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Infertilidad masculina (página 2)


Partes: 1, 2, 3

2. Partes del sistema reproductor masculino y sus funciones

o   La uretra es un conducto que va desde la vejiga hasta la punta del pene. Tanto la orina como el semen salen a través de la uretra. La sangre llena las cavidades que están al lado de la uretra produciendo la erección del pene mientras se realizan las relaciones sexuales.

o   El escroto es una bolsa que cuelga detrás del pene y contiene 2 testículos, el epidídimo y una parte del conducto espermático. Los testículos son los encargados de producir el esperma (espermatozoides) y la testosterona que es la hormona masculina. Las hormonas son químicos especiales producidos por el cuerpo y su función es controlar la forma como funcionan las diferentes partes del cuerpo. El epidídimo es un conducto en forma de espiral en el cual se desarrolla y madura el esperma. Las vesículas seminales producen un fluido que ayuda al desarrollo del esperma mientras se encuentra en el epidídimo.

o   Los conductos deferentes que llevan el esperma desde el epidídimo hasta la próstata. La próstata produce el líquido en el cual se transportan los espermatozoides cuando son expulsados a través de los conductos eyaculatorios. Las glándulas de Cowper colocan un líquido mucoso en la uretra justo antes de la eyaculación. Este líquido ayuda a que los espermatozoides puedan desplazarse con más facilidad a través de la de la uretra hasta salir del cuerpo.

3. Causas de la infertilidad masculina

La infertilidad masculina es la consecuencia de una enfermedad o lesión que disminuye el número de espermatozoides que se producen. O, puede ser la consecuencia de alguna cosa que hace anormales a los espermatozoides producidos, como ser estos incapaces de nadar. A continuación, mencionamos algunos factores que pueden deteriorar la fertilidad en un hombre.

o   Infecciones en los órganos sexuales, como enfermedades venéreas, prostatitis o paperas.

o   Una lesión en los testículos, como un accidente, una cirugía o un tratamiento con radiación para el cáncer.

o   Problemas en el pene como el hipospadias. El hipospadias es una malformación que consiste en una abertura en alguna parte cercana al orificio terminal del pene.

o   Temperatura muy elevada en los testículos, como testículos sin descender o vivir en un clima cálido. El uso de interiores (calzoncillos) muy apretados que sostienen los testículos muy pegados al cuerpo, también puede elevar la temperatura de los testículos.

o   El exceso de alcohol, fumar demasiado o el estrés. El abuso de drogas puede empeorar los problemas de infertilidad.

o    El desconocimiento sobre el ciclo ovulatorio de la mujer: muchas parejas desconocen el ciclo menstrual femenino, y que el período alrededor de la ovulación es el mejor momento para que tenga lugar la fertilización del óvulo. Existen diversos métodos para que la pareja sepa el día en que va a tener lugar la ovulación (control de la temperatura basal de la mujer, control mediante kits comerciales de los niveles de la hormona LH en la orina de la mujer, etc.). Hay que tener en cuenta, sin embargo, que el semen eyaculado permanece activo en el moco vaginal de la mujer durante aproximadamente 48 horas, por lo que la eyaculación y la ovulación no tienen porqué ocurrir simultáneamente.

o    Algunos medicamentos para ciertas enfermedades, como la diabetes, pueden causar eyaculación retrógrada. Esto es cuando, en la eyaculación, el semen se devuelve a la vejiga en lugar de salir a través del pene.

o    Trastornos en la eyaculación: en muchas parejas la infertilidad se debe a unas relaciones sexuales demasiado infrecuentes; existe una creencia equivocada que sugiere que las reservas de semen se agotan tras cada eyaculación y que, por lo tanto, se deben tener períodos de abstinencia prolongados. Se ha visto, por el contrario, que hay un número alto de espermatozoides en eyaculaciones sucesivas, por lo que la eyaculación debe ser frecuente en el período entorno a la ovulación (o período periovulatorio), es decir, hacia la mitad del ciclo menstrual de la mujer.

Los trastornos de la eyaculación como la eyaculación precoz no son infrecuentes, y pueden ser una causa importante de infertilidad al impedir una correcta deposición del semen dentro de la vagina. Su tratamiento va a consistir en una terapia psicosexual, combinada a veces con un tratamiento médico.

