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El conflicto entre Perú y Ecuador de 1981

Enviado por david121065


    Índice1. Introducción 2. Resumen de las relaciones Peru-Ecuador. 3. Análisis del conflicto de la cordillera del Cóndor 4. Derrota en las negociaciones 5. Abandono del estado de territorios fronterizos 6. Conclusiones del Sr Gral Div "R" E. Mercado J.

    1. Introducción

    Este libro se escribió seis meses después del conflicto con el Ecuador del año de 1981 denominado "conflicto de FALSO PAQUISHA", en donde una vez más nuestras FFAA demostraron su elevada preparación, arrojo, entrega, y elevados niveles de patriotismo en aras de la defensa de nuestra soberanía e integridad territorial, expulsando al invasor de nuestro territorio. El Sr. Gral. Div ® Edgardo MERCADO JARRIN, quien escribe este libro hace un análisis meditado e imparcial de los hechos, resaltando que a pesar de haber ganado en el dominio militar, no se haya sabido explotar ese éxito en el terreno de las negociaciones quedando postergado la solución al diferendo limítrofe al quedar pendiente la demarcación de los 78 Kms, y fortalecida la voluntad nacional ecuatoriana de ser país ribereño del amazonas. Cabe resaltar la capacidad visionaria del autor, pues se atrevió a predecir y publicar su tesis en la que sostenía, que el hecho de no haber consolidado la victoria militar en las negociaciones para terminar definitivamente con el diferendo limítrofe, y agregando que de no tomarse las previsiones del caso, estábamos expuestos a enfrentar otro conflicto similar pero en condiciones geopolíticas y estratégicas menos favorables, debido a que el Ecuador nunca renuncio a sus pretensiones de ser país ribereño del Amazonas, y a su empecinamiento por desconocer el protocolo de río de Janeiro; dicha tesis sé cumplió casi exactamente con el conflicto del Cenepa de 1,995. Asimismo el autor alerto oportunamente en diferentes instancias tal como lo menciona en el libro, sin embargo como suele suceder en nuestro país, no fue tomado en cuenta, a pesar de la solidez de sus argumentos, ante esto podemos decir que si ante estos temas en donde están de por medio los intereses nacionales nuestros gobernantes no le dan la debida importancia, que se puede esperar en el futuro para nuestro amada patria, si en estos momentos estuviera sucediendo algo similar como al parecer esta sucediendo. Amigos, compañeros, compatriotas, Dios mío nosotros como militares tratamos de cumplir nuestro rol a cabalidad y no lo hacemos mal, de eso estamos seguros a pesar de las limitaciones de conocimiento común, por ejemplo cumplimos con dar cuenta, oportunamente, asesoramos, etc. sin embargo la decisión final sobre nuestro empleo es de la política, el país depende de ello, no esta solo en nuestras manos.

    2. Resumen de las relaciones entre Ecuador y Peru

    Las relaciones entre Perú y Ecuador, hasta antes de la firma del Acuerdo de Paz de 1,995, siempre se caracterizaron por su tirantez y desconfianza . Históricamente el vecino país del norte nace a la vida republicana, tras la independencia del Virreinato de Nueva Granada como parte integrante del novel país (1,822) que dio origen a la Gran Colombia y su posterior separación de ésta en 1,830 (08 años después que el Perú), como producto de la previsión política de Bolívar para evitar la expansión territorial de Perú, constituyéndose pues, desde sus inicios como un "país tapón" que protegía a la nación gran colombiana creada por el libertador venezolano. Por aquella época, los territorios reconocidos como propios de las nuevas naciones (Perú – Ecuador) tuvieron como base los principios de "uti posidetis", libre determinación de los pueblos y la Real Cédula de 1,802, que refrendaba como parte integrante de Perú los territorios que fueron suyos desde la existencia del virreinato peruano, esto es, las provincias de Tumbes, Jaén y Maynas. Desde entonces, la clase política ecuatoriana, manipulada por intereses foráneos (inicialmente Gran Bretaña y posteriormente Chile) ha concebido y llevado a cabo una política internacional expansionista de "conquista del espacio vital", que se ha manifestado como una constante histórica materializada por una invasión subrepticia en territorio peruano, conflicto armado focalizado para llamar la atención de la comunidad internacional a fin de mantener el "status quo" obtenido y, finalmente, respaldo diplomático, con la intención de presentar al Perú, mediante una premeditada estrategia, como el país agresor y para desconocer la ejecutabilidad de cuanto Tratados y Protocolos de Límites se hallan firmado entre ambos países. De esta forma se materializaron los conflictos de 1,858 – 1,859 al que se puso fin con la firma del Tratado de Mapasingue; el de 1,941 cuyo epílogo fue la firma del Protocolo de Río de Janeiro; los conflictos de 1,981 (Cordillera del Cóndor) y 1,995 (Alto Cenepa) que concluyó con la demarcación de los 78 kms. faltantes en la frontera, la suscripción por parte de ambos gobiernos del Acuerdo de Paz y la firma del "Tratado de Libre Navegación y Comercio en el Amazonas".

