Importancia del conteo de las células somáticas en la calidad de la leche bovina (página 2)
Enviado por Carlos Bedolla Cedeño
4. ¿QUÉ SON LAS CÉLULAS SOMÁTICAS?
Las células somáticas están constituidas por una asociación de leucocitos y células epiteliales. Los leucocitos se introducen en la leche en respuesta a la inflamación que puede aparecer debido a una enfermedad o, a veces, a una lesión. Las células epiteliales se desprenden del revestimiento del tejido de la ubre (Blowey y Edmondson, 1995).
Se denomina a las células de la leche, a aquellas células propias del cuerpo (somáticas) en la leche. Estas provienen de la sangre y del tejido de la glándula mamaria. El contenido de células somáticas en la leche nos permite conocer datos claves sobre la función y el estado de salud de la glándula mamaria lactante y debido a su cercana relación con la composición de la leche un criterio muy importante de calidad de la leche (Wolter y Kloppert, 2004).
Las bacterias ambientales están presentes en el medio ambiente de la vaca, en su piel, pesebre, charcos de agua, etc. y penetran en la ubre cuando se dan determinadas condiciones (Figura 1). Una vez que las bacterias atacan las células del interior de la glándula mamaria la respuesta inmunitaria del organismo es enviar glóbulos blancos de la sangre para neutralizar a las bacterias invasoras. Estos glóbulos blancos son en esencia lo que constituye los conteos de células somáticas (CCS). Un alto CCS en la leche de vacas individuales o en el tanque de enfriado significa que las bacterias han invadido la glándula de la vaca (García, 2004).
Figura 1. Respuesta inmune a las bacterias que penetran en la glándula mamaria
Las bacterias que invaden el canal del pezón pueden clasificarse en contagiosas o ambientales. Las bacterias contagiosas se diseminan entre los pezones de una vaca o entre diferentes vacas de un hato como resultado de prácticas de manejo inadecuadas al momento de la ordeña (García, 2004).
Las células somáticas son simplemente células del organismo (varios tipos de leucocitos o células blancas de la sangre) y normalmente están presentes en la leche en niveles bajos (cuadro 3). La presencia de un incremento del número de estas células dentro del alveolo, es un indicador como respuesta a la infección; aún cuando no han sido detectadas al observar la leche de la vaca, (ejemplo en la mastitis subclínica) (Carrión, 2001).
Cuadro 2. Tipos de células en leche normal
Fuente: Philpot, 2001; Wolter et al., 2004.
Por tanto, las células somáticas son células corporales. Estas pasan a la leche procedente de la sangre y del tejido glandular. El contenido de células somáticas en la leche nos permite conocer el estado funcional y de salud de la glándula mamaria en periodo lactante; debido a su estrecha relación con la composición de la leche, es un criterio de calidad muy importante (Bedolla y Castañeda, 2004; Wolter et al., 2004).
De todas las células de la leche de un cuarto infectado, aproximadamente el 99% serán leucocitos, mientras que el resto serán células secretoras que se originan de los tejidos de la glándula mamaria. Juntos, esos dos tipos de células constituyen la cuenta de células somáticas de la leche que comúnmente es expresada en mililitros (Philpot, 2001; Anónimo, 2002).
5. FUNCIÓN DE LAS CÉLULAS SOMÁTICAS
Cada leche contiene células somáticas, las cuales en una glándula sana sólo se presentan en un número pequeño. En este caso se trata de células de tejido (células epiteliales) y células inmunes, (neutrófilos polimorfonucleares, granulocitos, macrófagos, linfocitos). La importancia biológica de las células somáticas es que participan en la defensa contra infecciones de la ubre. Cuando hay estímulos o enfermedades de la glándula mamaria aumenta en contenido de células somáticas, con lo cual el número de células inmunes aumenta considerablemente (Walter y Kloppert, 2004).
6. RECUENTO DE CÉLULAS SOMÁTICAS
Efectuar conteos celulares somáticos es un procedimiento común, sobre todo en la industria láctea para medir la calidad de la leche. En el establo se utiliza como indicador de las infecciones. Cuando el conteo de células somáticas (CCS) resulta elevado, ya sea de una vaca o del tanque enfriador, indica que hay un problema de mastitis (Anónimo, 2002).
El recuento de células somáticas, es el número de células existentes en leche. Se utiliza como indicador de la infección de la glándula mamaria (Blowey y Edmondson, 1995).
El CCS es la medición más ampliamente utilizada para supervisar el estado inflamatorio de las glándulas mamarias; puede ser realizada en la leche de; a) cuartos individuales, b) vacas individuales, c) el hato completo y d) un grupo de hatos. La infección intramamaria es el principal factor causante de cambios en el CCS en la leche. Cuando los microorganismos causantes de mastitis invaden un cuarto de la ubre y empiezan a multiplicarse o cuando el número de estos aumenta significativamente en un cuarto infectado, el organismo de la vaca tiene que reclutar leucocitos para combatir a dichos microorganismos causantes de la mastitis (Philpot, 2001).
