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La astrología (página 6)

Enviado por Cesar Augusto Salomon


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Prescindiendo de su relación con los factores zodiacales, hemos elegido unas PIEDRAS que tienen características propias y pueden utilizarse en las situaciones en que se sienta la necesidad de ser apoyado.

Las PIEDRAS en este caso, deben ser de al menos de 2 Quilates cada una.

No deben llevarse como simples amuletos sino que se debe de tratar de entrar en contacto con la vibración emitida por ellas, que así activada servirá para contrarrestar la vibración negativa por los problemas que estamos tratando de resolver, en caso de que no haya auténticos problemas en nuestra vida sino simplemente un deseo de lograr, se debe provocar igualmente el mecanismo de realización que debe ser activo y no pasivo como el caso de la protección.

Veamos cuales son las PIEDRAS y sus significados:

AGUA MARINA: Es la piedra de la juventud, de la esperanza y de la buena salud.

ÁGATA NEGRA: Da valor y favorece la prosperidad.

ÁGATA ROJA: Proporciona Paz, calma y funciona contra los rayos y las picaduras de serpiente frotándola sobre ellas.

AMATISTA: Abre la mente y el espíritu, calma el corazón y protege de la embriaguez.

BERILO: Refuerza la vida espiritual y la esperanza.

CALCEDONIA: Protege en los viajes alejando las desgracias y las enfermedades.

CARBUNCLO: Da decisión, energía, confianza en uno mismo, y bienestar físico.

CORAL: Protege de las enfermedades, propicia el afecto y la entrega.

CORINDÓN: Aumenta la firmeza espiritual.

CORNALINA: Favorece las amistades y el coraje.

CRISOLITO: Da sabiduría y prudencia.

DIAMANTE: propicia para la fidelidad, la sinceridad, los afectos y la cordialidad.

ESMERALDA: Ayuda a revelar el futuro, da constancia en el amor y fidelidad, muy favorable para el cuidado de los ojos.

GRANATE: Da energía, favorece la fidelidad, la entrega y la simpatía.

HEMATITES: Aumenta la vivacidad, la sexualidad, y la atención.

JADE: Da fuerza de animo y fuerza física con aumento de la energía.

JASPE: Da alegría, felicidad y es analgésico.

LAPISLÁZULI: Tiene el favor divino y otorga la capacidad y el éxito.

MALAQUITA: Consuela el amor infeliz y calma los deseos.

OLIVINO: Da sencillez, modestia, felicidad y alegría.

ÓNIX NEGRO: Aleja las pesadillas y las desgracias.

ÓPALO: Da seguridad, fidelidad y favorece la vida religiosa.

PERIDOTO: Refuerza las amistades y protege contra el fuego celeste (negatividad)

PERLA: Otorga pudor y pureza, pero es peligrosa si se lleva inmerecidamente.

RUBÍ: Da amor, belleza, intuición y conduce a la victoria.

SELENITA: Ennoblece la vida sentimental, da esperanza y pureza.

TOPACIO: Favorece el amor, los afectos y la simpatía.

TURQUESA: Da el coraje necesario para alcanzar la victoria.

ZAFIRO: Conserva la castidad y la inocencia, da la salud y favorece la verdad.

TALISMANES Y AMULETOS

 ¿Quién no ha tenido alguna vez un objeto que le diera suerte?

Una piedra, un trébol de cuatro hojas, una patita de conejo, un símbolo mágico, un anillo… algo que si lo llevamos con nosotros nos hace sentir seguros y tranquilos.

¿Es realmente magia o un efecto psicológico?

Que importa, lo cierto es que los talismanes o amuletos existen desde tiempos inmemoriales, y muchos ganaron honor y fama.

¿Ayudan a hacer realidad un deseo?

¿Atraen la fortuna, el amor y el éxito? ¿Combaten la mala suerte y el mal de ojo? 

Aceptados unas veces, perseguidos otras, la magia y los amuletos han sobrevivido a todas las civilizaciones…

EL TALISMAN

La palabra Talismán, deriva de Telsam o Telesm, del griego: "operación mágica". Su finalidad es proteger a la persona que lo lleva, dispersando o anulando todas las posibles influencias negativas que puedan afectarla, directa o indirectamente, ya sea desviando la mala suerte o incluso lo que proviene de voluntades negativas que atentan contra la seguridad y individuo.

