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Interacción en internet: la net etiqueta en las listas de discusión

Enviado por Mercedes Patalano

      

     ABSTRACT

    Los nuevos espacios públicos que conforman las llamadas comunidades en internet, resultan espacios de interacción social, en los cuales se reproducen los sucesos propios del ritual de la interacción. Las comunidades virtuales son una expresión más de la vida cotidiana que participan del idioma ceremonial y sus integrantes protegen y establecen las consecuencias simbólicas de sus actos. Mediante el análisis de las reglas de conducta, entendidas como guías para la acción, se describen en primer lugar, los alcances de las normas de comportamiento que regulan los intercambios en internet: la net etiqueta. Y en segundo término, se focaliza la atención en la descripción de las reglas de funcionamiento de las listas de discusión. A manera de conclusión se aportan observaciones acerca de la interacción a través del uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICs) y la naturaleza universal de los intercambios que tienen lugar en estos nuevos espacios.

    Palabras clave:

    · comunicación mediada por ordenador

    · comunidades virtuales

    · grupos de discusión

    · internet

    · tics

    Introducción

    Los espacios virtuales de comunicación por internet, constituyen nuevos materiales simbólicos de interacción social, posibles de ser investigados a través del análisis etnográfico de los procesos comunicativos.

    La interacción en la red, si bien es aparentemente más limitada y menos rica que las interacciones en las cuales los participantes están presentes, también muestra nuevos problemas y nuevas oportunidades para la indagación antropológica, presentándose como geografías tecnosociales interconectadas y espacios de comunicación mediados por computadora que atraviesan todo el globo a través de las redes electrónicas.

    Según Rheingold (2002), se entiende por comunidades virtuales a los conjuntos sociales que surgen a partir del uso de Internet, en las cuales una cantidad determinada de gente lleva a cabo discusiones públicas, durante un tiempo suficiente, poniendo en juego sentimientos humanos suficientemente fuertes, como para formar redes de relaciones personales en el espacio cibernético.

    También son concebidas como redes informáticas que unen tanto a las personas como a las máquinas, confluyendo ambas en redes sociales sostenidas por computadoras (Tirado y Gálvez Mozo, 2002), minimizando el factor humano y acentuando el papel determinante de lo tecnológico en la creación de los grupos.

    Todas las diversas formas de comunicación que circulan por internet como: el correo electrónico, el chat, la mensajería, los foros o listas de discusión, etc., presentan una estructura de interacción regulada a través del uso de ciertas normas y reglas de comportamiento denominadas "netiquette" en alusión a la etiqueta en la red.

    La interacción es definida por Goffman (1994) como un encuentro que tiene lugar en cualquier ocasión en que un conjunto de personas se encuentran en presencia mutua continua. Como Goffman (1970) lo puntualiza, las observaciones y análisis sobre estos encuentros, rigen tanto para los de tipo inmediato como los encuentros cara a cara, como para los mediatos, como son las declaraciones escritas o registros de trabajo, si bien en éstos últimos es probable que la interacción sea más atenuada.

    Desde esta perspectiva, en el presente trabajo, se indaga acerca de los nuevos espacios públicos que conforman las llamadas comunidades virtuales, resultando espacios de interacción social en los cuales se reproducen los sucesos propios del ritual de la interacción investigado por Goffman (1970). Dado que, en ellos como una expresión más de la vida cotidiana se teje la urdimbre del idioma ceremonial y sus participantes deben proteger y designar las consecuencias simbólicas de sus actos.

    Mediante el desarrollo teórico planteado por Goffman (1970) acerca de las reglas de conducta, entendidas como guías para la acción, se describen en primer lugar, los alcances de las normas de comportamiento que regulan los intercambios en internet: la net etiqueta. Y en segundo término, se focaliza la atención en la descripción de las reglas de funcionamiento de las listas de discusión; en ambos casos se toma como objeto de análisis el documento "RFC1855: Netiquette Guidelines", del año 1995.

    En el contexto del presente trabajo, se considera que las listas de discusión son medios convencionalizados de comunicación, en los cuales los participantes mantienen encuentros regulados y sometidos a normas de tipo restrictivo y permisivo, que conforman las reglas ceremoniales de la interacción.

    A manera de conclusión se aportan observaciones acerca de la interacción a través del uso de las tecnologías infocomunicacionales y la naturaleza universal de los intercambios que tienen lugar en estos nuevos espacios.

