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Factores psicológicos que intervienen en el desarrollo del cáncer y en la respuesta al tratamiento (página 2)

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El efecto supresor del estrés emocional en la función inmunológica y en la susceptibilidad a la enfermedad es uno de los aspectos más estudiados de la psiconeuroinmunología. Las células neoplásicas se desarrollan y proliferan con una estructura diferente a la normal, mostrando en su organización histológica una serie de características que las hace claramente distintas del resto y patológicas. Un posible papel del sistema inmunológico, en la defensa contra el cáncer, sería precisamente la capacidad de reconocer estas células anormales en las cuales han ocurrido esta serie de cambios y eliminarlas antes de que el tumor pueda desarrollarse. Existen unas células llamadas NK (natural killer) cuya actividad citotóxica se manifiesta ante diferentes tumores y es importante dentro del mecanismo de destrucción tumoral4. Investigaciones sobre humanos ofrecen la evidencia de factores psicosociales y medioambientales, incluidas las experiencias de estrés agudo y crónico, como inductores o asociados con funciones inmunes alteradas5. Como acción determinante, el estrés modifica la dinámica neuroendocrina y, por tanto, puede afectar las condiciones y comportamiento inmunes del organismo. Varios autores han analizado los efectos de la relajación en el sistema inmune de pacientes oncológicos, concluyendo que un entrenamiento continuado en relajación afecta positivamente a parámetros inmunológicos en un grupo de pacientes con cáncer de ovario que reciben quimioterapia6. En un grupo de pacientes con cáncer metastásico, el entrenamiento en técnicas de relajación durante un año produce cambios significativos en varias medidas de inmunocompetencia7.

Además determinadas células del sistema inmune secretan ellas mismas péptidos, algunos de los cuales son precursores de neurotransmisores, con lo que se establece una comunicación bidireccional entre el Sistema Nervioso Central y el Sistema Inmune. Algunos autores8 han encontrado relación entre niveles altos de estrés y menor supervivencia.

Sklar y Anisman9 en una completa revisión sobre estrés y cáncer concluyen: "Nuestro punto de vista es, no que el estrés sea la causa del cáncer sino más bien que el estrés, como acontecimiento ambiental con profundos efectos sobre el funcionamiento fisiológico, puede influir el curso de la enfermedad neoplásica. En efecto, el estrés se traduce en cambios biológicos compensatorios para hacer frente a las demandas a las que se ve sometido el organismo. Sin embargo, la movilización focalizada de recursos o su potencial agotamiento incapacita en alguna medida al organismo para luchar con eficacia con las células cancerosas. Dada la relación existente entre los sistemas neuroquímico, hormonal e inmunitario, una perturbación en cualquiera de estos procesos podría incrementar ostensiblemente la proliferación de células cancerosas". Un buen resumen acerca de la relación entre el estrés y el cáncer lo expresan Wayner, Cox y Mackay10 al destacar que:

1. El estrés puede influir sobre la iniciación del cáncer de varias maneras: i. Aumentando la exposición del sujeto a un carcinógeno; ii. Interactuando con los efectos de un carcinógeno; iii. Permitiendo la expresión de un potencial genético latente a través de un cambio en el sistema hormonal.

2. Una vez establecido el proceso neoplásico, algunas reacciones comportamentales al estrés, tales como un aumento en el consumo de tabaco, alcohol u otras drogas o unas estrategias psicológicas deficientes para afrontar los problemas, pueden modificar o interactuar en combinación con el sistema neuroendocrino.

3. El bloqueo de ciertas células inmunológicas, tales como los linfocitos NK, debido a la acción conjunta del estrés y del propio tumor, podría aumentar la probabilidad de que determinadas células precozmente transformadas eludieran la acción de las defensas del organismo.

