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La Ciencia, la Tecnología y la Sociedad en el aula


  1. Introducción
  2. Una pequeña mirada
  3. La ciencia cubana
  4. La ciencia y otros conceptos
  5. La ciencia, la tecnología y la sociedad en el aula
  6. El papel del profesor en el aula
  7. Conclusiones
  8. Bibliografía

Introducción

"La supervivencia de la Revolución y del Socialismo, la preservación de la independencia del país, depende hoy, fundamentalmente, de la Ciencia y de la Técnica"

Fidel Castro. 1991.

El desarrollo científico y tecnológico es uno de los factores más influyentes de la sociedad contemporánea. Los efectos negativos directos de la demanda sobre el desarrollo tecnológico, la escasez extrema de recursos para nuevas inversiones productivas y las formas de ajuste neoliberal, encierran un peligro para el futuro tecnológico de las naciones del Tercer Mundo.

Es vital para el futuro de la sociedad, educar a las personas sobre las tareas sociales que envuelven la Ciencia y la Tecnología. La ignorancia científico – técnica de los ciudadanos constituye un serio problema, es peligroso que las personas ignoren lo que significa la contaminación atmosférica, el calentamiento global, la desaparición de las especies, los problemas asociados al uso de diferentes fuentes de energía, la solución de enfermedades del hombre, de las condiciones de vida de los más pobres y muchos otros problemas.

La sociedad contemporánea está sometida a numerosos impactos por la tecnociencia; impactos económicos, culturales y de todo orden. Modificar esos conceptos, enriquecer nuestra visión social de la tecnociencia parece ser una obligación de los sistemas educativos formales e informales.

Hoy en día, la tecnología es parte del sistema de vida de todas las sociedades. La ciencia y la tecnología se están sumando a la voluntad social y política de las sociedades de controlar sus propios destinos, sus medios y el poder de hacerlo. La ciencia y la tecnología están proporcionando a la sociedad una amplia variedad de opciones en cuanto a lo que podría ser el destino de la humanidad, por eso es indispensable insertar esos temas en las aulas y debatirlos con los estudiantes.

El objetivo del presente trabajo es establecer un grupo de acciones que pueden incentivar el quehacer productivo y creativo de los educandos desde la preparación del profesor, a fin de fomentar valores, desarrollar la crítica y elevar la cultura general integral de los egresados de cualquier nivel educacional.

Desarrollo

"El futuro de nuestro país tendrá que ser necesariamente un futuro de hombres de ciencia, de hombres de pensamiento".

Fidel Castro

Una pequeña mirada

En la batalla por el conocimiento se destaca la aspiración por dar un vuelco en la formación, para enfrentar los retos de construir en el país una real sociedad del conocimiento, con capacidad para insertarse en el desigual flujo científico técnico de la globalización neoliberal. Este propósito llevó a la necesidad de crear centros de excelencia y al surgimiento de la Universidad de las Ciencias Informáticas (UCI).

La Universidad Cubana cuenta con 80 centros dedicados a tiempo completo a la investigación, generación y transferencia de tecnología de punta. Vinculados a estas y otras instituciones de investigación está el 69% de las y los profesores universitarios. En general todos los docentes de la educación superior, tienen concebido el trabajo de investigación científica. En total más de 250 mil docentes del Ministerio de Educación (MINED) y el Ministerio de Educación Superior (MES), están incorporados desde sus aulas a la actividad científica. El 42% de ellos la efectúa en forma extracurricular.

La investigación también forma parte de los currículos docentes de pregrado y postgrado. El 10% de las matriculas de estudiantes universitarios, son consideradas de alto rendimiento y estos jóvenes participan en las más complejas investigaciones.

En la mayoría de los países latinoamericanos y caribeños, el potencial científico se concentra en las universidades. Un resultado de la Revolución Cubana es el haber creado además el sector de ciencia en el que laboran unos 78 mil trabajadores. En esta masa profesional 44 mil especialistas son graduados universitarios y otros 19 mil han cursado la enseñanza media. Hay en las universidades y en el sector de Ciencia y Tecnología 6 mil 965 cubanos y cubanas que son doctores en ciencias.

