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Antropología, social, cultural y biológica (página 2)

Enviado por latiniando


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5. Métodos Y Aplicaciones  Los métodos de investigación en antropología son tan variados como los distintos temas de estudio. Investigación arqueológica  Para los arqueólogos resulta fundamental establecer esquemas cronológicos a partir de los restos y fósiles que descubren en sus excavaciones. Entre los modernos métodos de datación arqueológicos, la técnica del carbono radiactivo tal vez sea la más utilizada. Este método se basa en que las plantas y los animales vivos contienen unas proporciones fijas de una variedad radiactiva del carbono, denominada carbono 14, que se va degradando a ritmo constante hasta convertirse en carbono no radiactivo. La medición de los restos del radiocarbono en madera carbonizada, restos de plantas, fibras de algodón, madera y otras sustancias, permite determinar con bastante precisión edades de hasta 60.000 y 70.000 años de antigüedad.

La edad de los antiguos yacimientos fósiles en África oriental, que datan de hace varios millones de años, se ha podido fijar con ayuda de otra potente herramienta radiológica: el método del potasio-argón —el potasio radiactivo, potasio 40, se degrada con enorme lentitud para convertirse en argón 40.

Las secuencias temporales de los restos arqueológicos se determinan todavía de forma bastante primaria mediante la observación meticulosa de la estratigrafía, depósito secuencial de sustancias terrestres orgánicas y de restos de la actividad humana. Estos depósitos van creciendo poco a poco y cubren cada una de las fases previas de cualquier asentamiento humano. Las técnicas utilizadas para determinar las secuencias estratigráficas incluyen el análisis del suelo, los estudios geológicos y el estudio de restos animales y vegetales, así como la laboriosa tarea de unir restos de suelos, fosas de almacenamiento y demás construcciones.

Investigación social y cultural  En la antropología social y cultural, la investigación se ampara en la idea fundamental de la observación participante dentro del seno de una comunidad o sistema social. El antropólogo se introduce primero en la vida de la comunidad y, a través de los contactos y las observaciones cotidianas, es aceptado por ella. Esta primera fase de la investigación de campo requiere semanas, incluso meses, sobre todo si hay que aprender la lengua local. Los primeros etnógrafos obtenían los datos a partir de entrevistas en profundidad con algunos informantes clave, personas expertas en la cultura y en el sistema social local. Estos datos se verificaban y cruzaban con los de otros informantes y con las observaciones directas del propio trabajador de campo.

Sin embargo, la investigación de las distintas sociedades y pueblos exige hoy otras herramientas metodológicas. Las entrevistas estructuradas (con muestreo) se utilizan de forma rutinaria para la obtención de una información; por ejemplo, el consumo de alimentos, el comportamiento sanitario, los recursos económicos, los movimientos migratorios laborales, el tiempo libre y otros aspectos. Para analizar la conducta económica hay que registrar con minuciosidad las transacciones en el mercado, las horas de trabajo, las capturas de peces y animales de caza, así como los rendimientos de las cosechas. Cuando se tratan de estudiar los aspectos de la personalidad se utilizan pruebas psicológicas. También se someten a análisis los posibles datos de los registros parroquiales, los textos locales, los informes gubernamentales y otras fuentes escritas.

A medida que los datos son más complejos e intrincados, y se hace necesario el tratamiento rutinario de miles o incluso cientos de miles de fragmentos de información, los arqueólogos han recurrido a las computadoras y equipos informáticos para dibujar las secuencias temporales, las relaciones espaciales y demás esquemas. Las tendencias del cambio cultural, la interacción entre las actividades económicas y sociales, las interrelaciones étnicas y otros patrones complejos se comprueban hoy mediante avanzados métodos estadísticos.

Estos métodos técnicos y cuantitativos en la investigación no han sustituido a los estilos tradicionales de investigación de campo. Al contrario, las entrevistas en profundidad a los informantes clave, así como el complejo análisis cualitativo de los sistemas simbólicos, las ceremonias y otras prácticas culturales, constituyen todavía una parte esencial de la metodología holística (doctrina epistemológica que hace hincapié en el estudio de los elementos desde su totalidad).

