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La incidencia del colectivo pedagógico en el desarrollo de las competencias profesionales del profesor general integral (página 2)


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Este proceso de desarrollo de la competencia es complejo como ya se había abordado anteriormente, en el intervienen todos los profesores que conforman el colectivo pedagógico, a partir de la impartición de las asignaturas que conforman el currículo, como son los profesores de Matemáticas, Física, Informática que en su empeño de contribuir a la formación con el enfoque interdisciplinar que se exige en el modelo, tienen que contribuir a lograr desde el trabajo del colectivo, el desarrollo del pensamiento lógico, hasta inculcarlo en su modo de actuación, de manera que se convierta en un modelo para la actuación de los futuros profesionales, en el que se aseguren procedimientos lógicos, interdisciplinarios y coherentes para resolver no solo problemas y ejercicios relacionados con un contenido directo de las asignaturas, sino que se le enseñen habilidades generales del pensamiento para resolver cualquier problemas de la vida práctica y por ende de su contexto de actuación.

Los profesores de Matemáticas son los encargados de llevar el hilo conductor en este proceso, haciendo posible la asimilación por los restantes miembros del colectivo pedagógico de los procedimientos heurísticos que se utilizan en la asignatura para resolver los problemas matemáticos, ya que estos pueden ser generalizados para que el profesor en formación cuente con un modelo lógico que le permita orientarse en la situación dada, establecer relaciones entre los conocimientos que posee hasta lograr a través de la movilización de ellos encontrara la solución más efectiva para resolver el problema profesional.

La competencia es un fenómeno complejo, que para su desarrollo se necesita el tratamiento coherente e intencionado por todos los factores, por lo que en esto el profesor de Matemática debe incidir sobre el colectivo para la puesta en práctica de la Enseñanza Problémica, ya que esta permite que el para su desarrollo profesor en formación no solo se apropie activamente del conocimiento, sino de la lógica de la ciencia para resolver los problemas de su contexto de actuación.

Desde este enfoque de la complejidad, la competencia es asumida como una configuración psicológica compleja que integra en su estructura y funcionamiento formaciones motivacionales, cognitivas y recursos personológicos que se manifiestan en la calidad de la actuación profesional del sujeto, y que garantizan un desempeño profesional responsable y eficiente".

De esta manera la competencia profesional como configuración psicológica de la personalidad que expresa la calidad de la actuación profesional se construye de forma individual por los sujetos en el proceso de su formación y desarrollo profesional. Esta afirmación tiene implicaciones importantes en el orden metodológico para la educación de la competencia profesional que destacamos a continuación:

??La competencia profesional por constituir una configuración psicológica compleja no nace con el sujeto sino que es construida por él en el proceso de su formación y desarrollo profesional.

Esto no niega la participación de componentes innatos, tales como las aptitudes, características temperamentales, que pueden constituir premisas sobre las cuales el sujeto construye su competencia profesional. Es por ello que la construcción de la competencia es individual aún cuando siempre se realiza en condiciones sociales. Ello implica la necesidad de lograr por parte del docente y los tutores una atención diferenciada en el proceso de educación de la competencia profesional en los centros de formación profesional y en los centros laborales.

??En el proceso de educación de la competencia profesional tanto en el centro de formación profesional como en los centros laborales, los docentes y tutores asumen un rol orientador mientras que los estudiantes y profesionales asumen un rol de sujeto de su formación y desarrollo profesional.

??Teniendo en cuenta el carácter protagónico de sujeto que asumen estudiantes y profesionales en el proceso de construcción de su competencia profesional es necesario tener en cuenta que la educación de la competencia profesional debe sustentarse en una metodología participativa de enseñanza-aprendizaje, en una comunicación dialógica entre docentes y estudiantes, tutores y profesionales, así como en una evaluación centrada en el proceso de construcción de la competencia profesional a través de la autoevaluación y la heteroevaluación en el ejercicio de la profesión.( González Maura, V.: ¿Qué significa ser un profesional competente? )Revista Iberoamericana de Educación (ISSN: 1681-5653)

Estas implicaciones de orden metodológico para la educación de la competencia profesional, al igual que el significado de un profesional de la educación competente, deben ser dominadas por todos los miembros del colectivo pedagógico, ya que las mismas servirán de guía para la dirección del proceso de formación.