La eyaculación retrógrada consiste en una emisión retrógrada del semen hacia la vejiga, durante la eyaculación, a causa de un cierre deficiente del cuello de la vejiga; este cierre defectuoso del cuello vesical puede ser consecuencia de una diabetes mal controlada, del consumo de determinados fármacos, de la cirugía del cáncer de testículo o del adenoma de próstata, o puede ser de causa desconocida. Se puede intentar un tratamiento con fármacos que aumentan el tono del cuello vesical, que son efectivos en el 30% de los pacientes. Si el tratamiento médico falla, se pueden usar espermatozoides obtenidos de la vejiga mediante técnicas de reproducción asistida.

La ausencia de eyaculación (aneyaculación) ocurre en los pacientes con lesión medular; puede aparecer también en pacientes con una diabetes mal controlada y de años de evolución, puede ser consecuencia de la cirugía de la región genital y retroperitoneal, o puede ser consecuencia del consumo de determinados fármacos antidepresivos, antipsicóticos y antihipertensivos.

o    Tóxicos testiculares: existen numerosas medicaciones que pueden tener un efecto tóxico para la producción de espermatozoides o espermatogénesis (Bloqueantes de los canales del calcio, Cimetidina, Á cido Valproico, Sulfasalazina, Ciclosporina, Espironolactona, Colchicina, Nitrofurantoina, Alopurinol, y determinados quimioterápicos); será necesario suspender o cambiar estas medicaciones por otras no tóxicas en los pacientes con infertilidad. Ciertos hábitos tóxicos como el consumo de marihuana, el alcoholismo crónico, el consumo de cocaína e incluso de tabaco se ha demostrado que tienen un efecto perjudicial en la fertilidad, produciendo una disminución en el número de espermatozoides en el semen eyaculado o alteraciones en la morfología de estos espermatozoides. El uso de esteroides androgénicos o anabolizantes suprime la producción de testosterona en el testículo, lo que da como resultado una disminución en el número de espermatozoides, que puede ser parcial (oligospermia) o total (azoospermia).

La exposición profesional a determinadas substancias como el plomo, el cadmio o el manganeso, se ha asociado también a infertilidad.

o    Trastornos hormonales: la infertilidad masculina muchas veces se debe a alteraciones hormonales presentes en diversas enfermedades del sistema endocrino, tales como: el Síndrome de Kallman (que cursa con un hipogonadismo hipogonadotrófico), la producción excesiva de prolactina (hiperprolactinemia), el déficit aislado de testosterona, el hipotiroidismo, la hiperplasia adrenal congénita, etc.

o    Anomalías genéticas: aproximadamente el 6% de los hombres infértiles presenta una alteración en sus cromosomas, tales como el Síndrome de Klinefelter, el Síndrome XYY o el Síndrome de Noonan. Este porcentaje aumenta al 21% en el caso de pacientes con azoospermia.

o    Infecciones del tracto genital: la infección representa una causa aislada de anomalía del semen en un 1'6% de las parejas infértiles; la atrofia testicular tras una epidídimo-orquitis, la obstrucción del epidídimo tras una epididimitis, o una prostatitis, pueden ser motivo de infertilidad en el varón. El tratamiento de estos procesos será antibiótico.

o    Infertilidad de origen inmunológico: el esperma es capaz de inducir la síntesis de autoanticuerpos; éstos se encuentran en el 3-12% de los varones que se someten a estudio por infertilidad. La vasectomía, las infecciones del tracto genital, la torsión testicular o los traumatismos testiculares pueden ser causa de reacción inmune contra los espermatozoides. El tratamiento consiste en el empleo de corticoides sistémicos, con un gran número de efectos secundarios, por lo que en estos casos se tiende a usar métodos de reproducción asistida.

o    Criptorquidia: consiste en la presencia de uno o los dos testículos a nivel abdominal, al no haber descendido, durante la infancia, de forma adecuada al escroto; aproximadamente el 0,8% de los varones adultos presenta criptorquidia, de los cuales dos tercios es unilateral y un tercio bilateral. En estos pacientes es frecuente encontrar un menor número de espermatozoides en el eyaculado.