    Con relación a la literatura consultada, resultan útiles los análisis que abordan la comunicación mediatizada por computadora desde la perspectiva antropológica como los de: Benassini Felix (1998), Donath (1998), Campos García (2002), Gómez Aguilar (2002), Lawley (1994), Mayans (2001) (2002), Miller (1995), y Pankoke-Babatz y Jeffrey (2002) , en los cuales se aborda a las comunidades virtuales en tanto que productos simbólicos, situadas en contextos políticos y culturales de la realidad social.

    También, los estudios sobre las listas de discusión aportan información sobre los modos en los que se desarrolla la interacción, tales como los trabajos de: Ballesteros Regaña y López Meneses (2000), Feliu y Gisbert (2001), Merlo Vega y Sorli Rojo (1998) (1999a) (1999b), Rodríguez Camiño (1999) (2000), Savolainen (2001), y Soria Luján (2001), en estas aproximaciones la observación tiene carácter cuantitativo acerca del flujo de mensajes, grados y niveles de participación y temáticas abordadas.

    Por último, se han consultado las obras de Goffman (1970) (1979) (1982) (1984) y (1994) y los estudios sobre Goffman, como los de Winkin (1991) (1994), Martini (1994) y Joseph (1988) (1999), como marco teórico para la observación de la interacción en internet.

    La etiqueta en la red

    Todas las sociedades regulan a sus miembros en los encuentros sociales, una forma de hacerlo es a través del ritual, se les enseña a ser perceptivo, a tener sentimientos vinculados con el yo que se expresa por medio de la cara, a tener orgullo, honor y dignidad, a mostrar consideración, a tener tacto y cierta proporción de aplomo, esto es lo que Goffman (1970) denomina la naturaleza humana universal.

    El orden ritual está organizado según líneas de adaptación que las personas deben adoptar y que les permiten mostrarse como integrantes autorregulados en los encuentros sociales. Tiene por objetivo, regular a los individuos como participantes de la interacción. Por lo tanto, las series de normas de conducta que rigen en la interacción, derivan esencialmente de las exigencias establecidas en la organización ritual de los encuentros sociales. Y cuando estas reglas son obedecidas se determinan las prácticas que las personas operan para mantener el equilibrio ritual (Goffman, 1970).

    De esta manera, se establece el principio fundamental del orden ritual, que consiste en salvar la propia cara y las caras de los demás miembros en el momento de la interacción. Por lo cual, el orden expresivo necesario para sostener la cara es de orden ritual, porque está compuesto por actos simbólicos que muestran la valía social de la persona y de los otros. Dado que la cara de cada participante es una cosa sagrada en todos los encuentros ritualizados.

    La observación que realiza Goffman (1979) de los encuentros públicos, apunta a revelar el orden ritual de los mismos. De esta manera, a través de las microinteracciones localizadas se ponen de manifiesto las normas de tipo restrictivo y permisivo a la que están sometidas. Siendo las bases del orden público un conjunto de relaciones reguladas que mantienen las personas por medio de sus prácticas sociales.

    Así el orden público es un conjunto de normas y regulaciones de comportamiento relativas a las personas, los lugares y las ocasiones sociales en las que se producen los contactos.

    Siguiendo la perspectiva teórica desarrollada por Goffman (1970) (1979),

    las normas que regulan los encuentros en internet, se pueden encuadrar en el tipo de reglas ceremoniales, cuya importancia principal reside en ser un medio convencionalizado de comunicación, por medio de las cuales los individuos expresan su carácter o transmiten su apreciación de los demás integrantes del grupo; el código que gobierna las reglas y las expresiones ceremoniales es la etiqueta.

    Se puede afirmar de esta manera, que los intercambios que se producen en internet, como en todo espacio público, son también de orden ritual. Los mismos se rigen por un conjunto de normas y reglas de comportamiento que regulan los mensajes que circulan por la red, a ese conjunto de reglas se los denomina "netiquette" aludiendo a la etiqueta que debe observarse en la comunicación por internet.

    El documento considerado como inicial y fundacional de la regulación de la interacción en la red, es el trabajo denominado "RFC1855 , Netiquette Guidelines" elaborado por S. Hambridge, ingeniero de la Intel Corporation, publicado en 1995.

    El "RFC1855" (1995) fue producido por el Responsible Use of the Network (RUN) Working Group of the IETF ,The Internet Engineering Task Force (2003).