    Así pues, en los más de 150 años en que Ecuador puso en práctica esta estrategia acuñaron en la conciencia de su pueblo la falsa creencia de que su país realmente tenía derechos históricos y jurídicos sobre los territorios reclamados como propios, a lo que habría que agregar el deseo de venganza por los continuos reveses sufridos en cuanto enfrentamiento armado se suscitó entre ambos países por la superioridad de las FFAA peruanas. Esta situación dio como resultado que la "salida libre y soberana del Ecuador al Amazonas" se convirtiera en un Objetivo Nacional, que la "Voluntad Nacional" de la población ecuatoriana sea reacia hacia todo lo que sea peruano y que las FFAA de éste país paulatinamente adquirieran una posición protagónica en las decisiones políticas del Estado ecuatoriano, a tal punto que, hasta finales de la década de los 90 usufructuaban el 30% del canon petrolero para su empleo directo en gastos militares.

    3. Análisis del conflicto de la cordillera del Cóndor

    1. Secuencia de los sucesos.

    Con respecto a este conflicto, podemos afirmar que, la diferencia entre la posición peruana y ecuatoriana, estribó en que la posición peruana se basaba en el Protocolo y su aplicación por los Garantes, mientras que la posición de Ecuador siempre se mantuvo unilateral y, por lo tanto, no bastaba para invalidar un tratado de límites. Los hechos se iniciaron el 22 de Enero, en medio de informes contradictorios y aparentemente irreconciliables por las mutuas acusaciones de agresión formuladas por las cancillerías de ambos países. Ecuador sostenía que un helicóptero de la AE de Perú había violado su territorio, en tanto que el Gobierno peruano denunciaba el ataque a una de sus aeronaves cuando realizaba una misión de abastecimiento a PPVV a lo largo del río Comaina. El entonces Presidente de la República, Arq. Fernando BELAUNDE TERRY, ordenó la inspección del Río Comaina hasta sus nacientes en el lado oriental de la Cordillera del Cóndor, comprobándose la existencia dentro del territorio peruano de tres (03) destacamentos militares con sus respectivas instalaciones. Este hallazgo deslindó la verdad de los hechos al dejar al descubierto el juego diseñado por el Gobierno de Ecuador, dirigido a confundir a la comunidad internacional, designando con el nombre ecuatoriano de "Paquisha" el punto de incursión más profundo en territorio peruano, geográficamente ubicado al borde del Comaina y que, por razones obvias, ha entrado a la historia con el nombre de "Falso Paquisha".