Existe, pues, una fuerza talismánica, un poder protector, un generador de felices circunstancias, un controlador que dispersa y neutraliza todos los magnetismos negativos provenientes del exterior y sobre los cuales solo el TALISMÁN es eficaz.

   Desde la antigüedad los talismanes más comunes consistían anillos con inscripciones simbólicas construidos con metal o aleación, grabados y cincelados según ciertos ritualismos, cuyo origen se pierde en la noche de los tiempos. 

 

Existen anillos talismánicos en la antigua Grecia, Egipto, Babilonia, India, China, Tibet, etc. 

Algunos de ellos famosos: El anillo de Salomón, Apolonio de Tiana, Conde Von Velthein, Napoleón I, Nicolás II de Rusia, Guillermo I de Prusia, Catalina de Médicis, entre otros Amuletos, Talismanes, pantáculos… poseen realmente unas propiedades esenciales que les caracterizan pudiendo tener formas diversas, aunque las principales son los anillos y medallones con grabaciones mántricas, esotérico-simbólicas, basadas en antiguos grimorios y libros mágicos depositarios de la ciencia arcaica y ancestral.

EL AMULETO

                                   

De acuerdo con el concepto ocultista, es amuleto cualquier objeto usado en la creencia que merced a él se pueda obtener correspondencia o preservarse de cualquier daño.

Algunos distinguen como talismán a todo objeto que dé buena fortuna y como amuleto al que solamente defiende contra los males.

Los amuletos para el amor que llevan grabados signos astrológicos pueden servir de talismanes.

Paracelso, Agripa, Albano, Cagliostro y muchos otros alquimistas, han dejado fórmulas de talismanes amorosos; día, fase lunar, términos mágicos antiguos, material y color de la tinta a utilizar.  

LOS TALISMANES DE AMOR MEDIEVALES

Durante la Edad Media, la confección de talismanes de amor se complicó enormemente. 

Para hacerlo se exhumaban viejas tradiciones latinas y fórmulas secretas y misteriosas de Oriente, traídas por los cruzados. 

  En las extrañas mezclas actuaban juntos los Dioses del Olimpo con los genios de las creencias Árabes y los demonios y arcángeles cristianos.

Fue tan intensa la afición de aquella época por los filtros y talismanes de amor que su abuso inspiró las estrofas del poeta español Juan de Mena (1411-1455):

"Ni causan amores, ni guardan su tregua las telas del hijo que pare la yegua ni menos agujas hincadas en cera, ni de Mayo bebida en vaso de hiedra, ni vanas palabras de encantadora…"  hilos de alambre, ni agua primera

Una preparación mágica famosa, consistía en tomar el corazón de una culebra, colocarlo junto con la cabeza sobre una chapa caliente hasta que se secaran. 

Se pulverizaban moliéndolos en un mortero. 

El polvo resultante se mezclaba con unas gotas de láudano. 

La creencia popular aseguraba que, con solo refregarse las manos con este polvo, se conseguía conquistar a la mujer deseada. 

La mujer, por su parte, además de refregarse las manos con esta mixtura, debía dársela de beber a su elegido con una copa de vino en la cual hubiera desleído una bolita del tamaño de un semilla de trigo formada por cabeza de anguila, un trocito de cimiente de cáñamo, 6 gotas de su propia sangre menstrual y 2 gotas de láudano.

                                                 

Una receta para conquistar al hombre amado, aconsejaba tomar pelo de su barba (acordemos que en aquellas épocas   casi todos usaban barba) lo más cercano posible a la oreja izquierda, y una moneda de plata que hubiera estado en contacto con él por lo menos medio día. Debía hacerse hervir todo junto en un jarro de asperón (arcilla arenosa) nuevo, con vino, unas hojas de ruda y saliva. Cuando la moneda hubiera hervido durante una hora, se la sacaba. Tomándola con la mano derecha y acercándola al hombre amado debía decir por lo bajo: "Rosa de amor y flor de espina", mientras que con la otra mano se le tocaba suavemente el hombro izquierdo.    