Personalidad y cáncer

El posible vínculo entre personalidad y cáncer ha sido abordado de manera sistemática y empírica desde hace unos años. Viendo los estudios en su conjunto emerge una serie de rasgos y estilos de afrontamiento que puede constituir la "personalidad predispuesta al cáncer". Ha sido etiquetada como personalidad "Tipo C" por diferentes autores11,12. Constituye un patrón de conducta contrapuesto al "Tipo A" (predispuesto a la enfermedad coronaria) y diferente al "Tipo B" (tipo saludable). Los elementos que definen más especialmente al "Tipo C" son la inhibición y negación de las reacciones emocionales negativas como la ansiedad, agresividad e ira, y la expresión acentuada de emociones y conductas consideradas positivas y deseables socialmente, tales como, excesiva tolerancia, extrema paciencia, aceptación estoica de los problemas y actitudes de conformismo en general, en todos los ámbitos de la vida. Algunos autores13 retratan a esta personalidad como la "típica buena persona" que está deseando siempre complacer y buscar la armonía en las relaciones interpersonales, así como evitar expresar actitudes y reacciones que puedan ofender a otros, incluso en perjuicio de sus propios derechos y necesidades, con el fin último de no propiciar un conflicto.

Otros autores como Grossarth-Maticek y Eysenck14, señalan seis estilos de reacción al estrés. Dos de ellos están muy relacionados con el cáncer:

Tipo 1. Predisposición al cáncer. El sujeto tipo 1 se caracteriza por presentar elevado grado de dependencia conformista respecto a algún objeto o persona con valor emocional destacado para él, e inhibición para establecer intimidad o proximidad con las personas queridas. Son personas que ante las situaciones estresantes suelen reaccionar con sentimientos de desesperanza, indefensión y tendencia a reprimir las reacciones emocionales abiertas. La pérdida del objeto se mantiene como fuente de estrés.

Tipo 5. Racional-antiemocional. Se define por la tendencia a emitir reacciones racionales y antiemocionales. Este tipo de personas suele suprimir o negar las manifestaciones afectivas, encontrando dificultad para expresar las emociones. Debería denotar predisposición a la depresión y al cáncer. Hay predominio de lo racional sobre lo emocional. Otras características de personalidad que se han asociado al cáncer son la presencia de altos niveles de depresión, sentimientos de indefensión y pesimismo15. Green y Shellenberger16 realizan un completo resumen sobre las características de personalidad en pacientes de cáncer (Tabla 2).

2; El diagnóstico de certeza del cáncer de mama requiere el examen microscópico de una muestra del tejido mamario sospechoso (biopsia). La biopsia, sin embargo, es tan sólo el último escalón en una cadena de procedimientos cuyo objetivo en separar los estudios mamarios en dos grupos principales: los que presentan algún grado de sospecha de cáncer y los que no.

La anamnesis (interrogatorio) seguida del examen físico o exploración física de la mama es el primer paso que se da para identificar si hay indicios de enfermedad.

Dentro del interrogatorio es de suma importancia investigar si la paciente tiene familiares directos que han tenido cáncer de mama (madre, hermana), si ha tenido tumores benignos en mama, si su menstruación fue de inicio temprano (12 años o menos) y su menopausia tardía (mayor de 50 años), si ha tomado anticonceptivos, si fuma; ya que todos estos se han identificado de cierta forma como factor de riesgo del cáncer de mama. Después de eso, se debe averiguar si la paciente ha tenido dolor mamario (mastalgia) o ha presentado alguna tumoración.

Posteriormente sigue la exploración física que la paciente la debe autorealizar cada mes. Un médico con experiencia también deberá explorarla al menos cada 6 meses. Se deben buscar tumoraciones, deformidades en piel, en pezones o bien tumoraciones por arriba o abajo de la clavícula o en axila.

A continuación, si ha sido posible obtener algún dato que lo justifique, debe recurrirse a algunas de las siguientes técnicas de diagnóstico por la imagen:

  • Mamografía

  • Ecografía mamaria

  • Resonancia magnética o Imagen de Resonancia Magnética (I.R.M.) o resonancia.

  • Tomografía por emisión de positrones, (T.E.P. o P.E.T.)

De estos procedimientos el más importante, el más específico y el más usado es la mamografía, una radiografía obtenida en un aparato de rayos X que ha sido diseñado especialmente para estudiar las mamas. Otras técnicas, como la galactografía, la neumoquistografía y la neumooncografía, representan variantes de la mamografía en las que se asocian técnicas invasivas para precisar el estudio de determinadas alteraciones.