    El Ministro de RREE de Perú, se comunicó el 26 de Enero con el Canciller ecuatoriano, a quien pidió se investigara la posibilidad de una presencia indebida de efectivos en la zona oriental de la Cordillera del Cóndor. La respuesta de la cancillería ecuatoriana fue la proclamación de la nulidad del Protocolo de Río de Janeiro y exigiendo, a la vez, el derecho a acceder directa y libremente al Marañón y al Amazonas. Ante esta situación el Gobierno de Perú ordenó a su Fuerza Armada realizar un operativo que permitiera tomar plena posesión y control del territorio invadido por efectivos ecuatorianos. Esta operación terminó el 31 de Enero con la ocupación de tres puestos de vigilancia detentados por tropas ecuatorianas, y un posterior cese del fuego acordado por ambas partes. Frente a esta coyuntura Ecuador urdió su concebida estratagema de infiltración, conflicto focalizado y respaldo internacional, pretendiendo aprovechar el incidente deliberadamente provocado, para que la OEA intervenga en un asunto de fronteras definitivamente resuelto y reabrir un debate concluido hace décadas para desconocer el Protocolo.

    b. Análisis de las operaciones militares Las operaciones militares de desalojo de los PPVV 22, 3 y 4, fueron sorpresivas , rápidas y violentas, tuvieron un reducido número de bajas en ambos bandos y se caracterizaron por tener la siguiente modalidad: Envolvimiento vertical con helicópteros artillados y armados de cohetes, contando además con el empleo de estos como base de fuego móviles desde el aire para neutralizar la capacidad combativa de los puestos ecuatorianos y facilitar el ataque de la infantería aerotransportada a la retaguardia del enemigo, lo que ocasionó que las Fuerzas Militares ecuatorianas sufrieran el impacto de la sorpresa táctica y técnica (empleo de los helicópteros en la selva, que a su vez posibilitaron realizar la OPERACIÓN LIMPIEZA de los PPVV en pocas horas y minimizar el número de bajas). Posteriormente el 20 de Febrero, al efectuar un patrullaje de rutina a inmediaciones del PV 4, un helicóptero peruano fue abatido por fuego desde tierra, quebrantando Ecuador, en forma sorpresiva y desleal su compromiso de respetar el cese al fuego, aspecto que debió ser aprovechado por el Gobierno Peruano como pretexto para invadir el Ecuador, "tomar una prenda territorial" para poder negociar en condiciones ventajosas y así cumplir con el objetivo político de obligar al Ecuador a reconocer la plena validez del Protocolo de Río de Janeiro y la demarcación total de la frontera.

    Sin embargo la indecisión política, privó al Perú de ésta brillante oportunidad, limitándose a disponer solamente el desalojo de las fuerzas ecuatorianas y la restitución de la línea fronteriza. Así tenemos que, como consecuencia de éste hecho, la Fuerza Armada procedió al desalojo de los invasores y al auxilio de los heridos mediante el envío de helicópteros armados, habiendo ocupado entre el 20 y 21 de Febrero, dos (02) Puestos organizados por ellos, aguas arriba del PV 4 y, el tercero, en uno de los afluentes del Cenepa, aproximadamente a 10 Km. al sur de la guarnición peruana de Jiménez Banda. El día 21 la Aviación del Ejército arrasó con las instalaciones militares ecuatorianas que aún permanecían en territorio peruano. A continuación, el Gobierno de Perú pidió la reunión de los cuatro Garantes del Protocolo y se opuso a la formación de una Comisión Investigadora de la OEA como proponía el Ecuador. La reunión convocada por la OEA se llevó a cabo el 2 de Febrero y se clausuró dos días después con la firma del acta de la reunión de consulta, que concluyó con una resolución aprobada que avalaba la acción de los Países Garantes en el conflicto fronterizo peruano-ecuatoriano