                                           

Para los maridos recelosos de la fidelidad de sus esposas, una receta era:

Arrancar el corazón de una paloma, secarlo, reducirlo a polvo y colocarlo en una bolsita de seda que contuviera una moneda de oro

A la tercera noche, cuando la mujer dormía, se le salpicaba con dicho polvo el pecho izquierdo y se colocaba encima la moneda. Si la mujer era fiel, continuaba durmiendo tranquilamente; en cambio, si era culpable, relataría todos los detalles de su infidelidad.

                                                      

Otra fórmula de Amuleto para conquistar a las mujeres, consistía en llevar sobre el corazón un saquito de seda verde que contuviera el corazón de una paloma y los ojos de un gato secados y reducidos a polvo. Este amuleto, para que fuera más eficaz, debía prepararse un viernes de primavera o en o en el solsticio de verano.

LOS TALISMANES DE AMOR

                      

En otras culturas como los egipcios, grababan en planchas de bronce escenas lujuriosas para que aquella mujer bajo cuyo umbral se enterrase la placa, amara indefectiblemente al hombre en cuyo favor se realizaba la ceremonia.

En el museo de Leyden, existe un papiro en el cual se da una receta para hacer la tinta mágica con que debía escribirse en los talismanes. 

En ella se mezclan 7 perfumes de 7 flores distintas que, de acuerdo con la astrología, estuviesen bajo el influjo de los planetas Otro Talismán, de Venus, consistía en una placa redonda de cobre (consagrado a ella). En uno de sus lados estaba la imagen de la Diosa del amor con Cupido, y en el otro, había grabado un cuadro mágico de números dispuestos en forma tal, que sumados vertical y horizontalmente daban el mismo resultado. La fórmula de este talismán era de Paracelso, quien aconsejaba realizarlo en día viernes (día de Venus), cuando esta, junto con Júpiter entra en la constelación de Piscis.

Su creador sostenía además, que quien llevase este talismán sería amado tiernamente por las mujeres. Si se lo sumergía en un líquido (vino, agua, leche, etc.) y se daba a beber a un enemigo, este se convertía en el mejor de los amigos.

                                                       

Lajard, en su libro "Investigaciones sobre el culto de Venus",  describe un amuleto de Venus consistente en una hermosa sardónica ovalada. En la parte superior entre el Sol y la Luna hay un globo y alrededor están grabados caracteres fenicios.

De todos los monumentos históricos "amorosos", el más conocido es el de la Reina de Francia Catalina de Médicis, interpretado de distintas maneras. Para unos es una medalla en la cual aparecen grabadas dos personas: una joven, al parecer de alto rango, y un hombre de armas a quien la dama intenta seducir. 

En el reverso lleva grabadas las palabras: ASMODEI y HAGIEL.

En la mitología Hebraica, Asmodei representa al rey de los demonios lujuriosos y Hagiel es la "inteligencia" de Venus. 

Interpretan los estudiosos que Catalina utilizaba su talismán para triunfar eróticamente sobre su rival, Diana de Poitiers. 

Para otros no es una medalla concebida para lograr el amor sexual y la voluptuosidad, sino un talismán usado por la reina para tener descendencia (durante muchos años Catalina no la tuvo). 

Este medallón está formado por una amalgama de bronce y oro bien fundidos y parece haber sido dorado a fuego. El desgaste de sus dos caras demuestra que fue muy usado.

El médico francés Granger, que estudió este amuleto, dice: 

"Sabido es que el Dr. Fernel, médico de Catalina, fabricó este amuleto en 1553 y que esta atribuyó el nacimiento de su cuarto hijo, esperado durante tres años, a la extraordinaria virtud de aquel talismán misterioso. En cuanto a la interpretación de la medalla, puede extrañar y causar maravilla que un célebre médico se prestase a ello, pero hay que trasladarse a aquellos tiempos en que la medicina no desdeñaba servirse de la astrología, que era soberana".

Los Magistas, aconsejan no jactarse jamás de llevar un talismán, porque al exponer a miradas envidiosas ese acumulador de "fuerzas fluídicas" se corre el riesgo de anular su virtud. Los antiguos magos enseñaban la fórmula y luego decían: "Saber, osar, querer y callar".

EL TALISMAN DESDE SUS PRINCIPIOS BASICOS

"Un talismán bien preparado, es un condensador magnético de la voluntad de la persona que lo fabrica, y astral de las fuerzas solicitadas. Reconociendo la fuerza astral de los pensamientos, los signos que se graban, son evocaciones condensadas en el objeto de las energías evocadas y el pensamiento del preparador".