Más del 98% de las células somáticas que se encuentran en la leche provienen de las células blancas que ingresan a la misma en respuesta a la invasión bacteriana de la ubre. Un alto conteo de células somáticas se asocia con la pérdida de la producción de leche (García, 2004).
Las glándulas mamarias que nunca se han infectado normalmente tienen CCS de 20,000 a 50,000/ml. En grandes poblaciones de vacas, 80% de los animales no infectados tendrán un CCS menor de 200,000/ml y 50% menor de 100,000/ml. Una razón de las cuentas ligeramente elevadas en animales no infectados es que algunos cuartos tuvieron una infección previa de la cual no se han recuperado totalmente (Philpot, 2001).
Cuando la leche de todas las vacas en el hato se mezcla, como en el tanque a granel, el conteo de células somáticas en una muestra compuesta es un buen indicador de la prevalencia de la mastitis en el hato. Un conteo de células somáticas mayor de 200,000 células/ml indica la presencia de mastitis subclínicas. Los conteos de células somáticas por debajo de 400,000 células/ml son típicos de los hatos que poseen buenas prácticas de manejo, pero que no hacen un particular énfasis en el control de la mastitis. Los hatos que poseen un programa de control efectivo de la mastitis poseen en forma consistente conteos por debajo de las 100,000 células/ml. Conteos de células somáticas mayores de 500,000 células/ml indican que un tercio de las glándulas se encuentran infectadas y que la pérdida de leche debido a mastitis subclínica es mayor de 10% (García, 2004).
Un cuarto de la glándula mamaria sano no muestra ninguna alteración patológica externa, su leche no contiene microorganismos patógenos y mantiene un nivel de células somáticas menor de 100 mil por mililitro (cuadro 4) (Wolter et al., 2004).
Cuadro 3. Diagnóstico de un cuarto según el conteo de células somáticas.
Fuente: Wolter et al., 2004.
7. ¿POR QUÉ SON IMPORTANTES LOS RECUENTOS DE CÉLULAS SOMÁTICAS?
Las diferentes compañías recolectoras de leche han implementado castigos para aquellos establos que no logren los niveles promedio permitidos de células somáticas en la leche, motivando al dueño para que logre producir una leche de calidad, para lo cual se aplican programas de sanidad y salud animal, así como formatos para mejorar el manejo de los animales (García, 2003).
Si bien las pérdidas de premios por calidad son muy importantes, las pérdidas inaparentes de producción de leche tienen también un gran impacto económico en el cheque recibido mensualmente de la planta de procesado. El cuadro 5 muestra la diferencia en premios pagados por una planta procesadora dependiendo el conteo de células somáticas (CCS) (García, 2004).
Cuadro 4. Pérdidas en premios debido a conteo de células somáticas.
Fuente: García, 2004.
Desde el punto de vista económico los CCS significan para el productor:
• Aumento en la producción de leche
• Disminución en el costo de vaquillas de reemplazo
• Menos leche de descarte
• Reducción en el costo de medicamentos y del veterinario
• Menos trabajo
• Aumento en el rendimiento del producto final (García, 2004).
7.1. Sanciones económicas
En la actualidad, casi todos los países tienen un sistema de sanción económica que es impuesta si el recuento de células o el recuento total de bacterias (TBC) de la leche de mezcla supera un determinado umbral. Esto está proyectado para garantizar que la leche producida es de la calidad máxima. Los ganaderos que no satisfacen estas normas de producción son sancionados con arreglo a la calidad de su leche (Blowey y Edmondson, 1995).
Algunos receptores de leche, sólo permiten como máximo de células somáticas 400,000 CCS/ml, pasando este número de células somáticas empiezan las penalizaciones que van desde descuentos del 0.31% hasta 1.63% del precio que ellos pagan por la leche al productor. Conteos superiores a 500,000 CCS/ml de leche, o mayores probablemente significa que el 50% del ganado en producción está enfermo de mastitis subclínica, elevando considerablemente las pérdidas económicas (García, 2003).
7.2. Reducción de la producción de leche
Cuando el recuento de células del hato aumenta, hay una disminución correspondiente en la producción de leche. Esta disminución se produce como consecuencia del daño infligido al tejido que produce la leche por las bacterias de la mastitis o de las toxinas que laboran. La investigación canadiense ha demostrado que la producción de leche disminuye en un 2.5% por cada aumento de 100,000 en el recuento de células a partir de la cifra básica de 200,000. Es de esperar que en un hato con un recuento de 500,000 tenga una disminución del 7.5% en la producción debido a la mastitis subclínica. En los hatos con tratamientos correcto de la mastitis, se puede mantener con facilidad un recuento de 200,000 y por ello se propuso esta cifra como valor de referencia en el cual existen disminuciones insignificantes de la producción (Blowey y Edmondson, 1995).
7.3. La idoneidad de la leche para elaboración o para el consumo líquido
La preocupación última y más importante acerca de los recuentos elevados de células es la aceptabilidad de la leche por parte de los comerciantes al por menor. Se debe recordar que la calidad de le leche nunca es tan buena como cuando sale de la granja, la leche de mala calidad siempre será de mala calidad (García, 2004).