o    Varicocele: consiste en una dilatación venosa (o varices) de las venas del testículo, y está presente en el 30% de los varones con infertilidad; aproximadamente el 90% de los varicoceles son del testículo izquierdo. Entre otros factores, el varicocele produce la infertilidad al aumentar la temperatura a nivel del escroto. Su tratamiento es quirúrgico.

o    Procesos febriles: la producción de espermatozoides es muy sensible a los aumentos de temperatura a nivel testicular, por lo que es frecuente ver una disminución en la movilidad de los espermatozoides o la presencia de espermatozoides con alteraciones estructurales secundariamente a un proceso febril, pudiendo éstas persistir meses después de haber padecido dicho proceso.

o    Infertilidad idiopática o de origen desconocido: hasta en un 40% de los paciente infértiles no se encuentra la causa de dicha infertilidad. En estos casos hablamos de infertilidad masculina idiopática.

4. Factores de riesgo para los hombres con respecto a la infertilidad

La infertilidad no es únicamente un problema femenino. Aunque las cifras varían, aproximadamente el 15 por ciento de las parejas que intentan el primer embarazo fracasan. Se estima que los factores masculinos son la causa de hasta un 50 por ciento de los casos. A continuación, enumeramos los factores de riesgo relacionados con la infertilidad masculina (llamada también factor masculino o factor de infertilidad masculina):

o   Historial de prostatitis o infección genital.

o   Trauma o torsión testicular.

o   Historial de pubertad precoz (la pubertad que ocurre a una edad temprana) o pubertad tardía (la pubertad que ocurre a una edad mayor).

o   Exposición a sustancias tóxicas o peligros en el trabajo, como el plomo, el cadmio, el mercurio, el óxido de etileno, el cloruro de vinilo, la radioactividad y los rayos X.

o   Fumar cigarrillos o marihuana.

o   Consumo excesivo de alcohol.

o   Exposición de los genitales a temperaturas altas.

o   Reparación de la hernia.

o   Testículos no descendidos.

o   Medicamentos recetados para úlceras o soriasis.

o   Paperas después de la pubertad.

5.  Causas del factor de la infertilidad masculina

Las causas principales de la infertilidad masculina pueden dividirse en las siguientes categorías.

o    Trastornos del esperma

Los problemas relacionados con la producción y la maduración del esperma son las causas más comunes de la infertilidad masculina. El esperma puede ser inmaduro, tener una forma anormal o ser incapaz de moverse adecuadamente. O también puede ser que el esperma normal se produzca en cantidades anormalmente bajas (oligospermia) o aparentemente no se produzca (azoopermia). Muchas condiciones diferentes pueden causar este problema, incluyendo las siguientes:

Ø  Enfermedades infecciosas o condiciones inflamatorias, como el virus de las paperas.

Ø  Trastornos inmunológicos en los cuales algunos hombres producen anticuerpos contra su propio esperma.

Ø  Factores ambientales y de estilo de vida.

Ø  Enfermedades genéticas (la mayoría se asocian con anomalías del esperma, ya sea directa o indirectamente):

ü  Fibrosis quística – condición hereditaria que por lo general afecta a los pulmones y al páncreas, pero también puede presentarse como una causa de la infertilidad con o sin problemas leves del seno; del 6 al 10 por ciento de los hombres con azoospermia obstructiva tienen ausencia congénita bilateral de los conductos deferentes (su sigla en inglés es CBAVD), lo que significa que nacieron sin los conductos deferentes; de ellos, el 70 por ciento puede tener fibrosis quística o ser portador de una mutación en el gen de la fibrosis quística.

ü  Síndrome de Noonan – condición hereditaria que puede afectar tanto a hombres como a mujeres. En los hombres, este síndrome puede causar función gonadal (testicular) anormal.

ü  Distrofia miotónica – condición hereditaria con complicación multisistémica progresiva, que en algunos casos da como resultado la infertilidad (testículos poco desarrollados y producción de esperma anormal).

ü  Hemacromatosis – condición hereditaria que afecta al almacenaje del hierro. El ochenta por ciento de los hombres con hemacro

ü  Enfermedad drepanocítica – condición hereditaria que afecta a la producción normal de la hemoglobina.

