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Aspectos bio-psico-sociales del suicidio (página 2)


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–El plan suicida o idea suicida planificada, en la que el individuo desea suicidarse, ha elegido un método habitualmente mortal, un lugar donde lo realizará, el momento oportuno para no ser descubierto, los motivos que sustentan dicha decisión que ha de realizar con el propósito de morir.

4- La amenaza suicida. Consiste en la insinuación o afirmación verbal de las intenciones suicidas, expresada por lo general ante personas estrechamente vinculadas al sujeto y que harán lo posible por impedirlo. Debe considerarse como una petición de ayuda.

5- El gesto suicida. Es el ademán de realizar un acto suicida. Mientras la amenaza es verbal, el gesto suicida incluye el acto, que por lo general no conlleva lesiones de relevancia para el sujeto, pero que hay que considerar muy seriamente.

6- El intento suicida, también denominado parasuicidio, tentativa de suicidio, intento de autoeliminación o autolesión intencionada. Es aquel acto sin resultado de muerte en el cual un individuo deliberadamente, se hace daño a sí mismo.

7- El suicidio frustrado. Es aquel acto suicida que, de no mediar situaciones fortuitas, no esperadas, casuales, hubiera terminado en la muerte.

8- El suicidio accidental. El realizado con un método del cual se desconocía su verdadero efecto o con un método conocido, pero que no se pensó que el desenlace fuera la muerte, no deseada por el sujeto al llevar a cabo el acto. También se incluyen los casos en los que no se previeron las complicaciones posibles, como sucede en la población penal, que se auto-agrede sin propósitos de morir, pero las complicaciones derivadas del acto le privan de la vida (inyección de petróleo en la pared abdominal, introducción de alambres hasta el estómago o por la uretra, etc.).

9- Suicidio intencional. Es cualquier lesión auto-infligida deliberadamente realizada por el sujeto con el propósito de morir y cuyo resultado es la muerte. En la actualidad aún se debate si es necesario que el individuo desee morir o no, pues en este último caso estaríamos ante un suicidio accidental, en el que no existen deseos de morir, aunque el resultado haya sido la muerte.

     De todos los componentes del comportamiento suicida, los más frecuentes son las ideas suicidas, los intentos de suicidio y el suicidio consumado, sea accidental o intencional.

     Las ideas suicidas son muy frecuentes en la adolescencia sin que ello constituya un peligro inminente para la vida, si no se planifica o se asocia a otros factores, llamados de riesgo, en cuyo caso adquieren carácter mórbido y pueden desembocar en la realización de un acto suicida.

El intento de suicidio es muy común entre los adolescentes con predisposición para esta conducta y se considera que por cada adolescente que comete suicidio, lo intentan cerca de trescientos.

Causas y efectos de suicidio

Socialmente se le busca las causas que llevan a un suicidio, pero la causa estructuralmente es una causa vacía.

Existen factores orgánicos y sociales que predisponen al suicidio. Entre los primeros está la tristeza, la ansiedad y la depresión. Entre los segundos, la pobreza, la falta de empleo, la soledad y otros.

ALGUNAS CAUSAS

Es rara vez que alguien decide suicidarse sin pensarlo de antemano. Durante las horas y los días antes de que una persona se quite la vida, generalmente hay signos y advertencias. Los signos más fuertes e inquietantes son verbales, ejemplo: "No puedo seguir adelante", "Ya nada me importa" o "incluso estoy pensando en acabar con todo".

Todos estos comentarios hay que tomarlos en cuenta:

  • Estado de depresión o abandono. La mayoría de los casos serios de depresión se debe a un desequilibrio de las sustancias químicas.

La depresión es el pesar que no disminuye con el pasado del tiempo que aletarga o anula toda acción. Es una angustia difícil de soportar, se siente como un cedazo que solo deja pasar pensamientos negativos. Vivir así es muy difícil, toda depresión trae consigo una pérdida de autoestima que puede ser fatal.

