Luego de que en 2003 el Congreso de la Nación declarara la nulidad de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida algunos jueces comenzaron a declarar inconstitucionales aquellos indultos referidos a crímenes de lesa humanidad y a reabrir los casos.
Las Madres de Plaza de Mayo combinan en su ideario la lucha por los derechos humanos y el respeto y valorización de los ideales por los que lucharon sus hijos.
Esta idea, expresada primero por Jorge Rafael Videla en un reportaje, diciendo que no hay muertos, hay «desaparecidos», fue tomada por las madres en su lucha, de modo que gracias a esta idea, y la no aceptación de la muerte de los desaparecidos, se pudo juzgar a muchos represores, porque los crímenes no prescribían, al no aparecer los cuerpos, al no confirmarse la muerte de las víctimas.Una opinión ya expresada en 1977 por Rodolfo Walsh, dice que el plan económico de estilo neoliberal, fue necesario imponerlo mediante la desaparición forzada, porque de otro modo, la resistencia popular habría impedido tal acción.Unidas por la desgracia, las Madres se convirtieron en un grupo de activistas en defensa de los derechos humanos. Aseguran que nacieron por sus hijos, dado que por ellos alcanzaron la conciencia política de la lucha social, y que son las madres de todas las víctimas de la represión en la Argentina y según expresiones suyas, «de todos los que luchan por la igualdad social en el país y en el mundo». La manifestación de las Madres fue una de las primeras manifestaciones públicas contra la dictadura. Su distintivo es el pañuelo blanco sobre la cabeza, representando a los que anteriormente habían servido como pañales de sus hijos desaparecidos.
El retorno a la democracia: la herencia de la dictadura y las ilusiones frustradas (1983-1989)(Ariel Filadoro, Alejandra Giuliani y Miguel Mazzeo.)
La organización está históricamente relacionada con las Abuelas de Plaza de Mayo, cuyo objetivo es recuperar la identidad de los cientos de niños que fueron secuestrados por las autoridades militares durante la dictadura, y con la asociación HIJOS, formada por los hijos de los detenidos desaparecidos que desean continuar la lucha de sus padres y sus abuelas.
La Fundación Madres de Plaza de Mayo ha creado varias instituciones:
El Café literario y Librería «Osvaldo Bayer»
Con la democracia y la instalación de la llamada «Casa de las madres» en la Plaza del Congreso, se empiezan a desarrollar nuevos proyectos.
En el año 2000 las madres crean la autodenominada Universidad Popular Madres de Plaza de Mayo.
El 16 de noviembre de 2005 las Madres inauguraron una radio propia.La radio transmite en frecuencia de 530 kHz en la Argentina, y vía Internet a todo el mundo.Aunque habría filiales en el interior del país, en realidad estarían relacionadas con los lugares de vivienda de las propias madres, y con la posibilidad de agruparse ante un hecho puntual.
Premios y otras distinciones
La Asociación Madres de Plaza de Mayo ha recibido una enorme cantidad de galardones:
Premio "A la Lucha por la Vida" de la Universidad de Essen, marzo de 1980, Alemania.
Premio UNESCO Educación para la Paz, 13 de diciembre de 1999, París, Francia.
Premio Revista Veintitrés de 2009 por mejor ONG (junto a HIJOS).
Ellas han logrado recuperar a muchos de los niños de los desaparecidos con sus familiares directos e incluso en muchos casos con sus padres biológicos, recuperando la identidad . hay un plano en la relación entre memoria e identidad es casi banal, y sin embargo importante como grupo de partida para la reflexión: el núcleo de cualquier identidad individual o grupal está ligado a un sentido de pertenencia ( de ser uno mismo , de mismidad) a lo largo del tiempo y del espacio. poder recordar y rememorar algo del propio pasado es lo que sostiene la identidad ( Gillis, 1994). ( texto de Elizabeth Jelin) Aca podemos entender la importancia de la identidad para las personas, saber su procedencia.Por consiguiente se les han borrado su identidad a estos niños. Extraído del capítulo 2 de Elizabeth Jelin(cp 7)
La Apropiación de Niños
Durante el Golpe de Estado perpetuado por las Fuerzas Armadas se llevó a cabo una política de terror y avasallamiento de los derechos sociales e individuales del pueblo de la República Argentina
Esta metodología aberrante también se ensañó con los hijos de los prisioneros, algunos de corta edad, otros nacidos en los centros clandestinos durante el cautiverio de sus padres.
