Descargar

Las ideas estéticas de Regino E. Boti en su crítica literaria


    1. Resumen
    2. Vida y obra de Regino Eladio Boti Barreiro
    3. Ideas estéticas
    4. Conclusiones
    5. Bibliografía

    RESUMEN.

    Muchos artistas y críticos de arte, inquietados por su quehacer profesional inmediato -sin pretender una producción sistémica ni sistemática en Estética– han incorporado generalizaciones tanto a la Teoría del Arte como a la Estética. Esto ha sido el resultado de una incesante búsqueda de nuevos motivos de inspiración, métodos y modos de expresión; al calor de las reflexiones que ello engendra, y fraguadas en una dinámica intrínseca con las demandas del entorno socio-cultural. Tal es el caso de Regino E. Boti (Guantánamo.1878-1958), bardo exquisito que aportó, desde su crítica literaria, ideas valiosas a la Estética y la Teoría del Arte. Su producción devino paradigma estético-artístico para los poetas del primer renacimiento lírico republicano en Cuba.

    Boti vivió en un contexto de agudas contradicciones y desmanes sociales. La salida a tal situación se encuentra, según el poeta, en la difusión cultural, la educación estética y el arte.

    La investigación aborda una nueva faceta del autor: sus ideas estéticas contenidas en la crítica literaria sobre Poética. Se asumen como sus lineamientos fundamentales:

    1. INTRODUCCION

    Regino Eladio Boti es conocido por haber levantado la poesía cubana de la crisis que atravesaba en la primera década del siglo XX. Arabescos Mentales (1913); fue la obra que le otorgó tal mérito. Boti supo adaptarse a las nuevas exigencias que imponía la lírica en cuba y América, de ello resultaron sus producciones posteriores: La Torre Del Silencio, Kodak- Ensueño y Kindergarten.

    La crítica literaria de Boti no es tan conocida como su poesía. Autores interesados en rescatar y dar a conocer su crítica han realizado un apasionado y serio trabajo.

    Es digno reconocer a Emilio de Armas con la selección Regino Boti. Crítica literaria (1985), a Etna R. Columbié con El Exegeta (1995) y Enrique Sainz con su Trayectoria poética y crítica de Regino Boti.

    Al acceder a estas obras y a las publicaciones periódicas donde Boti encontró espacio para su pluma de crítico se constata la aplicación de un erudito conocimiento del poema, de la verificación y de la utilización del idioma.

    Las producción botiana en el terreno de la crítica literaria rebasa el marco de esta. Entra en generalizaciones sobre el arte y las relaciones que guarda el proceso de creación- obra –público y consideraciones importantes sobre las categorías de la estética.

    Esta investigación tiene como objetivo precisamente: Analizar las ideas estéticas de Rgino E. Boti contenidas en su crítica literaria.

    La estética en el sentido que aquí interesa, como disciplina filosófica va a tratar su objeto de manera generalizadora sin centrarse en las determinaciones de un arte específico. No se persigue en esta investigación evaluar la estética botiana relacionada directamente con la poesía como la analiza la crítica literaria, sino de extraer el aspecto filosófico en ella contenida. Aunque en momentos determinados se tenga que apelar a ejemplos de la poesía en particular para formular generalizaciones.

    1.2.- Vida y obra de Regino Eladio Boti Barreiro

    Regino Eladio Boti Barreiro nace en la ciudad de Guantánamo, antigua provincia de Oriente, el 18 de febrero de 1878 y muere en la misma ciudad el 5 de agosto de 1958.

    Al estallar la Guerra del 95 el joven se reunía con un grupo de conspiradores guantanameros con el propósito de enrolarse en el Ejercito libertador, su padre ante tal situación decide enviarlo a estudiar a España y así evita que su hijo se mezclara en la guerra.

    En ese mismo año, 1895 cursa estudios en el colegio Vilar, Barcelona, allí recibe clases de pintura, también estudió en el Instituto Provincial de Segunda enseñanza de Barcelona e inicia el bachillerato, el cual no concluye. En este período comprendido entre 1895 y 1898 en España es donde se intensifican sus inquietudes intelectuales y para entonces ha publicado sus dos primeros artículos en dos periódicos guantanameros, esta actividad vinculada al periodismo Boti la va a continuar ejerciendo en varias publicaciones tanto nacionales como extranjeras durante casi toda su vida.