ü  Síndrome del sexo inversoel hombre tiene los cromosomas sexuales del genotipo femenino (XX en lugar de XY), lo cual da como resultado la azoospermia y otras características.

ü  Mutaciones del gen receptor de andrógeno – condición hereditaria en la cual el hombre es genéticamente masculino (46 XY), pero es infértil debido a un defecto en los receptores de testosterona.

ü  Anomalías cromosómicas – los hombres que tienen un cromosoma sexual X adicional, conocido como síndrome de Klinefelter, a menudo no producen esperma o lo producen en muy pocas cantidades.

ü  Redistribución de cromosomas – algunas personas tienen el número normal de cromosomas (46) en el núcleo (centro) de las células, pero se ha llevado a cabo una redistribución en el material de los cromosomas, mediante la cual una parte del cromosoma ha cambiado de lugar con otra; los hombres con azoospermia u oligospermia tienen una frecuencia más alta de redistribución de cromosomas en comparación con la población general.

ü  Supresiones en el cromosoma Y – algunas personas tienen el número normal de cromosomas (46) en las células del cuerpo, pero no se encuentran pequeñas secciones del cromosoma Y o se han suprimido; del 3 al 30 por ciento de los hombres con azoospermia u oligospermia tienen supresiones en el cromosoma Y.

  • Anomalías anatómicas

Las obstrucciones del tracto genital pueden causar infertilidad al bloquear parcial o totalmente el flujo del líquido seminal. Algunas de estas anomalías pueden ser de origen congénito (presentes al nacer) o el resultado de un defecto genético. Otras podrían ocurrir debido a una infección o inflamación del tracto urogenital, una cirugía que dejó cicatriz en el tracto genital o por la presencia de venas varicosas en el escroto (varicoceles).

o   Síndrome de inmovilidad ciliar

En esta condición el recuento de esperma es normal, pero los espermatozoos no tienen movilidad como sucede en el síndrome de Kartagener, un trastorno hereditario.

o   Supresiones mitocondriales

Las mitocondrias son las estructuras de la célula responsables de la producción de energía. En realidad hay un conjunto de genes en la mitocondria, separados del conjunto de cromosomas normales contenido en el núcleo. Recientemente se ha descubierto que estos genes, cuando se alteran o se suprimen, pueden afectar a la salud de la persona o causar infertilidad, o ambas.

o   Enfermedad del hígado, enfermedad renal o tratamiento de los trastornos convulsivos.

o   Otros factores

Pueden surgir otros factores debido a la descarga defectuosa del esperma en el tracto genital femenino, que podría ser causada por impotencia o por eyaculación prematura.

6. Diagnóstico del factor de infertilidad masculina

Cuando una pareja consulta por infertilidad, debe realizarse un estudio en profundidad de ambos miembros de la pareja; en cuanto al estudio del varón, además del examen físico y la historia médica completa, los procedimientos para el diagnóstico del factor de infertilidad masculina pueden incluir los siguientes pasos:

o   Análisis múltiples de semen, se recogen por lo menos dos muestras de semen en días diferentes para examinar el semen y el esperma con objeto de detectar varios factores, como el volumen, consistencia y pH del semen, y el recuento, movilidad y morfología (forma) del esperma.

o    Una detallada historia clínica: en la que se indague a cerca de temas como la duración de la infertilidad (el tiempo que la pareja lleva intentando lograr el deseado embarazo), la existencia o no de embarazos previos, los métodos anticonceptivos usados por la pareja en el pasado, la frecuencia de las relaciones sexuales y duración de las mismas, los conocimientos de la pareja acerca del ciclo menstrual de la mujer, el uso o no de substancias lubricantes durante la relación sexual (muchas de estas substancias alteran la movilidad de los espermatozoides); será necesario preguntar también sobre la función eréctil del paciente y su eyaculación.