Un profesor competente en el contexto de la sociedad del conocimiento y de la universalización debe ser un profesional que se caracterice porque:

Posea una amplia cultura que permita enfrentar con sólidos argumentos las diversas contradicciones que se suscitan en el aula o en el colectivo de los docentes de la microuniversidad.

Se identifique con la ideología de la Revolución Cubana y defienda sus principios y valores.

Posee una cultura general integral.

Domine su ciencia y la lengua materna.

Tenga habilidades, destrezas, capacidades, y competencias propias de la profesión.

Posea competencias investigativas para solucionar los problemas que detecte en su contexto de actuación.(F. Addine, 2004)

Ahora bien, como nadie nace siendo competente, es necesario que el colectivo pedagógico designado para su preparación, trabajen de manera intencionada y coherente las competencias que caracterizan a este profesional entre las que se encuentran:

Competencia didáctica

Competencia para la orientación educativa

Competencia para la investigación educativa

Competencia para la comunicación

Competencia para la dirección del aprendizaje

El desarrollo de las competencias es un proceso gradual y complejo en el que se alcanzan niveles o estadios en este período de la formación, que continúa desarrollándose en la práctica del ejercicio y con la superación permanente del profesional, por lo que para alcanzar la calidad en el desempeño del docente es necesario que se definan esos niveles por lo que debe transitar el proceso de desarrollo de la competencia profesional del Profesor General Integral de Secundaria Básica.

En este trabajo se asume que los niveles son estadios en el proceso de desarrollo de la competencia que reflejan el comportamiento integral de los indicadores en íntima relación con otros criterios pedagógicos asumidos. (Parra. 2002)

Consideramos que para alcanzar el desarrollo de las competencias profesionales se pudiera trabajar con los diferentes niveles:

Un nivel de preparación del profesor en formación, un nivel de familiarización con la práctica, un nivel de organización y un último nivel de consolidación

En el nivel de preparación hay que lograr la orientación inicial del futuro profesor desde el trabajo sistemático del colectivo pedagógico, a partir de las situaciones relacionadas con los problemas profesionales que tiene que resolver en su escuela, que le permita incorporarse a la microuniversidades a partir del segundo año en un grupo de quince estudiantes, bajo la tutoría de un profesor de experiencia., donde comienza el tránsito por el ciclo Este debe alcanzarse en el primer año intensivo de la formación.

Esta orientación, debe ser proporcionada de manera coherente por el colectivo pedagógico a los profesores en formación del primer año de la carrera, para ayudarlos a vencer las necesidades profesionales y por tanto alcanzar la concepción de habilitado reflejado en el modelo permitiéndole incorporarse a la microuniversidad como PGI, en la educación de un grupo 15 estudiantes bajo la tutoría de un profesor de experiencia de la escuela.

Esta orientación contribuirá a fortalecer el éxito, a que el futuro profesor sienta confianza en sí mismo, a elevar la motivación de los mismos, a mover al grupo hacia exigencias superiores en su preparación para cumplir sus funciones, ya que sentirá la ayuda oportuna y necesaria a partir de ese adecuado proceso de orientación.

El valor de la orientación que debe ser convenida desde el colectivo pedagógico, reside en que garantiza la comprensión por el profesor en formación de lo que va a hacer, antes de iniciar su ejecución en el componente laboral, en la medida que él sepa cómo tiene que proceder para aprender él y para enseñar a sus alumnos, qué materiales, instrumentos va a utilizar y qué acciones y operaciones debe de hacer, así como el orden de su ejecución, mayor será después la calidad de dicha ejecución para su autopreparación y por tanto el de su desempeño.