La ecografía mamaria es un método auxiliar, muy útil en numerosas ocasiones, que en algunas circunstancias puede llegar a ser la principal técnica diagnóstica por la imagen. La principal utilidad consiste en la distinción de la naturaleza sólida o quística de lesiones nodulares identificadas en la mamografía. También es de utilidad en el estudio de mama con un componente glandular importante que condiciona una elevada densidad de la imagen mamogràfica, dificultando la discriminación de posibles lesiones. Permite una medición muy precisa del tamaño de los nódulos mamarios y es de gran utilidad para guiar punciones para obtener material celular o tisular para examen citológico o biópsico que permitan el estudio y diagnóstico histo-patológico.

La resonancia magnética y la T.E.P. (o P.E.T.) tienen importancia en casos concretos y su empleo, en la actualidad, no es rutinario. Sin embargo, las indicaciones de su empleo van ampliándose cada vez más. Las principales indicaciones de la resonancia son el seguimiento de cambios cicatrizales mamarios intensos post quirúrgicos, el estudio de multicecentricidad del cáncer mamario, la valoración de la extensión local para apoyar o contraindicar el tratamiento conservador y el estudio de complicaciones de prótesis mamarias.

Cuando se obtiene una mamografía, el radiólogo examina cuidadosamente las imágenes obtenidas buscando ciertos signos radiológicos que son conocidos como indicadores probables de patología. La imágenes pueden visualizarse de manera analógica, utilizando como soporte una película radiográfica especial para mamografía; o bien de manera digital, utilizando sistemas informáticos.

3; La elección de un instrumento

Existen 2 alternativas para obtener un instrumento de evaluación de la CV específico para el cáncer de mamas. Una de ellas es seleccionar un instrumento ya validado que cumpla con ciertos requisitos impuestos. En la actualidad, la gran mayoría de los instrumentos han sido diseñados y validados en Europa, en alguna de las lenguas del viejo continente. Escoger este camino conlleva una tarea compleja y delicada de traducción contra traducción y reevaluación de su validez y propiedades psicométricas, puesto que las diferencias culturales de un país a otro impiden que un test pueda ser aplicado en otro país únicamente después de una simple traducción. Sin embargo, esta alternativa, aunque complicada, tiene la ventaja que cuando se pone a punto el cuestionario, se dispone de una referencia con la cual comparar los resultados. La otra vía, que es crear un instrumento propio, no es menos difícil e implica tanto o más tiempo para la puesta a punto de una escala adecuada. La construcción de una escala se realiza clásicamente en 2 etapas,33-35 una cualitativa, que consiste en seleccionar un conjunto de items relativos a los que se desea medir, y otra cuantitativa, que incluye el estudio de la validez de la escala y de sus cualidades metrológicas. Los ítems que se seleccionan deben ser claramente comprensibles, suficientemente diferentes entre sí sensibles a los cambios en la cualidad que se mide. La validez, por su parte, alude a 5 conceptos diferentes, aunque relacionados entre sí;36-40 la validez de contenido, la percibida por los sujetos, la de concordancia y la validez de predicción. Las cualidades métricas básicas son la sensibilidad, la especificidad y la confiabilidad. Esta última se refiere a la condición de ser reproducible, es decir, la capacidad de arrojar resultados similares en situaciones similares.41

Construcción del instrumento

El presente estudio optó por la alternativa de construir un instrumento propio, y se ha limitado a la fase cualitativa de su construcción. Esta opción es parcialmente subjetiva, aunque las razones más influyentes fueron, en primer lugar, el reconocimiento de las particularidades que asume en Cuba el aspecto económico, con respecto a las sociedades altamente desarrolladas en donde se han diseñado los instrumentos mejor conocidos en la literatura.

En segundo lugar, el hecho de que ninguno de los instrumentos considerados les adjudica a las esferas física y psicológica el énfasis que ellas requieren de acuerdo con la experiencia que refieren los oncólogos cubanos. Así pues, en el presente estudio la CV se interpretará como determinada por elementos subjetivos y objetivos relacionados con las esferas de afectación económica, capacidad física, afectación somática y afectación psicosocial. Para la construcción del instrumento se entrevistaron 15 expertos, todos ellos especialistas en oncología con una experiencia en el servicio de al menos 100 pacientes tratados. A estos expertos se les solicitó su criterio respecto a los siguientes atributos de cada una de las preguntas del cuestionario: (a) contenido ético de la pregunta: que de acuerdo con la experiencia del experto, la pregunta no tuviese una alta probabilidad subjetiva de ser objeto de rechazo, por invadir áreas de la intimidad de la paciente; (b) contenido semántico de la pregunta: que la pregunta fuese capaz de medir la CV y por tanto, de ser clasificada dentro de una de sus componentes (económica, física, somática y psicosocial).

