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Reseña histórica de las teorías del crecimiento económico


     

    Indice1. Introducción 2. Reseña histórica de las teorías del crecimiento económico 3. Bibliografía

    1. Introducción

    El crecimiento económico es un fenómeno que preocupa principalmente a los países subdesarrollados; alcanzar el crecimiento de manera sostenida es una prioridad para éstos en tanto constituye uno de los pilares fundamentales del desarrollo. Aunque se debe reconocer que el crecimiento económico es un elemento necesario pero no suficiente del proceso de desarrollo (debido a que éste es un proceso multidimensional, que trasciende de la esfera económica; pues también integra las dimensiones social, cultural, ambiental, política, entre otras) el combate de la pobreza pasa por la generación de riqueza a partir de dicho crecimiento y por la aplicación de medidas de política económica de creación de empleo y de redistribución del ingreso. Debido a la relevancia del crecimiento dentro de las economías es necesario conocer cuáles son las diferentes teorías y modelos que tratan de explicarlo. En este sentido, este documento tiene como finalidad dar a conocer una reseña histórica de algunas de las principales teorías del crecimiento económico. De esta manera, se incluyen las primeras ideas acerca del crecimiento (como las de Adam Smith, David Ricardo, entre otros) hasta llegar a teorías más modernas (como las de Rostow, Harrod-Domar y Lewis). Finalmente, se presentan los supuestos básicos del modelo de crecimiento de Solow y los resultados de su investigación para la economía de los Estados Unidos; con éstos Solow contribuyó a revolucionar las ideas de crecimiento que existían hasta entonces.