Hay que averiguar si el paciente, en la pubertad, sufrió algún trastorno en el desarrollo sexual; si tuvo o no criptorquidia en la infancia; si fue sometido a alguna intervención quirúrgica de la región genitourinaria; si sufrió algún traumatismo testicular o torsión del testículo, que pudieran haber derivado en atrofia testicular; si ha padecido alguna enfermedad de transmisión sexual o infecciones del tracto urinario de repetición; si ha padecido parotiditis o "paperas", y a qué edad; si el paciente es diabético, sufre esclerosis múltiple, padece insuficiencia renal, está siendo sometido a quimioterapia o radioterapia, o lo ha sido en los últimos 4 o 5 años, y si ha padecido tuberculosis.

Hay que preguntar acerca del consumo de cualquier tipo de medicación, de posibles hábitos tóxicos (consumo de alcohol, tabaco, marihuana, cocaína, etc.), y de la exposición profesional a pesticidas u otras substancias tóxicas.

  • Examen físico: el examen físico debe ir dirigido a la búsqueda de cualquier alteración que pudiera asociarse a infertilidad, dedicando especial atención al examen de los genitales, explorando el pene, el escroto y su contenido, los testículos (su consistencia y tamaño), y la próstata (por tacto rectal). Hay que buscar la existencia de varicoceles asintomáticos.

o   Pruebas de laboratorio: en el estudio del varón debemos realizar:

ü  Una analítica básica, incluyendo un hemograma, una bioquímica y un análisis de orina.

ü  Un análisis del semen o seminograma: es la prueba más importante en el estudio de un paciente con probable infertilidad. Consiste en el estudio del semen de un eyaculado del paciente, obtenido generalmente por medio de masturbación o mediante unos preservativos especiales; los valores considerados normales para un eyaculado son: un volumen mayor o igual a 2 mililitros, un pH entre 7'2 y 8, una concentración de espermatozoides mayor o igual a 20 millones por mililitro, con al menos un 50% de los espermatozoides con movilidad activa y una morfología normal de al menos el 30% de los mismos. Si obtuviésemos resultados anormales será necesario repetir esta prueba en 4 ocasiones, en intervalos mensuales durante 3 meses.

ü  Prueba postcoital: consiste en un estudio al microscopio de la reacción entre el esperma del varón y el moco uterino de la mujer.

ü  A veces existe la posibilidad de la determinación en sangre de anticuerpos antiespermatozoide.

ü  La biopsia testicular: estará indicada su realización en aquellos pacientes en los que en el seminograma se demuestre una azoospermia (ausencia total de espermatozoides en el semen), con unos testículos de tamaño normal, para diferenciar una obstrucción en el conducto de salida de los espermatozoides de una alteración en la producción de los mismos.

o   Otros exámenes (para determinar la causa de anomalías del esperma o enfermedades del sistema reproductor masculino).

7. Tratamiento para la infertilidad masculina

No existe una solución sencilla para la esterilidad masculina. El tratamiento dependerá de los resultados de las pruebas y de las probabilidades de éxito de la terapia. Según la gravedad del trastorno, los médicos pueden elegir entre una variedad de tratamientos, que pueden ser sencillos o complejos. Sin embargo, en la actualidad aún las causas más difíciles de esterilidad masculina son susceptibles de tratarse médicamente – e incluso los casos más graves, en los que la única solución hace algunos años era la inseminación artificial proveniente de un donador (AID) o la adopción, han podido tratarse con éxito mediante las nuevas técnicas de microinyección de esperma.

El tratamiento específico del factor de la infertilidad masculina será determinado por su médico basándose en lo siguiente:

o    Su edad, su estado general de salud y su historia médica.

o    Qué tan avanzada está la enfermedad.

o    Naturaleza y extensión del problema.

o    Su tolerancia a determinados medicamentos, procedimientos o terapias.

o    Sus expectativas para la trayectoria de la enfermedad.

o    Terapias y procedimientos y preferencias del paciente y su pareja.

Actualmente existe una variedad de opciones de tratamiento para el factor de la infertilidad masculina. El tratamiento puede incluir lo siguiente:

  • Técnicas de reproducción asistida (su sigla en inglés es ART). Este tipo de tratamiento puede incluir lo siguiente:

Ø  Inseminación artificial

La inseminación artificial incluye la colocación de un número relativamente grande de espermatozoides sanos, ya sea en la entrada del cuello uterino o en el útero de la mujer, pasando por alto el cuello uterino, para tener acceso directo a las trompas de Falopio.

