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Psicología general y salud mental (página 7)


Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9

Leyes gestálticas de la organización:

  1.    

  2. Cierre.- Tendencia a agrupar con base en figuras cerradas o completas en lugar de hacerlo con figuras abiertas o incompletas, por lo tanto se ignoran las discontinuidades y se concentran en la forma general

    Prevalece la ley de proximidad, formando tres grupos de cabezas en líneas horizontales, que se imponen por encima de las líneas verticales, los colores iguales, o cualquier otra ley de percepción.

  3. Proximidad.- Tendencia a agrupar juntos aquellos elementos que están próximos entre sí. Esta ordenación se produce de modo automático y, sólo por una resistencia del perceptor, o por otra ley contradictoria, puede anularse esta lectura.

  4. Similitud.- Tendencia a agrupar juntos aquellos elementos que tienen una apariencia similar. Si se potencian las formas iguales, con un color común, se establecen condicionantes potenciadores, para el fenómeno agrupador de la percepción.

 

  1.  

  2. Simplicidad (o buena figura) o Ley de Prägnanz .- Tendencia a percibir un patrón del modo más básico, directo y organizado que sea posible; principio gestáltico más prominente.

Esta ley permite la fácil lectura de figuras que se interfieren formando aparentes confusiones, pero prevaleciendo sus propiedades de buena forma o destino común, se ven como desglosadas del conjunto, que responde a  exigencias innatas y muy profundas, arraigadas en todos los individuos y que produce una percepción selectiva de las formas.

5. Ley de la experiencia

Esta ley se basa en nuestras propias experiencias, por la decidida influencia que tiene esta ley en los fenómenos perceptivos, hacen que si se presentan figuras poco familiares para que luego sean reproducidas, éstas terminarán pareciéndose a las figuras familiares, más que a los originales mostrados como modelos.

6. Ley de simetría

Tiene tal trascendencia, que desborda el campo de la percepción de las formas para constituir uno de los fenómenos fundamentales de la naturaleza

Esta ley es muy arraigada en el ser humano, cuya propia estructura fisiológica, también es simétrica, por tal motivo percibimos los objetos de una forma simétrica de una forma innata.

La figura A es asimétrica y provoca una percepción tridimensional, las figuras B, C son simétricas y se perciben como planas.

Un objeto puede aparecer diferente en escenarios o fondos diferentes. El escenario, fondo o ambiente puede modificar la percepción y hasta cambiarla. Por ejemplo: entre los compañeros de colegio un muchacho o una chica pueden aparecer atractivos e interesantes en una fiesta donde lucen sus mejores vestidos y al otro día en clases haber perdido todo el encanto.

Al afirmar que todo estímulo es percibido conjuntamente con su ambiente, los psicólogos utilizan dos palabras para describir este fenómeno:"figura" y "fondo".

La figura se refiere al objeto que se percibe, mientras que el fondo se refiere al contexto o los espacios alrededor del objeto.

El percibir figuras en medio de un fondo es una experiencia común de la vida diaria, es la manera normal de percibir el mundo que nos rodea. Sin embargo la relación entre figura y fondo no es permanente, en cualquier momento el fondo puede destacarse y convertirse en figura. Un ejemplo sería al caminar una tarde por el campo, un árbol de manzanas llama nuestra atención. En ese momento el árbol se convierte en figura y todo el campo en fondo. De pronto percibimos alguna manzana madura, en ese momento la manzana constituye la figura y todo lo demás inclusive el árbol se transforma en fondo. Como el enfoque de la atención no es permanente sobre un solo objeto tampoco la relación de figura y fondo es permanente.

1.- Cuando dos campos tienen la misma línea límite común, es la figura la que adquiere forma, y no el fondo.

2.- El fondo parece que continúa detrás de la figura. 3.- La figura se presenta como un objeto definido, sólido y estructurado.  4.- La figura parece que tiene un color local sólido y el fondo parece más etéreo y vago.

5.- Se percibe la figura como más cercana al espectador. 6.- La figura impresiona más y se recuerda mejor que el fondo, que queda indefinido.

7.- El límite o línea que separa figura y fondo, pertenece siempre a la primera.

FACTORES SUBJETIVOS DE LA PERCEPCIÓN

(La acción de nuestra mente en la percepción del mundo exterior)

Vemos las cosas no como ellas son sino como somos nosotros y como las esperamos ver, nuestras percepciones son construcciones y no reflejos de lo que esta fuera. Por esta razón, los mismos estímulos ocasionan diferentes reacciones en diferentes personas dependiendo de su educación, su medio ambiente sus experiencias.

La subjetividad en las percepciones se debe a que lo que percibimos está coloreado por nuestras experiencias, nuestros intereses y nuestra imaginación.