Luego de 13 años de ejercicio de la democracia, se espera obtener Verdad y Justicia. Poco se ha conseguido.
En un fallo dictado el 9 de diciembre de 1.985, la Cámara Federal analizó este tema, y al respecto afirmó:
"La posibilidad de que el personal a quien se mandaba a domicilios particulares a cometer delitos se apoderaban de bienes en su propio beneficio fue necesariamente prevista y asentida por quienes dispusieron tal modo de proceder.
No es posible, en cambio, hacer extensivo este razonamiento a otros delitos como la sustracción de menores cuya comisión se ha demostrado sólo en forma ocasional únicamente se han verificado las sustracciones de los menores Felipe, Martín y María Eugenia Gatica".
Por aplicación de este criterio, el Tribunal absolvió del delito de sustracción de menores a los Comandantes a quienes se les había imputado este delito.
Esta injusta decisión impulsó a diversos grupos de la sociedad civil, especialmente a las Abuelas de Plaza de Mayo, a realizar una búsqueda de menores desaparecidos. Como resultado se conocieron centenares de casos de menores secuestrados con sus padres o nacidos en centros clandestinos de detención.
Recientemente, en un juicio administrativo promovido contra el Estado Nacional para que informe sobre la suerte de los desaparecidos, fue encontrada en un organismo militar la prueba de la existencia de un documento titulado : "Instrucciones sobre procedimiento a seguir con menores de edad hijos de dirigentes políticos o gremiales cuando sus progenitores se encuentran detenidos o desaparecidos" (proveniente del Ministerio del Interior en abril de 1977).
Con esta prueba, cayó el fundamento conceptual del fallo de la Cámara en materia de sustracción de menores, pues la sola existencia de tales "instrucciones" demuestra que este accionar existió y fue previsto por los autores del plan criminal, tal como el fallo lo admitió sólo para el simple robo de cosas.
Madres de Plaza de Mayo
extraído de Wikipedia.
Los que se apropiaron de estos menores desaparecidos, usaron dos caminos supuestamente legales para borrarles la identidad y su historia familiar:
a ) o fueron adoptados como hijos propios
b ) o fueron adoptados con adopción plena, la que en nuestro país borra el vínculo con la familia de sangre y el menor pasa a integrar la familia adoptiva.
Esto obliga a actuar en dos planos jurídicos, luchando contra la impunidad: una causa penal para demostrar que ese menor anotado como propio o adoptado es el hijo de un desaparecido y luego, la causa civil para anular la adopción plena..
Se debe destacar, además, que estos "individuos" cuentan con la complicidad de muchos funcionarios que vienen desde el proceso militar y siguen integrando el poder judicial como si nada hubiera pasado.
Se juzgó a los militares pero no a sus cómplices, a los jueces que denegaban el hábeas corpus sabiendo su origen; a los médicos que controlaban las torturas y atendían los partos en campos clandestinos de detención y regalaban el bebé o se quedaban con él; a los psicólogos que violaban el secreto profesional y sacaban información a los detenidos que se quebraban; A los curas que utilizaban la confesión para sacar información o que admitían la tortura "una o dos horas nada más", pero se oponían a la violación como forma de tortura porque era inmoral.
El plano judicial de este tema es el más difícil de sobrellevar, ya que la prescripción de las causas aparece como un obstáculo importante. Esto se ve claramente en el fallo que presentó la Corte Suprema de Justicia de la Nación, en Diciembre de 1.995:
"En consecuencia, atento a lo establecido por el art.62, inc.2do del Código Penal y la fecha de comisión de los hechos, se advierte que han transcurrido el máximo de duración de las penas previstas por los arts. 139, inc.2do y 146 del Código Penal, por cuya razón la prescripción de la acción se ha operado y así debe declararse, por cuanto aquel instituto jurídico en materia penal opera de pleno derecho por el mero transcurso del plazo pertinente."