Por otra parte se encuestaron 40 pacientes, estratificadas de acuerdo con el estado de la enfermedad que debían pronunciarse sobre: (a) la accesibilidad y/o pertinencia de las preguntas; si la pregunta en cuestión resultaba comprensible y aplicable a la situación personal de la paciente, (b) la capacidad del cuestionario en su totalidad para cubrir todos los aspectos que la paciente interpreta como importantes en relación con los efectos que ella atribuye a la enfermedad y su tratamiento.

Se puso un énfasis especial en solicitar a las pacientes que agregasen libremente cualquier aspecto relacionado con su CV que no estuviese contemplado en el cuestionario. Se llevó a cabo un análisis semántico de las respuestas con la finalidad de identificar las formas de expresión más frecuentes y los términos claves. La participación en la entrevista fue totalmente voluntaria y todas las pacientes fueron

Juicio de las encuestadas acerca del efecto de la disminución de su nivel económico sobre su CV. (*0 Ninguna disminución, **10 Mucha disminución)

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La evaluación que hacen las pacientes de su capacidad física para hacer las cosas habituales después de la enfermedad es como sigue: Igual que antes, 15 (37,5 %), con mayor dificultad, 19 (47,5 %), menos que antes, 4 (10,0 %), no puede hacer nada, 1 (2,5 %), no respuesta, 1 (2,5 %). El 60 % de las pacientes siente que la enfermedad ha tenido algún efecto sobre su capacidad de desenvolvimiento habitual, aunque en general dicho efecto no alcanza a impedir la realización de las tareas habituales con pocas excepciones. Sólo el 37,5 % refiere no haber percibido el efecto.

A la pregunta directa de cómo se sienten físicamente, las respuestas de las pacientes fueron las siguientes: Muy bien, 15 (37,5 %), Bastante bien, 6 (15,0 %), Bien, 12 (30,0 %), Regular, 7 (17,5 %), ninguna paciente respondió sentirse físicamente Mal o Muy mal. Obsérvese que las respuestas concernientes al estado físico son consistentes con la percepción de la capacidad física (ver tabla 2).

Tabla 2. Juicio de las encuestadas acerca del efecto de la disminución de su capacidad física en su CV.  (*0 Ningún efecto y **10 Mucho efecto)

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La pregunta D del bloque de la capacidad funcional, pretende ubicar en una escala diferencial la valoración que hacen las pacientes de su CV en relación con la capacidad física. La consistencia con los resultados anteriores son una expresión del peso relativo que se adjudica a la capacidad funcional entre las componentes de la CV.

El 46,2 % (18) respondieron afirmativamente sobre la afectación de su CV por el tratamiento, 20 pacientes (51,3 %) negaron esta posibilidad y 2 (2,5 %) no respondieron.

Cerca del 50 % de las pacientes identifican al tratamiento como fuente de molestias en la vida cotidiana. La mediana de la escala se encuentra en 5.

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LUNES 27 de marzo (HealthDay News/HispaniCare) — Una reciente investigación sugiere que levantar pesas un par de veces a la semana puede ayudar a las supervivientes de cáncer de mamas a sentirse y verse mejor

El estudio es uno de los primeros en enfocarse en el entrenamiento con pesas para mejorar la calidad de vida de las supervivientes del cáncer de mama, aunque varios otros estudios han hallado algunos efectos positivos del ejercicio aeróbico, como caminar.

Los resultados fueron dados a conocer en línea el lunes y aparecen en la edición impresa de mayo de Cancer.

Las supervivientes del cáncer de mamas muchas veces se enfrentan a diversos problemas sobre la calidad de vida, como el insomnio, el aumento de peso, la fatiga crónica, la depresión y la ansiedad.