Este proceso de orientación, sistemático y coherente, ayuda a que el profesor en formación adquiera formas de cómo aprender a aprender lo cual potencia que al culminar su primer año intensivo haya alcanzado la habilitación necesaria para incorporarse a la microuniversidad bajo la tutoría de un especialista, ya que se consideran habilitados aquellos estudiantes que culminan su primer ano intensivo con el nivel de conocimiento y las habilidades pedagógicas profesionales básicas relacionadas con determinados contenidos que le permitan incorporarse a la microuniversidad bajo la tutoría de un profesor de experiencia. Esta orientación adecuada posibilita que este futuro profesional adquiera un nivel de familiarización para incorporarse en la microuniversidad.

En la elaboración de esas situaciones relacionadas con los problemas profesionales, le corresponde a los profesores de Computación, de Física y fundamentalmente al de Matemática, enseñarle a los restantes profesores del colectivo, los pasos para su elaboración, ya que esta es una habilidad que exige el programa de la asignatura de Matemática a lograr en los profesores en formación y por tanto creemos que estos son los más capacitados para capacitar a su vez a los restantes profesores. En estas situaciones relacionadas con los problemas profesionales, evidentemente, hay que tener en cuenta los resultados del diagnóstico integral y la salida curricular a l contenido de las asignaturas que recibirá el alumno,

Es importante que el colectivo pedagógico comprenda que el éxito del proceso de desarrollo de las competencias profesionales de este futuro docente, depende en gran medida de que sea asumido un nuevo enfoque para la proyección y dirección del proceso, donde el diagnóstico que se utilice para determinar las necesidades de este futuro profesor pase a ser de un diagnóstico solo aplicable por especialistas a uno para el trabajo cotidiano del colectivo pedagógico , a través del cual se permite pronosticar comportamientos futuros y proyectar estrategias educativas, según las necesidades profesionales existentes y las condiciones de la realidad objetiva, además, para que los resultados de este diagnóstico sirvan para proyectar la dirección del trabajo del colectivo debe aproximarse al desempeño que debe mostrar este futuro profesional, en el cual debe reflejar el enfoque interdisciplinar que utiliza para la formación integral del adolescente que va a educar.

En el nivel de familiarización hay que garantizar que el profesor en formación reconozca, a partir de las situaciones relacionadas con los problemas profesionales, los problemas profesionales en la praxis, donde para su solución imita el modo de actuación de sus profesores del ISP, y tutores, alcanzando una actuación práctica inicial. Este hay que lograrlo en el segundo año.

El nivel de reorganización se caracteriza por la incorporación a la práctica, no solo de la teoría adquirida en sus año precedentes, sino de la adquirida en su experiencia enriquecida, tanto en la Sede Pedagógica, como en el cumplimiento del tránsito por el ciclo en microuniversidad, permitiéndole al profesor en formación proponer alternativas de solución para resolver los problemas de su escuela (aula) alcanzando un nivel de actuación profesional consciente. Este nivel debe alcanzarse entre el tercer y cuarto año de la formación.

El nivel de consolidación se caracteriza por el grado de autodeterminación profesional que muestra el profesor en formación en la toma de decisiones oportunas y conscientes, permitiéndole crear nuevas alternativas de solución a los problemas profesionales con lo cual contribuye al desarrollo de los proyectos centros.

Para potenciar el transito de los profesores en formación por los niveles es imprescindible que el colectivo pedagógico proyecte la dirección y evaluación del proceso a partir de un diagnóstico, en el que el profesor de matemática le corresponda proponer las habilidades generales del pensamiento que se medirán, para proyectar la dirección del proceso.