    A principio de 1899 regresa a Guantánamo, luego inicia sus estudios en la ciudad de Santiago de Cuba y los completa en La Universidad de Harvard en Estados Unidos de América. En 1917 se gradúa de Doctor en Derecho Civil en la ciudad de la Habana y en 1942 a la edad de 64 años obtiene el titulo de Doctor en Filosofía y letras, carrera que también estudió en la capital cubana.

    Regino E. Boti se desempeñó en varios trabajos, fue bodeguero y maestro público. En 1902 viaja a Santo Domingo donde se hace maestro azucarero, funge como ayudante de mayordomía y también aprende el oficio de tabaquero, todo esto durante una estancia de sólo dos años. Aunque no era de su gusto ejerció la abogacía, también fue notario.

    El guantanamero, se dedicó desde muy joven a la poesía, acompañando su labor poética con otras de facetas muy diferentes como la investigación histórica y la crítica literaria. Escribió una de las primeras biografías que se conoce de El General Guillermo Moncada (1911)

    Gracias a sus constantes investigaciones se conocen hoy muchos detalles a cerca de la ciudad de Guantánamo y sus orígenes. Con su trabajo de ingreso El 24 de febrero de 1895 (1919) pasa a formar parte de la Academia de Historia de Cuba.

    Boti colaboró en alrededor de sesenta periódicos y revistas de Cuba y el extranjero en los que publicó importantes artículos donde resaltan los del orden crítico literario, a través de la prensa daba vida y ponía a la luz pública lo más rico del quehacer poético de la nación conjuntamente con otros que en un principio eran del interior del país.

    Con la obra Arabescos Mentales (1913) Regino Boti marca un jalón dentro de la lírica cubana y da con ella inicio al primer renacimiento poético de la republica y se convierte de esta manera en el primer poeta de envergadura del siglo veinte en Cuba. Boti es (…) el que rescata la hidalguía poética cubana para el continente. [Parra, Rissell (inédito)] y como afirman algunos autores, es el primero que acoge el magisterio de José Martí.

    Un basto conocimiento de la poesía y su historia, le permitieron a Boti convertirse en un agudo crítico que vino a ser resultado de su incansable búsqueda de un método propio de carácter científico " Sobre la base de la interrelación dialéctica creación – crítica, tradición – renovación, se alza toda la critica poética de Regino E. Boti(…)" ( Columbié E, R: 1995:24).

    grandes exponentes de la poesía: Gertrudis Gómez de Avellaneda, Julián del Casal, Rubén Darío, El Cucalambé, Juan Marinello y Nicolás Guillén.

    En 1913 Boti escribe "La Avellaneda como metrificadora", esta obra "(…) significó (…) un momento relevante para la crítica cubana de la época por su grado de especialización, su precisión de juicio y lo particularizado del análisis". (Columbié E R: 1995: 29) La métrica de la poetisa camagüeyana no había sido estudiada con toda profundidad, hasta que lo hace Boti dando a conocer los aportes de esta a la lírica y con lo que le devuelve el lugar que ocupa ella dentro de la literatura de habla hispana y demuestra elementos que la convierten en precursora de la versificación modernista.

    Con la muerte de José Martí y Julián del Casal la lírica cubana comienza a atravesar por un período en que la producción poética se queda a la zaga con respecto a las demás naciones de Latinoamérica, donde la poesía seguía evolucionando y había dado ya lo mejor del modernismo.

    En Cuba los poetas continuaban asidos al romanticismo, este movimiento había agotado todas sus posibilidades y se encontraba en decadencia. La poesía "romanticoide", como refería Boti, se caracterizaba, en lo general, por su insustancialidad y pobreza lexical.

    Durante el siglo XIX hubo un florecimiento de la rica tradición crítica en Cuba, que tuvo sus mejores representantes en José Martí, Enrique José Varona y Manuel Sanguily.