El personal de Ciencia y Tecnología, se amplia y multiplica con la labor de las asociaciones de obreros y técnicos tanto entre los jóvenes organizados en las Brigadas Técnicas Juveniles (BTJ), como en la Asociación Nacional de Innovadores y Racionalizadores (ANIR), y las asociaciones científico profesionales que cubren en más amplio espectro disciplinario. La ANIR, agrupa a los trabajadores mayores de 35 años que buscan constantemente soluciones técnicas a problemas de la economía cubana. La ANIR cuenta con unos 567 mil asociados, agrupados en más de 26 mil organizaciones de base en los centros de trabajo. Las BTJ, lideradas por la Unión de Jóvenes Comunistas, agrupan a más 177 000 brigadistas de todo el país.

La ciencia cubana

El trabajo que en Cuba se desarrolla en el campo de la Ciencia, la Tecnología y Sociedad transcurre en condiciones específicas que determinan sus orientaciones teóricas y prácticas. Durante las últimas cuatro décadas el desarrollo de la cultura, la educación y la ciencia ha constituido una prioridad fundamental del estado cubano. Esto se ha expresado no sólo en avances significativos en estos campos, sino también en una cierta mentalidad y estructura de valores entre los profesionales, en particular los vinculados al campo científico – técnico, donde el sentido de responsabilidad social se haya ampliamente extendido. Existe una percepción ético política del trabajo científico que incluye la clara concepción de que el mismo se realiza, sobre todo, para satisfacer las necesidades del desarrollo social y la satisfacción de las necesidades de los ciudadanos. "Esa percepción es compartida por los actores involucrados en los procesos científico tecnológicos y de innovación y tiene sus raíces en las transformaciones sociales que el país ha vivido y la ideología revolucionaria que lo ha conducido". (Núñez, p)

La ciencia y otros conceptos

El concepto de ciencia se suele definir por oposición al de técnica, según las diferentes funciones que ellas realizan. En principio la función de la ciencia se vincula a la adquisición de conocimientos, al proceso de conocer, cuyo ideal más tradicional es la verdad, en particular la teoría científica verdadera. La objetividad y el rigor son atributos de ese conocimiento.

Es un sistema de conocimientos que modifica nuestra visión del mundo real y enriquece nuestro imaginario y nuestra cultura; es un proceso de investigación que permite obtener nuevos conocimientos, los que a su vez ofrecen posibilidades nuevas de manipulación de los fenómenos; es posible atender a sus impactos prácticos y productivos, caracterizándola como fuerza productiva que propicia la transformación del mundo y es fuente de riqueza; la ciencia también se nos presenta como una profesión debidamente institucionalizada portadora de su propia cultura y con funciones sociales bien identificadas.

La actividad que denominamos ciencia se desenvuelve en el contexto de la sociedad, de la cultura, e interactúa con sus más diversos componentes. Al hablar de ciencia como actividad nos dirigimos al proceso de su desarrollo, su dinámica e integración dentro del sistema total de las actividades sociales. Desde esta perspectiva se promueven a un primer plano los nexos ciencia – política, ciencia – ideología, ciencia – producción, en general ciencia – sociedad. La sociedad es un continuo pluridimensional donde cada fenómeno, incluso la elaboración de conocimientos, cobra sentido exclusivamente si se relaciona con el todo. El conocimiento aparece como una función de la existencia humana, como una dimensión de la actividad social desenvuelta por hombres que contraen relaciones objetivamente condicionadas. Sólo dentro del entramado que constituyen esas relaciones es posible comprender y explicar el movimiento histórico de la ciencia.

A diferencia de esta apreciación, es necesario admitir que "la ciencia supone la búsqueda de la verdad o al menos un esfuerzo a favor del rigor y la objetividad; la ciencia es, ante todo, producción, difusión y aplicación de conocimientos y ello la distingue, la califica, en el sistema de la actividad humana. Pero la ciencia no se da al margen de las relaciones sociales, sino penetrada de determinaciones práctico – materiales e ideológico – valorativas, tipos de actividad a las cuales ella también influye considerablemente. La ciencia supone tanto relaciones sujeto – objeto como sujeto – sujeto". (Núñez, p)

La función de la técnica se vincula a la realización de procedimientos y productos, al hacer cuyo ideal es la utilidad. La técnica se refiere a procedimientos operativos útiles desde el punto de vista práctico para determinados fines. Constituye un saber cómo, sin exigir necesariamente un saber por qué. Ese por qué, es decir, la capacidad de ofrecer explicaciones, es propia de la ciencia.