El voto en disidencia dice: "En primer lugar, cabe señalar que en autos no se ha operado la prescripción de la acción penal. En efecto, dado que una de las conductas típicas previstas en el art. 146 del Código Penal reprime a quien "retuviere" a un menor de 10 años, resulta evidente- dado el carácter permanente del delito- que dicha conducta habría continuado produciéndose mucho después del acto inicial de sustracción ocurrido con posterioridad al 22 de junio de 1.976 y antes del 23 de marzo de 1.977, lo que lleva a concluir, en principio, que en el caso no se habría operado el citado plazo de prescripción."
Las Abuelas de Plaza de Mayo han elevado este caso a la CIDH (Comisión Interamericana de Derechos Humanos), sosteniendo que: "la gravedad de la decisión de la Corte radica en que el fallo no es sino el punto final para la búsqueda de nuestros nietos y la impunidad para los apropiadores de ellos, temas que habían sido expresamente excluidos de las llamadas leyes de Punto Final y Obediencia Debida."
Según testimonios, se logró conocer cómo eran tratadas las mujeres embarazadas que eran secuestradas: cuando llegaban a la ESMA, eran tiradas en colchonetas en el suelo, encapuchadas y boca abajo. No se salvaron de las torturas pese a su estado.
Al principio, cuando faltaban pocos días para el alumbramiento, eran llevadas a una pieza con ventanas herméticamente cerradas; recién ahí le sacaban los grilletes, que eran vueltos a poner cuando iban al baño.
Eran atendidas por un médico del Hospital Naval, un enfermero de la ESMA, y ayudadas por otras prisioneras. Una vez nacida la criatura la madre era "invitada" a escribir una carta a sus familiares, a los que supuestamente les llevarían el niño.
Inmediatamente la secuestrada era "trasladada", mientras el bebé quedaba en la habitación atendido por otras embarazadas. Luego se lo llevaban.
Desde que la embarazada llegaba ya se sabía cuál sería el destino de su hijo y el suyo: a ella le esperaba el TRASLADO, y a su pequeño la seguridad de que nunca conocería su verdadera historia, y menos a su verdadera familia.
En el mes de julio de este año, el ex marino Scilingo reveló el "modus operandus" del horror, ante la Cámara Federal de Buenos Aires. "Alegando razones humanitarias" la Armada habría dispuesto que las embarazadas detenidas deberían dar a luz, pero para evitar que los mismos niños se contaminasen con ideas extremistas, éstos se darían en adopción a familias "normales": marinos o allegados a ellos que, a través de haber tomado contacto con el Grupo de Tareas 3.3.2, habrían expresado el deseo de adoptar un niño.
El procedimiento que se llevaba a cabo era el siguiente: el entonces director de la ESMA, contralmirante Rubén Chamorro, el jefe del G.T. 3.3.2, capitán de navío Jorge Vildoza, y el jefe de Inteligencia, capitán de fragata Jorge Acosta, resolvían a quién correspondía el futuro del bebé, todo con el visto bueno de quien ejercía la conducción directa del Grupo, el Comandante en Jefe de la Armada, almirante Eduardo Massera.
Jorge Luis Magnasco, que hasta hace pocos meses trabajaba como obstetra en el Sanatorio Mitre de donde ya fue despedido, y sus asistentes Aldo Clemente Chiappe, Alberto Arias Duval, Carlos Octavio Capdevilla y Raúl Sanchez Ruiz, fueron responsables de la acta de nacimiento que se realizaba ya con el nombre de la madre adoptiva.
Madres de Plaza de Mayo extraído de wikipedia.
La Asociación Madres de Plaza de Mayo ha recibido una enorme cantidad de galardones:Premio "A la Lucha por la Vida" de la Universidad de Essen, marzo de 1980, Alemania.