    Por lo general en las dos primeras décadas de la repùblica la critica cubana estaba desactualizada en relación con las líneas de pensamiento y la literatura más avanzadas de la época, por la agonizante orientación positivista y el impresionismo vació que nada aportaban al pensamiento renovador que había caracterizado la centuria precedente.

    Otros trabajos relevantes que muestran a Boti como excelente crítico e investigador literario son " Dilucidaciones métricas", escrito en 1914 y salido a luz publica en 1921, los trabajos sobre Darío que salieron entre 1918 y 1925, "Sincronismos a manera de prólogo para el lector cubano de Crepúsculos fantásticos, " La nueva poesía en Cuba: Liberación, por Juan Marinello, Madrid 1927, " Notas acerca de José Manuel Poveda, su tiempo, su vida y su obra (1928), " Tres temas sobre la nueva poesía"( 1928)," Motivos de son. La poesía de Nicolás Guillén" y " El Cucalambé popular ".

    Gracias a las investigaciones de Boti acerca de Darío dio a la luz versos desconocidos de este último y pudo demostrar la autonomía del nicaragüense sobre los versos de la Negra Dominga que se le atribuían a Casal.

    Ideas estéticas

    En materia de estética, si algo viene a quedar manifiesto es el eclecticismo del poeta. En el prólogo a Arabescos Mentales (1913), el autor hace una exposición declaratoria de sus ideas, dentro de las cuales está en todo momento la presencia de una formación ecléctica muy rica y diversa.

    Él mismo lo afirma: "Lejos de ser sectario me precio de ecléctico. Suponérselo en arte, es una virtud. Serlo, es triunfar". En la misma obra apela al verso para patentizar: En la ortodoxia misma ∕ del Arte, visto luto ∕ porque me arrastra el cisma ∕ y odio lo impoluto. Vacilo entre los polos estéticos.

    Con este primer libro Boti incursiona dentro del modernismo; hace poesía nueva, negándose a producir dentro del romanticismo decadente al que continuaban aferrados los poetas en los inicios de la república, sin una mirada crítica que les permitiera producir acorde con su tiempo. Esta poesía "románticoide", como la refiere Boti, estaba caracterizada por la insustancialidad y la pobreza léxica.

    Con Arabescos mentales Boti se ha ido por encima de la parálisis cultural de los primeros diez años de la república, llevando siempre como máxima una lucha estética consecuente y se levanta de esta forma contra los poetas neorrománticos. Boti entendía que para que el poeta produzca una obra diferente dada su individualidad, inscrito a una tradición dentro de un conjunto de constantes, debe asumir una serie de experiencias creadoras, un número de significados artísticos que se han ido acumulando a través de toda la historia de la producción poética.

    La necesidad del contraste que permite lograr la perfección es uno de los intereses del guantanamero que siempre va a proponer desde una rica visión dialéctica entre continuidad e innovación.

    La oposición a la pobreza lírica del romanticismo decadente y falta de asimilación flexible de elementos de otro movimiento, además de la insistencia en el contraste para lograr la perfección poética, son las causas fundamentales que conducen a Boti a adoptar una posición ecléctica dentro del ámbito de la estética.

    Las fuentes teóricas de la estética botiana son variadas: las francesas del siglo XIX, que además tuvieron fuerte influencia en toda la América latina; las del alemán Frederich Nietzsche asimiladas por el cubano a través de tres obras fundamentales de las que se vale para sus ensayos críticos, estas son: El crepúsculo de los ídolos, El origen de la tragedia y Más allá del bien y el mal. En el ensayo "Sincronismos a manera de prólogo para el lector cubano de Crepúsculos fantásticos remite al lector a estas obras. Otras ideas que asimila el poeta guantanamero son las del poeta norteamericano Emerson; con relación a la naturaleza y la obra de arte hay elementos pragmáticos que están presentes en su estética.