    La IETF (2003) es una comunidad abierta e internacional conformada por diseñadores, operadores, proveedores e investigadores interesados en la evolución de la arquitectura y operaciones de internet. Esta organización está integrada principalmente por ingenieros y su modalidad de funcionamiento es a través de grupos de trabajo que utilizan las listas de correo para comunicarse. En la actualidad están funcionando más de cien grupos de trabajo interesados en las distintas temáticas relativas a internet, sus productos dieron origen desde los inicios de internet, a los protocolos, estandares, disposiciones legales y especificaciones que regulan todas las operaciones que se realizan en la red.

    El documento "RFC 1855"(1995) establece un conjunto básico de normas de comportamiento para la Network Etiquette (Netiquette) que deben observarse en la interacción en la red, a partir de las cuales se han ido realizando sucesivas adaptaciones y actualizaciones en consonancia con los nuevos servicios que ofrece internet. Las normas que se establecen apuntan a las funciones mínimas que deben ser cumplidas por las personas que intervienen en los intercambios por internet, tanto los usuarios como los administradores de los espacios de comunicación.

    El motivo inspirador por el cual fue elaborado el " RFC1855" (1995), es el de introducir a los nuevos usuarios en la cultura de internet, brindando un conjunto mínimo de conductas a seguir por las organizaciones y los individuos, para que las tomen y las adapten a sus propias necesidades.

    En la actualidad, la mayoría de los intercambios que se producen en internet, regulan el flujo de sus mensajes y la interacción entre los participantes, siguiendo las normas básicas establecidas por "RFC1855" (1995), de esta manera se han desarrollado reglas para: el correo electrónico, las listas de discusión, el chat, y otros servicios de comunicación en línea más recientes, como la mensajería instantánea y las comunicaciones habladas de persona a persona.

    El escenario en el que se ponen en juego las reglas ceremoniales de los intercambios en internet, se presenta como un ambiente en el cual las prácticas de comportamiento están institucionalizadas, posibilitando como lo señala Goffman (1970) que los individuos desarrollen un tipo de juego sagrado, en el cual por medio de las reglas ceremoniales el yo se convierte en un objeto sagrado que debe ser tratado con cuidado ritual.

    Cuanto más institucionalizadas están las prácticas rituales, más sencillo es ser una persona. De esta manera, se observa que la coerción sobre el individuo para que cumpla con las reglas, tiene ciertos límites impuestos por la autodeterminación y acompañados también por indulgencias.

    Para que la persona pueda tener un yo viable y sagrado y poder permanecer en el juego de manera adecuada, sin tener que pagar un precio muy elevado por ello, el ambiente en términos del componente ceremonial de la actividad, debe, como lo destaca Goffman (1970), ser un lugar en el cual resulta fácil o difícil desarrollar el juego ritual de tener un yo.

    A continuación, se comentan las reglas de comportamiento que regulan el proceso de interacción en las listas de discusión, cuyas pautas de funcionamiento establecen normas de comportamiento de carácter permisivas y restrictivas que aspiran, no sólo a regular los encuentros, sino también a la construcción de la propia cara, la cara de los demás y la línea a seguir.

    La interacción en las listas de discusión

    Las listas de discusión son nuevos lugares de encuentro, producto del uso de las tecnologías de la información y la comunicación. Indistintamente se las denomina, listas de discusión, foros de debate, listas de correo o listas de distribución. Están conformadas por un grupo de personas con intereses afines que se nuclean alrededor de un tema específico, para intercambiar información y opiniones, utilizando como vehículo de comunicación el correo electrónico. La diferencia sustancial que presentan respecto a otros tipos de encuentros, es que en ellas, la interacción se produce a través de actos verbales mediatizados por la comunicación textual del correo electrónico y con ausencia del cuerpo.

    Las listas de discusión comparten la condición de espectáculo, de lugar no simbolizado de los no lugares (Augé, 1998) y su condición de lugar público en el que se suceden encuentros no focalizados, definidos por Goffman (1970) como los encuentros en los que los individuos no están relacionados por un foco de atención compartido, pero en los cuales se suceden encuentros sociales autorregulados por el orden ritual.

    En las listas de discusión se establece un orden público y los integrantes realizan adaptaciones estructuradas al mismo, como en las microinteracciones localizadas en los espacios públicos analizados por Goffman (1979): la circulación peatonal o las colas en los supermercados.