La leche con recuento elevado de células tiene un nivel elevado de las enzimas indeseables lipasa y plasmina. La lipasa desdobla la grasa, produce un sabor rancio, inhibe los cultivos iniciadores del yogurth y disminuirá la vida comercial de la leche. La plasmina reduce la cantidad de caseína en la leche y reducirá el rendimiento quesero de la leche. Sigue teniendo actividad en la leche aún en condiciones de almacenamiento bajo refrigeración y después de la pasteurización (Blowey y Edmondson, 1995; Schalm et al., 1971).
Un número elevado de células somáticas tienen un efecto marcado en los productos terminados, ya que cambian la composición de los sólidos no grasos y de la grasa butírica, logrando en la leche que sea susceptible al desarrollo de sabores desagradables. Los productos procesados de leche con alto número de células somáticas no van a ser de alta calidad, la cuajada de los quesos se va a derretir y a hacerse pedazos, la crema va a tener un cuerpo débil y separación. Además que los quesos van a tener un tiempo de producción más largo, más grasa y proteína se pierde en el suero, y el rendimiento es menor. La vida de anaquel de estos productos es menor (García, 2003).
8. CAUSAS DE UN RECUENTO CELULAR SOMÁTICO ELEVADO
Los niveles elevados de células somáticas de manera anormal pueden ser resultado de diversos factores:
- La vaca está infectada con microorganismos causantes de la mastitis (Blowey y Edmondson, 1995).
- Fase de lactación (Carrión, 2001).
- La ubre ha sufrido alguna lesión.
- Variaciones diarias y de temporada.
- Frecuencia de ordeño (Blowey y Edmondson, 1995).
- Estrés.
- Variación fisiológica.
- Cantidad de cuartos o vacas afectadas (Saran y Chaffer, 2000).
8.1. Mastitis
La mastitis reduce las ganancias tanto con la pérdida temporal de producción de leche como con la pérdida permanente del potencial de producción. La mastitis es, con mucho el factor más importante que provoca aumento de los recuentos de células. Cuando los microorganismos causantes de la mastitis entran a la glándula mamaria, los mecanismos de defensa envían grandes cantidades de leucocitos hacia la leche para intentar destruir las bacterias. Si la infección es eliminada, el recuento de células disminuirá. Si los leucocitos son incapaces de eliminar los organismos, se crea una infección subclínico. En este caso son segregados continuamente leucocitos hacia la leche, que originan un recuento elevado de células (Blowey y Edmondson, 1995).
8.2. Fase de lactación
Cuando el secado de la vaca no se hace correctamente es posible que dentro de la primera semana después del parto se presenten conteos celulares elevados. Al final de la lactación, como disminuye la cantidad de leche, los conteos celulares aumentan en las vacas que tienen mastitis subclínica. El conteo de células somáticas, automáticamente tiende a aumentar a medida que la vaca llega al período final de la lactancia. A medida que la vaca se seca hay un aumento de células somáticas que pasan a la leche. Además, la vaca produce menos leche, de manera que el número normal de células se concentra en un volumen menor de leche (Carrión, 2001).
8.3. Lesiones en la glándula mamaria
Un número de factores pueden causar lesiones en la glándula mamaria o lastimar los cuartos. Entre ellos, el uso inadecuado de máquinas de ordeño y corrales o instalaciones mal diseñadas o en mal estado. En lesiones de esta naturaleza, un gran número de glóbulos blancos está presente, lo que resulta en un recuento aumentado de células somáticas (Blowey y Edmondson, 1995).
8.4. Variación fisiológica
En ciertos días del mes se pueden registrar variaciones en el recuento individual de la vaca debido a procesos fisiológicos. Por ejemplo, el ligero aumento en el recuento de células somáticas que se puede observar en la vaca en celo (Saran y Chaffer, 2000).
8.5. Variaciones diarias y de temporada
En la ordeña de la tarde, los recuentos de células tienden a ser más elevados que en la ordeña de la mañana. Esto es debido en parte al intervalo más corto entre ambos ordeños y a la producción de menor cantidad de leche que se traduce en un efecto de concentración. En verano, los recuentos tienden a ser más elevados que en invierno aunque no se sabe con certeza la causa de esto (Blowey y Edmondson, 1995).
8.6. Frecuencia de ordeña
Las vacas que se ordeñan de manera intermitente hacia el final de la lactación tendrán recuentos de células incrementados espectacularmente, aún en ausencia de infección subclínica (Blowey y Edmondson, 1995).
8.7. Estrés
Cualquier acontecimiento que produzca estrés, como el estro, la enfermedad, entre otras, pueden influir en el recuento de células. Además de aumentar el número de leucocitos en la sangre, con frecuencia existe una disminución de la producción de leche que causa un efecto adicional de concentración (Saran y Chafer, 2000).
8.8. Cantidad de cuartos o vacas afectadas
Si bien el estado infeccioso es el factor más importante que aumenta el recuento celular somático de la vaca, cuanto mayor es la cantidad de vacas afectadas de mastitis mayor será el recuento celular en el tanque (Saran y Chaffer, 2000).
