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La evaluación desde un enfoque integrador y participativo en la asignatura economía política en la carrera cultura física de la Isla de la Juventud (página 2)


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DESARROLLO

Síntesis del desarrollo histórico de la evaluación en el contexto educativo.

Diferentes autores coinciden en afirmar que, el examen como una de las primeras manifestaciones de evaluación no surgió en el escenario educativo, sino que apareció como un instrumento de selección creado por la burocracia china en el año 2375 ANE, para decidir quienes podían ocupar determinados cargos públicos y posteriormente los ejercicios de competencia para la admisión a puestos públicos, es por ello que se señala que no son necesidades pedagógicas del proceso de enseñanzaaprendizaje las que dan lugar a la introducción y aplicación de la evaluación.

La evaluación como tendencia continuó en función de medir los resultados y cuantificar el aprendizaje, aunque con un avance no despreciable: la valoración referida a criterios, criterios aportados por el modelo de los objetivos, como patrón de referencia.

Los avances del conocimiento psicológico, en particular los trabajos de la denominada Psicología Cognitiva Contemporánea, enriquecieron el tratamiento de la evaluación del aprendizaje, hoy sus aportes son fundamentales, para definir el objeto de la evaluación del aprendizaje y para la elaboración de métodos y técnicas con tales fines, tales como: la importancia de los conocimientos previos y la valoración inicial del diagnóstico del estudiante al inicio de un ciclo de aprendizaje y el papel de la organización y estructuración de los conocimientos en la calidad del aprendizaje. (1)

La evaluación del aprendizaje en la educación superior cubana. Principales tendencias que la caracterizan.

En Cuba, en los primeros años después del triunfo revolucionario no existían programas de estudios unificados para todo el país y cada centro utilizaba su propia forma de evaluación del aprendizaje, las que eran muy diferentes y la tendencia fundamental era la de su carácter acumulativo: es decir, para cada asignatura se realizaban, por lo general, dos pruebas durante el semestre, con las cuales se acumulaban una cantidad de puntos, y una prueba final, o de generalidades, que completaba, los cien puntos que " medían los resultados del aprendizaje del estudiante.(2)

En 1962, con la Reforma Universitaria, se evidenció el divorcio existente entre las especialidades universitarias y las demandas de la sociedad, así como la necesidad de enseñar a estudiar, pensar, investigar y trabajar a los estudiantes, resultando un momento histórico trascendental para el desarrollo posterior de la Educación Superior Cubana y también para el proceso de evaluación del aprendizaje.

Posterior a 1966, se dicta la resolución ministerial que aborda la aplicación en las universidades cubanas de la evaluación del aprovechamiento académico de los estudiantes, siendo la primera vez que se establecían criterios unificados para todas las instituciones del país. A partir de esta etapa, en los documentos oficiales se conceptualiza como sistema de evaluación del aprendizaje: Al conjunto de las evaluaciones propuestas, lo que, en el criterio de la autora no quiere decir que funcionaran en forma sistémica, por sólo describir su estructura.

Se comenzó a exigir la realización de la evaluación del aprendizaje a lo largo de todo el semestre, mediante trabajos prácticos y comprobaciones periódicas, al finalizar el semestre se hacía un examen general de aplicación de los conocimientos. Para poder asistir al examen final, el estudiante debía obtener el 5,0 % de los puntos establecidos para la realización de trabajos prácticos y comprobaciones periódicas. Además, la calificación del mismo debía exceder al 40.0 % de la evaluación total de la asignatura. Esto evidencia, como plantearan González (2000) y Portuondo (2001), el carácter acumulativo de la evaluación y contradice el enfoque sistémico anteriormente planteado (3).

Los programas de las asignaturas son unificados para todo el país, aunque en ellos no se precisan los objetivos a evaluar, evidenciando que no se le otorga a esta categoría didáctica, su papel rector en el proceso de enseñanza aprendizaje, lo que repercute negativamente en este proceso.

La década del 60 en la Educación Superior Cubana, es un periodo de intensos cambios y transformaciones donde existe una gran influencia de la escuela alemana y soviética, particularmente en los estudios acerca de la forma de controlar los rendimientos del aprendizaje en los estudiantes. En este sentido, se hizo énfasis en el control constante en las libretas o registros de evaluación por el maestro, al control de la capacidad de aprendizaje de cada uno de los alumnos, y a la evaluación crítica, entre otros elementos.