    2. Reseña histórica de las teorías del crecimiento económico

    El crecimiento económico es una temática relativamente nueva dentro de la historia del pensamiento económico, éste surge con la revolución industrial de mediados del siglo XIX en Inglaterra. El desarrollo de la técnica, la acumulación de capital para invertir y el espíritu empresarial fueron los estímulos para la revolución, que no sólo generó cambios económicos sino que también impulsó profundas transformaciones sociales. Los primeros aportes a la conformación de la teoría del crecimiento económico aparecen con William Petty y François Quesnay en los esfuerzos por establecer los determinantes de la riqueza. Años más tarde Adam Smith profundiza en el esfuerzo por conocer dichos determinantes, construyendo análisis sobre la base del mundo real. Entre los planteamientos de Adam Smith destaca (heredado por los fisiócratas) la consideración de que el Estado debía de abstenerse de intervenir dentro de la economía, ya que consideraba que ésta era natural y que por lo tanto debería dejársele actuar según el libre arbitrio de sus leyes. Además, sostiene que si los seres humanos actúan guiados por sus intereses, la suma de los esfuerzos de cada uno contribuiría a aumentar la riqueza de la nación. Esos esfuerzos, según él, estarían controlados por una mano invisible que los convertiría en beneficios para todos. En palabras de Smith,"Es sólo por su propio provecho que un hombre emplea su capital en apoyo de la industria; por tanto, siempre se esforzará en usarlo en la industria cuyo producto tienda a ser de mayor valor o en intercambio por la mayor cantidad posible de dinero u otros bienes… En esto está, como en otros muchos casos, guiado por una mano invisible para alcanzar un fin que no formaba parte de su intención. Y tampoco es lo peor para la sociedad que esto haya sido así. Al buscar su propio interés, el hombre a menudo favorece el de la sociedad mejor que cuando realmente desea hacerlo" También Smith trata el progreso técnico, la productividad y el crecimiento. Con respecto al crecimiento económico establece que éste tiene una base en la división del trabajo, la acumulación del capital y el progreso tecnológico, considerando todo bajo un marco legal según el cual las fuerzas del mercado puedan actuar. Como ya se ha establecido, para Smith la libertad era una cuestión bastante importante, y por lo tanto, consideraba que dicha libertad llevaría a la máxima riqueza posible. Según él, los productores intentarían maximizar su beneficio, pero esto sólo se lograría en la medida en que éstos respondieran a las necesidades de la población. Además, dicha producción debería de ser en cantidades adecuadas con la finalidad de evitar excesos de oferta o de demanda que pudieran provocar cambios en los precios. Cabe mencionar que "la mano invisible" también influiría dentro del mercado de factores productivos; en esta ocasión intervendría "imprimiéndole" armonía, siempre y cuando dichos factores productivos buscaran las rentas máximas y estuvieran en libre competencia. Si esto ocurría sería porque se habrían producidos los bienes adecuados a los precios adecuados, de esta manera la sociedad obtendría la máxima riqueza posible mientras rigiera la libre competencia. Smith también llega a mencionar en su obra cómo un sistema de libre comercio podría beneficiar países pobres a través de países ricos. El esfuerzo de Smith se convertiría hasta la fecha en uno de los más importantes aportes a la economía política y sería la fuente de estudio de economistas posteriores (como John Stuart Mill o Karl Marx) que lo utilizarían para tratar de establecer con objetividad qué es lo que realmente genera la riqueza y el crecimiento de ésta. En el siglo XIX, David Ricardo (precursor de la escuela clásica al lado de Smith) parecía también preocupado por averiguar las causas del crecimiento económico. Una de sus principales inquietudes era la tendencia a la baja de los beneficios, que consideraba como inevitable dentro de la economía inglesa, ya que ésta fue la tendencia que se presentó en dicha economía durante varios años. David Ricardo establecía que el remedio que se necesitaba para este "mal" era el apoyo al comercio exterior, entendido de forma diferente a la de Adam Smith (quien apoyaba la exportación de manufacturas basadas en la división del trabajo). David Ricardo afirmaba que el apoyo debería estar orientado a la importación de cereales baratos que impedirían que subiera el salario normal y, por lo tanto, facilitaría el aumento de los beneficios y la acumulación necesaria para el crecimiento. De allí que "Para la prosperidad general, no puede considerarse nunca excesiva la facilidad que se de a la circulación e intercambio de toda clase de propiedad, ya que es por ese medio que el capital de toda clase tiene la posibilidad de encontrar el camino hacia las manos de aquellos que mejor emplearán en aumentar el producto del país." Ricardo también introduce el concepto de rendimientos decrecientes. Con este concepto establece cómo la inversión adicional hecha en la tierra da como resultado niveles de producción cada vez menores, lo que provoca, a su vez, niveles de crecimiento menores (aunque se tenga la ayuda del comercio, decía). En el siglo XX, cuando Estados Unidos y Europa experimentaban la crisis económica de 1929, surgen las teorías económicas del británico John Maynard Keynes. Con "Teoría general del empleo, el interés y el dinero" (1936), Keynes presenta un modelo macroeconómico con el que trata de explicar la determinación de la renta y el empleo en una economía monetaria moderna. Keynes refuta algunos de los planteamientos neoclásicos, como el del pleno empleo, aduciendo que en el sistema económico capitalista pueden aparecer situaciones permanentes de desempleo, que no es voluntario necesariamente. Según él, se debe tomar en cuenta que los sindicatos no estarán dispuestos a aceptar cantidades mayores de trabajo a cambio de menores niveles saláriales. En el modelo Keynesiano se establece que la renta y el empleo deben determinarse conjuntamente a partir del volumen de demanda global existente. Para mantener el volumen de renta y empleo debe de invertirse la diferencia entre la renta y el consumo, o sea el ahorro; de esta manera se identifica a la inversión como un multiplicador del empleo, pero si la inversión privada no es suficiente para alcanzar el nivel de ingreso de pleno empleo, entonces el estado debe intervenir, a través del gasto público, para "llenar ese vacío". En este sentido, el principal aporte de Keynes fue el reconocimiento de que los gastos públicos no son una interferencia en la inversión privada, sino su complemento. Por esto, a diferencia de las teorías clásicas, en el modelo Keynesiano el estado queda incorporado en la actividad económica. Esta teoría logró mayor acogida en los países como Suecia, Alemania Federal y Gran Bretaña con un modelo de estado denominado de bienestar, intervensionista o social de derecho. Posteriormente, en 1937, se publica "A Model of General Economic Equilibrium", por Von Neuman, en éste se hace un análisis de crecimiento económico relacionado con el tipo de interés, y se establece que la tasa de crecimiento tiene que ser igual a la del tipo de interés real, con la condición de que todos los beneficios se reinviertan. Esta teoría más tarde daría lugar a los estudios de crecimiento óptimo. Ahora bien, después de la segunda guerra mundial los países desarrollados se enfrentaron a la realidad de que sus teorías no estaban orientadas a explicar y orientar los problemas de países que todavía dependían de la tierra; es decir, de países con estructuras económicas no modernas. A pesar de no estar preparados para esto ya tenían una experiencia significativa heredada por el "Plan Marshall", éste les brindó la idea de que así como los países europeos habían recibido ayuda, después de las guerras mundiales, que les habían llevado a su reconstrucción y desarrollo, de esta misma manera se ayudaría a los países pobres proveyéndoles lo necesario para crecer lo suficiente y poder desarrollarse. En este contexto surgen las teorías de las "etapas lineales" (etapas de crecimiento económico); estas etapas sugieren que cada país debe realizar ciertos pasos para lograr el crecimiento (o desarrollo, ya que acá se consideran sinónimos). "Era primordialmente una teoría económica del desarrollo donde la cantidad y la combinación adecuadas de ahorro, inversión y ayuda extranjera era todo lo que se necesitaba para que los países del tercer mundo siguieran una ruta de crecimiento económico que históricamente habían seguido los países más desarrollados". El pionero de la doctrina de las etapas de crecimiento económico fue W. W. Rostow, él establecía que cada sociedad, de acuerdo a su dimensión económica, debería ser considerada dentro de alguna de las siguientes "etapas": la sociedad tradicional; las condiciones previas para el despegue hacia el crecimiento autosostenido; el despegue; el camino hacia la madurez; y la era del consumo masivo. Con esto se argumentaba que los países subdesarrollados que se encontraran en la primera o segunda etapa alcanzarían un nivel de crecimiento autosostenido siempre que siguieran un conjunto de reglas; dentro de las que resaltaba, principalmente, el fomento del ahorro interno y externo en forma tal que con ese ahorro se proporcionaran los recursos necesarios para mantener un nivel de inversión suficiente con el que se generara crecimiento. Luego de la doctrina de Rostow surge una teoría del crecimiento fundamentada en las ideas del británico John Maynard Keynes. Dicha teoría sentó las bases del crecimiento económico de la postguerra en los países industrializados y enfatiza en un equilibrio económico a largo plazo. Los encargados de su elaboración fueron Evsey Domar y Roy Harrod. Harrod y Domar se preocuparon por averiguar cuan capaz sería una economía de crecer en estado estable. Dicho estado se refiere a un período en que la producción y el empleo crecen de una forma proporcional y constante, así como el ahorro y la inversión capaces de generar la existencias de capital suficientes para mantener la relación capital-producto fija. Dentro del modelo Harrod-Domar se distingue la producción de una única mercancía compuesta que puede consumirse, o acumular como existencias de capital; además, la oferta de trabajo es homogénea. Este modelo toma en cuenta los siguientes supuestos:

    1. La población y la mano de obra crecen a una tasa proporcional constante (n) y además son determinadas exógenamente.
    2. La proporción de ahorro neto (s) e inversión neta con respecto al producto neto es invariable o fija.
    3. No hay cambio tecnológico. La tecnología está representada por coeficientes fijos que son: la fuerza de trabajo necesaria para cada unidad de producción, y la relación capital / producto(nivel de capital necesario para cada unidad de producción, v).

    Harrod y Domar establecen que estos supuestos son válidos en la descripción de "economías en crecimiento" si y sólo si el ahorro es igual al producto de la relación capital / producto por la tasa de crecimiento de la población y de la mano de obra, o sea s = vn. Si una economía logra esto, entonces, habrá llegado al estado estable. La ecuación de crecimiento de Harrod-Domar refleja que la tasa de cambio del PNB está determinada por la razón del ahorro nacional y la relación capital/producto, así: PNB = F(s, v), de esta manera se establece que lo único que las economías necesitan, para crecer rápidamente, es aplicar una política económica orientada a ahorrar e invertir (productivamente) más. Tanto la teoría de las etapas de crecimiento de Rostow como el modelo Harrod-Domar pasaron a ser tan sólo una herramienta intelectual con respecto a los países subdesarrollados, ya que el deseo de querer implantar un "nuevo Plan Marshall" a dichas economías (a las que se transferían enormes cantidades de capital) no funcionaría, pues a diferencia de los países europeos después de la segunda guerra mundial, los países subdesarrollados no contaban con las condiciones necesarias para que la ayuda que se les proporcionara se tradujera en crecimiento y mucho menos en desarrollo. Además, de esto se deduce que el ahorro y la inversión son características necesarias del crecimiento, pero no suficientes. Con los modelos neoclásicos de cambio estructural se superan algunos de los problemas de las teorías del crecimiento por etapas. La teoría del cambio estructural centra su análisis en la manera en la que los países subdesarrollados, (que poseen estructuras económicas de subsistencia) modifican su estructura para convertirse en sociedades más modernas y complejas que dan mayor importancia al rol de la industria y de los servicios dentro de su economía.

