Descargar

Aborto en caso de violación (página 2)

Enviado por Percy Zapata Mendo

Partes: 1, 2

Antes del nacimiento los movimientos corporales del feto se realizan en forma masiva. Después del nacimiento el niño puede flejar las articulaciones de sus brazos y a partir de entonces cambia la velocidad en el desarrollo de su conducta motriz. A los tres meses dirige la mano hacia los objetos y agarra cosas. A los ocho meses desarrolla agarre con pinza y es capaz de agarrar los objetos utilizando independientemente el dedo índice y el pulgar. El desarrollo de las funciones motrices se correlaciona con un mayor grado de maduración cerebral. Uno de los criterios más utilizados para determinar el grado de maduración es el nivel de mielinización cerebral. Kolb y Fantie (1997) describen una clara correlación entre el desarrollo de las conductas motrices y lingüísticas y el grado de mielinización cerebral. La mielinización es un proceso paralelo al desarrollo de las funciones de las neuronas y aparece cuando la proliferación y migración celular han terminado. A los doce meses, por ejemplo, la conducta motriz del niño le permite caminar de la mano, o lanzar y agarrar objetos, todo ello asociado con una buena mielinización del tracto piramidal pero poca mielinización de las áreas de asociación. De otro lado, el comportamiento motor más preciso y fino de un niño de cinco años se relaciona con una mayor mielinización de las áreas de asociación de la corteza cerebral.

El proceso de mielinización cerebral se inicia unos tres meses después de la fertilización. Sin embargo, en el momento del nacimiento sólo unas pocas áreas del cerebro están completamente mielinizadas, como los centros del tallo cerebral que controlan los reflejos, porque de ellos depende la supervivencia. Una vez mielinizados sus axones, las neuronas pueden alcanzar su funcionamiento completo y pueden presentar una conducción rápida y eficiente. Los axones de las neuronas de los hemisferios cerebrales presentan una mielinización particularmente tardía, a pesar de que este proceso de mielinización se inicia en un período postnatal temprano. Las fibras comisurales, de proyección y de asociación son fibras que alcanzan su completa mielinización en una época más tardía.

Las distintas regiones de la corteza cerebral se mielinizan en etapas diferentes. Las áreas primarias sensoriales y motrices inician su proceso de mielinización antes que las áreas de asociación frontales y parietales; estas últimas solamente alcanzan un desarrollo completo hacia los 15 años (Kolb, 1995). Se supone que este proceso de mielinización es paralelo al desarrollo cognoscitivo en el niño.

El peso cerebral es un índice cuantitativo utilizado algunas veces para medir desarrollo del sistema nervioso central. Al año el cerebro ha duplicado su peso, y a los dos años lo ha triplicado. Con cerca de un kilogramo, es poco el peso adicional que adquiere durante el resto de la infancia y la adolescencia. El peso promedio del cerebro de un adulto varía entre 1300 y 1500 gramos y se correlaciona con la talla del individuo.

Cualquier alteración en la diferenciación neuronal puede dar como resultado anormalidades en el desarrollo cortical y ocasionar retardo en el desarrollo cognoscitivo. Del mismo modo, lesiones cerebrales tempranas pueden alterar el adecuado desarrollo cerebral. Mientras más tempranos los accidentes cerebrales durante el período prenatal, más grave la lesión, más difícil el tratamiento y peor el pronóstico. Sin embargo, si el accidente cerebral ocurre después del nacimiento, cuando las estructuras cerebrales ya están formadas, las posibilidades de recuperación son mayores mientras más temprano sea el accidente cerebral (véase una revisión del tema en Hynd, Morgan, & Vaughn, 1997).

Lenguaje y desarrollo cerebral

La producción del lenguaje verbal se inicia de manera gradual, especialmente entre los dos y tres años de vida, a pesar de que desde el año ya se producen algunas palabras y existe algún nivel de comprensión verbal. Sin embargo, se estima que entre los dos y los tres años se adquiere cerca del 50% del lenguaje que se poseerá durante la adultez. Generalmente se observa un desarrollo paralelo entre el lenguaje y el comportamiento motor. Sin embargo, para Lenneberg (1967) el desarrollo del lenguaje es independiente del desarrollo motor. El desarrollo motor de la lengua y los labios se alcanza mucho antes que el control motor de los dedos y de la mano; sin embargo, el proceso de adquisición del vocabulario es un proceso lento y difícil. A pesar de que la estimulación ambiental es decisiva para el desarrollo adecuado del lenguaje, la adquisición del lenguaje depende de un proceso de maduración cerebral. El control de los movimientos finos y el desarrollo de habilidades simbólicas son indispensables para un adecuado desarrollo del lenguaje.