Nuestra mente tiene la capacidad de añadir elementos a los que percibe del mundo exterior a fin de tener una idea global, además, completa lo que falta en una figura a fin de percibirlo como un todo con sentido.

Nuestra mente cuando percibe el mundo exterior rectifica los estímulos, además, cuando percibe el mundo exterior tiene la capacidad de corregir la información incorrecta.

Percibir es la acción que ejerce la mente cuando capta las sensaciones, las interpreta, las completa y las rectifica de acuerdo a sus experiencias, sus intereses y su imaginación.

La influencia social es un factor subjetivo en la percepción, la manera de percibir el mundo depende mucho del hogar en que hemos crecido, de la forma en que hemos sido educados, de las experiencias previas, del grado de conocimientos.

Entre los factores sociales se destacan: la sugestión y la influencia del grupo.

La sugestión

Es la acción de dominar la voluntad de otra persona por medio de palabras llevándola a pensar y a actuar en determinado sentido. Por ejemplo los comerciantes utilizan la propaganda que es una forma de sugestión a fin de que la gente consuma los productos anunciados y resalta ciertas cualidades de los productos para que la gente los perciba así.

El poder de sugestión en una persona es sumamente grande en la hipnosis, aquí las percepciones pueden ser alteradas de acuerdo a la voluntad del hipnotizador.

La influencia del grupo

Consiste en la fuerza que tiene la comunidad o el conjunto de personas cercanas sobre el individuo. En ciertas circunstancias la masa puede absorber la individualidad. El individuo es capaz de sobreponerse a la influencia de la masa. Hay personas que no son tan sensibles a la presión del grupo y pueden resistirla.

No todas las personas son susceptibles por igual a la presión del grupo; pero los ejecutores de los "lavados cerebrales" saben muy bien cual es el tipo de persona que colocada en determinadas circunstancias experimenta un cambio total de sus convicciones.

Análisis de atributos:

Centrarse en las partes del todo

Estudia el proceso mediante el cual percibimos una forma, patrón, objeto o escena por medio de la respuesta a los elementos individuales que la conforman. Después se utilizan estos componentes individuales para comprender la naturaleza general de lo que estamos percibiendo.

El análisis de atributos comienza con la evidencia de que las neuronas individuales del cerebro son sensibles a determinadas configuraciones espaciales, tales como ángulos, curvas, formas y bordes. La presencia de estas neuronas sugiere que cualquier estímulo se puede desarmar en una serie de atributos componentes.

De acuerdo con el enfoque de la percepción asumido por el análisis de atributos, cuando nos encontramos con un estímulo el sistema de procesamiento perceptual de nuestro cerebro responde inicialmente a sus partes componentes. Cada una de estas partes es comparada con una información acerca de los componentes que se encuentra almacenada en la memoria.

Percepción de profundidad

Es la capacidad de ver el mundo en tres dimensiones y de percibir la distancia, todo aquello se debe al hecho de que poseemos dos ojos. A consecuencia de que existe cierta distancia entre los ojos, una imagen algo distinta llega a cada retina; luego, el cerebro integra estas dos imágenes en una visión compuesta. Mas no ignora la diferencia de las imágenes a la que se conoce como disparidad binocular; la disparidad le permite al cerebro calcular la distancia a la que se encuentra un objeto.

Están implicados muchos de los procesos hipotéticos de percepción: extracción de características, presupuestos a cerca del ambiente y estructuración de modelos. La profundidad se percibe más directamente mediante las diferencias sutiles que existen entre las distintas imágenes que se presentan a cada uno de los ojos, habiendo identificado un objeto en las dos imágenes, mientras mayor sea la discrepancia entre las dos vistas de ese objeto mayor será su proximidad.

Este mecanismo depende de identificar un objeto como idéntico desde dos puntos de vista diferentes. La impresión de profundidad depende de que se utilizan las características especiales y las expectaciones que se tienen a cerca del ambiente, el más importante es un gradiente de textura, la sobreposición (se espera que los objetos más cercanos se sobrepongan a los más lejanos).

Constancia perceptual

Relacionado directamente con la percepción de profundidad está el fenómeno de constancia de tamaño.

Fenómeno por medio del cual los objetos físicos se perciben sin variaciones a pesar de que haya cambios en su apariencia o en el entorno físico.

Sabemos que los objetos no cambian realmente de tamaño cuando se apartan de nosotros y utilizamos este conocimiento de la distancia basados en indicadores de profundidad para compensar por el cambio y para mantener constante el tamaño que vemos del objeto.

Para las personas es muy fácil estimar los tamaños y distancias verdaderas de los objetos, pero bastante incapaz para calcular su tamaño aparente. Hay otros aspectos de los objetos que esperamos que permanezcan constantes: color, contornos y brillantes.