9. RECUENTO DE CÉLULAS SOMÁTICAS A NIVEL DE HATO
El monitoreo de las células somáticas puede hacerse individualmente en cada vaca o por muestreo de la leche del tanque receptor. La diferencia entre ambos casos es que en el primero, se puede conocer el estado de salud de un animal determinado; mientras que para el segundo caso sólo podrá derivarse información del estado de salud promedio de todo un hato (Blowey y Edmondson, 1995; Cabrera, 1962).
Esta técnica muestra el nivel de infección en que se haya el hato y con ello se podrán aplicar medidas preventivas par bajar ese nivel. El nivel de células somáticas como medida normal es de 200,000 células/ml de leche de una muestra del tanque del establo, arriba de este número se considera como anormal y es indicativo de que existe una infección en el hato productor (Hernández, 2003).
Un hato con un recuento de menos de 200,000 tendrá poca mastitis contagiosa en comparación con un hato con un recuento de más de de 500,000 que tendrá un problema grave, probablemente significan que el 50% del ganado en producción está enfermo de mastitis subclínica, elevando considerablemente las pérdidas económicas. No obstante, los recuentos de células no se relacionan necesariamente con el número de casos clínicos, ya que el problema podría ser debido a un nivel elevado de mastitis ambiental que repercutirá en el recuento de células (Cabrera, 1962; García, 2003).
En los hatos con recuentos de células que aumentan, dos o tres series de resultados bajos pueden indicar que el problema ha desaparecido. En algunos casos, es posible que éste sea el caso, ya que la vaca o vacas han sido secadas o vendidas. Sin embargo, en la mayoría de los casos sólo se trata de un descenso pasajero que se elevará de nuevo (Blowey y Edmondson, 1995; Cabrera, 1962).
El fundamento del análisis de leche del tanque es detectar, por medio de distintas técnicas, la presencia de grupos bacterianos que provienen de diversas fuentes, así como determinar el nivel de infección mastítica del hato. Esto permite corregir prácticas de manejo para controlar la contaminación bacteriana e implementar las medidas de control de mastitis más adecuadas, de acuerdo con el organismo patógeno prevalerte. Desde el punto de vista sanitario se utilizan dos pruebas:
- Conteo de células somáticas: indica tanto el nivel de mastitis existente en el hato, como la calidad de la leche producida. Si bien un recuento de células somáticas elevado es indicativo de un alto número de vacas infectadas en el hato, no es posible determinar a partir de esta prueba cuántas vacas están infectadas y qué organismos patógenos de mastitis prevalecen en el hato.
- Cultivo en agar sangre: se utiliza para detectar patógenos de mastitis. Tanto Staphylococcus aureus como Streptococcus agalactiae provienen de la glándula y no son resultado de contaminación externa. Otros patógenos, como los estreptococos ambientales (considerados genéricamente como Streptococcus no agalactiae) pueden provenir tanto de la glándula mamaria como de contaminación externa (Calvinho et al., 2005).
A corto plazo si los recuentos de células del hato son muy elevados sólo se pueden reducir mediante la eliminación selectiva despiadada de los animales responsables del aumento. Sin embargo, a largo plazo, es improbable que se resuelva el problema subyacente de la mastitis (Blowey y Edmondson, 1995; Cabrera, 1962).
En general, se recomienda hacer un análisis mensual para seguimiento de las medidas higiénicas y de prevención de mastitis implementadas en el establecimiento. Sin embargo, en determinados casos podrá ser necesario recolectar muestras por dos o tres días seguidos, ya que algunos patógenos causantes de mastitis presentan variaciones diarias en el índice de eliminación (Calvinho et al., 2005).
9.1. Usos del conteo de células somáticas a nivel Hato * Monitorear la prevalencia de mastitis subclínicas en el hato, especialmente aquellas que son infecciosas. * Evaluar la severidad y duración de las infecciones en forma individual por vaca. * Determinar si a nivel hato la situación mejora o empeora. * Clasificar si inicialmente el caso es infeccioso, ambiental o ambos. * Evaluar las prácticas de pre y post parto. * Identificar vacas problema (Acevedo, 2005).
10. RECUENTO DE CÉLULAS SOMÁTICAS DE UNA VACA INDIVIDUAL
Los recuentos de células de una sola vaca constituyen la mejor manera de identificar las vacas con recuentos elevados de células. Los recuentos individuales de células se calculan a partir de una muestra mixta de los cuatro cuartos. A esta muestra también se le puede calificar de compuesta. Los recuentos de células de toda la glándula aluden a los resultados de cada uno de los cuartos (Blowey y Edmondson, 1995; Cabrera, 1962). Una medida importante para conocer el estado de salud de la glándula mamaria y su calidad de leche es la comparación a nivel de cuartos de la vaca (cuadro 6). Debido a las grandes diferencias de los demás cuartos con el trasero derecho, podemos definir su estado como sospechoso o con gran posibilidad de estar infectado con un agente causante de mastitis (Wolter, et al., 2004).
Cuadro 5. Comparación del conteo de células somáticas por cuarto.
Fuente: Wolter et al., 2004.