La etapa pre verbal del niño se extiende desde el nacimiento hasta el inicio del lenguaje. Durante los primeros tres meses el niño solamente produce llanto como forma de expresar desagrado. Antes del llanto hay muchas otras señales que no suelen ser atendidas. El llanto sólo es una señal tardía De los tres a los doce meses se presenta la etapa de balbuceo caracterizada por la aparición de sonidos que el niño repite y práctica. Se ha considerado que las estructuras subcorticales participan en esta etapa de balbuceo (Lecours, 1975) mientras que la maduración de las vías auditivas corticales se ha relacionado con la repetición de sonidos que aparece entre los cuatro y los siete meses (Spreen y colaboradores, 1995). Después del año de vida el niño comienza a producir sonidos de manera secuencial. En este período se inicia la verdadera etapa verbal. El comienzo de los aprendizajes articulatorios se asocia con la maduración de las áreas corticales anteriores. Entre los 12 y los 24 meses se producen las primeras palabras, que generalmente se refieren a nombres de objetos. La estructura de frase se comienza a observar entre los 18 y los 36 meses. A partir de este momento el lenguaje del niño se desarrolla rápidamente y en poco tiempo se convierte en la herramienta de comunicación más eficiente. Es importante anotar que la representación emocional de los sonidos que aparecen tempranamente en el niño se asocia con la maduración del hemisferio derecho, que parece tener una maduración más temprana que el hemisferio izquierdo. (Joseph, 1985)

El cambio cortical más prominente entre el segundo año de vida, época de iniciación del lenguaje, y los 12 años, edad a la que se logra la adquisición completa del repertorio lingüístico (fonología, léxico, gramática), es el número creciente de interconexiones neuronales. Durante este período se reduce el número de sinapsis y se incrementa la complejidad de las arborizaciones dendríticas (Kolb & Fantie, 1997). El desarrollo cortical (engrosamiento y formación de conexiones) no parece seguir un ritmo uniforme sino que se presenta por "ráfagas". Estos períodos de enriquecimiento sináptico se han observado entre los 3 y 4, 6 y 8, 10 y 12, y los 14 y 16 años (Epstein, 1986). El desarrollo cognoscitivo tampoco sigue una línea uniforme sino que se presenta en forma de "insights" (Rosselli, cols., 1997) que bien podrían corresponder a los períodos de enriquecimiento sináptico propuestos por Epstein.

El desarrollo del lenguaje no constituye un proceso aislado sino que se encuentra estrechamente ligado al progreso físico, psicológico y social del niño. Las interrupciones o distorsiones en este proceso pueden tener repercusiones importantes en su maduración intelectual y psicológica. La ausencia de lenguaje antes de los 3 años representa una alteración seria del desarrollo neurológico y debe ser motivo de preocupación. Sin embargo, a los tres años aún son normales ciertos defectos de fluidez y de articulación. El niño completa su repertorio fonológico hacia los cuatro años de edad, cuando se alcanza la producción de los sonidos más complejos en su lengua (Ardila & Rosselli, 1992).

Asimetría cerebral y desarrollo cerebral

La asimetría cerebral se refiere a las diferencias en la especialización de las funciones de los dos hemisferios cerebrales. Esta asimetría es un indicador de maduración cerebral. Algunos autores han propuesto que cuando el niño nace existe equipontencialidad funcional en los dos hemisferios cerebrales, y que la asimetría se desarrolla de manera progresiva. Es decir, en el niño los dos hemisferios cerebrales tendrían la potencialidad para desarrollar el lenguaje, pero a medida que avanza su desarrollo la representación lingüística se lateraliza en el hemisferio izquierdo (Hiscock, 1988). De acuerdo con Lenneberg (1967) la asimetría hemisférica comienza a desarrollarse en forma paralela con la adquisición del lenguaje.

Recientemente se ha demostrado cierta asimetría cerebral en registros eléctricos de niños de sólo unas pocas semanas de nacidos. En estos niños la amplitud de los potenciales evocados auditivos ante estímulos verbales registrados en el hemisferio izquierdo es mayor que la amplitud registrada en el hemisferio derecho; lo contrario se observa con los potenciales evocados auditivos desencadenados por notas musicales. La magnitud de estas diferencias disminuye con la edad (Molfese & Betz, 1988).

Se han observado ciertos precursores motores de la lateralización hemisférica en etapas muy tempranas de la vida. Se observa, por ejemplo, que los bebés recién nacidos hijos de padres diestros, giran con mayor frecuencia la cabeza hacia la derecha que hacia la izquierda (Kinsbourne, 1989, 1997). Desde los 18 meses se puede observar una tendencia a la preferencia manual en niños que van a ser diestros; este comportamiento precursor de la preferencia manual no se observa tan evidentemente en niños que van a ser zurdos. La consistencia en la preferencia manual solamente se logra, sin embargo, hacia los cuatro años y persiste durante toda la infancia a menos que existan presiones culturales que obliguen al niño a utilizar la mano no preferida.

Los mismos métodos utilizados en la determinación de la asimetría cerebral en adultos han sido empleados en niños. Las técnicas de presentación taquistoscópica, audición dicótica, y reconocimiento táctil han servido para determinar la presencia de la asimetría cerebral en niños y se describirán a continuación.

Audición Dicótica

La utilización de la técnica de audición dicótica, implementada por Kimura en el estudio de la asimetría cerebral, ha permitido demostrar una superioridad del oído derecho para discriminar estímulos auditivos verbales, desde los dos años y medio (Kraft, 1984). La mayoría de los estudios han encontrado un grado equivalente de asimetría auditiva entre niños de diversas edades (Bryden & Allard, 1981). Algunos estudios, sin embargo, sugieren que la ventaja del oído derecho tiende a hacerse más frecuente o más pronunciada con la edad (Larsen, 1984). Sin embargo, la gran mayoría de los estudios sobre audición dicótica en niños son transversales y no longitudinales. Los estudios longitudinales hasta ahora realizados no permiten afirmar la presencia de un cambio correlativo a la edad en la asimetría auditiva observada en la audición dicótica.