6. Tendencias Actuales  

La antropología moderna se está convirtiendo poco a poco en una ciencia aplicada, ya que los investigadores se están concentrando en aspectos sociales como la sanidad, la educación, protección del entorno y el desarrollo urbano. Hoy son muchos los antropólogos contratados por organismos públicos, empresas de investigación, grupos independientes de presión, organizaciones indigenistas y agencias sanitarias para realizar trabajos de campo en entornos culturales, ya sean proyectos educativos, sanitarios o programas de desarrollo agrícola a gran escala en regiones rurales.

El desplazamiento hacia el estudio de sistemas heterogéneos y diversificados, así como el auge de los métodos cuantitativos de investigación han promovido la necesidad de la investigación en equipo. Anteriormente, una investigación, por lo general, sólo implicaba a un trabajador de campo que se aislaba durante meses en algún poblado remoto; hoy, por el contrario, la mayor parte de los proyectos de campo necesitan el apoyo de diferentes profesionales, incluidos los asesores estadísticos, biólogos, sociólogos y estudiantes colaboradores.

Por cuestiones de metodología, los antropólogos han desarrollado vínculos sociales con las comunidades objeto de estudio. Estas relaciones muchas veces han pasado a ser verdaderas asociaciones que, en la mayoría de los casos, han beneficiado a estas comunidades. A cambio, la aplicación pragmática de estos métodos ha abierto nuevos caminos en la teoría social y bioculturaL

El antropólogo inglés Edward Evans-Pritchard murió sin terminar de escribir esta obra, basada en una serie de conferencias, a menudo polémicas, impartidas a los alumnos del Instituto de Antropología Social de Oxford. En el siguiente fragmento, Evans-Pritchard comenta algunos de los escritos del antropólogo de origen polaco Bronislaw Malinowski, a quien considera figura clave e innovadora del trabajo de campo en antropología, pero del que presenta interrogantes y críticas sobre sus interpretaciones sociológicas y su pensamiento científico. Fragmento de Historia del pensamiento antropológico. De Edward Evans-Pritchard.

Su obra más conocida es Argonauts of the Western Pacific, publicada en 1922. Empieza por un análisis general del método y el alcance de su trabajo de campo y después expone los antecedentes etnológicos que lo respaldan: una descripción general del país y de los habitantes del distrito kula y su modo de vida; después una descripción similar de los nativos de las Islas Trobiand. Después de haber descrito con muchos pormenores los intercambios kula y un gran volumen de información periférica, finalmente Malinowski hace el intento de explicarnos el significado del kula. El intento es un fracaso, porque no nos ofrece interpretación sociológica de ningún tipo. ¿Por qué? Malinowski no tenía ni idea de lo que era un análisis abstracto y, por tanto, de la estructura. En la medida en que tenía alguna idea de «sistema social» era puramente en un nivel descriptivo. Un suceso sigue a otro y son descritos sucesivamente con digresiones explicativas. Para hacer kula se han de tener canoas, así que se describe la construcción y el uso que se hace de éstas; implica visitar a pueblos forasteros, así que se describen sus costumbres, artesanías y demás; para propósitos diversos relacionados con el kula se utilizan hechizos mágicos, así que se ha de entrar detalladamente en cada uno de los aspectos de la magia; hay historias de expediciones kula en el pasado, así que tiene que haber una digresión sobre el mito; y así sucesivamente. Al no tener ni idea de la estructura, no hay una pauta que sea pertinente sociológicamente. La pauta no consiste más que en los vínculos entre los acontecimientos reales y el supuesto análisis no es más que un comentario. El libro está mucho más orientado a la magia que al kula. Todo lo que nos dice pudiera haber ocupado 50 páginas en vez de las 500 que ocupa. En cierto sentido, es un ejemplar de libro que responde al modelo de novela sociológica escrita, por ejemplo, por Zola. El intento fallido de eludir un mero registro de las observaciones y de llevar a cabo un análisis mediante una serie de abstracciones significa no sólo que no se nos transmite nada sobre las interrelaciones políticas de las comunidades implicadas en el kula y nada sobre el sistema de parentesco, sino incluso que se omiten los hechos esenciales respecto al kula. Malinowski no nos dice quién comerciaba con quién; no nos dice nada de las interrelaciones de las personas que componen las aldeas que toman parte en el kula; y así sucesivamente.