(Enediel Shaiah).

Para que el talismán sea auténtico, con inductora influencia positiva, portadora de suerte y neutralizante de irradiaciones magnéticas negativas, será necesario tener en cuenta lo siguiente:

· Que el material a emplear debe estar en total concordancia con la persona que lo va a llevar. Para ello, será importante saber el signo astrológico natal de la persona en cuestión, así como su planeta regente, el que tiene mayor influencia sobre ella.

· Tener en cuenta que el día de la semana, el metal, la piedra, el color, el número y la inscripción que va a insertarse en el anillo o colgante, deben estar en total armonía, simbiosis y concordancia con la persona destina a llevarlo consigo.

· Tener en cuenta la hora planetaria del día en que se fabricará el talismán correspondiente. Solo así el talismán será auténtico con toda su fuerza y poder.  

Lo que detallo a continuación posee una antigüedad y unos principios que acreditan su eficacia a través de los   tiempos, sin nunca haberse modificado este orden y características:

EJEMPLO PRÁCTICO: 

Una persona nacida un 12 de Abril quiere tener un anillo talismánico que le genere fuerza, poder y energía, que actúe como un acumulador, centralizador de influencias magnéticas, que anulen a la vez toda radiación que atente contra la integridad e intereses de su persona.

Para ello deberá saber que al nacer un 12 de Abril pertenece al signo de Aries, cuyo planeta regente es Marte, lo que indica que el talismán en forma de anillo tendrá que ser confeccionado un día Martes, en cuya fecha deberá coincidir la cifra 9, aunque sea reducida a un solo dígito (9, 18, 27… todos son nueves).

Deberá hacer intervenir aleación de hierro en su contenido, la piedra rubí e incluso, si interesa hacer alguno inscripción estos deberán grabarse con tintes rojizos. 

Solo faltará conocer la hora planetaria en que el talismán tiene que ser fundido y cincelado, para que quede impregnado de ese momento cósmico, el que va a influir a partir de entonces en la energía y poder del anillo.

MEDALLAS

Medalla del Arcángel Gabriel

Llevar consigo la Medalla del Arcángel Gabriel conecta con la Paz del Creador. Otorga paz, felicidad y alegría.

Medalla del Arcángel Miguel

Utilizar la Medalla del Arcángel Miguel protege contra los peligros, otorgando la fuerza necesaria para enfrentar los miedos, a la vez que fortalece el espíritu.

Medalla del Arcángel Raphael

Llevar consigo la Medalla del Arcángel Raphael ayuda a curar el cuerpo, la mente, el espíritu y el alma. También inspira a quienes ayudan o curan a los demás.

Medalla del Arcángel Uriel

El uso de la Medalla del Arcángel Uriel otorga armonía e inspiración. Ayuda a recobrar la paz, a contener la ira y a la resolución de problemas personales y profesionales.

Medallas Protectoras

Llevar consigo una medalla de metal es otra forma de poner una barrera contra los daños y peligros.                       

Medalla de San Benito

         

                                                    (Reverso de la Medalla de San Benito)

(Cruz con Medalla de San Benito en el centro)

San Benito fue un hombre de vida venerable, habiendo gozado de cordura de anciano desde su infancia. Siempre venció los ataques del maligno, armado de su profunda fe al signo de la Cruz. Invocarlo aleja el pecado y protege contra las estafas, robos y traiciones. También alivia dolores.

Llevar su medalla y para invocarlo rezar la siguiente oración:

"¡Oh, San Benito, sol que resplandeces en la oscuridad, defiéndenos del enemigo hoy y siempre y por toda la eternidad!"  

Medalla de San Cristóbal

La medalla con la imagen de San Cristóbal es muy popular y se lo considera el guardián de los viajeros. Cuenta la leyenda que San Cristóbal era un gigante que poseía una fuerza física descomunal y que por unas monedas ayudaba a la gente a cruzar el río sobre sus hombros con el fin de encontrar con sus buenas acciones a Cristo.  

Medalla de la Virgen Milagrosa

    

(Reverso de la Medalla)

Desde su aparición en Francia a Sor Catalina en el año 1830, su difusión y veneración no ha dejado de crecer. Llevarla consigo augura paz, tranquilidad y se le puede solicitar toda clase de gracia y protección.