Saxby y Bryden (1984) encontraron que la asimetría en la audición dicótica varía en dependencia con la calidad del estímulo. Las tareas de contenido emocional (reconocimiento de tonos emocionales en la voz) producen una ventaja del oído izquierdo, mientras que las tareas verbales lexicales (contenido semántico de la frase) generan una ventaja del oído derecho. Esta asimetría se ha observado de manera constante en niños entre los 5 y los 14 años.

Reconocimiento Táctil

En contraste con las técnicas utilizadas en la modalidad visual y auditiva, los métodos empleados en la modalidad táctil analizan principalmente información no verbal. En adultos la mano izquierda parece ser más precisa en ciertas formas de reconocimiento táctil que la mano derecha. Este patrón parece desarrollarse diferencialmente en niños y niñas (Hiscock, 1988).

Los resultados obtenidos en el estudio del reconocimiento de letras Braille son contradictorios. Algunos autores han mostrado una superioridad de la mano derecha en los niños más pequeños y de la mano izquierda en los niños mayores. La superioridad de la mano izquierda no parece observarse, sin embargo, sino en niños mayores de 11 años (Hiscock, 1988).

Rose (1984) mostró la superioridad en el reconocimiento táctil de la mano izquierda en niños de 2 a 5 años, sin observar diferencias entre niños y niñas. Utilizando técnicas de reconocimiento diháptico (reconocer dos objetos colocados simultáneamente en ambas manos) Witelson (1976) encontró una superioridad de la mano izquierda para el reconocimiento de formas en niños de 6 a 13 años. Las niñas mostraron una aparición más tardía de esta asimetría. Gibson y Bryden (1983) encontraron una asimetría más evidente en niños que en niñas. Las diferencias sexuales en el reconocimiento táctil no han sido, sin embargo, suficientemente consistentes en los diferentes estudios.

Secuelas cognoscitivas de lesiones focales

Otro método utilizado para estudiar la ontogenia de la asimetría cerebral ha sido el análisis de las alteraciones en las funciones cognoscitivas en niños con lesiones cerebrales unilaterales. Se han utilizado tres poblaciones de niños: (1) niños con lesiones focales adquiridas antes y después de haber desarrollado lenguaje; (2) niños con hemiplejia; y (3) niños a los cuales se les ha practicado una hemisferectomía.

En los niños, al igual que en los adultos, es más frecuente encontrar afasia como consecuencia de lesiones del hemisferio izquierdo. Se estima que aproximadamente 70% de los niños con lesiones hemisféricas izquierdas y 7% a 20%% de aquellos con lesiones hemisféricas derechas presentan afasia (Woods & Teuber 1978). Los niños con lesiones unilaterales izquierdas presentan, sin embargo, una recuperación inferior (Kinsbourne, 1989). La afasia infantil presenta generalmente las características de una afasia motriz o global y con frecuencia se asocia con mutismo inicial (Woods, 1985). Las alteraciones en la lectura, la memoria auditiva y el deletreo se observan con una frecuencia más elevada en niños con lesiones unilaterales izquierdas (Aram & Whitaker, 1988; Molfese & Molfese 2002).

Aram y colaboradores (1985) encontraron reducciones equivalentes en el coeficiente intelectual de niños con lesiones derechas e izquierdas. La producción y la comprensión lexical se vieron más reducida en los niños con lesiones derechas, mientras que la producción sintáctica estuvo más comprometida en el grupo con lesión en el hemisferio izquierdo. La reducción en la fluidez verbal fue evidente en ambos grupos.

La ausencia de hemiinatención (negligencia hemiespacial) en niños con lesiones cerebrales es una constante; solamente algunos autores han descrito formas muy transitorias de hemiinatención (Aram & Whitaker, 1988). La ausencia de hemiinatención en niños se ha interpretado como una falta en el desarrollo de la dominancia del hemisferio derecho para procesos de atención. Sin embargo, la lateralización espacial ha sido demostrada en niños de dos a tres años. Stiles-Davis y colaboradores (1985) encontraron que los niños con lesiones del hemisferio derecho presentaban una mayor dificultad en tareas viso construccionales que los niños con lesiones izquierdas.

La rápida recuperación que presentan los niños con afasia muestra la capacidad de los hemisferios cerebrales para compensar el déficit lingüístico. Si el trastorno afásico ocurre a temprana edad la recuperación obtenida es mejor. Los niños que presentan la mayor recuperación son aquellos que inicialmente demostraban un cuadro de mutismo. De hecho, el mutismo se encuentra frecuentemente en casos de lesiones cerebrales en niños. La presencia de componentes de afasia sensorial (defectos de comprensión y jerga) se correlacionan con un período de recuperación más prolongado. El factor edad no actúa de manera aislada sobre el pronóstico de la afasia, sino que interactúa con otras variables, como la etiología y el tamaño de la lesión (Woods, 1985). Durante algún tiempo se supuso que las afasias infantiles podían presentar una recuperación total. Sin embargo, este supuesto ha sido seriamente cuestionado recientemente (Aram & Whitaker, 1988). La ausencia de estudios de seguimiento hasta la edad adulta no permite en el momento determinar con suficiente exactitud cómo evoluciona el déficit cognoscitivo debidos a lesiones en la infancia.