Con el fin de obtener el provecho máximo, las vacas deben de ser muestreadas con regularidad de modo que puedan ser estudiados los recuentos medios en vez de los resultados individuales únicamente. Un solo recuento elevado de células indica el estado actual de infección. Sin embargo, los recuentos de los exámenes posteriores pueden ser bajos (Blowey y Edmondson, 1995; Cabrera, 1962).
El análisis del conteo de células somáticas en el estado de cada vaca debe verse como una aproximación al origen de la infección. Es necesario examinar tres cuentas consecutivas para la toma de una decisión definitiva. Los hatos bien manejados pueden mantener un conteo de <200,000 células/ml para un 90% del hato, mientras que el 5% restante en sus tres lecturas consecutivas tendrán un conteo >200,000 células/ml, éstas serán por consiguiente las vacas que están aportando la infección (Bradley y Green, 2005).
Idealmente, se deben examinar muestras todos los meses. Antes de tomar cualquier medida, se deben de tener en cuenta el promedio de los resultados de los tres meses anteriores junto con el promedio de los recuentos de la lactación. Cuando el recuento de células a nivel hato aumenta, también aumenta el porcentaje de vacas con recuento individual elevado (Blowey y Edmondson, 1995; Cabrera, 1962).
11. MÉTODOS PARA REALIZAR EL CONTEO DE CÉLULAS SOMÁTICAS
Existen varios métodos para realizar el conteo de células somáticas (CCS): físicos, químicos y biológicos, entre ellos difieren en sencillez, confiabilidad y costo; lo importante es seleccionar el que mejor se ajuste a las necesidades y posibilidades de cada explotación, pero sí es conveniente realizar el conteo de células somáticas como prevención a enfermedades y protección a la inversión que se tiene (Pérez et al., 2005).
11.1. Observación de la leche y de la glándula mamaria y palpación de la glándula
En la mastitis subclínica, la glándula mamaria de la vaca permanece aparentemente sana, la leche que produce, a simple vista, es una leche normal, pero una infección incipiente puede estar dañando el tejido glandular y provocando por lo tanto una alteración en la leche que ésta produce (Pérez et al., 2005)
La infección puede provocar inflamación de uno o varios cuartos, aumento de la temperatura en el área afectada, así como enrojecimiento de la zona y dolor, estos eventos provocan que el sistema inmune del animal actúe tratando de aliviar el problema, además de lograr la mayoría de las veces mantener la infección únicamente en el área afectada sin alterar otros órganos o sistemas del animal. Cuando se encuentran todos o algunos de los síntomas enumerados se puede interpretar como un caso de mastitis clínica, además, se encuentran cambios importantes en la leche que produce el tejido afectado, estos cambios pueden consistir en alteración del color, aparición de grumos, coágulos sanguinolentos, coágulos con pus, o una leche acuosa, entre otros (Wolter et al., 2004).
11.2. Pruebas físicas
Éstas sólo son útiles cuando la mastitis ya esta avanzada y no detectan mastitis subclínica. Dentro de estas se encuentran las siguientes: la prueba de la escudilla de ordeño, prueba del paño negro y la taza probadora (Charles, 1984).
Prueba de la escudilla de ordeño. Para leches anormales, se recoge la leche sobre un tejido negro extendido encima de la escudilla, los grumos se hacen así muy visibles (Charles, 1984).
Prueba del paño negro. Ésta se realiza durante la preparación de la vaca para la ordeña. Consiste en la detección de grumos en la leche (tolondrón) haciendo pasar los primeros chorros a través de una malla negra o bien utilizando una cubetilla especialmente diseñada para eso. Es recomendable realizar este procedimiento en todos los ordeños ya que además de detectar leche anormal, se eliminan bacterias que normalmente se encuentran en mayor cantidad en estos primeros chorros y además se estimula la "bajada" de la leche (Pérez, 1986).
Taza probadora. Examine los primeros chorros de leche de cada ordeño sobre un recipiente (strip cup) de fondo oscuro. Los coágulos, escamas, hilos, materia fibrosa, secreciones acuosas, o color anormal indican que la leche no es normal y que hay problemas probables. En la mastitis crónica la leche no tiene apariencia visible anormal en todos los ordeños (Carrión, 2001).
11.3. Pruebas químicas
Dentro de ellas se encuentran: la conductividad eléctrica de la leche, papel indicador de mastitis y la prueba de Whiteside. Respecto a la prueba de conductividad eléctrica (PCE), el procedimiento químico es muy variable y hasta cierto punto subjetivo por lo que no es recomendable como prueba única (Pérez et al., 2005).
Conductividad eléctrica de la leche. La Prueba de Conductividad Eléctrica (PCE) se ha utilizado como un indicador de la mastitis durante la última década, se basa en el aumento de conductividad eléctrica de la leche debido a su mayor contenido electrolítico especialmente iones de sodio y de cloro y se ha desarrollado como un método para monitorear el estado de la mastitis en la vaca. Se le encuentra como parte de algunos equipos de ordeño computarizados dentro de las salas de ordeño así como también en forma de medidores portátiles, lo que permite el monitoreo individual por cuarto (Medina y Montaldo, 2003; Norger et al., 2004).