    4. Derrota en las negociaciones

    Sin embargo, debemos señalar que, el gesto humanitario de Perú de acatar el cese al fuego, a pesar de la existencia en su territorio de numerosos puestos ecuatorianos infiltrados, fue utilizado en su perjuicio, pues el portavoz oficial del Gobierno ecuatoriano manifestó que "no se podía afirmar que era suelo peruano pues no existía una línea fronteriza demarcada en la zona del conflicto" El 22 de Febrero, los Garantes solicitaron la "separación de fuerzas" sugiriendo la concentración de ambos ejércitos en Alto Comaina y Mayaycu Viejo. La propuesta era inaceptable para Perú por que no sólo significaba abandonar los puestos reconquistados dentro de nuestro propio territorio, sino que demostraba una actitud negociadora de trato igual al agresor y al agredido y, sobre todo, que no expresaba una decidida inclinación de respaldo al Protocolo por no constituir un procedimiento específico para la demarcación de la frontera. Para poder iniciar las conversaciones, según el planteamiento de los Garantes, el Gobierno peruano tenía dos alternativas como condiciones básicas: La mínima: Repliegue de las fuerzas ecuatorianas que aún quedaban infiltradas en la vertiente oriental de la Cordillera del Cóndor. La máxima: El reconocimiento por el Ecuador de la plena validez del Protocolo y la demarcación de los 78 kms. Se optó por la primera, derivando así, en forma incierta, a la mesa de negociaciones la obtención del propósito estratégico nacional, perdiéndose en la arena política lo que se había ganado en el dominio militar

    Las reuniones se llevaron a cabo en forma secreta, con la presencia de representantes militares de los países Garantes en calidad de observadores y se caracterizaron por la limitada capacidad de decisión de los jefes de Delegación, por la obstinada posición ecuatoriana de no mencionar los picos de la Cordillera del Cóndor como eje de separación de las fuerzas y por la carencia de un acuerdo sustancial. En tanto esto ocurría, Ecuador había montado con toda anticipación una Estrategia Integral que abarcaba todos los campos de la actividad humana. Desde el punto de vista psicológico desarrolló una efectiva campaña en el frente externo e interno, manteniéndose a la iniciativa en el campo internacional. En el frente externo, destinó ingentes presupuestos, empleó todos los medios de comunicación disponibles y aprovechó cualquier foro internacional para saturarlo de propaganda escrita, a fin de hacer aparecer al Perú como el país agresor y a ellos como víctimas de las "ambiciones expansionistas del Caín de América". En el Frente Interno se declaró al país en EMERGENCIA NACIONAL, exaltándose el patriotismo y exacerbando el odio hacia el Perú. Con respecto a sus Relaciones Internacionales, Ecuador mantenía inmejorables relaciones con Chile, a quien siempre ha considerado su "aliado estratégico en Sudamérica", con Colombia, por el origen "grancolombiano" de ambas naciones y con Venezuela por la condición de países exportadores de petróleo

    5. Abandono del estado de territorios fronterizos

    Finalmente el gran visionario, Gral. MERCADO JARRIN aborda el tema de las FRONTERAS y de las VINCULACIONES CON ECUADOR. Respecto al tema fronterizo, manifiesta las preocupantes limitaciones del Perú para tener presencia de Estado en las zonas periféricas, aspecto que se ha visto ahondado por la existencia de la Cordillera de los Andes, el centralismo administrativo y político del que adolece históricamente nuestra patria y la distancia del núcleo (Lima), con respecto a las zonas fronterizas. Ecuador por el contrario, ha minimizado este gran inconveniente, por la posición casi central de Quito, enclavado en pleno trazo andino, las reducidas dimensiones territoriales de éste país y la existencia del emporio petrolero de Lago Agrio en las estribaciones occidentales de la Cordillera del Cóndor que no sólo han posibilitado el despegue económico de la zona sino la el desplazamiento de una importante masa humana que ha poblado la región.

    Para solucionar este problema recomienda la inmediata puesta en marcha de un Proyecto de "Fronteras Vivas" empleando el poblador oriundo de la zona y el establecimiento de Unidades Militares de Asentamiento Rural (UMAR). Con relación a las vinculaciones con Ecuador, añade que dentro de la relación conflicto-cooperación que es propia de las vinculaciones internacionales, muchos de los objetivos deberán alcanzarse empleando exclusivamente medios pacíficos, es decir mediante una estrategia persuasiva global para mejorar las relaciones con el Ecuador..