En resumen, las lesiones unilaterales producen alteraciones neuropsicológicas diferentes, dependiendo de si la lesión compromete el hemisferio derecho o el izquierdo. Con una mayor frecuencia las lesiones del hemisferio izquierdo producen en niños, al igual que en adultos, afasia y alteraciones en la comprensión y producción sintáctica del lenguaje, al igual que una reducción en la memoria verbal. Las lesiones del hemisferio derecho pueden alterar algunos parámetros del lenguaje, como la comprensión lexical y la fluidez verbal. El déficit espacial es más frecuentemente observado en niños con lesiones del hemisferio derecho. La hipótesis de la equipotencialidad completa de los dos hemisferios cerebrales, y el supuesto de que existe una representación bilateral del lenguaje durante la infancia no están apoyados completamente por la literatura reciente (Woods, 1985; Kinsbourne, 1997).

2.- Testimonios de mujeres violadas y el Aborto

CASO 1: Sra. Kay Zibolsky

"Fui violada a punta de un cuchillo a menos de una cuadra de mi casa, cuando tenía sólo 16 años. Mi asaltante desconocido se perdió en la noche, dejándome herida después de haberme amenazado para que no le dijera nada a nadie. Por 27 años no lo dije nunca, excepto a mi esposo muchos años después. Concebí y di a luz a una niña después de la violación, ella era preciosa, y es lo único bueno que resultó de ésta.

Cuando Robin tenía 18 meses la di en adopción, pero Dios tenía un plan especial y nos conocimos cuando ella tenía 27 años, después que mi propio proceso de sanación me había preparado. Sus primeras palabras para mí fueron: ´caramba me alegro mucho de que no te hayas hecho el aborto´. Robin resultó ser una parte importante del proceso de sanación, y le doy gracias a Dios hoy en día porque no hice nada en mi juventud por lo cual hubiera tenido que sufrir el resto de mi vida, a que no le hubiera dado la oportunidad a mi hija de decirme aquellas conmovedoras palabras. El mal llamado aborto ´legal y seguro´ la hubiera silenciado para siempre.

Hoy en día Robin tiene 33 años y está muy contenta de estar viva, y yo estoy trabajando para ayudar a otras víctimas, llevándoles la verdad y el poder de sanación que sólo Jesús da. Dios conoció a Robin cuando era formada en mi vientre y conoce a todos los demás que han sido concebidos a través de la violencia de la violación o el incesto. Aún en estas circunstancias son todos preciosos para Él, y tienen un sentido tan importante como el suyo y el mío, si sólo se les da la oportunidad de probarlo.

El aborto es una segunda violación, pero más traumática aún porque es un pecado, y la violación no lo es (para la víctima), y tarde o temprano tenemos que dar cuenta de nuestros pecados".

CASO 2: SRA. HOLLY M. DUTTON

"En realidad con todo lo mala que es la violación, perder al bebé es mucho peor… no importa cómo haya sido concebido el niño, escoger la vida es la única manera de salvaguardar la auto-estima de la madre, así como la dignidad del niño pre nacido.

Mi aborto provocado a los 17 años no se debió directamente a la violación que sufrí a los 12, pero fue la explosión de una bomba emocional de tiempo que había sido activada 5 años antes. Yo fui arrebatada de mi propia cama y violada a dos cuadras de mi casa por un extraño. Después de dos horas terribles él me dejó en mi hogar y retorné a mi cama. Al otro día yo estaba tan callada y retraída que al contarles a mis padres lo que había sucedido no me creyeron. Tenía miedo de someterme a un examen médico, por lo que la violación no fue reportada y el violador nunca fue encausado. Puesto que no había podido convencer a mis propios padres de que estaba diciendo la verdad, pensé que nadie me creería tampoco y no lo mencioné ni siquiera al sacerdote de mi iglesia.

Debido a que sentía el deseo de vengarme de mis padres por no creerme, y mis ataques epilépticos me impedían tomar drogas, pensé que la única manera de hacerlo era salir embarazada. En febrero de 1973 a los 17 años al fin lo logré, pero casi inmediatamente me recomendaron un aborto, el cual me hice cuando tenía dos meses de embarazo. Lo que siguió fue una pesadilla: el Síndrome Post Aborto durante 17 años.

Me obsesionaba la culpa, el dolor era abrumador, y aunque los médicos habían justificado el aborto por mis ataques de epilepsia todavía me sentía culpable de haber matado a mi bebé porque mi inmoralidad había traído esta tragedia. Pensé muchas veces en suicidarme, pero temía a la muerte por miedo al castigo divino. Con la ayuda de otras personas, pude encontrar el amor y perdón de Jesús… el Señor lentamente fue liberándome de más de 20 años de tensión debida a la violación y al aborto".

CASO 3: SRA. JACKIE BAKKER

"Cuando tenía 19 años fui violada a punto de pistola, me sentí sucia, usada y robada de toda mi dignidad. Menos del uno por ciento de las mujeres que son violadas salen embarazadas, pero yo fui una de ellas. Primero me negaba a creerlo, pero mi cuerpo comenzó a sufrir cambios, y me di cuenta de que ya no podía ocultarlo por más tiempo: estaba embarazada. Pensé que tenía que haber un modo fácil para salir de eso.