 

Percepción del movimiento

El movimiento de un objeto que la retina percibe usualmente se relaciona con un fondo estable e inmóvil. Además si el estímulo se acerca a nosotros la imagen de la retina puede agrandar su tamaño, incluyendo cada vez una mayor proporción del campo visual. En estos casos, suponemos que el estímulo se acerca, no que se trata de un estímulo que aumenta de tamaño al cual se le ve a una distancia constante.

No obstante, no es sólo el movimiento de imágenes en la retina lo que genera la percepción del movimiento. Sí así fuera, percibiríamos al mundo en movimiento cada vez que moviéramos la cabeza. En lugar de ello, uno de los aspectos más importantes que aprendemos de la percepción es el de descomponer en factores la información relativa a los movimientos de la cabeza y los ojos, junto con la información acerca de cambios en la imagen de la retina.

En algunos casos el movimiento es tan rápido que somos incapaces de seguirlo. En esas situaciones podemos anticipar donde habrá de quedar el objeto con base en nuestra experiencia previa.

Atención selectiva

Proceso perceptual de selección del estímulo al que se presta atención.

Prestamos especial atención a los estímulos que parecen excepcionalmente brillantes, grandes, sonoros, nuevos o poseedores de fuertes contrastes. Asimismo, le prestamos más atención a los estímulos que son especialmente significativos para nuestras propias motivaciones. Por ejemplo, si sentimos hambre seremos más sensibles a la comida y a los estímulos que se relacionan con la alimentación.

LA PERCEPCIÓN DE LOS OBJETOS

Los neurofisiólogos han descubierto células individuales en el sistema nervioso de gatos y de monos que reconocen a características tales como líneas de cierta disposición en cualquier parte del campo visual, líneas que se mueven en ciertas direcciones.

Las características que se escogen dependerán de las propiedades del ambiente. Existen ciertas pruebas de que esta elección ocurre durante la infancia temprana así como durante millones de años de evolución.

Por lo tanto si los gatos han experimentado líneas horizontales durante los primeros cinco años de vida no responderán a líneas verticales.

Percepción de figura

Los psicólogos Gestalt propusieron pautas que determinan el modo como una escena se agrupa en figuras; las reglas son: destino común, si un conjunto de puntos tiene un movimiento diferente al del resto de la escena, estos puntos son vistos como un objeto diferente. Otras pautas son: las de acercamiento, buena continuación y de proximidad.

El sistema de percepción busca la estabilidad y desarrolla modos para transformar la escena y lograr la constancia. Este método se hace ejemplo cuando observamos al agua que se la concibe como una sustancia invariable aun cuando el calor la puede transformar de hielo en vapor.

La mayoría de mecanismos preceptúales se desarrollan durante la infancia. Las anormalidades en estos mecanismos ocurren a causa de grandes daños cerebrales o de severas intoxicaciones debido a las drogas, afectando la percepción del espacio, tamaño, profundidad y las de color.

Percepción de objetos complejos

El investigador ya ha transformado su escena y la ha convertido en un espacio que contiene objetos. Todavía existe una enorme cantidad de información en esta escena transformada y trata de descubrir modelos y estructuras específicas de esta escena particular que sean relevantes para sus necesidades en ese momento determinado.

Movimientos de ojos

Para resumir una información solo hay que fijarse en los aspectos importantes de la escena y esto se logra al estudiar los movimientos oculares de la persona.

Yarbus inventó una técnica donde se selecciona los detalles importantes e interesantes, presentaba a sus sujetos una imagen "el visitante inesperado" y les planteaba diferentes preguntas acerca de él, los sujetos miraban solo las características que le servían para responder las preguntas. Los esquizofrénicos miran al azar sobre la imagen.

O’Connor y Hermelin descubrieron que los niños autistas miraban hacia dentro de una caja que contenía tres muestrarios sobre un fondo negro mate, solo miraban el fondo ellos no logran poner atención en los aspectos importantes de una escena.

Estímulos multidimensionales

El rostro nos ofrece abundante información. Contiene: ojos, boca, pelo. Los cuales varían según dimensiones muy diversas. Hipotéticamente llegamos al cálculo de la edad de una persona partiendo de varios indicadores como las personas con pelo canoso tiene arrugas y casi todas las señales de la edad avanzada.

Grodin y Brown construyeron rostros esquemáticos con tres características variables: longitud de mentón, distancia entre ojos y longitud de frente. Las personas normales pueden utilizar estas características para calcular el grado de "amistosidad" de toda la cara.

Los esquizofrénicos con desordenes de razonamiento tienen dificultad para asignar conceptos de amistosidad y amabilidad.