Uno de los pedagogos que influye en la escuela cubana es, Honecker (en los años 70) quien en sus estudios sobre la evaluación plantea principios fundamentales como:

"La evaluación del aprendizaje es pedagógicamente correcta cuando impulsa el desarrollo de los alumnos y de los colectivos de dirección, a los objetivos planteados por la sociedad. Y la objetividad y el uso pedagógico de la evaluación constituyen una unidad". (4)

Estos principios demuestran la necesidad de concebir la evaluación como una función de la dirección del proceso de enseñanza aprendizaje, sobre la base de los objetivos como categoría rectora; pero aún cuando este autor plantea, cómo debe ser concebida la evaluación del aprendizaje; no establece los indicadores para desarrollarla, de ahí que sus postulados queden en un plano teórico.

En la década del 70, gozaban de gran aceptación los estudios del alemán Lothar Klingberg, su obra "Introducción a la Didáctica" inserta a la evaluación en la estructura didáctica del proceso de enseñanza aprendizaje, como parte del aspecto interno del método de enseñar, considera a la evaluación, como función inminente del proceso y precisa que en el control de los rendimientos se manifestará un interés social, por constatar, reconocer y experimentar la discrepancia entre lo que debe ser y lo que es el aprendizaje.

En el devenir histórico del proceso de evaluación del aprendizaje se puede resumir hasta este periodo que el surgimiento de la concepción actual, contenida en los documentos oficiales sobre evaluación del aprendizaje, con un carácter cualitativo, integral, vinculada a las tareas profesionales futuras del estudiante e integrada, como parte sustantiva del proceso de enseñanza aprendizaje, según la investigación realizada, aparece en Cuba en sus ideas básicas, de modo explícito en las reglamentaciones docentes de la Universidad de Oriente, en 1967 y casi paralelamente, al inicio de los años 70, la Universidad Central de Las Villas, como producto de un diagnóstico del sistema de evaluación vigente en aquel momento, permitió precisar los objetivos, formas y procedimientos del sistema de evaluación ,con un enfoque fundamentalmente cualitativo. De igual manera se trabajó en la Universidad de La Habana durante la primera mitad de la década del 70. Son estas las experiencias básicas que sustentaron las regulaciones que posteriormente se establecen en 1975, a nivel nacional en las universidades.

La creación del Ministerio de Educación Superior en 1976, favoreció el análisis de la praxis y las normativas existentes, cuyos resultados se plasmaron en el Reglamento para el Trabajo Docente y Metodológico (Res. Min. No.220/79), que en lo referido a la evaluación del aprendizaje, integró y enriqueció las regulaciones anteriores; en él se expresa el carácter de sistema de la evaluación del aprendizaje como parte integrante del proceso de enseñanza aprendizaje y no como algo que se le impone a este.

Aunque en la práctica educativa, el término sistema no funcionaba como tal, porque exigirlo no garantiza su cumplimiento, pues esto implicaba entre otros factores, un análisis teórico con enfoque sistémico de la evaluación del aprendizaje, el que era inexistente hasta ese momento, no obstante propició un avance sustancial en materia de orientación a los docentes para desarrollar este proceso.

Durante esta etapa se ponen en vigencia por vez primera, los programas de las asignaturas de los planes de estudio A, los que eran unificados para todo el país y se fundamenta un sistema de principios caracterizados por su enfoque filosófico, partidista, científico, democrático y sistemático.

A la par con estos cambios, se pone en práctica el primer reglamento para el trabajo docente metodológico, en él se dedica un capítulo a la evaluación del aprendizaje, aplicable a todo tipo de curso de la Educación Superior Cubana.

Sin embargo, en estos momentos la categoría didáctica objetivo es reconocida en su carácter rector, lo que hace que la evaluación se le subordine como otro de los componentes esenciales del proceso educativo.

La clasificación que se le daba a los mismos en específicos, parciales y finales posibilita en su derivación desarrollar la evaluación en frecuente, parcial y final y que la misma aporte información sobre el grado de generalización y de asimilación del contenido por parte de los estudiantes.