Recién me habían entrevistado para una posición en un trabajo, pero más que el riesgo de perder el trabajo, me preocupaba el tener que dar a luz al hijo del hombre que me había violado. Cuando mi hermana me sugirió el aborto me sonó como la solución perfecta. El aborto todavía era ilegal, pero mi hermana hizo los arreglos. Conocí a un hombre que me llevó a la oficina de un médico, pero éste me dijo que no me podía hacer el aborto porque tenía una infección tan fuerte en la garganta, que si me llegaba al útero podía morirme. Por lo tanto, me envió a mi casa y tuve que vivir con el hecho de que estaba embarazada y seguir adelante.

Más tarde me encontré un médico que me ayudó a ver que la vida es valiosa. Comencé a sentir amor y aceptación por mi bebé, especialmente después que lo sentí moverse. Me alegré por la nueva vida que llevaba dentro de mí y casi me olvidé de cómo había comenzado.

Cuando finalmente se lo dije a mis padres, mi papá se horrorizó que estuviera embarazada, especialmente de un violador. Otro médico nos puso en contacto con la Paternidad Planificada (Institución Internacional Anti-Vida), donde me dijeron que el aborto era ´la única solución´ y no me ofrecieron alternativas. Les creí cuando me dijeron que mi pesadilla pronto acabaría y que podría continuar con mi vida después del aborto ´como si nada hubiera sucedido´- Mis padres me hicieron testificar ante el Fiscal sobre la violación para que pudiera tener un aborto legal, pero cuando éste fue aprobado ya yo tenía 22 semanas de embarazo y quería conservar a mi bebé. Sin embargo, sentí una terrible presión de todos, especialmente de mis padres, y al fin cedí. Me inyectaron una solución salina y 18 horas más tarde… di a luz a una pequeña bebita que estaba totalmente formada y era perfecta… esperaba que comenzara a llorar y que estuviera viva.

Sentí un vacío que nadie puede llenar al descubrir que los efectos del aborto continuaron, mucho tiempo después que los recuerdos de la violación. Por los próximos tres años experimenté horribles depresiones y pesadillas. Por el contrario de todo lo que me habían dicho, era mucho más difícil lidiar con el aborto que con la violación. La violación fue un crimen terrible contra mí, una víctima inocente, el aborto fue la matanza de mi hijo inocente, y yo participé voluntariamente. Traté de convencerme a mí misma de que tenía una buena razón para abortar, después de todo había sido violada, pero el dolor no me dejaba pensar sobre esto".

CASO 4: SRA. JULIE MAKIMAA

"Mi nombre es Julie Makimaa y si el aborto hubiera sido legal en 1964 yo no estaría aquí hablando. Fui adoptada cuando era una bebita en California y criada allí hasta 1979, año en que mis padres se mudaron al norte de Michigan. Poco tiempo después me casé y comencé a buscar los papeles de adopción para encontrar la identidad de mi madre biológica. Tres años y medio más tarde nos reunimos y desde entonces tenemos una relación muy especial. Mi esposo y yo éramos pro-vida antes de que yo conociera a mi madre, pero por primera vez pensamos acerca de los embarazos por incesto o violación y si el aborto se debía permitir en estos casos. ¿Pero cómo podría yo apoyar el aborto? Verdaderamente estaría negando mi propia vida, mi propia existencia. Opino que todo niño tiene un propósito especial en la vida y el derecho a vivir, ¿qué importa cómo comenzó nuestra vida?

Verdaderamente hay dos víctimas. Como sociedad hemos tratado a estas mujeres y a sus hijos como si fueran los criminales, ¡y esto tiene que terminar! Opino que debemos ofrecerle nuestra compasión y ayuda a las mujeres y a sus hijos, y nunca debemos siquiera pensar en el aborto como una ayuda … muchas mujeres que han abortado un embarazo producto de una violación, se han encontrado con que los efectos posteriores del aborto, los cuales son mucho más devastadores que los del ataque sexual".

CASO 5: SRA. MARY JEAN "DOE" (ANÓNIMA)

"Yo fui víctima del abuso sexual infantil. Antes de cumplir los 13 años fui sexualmente abusada por mi hermano mayor y por un amigo de la familia que era universitario. A los tres o cuatro meses de haber comenzado el abuso me faltó la regla… acudí a mi maestra para que me ayudara y cuando le dije que quizás estaba embarazada (a los 12 años), ni siquiera pestañeó. Me dio un abrazo y me dijo que fuera a la clínica de Paternidad Planificada y que uno de mis hermanos mayores me llevara y no se los dijera a mis padres. Nunca me preguntó quién era el padre ni por qué yo estaba sexualmente activa a esa edad. Por lo tanto, mi hermano mayor me llevó a la Paternidad Planificada… allí nadie me preguntó quién era mi compañero sexual, nadie expresó preocupación ni asombro, ni siquiera se interesaron en el motivo por el cual una niña de 12 años podría necesitar una prueba de embarazo. Sólo me dijeron mucho sobre cómo actuar con ´responsabilidad´ y ´tomar el control de mi cuerpo´. Alguien me dio un montón de preservativos a la salida e hizo una broma sobre los colores; rojo, azul, amarillo. Mi hermano mantuvo silencio todo el tiempo, nadie le hizo una sola pregunta. Dos días más tarde me llamaron por teléfono para decirme que la prueba era positiva y que debía volver el próximo sábado en la mañana. La persona que llamó nunca utilizó la palabra ´embarazada´ o ´aborto´. No acudí a esa cita, y la regla me bajó aquella noche.