    En los ensayos críticos Boti hace una aplicación de su erudito conocimiento del poema, de la verificación y de la utilización del idioma; pero además, entra en reflexiones mucho más generalizadoras sobre el arte y las relaciones entre creador – obra – público, que aunque no dejen de estar vinculadas estrechamente con la poesía están mucho más cerca de la estética en el sentido que aquí interesa, como disciplina filosófica que va a tratar su objeto de manera generalizadora sin centrarse en las determinaciones de un arte específico.

    No se persigue en esta investigación evaluar la estética botiana relacionada directamente con la poesía como la analiza la crítica literaria, sino de extraer el aspecto filosófico en ella contenida.

    La batalla estética consecuente, acompañada de una intensa labor de acendramiento del Yo viene a manifestarse en la perfección formal de sus poemas. Para él, el verso sale del alma con el primer impulso como un diamante en bruto y luego debe ser tallado hasta lograr su perfección, concepción con la cual se pronuncia contra la idea martiana de que el verso debe salir ya pulido.

    En el guantanamero se sobrepone el observador al poeta porque lleva en su interior una gran contradicción entre su empeño de lograr la perfección de la forma y su inclinación a seguir la inspiración.

    En lo que concierne al arte la "rebeldía y el libre examen" debe ubicar necesariamente al creador en una postura de asimilación de la tradición y el constante renuevo desde una actitud crítica, donde no debe perder de vista tanto lo objetivo como lo subjetivo, con una mirada frente a lo exterior y lo interior para que facilite la interrelación dialéctica entre el motivo real de inspiración y el sujeto creador. Este proceso de continuidad y ruptura es la base de la mutación perfectible del alma humana que trae entre sus diversas consecuencias los cambios en el poema.

    Boti siempre está enfatizando sobre el aspecto formal, pero no quiere decir que estuviera desacertada totalmente su visión entre el contenido y la forma. Cuando la obra no tiene impresa la visión original del artista, su sello, la forma se estropea. La forma y el contenido deben tener un equilibrio porque si no se busca la correspondencia entre lo que el creador quiere expresar y la forma para hacerlo, se arruina esta última y la obra se vuelve insalvable pues no expresa el contenido, es decir no cumple su función la forma.

    En criterio de Boti "la personalidad está fundamentalmente en la forma" y se encuentra además en armonía con el Gran Todo que alcanza una de sus determinaciones en el "ritmo interior" del poeta. En su obra debe estar su cosmovisión, su personalidad que como se dijo anteriormente es el resultado de la relación de su interior armónico con el Gran Todo, esta reinará por encima de la lectura tanto de críticos como de sociólogos, poetas y filósofos.

    El poeta con su concepción de que la originalidad radica en la forma no se equivoca, porque es adecuado el planteamiento de que cada artista tiene una forma original, propia de expresarse; pero si algo lo limita es que confunde maestría y originalidad con personalidad, según él esta última radica fundamentalmente en la forma cuando en realidad descansa mayormente en el contenido y por supuesto este se expresa a través de la forma.

    Antes de existir el hombre todo en la naturaleza estaba situado, producto del desarrollo lógico- evolutivo. Sin embargo, lo que hace que dos obras de arte estén situadas de manera desigual, que sean diferentes radica precisamente en que son de naturaleza diferente a los de los objetos del mundo natural, han sido creadas por el hombre y éste bajo la condición de artista pone en su obra su personalidad que se manifiesta en la forma y que es única e irrepetible; por lo tanto las obras son diferentes, están "desigualmente situadas".

    "El clasicismo no tiene fundamento racional de ser como conquista definitiva en estética; y es inaceptable que se nos quiera imponer como modelo cuando en arte todas las tendencias pasan, se modifican, cambian y se extinguen. Si infinitos adelantos, que corresponden al lado práctico de nuestra vida, se han realizado ¿Por qué en el orden artístico habríamos de permanecer estacionarios?"( Boti, R. E.,1913:33 ) Así declaraba Regino Boti en 1913 su apreciación histórica del desarrollo del arte, de como cada época tiene modelos diferentes para la creación artística.