    6. Conclusiones del SR, Gral Div ® Edgardo Mercado Jarrin

    a. CAMPO DIPLOMATICO

    1. A pesar de haber sido Ecuador el agresor, tomó la iniciativa de convocar, en sus propios términos a la Reunión de Consulta de la OEA.
    2. La Resolución de la OEA se refirió a países miembros y no Garantes del Protocolo.
    3. El Comunicado de los Garantes expedido después del abatimiento del helicóptero, señaló que los hechos se habían producido en la "vertiente oriental", sin manifestar expresamente que era territorio peruano.
    4. Los Garantes, en relación a Perú, optaron por una posición más dura que la de los propios ecuatorianos.
    5. Los Estados Garantes, no expresaron, una decidida inclinación de respaldo al Protocolo como correspondía a su responsabilidad internacional, adoptando las medidas para que Ecuador se avenga a la colocación de hitos.
    6. Por lo anteriormente expresado podemos advertir que nuestra diplomacia actuó dubitativa y pusilánimemente. Cometiendo los siguientes errores:

    1er error La separación de fuerzas confirmó la tesis peruana y mediante un documento escrito quedaron registradas las coordenadas de la ubicación de los puestos ecuatorianos, sin embargo, consideramos que, no habiéndose llegado a un acuerdo sobre la ubicación precisa de las fuerzas, es decir, sobre la "distancia razonable", para el Gobierno peruano no debió ser suficiente la comprobación por "el tenor de los documentos". La conducta ecuatoriana hacía necesario, en aras de la paz y del interés nacional, la comprobación in situ, por que los puestos ecuatorianos podrían resultar, – en una actitud provocadora – emplazados sobre la línea de fe y/o sobre las crestas militares de la Cordillera del Cóndor y, por lo tanto, fuera de la vertiente occidental, lo que dejaría nuestros puestos en una situación táctica desfavorable.

    2do error La Fuerza Armada se vio comprometida en negociaciones que son de responsabilidad de la diplomacia y en las que el país que rompió el status quo mantenido en la zona, a pesar de haber sido militarmente derrotado, reiteraba previamente, sin variación y con intransigencia sus objetivos políticos (ser país ribereño del Marañón y Amazonas).

    3er error Tanto los Garantes como el Ecuador, habían precisado – con la aceptación de Perú – que el exclusivo motivo de las conversaciones era dar eficacia al cese al fuego, negociar una "tierra de nadie", para evitar nuevos incidentes fronterizos; esta finalidad que, tras revisar los documentos se aprecia que no hubo entendimiento en el retiro de las tropas, bien pudo tratar de conseguirse con el asesoramiento de la Fuerza Armada, sin la exclusiva participación diplomática.

    4to error La Fuerza Armada, iniciado un conflicto sólo interviene en la conquista de los objetivos políticos por la disuasión o la coacción y no por el camino de la negociación, puesto que sus efectos son predominantemente militares. Al asumir la dirección y conducción de las conversaciones para alcanzar una finalidad limitada y distinta a la naturaleza de sus funciones, perdió los efectos de la disuasión y avaló la eventualidad de no alcanzar ningún acuerdo o la obtención de una paz precaria, quedando con ella expuesta a exponer su prestigio y responsabilidad histórica.

    5to error Al Perú le asiste el derecho de exigir que Ecuador cumpla las obligaciones establecidas en el protocolo de Río de Janeiro. En tal sentido se hace imprescindible la acción de la Cancillería para que emplace a los Garantes a cumplir con su misión. Este es el objetivo nacional que debe cumplir la diplomacia como única forma de asegurar un paz sólida y duradera