Para determinar si el entrenamiento con pesas podría ayudar a mejorar la calidad de vida de las pacientes, los investigadores asignaron a 86 mujeres que habían terminado su tratamiento para el cáncer a un programa de entrenamiento con pesas o ningún entrenamiento. A las del grupo del entrenamiento con pesas se les enseñó a realizar nueve ejercicios comunes con pesas a través del uso de pesas libres y máquinas de pesas para entrenar los músculos de su tórax, espalda, hombros, brazos, glúteos, caderas y muslos.

"Realizaron dos sesiones a la semana, de una hora cada vez durante seis meses", aseguró el Dr. Tetsuya Ohira, coautor del estudio y becario visitante de la división de epidemiología y salud comunitaria de la Universidad de Minnesota.

Ohira y su equipo evaluaron la grasa corporal, el peso, la densidad ósea y la fortaleza en la parte superior e inferior del cuerpo de las mujeres, así como otras medidas. Y le preguntaron a las mujeres acerca de los problemas diarios y su calidad de vida, como el estado de ánimo y la satisfacción con sus relaciones.

"Nuestro estudio demostró que la fortaleza de la parte superior del cuerpo y de los músculos mejoró más que la de la parte inferior", aseguró Ohira. Debido a que estudios anteriores han hallado que el ejercicio aeróbico, como caminar también es bueno para mejorar la calidad de vida de las supervivientes del cáncer de mama, Ohira aseguró que ahora considera que agregar el entrenamiento con pesas al ejercicio aeróbico "podría mejorar la calidad de vida aún más".

Las mujeres que entrenaron con pesas presentaron aumentos en la masa muscular magra, en comparación con las que no entrenaron. Aquellas que levantaron pesas también "presentaron una calidad de vida moderadamente mejorada", aseguró Ohira.

Otro experto que ha estudiado el tema alabó el estudio y aseguró que no le sorprendieron los resultados.

"Me pareció un estudio muy interesante y muy oportuno", aseguró Andrea Maestro, profesora de microbiología y biología celular de la Universidad del Estado de Pensilvania.

Los resultados son similares a los que halló en su propio estudio, que incluyó entrenamiento de resistencia para las supervivientes del cáncer de mama. Al igual que el entrenamiento con pesas, el entrenamiento de resistencia (en su estudio se realizó con bandas elásticas para entrenar los músculos) es una forma de entrenamiento de fuerza. Se ha demostrado que el entrenamiento de fuerza para fortalecer huesos y músculos, incrementa la masa muscular y mejora la calidad de vida, según el American Council on Exercise.

"También observamos mayor calidad de vida en nuestro grupo" que realizó entrenamiento de resistencia, aseguró Maestro. "Y usamos otra herramienta para medirla".

Presentó estos hallazgos el año pasado en la reunión de investigación sobre el cáncer de mama del ministerio de defensa en Filadelfia. También halló que las mujeres que realizaron entrenamiento de fuerza aumentaron sus niveles de células T, las que combaten las infecciones. También tenían mayor fuerza en la parte superior del cuerpo, menos fatiga y mejor calidad de vida en comparación con los que no hicieron ejercicio.

Maestro le dice a las supervivientes de cáncer de mama que deseen iniciar o reanudar un programa de ejercicios que se aseguren de "preguntarle a su médico primero". "No vaya al gimnasio y empiece a entrenar con pesas así como así", recalcó. Hay que saber cuál es la forma adecuada, idealmente por un entrenador certificado por un grupo acreditado, como el American College of Sports Medicine, el American Council on Exercise o la National Strength and Conditioning Association.

Según Maestro, dos a tres sesiones a la semana, de 20 a 30 minutos cada una es aceptable.

4: El cáncer de mama es la forma más común de cáncer en mujeres. Hay 200.000 casos nuevos de cáncer de mama cada año, dando por resultado 47.000 muertes por año. El riesgo en el curso de la vida del cáncer de mama es uno en ocho para una mujer a la edad 20. Para los pacientes menores de 60 años, la oportunidad para ser diagnosticado con el cáncer de mama es 1 en cerca de 400 de un año dado.