Las consecuencias políticas y sociales de la energía nuclear, las telecomunicaciones, las políticas tributarias, son, entre muchos, ejemplos del notable impacto social de la tecnología en los estilos de vida, en las relaciones interpersonales, en los valores, en las relaciones de poder.

En la civilización tecnológica que vivimos la tecnología es una red que abarca los más diversos sectores de la actividad humana "un modo de vivir, de comunicarse, de pensar, un conjunto de condiciones por las cuales el hombre es dominado ampliamente, mucho más que tenerlos a su disposición" (Agazzi, 1996, p.141. Citado por Núñez Jover, 2007).

Los beneficios que trae consigo la tecnología moderna son muy numerosos y ampliamente conocidos. Una mayor productividad proporciona a la sociedad unos excedentes que permiten disponer de más tiempo libre, dispensar la educación y, de hecho, proseguir la propia labor científica. Todos nosotros necesitamos alimentos, vivienda, ropa, etc. Cuando quedan satisfechas esas necesidades básicas y la tecnología empieza a proporcionar beneficios cada vez más triviales, es cuando surgen esencialmente los problemas.

Podemos definir tecnología como el conjunto de reglas instrumentales que prescriben un rumbo racional de actuación para lograr una meta previamente determinada y que debe evaluarse en función de su utilidad y de su eficacia practica.

La tecnología es creada por el hombre con el fin de satisfacer una necesidad, esta necesidad es la causa de la evolución de la tecnología. La tecnología se encuentra en una constante evolución y los objetos que no se adaptan simplemente desaparecen, es decir, a medida que las necesidades son mayores o digamos más complicadas, se necesita crear un objeto que pueda llenar el vació, el cual llega a reemplazar el anterior.

Los progresos de la ciencia han sido muy rápidos en los países desarrollados; en cambio, en los países subdesarrollados su adquisición es tan lenta que cada día la diferencia entre dos tipos de países se hace más grande. Dicho retraso contribuye a mantener e incluso a agravar la situación de dependencia de los países subdesarrollados con respecto a los desarrollados.

Como la ciencia ha pasado a formar parte de las fuerzas productivas en mucho mayor medida que nunca, se considera ya que hoy se trata de un agente estratégico del cambio en los planes de desarrollo económico y social.

La ciencia ha llegado al punto de influir sobre la mentalidad de la humanidad. La sociedad de hoy no esta cautiva en las condiciones pasadas o en las presentes, sino que se orienta hacia el futuro. La ciencia no es simplemente uno de los varios elementos que componen las fuerzas productivas, sino que ha pasado a ser un factor clave para el desarrollo social, que cala cada vez más a fondo en los diversos sectores de la vida.

A espaldas de los beneficios que proporciona a la sociedad el desarrollo de las tecnologías, son conocidos los perjuicios que pueden ocasionar cuando su implementación es desmedida o va en contra de los propios creadores.

El rápido progreso de la ciencia y la tecnología es fascinante y supone un desafío constante para nuestra imaginación y nuestras expectativas, pero exige al mismo tiempo que ahondemos nuestra comprensión de sus repercusiones éticas. La ciencia y la tecnología pueden suscitar temores y generar riesgos. Los peligros que pueden derivarse de ellas para el medio ambiente y la salud del género humano y las especies animales no sólo plantean incertidumbres en el ámbito estrictamente científico y tecnológico, sino que además suscitan preocupaciones en el plano económico, social y ético.

La clonación, los alimentos genéticamente modificados y las tecnologías son el resultado de importantes adelantos científicos y técnicos. Esos adelantos pueden contribuir al bienestar de la humanidad, pero originan toda una serie de cuestiones en el plano ético.

Recientemente en el periódico Juventud Rebelde, René Tamayo León sustentaba la tesis de "el lado oscuro del conocimiento" y aportaba elementos que fundamentan la implementación indebida de la Ciencia y la Tecnología: "El último tic de los medios de información son las nuevas tecnologías que se están empleando en las contiendas bélicas de los países imperiales contra las naciones tercermundistas.

La maquinaria militar de los países dominantes dedica mucho dinero para incorporar los últimos adelantos científicos a su arsenal. Ahora los desembolsos parecen ser mayores. Con Estados Unidos a la cabeza están invirtiendo sumas exorbitantes en el giro de las ciencias para dotar a sus ejércitos de las más sofisticadas tecnologías.