Percepción social y prejuicio

El tratar a todos los seres humanos como si cada uno fuera una entidad única y exclusiva ubicaría una carga imposible sobre el procesamiento de la información y sobre la memoria. Suponiendo que ciertos indicadores verbales y no verbales son importantes para la comunicación y se ignoran los demás.

Los indicadores particulares varían conforme a las expectativas que tengamos a cerca de la etnia, género, clase, nuestras expectativas son falsas y la comunicación resultaría difícil.

Los prejuicios implican expectativas negativas a cerca del comportamiento de los individuos o de los grupos que están siendo juzgados. Allport y Kramer descubrieron que personas con un prejuicio intenso podían distinguir a los indios de los no indios de una manera más exacta que las personas sin prejuicios sociales.

El modelo que cada una de las personas se forja del mundo compuesto de sus perspectivas y de los patrones que ve sea semejante a los modelos que se forjan las personas con las que se pone en contacto. Por lo tanto nuestra percepción del mundo necesariamente la determina nuestra cultura y nuestra sociedad.

LOS ENGAÑOS DE LA PERCEPCIÓN

Los engaños de la percepción son dos: las ilusiones y las alucinaciones.

La ilusión consiste en la falsa de interpretación de los estímulos y obedecen a diversas causas:

Parecido de un estímulo con otro ya conocido.

El mal estado de los órganos de los sentidos.

Las condiciones ambientales que rodean un objeto.

La expectativa.

Las ilusiones sensoriales pueden darse con todos los órganos de los sentidos.

Dos áreas en las que el conocimiento de las ilusiones tiene su aplicación práctica son: el maquillaje y el cine.

Las alucinaciones son casos de percepción imaginaria, son imagen sin objeto, consisten en captar un estímulo cuando en realidad ese estímulo no existe. Una persona que sufre de alucinaciones está segura de oír, ver o palpar algo cuando objetivamente no existe tal realidad.

El estudio de las percepciones nos enseña que la realidad física no siempre se relaciona a la realidad perceptiva y nos damos cuenta de que nuestros sentidos son bastante circunscritos.

A medida que se profundiza en una ciencia y mientras menos exacta sea esta, uno se da cuenta de la pluralidad de opiniones respecto al mismo asunto. Esto en lugar de ser un impedimento al desarrollo del conocimiento humano es más bien un elemento impulsor de la ciencia.

Nosotros mismos no siempre percibimos y apreciamos las cosas y las personas de igual forma. La percepción del mundo depende mucho de nuestro estado de ánimo, de nuestra salud, de nuestra disposición emocional.

Al estudiar las percepciones, aprendemos cuán fácil es ser influido por otra persona o por el grupo al cual pertenecemos.

8. EMOCIONES

Emociones

Las emociones son procesos neuroquímicos y cognitivos relacionados con la arquitectura de la mente, toma de decisiones, memoria, atención, percepción, imaginación, que han sido perfeccionadas por el proceso de selección natural como respuesta a las necesidades de supervivencia y reproducción (Sloman 1981).

La raíz latina de la palabra Emoción "Motere o Moverse", remite al movimiento, lo que nos lleva a relacionar las emociones de manera directa con las actividades que realizamos, con las acciones y resultados que obtenemos.

Los estados anímicos que manifiestan una gran actividad orgánica, que se refleja a veces como un remolino de comportamientos externos e internos, y otras con estados anímicos permanentes. Estas se conciben como un comportamiento que puede ser originado por causas externas e internas; que puede persistir, incluso, una vez que ha desaparecido el estímulo y que acompaña necesariamente, en mayor o menor grado, toda conducta motivada.

Etimología

Etimológicamente, el término emoción significa el impulso que induce la acción.

En psicología se define como aquel sentimiento o percepción de los elementos y relaciones de la realidad o la imaginación, que se expresa físicamente mediante alguna función fisiológica como expresiones faciales o pulso cardíaco, e incluye reacciones de conducta como la agresividad, el llanto.

Las emociones no son formas psicológicas simples, sino una combinación compleja de aspectos fisiológicos, sociales, y psicológicos dentro de una misma situación, como respuesta orgánica a la consecución de un objetivo, de una necesidad o de una motivación.

Las emociones como los motivos pueden generar una cadena compleja de conducta que va más allá de la simple aproximación o evitación

Según Aron Bande, la penuria de enfrentar un mundo cambiante y parcialmente impredecible hace forzoso que cualquier sistema inteligente con motivos múltiples y capacidades limitadas requiera el desarrollo de emociones para sobrevivir.

De acuerdo a Linda Davidoff, las emociones se disponen de los mismos componentes subjetivos, fisiológicos y conductuales que expresan la percepción del individuo respecto a su estado mental, su cuerpo y la forma en que interactúa con el entorno.