Dicha técnica es importante porque mide la lesión, como es el caso del recuento celular. Sin embargo, sus limitaciones probablemente restringen su uso a vacas de producción elevada que se mantienen en rebaños pequeños, o en laboratorios con autoanalizadores (Radostits et al., 2002).
Papel indicador de mastitis. El método consiste en un papel sobre el que se hace caer directamente del pezón algunas gotas de leche, se consideran sospechosas las leches que dan una coloración correspondiente a un pH igual o superior a 7. La prueba descubre el 50% de las leches infectadas (Charles, 1984).
Prueba de whiteside. Se mezcla la leche con una solución de NaOH al 4% lo que ocasiona que la leche se gelifique formando grumos que son visibles. Los grumos serán más grandes conforme la leche contenga mayor número de células somáticas. Para hacer más visible la reacción es conveniente usar una placa de acrílico negra que puede tener dibujada 4 cuadros de 3cm x 3cm, uno por cada cuarto (Ávila, 1984; Pérez, 1986).
11.4. Pruebas biológicas
Dentro de estas se encuentran: la prueba de California para mastitis, prueba de Catalasa, prueba de Wisconsin, prueba de CAMP y el monitoreo de células somáticas, así como el diagnóstico bacteriológico por los métodos de aislamiento, cultivo, tinción, bioquímica e identificación (Pérez et al., 2005).
Prueba de California para Mastitis (CMT). La Prueba de California para Mastitis (CMT, por sus siglas en inglés) ha sido empleada durante décadas y sigue siendo la prueba más utilizada a nivel de campo para el diagnóstico de mastitis en el ganado bovino lechero (Morresey, 1999; Radostits et al., 2002; Medina y Montaldo, 2003; Erskine, 2001; Bedolla y Castañeda, 2004).
Es una prueba sencilla que es útil para detectar la mastitis subclínica por valorar groseramente el recuento de células de la leche. No proporciona un resultado numérico, sino más bien una indicación de si el recuento es elevado o bajo, por lo que todo resultado por encima de una reacción vestigial se considera sospechoso (Ávila, 1996; Ávila et al., 2001; Barkema et al., 1997).
La prueba consiste en el agregado de un detergente a la leche, el alquil-aril sulfonato de sodio, causando la liberación del ADN de los leucocitos presentes en la ubre y este se convierte en combinación con agentes proteicos de la leche en una gelatina. A mayor presencia de células se libera una mayor concentración de ADN, por lo tanto mayor será la formación de la gelatina, traduciéndose en nuestra lectura e interpretación del resultado como el grado más elevado de inflamación. Es decir, permite determinar la respuesta inflamatoria con base en la viscosidad del gel que se forma al mezclar el reactivo (púrpura de bromocresol) con la misma cantidad de leche en una paleta con cuatro pozos independientes permitiendo evaluar cada cuarto independientemente (Smith 1990; Saran y Chaffer, 2000; Medina y Montaldo, 2003).
Los resultados se leen como Negativos, Traza (sospechoso), 1+, 2+ y 3+, según la cantidad de formación en la muestra (NMC, 1999) (Cuadro 6).
Cuadro 6. Grado de afección dependiendo el número de células somáticas en leche por ml en la prueba de California.
Fuente: Ruiz, 1996; NMC, 1999.
Prueba de Wisconsin para Mastitis (WMT). La Prueba de Wisconsin para Mastitis (WMT), fue diseñada para el uso en el laboratorio, y es utilizada para estimar el contenido de células somáticas de muestras de leche fresca mezclada o leche de tanques de enfriamiento, así como para muestreo de vacas individuales. Se utiliza una solución similar a la que se emplea con la prueba de California, pero en contraste con esta última, los resultados se miden cuantitativamente dependiendo de la viscosidad, no cualitativamente o de estimarla a ojo de buen cubero como en la CMT (Fernández, 1997; NMC, 1999; Bedolla y Castañed2004).
La técnica consiste en utilizar un tubo graduado en milímetros en donde se depositan 2 ml de leche y una mezcla de 2 ml de reactivo para CMT con agua destilada (1:1) ambas a temperatura ambiente. Enseguida se agita durante 10 segundos, horizontalmente y de izquierda a derecha. Se deja reposar 10 segundos y posteriormente se invierten los tubos durante otros 10 segundos. Una vez transcurrido el tiempo, se procede a realizar la lectura en el tubo por debajo de la espuma que se forma. Los resultados se relacionan con la escala graduada en mililitros del tubo y su valor de células somáticas, empleando para su interpretación una tabla específica para la prueba (Cuadro 7) (Fernández, 1997).
Los rebaños con una puntuación baja entre 3 y 12 están en condiciones buenas a regular, mientras que los rebaños con puntuaciones superiores a 12 requieren de atención inmediata (Carrión, 2001).
Monitoreo del conteo de células somáticas. Con el registro ordenado de los resultados de las pruebas de monitoreo mensual de vacas individuales nos va a proporcionar información muy útil para el manejo del hato, para el ganadero, y el veterinario. Aunque estas pruebas de monitoreo no diagnostican la causa o tipo de infección o si hay una lesión presente, si alertan al ganadero y al veterinario de que un problema se esta desarrollando, por lo que se debe poner mucha atención al respecto (Fernández, 1997; Bedolla y Castañeda, 2004; Pérez et al., 2005).