    W. Arthur Lewis elaboró uno de los aportes más representativos a la teoría del cambio estructural. Este modelo es conocido como "dos sectores con exceso de mano de obra" y fue considerado en la década de los años cincuenta y los sesentas como la teoría del desarrollo que debería aplicarse a todos los países subdesarrollados que tuvieran exceso de mano de obra.

    La teoría del cambio estructural de Lewis se distingue por contar con un sector tradicional o agrícola, en el que la productividad marginal del trabajo es nula y, por lo tanto, existe un "excedente" de trabajadores que pueden ser retirados de la actividad agrícola, sin reducir la producción, transfiriéndolos al sector moderno del modelo; es decir, el sector industrial que posee elevados niveles de productividad.

    El modelo hace énfasis en el mecanismo por el que se transfiere el exceso de mano de obra, así como en la forma en la que el sector moderno aumenta la producción y el nivel de empleo.

    Los supuestos principales del modelo de Lewis son:

    1. El aumento de la producción dentro del sector moderno provoca crecimiento del empleo y la transferencia de mano de obra.
    2. La transferencia de trabajadores al sector moderno se realiza de forma gradual.
    3. El ritmo de crecimiento de la producción depende de la tasa de inversión y de la acumulación de capital en el sector moderno.
    4. Los "capitalistas" obtienen ingresos mayores que los salarios que pagan y reinvierten todo su beneficio.
    5. El salario del sector moderno es constante e igual al salario medio del sector tradicional más un pequeño margen.

    El sector moderno, a diferencia del sector tradicional, actúa bajo competencia perfecta (el salario real es igual a la productividad marginal del trabajo). De esta manera los empresarios maximizan su beneficio, tomando en cuenta el nivel de salario que deben pagar para cada nivel de mano de obra que desean contratar; pero debido a que el salario del sector tradicional es fijo (y menor que el del sector moderno) el excedente de trabajadores que posee prefiere ofertar su mano de obra en el sector industrial y, por lo tanto, los empresarios pueden contratar la cantidad de trabajo que deseen sin tener que aumentar el salario real. Así se realiza la transferencia de trabajadores de un sector a otro. El beneficio que los empresarios obtienen es reinvertido provocando el aumento de la producción y el empleo total del sector industrial. Esto se repite continuamente hasta que este sector absorba toda la mano de obra excedente del sector agrícola. Aunque el modelo de Lewis responde en alguna medida a la experiencia de desarrollo de algunos países en occidente, varios de los supuestos principales no se aplican a la realidad de los países subdesarrollados. Primeramente, los beneficios de los empresarios no siempre se reinvierten; pero si esto se realiza, el ritmo al que se transfiere trabajo y se crea empleo en el sector moderno no necesariamente es proporcional a la tasa de acumulación de capital en este sector. Además, no se puede asegurar la existencia de exceso de mano de obra en el sector rural y "pleno empleo en las zonas urbanas". Finalmente, el mercado de trabajo del sector industrial de las economías subdesarrolladas no actúa bajo competencia perfecta. Por otro lado, la Teoría Neoclásica del Crecimiento surge a finales de los años cincuentas y en los años los sesentas; en ella se hace énfasis en los determinantes del crecimiento del PIB per cápita y no de la producción total. El PIB per cápita resulta de dividir el PIB entre la población. Con la teoría neoclásica se pretende establecer que el capital y el trabajo son los principales determinantes del crecimiento económico. Esto se realiza presentando un modelo de crecimiento en el cual la economía alcanza a largo plazo un equilibrio denominado equilibrio del estado estacionario. El estado estacionario se refiere a una combinación entre PIB per cápita y capital per cápita con la que la economía se encuentra en reposo. Para alcanzar dicho estado se supone la no existencia de progreso técnico; además, se supone que la productividad marginal del capital es decreciente; es decir, en la medida en que se van añadiendo nuevas máquinas dentro de la estructura productiva, el rendimiento que de ella se obtenga será cada vez menor (cada nueva unidad de capital incorporada generará un incremento en la producción que será menor que el que generara la unidad que se incorporó la última vez). Esto provoca que el producto marginal sea decreciente (éste es el verdadero motivo de por qué la economía llega a un estado estacionario o de reposo). La economía llegará hasta el estado estacionario siempre que la renta y el capital per cápita sean invariables. Los valores que presenten estas variables en el estado estacionario deben ser aquellos con los que la inversión necesaria para reponer las máquinas depreciadas y para proveer de capital a los nuevos obreros es igual al ahorro realizado por la economía. En otras palabras, los valores de la producción y el capital per cápita de "reposo" son los niveles con los que el ahorro agregado y la inversión necesaria se encuentran en equilibrio. Esta teoría también establece que la inversión necesaria está en función del nivel de la población y de la tasa de depreciación. Con respecto a esto supone que la población crece a una tasa constante (n); además, la depreciación también resulta ser una proporción constante del stock del capital (d). Dentro del proceso de crecimiento de la economía la relación fundamental es la de la tasa de ahorro e inversión comparada con la de depreciación y de crecimiento de la población (inversión necesaria). Por ejemplo, si la tasa de ahorro y de inversión efectiva es inferior a la tasa de inversión necesaria, entonces, la relación entre el capital y el trabajo (K/N = k) debe disminuir para alcanzar el estado estacionario; o sea la relación capital trabajo disminuye hasta alcanzar el valor con el que la inversión efectiva y el ahorro agregado correspondientes a esa relación son exactamente iguales a la inversión necesaria. De esta manera se alcanza el estado estacionario debido a que si la inversión efectiva es igual a la necesaria la relación capital trabajo (k) no varía. Algunas implicaciones de la teoría Neoclásica del crecimiento son:

    1. En el estado estacionario tanto el capital per cápita (k) como la producción per cápita (y) son constantes.
    2. Dado que la renta per cápita es constante en equilibrio, la producción total crece a la misma tasa que la población(porque la tasa de crecimiento del PIB es igual a la tasa de crecimiento del PIB per cápita más la tasa de crecimiento de la población, según esta teoría).
    3. La tasa de crecimiento (a largo plazo) correspondiente al estado estacionario no depende de la tasa de ahorro.
    4. Si la tasa de crecimiento de la población aumenta, entonces disminuye el nivel de capital per cápita, y la producción per cápita correspondiente al estado estacionario.
    5. Una disminución de la tasa de crecimiento de la población disminuye la tasa de crecimiento de la producción agregada correspondiente al estado estacionario.

    La tasa de crecimiento de la población posee una relación inversamente proporcional con la producción per cápita y una relación directamente proporcional con la producción agregada . Además, una de las implicaciones más importantes de esta teoría es la siguiente: "Los países que tienen las mismas tasas de ahorro, las mismas tasas de crecimiento de la población y la misma tecnología(es decir la misma función de producción) deben acabar convergiendo y teniendo la misma renta, aunque el proceso de convergencia puede ser bastante lento". Por otro lado, en los primeros desarrollos de los modelos de crecimiento, como el modelo Harrod-Domar, lo esencial para explicar el crecimiento era la acumulación de capital, por medio de políticas económicas orientadas a ahorrar e invertir productivamente, hasta alcanzar un estado estable o estacionario de crecimiento. "El objetivo de estos modelos es el análisis de los determinantes de la evolución del producto per cápita (Y/L) de una economía a lo largo del tiempo y, por extensión, mejorar los instrumentos de medición de la evolución de las macromagnitudes" (Pablo D’Este cukierman) Con los resultados del estudio de Robert Solow se rompe con la tradición de considerar que la acumulación del stock de capital sea el principal determinante del crecimiento económico. La teoría moderna del crecimiento neoclásica se basa en 2 artículos de Robert Solow y Trevor Swan publicados en Febrero de 1956. El artículo de Solow surge como una oposición al pesimismo del modelo Harrod-Domar en lo concerniente, principalmente, a los coeficientes fijos de la tecnología. Con respecto a su artículo, Solow afirma: "…La mayor parte de este ensayo se ocupa de un modelo de crecimiento a largo plazo que acepta todos los supuestos de Harrod-Domar, excepto el de las proporciones fijas" (Solow 1956). De esta manera, en el modelo de crecimiento de Solow se permite la sustitución de un factor por otro (capital por trabajo) en la producción, es así como se admite la posibilidad de progreso técnico y, por lo tanto, la movilidad de la función de producción. Solow ha tratado de medir la contribución de cada uno de los factores productivos al crecimiento económico a través de las técnicas de la contabilidad del crecimiento(ésta explica qué parte del crecimiento de la producción total se debe al crecimiento de los diferentes factores de producción).