Las emociones son mecanismos que permiten a la mente describir un universo que no necesariamente puede ser representado simbólicamente. La percepción emocional del entorno es una visión diferente del mundo que nos rodea.

Filosofía de las emociones.

La descripción de las emociones está sujeta a la apreciación desde dos puntos de vista naturalmente opuestos. Por un lado, una explicación idealista que se basa en la concepción de un universo infinitamente complejo cuyo entendimiento absoluto solo está en manos de un ser supremo e ideal. En el otro extremo una concepción materialista que describe los fenómenos universales, incluidos aquellos que explican la condición humana, como una consecuencia lógica de la configuración inicial, elemental y simplificada de un universo, que en sus inicios sólo estaba repleto de "voluntad de crear", o sea, energía.

Los idealistas consideran a las emociones como un legado divino cuyo origen no es entendible por mente humana no inspirada. Las emociones son humores invisibles que dictan las reglas de conducta social e individual y que previenen de los efectos nocivos o benéficos de nuestros actos y pensamientos y explican la bondad de las causas. Tratar de explicar las emociones desde este punto de vista implica, para el idealismo, tratar de razonar la relación que existe entre el entendimiento humano y los designios de Dios. La inspiración divina se comunica con los seres humanos mediante las emociones, las emociones son en estos términos caracteres de un lenguaje cuyos mensajes solo puede ser entendido por aquellos que han logrado un nivel de comprensión y abstracción espiritual superior de las obras de Dios y de los hombres, filósofos, sacerdotes, adivinos y emperadores. Las emociones vistas de esta manera explican sin necesidad de polémica la divinidad y maldad de todas las cosas. Los dioses, los elegidos y los santos son entonces entidades cuya explicación es el conjunto emocional que provocan en el creyente o en el inspirado.

Del lado opuesto, el materialismo, consideran que los hechos del universo son consecuencia de las alteraciones del azar, generadas por la constante distribución de la energía hacia los confines del universo, de una gran explosión que afecta, desde sus inicios, una gran sopa submolecular primigénica. Las emociones para el materialista, son estructuras cada vez más improbables de acontecimientos y objetos, que han sido ordenados y almacenados en el complejo rompecabezas de la cognición a lo largo de millones de años de evolución, y que han sobrevivido gracias a continuas escrituras y reescrituras en la biblioteca proteica del genoma animal.

Independientemente de cual de estas explicaciones consideremos más aceptable, las emociones constituyen un concepto tan importante que no permiten dejar camino sin recorrer. Los estudios tanto humanistas como materialistas de los complejos sistemas emocionales de los seres vivos han permitido explicar muchos aspectos de la complejidad de la interacción humana y los sistemas socioeconómicos. El entendimiento de las emociones es además un mecanismo de poder e influencia bastante maleable y corrompible. De todo esto, adicional a la comprensión de los caracteres emotivos incuestionables de cada individuo, es necesario entender el significado social y práctico de las emociones.

Cuántas emociones diferentes existen?

Robert Plutchik, quien identificó y clasificó las emociones en el 1980, propuso que los animales y los seres humanos experimentan 8 categorías básicas de emociones que motivan varias clases de conducta adoptiva.

  • Temor
  • Sorpresa
  • Tristeza
  • Disgusto
  • Ira
  • Esperanza
  • Alegría
  • Aceptación

Cada una de estas nos ayudan a adaptarnos a las demandas de nuestro ambiente aunque de diferentes maneras.

Según Plutchik, las diferentes emociones se pueden combinar para producir un rango de experiencias aún más amplio. La esperanza y la alegría, combinadas se convierten en optimismo; la alegría y la aceptación nos hacen sentir cariño; el desengaño es una mezcla de sorpresa y tristeza.

Estas emociones varían en intensidad, la ira, por ejemplo, es menos intensa que la furia, y el enfado es aún menos intenso que la ira.

La intensidad emocional varía en un individuo a otro. En un extremo se encuentran las personas experimentan una intensa alegría y en el otro extremo están los que parecen carecer de sentimientos, incluso en las circunstancias más difíciles.

Entre más intensa sea la emoción, más motivara la conducta. Las emociones varían según la intensidad dentro de cada categoría y este hecho amplía mucho el rango de emociones que experimentamos

  • La intensidad emocional varía en un individuo a otro. En un extremo se encuentran las personas que experimentan una intensa alegría y en el otro extremo están los que padecen MIEDO: Anticipación de una amenaza o peligro que produce ansiedad, incertidumbre, inseguridad.
  • SORPRESA: Sobresalto, asombro, desconcierto. Es muy transitoria. Puede dar una aproximación cognitiva para saber qué pasa.
  • AVERSIÓN: Disgusto, asco, solemos alejarnos del objeto que nos produce aversión.
  • IRA: Rabia, enojo, resentimiento, furia, irritabilidad.
  • ALEGRÍA: Diversión, euforia, gratificación, contentos, da una sensación de bienestar, de seguridad.
  • TRISTEZA: Pena, soledad, pesimismo.