Recuerdo el horror que sentí cuando me di cuenta de que me habían hecho una cita para abortar. Recuerdo también que pensé sobre quién hubiera pagado la cuenta y por qué ello pensaban que yo era una persona tan horrible que debía hacerme un aborto… Le doy gracias a Dios porque la regla me bajó.

La actitud que tiene Paternidad Planificada hacia el sexo es un grave factor, que impide que se descubra el abuso sexual de las jóvenes. Si alguien me hubiera mostrado la más mínima preocupación yo le hubiera dicho la verdad y le hubiera pedido ayuda. Todos a mi alrededor aceptaban como normal el que una niña de 12 años pudiera y debiera estar sexualmente activa (mientras fuera "responsable" y usara preservativo). El aborto a petición hace más fácil el que continúe el incesto y el abuso sexual de los niños. El aborto para las víctimas de incesto parece compasivo, pero en la práctica es simplemente otra arma violenta y otro engaño en las manos del que comete el abuso sexual".

3.- Las cifras infladas del Instituto Guttmacher sobre el número de abortos en Latinoamérica

Un artículo nuevo en una revista de investigación médica mexicana desacredita por completo las cifras de abortos difundidas por el Instituto Guttmacher, en varios países de América Latina. El estudio encontró que la metodología no es sólo científicamente errónea, sino poco profesional.

La investigación reseñada en el artículo invalidaría el principal argumento de los promotores del aborto que dicen que hay una gran demanda de abortos en América Latina. El Instituto Guttmacher, IPPF, OMS y otras organizaciones pro abortistas han usado estas cifras infladas por años para argumentar el acceso al aborto legal en los países en desarrollo.

Luego de leer el artículo escrito por Elard Koch y otros médicos y académicos chilenos, uno tiene la impresión de que los promotores del aborto terminan creyéndose sus propias cifras. El artículo centra su análisis en el llamado Informe Guttmacher que estimó unos 400,400 abortos clandestinos al año en Colombia en el 2008. Koch concluye que el informe de Guttmacher sobreestima las cifras de abortos provocados en Colombia por un factor de 18. Es decir que los abortos inducidos en Colombia en el 2008 fueron más o menos 22,000.

El artículo critica en primer lugar la metodología del Informe de Guttmacher. Según Koch y colaboradores, Guttmacher basó sus conclusiones en encuestas de opinión, sin sustentar las cifras con los datos sólidos o validarlos con las estimaciones basadas en métodos epidemiológicos aceptados

Los autores del Instituto Guttmacher estimaron en primer lugar el número de abortos inducidos en Colombia en el 2008. Para ello, simplemente fueron a un número de instituciones médicas seleccionadas por ellos (300 de los más de 1200). No hubo razón específica para elegirlos y pidieron a los directores de esas instituciones que respondieran cuestionarios sobre el número de abortos. Estos cuestionarios no preguntaban por cifras reales de hechos comprobados, sino sólo sobre estimaciones basadas en el recuerdo de los médicos. El resultado fue un estimado de 115,325 abortos de los cuales sólo un 19% (21.898) no fueron inducidos. Tal resultado debería sería alarmante por eso el artículo de Koch investigó estas cifras.

Como siguiente paso para estimar el número total de abortos (incluyendo abortos ilegales), el informe Guttemacher multiplica los resultados de los abortos inducidos obtenido anteriormente (93.336 en total) por un factor entre 3,29 y 5,29, sobre la base de una encuesta a 102 profesionales "que están bien informados sobre el tema".

De estas 102 personas entrevistadas 47 eran proveedores de servicios médicos, y 55 eran investigadores, analistas políticos y defensores de derechos humanos. Para hacerse una idea de lo objetivamente científico que puede ser este método de obtención de un coeficiente multiplicador, Koch lo compara con un político que lanza una encuesta con índices de aprobación entre los 102 miembros de su partido. El resultado de esta metodología dio lugar a un número innecesariamente alarmante de abortos inducidos en Colombia para el año 2008: 400,400.

La investigación de Koch

Koch y sus colaboradores volvieron a crear las estimaciones de ingresos hospitalarios por abortos en Colombia en el 2008, ya sea inducido o no, mediante el uso de métodos aceptados en el campo epidemiológico. Usaron los conocidos ratios entre la concepción, el embarazo y los abortos de Chile (que tiene clase A en el registro de estadísticas vitales) y las aplicó a los datos oficiales del registro de estadísticas vitales de Colombia para el año 2008. De acuerdo con esta estimación, había entre 84,824 y 105,190 abortos en Colombia para el año 2008, de las cuales aproximadamente sólo el 11% se han sometido a abortos inducidos

El paso siguiente que Koch y sus colaboradores utilizaron para estimar el número total de abortos (incluyendo abortos ilegales) fueron los ratios de España, un país que no prohíbe el aborto, y también tiene excelentes registros vitales. Utilizando los ratios de España en los números de Colombia los resultados fueron sorprendentes. Para el año 2008 Colombia tenía 21.978 abortos muy lejos de los 400,400 estimados por Guttmacher. El estudio de Guttmacher sobreestimó el número total de abortos en Colombia por un factor de 18.