    Los cánones de belleza cambian de época en época en dependencia también del desarrollo alcanzado hasta el momento por el hombre; con el adelanto científico – técnico el mismo hombre va creando nuevos objetos de disfrute estético y recreando los antiguos, esto trae consigo un cambio en los cánones estéticos.

    Este proceso se opera de manera progresiva pero existen cánones y obras de disfrute estético que han trascendido y han sido asimilados por la modernidad, en tal sentido él expresa: "Hoy no ya nos detenemos con gozo contemplativo ante las ruinas de ciudades, tumbas y monumentos de la civilización oriental, ante la clara euritmia de la estatuaria griega (…) sino que reverenciamos también estas otras innegables categorías de la belleza fruto de nuestra era" (Boti, R. E., 1926: 66-67)

    La conformación de cánones estéticos y de la idea de lo bello en general depende del contexto histórico; de las relaciones sociales y del desarrollo alcanzado por las fuerzas productivas. "Si un egipcio despertara ahora (…) de su tumba (…) sería incapaz de apreciar de improviso la belleza que hay en la armazón de una locomotora, en la textura de un dínamo (…)" (Boti, R.E, 19 26:66)

    Para Boti existe una relación muy estrecha entre lo singular y lo general en la obra de arte; es decir, que una obra artística que tome como símbolo cualquier elemento natural está representando con él a la generalidad de la naturaleza, a través de una flor se puede representar toda la naturaleza viva (el ejemplo no es de Boti).

    Cuando se representa la realidad social utilizando un elemento natural para simbolizarla, desaparece lo que para el hombre pueda existir de moral o amoral en ella a través de la obra de arte, de su forma.

    En esta última consideración botaina, que ha asimilado del poeta norteamericano Emerson, se pone de manifiesto el peligro fundamental del eclecticismo, la contradicción. Para Regino Boti la naturaleza tiene una significación ética que a medida que transcurre su obra va cobrando cuerpo. En su libro El Mar y La Montaña cataloga a la naturaleza de buena, utiliza elementos de ésta para representar la eticidad; sin embargo, aquí se contradice de manera doble. En primer lugar, niega la significación ética que para él tiene la naturaleza y niega también que un elemento natural puede representar o sugerir en una obra cualidades éticas.

    Es cierto que la naturaleza en sí no encierra eticidad alguna, al igual que en sus cualidades físicas, matemáticas o biológicas no es bella o fea sin la intervención del sujeto que valora estéticamente, el hombre, que hace corresponder su ideal de lo bello o lo feo a la naturaleza según el contexto histórico-social donde se desempeña, tomándose siempre a él como centro. Muchas cualidades morales o amorales pueden ser representadas en los elementos naturales utilizándolo como símbolo, el concepto mismo de símbolo aclara parte de la problemática: expresión por algún medio sensible, de algo inmaterial.

    Pero estas no desaparecen del todo en la obra ya representada, por que como quiera que sea el autor escogió precisamente elementos que dada la aprobación social encierran cierto significado ético, por ejemplo, una paloma que analizado por la biología es simplemente un organismo sin caer en lo que significa para el hombre, en la obra de arte adquiere otra connotación que puede entre otras ser éticas. Difícilmente a través de la paloma se represente en una obra la ruindad o la agresividad o sumisión a través del león, este último se considera también bello entre otras cosas, por que posee cualidades que son ideales humanos: destreza, fuerza y resistencia.

    Otra limitación que caracteriza a Boti dentro de su eclecticismo estético es el utilitarismo de Emerson, pero que tiene su origen en Sócrates, reconoce como bello todo aquello que responde al fin para lo que fue creado o trasformado, con lo que supedita lo bello a lo útil.

    La ley fundamental de la belleza-la correspondencia entre lo real y lo irreal-actúa tanto en la naturaleza como en los objetos creados por el hombre. "El resultado de la actividad humana es una realización del ideal y se valora con la medida de la correspondencia entre el objeto real creado y el objeto que lo origina y se plasma en el"(Kagan, M. 1984:131). Es comprensible de que para determinar el valor estético de un objeto baste con que este corresponda a la finalidad ideal subjetiva y que debe existir una correspondencia entre el objeto real y el ideal; que tienen a su vez que poseer un carácter no sólo subjetivo sino también objetivo, debe comprobarse por el funcionamiento práctico del objeto y ser comprendido por los hombre que se sirven de sus uso, lo perciben y valoran estéticamente.