 Cruz Egipcia o Ankh

         

La Cruz Egipcia es una Cruz coronada por un círculo. Se la considera la "Clave de la Vida". El círculo superior representa a la mujer, el que también sugiere a la divinidad, la fuente de vida que dota de energía universal y movimiento a lo terrenal simbolizado por la línea horizontal. La parte que se encuentra debajo del círculo tiene la forma de una T mayúscula, que representa el deseo de regresar en forma definitiva al seno del Padre Espiritual. La parte recta representa al hombre.

La Cruz Egipcia se utiliza como amuleto protector, protege contra las enfermedades, los malos espíritus y a la pareja. Puede apoyarse sobre la cabeza de una persona enferma para curarla y recitando la siguiente oración:

"Sekhet te de vida larga y sana, manteniendo lejos los demonios del sufrimiento. Así es, en el cielo y la tierra"  

Cruz Celta

                              

La Cruz Celta es, aún en nuestros días, sinónimo de fe cristiana y de esperanza. A la llegada del Cristianismo, los primeros celtas católicos mezclaron el simbolismo pagano de Bran con la cruz católica, por ello que la Cruz Celta procede de la fusión de la Cruz Cristiana con el símbolo del sol, que se halla representado por el círculo. La Cruz Celta está adornada con simbolismos netamente célticos.

Está indicada para la protección en los trabajos y emprendimientos. Es una Cruz de combate y conquista, tanto laboral como amorosa. 

Cruz Amerindia

La Cruz Amerindia fue creada antes de la era de Cristo en el Continente Americano. Representaba las visiones de nuestros antepasados, así como las fuerzas de la naturaleza. Está indicada para alejar la traición y la desarmonía. 

Cruz de Malta

Los ocho puntos de la Cruz de Malta representan la regeneración, como así también las 8 virtudes. Fue adoptada como emblema de los caballeros de la Orden de la Temple. Su forma de 4 puntas de flecha apuntando hacia el centro, la convierten en una Cruz de meditación. Está indicada para proteger las tentaciones y las malas compañías. También otorga coraje.

Cruz de Tau

 

La Cruz de Tau, con forma de T mayúscula era un antiguo símbolo Egipto que se utilizaba como amuleto protector. Representaba la vida, el poder, la sabiduría y la fecundidad.                            

Cruces Tuareg

                                          

Los "tuaregs" u hombres azules son una tribu de los desiertos del Sahara y Sahel. Tanto los hombres como las mujeres utilizan collares como símbolo de suerte. La Cruz que termina en punta simboliza la energía del hombre y la que termina en forma de media circunferencia, simboliza la energía femenina. Los collares que llevan ambos símbolos representan la unión de las dos energías.

Cruz Primitiva

Esta figura cruciforme ya era utilizada como amuleto protector miles de años antes de la crucifixión de nuestro Señor Jesucristo

Cruces Protectoras

Los emblemas han ido protegiendo al hombre a lo largo de los siglos. Son símbolos que las personas llevan colgados al cuello, o bien cerca del corazón o colgados en las puertas de sus viviendas. Algunos deben consagrase y guardarse para ser utilizados cuando la necesidad así lo amerita.

Cruz de Caravaca

Podemos decir que la sagrada Cruz de Caravaca es una reliquia viviente, ya que mantiene intacta la confianza de los devotos a lo largo de los siglos, quienes recurren a ella con la intención de obrar milagros.

                           

MILAGROS DE LA CRUZ DE CARAVACA

Esta poderosa Cruz fue reconocida y venerada por todos los cristianos que reconocen a la Iglesia establecida por nuestra Señor Jesucristo, en la persona del Apóstol Pedro, cuyo representante y jefe espiritual es su Santidad el Papa.

La veneración por la santísima Cruz de Caravaca data de la época en que España fue invadida por los infieles, quienes aplicaban terribles tormentos a los que siguieron la fe de nuestro Señor Jesucristo.

en el pueblo de Caravaca se produjo el milagro. El jefe de las hordas Moras tomó la aldea y mandó a crucificar al párroco para poner a prueba su fe en nuestro Señor Jesús. Luego de muchas horas de sufrimiento, del cielo bajó esta sagrada Cruz, traída por Ángeles quienes proclamaban la gloria del Supremo Creador.