A partir del curso 82-83 comienzan a regir los planes de estudio B, su característica fundamental es, que precisan hasta el contenido específico de las formas de organización del proceso de enseñanza aprendizaje, por lo que se comienza a manifestar la fuerza que se le asigna, a los objetivos, donde se exigía precisar el nivel de generalidad en correspondencia con el contenido, el nivel de asimilación y de profundidad, así como el aspecto educativo que se quiere lograr en el proceso de enseñanza aprendizaje, es decir, el modo de actuación, (conducta, valores, entre otros aspectos).

Dada la posibilidad del constante perfeccionamiento del sistema de Educación Superior, se proponen nuevas modificaciones en el contenido de los capítulos que abordan la evaluación del aprendizaje en la Resolución Ministerial 105/82 la que plantea:

"La evaluación del aprendizaje contribuya a formar, en los estudiantes, convicciones, hábitos de trabajo sistemático, sentido de responsabilidad, autovaloración constante de su trabajo". (8)

Según el estudio realizado, pudiera ser esta la primera vez que se orienta como un lineamiento, realizar el trabajo diferenciado, dirigido fundamentalmente a los estudiantes con dificultades en el proceso de asimilación de los contenidos, indicándose el trabajo en la consulta, para constatar la situación de éstos y tomar las medidas necesarias. Aunque la forma de llevar a la práctica estas orientaciones quedó a la espontaneidad de los profesores, sobre la base de la experiencia pedagógica del claustro, estos podían evaluar algunos objetivos parciales mediante la evaluación frecuente, se insiste en que se realicen preguntas de control en conferencias.

La dinámica y el desarrollo de la educación superior en Cuba, determina la puesta en vigor de un nuevo reglamento para el Trabajo Docente y Metodológico, la Resolución Ministerial # 188 / 88, donde en el caso de las evaluaciones parciales y finales, éstas se planifican y organizan por el departamento docente ya que, su contenido es objeto de análisis colectivo, bajo la dirección del profesor principal de la disciplina y la aprobación del jefe del departamento docente.

Por otra parte, la tipología de los exámenes finales, es función de cada carrera, su precisión en el plan de estudio, se mantiene la idea de utilizar los encuentros comprobatorios con alumnos deficientes en el proceso de asimilación de los contenidos.

Una característica distintiva es que, el estudiante para asistir al examen ordinario final, debe obtener un aprovechamiento docente satisfactorio y cumplir con los requisitos de la asistencia que se plantea, el 80,0 % presencial. Se propone por primera vez, la opción de eximir del examen final al estudiante, calificándolo con categoría de excelente, en caso de que demuestre un alto aprovechamiento en el desarrollo de la asignatura, cuestión que queda a criterio del profesor,

La Resolución número 269/91(Reglamento para el trabajo metodológico) perfecciona el reglamento y el capítulo dedicado a la evaluación del aprendizaje. Este sólo varía con la introducción del artículo 97, que exige la aplicación del principio de la sistematización de la enseñanza en el desarrollo de una asignatura, indicándose que los contenidos de cada actividad docente se integren como un sistema, de modo que se alcancen los objetivos particulares de los temas, y a su vez se interrelacionen los contenidos de cada tema para cumplir los objetivos generales de la asignatura.

Una nueva versión del reglamento para el trabajo docente metodológico es la Resolución Ministerial No. 269/91, la cual estuvo vigente hasta el curso 1997-1998, esta era portadora de una política de descentralización centralizada, que caracterizó la dirección del proceso de enseñanza – aprendizaje en los centros de Educación Superior, a partir de los planes y programas de estudio C.

Esta nueva política, favorece el afianzamiento centralizado de los aspectos estratégicos en el cumplimiento de los objetivos sociales de los planes de estudios, ampliando la gama de los aspectos que se descentralizan, donde la evaluación ocupa un lugar primordial.

Independientemente de estos cambios que ya para los años 90 matizan la Educación Superior en nuestro país, se conoce la existencia de diversos problemas, que sustentan la necesidad de una labor continua en la que ocupa un lugar importante la elaboración teórica que oriente la proyección y realización de la evaluación del aprendizaje en nuestras instituciones y el diagnóstico continuo de la práctica evaluativa en nuestros centros; razones estas que también compulsaron la necesidad de nuestra propuesta para la asignatura Economía Política en la Carrera Cultura Física, en la Isla de la Juventud.