  • Comportamiento temerario, al sufrir una pérdida importante o cambio de vida.

  • Abusos de droga y alcohol.

  • Actitudes de fantasía: la muerte es un medio de gratificación. Ejemplo: Un señor se suicidó para estar junto con su esposa que había muerto antes.

  • Necesidad de expiación: vivir con grandes sentimientos de culpa y una imperiosa necesidad da auto castigo. Son personas que no se pueden aceptarse ni perdonarse.

  • Vida familiar no gratificante: culpígena que llena de frustración y rabia. Suele ser una de las causas más frecuentes.

  • El Dolor físico: que no se quita o no disminuye suficientemente ó el miedo a ciertas enfermedades es otra frecuente causa del suicidio.

  • Suicidio por divorcio o separación.

  • Suicidio por amor: cuando no se alcanza el amor que uno necesita existe un fuerte deseo de morir, acto que lleva al suicidio.

  • Autoestima pobre: ellos viven normalmente un auto rechazo doloroso y humillante. Lo que forma un tremendo circulo vicioso y esto termina en la auto destrucción definitiva.

  • Violaciones y abandonos o que desde niños fueron dejados: estas víctimas viven continuos sentimientos de culpa, vergüenza, soledad, aislamiento y diferencia por la vida, es porque muy fácilmente sufrirán una depresión tremenda y una ideación suicida.

  • Los perfeccionistas: ellos tienen un muy pequeño umbral para la frustración ya que su autoestima depende de sus logros, y pueden llegar a sentirse que no valen como persona por las faltas cometidas.

  • Correr riesgos innecesarios: al escoger deportes de alta exposición.

El suicidio se divide entre PATOLÓGICO Y NO PATOLÓGICO.[3]

  • 1) SUICIDIO NO PATOLÓGICO.

El respeto a la vida son consideraciones morales, religiosas y sociales.

Hay sujetos que sacrifican su vida a un ideal religioso, a un sentimiento de honor, a un deber social.

En este grupo también entran el suicidio de ciertos enfermos que están condenados a muerte por una enfermedad Terminal.

  • 2) SUICIDIO PATOLÓGICO.

A) DETERMINISMO PATOGENICO

En este caso hay una perturbación grave de la afectividad, a un tema delirante y obsesivo o desórdenes alucinatorios.

  • Perturbaciones afectivas: son de tipo, intensidad y duración variables. Puede ser por un simple desconcierto emotivo agudo. Transitorio pero intenso, ejemplo anuncio de una mala noticia, de una catástrofe, el sujeto pierde el dominio de sus actos a un reflejo trágico.

En este grupo entran, todos los ESTADOS PASIONALES; con sus reacciones dramáticas, suicidio simple o crimen seguido de suicidio.

  • Individuos con ideas delirantes: de indignidad, culpabilidad, auto acusación o místicas, conducen a menudo a una solución que ellos consideran como una obligación inevitable o necesaria.

Otras veces la idea del suicidio se impone al sujeto como una verdadera obsesión, una idea fija y rara vez pasa a la acción. El sujeto sufre mucho.

  • Las alucinaciones: intervienen a menudo en determinismo del suicidio. Ya sean alucinaciones visuales terroríficas a las que el sujeto no puede escapar, si no suprimirse. Las auditivas que le dictan su conducta, después de dirigirle amenazas y reproches.

  • Patología mental: melancólicos delirantes y angustiados, confusos, oníricos alucinados y ansiosos; esto los lleva muchas veces al suicidio.

B) SEMIOLOGÍA.

  • Melancolía: es la enfermedad mental que da ocasión a suicidios con frecuencia mucho mayor que los demás: todo melancólico es un suicida en potencia pero ciertamente no todos los suicidas son melancólicos.

Hay en particular dos tipos de melancólicos que hay que desconfiar.

  • 1- Los que no dicen nada y parecen sumidos en un estupor inerte, pero son presos de una rumiación obsesiva o de alucinaciones muy activas.