Las interdependencias que sí cita no son las de las abstracciones dentro de un marco de referencia teórico como el que encontramos en cualquier ciencia natural (Malinowski defendía que la antropología social era una de ellas), si no entre las diferentes formas de comportamiento, acontecimientos. Los habitantes de las Islas Trobiand hacen magia para proteger sus jardines y canoas o para que los primeros florezcan y las segundas naveguen. Es una interdependencia de actividades económicas y rituales en el sentido de conexión temporal y espacial, de yuxtaposición. Pero si fuera una interdependencia funcional, por ejemplo, ¿cultivarían de otra manera o menos sin la magia? Con este método de investigación no podemos saberlo. Sólo podemos saberlo utilizando la situación experimental que nos proporciona la historia o utilizando el método comparativo. Ciertamente, para la utilización del método comparativo se requiere la idea de «sistema» o «estructura». Uno no compara una ballena y un ratón como cosas reales y concretas. Uno compara sus sistemas anatómicos y fisiológicos. Del mismo modo, uno no puede comparar instituciones reales en diferentes sociedades —únicamente características o aspectos o cualidades de ellas—, es decir, abstracciones. Por ejemplo, yo he comparado la magia zande con la magia trobiand, pero sólo en relación con la naturaleza del encantamiento en conexión con las leyes de la herencia. La debilidad del planteamiento de Malinowski se hace patente cuando trata de decir algo general sobre las sociedades humanas y no sobre una sociedad en particular.

En un libro posterior, Crime and Custom in Savage Society (1926), Malinowski dice: «Lo único que nos queda es abogar por la rápida y completa desaparición en los informes de trabajo de campo de estas briznas de información sobre costumbres, creencias y normas de conducta que flotan en el aire o que más bien llevan una existencia insulsa en el papel, con la tercera dimensión, la de la vida, totalmente ausente. Si así fuera, los razonamientos teóricos de la antropología podrían desprenderse de las interminables letanías de informes ensartados que hacen a los antropólogos sentirse estúpidos y a los salvajes parecer ridículos» (pág. 126).

Fundamentado en este tipo de información, se ha erigido un enorme edificio de teoría antropológica. Como la información carecía en gran parte de sentido, las construcciones basadas en ella también. Malinowski pensó que su labor tenía que consistir en sacar a la antropología de este callejón sin salida. Este libro trata del salvaje místico de Lévy-Bruhl, de las ideas de Rivers y de la escuela francesa sobre la solidaridad clánica, y de las reconstrucciones hipotéticas de Rivers y otros. La ley primitiva ha merecido la atención de Bachofen, Post, Kohler y otros en el siglo pasado, pero todos ellos se atenían a enunciados inadecuados; en un tema complejo como la ley, las observaciones de aficionado eran en conjunto inútiles. Estaban también ligadas a la doctrina de Morgan y otros: promiscuidad primitiva, matrimonio grupal, comunismo primitivo, etc. «En suma», escribe Malinowski, «subyacente a todas estas ideas estaba el supuesto de que en las sociedades primitivas el individuo está completamente dominado por el grupo —la horda, el clan o la tribu—, que obedece los mandatos de su comunidad, sus tradiciones, su opinión pública, sus decretos, con obediencia servil, fascinada y pasiva» (pág. 3). A Malinowski le resulta fácil mostrar que todo esto es absurdo y le debemos mucho por haber actuado como disolvente crítico de la teoría aceptada, aun cuando su contribución fuera más negativa que positiva. Pero fue falto de escrúpulos en el uso que hizo de los autores teóricos como hombres de paja y poco constructivo teóricamente: no nos ofrece ninguna verdadera teoría de la ley y ni siquiera una definición elemental de ella o una clasificación de sus tipos.

Los planteamientos más maduros de Malinowski están contenidos en su libro póstumo, pero casi totalmente revisado, A Scientific Theory of Culture and Other Essays (1944). Es un buen ejemplo del marasmo de verborrea y trivialidad a que puede llevar el intento de aparentar ser un científico natural. Malinowski fue en todo caso un pensador fútil.