Cuadro 7. Interpretación para prueba de Wisconsin.
Fuente: Philpot y Nickerson, 1992.
11.5. Métodos de conteo electrónico celular
Los métodos electrónicos tienen en la actualidad una aplicación universal, sobre todo en laboratorios de control lechero o dedicados al diagnóstico o investigación de la mastitis, utilizándose aparatos de recuentos celulares como el Fossomatic (Foss Electric, Dinamarca) y el Counter Coulter (Coulter, Inglaterra) (Saran y Chaffer, 2000; Bedolla y Castañeda, 2004).
Método fluoro-opto-electrónico (Fossomatic) y Counter Coulter. Éstos dos aparatos poseen alta correlación con la microscopia óptica, por lo que proporcionan una medida segura en el recuento de células somáticas. Sin embargo, se pueden presentar variaciones en el recuento en las mismas muestras cuando se realizan con los dos aparatos debido a la diferencia de operación de cada uno de ellos. El Fossomatic basa su cálculo en la tinción fluorométrica del material nuclear, mientras que el Counter Coulter cuenta el número de impulsos eléctricos resultantes de las partículas que pasan entre dos electrodos (Djabri et al., 2002). Es decir, cuenta partículas de un diámetro determinado, que para el caso serían las células, pero en el rango de recuento entrarían otras partículas, aumentando ligeramente el valor en comparación con el Fossomatic (Saran y Chaffer, 2000; Bedolla y Castañeda, 2004).
El Fossomatic consiste en el filtrado de una solución de leche mezclada con detergente (Triton X-100 EDTA) a través de una membrana con poros finos. Un procedimiento colorimétrico basado en la reacción con el ADN de las células es entonces utilizado para determinar el contenido de ADN que esta relacionado directamente con el número de células presentes en la muestra inicial (Djabri et al., 2002; Bedolla y Castañeda, 2004).
Procedimiento: Se coloca una muestra de leche de 5ml de leche a 40º C. En el Fossomatic se tiñen las células somáticas con un colorante fluorescente para obtener una reacción solo con el ADN de las células. Es por eso que las partículas sucias y los glóbulos de los lípidos no se suman al número de las células somáticas. La muestra pasa frente a una luz especial y un detector registra cada célula somática. Entre cada muestra el aparato limpia su sistema de flujo para evitar el efecto del arrastre de una muestra a otra. Todas estas funciones son automáticas (Carrión, 2001).
En síntesis, se puede decir que el Fossomatic es un contador específico de ADN basado en un principio óptico de fluorescencia. Debido a que el bromuro de ethidio penetra en la célula y forma un complejo fluorescente con el ADN nuclear, cada célula produce un pulso eléctrico que se amplifica y se registra (Martínez et al., 2003).
11.6. Pruebas bacteriológicas
Los cultivos en el laboratorio son necesarios para identificar los organismos específicos que se encuentran comprendidos en un caso clínico de mastitis y para distinguir los animales sanos de aquellos que presentan un caso subclínico. La fidelidad de los resultados de laboratorio depende de los cuidados sanitarios que se tengan durante la toma de muestras y su manipulación posterior. Los procedimientos bacteriológicos son esenciales para la selección de los agentes terapéuticos que tienen especificidad para el germen presente (Brown et al., 1969; Kirk y Mellenberger, 1995).
12. QUÉ HACER PARA CONTROLAR EL RECUENTO DE CÉLULAS SOMÁTICAS
Para obtener bajos recuentos de células somáticas hay dos puntos claves a considerar: limpieza (desde la vaca y su medio ambiente, hasta el manejo de la leche) y en segundo lugar un rápido enfriado de la leche a una temperatura adecuada inmediatamente luego del ordeño (Bradley y Green, 2005).
Los conteos de células somáticas altos en su hato indican que hay vacas con mastitis. Es muy importante identificar la bacteria que la causa antes de intentar una terapia, decisiones de descartar animales o cambios en las prácticas de ordeña. Primero hay que determinar si los microorganismos son ambientales o contagiosos y por lo tanto transmisibles de vaca a vaca. Hay algunos otros microorganismos que no se pueden clasificar en estos dos grupos a los que se llama oportunistas. En segundo lugar determine cuándo se infectó la vaca. ¿Fue durante el período seco o es una infección nueva? Es muy importante por lo tanto hacer una prueba de california al secado, así como durante los dos primeros días de la lactancia. Mantenga registros adecuados para cada vaca (García, 2004).
Si el hato está infectado y tiene vacas con mastitis subclínica que está causando baja producción y baja calidad de leche, siga estas instrucciones:
- Determine el tipo de infección en la explotación, haga analizar en un laboratorio una muestra de leche a granel.
- Use la prueba de california para detectar problemas en las vacas.
- Consulte a un médico veterinario para determinar el método de tratamiento más eficaz contra cualquier microorganismo específico.