  • 2- Los que se defienden con una actitud de resignación. Ejemplo los que les están dando quimioterapia o antidepresivos, pueden tener al comienzo del tratamiento una reacción suicida. Y otro ejemplo son los que se niegan a tomar alimentos y a esto se le considera como una idea destructiva.

  • Delirios crónicos hipocondríacos: delirio de auto acusación. Es menos peligroso que el melancólico.

Ciertos hipocondríacos graves, al sistematizar sus trastornos cenestésicos en un órgano ó una función determinada, ante la impotencia de los tratamientos médicos o quirúrgicos terminan por refugiarse en el suicidio, por lo general se limitan a auto mutilaciones que se consideran como suicidio parcial.

  • Onirismo tóxico e infeccioso: en caso de onirismo secundario o enfermedades infecciosas, algunos enfermos reaccionan con fugas o con suicidios inconscientes o involuntarios y a estos se les llaman suicidas accidentales: neumónicos delirantes y tifódicos perseguidos por enemigos imaginarios que se tiran por la ventana. Soldados negros que abren el vientre con sus bayonetas.

Las mismas reacciones se observan en el alcohólico que sufre delirio agudo (de persecución) se ahorcan o se arrojan al agua.

  • Epilepsia: el determinismo inconsciente es el que ocasiona a veces el suicidio de algunos epilépticos.

  • Estado demenciales: (de paralíticos generales o seniles).

  • En ciertos esquizofrénicos, el suicidio responde a un desorden afectivo.

Otras causas de suicidio son:

  • Herencia: se ha hablado de suicidio hereditario, se ha encontrado con frecuencia una predisposición familiar en dos o tres generaciones. Se han encontrado algunos casos de suicidio o ascendientes o colaterales.

  • Suicidio disimulado: ciertos melancólicos lúcidos y dueños de sí, preparan su desaparición con habilidad y presentación adecuada para hacer sospechar una muerte natural o un atentado.

  • suicidios coactivos: es el del chantaje.

  • suicidios venganza: en ciertos individuos desgraciados o melancólicos que se dan la muerte y pretenden que la responsabilidad y el remordimiento pese sobre aquellos a quienes tienen por causa de su desventura.

  • Suicidio colectivo o amplio: son los que a veces lo hacen con gas o carbón vegetal.

  • Epidemia de suicidio: en diferentes épocas y en circunstancias diversas. Algunas grandes catástrofes ruinas nacionales o desastres han inspirado a numerosas personas la voluntad de no sobrevivir.

  • El suicidio de síndrome de carencia de autoridad: se trata de un acto impulsivo de centro de reflexión.

Estos sujetos no tienen noción del valor de una vida humana.

¿Cuales son los efectos del suicidio?[4]

Los efectos del suicidio de amigos y familiares son a menudo devastadores. Ellos están más preocupados con el motivo del suicidio, mientras que quieran negar u ocultar la causa de la muerte, preguntándose si se podría haber evitado. Tienen sensación de culpa de los problemas que procedió al suicidio, como sensación de rechazo de sus seres queridos y rechazo de su medio ambiente.

Sus seres queridos experimentan enojo, impotencia, tristeza, coraje una gran variedad de sentimientos y emociones acerca del fallecido.

Los síntomas de dolor que experimentan los sobrevivientes de suicidio son intensa emoción y ansias de los fallecidos, existen pensamientos intrusivos acerca de la pérdida de un ser querido.

Para los sobrevivientes, experimentan sensación de aislamiento y vacio evitando hacer las cosas que recuerdan al difunto.

Hay problemas para dormir y no hay interés en las actividades que la víctima solía disfrutar.

ALGUNOS EFECTOS:

Efectos antes del suicidio:

Esto afecta a la persona que lo quiere realizar, a la familia y a la sociedad.

En la persona hay desajuste en su trabajo, en su ser; desajustes de tiempo, de alimentación, no descansan, toda su vida se trastorna, no saben cómo vivirla ni cómo enfrentarla.