    Las personas que consultan habitualmente los mensajes recibidos, que reponden a pedidos de información, que solicitan información o emiten opiniones, son al mismo tiempo unidades vehiculares y unidades de participación (Goffman, 1979), que operan de acuerdo a un código de circulación es decir al conjunto de normas que sostienen la organización ritual de los encuentros.

    Goffman (1970) destaca que todas las expresiones empleadas por un grupo social para fines ceremoniales, como los signos lingüísticos, gestuales, espaciales, insertadores de tareas, etc., pueden ser consideradas el idioma ceremonial del grupo, ya que no son la propia acción empírica concreta sino que son los componentes o funciones de la acción.

    El idioma ceremonial empleado en las listas de discusión está gobernado por las normas del uso correcto de las listas: la etiqueta. En estas normas se observa que los componentes básicos de la actividad ceremonial, identificados por Goffman (1970) como: deferencia y proceder, se encuentran claramente explicitados.

    Si bien, como lo señala Goffman (1970), la deferencia y el proceder se superponen en la práctica, la relación analítica entre ellos es de complementariedad, no de identidad, dado que la disposición a proceder correctamente es una manera de mostrar deferencia hacia los demás y la deferencia hacia los otros se expresa por medio de la conducta del proceder.

    La deferencia es entendida por Goffman (1970) como el componente de la actividad simbólica por el cual se transmite un sentimiento de respeto hacia un destinatario que implica una apreciación y evaluación de éste.

    Esta actividad ceremonial, se caracteriza por tener un tono cortés y un sentimiento de respeto hacia el otro, transmitiendo una apreciación que en muchos sentidos es más elogiosa de lo que justificaría los verdaderos sentimientos que el actor siente hacia su destinatario.

    En la deferencia se ponen en juego los rituales de estatus o interpersonales, porque en esta actividad el individuo debe proteger las consecuencias simbólicas de sus actos, mediante los rituales interpersonales que ponen en evidencia los sentimientos de confianza, estima, afecto y pertenencia.

    La protección de las consecuencias simbólicas de los actos a través de la deferencia, se pone de manifiesto con claridad en el párrafo introductorio de las normas establecidas para la interacción en las listas de discusión que se establecen en "RFCF1855" (1995). En dónde se expresa, que si bien todas las reglas que regulan la comunicación de persona a persona, a través del correo electrónico, también son válidas para la interacción en las listas de discusión, en éstas últimas dado que la comunicación se establece entre una persona con varias, hay que tener expreso cuidado de no ofender a mucha más gente; por lo cual se recomienda, como absolutamente importante, conocer e informarse, tanto como sea posible, sobre la audiencia del mensaje.

    Las formas que puede adoptar la deferencia, son identificadas por Goffman (1970) dentro de dos amplios grupos: los rituales de evitación y los rituales de presentación.

    Los rituales de evitación son aquéllos por medio de los cuales un individuo se mantiene a distancia del destinatario, mostrando consideración hacia su intimidad y protegiendo de esta manera también la propia.

    Dentro del proceso de evitación, se encuentran aquellas prácticas por medio de las cuales se evita el contacto con los otros, o si se afronta el contacto, se toman medidas defensivas y protectoras que logran superar la amenaza.

    En las listas de discusión, la práctica salvadora de evitar el contacto a efectos de eludir la amenaza es ampliamente utilizada.

    Una de las normas básicas que se establecen (RFC1855, 1995), es la que aconseja que durante los dos o tres primeros meses, el nuevo integrante de un foro de discusión debe mantenerse sin participar y como mero observador, a efectos de interiorizarse del funcionamiento de los encuentros y la orientación del foro, es decir en función del cuidado del orden ritual.

    Pero también, la escasa o nula participación en las listas, es puesta de manifiesto como preocupación en las reglas de comportamiento que configuran el ritual expresivo de esta clase de comunidades virtuales, a igual que en las relaciones cara a cara, la no participación activa de uno o varios de los integrantes del encuentro es censurada y sentida como amenaza para los otros.

    En los estudios sobre listas de discusión, que indagan la participación de los integrantes activos, Merlo Vega y Sorli Rojo (1998), observaron que de un total de 2054 participantes inscriptos, en un período de un mes, sólo intervinieron 241, es decir el 20,4% y también analizaron el flujo de mensajes enviados por cada integrante y comprobaron que del total, el 53,6% participa con sólo un mensaje, un 44,6% entre 2 a 9 mensajes y el 1,6% más de 10.