La industria de la guerra constituye un gran negocio científico. Así, muchos centros de investigación no han dudado en ponerse a la orden de las castas imperiales, el mejor estilo de su gran complejo militar-industrial".

El ejemplo anterior ilustra cuánto pueden influir negativamente, las nuevas tecnologías cuando tienen un fin hegemónico, sin ética, muy inverso a los propósitos de encontrar soluciones para el bien común y elevar la calidad de vida de la sociedad.

De esta misma manera, el Msc. Ruperto González Amador en su ponencia en opción a la Categoría Docente de Profesor Asistente sustenta que "nuestros estudiantes universitarios y también de las otras enseñanzas desarrollan su vida en estas contradicciones cotidianas, por lo que el proceso docente educativo tiene que ser cada vez más particularizado y personalizado. Las ciencias pedagógicas no pueden estar ajenas a tal fenómeno, las ciencias políticas han de sufrir de desvelos, los medios de lucha también han de estar al nivel de tales complejidades".

Y por otro lado, el MsC. Orestes Lucio Martín Castañeda, en su ponencia en opción a la Categoría Docente de Profesor Asistente, refiriéndose al ámbito local, sostiene que "las personas, los seres humanos, la mejoría de su calidad de vida, constituyen el principal objetivo de las transformaciones; las personas no pueden ser vistas como pacientes, sino como agentes, como actores centrales del desarrollo local".

La Ciencia debe ser capaz de producir una Tecnología más avanzada que la anterior, que genere riquezas que contribuyan al bienestar social, por eso es imprescindible que desde las aulas eduquemos a los estudiantes bajo estos principios éticos: la Ciencia y la Tecnología al servicio de la Sociedad, una problemática que hasta la fecha no había sido objeto de una investigación especial. Por primera vez está presente, de manera general e implícita, en el texto La ciencia y la tecnología como procesos sociales (NÚÑEZ, 1999:7-14) en la respuesta a la pregunta ¿para qué CTS en Cuba?

La ciencia, la tecnología y la sociedad en el aula

El VI Congreso del Partido Comunista de Cuba, celebrado en el Palacio de las Convenciones, llama a los educadores a "continuar avanzando en la elevación de la calidad y rigor del proceso docente educativo" (art. 145) a "elevar el rigor y efectividad" (art. 151) y a "actualizar los programas de formación e investigación de las universidades en función de las necesidades del desarrollo económico y social del país y de las nuevas tecnologías" (art. 152).

Ante este llamado de la máxima organización política del país, en el ámbito educativo, la enseñanza de la Ciencia, Tecnología y Sociedad debe ser una innovación destinada a promover una extensa alfabetización científica y tecnológica, de manera que se capacite a todas las personas para poder tomar decisiones responsables en cuestiones controvertidas relacionadas con la calidad de las condiciones de vida en una sociedad cada vez más impregnada de ciencia y tecnología.

Muchos profesores, que son conscientes de estos, no saben cómo llevarlos a la práctica y continúan enseñando de la misma manera que siempre, sin desarrollar en el alumnado actitudes más positivas hacia la ciencia que les permita identificar y resolver problemas más reales, aplicando en su entorno cotidiano los conocimientos científicos que se abordan en el aula.

La perspectiva CTS permite ir más allá del mero conocimiento académico de la ciencia y la tecnología, preocupándose por los problemas sociales relacionados con lo científico y lo tecnológico, favoreciendo la construcción de actitudes, valores y normas de conducta en relación con estas cuestiones y atendiendo a la formación del alumnado para tomar decisiones con fundamento y actuar responsablemente, individual y colectivamente, en la sociedad.

El papel del profesor en el aula

Los profesores que deseen dar una orientación CTS en su enseñanza no sólo tienen que comunicar a sus alumnos los objetivos que se pretenden alcanzar, sino que han de esforzarse personalmente por lograrlos y predicar con el ejemplo. El profesor deberá promover también la comunicación en el aula, una mayor actividad y estimular el pensamiento crítico, la creatividad y la comunicación entre los alumnos, lo que supone más cooperación entre el profesorado y el alumnado para reforzar su autoestima.