"Premio por la paz" otorgado a través del Obispo Curt Schort de Berlión en la Iglesia de la Cruz de Bonn y encargo de la Comunidad Estudiantil Evangélica de la República Federal de Alemania (10 de marzo de 1980).
El 31 de agosto de 2010 la Corte Suprema de Justicia confirmó sentencias de tribunales inferiores, dictando que los indultos no fueron constitucionales y las condenas que anularon debían ser cumplidas.
Reportaje a Emilce Moler, ex detenida-desaparecida e integrante del grupo de estudiantes secundarios secuestrados durante la llamada "noche de los lápices" en 1976
16 de septiembre de 2006 Victoria Ginzberg, Emilce,Moler
Emilce Moler fue detenida el 17 de septiembre de 1976. Era estudiante del Colegio Bellas Artes de La Plata y militaba en la Unión de Estudiantes Secundarios (UES) con los seis jóvenes que están desaparecidos. Pasó por los centros clandestinos de Arana, Pozo de Quilmes y la comisaría de Valentín Alsina antes de ser "blanqueada" en Devoto. Hasta hace poco, su nombre no se asociaba con el de los adolescentes secuestrados en La Noche de los Lápices. "Lo del boleto sirvió para mostrar que la organización estudiantil permite llegar a reclamos. Pero fue una marcha más", señala, para combatir la imagen de que los estudiantes fueron perseguidos exclusivamente por organizar esa movilización. Además, habla del despertar a la política y de la dureza de la represión. "Mi mente era mi espacio de resistencia", asegura.
¿Por qué cree que La Noche de los Lápices se convirtió en un hecho tan emblemático?
-Porque nadie se podía oponer a esa historia como fue contada. Esto es, que eran chicos inocentes que luchaban por un boleto. A eso nadie se puede oponer. Hay cosas que no están cerradas: la cuestión de la violencia, de la lucha armada. A mí me llaman para dar charlas de escuelas de monjas. Si bien yo nunca participé de la lucha armada en sí, si no se hubiera contado de esa manera… no me llamarían.
-¿Contarlo de esa manera sirvió porque era lo que se podía hacer en ese momento o fue un error?
-Es difícil hacer un análisis contrafáctico. Quizás hoy tendríamos una sociedad más evolucionada. O tal vez la sociedad no iba a poder escuchar más que eso. No tengo una respuesta. Pero modificar o recrear hechos tan instalados es muy difícil.
¿Cómo era la vida de un estudiante secundario militante en los ´70?
-Yo entré al secundario en el '72 y empecé a militar en el '75. Pasé del colegio de monjas al Bellas Artes y fue una ruptura, el despertar de la participación política, de otro mundo posible. Había gran libertad, solidaridad, participación, mucho compromiso. Pero en el '75 hay un cambio fuerte. Nos separan de la escuela superior, de la facultad.
Extraído del diario Página 12, 16 de septiembre del 2001
¿Cuándo fue la primera vez que participó en un acontecimiento político?
-Cuando entramos a la escuela, las mujeres no podíamos usar pantalón. La primera asamblea a la que fui, a los trece años, era para poder usarlo. A los pocos días había una toma en la escuela por otro tema. En mi casa dije que iba a ir y me encerraron en mi habitación. Eso despertó más inquietud. Fue muy significativo cuando mataron a Rodolfo Achen y Carlos Miguel, no docentes de la Universidad de La Plata, en octubre de 1974. Vamos al cementerio y en el camino hay represión. A partir de ahí no tenemos más clases. En ese entonces yo no estaba identificada con ninguna agrupación.
¿Y cuándo fue el salto a la organicidad?