    Supuestos del modelo de crecimiento de Solow:

    1. Yt = F(Kt, Lt) Una función de producción mide el volumen máximo de producción que puede obtenerse con una cantidad dada de factores. Si se utilizan dos factores en la producción (como K y L) las relaciones de producción pueden ser representadas gráficamente por medio de una isocuanta, que no es más que el conjunto de diferentes combinaciones de K y L con los que se puede obtener un nivel de producción determinado. De esta manera se establece que se puede obtener el mismo nivel de producción utilizando diversas técnicas. Además, para medir la relación a la que se tendrá que sustituir un factor por otro para mantener constante el nivel de producción se utiliza la relación técnica de sustitución (RTS).

    2. Existen dos factores productivos, el capital (Kt) y el trabajo (Lt), por lo que la función de producción es:

      SYt(K, L)

    3. La fracción ahorrada de la producción es una constante s, de forma que el volumen de ahorro es

      Kt = sF(Kt-1,Lt-1) + Kt-1

    4. El stock de capital de un período es el stock de capital del período anterior más el aumento de la inversión del período anterior.

      Kt – Kt-1 = s F(Kt, Lt)D K = s F(Kt, Lt) ó K = sYt(K, L)

    5. La variación del stock de capital (la inversión neta) es igual al ahorro

      Yt= At Kαt L1-αt El parámetro A puede adoptar valores arbitrarios y mide, aproximadamente, la escala de producción; es decir, el nivel de producción que se obtiene si se utiliza una unidad de cada factor. Además, los parámetros α y 1-α miden la respuesta de la cantidad de producciσn a las variaciones de los factores.

    6. La relación funcional de F se expresa por medio de una función de producción Cobb-Douglas.
    7. La producción presenta rendimientos constantes de escala.
    8. Los factores productivos capital (K) y empleo (L) están sujetos a la ley de rendimientos decrecientes.
    9. El pago al factor trabajo está determinado por la productividad marginal de éste (PML = Wm); o sea hay competencia perfecta.

    En su artículo de 1957, Solow indicó, a diferencia de las tradicionales concepciones, que no es la evolución del stock de capital el principal determinante del crecimiento de la producción; esto como consecuencia del supuesto de rendimientos decrecientes de los factores. Tomando los datos de la evolución de la renta de Estados Unidos para los años 1900 a 1949 Solow estimó que sólo el 15% del aumento real total del producto por hora hombre, se explica por la evolución del stock de capital; y que el 75% restante del crecimiento de la producción se explica a través de otras variables que no se encuentran explícitamente en el modelo. "Lo que Solow demostraba es que las tasas de crecimiento de los factores de producción capital y trabajo (D K/ K y D L/ L) no daban cuenta más que de una porción muy baja de la tasa de crecimiento de la renta de los EE.UU., y que había un residuo (D A/ A) que era el que explicaba los mayores porcentajes de dicha evolución". Según el "residuo de Solow" la principal causa que explicaba el crecimiento era el progreso técnico, dejando en segundo lugar al capital y, por lo tanto, al ahorro. Además, el progreso técnico era considerado, en última instancia, dependiente de factores que se determinaban exógenamente. Lo que Solow establece es que a medida que el stock de capital aumenta, la producción comienza a disminuir hasta llegar a un estado estacionario, lo que hace necesario una serie de avances técnicos para seguir creciendo, pero el modelo en sí no explica dichos avances, ya que se consideran exógenos.

    3. Bibliografía

    Dornbusch, R. et al, (1998): Macroeconomía, Ed. McGraw –Hill / interamericana de España. 7ª Edición. D’Este cukierman, Pablo (1995): Análisis Económico del cambio tecnológico. Una discusión metodológica. V jornada de economía crítica, Santiago de Compostela, España. Jones, Charles. I., (2000): Introducción al Crecimiento Económico. Pearson Educación, México

    Solow, R., (1969): La Teoría del Crecimiento, una exposición. Conferencias <<Radcliffe>>, pronunciada en la universidad de Warwick en 1969. Fondo de Cultura Económico. México. Todaro, Michael (1982): Economía para un mundo en desarrollo. Fondo de cultura económico. México Todaro Michael (1988): El desarrollo económico del Tercer Mundo; Alianza Universidad Textos, Madrid, España. Varian, H. R. (1994): Microeconomía Intermedia: Un Enfoque Moderno. 3ª Edición, Antoni Bosch Editor; Barcelona, España. http://www.eumed.net/cursecon/economistas/adam_smith.htm

    http://www.eumed.net/cursecon/economistas/david_ricardo.htm http://www.eumed.net/cursecon/economistas/neumann.htm

     

     

     

     

    Autor:

    Mónica Hernández.