Partiendo de lo expuesto anteriormente, el profesor debe implementar un conjunto de acciones básicas para caracterizar su papel en este tipo de enseñanza:

1. Dedicar tiempo suficiente a planificar el proceso de enseñanza-aprendizaje para insertar coherentemente los contenidos de Ciencia, Tecnología y Sociedad.

2. Proporcionar un clima afectivamente acogedor e intelectualmente estimulante, destinado a promover.

3. Tener altas expectativas sobre sí mismo y sus alumnos, siendo capaz de animar, apoyar y potenciar las iniciativas de éstos.

4. Indagar activamente, mostrándose deseoso de aprender nuevas ideas, habilidades y acciones, incluyendo tanto las que provienen de la psicopedagogía como de la actualidad científica y tecnológica y del ámbito social.

5. Provocar que surjan preguntas y temas de interés en el aula. Siempre pedir fundamentos o pruebas que sostengan las ideas que se proponen.

6. Potenciar la aplicación de los conocimientos al mundo real. Dar tiempo para discutir y evaluar estas aplicaciones.

7. Hacer que los alumnos vean la utilidad de la ciencia y la tecnología y les den confianza en su propia capacidad para utilizarlas con éxito.

8. No contemplar las paredes del aula como una frontera, ya que el aprendizaje debe transcenderla.

9. Llevar a clase personas relacionadas con la Ciencia y recursos diversos como resultados de la Tecnología, que se utilizan en la sociedad.

10. Educar para la vida y para vivir admirando el desarrollo social.

Para romper con la monotonía del aula, contribuyendo así a motivar más a los estudiantes en su aprendizaje, en la clase pueden utilizarse una gran diversidad de estrategias y técnicas de enseñanza, aunque ninguna es exclusiva porque la variedad metodológica de la misma es mucho mayor.

Estas técnicas y estrategias van más allá de lo que se suele hacer habitualmente en la enseñanza. Deben utilizarse actividades que suponen una gran implicación personal para el alumnado y que sirven para desarrollar programas de enseñanza y elaborar proyectos curriculares en los que se presta más atención a centros de interés de los estudiantes que a otros puntos de vista más academicistas. A partir de problemas de interés social de la ciencia y la tecnología, que incluyen tanto sus posibles efectos beneficiosos como los riesgos potenciales, la enseñanza de Ciencia Tecnología y Sociedad supone utilizar, entre otras, las estrategias de enseñanza-aprendizaje que se muestran a continuación:

1. Resolución de problemas abiertos incluyendo la toma razonada y democrática de decisiones.

2. Elaboración de proyectos en pequeños grupos cooperativos.

3. Realización de trabajos prácticos de campo.

4. Juegos de simulación y de "roles".

5. Participación en foros y debates.

6. Presencia de especialistas en el aula, que pueden ser padres y madres de la comunidad educativa.

7. Visitas a fábricas y empresas, exposiciones y museos científico-técnicos, complejos de interés científico y tecnológico, etc.

8. Breves períodos de formación en empresas y centros de trabajo.

9. Implicación y actuación activa en la comunidad.

Además de las estrategias señaladas, el profesor puede aprovechar las potencialidades que brindan los programas de estudio para los diferentes niveles de enseñanza, entre los que aparecen temas como la lluvia ácida, las energías renovables, el problema de la desertificación, la contaminación ambiental, el calentamiento de los mares…, y que permiten pasar de los problemas locales del entorno próximo a los globales y comunes para todos los países.

Aunque estimulantes, estas técnicas resultan muy exigentes para el profesor, que tendrá que cambiar o modificar su papel de actuación en el aula dedicándose más a la organización de la misma, distribuir el tiempo disponible y los recursos y, sobre todo, ocuparse del clima del aula, de acuerdo con lo que se ha indicado.

Esta actitud del profesor está muy a tono también con los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución en su artículo 129, capítulo V, referido a la Política de Ciencia, Tecnología, Innovación y Medio Ambiente, aprobados en el VI Congreso del Partido Comunista de Cuba el pasado 18 de abril: "Diseñar una política integral de ciencia, tecnología, innovación y medio ambiente que tome en consideración la aceleración de sus procesos de cambio y creciente interrelación a fin de responder a las necesidades del desarrollo de la economía y la sociedad a corto, mediano y largo plazo…"

La concepción de Fidel del papel de la ciencia, del pensamiento, se expresa hoy no sólo en las trascendentes realizaciones de nuestros científicos en diversos campos, que nos llenan de orgullo y nos muestran el camino a seguir. Se pone de manifiesto también, de manera multiplicada, en el uso humanitario, altruista, del conocimiento científico y las herramientas tecnológicas, del cual se sirven las legiones internacionalistas cubanas en campos tales como los de la salud y la educación. En la experiencia de nuestro pequeño y asediado país se puede encontrar un anticipo elocuente de lo que podrán hacer la ciencia y la tecnología una vez articuladas, orgánicamente, con el pensamiento y la práctica de la revolución social.