-En el '75. Cambian profesores y preceptores. Incorporan preceptores de la CNU (Concentración Nacional Universitaria, ligada a la Triple A) y empieza a haber mayor represión en la escuela. Ante eso pienso que hay que estar en alguna agrupación para hacer algo más orgánico. En el '75 ya no podíamos hacer asambleas abiertas y por eso surgió la idea de lo del boleto estudiantil. Veíamos que en ese momento había situaciones económicas adversas y nos pareció un reclamo con el que se podían enganchar varios estudiantes. Así surgió la idea de la marcha. Venían tiempos difíciles. Un hito importante fue en diciembre de 1975 cuando aparece muerto Patulo Rave, un compañero de la UES muy querido. Apareció colgado en un puente, tenía 18 años. Eso fue un llamado de atención fuerte, tomé conciencia de que nos podía pasar eso. Lo del boleto sirvió para mostrar que la organización estudiantil permite llegar a reclamos. Pero fue una marcha más. Fue un logro, pero de reivindicación estudiantil.
¿Qué cambios hubo después del golpe?
-Más significativo fue el '75, cuando los preceptores nos amenazaban en el baño. Iban armados a la escuela. En el '76 en la escuela ya no hacíamos nada. Tratábamos de hacer algo afuera denunciando la dictadura. Como yo era de Bellas Artes, armaba las reuniones en el zoológico o en el museo, que eran lugares donde íbamos naturalmente. Las reuniones eran de análisis de la realidad y mucho control sobre quién faltaba a una cita. Veíamos qué podíamos aportar a documentos y denuncias. Hacíamos actos relámpagos en la puerta de una escuela o en el centro con volantes y bombas de estruendo.
¿Qué relación tenía con los seis chicos que están desaparecidos? ¿Militaba con todos ellos?
-Con casi todos. Horacio Ungaro era el más cercano. Nos conocimos a los trece años. Si bien los dos éramos de La Plata, nos conocimos en Mar del Plata, patinando, e íbamos al club universitario juntos. Nos empezamos a encontrar en las marchas, en los actos. María Claudia Falcone y Francisco López Muntaner eran de Bellas Artes, eran más chicos. Panchito tenía hermanos mayores que militaban y eso hacía que tuviera más elementos para la militancia, era muy responsable, Claudia lo mismo. A los demás los conocía de reuniones, asambleas o peñas.
¿Qué le pasa hoy cuando ve las fotos de ellos?
-Es muy fuerte. El otro día me mostraron la última foto de Panchito, en un cumpleaños de quince. Te agarra mucha indignación ver lo jóvenes que eran. No les dieron ninguna posibilidad. Cuando estoy dando charlas, veo caras de chicos y tomo conciencia de que nosotros teníamos esas edades. Te da mucha indignación.
¿Cuál es la imagen que define su secuestro?
-El Pozo de Arana fue donde toqué fondo respecto de la condición humana. Ahí me desintegré. Primero, por la cantidad de torturas que recibí, las condiciones en las que estábamos. El 21 de septiembre nos sacan a un patio al aire libre, vendados y esposados para festejar el Día de la Primavera. Pretendían que cantemos. Eso demuestra el trato que tuvimos, no había límite en la degradación que buscaban. La tortura no se justifica de ninguna manera. Pero si alguien tiene la fantasía de que te torturaban para conseguir información, no es cierto.
¿Cuál cree que era el objetivo? ¿Degradarlos?
-Degradar y quebrar. Cuando se enteraron de que yo era hija de un policía retirado, sólo me torturaban por eso. Me decían por qué le había hecho eso a mi padre. Había actos de sadismo, con las mujeres siempre se complica por la cuestión vejatoria. Ese sería para mí un hito, donde tocas fondo. El cuerpo ya no tiene más referencias con la realidad. Te queda tu entereza, tu capacidad intelectual y moral. Con eso no se pueden meter y de eso yo me di cuenta. Traté de estar lo más ida posible. Con mi cuerpo podían hacer cualquier cosa, pero mi mente era mi espacio de resistencia. Por otro lado, para mí fue muy difícil cuando entro a Devoto. Es paradójico porque era la legalidad, la esperanza de sobrevivir, pero por otro lado en los centro.
clandestinos era el día a día, momento a momento. Y en Devoto se trataba de vivir en cautiverio. Me leyeron los cargos: tenencia de explosivos, asociación ilícita, y yo lloraba y le explicaba a la celadora que no era cierto. La sensación era de impotencia, uno pensaba en que iba a tener una defensa, abogados. Cuando te das cuenta de que sólo cambia el aspecto externo, pero el dominio es mismo, hasta con una fachada legal, la impotencia es muy grande.