El informe de Guttamcher y estudios similares son utilizados por los defensores del aborto como una evidencia de la necesidad del "aborto seguro" en los países que no permiten la destrucción de la vida humana desde el momento de la concepción. El informe siempre ha estado convenientemente disponible en formato de power point en su sitio Web.

El artículo de Koch señala que se han empleado métodos similares para estimar la demanda de aborto en otros países de América Latina desde la década de 1990. Estas cifras no son empíricamente posibles, insiste el artículo de Koch. Un estudio reciente en la ciudad de México, también realizado por Guttmacher, estima entre 0,7 y 1 millón de abortos en el año 2006-2007, antes que las restricciones al aborto fueran cambiadas. Esta cifra puede haber sido inflada por un factor de 40. Estimaciones extraoficiales de la demanda real de aborto en la capital de México es en realidad menos de 20.000 por año.

El artículo es un aporte muy importante para el creciente número de estudios sobre el aborto que vienen cuestionando las estimaciones difundidas por las bien financiadas organizaciones que promueven el aborto en todo el mundo.

Referencias

  • 1. Organización Manuela Ramos: Una apuesta por la libertad. Campaña por la Despenalización del Aborto en casos de violación sexual. http://www.manuela.org.pe/campana-por-la-despenalizacion-del-aborto-en-casos-de-violacion-sexual/

  • 2. Cuando El Embarazo Es Producto De Una Violación. May 20, 2010

  • 3. Reseña Histórica, Métodos Para Abortar y Trampas y Mentiras Utilizadas Para Legalizarlo En E.U. May 20, 2010

  • 4. ABORTO: Los Primeros Prejuicios. May 20, 2010

  • 5. HECHOS Y ESTADÍSTICAS SOBRE EL ABORTO. May 20, 2010

  • 6. Si las mujeres pueden ver la ecografía de su hijo antes de abortar. March 3, 2014

  • 7. Algunas pruebas Del Síndrome Post- Aborto. May 20, 2010

  • 8. Las Diferentes Posturas Feministas Respecto Al Aborto. May 20, 2010

  • 9. Razones para legalizar el aborto. November 19, 2010

  • 10. TODOS LOS MOTIVOS QUE EXISTEN PARA ABORTAR, LA ÉTICA Y LOS DERECHOS HUMANOS. April 9, 2011

  • 11.  Número de Abortos se Incrementa en Países donde se legaliza, también hay muertes maternas en el aborto legal. March 9, 2010

  • 12. Dirección General de Epidemiología del Ministerio de Salud. La Mortalidad Materna en el Perú: 2002 – 2011. http://www.unfpa.org.pe/publicaciones/publicacionesperu/MINSA-Mortalidad-Materna-Peru.pdf

  • 13. http://www.lapop.org/index.php/boletines/415-boletin-151-comprobado-instituto-guttmacher-infla-cifras-de-abortos-en-america-latina

  • 14. Aram, D., Ekelman, B. L., Rise, D. F. & Whitaker, H. A. (1985). Verbal and cognitive sequelae following unilateral lesions acquired in early childhood. Journal of Clinical and Experimental Neuropsychology, 7, 55-78

  • 15. Aram, D. M. & Whitaker, H. A. (1988). Cognitive sequelae of unilateral lesions acquired in early childhood. En: Molfese, D. L. & Segalowitz, S. J. (Eds.), Brain Lateralization in Children: Developmental Implications. New York: Guilford.

  • 16. Ardila, A. & Rosselli, M. (1992). Neuropsicología Clínica. Medellín: Prensa Creativa.

  • 17. Ardila, A. & Rosselli, M. (1994). Development of language, memory and visuospatial abilities in 5 -to 12-year-old children using a neuropsychological battery. Developmental Neuropsychology, 10, 97-120.

  • 18. Bryden, M. P. & Alard, F. A. (1981). Do auditory perceptual asymmetries develop? Cortex, 17, 313-318.

  • 19. Epstein, H. T. (1986). Stages of Human Brain Development. Developmental Brain Research, 30, 114-117.

  • 20. Gibson, C. & Bryden, M. P. (1983). Dihaptic recognition of shapes and letters in children. Canadian Journal of Psychology, 37, 132-143.

  • 21. Hynd, G., Morgan, A. E. & Vaughn, M. (1997). Neurodevelopmental Abnormalities and Malformations. En: Reynolds, C. R. & Fletcher-Janzen, E. (Eds.), Handbook of Clinical Child Neuropsychology. New York: Plenum

  • 22. Hiscock, M. (1988). Behavioral asymmetries in normal children. En: Molfese, D. L. & Segalowitz, S. J. (Eds.), Brain Lateralization in Children: Developmental Implications. New York: Guilford.

  • 23. Joseph, R. (1985). Neuropsychology, Neuropsychiatry, and Behavioral Neurology. New York: Plenum Press.

