es posible si se estimula de manera consciente los sentimientos patrióticos e internacionalistas, las tradiciones y el legado histórico, así como una profunda vocación humanista y solidaria no solo para enfrentar los retos del futuro sino también para dar continuidad a los valores que durante siglos han prestigiado nuestra identidad cultural y nacional.
Lograr hoy que el danzón sea escenario principal para los jóvenes es premisa para los clubes municipales y el de Quemado de Güines.
Pensamientos de nuestro Héroe Nacional sobre los valores éticos
…"Porque sí en las cosas de mi patria me fuera dado preferir un bien a todos los demás, un bien fundamental que de todos los del país fuera base y principio, y sin el que los demás bienes serían falaces e inseguros, ese sería el bien que yo preferiría. Yo quiero que la ley primera de nuestra República sea el culto de los cubanos a la dignidad piensa del hombre".
…"Las cosas buenas se deben hacer sin llamar al universo para lo vea a uno pasar: Se es bueno porque sí; y porque allá dentro se siente como un gusto cuando se ha hecho un bien, o se ha dicho algo útil a los demás".
…"En el mundo ha de haber cierta cantidad de decoro, como ha de haber cierta cantidad de luz. Cuando hay muchos hombres sin decoro, hay siempre otros que tienen en sí, el decoro de muchos hombres. Esos son los que se rebelan con fuerza terrible contra los que le roban a los pueblos su libertad ( ) En esos hombres van miles de hombres, va un pueblo entero, va la Dignidad humana".
…"El fin de la Educación no es hacer al hombre rudo, por el desdén o el acomodo imposible al país en que ha de vivir, sino prepararlo para vivir bueno y útil".
José Martí
Un valor es una cualidad de un sujeto u objeto. Los valores son agregados a las características físicas o psicológicas, tangibles del objeto; es decir, son atribuidos al objeto por un individuo o un grupo social, modificando -a partir de esa atribución- su comportamiento y actitudes hacia el objeto en cuestión. El valor es una cualidad que confiere a las cosas, hechos o personas una estimación, ya sea positiva o negativa.
Se puede decir que la existencia de un valor es el resultado de la interpretación que hace el sujeto de la utilidad, deseo, importancia, interés, belleza del objeto. Es decir, la valía del objeto es en cierta medida, atribuida por el sujeto, en acuerdo a sus propios criterios e interpretación, producto de un aprendizaje, de una experiencia, la existencia de un ideal incluso de la noción de un orden natural que trasciende al sujeto en todo su ámbito.
Valores tales como: honestidad, lealtad, identidad cultural, respeto, responsabilidad, solidaridad, tolerancia,sinceridad etc, son fundamentales para el convivir pacífico de la sociedad.
El danzón fue introducido en La Habana por Miguel Faílde, Antonio Torroella (Papaíto) y Raimundo Valenzuela. Los nombres de Torroella, Leopoldo Cervantes y Antonio María Romeu, se confunden en la capital con el origen de la charanga con piano . Los compositores más destacados para este formato fueron: Antonio María Romeu, Octavio Alfonso (Tata), Ricardo Reverón, Armando Valdés Torres, Jacobo Rubalcaba, Eliseo Grenet, Abelardito Valdés, Antonio Sánchez Reyes (Musiquita), Silvio Contreras, Orestes López, Israel López (Cachao), Enrique Jorrín y Félix Reina. Fueron José Urfé y Raimundo Valenzuela quienes completaron la estructura ulterior del danzón, al introducir, en el último trío, un nuevo elemento rítmico: el son.
El danzón en Cuba. La cultura cubana es una combinación de tradiciones españolas y africanas. La mezcla de la guitarra española y del tambor africano da la música cubana sus formas más distintivas, la rumba y el son. No obstante algunos de los ritmos folclóricos (como el punto, el zapateo y la guajira) tienen una influencia de la música Europa. Otras canciones y danzas famosas son> la guaracha, el bolero, la habanera, el mambo y el danzón.
El danzón también fue llevado al plano de la música sinfónica, y Darius Milhaud utiliza en la "Obertura" de su Saudades do Brazil, el danzón Triunfadores, de Antonio María Romeu; Aaron Copland incluyó en su Salón México una parte titulada "Danzón", y Leonard Bernstein, en su ballet Fancy Free, incluye una parte del danzón Almendra, de Abelardito Valdés. Compositores y pianistas como Chucho Valdés, Emiliano Salvador, y Gonzalito Rubalcaba, han creado y recreado el danzón con una armonía y sonoridad contemporáneas, no sólo en obras para piano, sino también para orquesta y otros formatos instrumentales.
Álvarez de zayas, Carlos M. Didáctica de la educación superior (Material mimeografiado; sin fecha), CDIP, ISP- Holguín.
Msc:Elsa Fornaris CampaCastro Ruz, F. (2000). Discurso pronunciado en el acto de graduación del primer curso emergente a maestros primarios.
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http://www.lajiribilla.co.cu/2006/n270_07/270_14.html
http://es.wikipedia.org/wiki/Danz%C3%B3n
http://baile.about.com/od/Otros-bailes-laitnos/p/Que-Es-El-Danzon.htm
http://www.calleb.cult.cu/index.php/pretextos/49-educacion/1515-la-formacion-de-valores-en-nuestro-pais
http://www.tunet.cult.cu/pagsec/municip/manati/barbarito/paginas/danzon.htm
http://www.ecured.cu/index.php/El_danz%C3%B3n_en_Cuba
Autor:
Yoanki Fernández Arias.