El nuevo Plan de Estudio "D", en la carrera Cultura Física en su concepción responde a las nuevas exigencias sociales de Universalización de la Educación Superior, que indica la necesidad de un nuevo perfeccionamiento, asume un modelo de diseño curricular abierto, de amplio perfil que tiene como concepto fundamental la formación permanente de los recursos humanos de la Cultura Física. En este plan todos los contenidos de Economía y Teoría Política I y II se centralizan en una sola asignatura "Economía Política". Elemento este que nos obliga a continuar perfeccionando el sistema de evaluación

El modelo, considera el centro del proceso docente – educativo al sujeto activo que construye su aprendizaje en interacción con los profesores y demás estudiantes, mediante niveles de ayuda, métodos y técnicas participativas, la reflexión, la investigación y la acción, dirigido al desarrollo de competencias profesionales de valores, actitudes y convicciones, donde el profesor como docente universitario, es un orientador, un guía que favorece los procesos de aprendizaje, la interacción, búsqueda y reflexión de sus estudiantes.

Del mismo modo debe estar más preocupado por el proceso de formación integral, que por la simple transmisión del contenido de la disciplina que imparte, teniendo como elementos esenciales de su accionar pedagógico la formación de valores y actitudes y el desarrollo de la capacidad de autoaprendizaje de los estudiantes, la asignatura de Economía Política tiene el deber ineludible de continuar perfeccionando su sistema evaluativo.

La concepción didáctica de la evaluación de la asignatura Economía Política en la licenciatura en Cultura Física

Las condiciones existentes en la asignatura y los retos que enfrenta la sociedad en la época actual, determinan la necesidad de las transformaciones que se deben realizar en el proceso docente educativo de las Ciencias Sociales y en particular en el sistema de evaluación de la asignatura Economía Política en función de lograr eficiencia y pertinencia de los resultados.

1ero: Interdisciplinariadad

La evaluación, bien de forma individual, grupal o colectiva, con carácter incluir todos aquellos factores que puedan incidir de forma relevante en dicho proceso adecuando los objetivos y contenidos, metodología y materiales.

El diagnóstico de cada actividad estará precedido de una serie de tareas de evaluación inicial que determinen los conocimientos previos de cada alumno respecto a dicha actividad, o de la actividad anterior para que no se pierda su carácter sistémico e integrador y además con el fin de poder adecuar sus objetivos de aprendizaje a las necesidades y capacidades de los estudiantes.

Al finalizar la misma incorporar lo que se puedo denominar, tareas de evaluación sumativa parcial con el fin de ir determinando el grado de consecución de los objetivos propuestos, en relación a cada actividad desarrollada y, por tanto, constatar el grado de adecuación del programa que se está desarrollando.

Al terminar la asignatura debe realizarse una evaluación final que, además de recoger los resultados alcanzados, informe sobre el desarrollo de todo el proceso en su integralidad, con vistas a establecer la procedencia o no de modificaciones futuras.

2do Acciones didácticas de la evaluación

La propuesta brinda la posibilidad de que el alumno participe de forma activa en la valoración de su propio proceso de aprendizaje, obteniendo así una mayor conciencia de sus progresos y una ocasión de asumir sus responsabilidades es decir, que permite lograr los siguientes fines:

  • Diagnosticar.; valorar la eficacia del sistema de enseñanza en la atención a las diferencias individuales; pronosticar las posibilidades del alumno y orientar; Motivar e incentivar al alumno; agrupar o clasificar: calificar; conocer el rendimiento del o los alumnos; detección, orientación y selección de talentos.

En estas finalidades queda explícitamente planteada, no solo la vinculación de la evaluación con la actividad del alumno, el profesor y la programación de las clases, sino que, como elemento novedoso, se incluye la relación evaluación – investigación.

Se sugiere que los profesores discutan y lleguen a un criterio consensuado con los estudiantes del sistema de evaluación propuesto y que queden precisos los indicadores a través de los cuales serán evaluados los mismos.

El sistema de evaluación en la asignatura Economía Política.