A partir de entonces, los milagros se fueron sucediendo generando un popular fervor, tanto que los Obispos, Cardenales y otras autoridades de la Iglesia de España, decidieron conceder 3.000 días de indulgencia a los que rezaran con devoción delante de la imagen de la Cruz de Caravaca, un credo y un acto de contrición.

El reconocido poder de la Sagrada Cruz de Caravaca hizo que se la nombrara protectora contra todo tipo de malas, incluyendo rayos, tempestades y centellas.

SECRETOS MÍSTICOS – CONSAGRACIÓN DE LA SANTÍSIMA CRUZ DE CARAVACA

Siempre que se utilice la Sagrada Cruz e Caravaca, el devoto deberá permanecer concentrado en la presencia de Nuestro Señor Jesucristo y en su amada madre la Santísima Virgen María.

Antes de realizar cualquier invocación, deberán rezarse varios Padre Nuestro y Ave María hasta alcanzar un óptimo estado de concentración para favorecer la claridad de los pedidos que se realizarán.

Para utilizar correctamente este símbolo deberá realizarse previamente una ceremonia.

Envolver en un paño del color que más nos agrade, ya que cada color posee un determinado significado y actúa despertando diferentes potencialidades de nuestra mente.

El blanco representa la pureza.

El rojo, la fuerza generadora.

El azul, la elevación espiritual.

El amarillo, la señoría y la inteligencia.

El verde, la vitalidad y la multiplicación.

Luego un día viernes, habiendo tomado el paño elegido, lo colocaremos sobre una mesa  y sobre el mismo, ubicaremos la Cruz de Caravaca. A su lado, encenderemos colocaremos un recipiente de vidrio que contenga agua bendita y al lado encenderemos una vela de color blanco..

Observaremos la Cruz mientras rezamos varios Padre Nuestro y varios Ave María, hasta lograr un alto nivel de concentración. Con la punta de los dedos, tomaremos un poco de agua bendita y le echaremos sobre la Cruz y recitamos la siguiente oración:

            Ángeles y Arcángeles

En el nombre de nuestro Señor Jesucristo, los invoco para las tareas que debo realiza, utilizando este sagrado símbolo, que nuestro creador nos legó. Para que vayamos por el mundo haciendo el bien en su nombre y arrojando a los espíritus maléficos, a las profundidades que nunca debieron abandonar.

Ángel de la Guarda, protegedme;

Arcángel Gabriel, asistidme;

Arcángel Chamuel, protegedme;

Arcángel Uriel, asistidme;

Arcángel Miguel, protegedme;

Arcángel Rafael, asistidme;

Arcángel Zadkiel, protegedme;

Arcángel Jofiel, asistidme;

Ángeles y Arcángeles de las legiones del Señor acudan a mí. Cuando las sombras amenacen con apagar la llama encendida en el corazón de este devoto y servidor. Formen, a mí alrededor una barrera infranqueable. Cuando la furia del dragón pretenda mi perdición, denle a mi brazo la fortaleza del hierro, para sostener erguido este símbolo bendito. Y que mi lengua sea la poderosa espada que ahuyente para siempre, a las legiones de los infiernos. En el Sagrado Nombre de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.

Luego se rezará un Padre Nuestro, un Ave María y un Credo.

Finalizado el ritual se envolverá la Cruz con el paño y se la guardará en un lugar en donde solamente nosotros sepamos, para buscarla cuando necesitemos utilizarla. La vela blanca deberá permanecer encendida hasta que se consuma.

AMULETOS TRADICIONALES

Creer en el mal de ojo y la hechicería no es nada nuevo, como tampoco lo es tratar de neutralizarlo y protegerse contra ello. De ahí la existencia de numerosas creencias supersticiosas que otorgan a ciertos objetos o partes de animales la virtud de proteger contra algunas enfermedades en concreto o contra los alojamientos, a la vez que favorecen la fertilidad y ayudan en los partos.

Entre los objetos de mayor arraigo tradicional que se utilizan como amuletos destaca la higa, la herradura, los corazones y lunas de nácar o plata, los colmillos de lobo o jabalí, las garras de tejón, las astas de venado, piedras engarzadas de cuarzo, coral, ágatas y azabache, junto con algunas plantas tan significativas como la ruda, el romero y el laurel. También las figuras de animales como la rana, el pez, el escarabajo y el elefante tienen una carismática vinculación con las leyes de la suerte.