Lo que Malinowski denomina teoría no es en absoluto una teoría, sino una guía para la recolección y la ordenación de datos, un vade mecum para el investigador de campo, un prolijo Notas y dudas. No supera nunca el nivel descriptivo y operativo del análisis; y es en su mayor parte una elaboración verbosa de lo obvio y la elevación de lugares comunes a conceptos científicos. Parece que el propio Malinowski así lo percibió. Él dice (pág. 175) de su libro, o mejor, de la teoría funcional que contiene, que «está dirigida principalmente a equipar al investigador de campo con una perspectiva clara y con todas las instrucciones necesarias respecto a qué observar y qué registrar». También dice: «Este tipo de análisis funcional se expone fácilmente a la acusación de tautología y trivialidad, así como a la crítica de que implica un círculo lógico, porque, obviamente, si definimos la función como la satisfacción de una necesidad, es fácil sospechar que la necesidad que se ha de satisfacer ha sido introducida con el fin de satisfacer la necesidad de satisfacer una función. Así pues, por ejemplo, los clanes son obviamente un tipo adicional de diferenciación interna. ¿Podemos hablar de la necesidad legítima de semejante diferenciación, especialmente cuando la necesidad no siempre está presente, puesto que no todas las comunidades tienen clanes, y aun así funcionan muy bien sin ellos?» El libro es un ejercicio de pragmatismo y, por tanto, Malinowski yerra cuando analiza algo que no le gusta, la guerra. Él estima que la guerra no satisface una necesidad en la Europa moderna. Entonces, ¿por qué la tenemos?

7. Conclusión

Antropología: el más completo cráneo de homínido primitivo Según una información proporcionada por Associated Press el 27 de abril, un equipo de paleontólogos desenterró el cráneo de hombre-mono más completo y mejor conservado . Fue descubierto en octubre de 1994, en Drimolen, un lugar a 32 km al noroeste de la ciudad surafricana de Johannesburgo. Es "uno de los descubrimientos más extraordinarios de la paleontología", según afirmó Lee Berger, director de la sección de paleontología de la Universidad de Witwatersrand, en Suráfrica.

Se trata de una hembra de Paranthropus robustus con entre 1,5 y 2 millones de años de antigüedad. Junto al cráneo de la hembra se encontró también la mandíbula de un macho. Los restos fueron bautizados con los nombres de los amantes de la mitología griega Orfeo y Eurídice. Su estudio proporcionará a los investigadores una buena oportunidad para comparar las diferencias entre el macho y la hembra de este homínido.

El Paranthropus robustus vivió hace entre 1,5 y 2 millones de años y era un animal vegetariano capaz de usar rudimentarias herramientas de hueso. Se extinguió hace aproximadamente un millón de años, probablemente como consecuencia de la dominación del hombre primitivo. "Se trata de una criatura que entró en competición directa con nuestros primeros ancestros", afirmó Andre Keyser, paleontólogo y director del yacimiento en el que fueron encontrados los fósiles.

Hasta hoy, los científicos desconocían con precisión las características de la hembra del Paranthropus robustus. Ahora ya saben que ésta era más pequeña que el macho, que sus dientes eran también más pequeños, y que había perdido una protuberancia en la parte superior del cráneo, una diferencia entre macho y hembra que comparten con el gorila, según afirma Keyser.

8. Bibliografía

Augé, Marc. Hacia una antropología de los mundos contemporáneos. Barcelona: Editorial Gedisa, 1995. Original aplicación de los principios de la antropología al análisis de la época contemporánea. Boas, Franz. Cuestiones fundamentales de antropología cultural. Barcelona: Círculo de Lectores, 1990. Obra clásica de introducción a los temas fundamentales de la antropología cultural. Caro Baroja, Julio. Reflexiones nuevas sobre viejos temas. Madrid: Ediciones Istmo, 1990. Conjunto de ensayos sobre diferentes temas antropológicos desde la perspectiva particular de Caro Baroja. Carrithers, Michael. ¿Por qué los humanos tenemos culturas?: una aproximación a la antropología y la diversidad social. Madrid: Alianza Editorial, 1995. Ensayo sobre la diversidad cultural, con análisis sobre temas esenciales de la antropología cultural. Espina Barrio, Ángel. Manual de antropología cultural. Salamanca: Amaru Ediciones, 1992. Introducción a la antropología cultural, con indicaciones bibliográficas. Geertz, Clifford. La interpretación de las culturas. Barcelona: Editorial Gedisa, 1995. Original interpretación de temas centrales de antropología cultural, que se ha convertido en clásico. Harris, Marvin. Introducción a la antropología general. Madrid: Alianza Editorial5ª ed., 1996. . Excelente manual introductorio, con bibliografía.  

 

 

Autor:

Lic. José Luis Dell’ordine

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