    Asimismo Feliu y Gisbert (2001) también estudiaron la participación de los grupos y encuentran que el sector que ha intervenido más de once veces en un año, representa entre el 6,8% y el 5,8%. Constataron además la existencia de una mayoría de integrantes que sólo lee los mensajes que oscilan entre el 76% y el 96% y además la gran mayoría que sólo usa la lista para lectura tiende a aumentar durante el período estudiado en un 21%.

    Si por el contrario, los participantes afrontan el riesgo del contacto, se ponen en juego otras prácticas de evitación tan comunes como las defensivas, son prácticas protectoras ejercidas a través del respeto y la cortesía, mostrando un tratamiento ceremonial hacia los otros que esperan le sea correspondido.

    Asimismo se emplea la discreción que como dice Simmel citado por Goffman (1970), no consiste sólo en el respeto hacia el otro, hacia su voluntad de ocultar alguna cosa, sino que consiste también en apartarnos del conocimiento de todo lo que el otro no quiere revelar en forma expresa.

    Esta práctica protectora a través de la discreción es absolutamente respetada en los foros de discusión, de manera tal que nunca los integrantes indagan sobre cuestiones puntuales referidas a las esferas personales o institucionales, esta regla esta claramente explicitada en la guía "RFC1855" (1995).

    Goffman (1970) destaca que la participación en los encuentros, es uno de los aspectos fundamentales del control social en la conversación, el individuo no sólo debe mantener una adecuada intervención, sino que además debe actuar de modo de asegurar que los otros mantengan la suya.

    Con relación a los rituales de presentación, que son definidos por Goffman (1970), como aquellos actos por medio de los cuales un individuo manifiesta abiertamente su respeto y la forma y manera como tratará a los demás en el momento de la interacción. Se identifican cuatro formas muy comunes en la sociedad, de rituales de presentación: los saludos, invitaciones, elogios y pequeños servicios.

    Estos actos de presentación también ocurren en la interacción de las listas de discusión, por ejemplo, una de sus principales normas de etiqueta consiste en responder a un pedido de ayuda o solicitud de información, estos pequeños servicios, incluso corresponden a las tareas y obligaciones de los moderadores (RFC 1855, 1995), dado que se les pide que no dejen ningún mensaje de esta naturaleza sin responder. Se observa como lo señala Goffman (1970) que las reglas relativas al ritual de la presentación son prescriptivas, es decir se especifica lo que se debe hacer.

    Del mismo modo los participantes luego de haber recibido respuestas a sus pedidos deben compartirlos con el grupo, en un acto de deferencia hacia los que las enviaron (RFC1855, 1995).

    También en las listas de discusión se regulan los saludos de encuentro y despedida, haciendo especial énfasis en la necesidad de enviar mensajes siempre firmados (RFC1855, 1995), reforzando el carácter de encuentro y espacio público de interacción en el cual los saludos típicos de demostración de afecto y familiaridad, están ausentes.

    Goffman (1970) señala que los saludos de encuentro y despedida, pueden explicarse, porque en todo encuentro se desarrolla un esfuerzo por parte de cada participante para pasar por él de manera tal de no quebrar las relaciones, es decir tratando de mantener el equilibrio ritual. Así las despedidas resumen el efecto del encuentro sobre la relación y muestran lo que pueden esperar los participantes unos de otros cuando vuelvan a encontrarse.

    Con respecto al segundo elemento del componente ceremonial de la conducta, identificado por Goffman (1970) como el proceder, también en las listas de discusión se encuentran expresiones de buen o correcto proceder, con atributos tales como: discreción y sinceridad; modestia en las afirmaciones que conciernen a la persona; dominio del lenguaje, las emociones y deseos; aplomo bajo presiones, etc.