¿Cuándo fue la última vez que tuvo noticias de los chicos que están desaparecidos?
-El 23 de septiembre nos cargan en un camión a todos, vendados y esposados. Yo sabía que estaban Gustavo Caloti y Horacio Ungaro porque compartimos sesiones de torturas. Sabía que estaban Claudia y María Clara porque compartí la celda con ellas. En un momento leen una lista y empiezan a bajar gente. Ahí bajan Horacio, Clara, María Claudia, que son los que yo reconocía. Gustavo, yo y otros seguimos para Quilmes. Creo que ya estaba dividida la suerte. En ese momento yo pensaba que los iba a encontrar en otro lugar. En la brigada de Quilmes estuve hasta diciembre, cuando me avisan de que me ponían bajo el PEN, que yo no sabía qué era. Antes de Devoto estuve en la comisaría de Valentín Alsina.
¿Cuándo se enteró que seis de ustedes estaban desaparecidos?
-En Devoto seguía preguntando por ellos. Pensaba que en cualquier momento venían. Asumí que estaban desaparecidos con el resto de la sociedad. No fue algo inmediato.
Arana, Devoto son imágenes del cautiverio. ¿Cuál es la imagen de su libertad?
Tardé mucho en darme cuenta de que estaba en libertad. Primero, porque mi salida fue traumática. A todos los presos los sacaban a Coordinación Federal, llamaban a un familiar y se iban. A mí me dijeron que me vaya de Devoto, me abrieron la puerta y me tuve que ir sola caminando. Fue el 20 de abril de 1978. Mis padres estaban viviendo en Mar del Plata, porque a mí no me iban a dejar volver a La Plata. Salí caminando como en las películas, mirando para atrás. Pensaba que me mataban. Me tomé un taxi y fui a la casa de la familia de una compañera que me había dado la dirección. Antes no era fácil llamar por teléfono,mis padres no tenían, así que llamé a la portería de la casa de mis padres, que me vinieron a buscar. Estuve un año con libertad vigilada. La cuestión del mar siempre fue importante. Caminar por la playa no se sé si fue darme cuenta de que estaba en libertad, pero fue empezar a recuperarme. ¿Cuándo me di cuenta de que estaba en libertad? Creo que cuando tuve mi primera hija. Fue el acto de mayor sensación de libertad que tuve. Ella nació en septiembre del '83 y faltaba poco para las elecciones. Me parece que ahí fue cuando tomé dominio de mi cuerpo, era yo la que manejaba mi cuerpo. Y se daba en un momento de apertura democrática. Tardé, pero después nunca más tuve miedo.
Extraído del diario Página 12, 16 de septiembre de 2001
Conclusión
Con este trabajo tratamos de rememorar el pasado he interiorizarnos de todo lo ocurrido en la época de la dictadura y sobre todo conocer más sobre las Madres de Plaza de Mayo. Esas voces que buscan la verdad sobre sus hijos desaparecidos . Es allí donde nace unos de los movimientos sociales más importante de nuestra historia.
Sus voces recorrieron juzgado, delegaciones policiales , hospitales hasta llegaron a la morgue. Nada todo era silencio. Pero un día sábado se reunieron en la Plaza de Mayo para luego cambiarlo por un viernes-día de brujas. Por tal motivo decidieron hacerlo todos los jueves pidiendo por sus hijos desaparecidos.
A pesar, que han transcurrido 35 años esas voces aún se siguen escuchando. Estas heroínas de los tiempos genocidas vuelven a renacer como el ave fénix entre las cenizas de un pasado tristemente recordado.
Autor:
Benitez Idalina
Garnica Marcela
TRABAJO DE INVESTIGACIÓN
HISTORIA ARGENTINA Y LATINOAMERICANA
PROBLEMA DE LAS CIENCIAS SOCIALES
AÑO 2012
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