En la familia: existe incertidumbre, sentimientos de culpa, preocupación, frustración, impotencia, desgaste, alteración de hábitos, disfuncionalidad familiar, aislamiento, vergüenza.

En lo socio cultural: sentimientos de miedo, aversión, rechazo, vergüenza y estigma

Evaluación del riesgo suicida

Javier Enciso Alvarado

"Se llama suicidio todo caso de muerte que resulte directa o indirectamente de un acto positivo o negativo, ejecutado por la propia víctima, a sabiendas de que habría de producir este resultado." El Suicidio. E. Durkheim.

"Para conservar la salud mental es indispensable realizar una labor de construcción de sentido". Resilencia Bóris Cyrulnik 2006.

Ante un tema tan complejo como lo es el del suicidio, una parte importante es la oportuna detección de trastornos de ansiedad y depresión, y que puedan motivar al sufriente a cometer el acto de quitarse la vida; para ello es indispensable recabar toda la información posible y de la manera más rápida y eficiente al detectar cualquier hecho o conducta "irregular" en la persona indiciada, con el objetivo de elaborar un primer juicio valorativo objetivo y así, poder sugerir la atención especializada conveniente en el caso.

Depresión y Suicidio[5]

La forma extrema de huida de una situación vital y de una tensión emocional intolerable es el suicidio. El acto del suicidio ha de considerarse como un intento de "superación" de una situación que resultó incontrolable, incluye el uso de energía, planificación y depresión desprovistas de intentos de superación.A las personas expuestas al peligro del suicidio les sobreviene un número mayor de acontecimientos vitales, amenazadores, indeseables y desvalorables.El 80% de los suicidios anunciados han de considerarse como llamadas de auxilio, "intentos de control".

Los siguientes motivos pueden impulsar a las personas afectadas por el peligro del suicidio

-El deseo de vivir, pero en mejores circunstancias.

-El deseo de no sufrir, de no resultar una carga para nadie.

Se ponen en cambio los siguientes sentimientos:

-Las responsabilidades existentes

-Los proyectos de vida que aún no han sido abandonados

-El miedo a la acción

-La condena social del suicidio

-Las tareas no consumadas.

En la ancianidad se acumulan las características que afectan desfavorablemente a las situaciones vitales y los factores de tensión psíquica que pueden provocar ideas de suicidio:

-La jubilación

-La pérdida de funciones y obstáculos

-Los prejuicios del ambiente

-El aislamiento social

-El alojamiento en asilos

-La pérdida del cónyuge

-La ayuda familiar

-Sensibilidades personales

-Una elaboración resignada de las experiencias

Todos estos sentimientos incrementan la tensión de tal forma que se considera al suicidio como última salida. La vejez no produce forzosamente depresiones.La tendencia al suicidio es el mejor signo de la presencia de una tensión extraordinaria o que una carga emocional muy elevada, produce precisamente, tales indicaciones.

Evaluación de riesgo y entrevista para pacientes con ideación

Una de ellas es el Cuestionario breve para valorar la potencialidad de la autodestrucción propuesto por el Centro de Atención al suicida en Los Ángeles California [6]en el cual de manera clara y específica se explica a manera de guía, como tener el primer contacto e inventariar todos los factores importantes de la personalidad autodestructiva y evaluar el riesgo de que pueda realmente quitarse la vida

Al abordar al sufriente haciendo preguntas abiertas y directas puede abrirse una positiva posibilidad de que al hablar sobre su situación, la ansiedad y tensión bajen a un punto más controlables como si se tratara de abrir una válvula que libere o desahogue el peso de sus emociones. Señalando aquí la frase del Dr. Robert E. Litman sobre la importancia de poder ver claramente si la persona tiene o no DESESPERANZA, atendiendo de inmediato los sentimientos de desamparo o abandono.

El prestar una escucha atenta y sincera, un verdadero interés por el otro y preguntas sencillas, claras y directas que abran al desahogo pueden ser de gran alivio para el suicida.