    No se debe caer en el extremo de absolutizar como rasero para medir la belleza del objeto la comprobación del funcionamiento práctico, útil de este.

    Cuando se objetiva la correspondencia entre el objeto real y su imagen ideal, la medida de la belleza está en dependencia también del nivel de maestría que tenga su creador, del arte y del dominio perfecto de oficio. La maestría como "capacidad de lograr la medida suprema de ordenamiento de forma en los objetos creados por el hombre" (Kagan, M, 1984:133) también pesa en la conformación de un objeto y su belleza.

    En un número de objetos de un mismo tipo, por ejemplo dos mesas que se utilizan para comer, rinden la misma utilidad pero para un sujeto que las valora es más bella aquella que haya sido creada con mayor maestría, tomando como criterio para valorar esta última no sólo el exitoso funcionamiento práctico de la mesa sino también su aspecto, su forma.

    El arte es ante todo para el guantanamero, un reflejo de la realidad. De las formas naturales y de la realidad social es que surgen idealizadas por el artista las formas artísticas, y a medida que se va desarrollando la sociedad y el nivel cognoscitivo del hombre van surgiendo nuevas imágenes para el arte. Para el reconocido poeta el arte tiene un carácter social y aún sin pretenderlos este se manifiesta en la obra o está la tendencia a expresarse; pero lo que no comparte es con la posición de algunos artistas y en especial de los poetas de vanguardia en Cuba, de expresar lo sociológico de la obra de arte de manera implícita, por que se corre el peligro de que se convierta en propaganda política; esto responde a su posición de repudio a la política cubana que había sido en lo esencial desde el inicio de la república pura politiquería.

    Por otra parte para Boti la verdadera obra de arte es aquella que carece de intencionalidad y pretensiones, al respecto declara: "el error, para mi, de nuestra lírica del día, es que hace de lo sociológico como un programa, anteponiendo la acción social a la estética. Y nada mas deplorable que la sociología en verso" (Boti, R. E., 1928:129)

    Conclusiones

    • El eclecticismo: por una parte este viene a ser una respuesta de rebeldía contra la poesía neorromántica en decadencia, y por otro su insistencia en la necesidad del contraste para lograr la perfección.
    • La visión histórica del arte en general y de la poesía en particular, es lo que lo conduce a un modo particular de hacer poesía de acuerdo con los cánones de su tiempo.
    • No se debe denominar formalista de manera categórica, porque aprecia muy adecuadamente la relación entre contenido y forma; pero se pudiera considerar como tercer lineamiento su énfasis en el aspecto formal, como resultado de su búsqueda de originalidad, la cual radicaba a su entender fundamentalmente en la forma.

    Bibliografía

    Boti Barreiro, Regino E. "La Avellanada como metrificadora. Revista Cuba contemporánea". t III, 1913, pp 373-390.

    __________________. Dilucidaciones métricas. Revista Cuba contemporánea, t XXVI, 1921, pp 332-369.

    ___________________. Versos inéditos y desconocidos de Rubén Darío. Revista Cuba contemporánea t XXXI, 1923, pp 260-283.

    _____________________ . Martí en Darío. Revista Cuba contemporánea, t XXXVII 1925, pp 112-124.

    ____________________ Sincronismos a manera de prólogo para el lector cubano de "Crepúsculos fantásticos". Revista Cuba contemporánea t XL, 1926, pp 64-79.

    ____________________ La nueva poesía en cuba. Revista Cuba contemporánea t XLIV, 1927, pp 55-71.

    Armas de, Emilio. "Regino E. Boti. Crítica Literaria".Edit. Academia. Instituto Cubano del Libro, la habana 1987.

    Columbié Ena, R. El exégeta. Edit. El Mar y La Montaña. Guantánamo. 1990

     

     

     

     

     

    Autor:

    Orleydis Alba Sánchez