El colectivo pedagógico debe partir de las exigencias sociales de la profesión donde se reflejan los objetivos , los propósitos y aspiraciones que deben ser alcanzados durante el proceso de formación de este profesional, estas deben constituirse en puntos de referencias para proyectar y evaluar el proceso de enseñanza aprendizaje por el colectivo pedagógico durante el desarrollo de su trabajo metodológico, a través del cual deben conformarse en el modo de pensar, sentir y actuar del profesor en formación su comportamiento ideológico y político moral en correspondencia con los principios de la Revolución en su proyección personal y profesional como educador, su alta motivación e identificación profesional pedagógica en su comportamiento cotidiano, así como la dirección del proceso de enseñanza aprendizaje de los adolescentes con enfoque interdisciplinario y desarrollador de su la personalidad

El colectivo pedagógico debe utilizar métodos que estén bien fundamentado desde el colectivo pedagógico ya que el enfoque interdisciplinar del proceso se logra a partir de los nexos que se establezcan en el modo de pensar y de actuar, y precisamente la utilización de los métodos idóneos a emplear por el colectivo hace que se formen los saberes interdisciplinarios y duraderos en los futuros profesores. Este método propicia la dirección del proceso a partir de la lógica de la profesión y no desde la lógica de las ciencias particulares, a su vez esta forma de ser conducida la enseñanza le va quedando al profesor en formación como modelo para su actuación. Este método al contribuir al desarrollo de las habilidades y a la formación de la identidad profesional se constituye en el portador del modo en que debe actuar este futuro profesional. Su utilización permite, además, un adecuado seguimiento a las necesidades profesionales, alcanzándose un verdadero avance en el futuro profesor no de forma fragmentada, ni en asignaturas aisladas, sino que sea un avance integral, donde la estructura cognoscitiva del futuro profesor se haya enriquecido.

Ese método de enseñanza interdisciplinar que es utilizado por todos los miembros del colectivo obliga a que en las actividades docentes que se desarrollen haya que utilizar contenidos de todas las asignaturas para resolverlas por lo que exige de una mayor autopreparación y preparación colectiva para cumplir con los exigencias del mismo, esto hace que el profesor enseñe al profesor en formación en cómo buscar los conocimientos que hacen falta y luego cómo combinarlos para extraer la relación que necesito para resolver las actividades docentes. Este proceso ayuda al profesor en formación a lograr la movilización de los saberes,

Este es un proceso de configuración psicológica, donde hay que propiciar un esfuerzo consciente en el profesor en formación, este proceso necesita ser enseñado a partir de lograr, durante la formación, un acercamiento y comprensión de la diversidad de conocimiento que él como profesor en formación posee y que pueden ser puestos en práctica si se lo propone, este implica, además sea enseñado el cómo reflexionar profundamente a partir de los conocimientos que se tiene, pero a su vez exige que se implique personalmente a este para que se involucre en este proceso de búsqueda de soluciones.

El perfeccionamiento de este proceso va potenciando la posibilidad de que el profesor en formación gane mayor orientación en las situaciones nuevas , halle los caminos propios para la conformación de estrategias educativas , y lo más importante lo ayuda a sostener, a defender y a argumentar los criterios personales en el debate metodológico con el dúo o el trío y en el colectivo de grado, de igual manera lo ayuda a vencer sus dificultades en la sede pedagógica, y a alcanzar niveles adecuado de independencia.

En esta independencia, el profesor en formación adquiere mayor confianza en sí mismo, confianza en sus propias fuerzas y adecuada autoestima, por lo que gana en una mayor decisión, y autoaceptación, la cual pondrá en práctica en su actuación profesional.

Este nivel de independencia va desarrollando al mismo tiempo la capacidad en el profesor en formación de aportar e intercambiar positivamente en función del perfeccionamiento del trabajo del dúo, y es capaz de mantener el control emocional en las situaciones difíciles de interacción tanto con el dúo como con el grupo de adolescentes, por lo que se comienza a desarrollar en este un nivel de autorregulación, el cual se refleja en la medida en que se logre que este , además de regular su conducta a partir de los requerimientos y exigencias sociales y de sus tutores alcance un grado de autonomía, y autodeterminación , que le permite proyectarse a partir de sus determinantes internas , convirtiéndose en un ente activo dentro del proceso, logrando mayor responsabilidad ante las consecuencias de sus decisiones autodeterminadas, asume los éxitos y errores que se derivan de esas acciones y las enfrenta con madurez.