   Si tenemos en cuenta esta finalidad adaptiva de las emociones, podríamos decir que tienen diferentes funciones:

  • MIEDO: tendemos hacia la protección.
  • SORPRESA: ayuda a orientarnos frente a la nueva situación.
  • AVERSIÓN: nos produce rechazo hacia aquello que tenemos delante.
  • IRA: nos induce hacia la destrucción.
  • ALEGRÍA: nos induce hacia la reproducción (deseamos reproducir aquel suceso que nos hace sentir bien).
  • TRISTEZA: nos motiva hacia una nueva reintegración personal.

Apreciación atreves de una tira cómica

1.- Ira

2.-Aversión

3.-Sorpresa

4.-Tristeza

   Los humanos tenemos 42 músculos diferentes en la cara. Dependiendo de cómo los movemos expresamos determinadas emociones u otras. Hay sonrisas diferentes, que expresan diferentes grados de alegrías. Esto nos ayuda a expresar lo que sentimos, que en numerosas ocasiones nos es difícil explicar con palabras. Es otra manera de comunicarnos socialmente y de sentirnos integrados en un grupo social.

   Las diferentes expresiones faciales son internacionales, ejemplo. Podemos observar como en los niños ciegos o sordos cuando experimentan las emociones lo demuestran de forma muy parecida a las demás personas, tienen la misma expresión facial. Posiblemente existan unas bases genéticas, hereditarias, ya que un niño que no ve no puede imitar las expresiones faciales de los demás. Aunque las expresiones también varían un poco en función de la cultura, el sexo, el país de origen etc. Las mujeres tienen más sensibilidad para captar mejor las expresiones faciales o las señales emotivas y esta sensibilidad aumenta con la edad.

   Las expresiones faciales también afectan a la persona que nos está mirando alterando su conducta. Si observamos a alguien que llora nosotros nos ponemos tristes o serios e incluso podemos llegar a llorar como esa persona. Por otro lado, se suelen identificar bastante bien la ira, la alegría y la tristeza de las personas que observamos. Pero se identifican peor el miedo, la sorpresa y la aversión.

La emoción es la forma de estar implicados en las situaciones, incluyendo tal experiencia una forma de estar el cuerpo: en tensión cuando se trata de agredir o huir, en apático relax cuando estamos tristes, en excitación cuando estamos alegres o amamos…

No es que la emoción sea exclusivamente corporal, ni tampoco sólo mental, más bien el aspecto cognitivo y las sensaciones físicas van completamente unidas como una forma integral de vivencia.

El lenguaje ordinario puede separar algún aspecto de la emoción porque le interesa remarcarlo (mira como estoy temblando, lo que me dices me parece ofensivo son mensajes que apuntan al cuerpo y a la evaluación, respectivamente), aunque la vivencia interna integre el pensamiento y la imagen de cuerpo propio.

Constantemente estamos manipulando nuestro cuerpo y realizando evaluaciones, por lo que hablar de actos presupone una forma de estar involucrado en lo que hacemos, esto es, nos referimos al hecho de que no, nos resulta indiferente el curso de la acción, sino que preferimos que se realice con éxito lo deseado. El deseo, en ese sentido, es una especie de anticipo de lo que queremos que suceda y constituye el sentido de nuestra acción.

No obstante el lenguaje de la emoción distingue un tipo de actos sobre los que recae una determinada estructura que generalmente se centra en momentos clave de las acciones, proporcionando ese interés e intensidad en el que se piensa cuando hablamos de la emoción.

Lo que podríamos llamar emociones relevantes conforman un tipo de actos con una lógica convencional reconocible, lo que constituye una característica fundamental a la hora de comprenderlas. Tendremos que mirar a su alrededor, ya que al ser actos, son actos entre actos, esto es, van dentro de los deseos como medio de llevarlos adelante.

Evidentemente, es fácil reconocer que huir de un peligro, golpear a alguien, acariciar, etc. son acciones. Pero qué hacemos cuando, sentados en una silla, nos angustiamos pensando en un problema, o cuando estamos sintiendo amor viendo como juega nuestro hijo? La respuesta para estas acciones aparentemente vacías de conducta directamente observable es variada:

(a) en unas ocasiones estamos en el momento de la acción en el que estamos planificando y /planificar/ es una parte de lo que hacemos. Así la huida tiene diversos pasos: cuando corremos, cuando buscamos un lugar seguro; pero también un momento de la huida es aquel en el que pensamos a toda velocidad en la necesidad de huir, hacia dónde, de qué manera, haciendo un esquema en un papel.