Uno de los problemas que más preocupa a los educadores en nuestros días es el de lograr medios idóneos para establecer hasta qué punto los educandos alcanzan las metas educativas preestablecidas; en otros términos, ¿cómo llegar a una justa y válida evaluación del aprendizaje?.

Esta preocupación no es infundada, ya que la evaluación, en el proceso de enseñanza-aprendizaje, posee una significativa importancia, porque del grado de eficacia con que el maestro la realice depende en gran medida su éxito o fracaso.

¿Cómo se concibe el sistema de evaluación en la asignatura Economía Política?

La evaluación frecuente o sistemática: Las preguntas, escritas, elaboración de resúmenes, y lecturas comentadas.

Por ejemplo: la lectura comentada.

El profesor determina con anticipación el fragmento de la fuente de origen que se lee y comenta directamente en el aula, con el objetivo de evaluar la capacidad de interpretación que posee el estudiante y la estrategia de lengua materna

La evaluación parcial o periódica: Esta tipología de evaluación comprueba el logro de los objetivos parciales de la asignatura y se proponen como formas por ejemplo las ponencias:

Los estudiantes en determinados temas preparan por escrito y luego se exponen ante el auditorio

Las formas en que estas se pueden evaluar son las siguientes:

Asignando la preparación de la ponencia (informe) sobre un tema concreto a uno de los estudiantes del grupo académico:

Asignando la preparación de la ponencia (informe) a varios estudiantes paralelamente, con la particularidad que uno de ellos, interviene en calidad de informante principal y los demás le completan, haciendo como de oponentes sui géneris.

Cada estudiante elige el tema objeto de ponencia a partir un conjunto de invariantes del tema o los temas que se necesiten evaluar.

La delimitación del tiempo de las intervenciones es importante, en primer lugar para que el auditorio no se convierta en un aula de oyentes pasivos y en segundo lugar para que el propio ponente aprenda a exponer sus posiciones en forma lo suficientemente argumenta, pero concisa.

A los estudiantes se les debe orientar con anticipación los parámetros que se evaluarán durante sus exposiciones.

Los parámetros pueden estar centrados en: el cumplimiento del objetivo, dominio del contenido, fluidez, claridad de las ideas, creatividad en la exposición, cumplimiento del tiempo establecido, entre otros aspectos.

Otro ejemplo es la Entrevista que se utiliza para registrar hechos y acontecimientos. La información se registra en una guía de entrevista previamente elaborada para conocer las opiniones de los participantes en cuanto a las contradicciones que caracterizan al modo de producción capitalista en la actualidad o grado de utilidad profesional de los contenidos del curso, analizar los problemas o dificultades que han tenido durante la acción formativa.

La evaluación final.

El Taller Integrador:: Se emplea para constatar el desarrollo de las habilidades de los estudiantes en el manejo de la información y para la argumentación y comprobar el dominio del estudiante para trabajar independiente.

Todas estas actividades evaluativos posibilitan que se desarrollen las diferentes formas de evaluación: la autoevaluación, la coevaluación y la heteroevaluación. En estos ejemplos se puede emplear la evaluación cruzada, donde el estudiante se autoevalúa y a la vez es evaluado por el resto del colectivo y por el profesor; conformando al finalizar la actividad, una evaluación integradora. De acuerdo a nuestra experiencia, es un mecanismo de evaluación muy útil, porque contribuye a formar en el estudiante valores como: La honestidad, la competencia, eliminar el falso compañerismo, entre otros.

Conclusiones generales

La evaluación es tema obligado para los docentes, en la asignatura Economía Política en la carrera Cultura Física, las dificultades estaban centradas en la asistematicidad y fragmentación de este proceso. El diseño y fundamentación de un sistema de evaluación con un enfoque participativo e integrador a permitido contar con instrumento de gran valor didáctico para el trabajo del colectivo de la asignatura y mejorar la motivación de los estudiantes por esta.

Bibliografía

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PILA TELEÑA, A: Evaluación en la Educación Física y los deportes. En Revista Electrónica de Investigación y Evaluación Educativa.

 

Autoras:

Lic. Graciela Borrero Rosabal

Dra. Tamara Batista Gutiérrez

Lic. Dámaris Gastón González

Partes: 1, 2
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