Patofisiologia

La etiología del cáncer de mama sigue siendo desconocida, pero dos genes del cáncer de mama han sido clonados –los genes BRCA-1 y BRCA-2. Solamente 10% de todos los cánceres de mama se puede explicar por mutaciones en estos genes.

El estímulo estrogenico es un promotor importante del cáncer de mama, y, por lo tanto, los pacientes que tienen una historia larga de menstruación están en el riesgo elevado. La menarca temprana y la menopausia tardia son factores de riesgo para el cáncer de mama. La edad avanzada en el nacimiento del primer niño o la nuliparidad también aumentan el riesgo del cáncer de mama.

Los antecedentes familiares del cáncer de mama en un pariente de primer grado y la historia de enfermedad benigna del mama también aumentan el riesgo del cáncer de mama. El uso de la terapia de reemplazo de estrogenico o de contraceptivos orales aumenta levemente el riesgo del cáncer de mama. La exposición a la radiación y el consumo de bebidas alcohólicas también aumentan el riesgo de cáncer de mama.

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Diagnóstico y evaluación

La evaluación clínica de un modulo mamario (tumor) debe determinar la duración de la lesión, del dolor asociado, de la relación al ciclo menstrual o al uso exógeno de la hormona, y del cambio de tamaño desde su descubrimiento. La presencia de la descarga del pezón y su característica (sanguinolento o seroso, unilateral o bilateral, espontáneo o a la expresión) debe ser determinada.

Historia Menstrual. La fecha del ultimo período menstrual, de la edad de la menarca, de la edad de la menopausia o del retiro quirúrgico de los ovarios, de la regularidad del ciclo menstrual, de embarazos anteriores, de la edad en el primer embarazo, y de la historia de la lactancia debe ser determinada.

La historia de biopsias previas, cancer de mama, o aspiración de quistes de mama, debe ser investigada. La terapia oral anterior o actual con contraceptivo y de reemplazo hormonal, y las fechas y los resultados de mammograms anteriores deben ser comprobados.

Los antecedentes familiares deben documentar el cáncer de pecho en los parientes y la edad en la cual se diagnosticaron a los miembros de la familia.

Examen Físico

Los senos se deben examinar en busca de asimetría, deformidad, contracción de la piel, eritema (enrojecimiento), d'orange del peau o "piel de naranja"(que indica el edema del pecho), y contracción, decoloración, o inversión del pezón.

Palpación

Los pechos deben ser palpados mientras que el paciente se encuentra sentando y después en posición supina (recostado) con el brazo ipsilateral abierto. El pecho entero debe ser palpado sistemáticamente.

La masa (o nodulo) se debe evaluar para el tamaño, forma, textura, consistencia, fijación a la piel o pared toracica. La localización de la masa se debe documentar con un diagrama en el expediente de los pacientes. Los pezones se deben expresar para determinar si la descarga puede ser inducida. La descarga del pezon se debe evaluar para los conductos solos o múltiples, el color, y cualquier masa asociada.

La axila debe ser palpada para determinar si existe adenopatía, con una evaluacion del tamaño de los nodulos linfaticos, su número, y fijación. Los nodulos supraclavicular y cervicales deben también ser determinados.

Imágenes de los Senos

Mamografía

La mamografía de escrutinio se realiza en los pacientes asintomáticos y consiste en dos proyecciones. Las pacientes no son examinados por un mamografo. La mamografía de escrutinio reduce mortalidad del cáncer de mama y se debe iniciar generalmente a los 40 años de edad.

La Mammografia de Diagnostico se realiza después de que se haya detectado una masa del pecho. Un mamografo examina a las pacientes generalmente, y las películas se interpretan inmediatamente y las vistas adicionales de la lesión se completan. Los resultados Mamográficos que predicen malignidad incluyen masas espiculadas con distorsión arquitectonica y microcalcificaciones. Una mammografia normal en la presencia de una masa palpable no excluye malignidad.

La Ultrasonografia se utiliza como adjunto a la mammografia para distinguir las masas solidas de las quisticas. Es la primera modalidad de proyección de imagen en pacientes menores de 30 años de edad.

Métodos de biopsia de Mama

Biopsia con aguja estereotactica. Usando una unidad stereotactic computarizada, la lesión se localiza en tres dimensiones, y una aguja automatizada obtiene muestras de la biopsia. La sensibilidad y la especificidad de esta técnica son 95-100% y 94-98%, respectivamente.