Algunos ejemplos:

¿La mayoría del tiempo te sientes desdichado?

¿Éste sentimiento de infelicidad es tan fuerte que algunas veces desearías estar muerto?

¿Hay ocasiones en que has pensado o pretendido matarte?

¿Has pensado cómo hacerlo?

¿Cuándo, dónde?

¿Tienes los medios?

Está claro que al obtener las últimas tres respuestas afirmativas el riesgo suicida se incrementa considerablemente, entendiendo la posibilidad de canalizar de inmediato para su atención profesional.

Otros instrumentos de medición como el HAD (ESCALA HOSPITALARIA DE ANSIEDAD Y DEPRESIÓN, que ayudan a conocer acerca de los sentimientos y sensaciones del paciente. La ESCALA DE DESESPERANZA, donde se valoran los sentimientos hacia el futuro, la pérdida de la motivación y las expectativas y que son factores pre-determinantes para el riesgo suicida. LA ESCALA DE IDEACIÓN SUICIDA de Aarón T. Beck ,[7] donde se evalúan las actitudes hacia el vivir y el morir, la escala de INTENCIONALIDAD SUICIDA[8]del "Center for Cognitive Therapy" Philadelphia U.S.A. y la ESCALA DE RIESGO RESCATE de A. WEISMAN[9]

En el difícil tema del suicidio, por lo general se enfatiza lo patológico, lo que está mal, el absurdo, lo deleznable, los factores traumáticos y se deja de lado a la PERSONA, sus recursos que sí tiene, sus habilidades y competencias, se señala lo oscuro dejando de lado lo luminoso.

edu.red

INTERVENCION PSICOLOGICA CON FAMILIARES Y DEUDOS

Ma. Blanca Gómez Karras

La terapia o acompañamientos indicados para sobrellevar el duelo de quien ha perdido a un ser querido, como resultado de un suicidio, es muy compleja debido a que se considera un duelo complicado, por todo lo que implica en sí misma la muerte por Suicidio.

Debido a esto la intervención con familiares y deudos de un sufriente, es diferente que en los otros tipos de duelo. Una de las formas en las que se puede acompañar, facilitándoles el duelo, es a través de los siguientes pasos: Identificando la pérdida, Fomentando la expresión de los sentimientos, Informando sobre las fases del Proceso de Duelo, Ayudando a la identificación de las Estrategias de resolución del problema, Encontrando las fuentes de apoyo familiar comunitario e Identificando las modificaciones necesarias en el estilo de vida.

Para esto se hará una Valoración Específica en los siguientes aspectos: Las formas habituales de afrontar las crisis personales, las Tendencias agresivas hacia sí mismos, el Significado que cada uno tenga sobre la Vida y la Muerte, la Fase del Duelo en que se encuentran cada uno de ellos y los Recursos Familiares, Personales y Sociales con que cuenten.

Dentro del afrontamiento de los problemas, podemos evaluar que tanto son capaces de superar otros problemas o situaciones fuertes o dolorosas, que grado de estrés se ha manifestado en la superación de esas situaciones, que tanto se verbaliza la situación y su aceptación, si se utilizan estrategias para superarlas y qué tipo de estrategias se usan, así como también si se recurre a su entorno social, ya sean amigos o personas calificadas, que puedan estar disponibles y a su alcance.

La forma de intervenir en estos casos es, aumentando el Afrontamiento, ayudándolos a valorar adecuadamente el acontecimiento, proporcionándoles una información objetiva y completa sobre los momentos de este proceso de Duelo, apoyándolos para poder identificar cada uno de los dolientes, sus puntos fuertes, habilidades y capacidades para vivir el momento de dolor en el que se encuentran, valorar las respuestas alternativas ante la situación, ayudarles a encontrar e identificar los sistemas de apoyo disponibles a su alrededor.