Conclusiones

De continuar los avances tecnológicos con el ritmo que llevan, podrían llevar a la destrucción de lo que conocemos como el planeta tierra. La tecnología tiene poder suficiente para crear un gran caos, pero todo depende de la forma en que se utilice.

La tecnología ha tenido un gran auge y desarrollo, y continuará teniéndolo, pero al menos que caiga en malas manos, no debemos temer, porque mientras esto no suceda, lo que es muy difícil, estaremos a salvo.

La tecnología nos proporciona felicidad, nos resuelve muchos problemas, pero muchas veces además de estos trae consigo nuevos problemas de difícil solución. Uno de los más grandes y antiguos problemas que ha traído consigo la tecnología es la contaminación, que hoy en día es un problema muy difícil de controlar.

El profesor puede contribuir desde el aula a fomentar en los alumnos una actitud positiva ante el auge de las nuevas tecnologías, explicando, demostrando, debatiendo sus beneficios; lo que requerirá de un esfuerzo en su preparación y una visión científica y acabada de su repercusión en la sociedad.

El empleo de los avances científicos para el perfeccionamiento de nuestro sistema y el fortalecimiento de la ideología revolucionaria en todas las esferas es impostergable y en nuestras aulas, el combate ciencia-ideología para la sustentabilidad de nuestro sistema socio – político, es tarea de primer orden.

Bibliografía

  • 1- Castro Ruz, Fidel. Presidente de la República Cuba, Discurso en la clausura del IV Encuentro Internacional de Economistas. Palacio de las Convenciones, 15 de febrero de 2002.

  • 2- Cuadernos Actuales. (2005) Para información a los Cuadros del PCC. Reflexiones teóricas sobre la Corrupción. #7. CC/PCC. .La Habana.

  • 3- González Amador, Ruperto. Problemas sociales de la Ciencia y la Tecnología. Repercusión adversa del progreso tecnocientíco: una breve pincelada. SUM: Colón. 28 de octubre de2010.

  • 4- Hagázzi. E. (1996). El Bien, el Mal y la Ciencia. Editorial Tecnos. S.A. Madrid.

  • 5- Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución. VI Congreso del Partido Comunista de Cuba. Palacio de las Convenciones. Cuba. 18 de abril del 2011.

  • 6- Martín Castañeda, Orestes Lucio. Ponencia sobre Problemas Sociales de la Ciencia y la Tecnología. Ciencia, tecnología, sociedad y desarrollo local. Colón, noviembre de 2010.

  • 7- Núñez Jover. Dr. Jorge (2007) La Ciencia y la Tecnología como Procesos Sociales. Editorial Félix Varela. La Habana.

  • 8- Nuñez Jover, Jorge. De la Ciencia a la tecnología: Pongamos los conceptos en orden. Ed. Felix Varela, La Habana 1999.

  • 9- Nuñez Jover, Jorge. Conferencia: "Universidad, conocimiento, innovación y desarrollo local". IV Taller de Extensión Universitaria, Universidad de Matanzas "Camilo Cienfuegos". 2008.

  • 10- Polanco Alberto. Ciencia, Tecnología y Sociedad. www.monografias.com

  • 11- Ramonet. Ignacio. (2006) Propagandas Silenciosas. Fondo Cultural del Alba.

  • 12- Revista Iberoamericana de Ciencia, Tecnología, Sociedad e Innovación. (2001) En; http://www.campus-oei.org/revistactsi/numero1/albornoz.htm

  • 13- Tamayo León, René. Detrás de la ciencia. El lado oscuro del conocimiento. Juventud Rebelde. p 4. 13 de mayo del 2011.

 

 

Autor:

Lic Rodolfo Alfonso Gómez

MsC Ciencias de la Educación Superior

SUM: Colón. Matanzas. Cuba.