Estos procesos anteriores potencian en el profesor en formación un crecimiento profesional contextual entendido como el proceso de transformación que se produce en la personalidad del profesor en formación, que permite un nivel de regulación en su comportamiento, al tomar decisiones conscientes para la solución de los problemas de su escuela (aula), implicando una mejor relación en el trabajo con el dúo, alumnos y familia.

Este crecimiento se va potenciando en el profesor en formación en la medida que el colectivo pedagógico logra que este construya su propio conocimiento de manera activa, que reflexione profundamente sobre el y sea capaz de reelaborarlo, aplicarlo y modificarlo incorporándole sus propios criterios e ideas personales. Hay que lograr que las vivencias, modos de actuación y otras experiencias sean incorporados desde la visión personal y con las transformaciones que le imprimen el estilo de actuar y su manera de sentir.

Todos estos aspectos hacen que el profesor en formación quede preparado para crear alternativas nuevas y participar en proyectos centros para contribuir a la solución de los problemas de su escuela (aula).

Conclusiones

El conocimiento sólo es pertinente cuando se es capaz de contextualizar su información, de globalizarla y situarla en un conjunto. Sin embargo, el sistema de pensamiento que se impregna durante la formación del Profesor General Integral de Secundaria Básica, es un sistema de pensamiento fragmentado de la realidad y hace que las mentes sean incapaces de relacionar los distintos saberes cognitivos, recibidos a partir de las asignaturas del currículo, para resolver con eficiencia y creatividad los problemas profesionales que se les presentan a este futuro educador en su contexto de actuación. Esta fragmentación de los conocimientos, que conduce a extrapolar un solo aspecto de la realidad, puede tener importantes consecuencias humanas y prácticas para el desarrollo del país, que cuenta con estos futuros docentes para contribuir al cambio educativo de la secundaria Básica en Cuba, el cual esta perneado de la cultura general integral necesaria para el desarrollo de las nuevas generaciones.

Este cambio de pensamiento enseñará al futuro profesional a afrontar la complejidad del mundo, (fundamentalmente en su contexto de actuación), con ayuda de instrumentos, de conceptos capaces de relacionar los diferentes saberes que están a su disposición en este fin de siglo XX. Se trata de algo vital para este mundo acelerado, en el que se ha hecho imposible, aislar a escala nacional un problema tan importante como el desarrollo de las competencias de los profesionales de la educación. Esta reforma de pensamiento, precisa, la necesidad del desarrollo de las competencias que caracterizan a este profesional para ponerlo al nivel de su tiempo, para que flote sobre él, y no dejarlo debajo de su tiempo con lo que no podrá salir a flote.

En este sentido se exige la transformación del modo de actuación de los profesores encargados de formar a estos profesionales de la educación, en el que hay que lograr la incorporación de enfoque interdisciplinarios para el desarrollo de estas competencias, en la que el profesor de Matemática tiene un papel preponderante en la dirección del trabajo coherente y lógico del colectivo pedagógico.

El trabajo intencionado para el desarrollo de las competencias de este profesional propiciará que el futuro Profesor General integral asimile pensamientos lógicos para resolver cualquier problema de su contexto de actuación, para el que tendrá el conocimiento necesario para cumplir la exigencia de dirigir el proceso de enseñanza de la Secundaria Básica con enfoque interdisciplinar, para la formación integral de la personalidad.

Este modesto aporte expresado en el cuerpo del trabajo puede ser utilizado como una alternativa para el desarrollo de las competencias profesionales del Profesor General Integral de Secundaria Básica, la cual será una herramienta efectiva par enfrentar y enseñar a sus alumnos a vivir, comprender y transformar este mundo complejo.

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Autora:

Prof. Asistente. Leticia Guillot Mustelier

Enviado por:

Aida Maria Ocejo Salvador

Instituto Superior Pedagógico

Frank País García

Facultad de Formación de Profesores Generales Integrales de Secundaria Básica.

[1] J. Martí. Oc. t. 8, p421.

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