En todas las familias hay una persona identificada como un Cuidador familiar, que no necesariamente es el padre, la madre o el jefe familiar, sino que puede ser también cualquier otro miembro de la familia que tome este rol, o al que se le haya dado, incluso de forma natural; cuando este cuidador, resulta incapaz o insuficiente para que el resto de la familia y deudos, desarrolle su trabajo de adaptación a la situación de salud en forma adecuada, es cuando se buscará a un familiar o persona allegada, aunque no se tengan lazos de consanguinidad. Ya que se encuentra este Cuidador Familiar, el paso a seguir será, identificar dentro del grupo de dolientes las capacidades y recursos de cada uno de ellos, proporcionándoles a todos información completa tanto del Proceso, como del Cuidador, que será quién aglutine el grupo, no quién será responsable del mismo, sino quién dirigirá los esfuerzos y capacidades de todos, para el apoyo de todos los miembros del grupo, compartiendo la toma de decisiones, definiendo cada quién su rol dentro de la familia, de acuerdo a su capacidad específica, tomando en cuenta los cambios en las necesidades familiares, con relación al estado de salud de cada miembro de la familia o de uno de ellos en particular, en el caso de manifestarse una necesidad específica o de cuidado especial.

Respecto del Cuidador Familiar, deberá pensarse en aquella persona que en ese momento, no tenga problemas personales que le impidan centrarse en los cuidados del grupo, debe tener completa información de la situación y de cada uno de los dolientes, pensando que pueda ser una situación que se lleve un tiempo prolongado, deberá pensarse en un Apoyador, que le brindará soporte al cuidador, permitiéndole descansos, momentos de distancia saludable y de recarga de energía personal, para que los resultados sean óptimos para todos los dolientes, así como para evitarse una desorganización familiar, que se manifestara en la falta de cumplimiento de los roles personales y en algún momento cualquier otro tipo de problema.

Abordaje tanatológico entre familiares y deudos

En estos momentos el tanatólogo, psicólogo y psiquiatra, ya han conocido los motivos por el cual se llevó el suicidio y según sea el caso es la necesidad de diferentes terapias.

Cuando el suicidio se lleva a cabo por que la persona tenía una enfermedad crónica, dolorosa o parálisis cerebral, o enfermedades degenerativas, es más fácil la recuperación y más aceptable.

Cuando el suicida tuvo problemas de estabilidad emocional, problemas como el alcoholismo, depresión crónica, drogadicción, trastornos de personalidad, o sea que se deba a problemas en la familia, en este caso deja a la familia con sentimientos encontrados, no pueden identificar el sufrimiento, existe una controversia, sintiendo el dolor de la muerte pero al mismo tiempo cierto descanso por tantos problemas que causó. En este proceso de duelo es difícil y largo precisamente por la falta de claridad en las relaciones y en los efectos.

Hay sentimientos encontrados por la situación tan cambiante en el suicida. Deja a los familiares con rencor pero al mismo tiempo existe la culpa por las acciones u omisiones de los familiares.

En este caso el terapeuta ayuda a clarificar los sentimientos de culpa, siendo la parte de la terapia con mayor importancia, para que después el caso no se vuelva complicado, recalcando que la ayuda profesional en este caso es muy necesaria.

El duelo más difícil para los familiares, es en el que todo se veía que funcionaba con normalidad, con altas y bajas que pueden existir en el ser humano, cuando había armonía con la familia y la sociedad.

Este proceso se lleva minuciosamente según el lazo de unión o identificación con el muerto.

Existen diferentes formas de proporcionar ayuda:

  • 1) resucitación

  • 2) rehabilitación

  • 3) renovación.

  • 1) Resucitación: aquí se les trata de dar aliento de vida a los familiares más afectados, es muy importante explicarles a los sobrevivientes que aunque sientan que algo en ellos ha muerto, hay la posibilidad de continuar las actividades que hacían con el fallecido. Porque la vida continua y tenemos que vivirla. Cuando los familiares o familiar que se dice sentirse muerto en vida, hay una identificación proyectiva, es decir se viven y sienten como la persona fallecida, para inconscientemente estar muertos también. Y cuando esto perdura por varios meses hay que trabajar mucho con ciertos pacientes por que puede tratarse de un estado patológico y requiere atención psicoterapeuta.