Ø  IVF, GIFT y otras técnicas

La fertilización in Vitro (su sigla en inglés es IVF) o la transferencia intrafalópica de gametos (su sigla en inglés es GIFT) se han usado para el tratamiento de la infertilidad masculina. Así como en la inseminación artificial, la IVF y las técnicas similares ofrecen la oportunidad de preparar esperma in Vitro, para que los oocitos estén expuestos a concentraciones óptimas de espermatozoides móviles de alta calidad.

Ø  Fertilización microquirúrgica (técnicas de microinyección como la inyección intracitoplásmica de esperma, su sigla en inglés es ICSI)  

Este tratamiento se usa para facilitar la penetración del esperma mediante la inyección de un único espermatozoide en el oocito. La fertilización se lleva a cabo observándola con el microscopio.

o   Terapia con medicamentos

Un porcentaje pequeño de hombres infértiles tiene trastornos hormonales que pueden tratarse con terapia hormonal. Los desequilibrios hormonales causados por la disfunción en el mecanismo de interacción entre el hipotálamo, la glándula pituitaria y los testículos afectan directamente al desarrollo del esperma (espermatogénesis). La terapia con medicamentos puede incluir gonadotropina, antibióticos u otro medicamento que se considere apropiado.

o   Cirugía

La terapia quirúrgica en la infertilidad masculina está diseñada para corregir los obstáculos anatómicos que impiden la producción y maduración del esperma o la eyaculación. Los procedimientos quirúrgicos para quitar las venas varicosas en el escroto (varicocele) pueden algunas veces mejorar la calidad del esperma.

Existen sin embargo posibilidades terapéuticas más simples como terapia medicamentosa, modificación de hábitos, etc y que solo requieren un adecuado diagnóstico, que afortunadamente puede facilitarse considerablemente con el Syscan, permite detectar las causas de problemas espermáticos con gran sensibilidad, debe hacerse el diagnóstico lo más pronto posible pues cuanto más tarde se encuentre que impide la fertilidad más se dificultará el embarazo.

Ventajas del Syscan

o    Suele encontrar soluciones muy simples para tratar la infertilidad y evitar tratamientos extremos

o    Mejora la tasa de éxito de los tratamientos especializados como Estimulación ovárica, Fertilización In Vitro, transferencia embrionaria, inyección intracistoplasmática de esperma, etc., cuando dichos tratamientos son necesarios. Se sabe que estos tratamientos casi siempre fallan, pero haciendo el Syscan se pueden corregir previamente los factores que limitan el éxito de dichos tratamientos.

o    El Syscan mejorara considerablemente las posibilidades de lograr el embarazo

Otras recomendaciones para su tratamiento:

·         Actividad: No use baños calientes o saunas si el recuento de sus espermatozoides es demasiado bajo. La producción de espermatozoides puede disminuir si los testículos se calientan en exceso. Los médicos también pueden sugerirle que junto con su compañera planifiquen tener relaciones sexuales cada 36 horas, mientras ella se encuentre en el periodo fértil. Esto aumenta la producción de espermatozoides, por tanto, aumentan las posibilidades para que su compañera quede embarazada. Los médicos pueden recomendarle que no espere más de 7 días para tener relaciones sexuales. Una espera muy prolongada puede disminuir la cantidad de espermatozoides que usted produce.

·         Ropas: Es posible que le ordenen el uso de pantalones cortos de boxeador en lugar de calzoncillos apretados, para mantener los testículos frescos. También pueden decirle que sumerja sus testículos en agua fría, 2 veces al día.

·         Transferencia de embrión: Los médicos pueden sugerirle una transferencia de embrión si, sus espermatozoides y el útero de su compañera, están en buenas condiciones. Otra mujer es inseminada artificialmente con sus espermatozoides. El óvulo fertilizado es removido del útero de aquella mujer a los 4 días aproximadamente. El óvulo es luego colocado en el útero de su compañera. Este método puede ser usado si su compañera tiene unas lesiones muy severas dentro del abdomen. O, puede usarse la transferencia de embrión si, su compañera carece de ovarios o, si los tiene, estos no funcionan.