  Ankh o Cruz ansada de los egipcios:

La cruz ansada, junto con el ojo de udjat y el escarabajo, compone la trilogía de amuletos más característicos del antiguo Egipto. Su imagen es similar a la cruz cristiana; únicamente varía la parte superior, que presenta una forma ovalada a modo de argolla o asa.

Los egipcios consideraban a esta cruz como el símbolo de la vida, y era uno de los principales atributos de la diosa Isis, que fue quien consiguió devolver la vida a su esposo y hermano Osiris. Aunque, en realidad, la mayoría de los dioses, en su calidad de inmortales, la llevaban.

Son muy numerosos los grabados y esculturas en los que aparece un dios o diosa con la cruz en la mano, acercándosela a la nariz de algún otro dios o protegido. Con este gesto el portador de la cruz insuflaba aliento de vida al otro, quien a su vez, lo recibía a través de las ventanas de su nariz.

La cruz ansada representa la vida en un amplio concepto. Es la vida con mayúscula, la que no acaba con la muerte, la que resurge y continúa. Por eso, se aplicaba a la frente de los faraones, para que su visión de la eternidad prevaleciera durante todo su mandato por encima de cualquier contratiempo.

Por tanto, como amuleto, favorece la longevidad y la sabiduría de quien ha vivido muchas vidas.

 La cruz de Caravaca:

El poder milagroso de esta cruz, tiene su origen en una leyenda que data del año 1232, cuando el rey moro Muley Albuceil obligó a oficiar misa a un sacerdote que tenía prisionero. Para ello, y movido por la curiosidad de descubrir qué misterio ocultaba el sacrificio de la misa, mandó traer prácticamente todo lo necesario para su celebración. El sacerdote no se opuso, pero cuando comenzó, le fue imposible articular palabra. Muley preguntó el motivo, y el sacerdote le contestó que no podía continuar porque faltaba la santa Cruz; en ese momento, dos ángeles bajaron del cielo con una cruz patriarcal de cuatro brazos.

Ante tal prodigio, el rey moro se convirtió al cristianismo, y la imagen de esta cruz patriarcal fue motivo de un fervor popular y una veneración tal, que pronto llegó a convertirse en símbolo de auténtico poder talismánico.

Como amuleto su virtud principal es la protección, ya que sintoniza con la providencia divina. La cruz, que suele ir acompañada de un librito de oraciones, protege del mal en un amplio sentido: peligros, adversidad, enfermedades o malas energías. Aunque también hay que tener en cuenta que su poder depende, en buena medida, de la fe que en ella deposite la persona que la lleva.

 El Tetragrámaton hebreo:

La palabra tetragrámaton procede del griego Tettares (cuatro) y gramma (letra), y hace especial referencia a las cuatro letras que, en hebreo, componen y expresan el concepto de Dios. Estas cuatro letras: Y H V H (yod, he, vav, he), escritas en caracteres hebreos (de derecha a izquierda), se consideran la representación de la Divina voluntad, la Creación, el intelecto y la Acción.

Como amuleto de protección suele aparecer la palabra inscrita dentro de un círculo que, a su vez, engloba la figura de un pentagrama (estrella de cinco puntas) o de un hexagrama (estrella de seis puntas). El hexagrama es conocido también como estrella de David o sello de Salomón (dos triángulos entrelazados) y su simbolismo recoge la idea de la unión del hombre con la divinidad. El triángulo que sube simboliza el esfuerzo humano de superación, es decir, su trabajo evolutivo, y el triángulo que baja representa la providencia y la ayuda de Dios.

El simbolismo de la estrella de cinco puntas es similar, ya que representa al ser humano (de pie con brazos y piernas extendidos) que se siente identificado con las fuerzas del Universo, y sintoniza sus energías con la energía universal.

En ambos casos se trata de un talismán de protección personal que expresa el concepto de unión con Dios.

 La mano de Fátima:

La llamada mano de Fátima es un amuleto marroquí, de origen islámico, y su figura tiene forma acampanada y representa una mano con los dedos extendidos. Cada uno de los dedos representa una virtud (fe, caridad, ayuno, oración, peregrinación) y aunque su número puede variar de tres hasta seis, lo más frecuente es que tenga seis. Suele llevar también una piedra en forma de ojo de color azul o verde, que se sitúa en la parte superior de la palma.