  • 2) Rehabilitación: En el campo de la tanatología se cuentan con mucho elementos para estos casos, como libros artículos, películas, charlas, y con este material van liberando sentimientos y encontrando explicaciones, poniendo palabras a las emociones evitando que se complique el duelo. Si los familiares no logran pasar este proceso es probable que se presente un duelo congelado.

  • 3) Renovación: es el cambio de pensamientos acciones y actitudes. Aquí es necesario ayudar e impulsar a los familiares del paciente suicida a que resuelvan el duelo y la ligazón con el suicida, todos los cambios ayudan a que los familiares perciban que ellos siguen vivos y en esta renovación progresen y superen el duelo.

Finalmente mencionaré algunas sugerencias respecto a lo que NO deben hacer los terapeutas:

Primero: no culpar a nadie ya que este elemento se encuentra en casi todas las familias en el proceso de duelo con un familiar suicida.

Es importante saber cómo preguntar o investigar, haciendo de la manera más cautelosa para que no se distorsione la verdadera intención del terapeuta. El dar soluciones "mágicas" es algo que las mismas familias buscarán como respuesta en el terapeuta o tanatólogo para deslindar, evadir o no responsabilizarse, buscando que sea el profesional quien decida sobre lo que debe o no hacerse.

Es regla básica que las decisiones siempre las tomarán los familiares y el profesional sólo informará y orientará sobre lo más adecuado durante el proceso de duelo.

Es tan importante este proceso y tantas las expectativas que tienen los familiares de un paciente suicida, que representa una gran responsabilidad y un gran compromiso para el profesional. Concluir satisfactoriamente este proceso de duelo por suicidio, produce una gran satisfacción que con una buena técnica, con dedicación y mucha sensibilidad, el término de ésta permite al profesional saber que está en el camino adecuado y que es un trabajo humano difícil de igualar.

Conclusiones

El suicidio es una de las principales causas de muerte en todo el mundo y constituye un problema importante de salud pública. El suicidio y el intento de suicidio son fenómenos complejos que surgen, de manera muy individualista, de la acción recíproca entre factores biológicos, psicológicos, psiquiátricos y sociales. La complejidad de las causas requiere necesariamente un enfoque polifacético de la prevención que tenga en cuenta el contexto cultural. Los factores culturales desempeñan una función destacada en el comportamiento suicida y producen grandes diferencias en las características de este problema en todo el mundo.

Considerando la complejidad de los diferentes tópicos tanatológicos y en forma particular del suicidio, aún con suficientes conocimientos teóricos, debido al impacto, características del evento, nuestras capacidades disminuyen al tratar de ayudar a los demás cuando es una vivencia propia o de los familiares por lo tanto debemos tener en cuenta y estar en disposición para confrontar cualquier situación siendo conscientes de que pueden terminar los eventos en la forma menos esperada y por extraña que parezca la experiencia, por más incómoda e insufrible que pudiera ser, el hombre es capaz de pasar a través del suicidio, lo ha hecho, lo hace y lo hará pues hay siempre un impulso básico a la SUPERVIVENCIA, impulso con que estamos dotados, que es inafectado por materia, energía, espacio y tiempo.

Los diferentes autores y especialistas que estudian e investigan sobre el tema del Suicidio, nos muestran diferencias y coincidencias, en distintos puntos, pero es claro que el Suicidio tiene un alto porcentaje dentro de las estadísticas de muerte a nivel mundial, que aumenta en forma alarmante el índice de suicidios en adolescentes y adultos mayores, además de que ya se manifiesta también en la población infantil, cada vez en niños de menor edad.