(b) O bien se trata de acciones sin desplazamiento como lo sería descansar tumbados en la cama. Así alguien puede preguntar, qué está haciendo fulanito?, y contestamos está descansando. Notemos que en el lenguaje, los verbos suelen cumplir la función de expresar acciones, y que tenemos unos verbos que son dinámicos (extensivos) /andar/, /coger/, otros son estáticos como /pensar/, /fantasear/, /concentrarse/… La emoción es una forma especial, en los verbos flexivos, de realizar acciones. Por ejemplo, odiar pensando consistirá en una forma de agredir mentalmente a alguien, o amar fantaseando un forma de dar y recibir cosas respecto a un personaje de nuestra imaginación.

(c) otras veces se trata de los roles pasivos de las acciones. Cuando cuidamos de nuestro hijo y recibimos de él una sonrisa, o vemos que ha hecho un progreso, sentimos el afecto correspondiente a algo que se nos da. Nadie duda que saludar es una acción, pero dentro de esa acción se necesitan dos roles, de agente y de paciente, de manera que cuando alguien nos extiende su mano, que nosotros la acojamos forma parte del saludo (de lo contrario se trataría de un saludo frustrado). De la misma forma, ver que nuestro hijo juega es recibir de él una especie de apretón de manos por el que se nos recompensa de los esfuerzos y expectativas centradas en él. Para el niño que juega con sus amiguitos en el parque infantil, que el padre esté ahí por si acaso le proporciona la seguridad suficiente para atreverse a explorar comportamientos nuevos. La mirada que de tanto en tanto se dirigen padre e hijo cumple lo que Malinowsky llamaba la comunión fática, un acto que cumple la finalidad directa de vincular el oyente al hablante por un nexo de algún sentimiento social o de otra clase

A menudo la emoción no se ve como una acción porque a diferencia de un saludo, que es una acto corto y sencillo, en un proyecto largo y complejo como pudiera ser el de una vida familiar, los distintos momentos parecen estar aislados, separados entre, sí, tal como si el día de la boda y el día que vemos retozar a nuestro hijo no formaran parte de la misma macro-acción, el proyecto de tener una familia. Es decir, que cuando muchas acciones se juntan para convertirse en un proyecto a largo plazo, es fácil que perdamos de vista el sentido de lo que hacemos de tal forma que estemos sintiendo algo y no sepamos bien porqué.

Un ejemplo de estos deseos complicados en los que nos perdemos puede ser el enamoramiento. Durante muchos años vamos perfilando nuestros gustos, los valores morales, nuestra forma de entender la relación entre hombre y mujer, nuestra manera de pensar. De pronto vemos a una persona, con sus gesto, una forma de ser que creemos adivinar, una serie de futuros momentos que nos gustaría compartir. esto es, esa persona parece encajar como candidato para una serie de proyectos que hemos ido construyendo. En el momento del flechazo parece que sentimos un amor repentino, sin explicaciones ni razones: pero esa impresión es debida a que nos conocemos poco, a que olvidamos aquellos otros momentos en los que nos hacíamos cábalas sobre el amor, los ideales, los gustos y las expectativas para el futuro.

Nos podríamos preguntar: si habíamos deseado enamorarnos un día, cómo es que ese día en el que sucede nos olvidamos de que estamos realizando un deseo que teníamos? Esta incredulidad entraña no re-conocerse, olvidarse del proyecto inconcreto que uno mismo tenía.

Si miramos más de cerca el momento en el que reconocemos el amor que sentimos, podremos observar que no nos acercamos a un objeto extraño e incomprensible, hacia el más bien cabría dedicar esfuerzos de exploración para desvelar su naturaleza, sino como un familiar largo tiempo esperado que aparece con la cara cambiada.

Tampoco es del todo casualidad que la literatura y el cine que más nos han impresionado, nos aprovisionen de fórmulas oratorias, de gestos, de maneras de seducir, etc.: usamos una semántica amorosa ya pre-dispuesta en años anteriores. Lo ensayado en prematuras experiencias, lo que conocemos del amor, todo ello genera esquemas de comportamiento, esqueletos de acciones afectuosas que pasarán de una virtualidad a una realización plena a través de personas reales y elecciones pormenorizadas.

El hecho de que una persona pueda tener distintas parejas posibles, con un cierto grado de validez satisfactoria, (cosa que por razones de viudez, separación o divorcio sucede con relativa frecuencia), muestra que una misma persona puede amar con distintos estilos, y sin embargo se puede identificar perfectamente con un mismo deseo de formar pareja, con unas mismas claves de su funcionamiento amoroso. Igual que un crítico literario establece un género tal como la novela negra, la ciencia ficción, costumbrismo, etc., como un esquema narrativo fundamental que atraviesa historias muy distintas, también, siguiendo el símil, podríamos ser contemplados como un género o clase de amantes.