La mano de Fátima protege contra las enfermedades y atrae la buena suerte.

 La higa:

La higa es uno de los amuletos en forma de mano que más se ha utilizado en Europa y en América del Sur y Central. En Brasil, por ejemplo, recibe el nombre de figa.

Su imagen es la de un puño cerrado en el que el dedo pulgar aparece y sobresale entre los dedos índices y corazón. Cómo amuleto una de sus virtudes principales es la de ahuyentar el mal de ojo, aunque también se utilizaba contra la envidia y los celos y para protegerse de algunas enfermedades como la de la rabia y la alferecía (epilepsia).

Las higas suelen estar hechas por orfebres de forma artesanal, utilizando materiales semipreciosos entre los que destacan el azabache, el coral o el cristal de roca, y se usan, por lo general, como colgante personal. Las de azabache estaban especialmente indicadas para neutralizar el mal de ojo y los maleficios.

Hoy por hoy su uso no goza de tanto auge como años atrás, pero aún sigue siendo un amuleto de fuerte arraigo popular. En España, sin ir mas lejos, son muy apreciadas en regiones como Galicia y Castilla-León.

 La Herradura:

Dentro de la diversidad de amuletos tradicionales, posiblemente, la herradura sea de los más conocidos y populares, tanto es así que su imagen, ya por sí sola, es símbolo de fortuna y buena suerte.

Aunque, según reza la tradición, para que tenga verdadero poder como amuleto, se deben utilizar auténticas herraduras de caballo hechas de hierro, a fin de colgarlas cerca de la puerta de entrada de las casas y establos. Con este gesto se pretende ahuyentar los maleficios, el mal de ojo y los malos espíritus.

La costumbre de usar herraduras como antídoto contra la mala suerte y los hechizos es muy antigua, especialmente si esa herradura se mantiene en el fuego hasta que el hierro esté candente, y después, una vez fría, se cuelga con las puntas hacia abajo en el dintel de la puerta.

 El escarabajo:

El escarabajo pelotero tuvo en el antiguo Egipto un papel muy destacado como animal simbólico de protección, ya que representaba la inmortalidad del alma a través de los ciclos de reencarnaciones. Como amuleto aseguraba una muerte digna con un feliz tránsito, y su poder talismánico se extendió hasta Fenicia, Cartago, Etruria y Grecia, e incluso en el arte paleocristiano aparece como símbolo de resurrección.

Al parecer, los egipcios mantienen la creencia de que esta especie carecía de hembras, así que cuando el macho quería engendrar, formaba una bola de estiércol con sus patas traseras durante un recorrido que siempre se dirigía del este hacia el oeste, imitando el movimiento del Sol. En la bola depositaba su simiente y la enterraba durante un tiempo para después desenterrarla y arrojarla al agua. Más tarde, de esa bola nacería un nuevo escarabajo, de ahí, la analogía con el hombre que muere y es enterrado para después renacer, tras su paso por las aguas, a una nueva vida.

El valor del escarabajo como amuleto aún se mantiene, especialmente representado en el típico escarabajo egipcio de color azul. Se trata de un amuleto que atrae la buena suerte en momentos difíciles y cambios importantes, no en vano el color azul produce una sensación de calma y profundidad, a la vez que favorece el espíritu de aventura y el despego material.

 La media luna o creciente lunar:

El origen de este amuleto, que favorece la fertilidad femenina y protege a los recién nacidos y a sus madres, durante el período de lactancia, es antiquísimo. Se han encontrado piezas arqueológicas de joyas prerrománicas con un diseño muy similar al de los amuletos en forma de luna que suelen usar hoy como colgantes o pendientes. En algunos de ellos aparece también una pequeña higa que pende del arco de la luna.

Bruja de la suerte

 

La Bruja de la Suerte montada en su escoba representa la posibilidad de escapar de las adversidades y de la mala suerte. Volar por los aires hacia nuevos territorios donde la suerte esté a tu favor. Portar esta bruja convertirá la mala suerte en buena y atraerá hacia ti las energías mágicas de las brujas blancas.

Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7
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