Masas palpables. La biopsia con aspiración con aguja fina (FNAB) tiene una sensibilidad que varia del 90-98%. Las aspiraciones no diagnosticas requieren biopsia quirurgica.

La piel es preparada con alcohol y la lesión se inmoviliza con la otra mano. Una jeringa de 10 mL, con una aguja de # 18 a 22, se introduce dentro de la porción central de la masa en un angulo de 90 grados. Cuando la aguja se introduce en la masa, se aspira contrayendo el émbolo, y se avanza la aguja. La aguja se dirige en diversas áreas de la masa mientras que mantiene la succión en la jeringa.

La succión se lanza lentamente antes de que la aguja se retire de la masa. El contenido de la aguja se pone sobre las diapositivas de cristal para la examinación patológica.

Lesiones no palpables

Biopsia localizada con aguja

Bajo dirección mammografica, una aguja y un gancho se ponen en el parenquima del pecho adyacente a la lesión. Llevan el paciente al cuarto de operaciones junto con los mammogramas para una biopsia excisional del pecho.

La piel y los tejidos finos subyacentes se infiltran con lidocaína 1% con epinefrina. Para las lesiones situadas a 5 centímetros del pezón, una incisión periareolar puede ser utilizada o utilizar una incisión curvada situada sobre la masa y en paralelo a la areola. Incida la piel y la grasa subcutanea, después palpar la lesión y extirpe la masa.

Después de la remocion del espécimen, una radiografía del espécimen se realiza para confirmar que se ha quitado la lesión. El espécimen se puede entonces enviar fresco para el análisis patológico.

Cierre los tejidos finos subcutáneos con una sutura crómica de catgut 4-0, y cierre la piel con la sutura subcuticular 4-0. 

¿QUÉ ES?

Un crecimiento maligno del tejido mamario. El cáncer se puede extender fundamentalmente a los ganglios linfáticos cercanos y menos frecuentemente a órganos a distancia (pulmones, pleura, hueso, pelvis e hígado). Raro en hombres (aunque posible) y en mujeres por debajo de los 30 años, con mayor incidencia entre los 45 y los 65, aumenta después de la menopausia. CAUSAS

Desconocidas.Se han descrito dos alteraciones genéticas que predisponen al mismo en los genes BCR1 y 2, aunque éstas sólo justifican menos del 5 % del total de los cánceres de mama (se constata la alteración en estos genes en 1 de cada 200 mujeres).SÍNTOMAS

Los síntomas más característicos son: – Asintomático al principio. – Retracción del pezón. – Bultos en mama o en axilas FACTORES DE RIESGO

– Mujeres por encima de los 50.- Historia familiar de cáncer de mama (grupo en el que se incluyen las pacientes con las citadas mutaciones genéticas, por lo que quizás las mujeres con historia familiar importante, varias familiares consanguíneas directas diagnosticadas de cáncer de mama, podrían someterse a las pruebas para detectarlas.- Caso de ser positivas, los expertos aconsejarán el mejor plan individualizado de tratamiento y un seguimiento muy estricto. – Antecedente de cáncer de mama. – Exposición a radiaciones.- Pacientes con cáncer de ovario o endometrio. PREVENCIÓN

– Examinar las mamas. – Observar un examen ginecológico regular/anual. – Mamografía de base entre los 35 y 40 años, posteriormente revisión periódica en principio anual. – La lactación natural reduce la aparición de cáncer de mama. DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO

Diagnóstico-Deben valorarse todas las opciones y ser explicadas en profundidad. Tratamiento– A veces sólo la cirugía para extirpar los nódulos, bultos ó ganglio linfáticos es la solución.- Otra solución es extirpar todo el pecho.- Terapia radiactiva.- Quimioterapia y hormonas, en otros casos. . POSIBLES COMPLICACIONES

– Metástasis en otros órganos.- Reacciones adversas a la radiación o quimioterapia

PRONÓSTICO

-La mayoría son curables si se detectan a tiempo.

 

 

Autor:

J.P. Arbizu

Servicio de Oncología. Hospital de Navarra. Pamplona

Enviado por:

Endri Paredes

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