Para entender mejor porqué decimos que las emociones son actos entre actos, daremos unas reglas generales que hacen que una emoción que apunta a un objeto actual, por añadidura la podamos considerar, bajo un punto de vista de primera clasificación, un género de emoción básica:

  • En las emociones de miedo vivimos un aviso de un peligro que arruinaría un deseo que tenemos (de vivir, gozar de buena salud, tener una excelente imagen personal, caer bien a los demás, etc.). El aviso de peligro lo tenemos que entender como una evaluación compleja del plausible desarrollo de lo temido junto a las posibilidades correspondientes de contrarrestarlo. Según a la distancia y velocidad que vemos a un coche que viene por la calle que estamos atravesando y según las posibilidades que tenemos de alcanzar la acera antes de ser atropellados tenemos un miedo más intenso, si nos vemos poco menos que arrollados, o más liviano si nuestros medios defensivos superan las circunstancias con creces.
  • La agresión es un método de conseguir directamente un deseo y un método defensivo indirecto de conseguir que un deseo que tenemos no se arruine por un obstáculo que interfiere. El prototipo de la guerra de conquista nos da la pauta del estilo directo de agresión. En ella tratamos de destruir la resistencia que presentan los otros a nuestros deseos expansivos. El agresor quiere ganar a costa de la pérdida del otro. Los intereses de los actores se vuelven irreconciliables, y por ello se diferencia de las relaciones comerciales o amistosas en las que el ideal consiste en que cada cual gane lo justo. La muerte (total o parcial) del otro es buscada como modo de apropiarse de lo que el ser o el tener del otro impide ser o tener a su costa. La agresión indirecta tiene una estructura de método defensivo. Nos defendemos de un peligro (si somos vendedores, del peligro de quedarnos sin clientes; si somos deportistas, del peligro de un ataque, de una ofensa, etc.). La defensa, de tener éxito, logrará liquidar dichos peligros, con lo que podremos llevar a cabo nuestros deseos (ver vendedores que venden, seguir sanos, tener buena imagen de nosotros mismos, etc.,). Esta división entre dos clases de agresión puede ser menos tajante en la práctica, por ejemplo, cuando un equipo de fútbol pasa del al ataque a la defensa en una misma jugada, o cuando no sabemos si un vendedor avasalla o intenta no ser rechazado.
  • Mediante las emociones amorosas, obtenemos las cosas que se dan por generosidad, y que son deseables. Podemos desear realizar nuestra sexualidad, tener el apoyo de un compañero, alguien con quien distraerse, etc. El modo de conseguir este cúmulo de necesidades que se espera que un compañero satisfaga, es conquistando su voluntad de darnos por un intercambio amoroso. La familia de las emociones amistosas oscila en un margen de amplitud, que varía según las personas, las culturas y las épocas históricas. El nivel mínimo es el comportamiento cooperativo, aquel por el cual respetamos las reglas de juego económicas o simplemente contestamos a alguien que nos pregunta por una dirección. Para llegar al intercambio económico tenemos que enterrar el hacha de la guerra y aceptar unas normas de juego mínimas que favorecen a las partes, aunque a veces más a una que a otra. La violencia social surge precisamente de esta clase de desacuerdos en lo que uno quiere recibir algo que no obtiene de la aportación de los demás. El nivel máximo de amor lo establece la sofisticación de la cultura de la reciprocidad y de la generosidad. Cuanto mayor es la expansión personal que se obtiene por medio de la interrelación con el otro, implicando necesidades materiales, pero también intelectuales, de goce erótico, de fruición, de alianza, de ayuda, etc., la intensidad y profundidad del intercambio nos hacen contemplar al otro como necesario para ser. A su vez la pérdida del amor implica convertirnos en una sombra de lo que podríamos ser.

Tan importante como para las relaciones de pareja o de amistad, el afecto es de vital importancia en las relaciones sociales, donde se traduce en un motor de solidaridad, e incluso en las relaciones internacionales, como forma de evitar que los conflictos acaben en beligerancia destructiva.

1. "La implicación no es un fenómeno concomitante. No que haya acción, pensamiento, habla, búsqueda de información, reacción, y que todo eso esté acompañado por una implicación en ello; más bien se trata de que la propia implicación es el factor constructivo inherente del actuar, pensar, etc., que la implicación está incluida en Todo eso, por vía de la acción o de reacción"

Teoria de las emociones

. Teoría de James Lange

Esta teoría indica que la experiencia de la emoción está precedida por una respuesta visceral o motora. Por ejemplo, la persona primero corre y luego siente miedo.

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