  • 24. Kinsbourne, M. (1989). Mechanisms and development of hemisphere specialization in children. En: Reynolds, C. R. & Fletcher- Janzen, E. (Eds.), Handbook of Clinical Child Neuropsychology. New York: Plenum Press

  • 25. Kinsbourne, M. (1997). Mechanisms and development of cerebral lateralization in children. En: Reynolds, C. R. & Fletcher-Janzen, E. (Eds.), Handbook of Clinical Child Neuropsychology. New York: Plenum Press

  • 26. Kolb, B. (1995). Brain Plasiticty and Behavior. Hillsdale: NJ: Lawrence Erlbaum.

  • 27. Kolb, B. & Fantie, B. (1997). Development of the child brain and behavior. En: Reynolds, C. R. & Fletcher-Janzen, E. (Eds.), Handbook of Clinical Child Neuropsychology. New York: Plenum Press.

  • 28. Kraft, R. H. (1984). Lateral specialization and verbal-spatial ability in pre-school children: Age, sex and familial handedness differences. Neuropsychologia, 22, 319-335.

  • 29. Larsen, S. (1984). Developmental changes in the pattern of ear asymmetry as revealed by a dichotic listening task. Cortex, 20, 5-17.

  • 30. Lecours, A. R. (1975). Methods for the description of aphasic transformation of language. En: Lenneberg, E. H. & Lenneberg, E. Foundations of language development. New York: Academic Press

  • 31. Lenneberg, E. H. (1967). Biological foundations of language. New York: Wiley.

  • 32. Majovski, L. D. (1989). Higher cortical functions in children: A developmental perspective. En: Reynolds, C. R. & Fletcher-Janzen, E. (Eds.), Handbook of Clinical Neuropsychology. New York: Plenum Press

  • 33. Marcel, T. & Rajan, P. (1975). Lateral specialization for recognition of words and faces in good and poor readers. Neuropsychologia, 13, 489-497

  • 34. McClelland, J. L. & Siegler, R. S. (2001). Mechanisms of Cognitive Development. Mahwah, NJ: Lawrence Earlbaum Associates.

  • 35. Molfese, D. & Betz, J. C. (1988). Electro physiological indexes of the development of lateralization of language and cognition and their implications for predicting later development. En: Molfese, D. L. & Segalowitz, S. (Eds.), Brain Lateralization in Children: Developmental Implications. New York: The Guilford Press.

  • 36. Molfese, D. L. & Molfese, V. J. (2002). Developmental variations in learning. Mahwah, NJ: Lawrence Earlbaum Associates.

  • 37. Moscovitch, M. (1977). The development of lateralization of language function and its relations to cognitive and linguistic development: A review and some theoretical speculations. En: Segalowitz, S. J. & Gruber, F. A. (Eds.), Language Development and Neurological Theory. New York: Academic Press.

  • 38. Rose, S. A. (1984). Developmental changes in hemispheric specialization of tactual processing in very young children: Evidence for cross-modal transference. Developmental Psychology, 20, 568-574.

  • 39. Rosselli, M., Ardila, A., Bateman, J. R. & Guzmán, M. (2001). Neuropsychological test scores, academic performance and developmental disorders in Spanish speaking children. Developmental Neuropsychology, 20, 355-374.

  • 40. Rosselli, M., Ardila, A., Lopera, F. & Pineda, D. (1997). Neuropsicología Infantil. Medellín: Prensa Creativa.

  • 41. Saxby, L. & Bryden, M. P. (1985). Left-visual field advantage in children for processing visual emotional stimuli. Developmental Psychology, 21, 253-261.

  • 42. Saxby, L. & Bryden, M. P. (1984). Left ear superiority in children for processing auditory emotional material. Developmental Psychology, 20, 72-81.

  • 43. Spreen, O., Risser, A. H. & Edgell, D. (1995). Developmental Neuropsychology. New York: Oxford University Press.

  • 44. Stiles-Davis, J., Sugarman, S. & Naas, R. (1985). The developmental of spatial and class relations in four young children with right cerebral hemisphere damage: Evidence for an early spatial-constructive deficit. Brain and Cognition, 4, 388-412.

  • 45. Young, A. W. & Bion, P. J. (1981). Identification and storage of line drawings presented to the left and right cerebral hemispheres of adults and children. Cortex, 17, 459-464.

  • 46. Young, A. W. & Ellis, H. D. (1976). An experimental investigation of developmental differences in ability to recognise faces presented to the left and right cerebral hemispheres. Neuropsychologia, 14, 4, 495-498. PMID: 995242 [PubMed – indexedfor MEDLINE].

  • 47. Witelson, S. F. (1976). Sex and the single hemisphere: Right hemisphere specialization for spatial processing. Science, 193, 425-427.

  • 48. Woods, B. T. (1985). Acquired aphasia in children. En: Frederiks, J. A. M. (Ed.). Handbook of Neurology (Vol. 46). Neurobehavioral Disorders. Amsterdam: Elsevier.

  • 49. Woods, B. T. & Teuber, H. L. (1978). Changing pattern of childhood aphasia. Annals of Neurology, 3, 273-280.

  • 50. Rosselli, Mónica (2003). Maduración cerebral y desarrollo cognoscitivo. Revista Latinoamericana de Ciencias Sociales Niñez y Juventud, 1 (1), pp. 125-144

 

 

Autor:

Percy Zapata Mendo

Partes: 1, 2
 Página anterior Volver al principio del trabajoPágina siguiente