El suicidio muy pocas veces se da como un acto resultado de un impulso, más bien el sufriente, en un estado de Ansiedad y/o Depresión Severa, ya sea por causas Biológicas, Sociales-Culturales o Psicológicas, entra en un proceso que se acompaña de Fantasías e Ideaciones Suicidas, Conducta Suicida y Actos Suicidas, que concluye en la muerte como consecuencia.

Los factores de Riesgo más identificados, en los niños por falta de cariño en el núcleo familiar, por abandono, por una vida familiar no gratificante, por intolerancia a la frustración, y otros más. Los factores que se presentan en los Jóvenes, son en aquellos que se encuentran en condiciones sociales de marginación, pobreza, desempleo, con acceso a armas de fuego o a sustancias adictivas, o bien con desórdenes mentales o padecimientos de depresión o bipolaridad; también adolescentes con baja autoestima, problemas de rendimiento escolar, problemas de autoridad, ya sea con sus padres o con la escuela, por muerte o pérdida del padre o de la madre, por desilusión amorosa, por violación, abusos y abandono, entre otros. En los Adultos la probabilidad de cometer Suicidio, se presenta en personas separadas, divorciadas, con quiebras económicas, con enfermedades de pronóstico de muerte o de dolor, esto entre otras causas; En los ancianos se presentan los Suicidios por diferentes motivos como, por jubilación, por soledad, por sentir que son un estorbo y que no son importantes para la familia o dentro de la sociedad, que no son productivos, por no tener una estabilidad económica, por discapacidad, etc.

La prevención en el Suicidio, es una información poco difundida, tanto los programas de previsión social, como la las instituciones o centros de ayuda para los sufrientes de estos tipos de trastornos; además de que en los casos de los síntomas de suicidios en adolescentes, se confunden con sus actitudes propias del cambio de la niñez a la juventud. Por tal motivo aparte de difundir esta información a la sociedad en general, se aconseja potenciar la autoestima de las personas en general y de los adolescentes en especial, fomentar las relacionas sociales con la familia y amigos, apoyar a quienes piden ayuda, guardar armas de fuego que estén al alcance de niños y jóvenes, entablar buena comunicación entre padres e hijos, acompañar y escuchar a nuestros ancianos, darles diferentes terapias ocupacionales, hacerles sentir el respecto que se han ganado dentro de la familia y en la sociedad.

La mayoría de las personas que intentan suicidarse, hablan de ello con anterioridad, de alguna forma están mandando señales, o de muchas maneras están pidiendo ayuda, a veces en un silencio a gritos, que pide que nos demos cuenta de que están ahí y que no quieren morir, sino solamente dejar de sufrir.

Bibliografía

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Ross S. La conducta suicida Ed- Aran 1998.

Smud. M. Sobre duelos enlutados y duelistas Ed- Lumen Buenos Aires 2000.

www.depresion.psicomag.com/test_beck.php  

 

 

 

 

 

 

 

Autor:

Juan Jiménez Mejía

Luz Ma. Iturbide Zuluaga

Javier Enciso Alvarado

Ma. Blanca Gómez Karras

DIPLOMADO DE TANATOLOGÍA DE LA ASOCIACION MICHOACANA DE APOYO TANATOLÓGICO A.C. MORELIA MICHOACÁN, AÑO 2009.

[1] Axiomas y lógicas de RONALD L. HUBBARD.

[2] ZUBIRÍA REYES ALFONSO. Suicidio, curso fundamental de Tanatología, 1991.

[3] "Seminario de Psicopatología descriptiva y fenomenología"   Hospital Universitario Miguel Servet. Servicio de Psiquiatría Zaragoza, España.

[4] A. Reyes Zubiría. Suicidio, curso fundamental de tanatología. Tomo IV, primera edición, 1991. México.

[5] REYES ZUBIRÍA A. Suicidio. Curso fundamental de Tanatología, 1991.

[6] ZUBIRÍA, REYES A. Suicidio, Curso fundamental de Tanatología. P. 155

[7] www.depresion.psicomag.com/test_beck.php  

[8] www.depresion.psicomag.com/test_beck.php

[9]

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