·         Inseminación: Se conoce como inseminación cuando se recoge el esperma y se procesa. Este esperma es colocado dentro de la vagina de su compañera, en el canal cervical o directamente dentro del útero. La inseminación artificial (IA) es cuando el esperma utilizado, proviene de usted. Se llama inseminación terapéutica de donante "ITD" cuando se usa esperma proveniente de un banco de esperma. La escogencia del origen del esperma depende de sus problemas de fertilidad.

·         Medicamentos: Pueden usarse medicamentos para tratar ciertos problemas de infertilidad. Estos medicamentos pueden ser los antibióticos o los medicamentos de quimioterapia que se usan para tratar las infecciones.

·         Terapeuta sexual: Algunos problemas pueden solucionarse mediante la consejería de un médico especializado en problemas sexuales como la impotencia o la eyaculación precoz.

·         Cirugía: Usted puede necesitar una cirugía para corregir un varicocele o para desbloquear los conductos deferentes o el conducto espermático. Los testículos sin descender pueden tratarse con una cirugía que se realiza durante la infancia.

·         Interrupción de los tratamientos para la fertilidad: Algunas veces, no se encuentra la causa de la infertilidad. Usted y su compañera pueden decidir la interrupción de los tratamientos para la fertilidad. A continuación, incluimos otras opciones para que usted y su compañera las consideren.

o   Adopción: La adopción de un bebé puede ser la solución para aquellas parejas que deciden no hacerse los tratamientos para la infertilidad. El proceso de adopción puede demorarse años puesto que actualmente, más madres solteras están conservando sus bebés.

o   Cuidado adoptivo: Ser un padre adoptivo es cuando usted cuida en su casa un bebé o un niño que procede de los Servicios Sociales. Usted puede tenerlo durante un corto o largo tiempo o hasta que el Servicio Social encuentra un hogar permanente para ese niño. El hecho de ser un padre adoptivo le brinda la oportunidad de saber si usted realmente desea convertirse en padre. Si decide que la adopción es lo más conveniente, usted puede adoptar al niño.

o   Madre sustituta: Otra mujer (sustituta) puede quedar embarazada por inseminación con el semen del compañero de la mujer infértil. O, un óvulo de la mujer infértil puede ser fecundado in Vitro con el semen de su propio compañero. El óvulo fecundado, es luego colocado en el útero de la madre sustituta.

Las opciones terapéuticas para los casos de infertilidad masculina idiopática son dos: diversos tratamientos farmacológicos, y las técnicas de reproducción asistida.

Los distintos fármacos usados en los tratamientos médicos empíricos de la infertilidad masculina son:

·         Antiestrógenos, como el Clomifeno y el Tamoxifeno: estos fármacos actúan como antagonistas de los estrógenos (las hormonas sexuales femeninas) circulantes por el organismo del varón; sus resultados son muy variables, consiguiendo en la mayoría de los casos una tasa de embarazos menor al 30%.

·         Andrógenos: para que en los testículos tenga lugar la producción de espermatozoides es necesaria una elevada concentración de testosterona (hormona sexual masculina); el uso de andrógenos orales, como la Mesterolona, a bajas dosis durante al menos tres meses, parece mejorar la producción de espermatozoides, aunque con este tratamiento los resultados son también muy variables.

·         Gonadotrofinas: estimulan la síntesis testicular de testosterona, con lo que se supone que favorecerán la producción de espermatozoides. Los resultados son muy variables con tasas de embarazos que van del 6 al 47%.

·         Kalikreina: es uno de los nuevos agentes empíricos que parecen obtener resultados alentadores. Mejora la motilidad del espermatozoide, y su administración oral obtiene una tasa de embarazos del 17 al 38%.

·         Otros: la Pentoxifilina, antioxidantes como la Vitamina E, la Indometacina, etc.

8. Fundamentos de algunos tratamientos para la infertilidad masculina

Farmacoterapia

No existe una farmacoterapia simple para aumentar las concentraciones de esperma o corregir la forma de los espermatozoides. Algunos medicamentos se han utilizado con éxito en casos de impotencia, particularmente cuando ésta se asocia a la hormona sexual masculina testosterona.

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