    Las normas que regulan el proceder en las listas de discusión, explicitan estos tipos de prácticas, así se sugiere y se solicita a los participantes que tomen en cuenta ciertos recaudos, en la guía "RFC1855" (1995), se aconseja: no olvidar que del otro lado de la red hay otra persona; en los momentos de alteración es conveniente no contestar inmediatamente; ser breve dado que los párrafos muy extensos serán menos leídos; los mensajes electrónicos son un reflejo de quién los escribe; tener cuidado con el contenido y la ortografía para que luego no sean un motivo de vergüenza; cuidado con el humor y el sarcasmo, para lo cual se sugiere utilizar símbolos denominados "emoticones" que apoyan el significado de las palabras, como por ejemplo: ":-)" que significa algo gracioso o sonrisa y ";-)" que significa algo irónico o guiño; utilizar lenguaje respetuoso, nunca hiriente ni descalificador. También está expresamente desaconsejado utilizar la letra mayúscula, porque escribir con mayúsculas significa en el lenguaje de la red: gritar.

    Como se desprende de estas normas, de lo que se trata es de lograr lo que Goffman (1970) destaca como proceso de socialización o educación del carácter, las cualidades que el individuo muestra en la interacción son el diagnóstico que los otros hacen de su persona y representan la imagen de él vista por los demás.

    En las listas de discusión se procura darle al yo del participante un lugar viable y sagrado para su desarrollo y por otra parte se convoca a mantener una situación ritual de respeto hacia el objeto, como dice Goffman (1970) el individuo sigue siendo una deidad de considerable importancia y es un dios viable porque entiende la importancia ceremonial de la forma en que se lo trata y puede responder dramáticamente a lo que se le ofrece.

    Conclusiones

    Los integrantes de las listas de discusión interactuan de acuerdo a convenciones que pueden ser equiparadas a las reglas de un juego, las normas de tráfico o la sintaxis de una lengua y esto se debe a que: en primer término se parte del presupuesto que el cumplimiento de las reglas les depara el pago de un precio bajo y la obtención de un beneficio alto y en segundo lugar la interacción ordenada es considerada un producto del consenso normativo, aceptando normas que se consideran intrínsecamente justas.

    Además todos los integrantes del grupo dan por sentado que las restricciones que se aplican rigen tanto para los demás como para uno mismo, que los otros también asumen esta premisa y que todos entienden cuáles son los beneficios de esta autosumisión.

    Dado que en las listas de discusión, se pone en juego una función comunicativa especial, ordenada según presuposiciones de conocimiento acerca de los otros y normativas y límites autoimpuestos, representan expresiones acabadas del orden de la interacción, del orden ritual.

    Goffman (1970) utiliza el término ritual porque considera que los componentes simbólicos muestran cuán sagrada es la cara y cuán digno de respeto es cada uno de los participantes de la interacción, por lo cual el orden expresivo para ser sostenido es de orden ritual. Y asimismo, destaca que existe una situación ritual, siempre que una sociedad impone a sus miembros una actitud de respeto hacia un objeto, expresado por medio de una conducta.

    La necesidad de cumplir con las normas de conducta impuestas desde afuera que le impone a los individuos la vida en sociedad, a través de una serie de proscripciones y prescripciones, transforman a la persona en una construcción fabricada. Se espera de los miembros de un grupo social, que se respeten y que también mantengan normas de consideración. Se espera que lleguen a situaciones ciertamente extremas en algunos casos, para salvar los sentimientos y la cara de los otros presentes en el encuentro y se espera que lo hagan voluntaria y espontáneamente, sólo por identificación emocional con los demás y con sus propios sentimientos.

    Esta contradicción es puesta de manifiesto por Goffman (1984) cuando hace alusión al proceso de alienación que implica la coerción social que padecen los hombres y reflexiona acerca de que la naturaleza humana, no parece ser tan umana, dado que las actitudes aprobadas o sancionadas hacen que cada hombre sea su propio carcelero, aún cuando le guste su propia celda.

    En las listas de discusión, como en los demás tipos de encuentros que se producen por internet, es difícil detectar las clases de alienación posibles, dado que el fluir de los sucesos del encuentro se dan en tiempo diferido sin presencia inmediata de los participantes y los únicos registros que quedan de la interacción son los archivos de los mensajes.

    Pero, de todas formas es indudable que por la naturaleza ritual de esta clase de encuentros, se establecen algunos tipos de alienación, tales como: preocupación por otro participante; ansiedad por recibir una respuesta; temor de que el tema no interese y por eso ha tenido poca repercusión; silencio penoso ante un pedido; exceso de respuestas, etc.

    En consecuencia, se puede afirmar que las listas de discusión, como uno de los posibles intercambios que se generan a través de internet, resultan prácticas sociales que reproducen el carácter universal de la naturaleza de los encuentros que se producen entre los hombres.

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    Mercedes Patalano