    b. Campo Sicológico

    1. Las maniobras ecuatorianas en el dominio psicológico, ejecutadas con el mayor de los cinismos, reclamaban una campaña sicológicas peruana que haga llegar al mundo la verdad de las cosas, es decir, que el Perú jamás ha tomado territorios que no le correspondieron, que no aspiraba a una sola pulgada de suelo ecuatoriano, que sólo defiende la validez del Protocolo y que, al mismo tiempo, haga conocer las provocaciones constantes y agresiones a nuestra frontera. Igualmente, en el frente interno a pesar del apoyo unánime demostrado al Gobierno durante el conflicto es necesario fortalecer la moral nacional, despertar el espíritu patriótico y de sacrificio, y afirmar la convicción de legitimidad de la lucha.
    2. En cuanto a la voluntad nacional, los gobernantes y líderes ecuatorianos han mantenido una posición de permanente reclamo y de falseamiento de la verdad histórica que han hecho surgir en la conciencia ecuatoriana la falacia que el Perú cercenó la mitad de su territorio. El interés territorial amazónico ecuatoriano se ha integrado a su conciencia nacional, convirtiéndose en aspiración nacional que provoca reacciones emocionales y convicciones que se traducen en el comportamiento de su pueblo y de sus líderes, exacerbando el sentimiento nacional ecuatoriano, aglutinando multitudes y orientándolas contra todo lo que sea peruano.
    3. A pesar de la derrota militar ecuatoriana infringida por la Fuerza Armada Peruana al recuperar los puestos de vigilancia, la mayoría de la población ve como victorias en el campo diplomático, la firma del acuerdo del cese de hostilidades y la Reunión de Consultas de la OEA, por que convirtieron en noticia internacional la disputa limítrofe, presentándola como un problema no resuelto.

    El gral se adelanta al futuro. Cuando manifiesta que: por lo anteriormente expuesto y por la apreciación de que Ecuador, estimulado por los resultados adversos del conflicto, en el futuro inmediato dará una alta prioridad a los preparativos de la defensa nacional, a la política armamentista iniciada en el último quinquenio es muy probable que vuelva a crear nuevos incidentes fronterizos en el futuro.

    c. CAMPO GEOPOLITICO

    1. La falta de consistencia, de crecimiento y de fuerza de nuestras fronteras son prueba de la incapacidad del núcleo principal, Lima Metropolitana, para generar un grado tal de energía que se proyecte sobre la periferia.
    2. Los Andes contribuyen a disminuir la influencia de Lima Metropolitana sobre la frontera Amazónica.
    3. Para evitar el ensanchamiento de la "Punta de Penetración" ecuatoriana en Chinchipe, es necesario crear en la zona de Bagua, Jaén y San Ignacio un dinamismo económico que prevalezca sobre el área vecina circundante.
    4. En la zona de la Cordillera del Cóndor y del Cenepa, con el objetivo de afirmar la peruanidad es necesario crear fronteras vivas, para lo cual la colonización y desarrollo deberá realizarse con los pobladores nativos de la zona.

    d. Campo Político Y Estrategia

    1. Ante la hipótesis de una nueva invasión ecuatoriana, la acción militar deberá ser llevada del territorio nacional al territorio ecuatoriano, ocupando en otro teatro de Operaciones un objetivo limitado, para dotarnos, así, de una "prenda territorial" que garantice que el Ecuador no reitere su consabida estratagema y abandone de una vez por todas sus descabelladas pretensiones de ser país ribereño del Amazonas.
    2. Ante esta posibilidad el Perú deberá estar preparado para obtener una solución rápida evitando una guerra total y prolongada que, aún victoriosa, haría difícil a cualquier gobierno peruano, traducirla en logros políticos, dada la fragilidad de las relaciones con Chile y la imagen de país agresor que el Ecuador nos ha creado en el ámbito internacional.
    3. La estrategia militar – durante la campaña de 1,981 – cumplió con precisión y eficiencia las orientaciones de la política. La victoria aunque aseguró la integridad territorial, sólo produjo el status quo y no materializó el objetivo máximo de la política nacional de lograr la señalización definitiva de los 78 Km. de frontera que faltaban en los que estaba pendiente la colocación de hitos.
    4. En cuanto al aspecto de cooperación, a larga, se impondrá en la región la capacidad creadora y la fuerza espiritual que permitirá transformar la situación actual así como la voluntad política de los gobiernos para buscar fórmulas viables de integración solidaria.

    Recordemos: "Los pueblos que desconocen su historia están condenados a volver a cometer los errores del pasado."

     

     

     

     

    Autor:

    David Gonzalo Garcia Cebreros