- Si la leche está a punto de degradarse debido a un alto recuento celular seque las vacas en el periodo final de la lactación.
- Administre tratamiento a todas las vacas en producción que tienen infección clínica. Las infecciones estreptococócicas son mucho más fáciles de controlar durante la lactancia que las infecciones estafilocócicas.
- Se recomienda un tratamiento de secado en todas las vacas. Pero hay que cerciorarse que todas las vacas estén libres de mastitis clínica antes de secarlas.
- Separe las vacas con mastitis crónica.
- Administre tratamientos con un producto preparado comercialmente. Los remedios caseros a menudo se contaminan, pueden presentar incompatibilidad física y/o química y no tener un período establecido y seguro para suspender el medicamento.
- Administrar la serie completa de tratamientos recomendados. Si los tratamientos se suspenden antes de lo recomendado, se puede calmar la infección, sin exterminarla.
- Lea la etiqueta y observe las instrucciones acerca de las veces que hay que desechar la leche y tiempo de suspensión del medicamento antes de sacrificar la vaca.
- Es de suma importancia evitar brotes de mastitis por medios preventivos. Solo ejecute los principios recomendados en un programa para el control de la mastitis (Carrión, 2001).
13. CONCLUSIONES
La calidad de la leche debe ser la prioridad número uno de cada establecimiento lechero, no sólo del punto de vista económico, sino también para asegurar que la planta de procesado y el consumidor final reciben un producto seguro, altamente nutritivo y de calidad incuestionable.
Lo que se tiene que dejar en claro es que los conteos elevados de células somáticas deben de controlarse porque perjudican la producción y calidad de la leche. La menor producción de leche debido a elevación del conteo celular somático es consecuencia del daño impuesto al tejido por las bacterias causantes de la mastitis como son los Staphylococcus aureus, Escherichia coli, Streptococcus uberis, S.dysgalactiae y S. agalactiae. En cuanto a la calidad, un conteo elevado aumenta los componentes indeseables y disminuye los deseables.
El interés que debe ponerse para obtener leche calidad es la disminución del número de células somáticas, esto significa menos riesgos de problemas de salud para el consumidor, mejores precios o incentivos para el productor, se incrementa el rendimiento en la elaboración de quesos y se alarga la vida de conservación de los productos lácteos, se mejora la salud de las vacas y la rentabilidad de la ganadería.
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Biografías de los autores
Carlos Bedolla Cedeño
Es egresado de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Ha desempeñado sus actividades como Laboratorista Modular y como Coordinador de Módulo. En 1994, participó en el programa de implementación de los estudios de postgrado en la Facultad de Medicina Veterinaria. Ha sido responsable de varios proyectos de investigación. Ha participado como ponente y conferencista en diferentes instituciones y eventos locales, estatales y nacionales. Ha publicado diferentes artículos en medios locales, nacionales e internacionales. Realizó la Maestría en Ciencias de la Educación (con terminal en Investigación Educativa) y otra en Educación en Ciencias Naturales (con Terminal en Biología). Diplomado en Desarrollo Curricular y en Diseño de Unidades de Enseñanza–Aprendizaje. Integrante del comité que llevó a cabo el cambio del plan de estudios actual en la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia donde labora. Es Profesor e Investigador Titular "A" de Tiempo Completo de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Es Profesor Titular de las Áreas Integradoras denominadas "Metodología de la Investigación", "Organización y Dinámica Corporal", "Interacción Animal-Medio Ambiente" del Nuevo Plan de Estudios de la Carrera de Médico Veterinario Zootecnista de la FMVZ. Es Miembro de la Red Académica Universitaria en Educación de la Universidad Michoacana. Tiene Diplomado en Formación de Tutores. Es Coordinador del Programa de Tutorías en la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia. Es Candidato al grado de Doctor en Ciencias Agropecuarias en la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro de Torreón Coahuila, México. Actualmente se encuentra desarrollando los siguientes proyectos: 1) Identificación y tipificación molecular de cepas de Staphylococcus aureus aisladas de leche de vacas con mastitis del Municipio de Tarímbaro, Michoacán, México. 2) Epidemiología de la mastitis bovina en Michoacán, México.
Juan Manuel Hernández Reyes
Es Médico Veterinario Zootecnista, egresado de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Morelia, Michoacán. México.
Edith García Cedeño
Es Químico-Farmacobiologa, egresada de la Escuela de Químico-Farmacobiología de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Es Maestra en Educación en Ciencias Naturales. Ha participado como ponente en diversos eventos científico técnicos, ha impartido varios talleres y conferencias a profesores y estudiantes. Ha publicado diversos artículos en eventos locales, estatales y nacionales. Actualmente se desempeña como profesora en el Colegio de Bachilleres del Estado de Michoacán, México. Plantel Quiroga., impartiendo las asignaturas de Biología I y II, Temas Selectos de Biología, Geografía, Medio Ambiente y Ecología. Colaboradora en el proyecto de investigación Epidemiología de la mastitis bovina en Michoacán, México.
Autor:
Carlos Bedolla Cedeño
Juan Manuel Hernández Reyes
Edith García Cedeño
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