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El proyecto educativo en la universidad cubana actual


  1. Resumen
  2. Introducción
  3. El trabajo educativo en la universidad
  4. El proyecto educativo en la universidad
  5. Situación de los proyectos educativos en la facultad de ciencias sociales
  6. Conclusiones
  7. Referencias bibliográficas

Resumen

El presente trabajo consiste en fundamentar teóricamente el estudio del Proyecto Educativo en la universidad, teniendo en cuenta los antecedentes de la problemática y la justificación del estudio, así como la caracterización del Proyecto Educativo en la universidad. Se pretende sistematizar algunas tendencias experimentadas en la Universidad Central "Marta Abreu" de Las Villas, en particular en la Facultad de Ciencias Sociales.

Palabras claves

Educación, Proyecto Educativo, proceso formativo, trabajo educativo, protagonismo estudiantil, necesidades y motivaciones estudiantiles, vínculo entre el grupo estudiantil y el colectivo pedagógico.

Introducción

La educación es el proceso y el resultado cuya función es la de formar al hombre para la vida en toda su complejidad. "Educar es depositar en cada hombre toda la obra humana que le ha antecedido; es hacer a cada hombre resumen del mundo viviente, hasta el día en que vive; es ponerlo a nivel de su tiempo, para que flote sobre él y no dejarlo debajo de su tiempo, con lo que no podrá salir a flote; es preparar al hombre para la vida" (1).

Lo fundamental en la educación es preparar al hombre para realizar su actividad laboral en un cierto contexto social. Mediante el trabajo el hombre satisface sus necesidades. El trabajo, por tanto es, en consecuencia, el aspecto más motivador de la actividad de ese hombre, de su personalidad. La actividad laboral es entonces el vehículo fundamental para conformar a las nuevas generaciones de una determinada sociedad.

A nivel mundial y nacional existen demandas que exigen del profesional una formación integral. Para alcanzar altos niveles de calidad y excelencia de los futuros profesionales, en correspondencia con los más caros intereses de esa sociedad, la educación se une a la instrucción y al desarrollo de los ciudadanos, en el proceso totalizador denominado proceso de formación, cuyo objetivo es preparar al hombre como ser social. Proceso en el cual el hombre adquiere su plenitud y que se lleva a cabo a través del trabajo educativo.

La sociedad desarrolla el trabajo educativo a través de la escuela, la familia o la sociedad en su conjunto, mediante las distintas organizaciones. Cuando participan todas estas instituciones a la vez se le denomina educación en sentido amplio. A estos tres tipos de instituciones sociales relacionadas dialécticamente les corresponde la tarea de formar al hombre, desempeñando cada una de ellas un papel esencial. Sin embargo, a la escuela se le asigna la misión fundamental de la educación de las nuevas generaciones y se considera el centro de su ejecución por su carácter sistémico y porque en la misma se desenvuelven profesionales, que están armados de la teoría pedagógica para desempeñar esta labor de un modo más eficiente, esta es la educación en sentido estrecho.

En particular, la universidad desempeña un rol fundamental en este sentido, y en el caso cubano el trabajo educativo se formaliza a través del proyecto educativo, instrumento de enfoque integral para la labor educativa y político-ideológica que parte de las necesidades y motivaciones de los estudiantes en su proceso formativo. El presente artículo pretende caracterizar el proyecto educativo en la universidad cubana y su situación actual.

El trabajo educativo en la universidad

El perfeccionamiento sistemático de los planes y programas de estudio, iniciado en Cuba en 1962 con la Reforma Universitaria, ha develado las necesidades de la enseñanza superior y las estrategias para darle solución, dadas las exigencias sociales a lo largo de este período.

Nuestro sistema social ha priorizado la labor educativa, la cual no se limita a la instrucción, sino que incluye la formación de valores y de la propia personalidad, y es de sumo interés perfeccionar sus aristas en todos los niveles educacionales, así como enfatizar en el rol de los profesionales de este sector.

Al respecto Fidel Castro expresó: "La escuela ocupa el lugar principal dentro del conjunto de influencias que actúan en la formación de los niños y jóvenes. En el seno de cada centro de estudio, el trabajo educativo se desarrolla en el aula, en el laboratorio, en los talleres, en el comedor, en los salones de estar, en los albergues y en las actividades político-ideológicas, productivas, deportivas, recreativas y culturales; es decir, la labor educativa dirige toda la vida del escolar. El corazón del trabajo educativo es la labor de los profesores. Si esta funciona mal, funcionará mal todo el sistema de trabajo.

(…) El educador debe ser, además, un activista de la política revolucionaria de nuestro Partido, un defensor de nuestra ideología, de nuestra moral, de nuestras convicciones políticas. Debe ser, por tanto, un ejemplo de revolucionario, comenzando por el requisito de ser un buen profesor, un trabajador disciplinado, un profesional con espíritu de superación, un luchador incansable contra todo lo mal hecho y un abanderado de la exigencia" (2).

Al respecto Domínguez también señala: "Es importante tener presente que en la actualidad las diferentes instituciones socializadoras no están en iguales posibilidades de asumir la formación de la niñez y de la juventud, reconociéndose la escuela y el centro de trabajo como las principales instituciones y canales formativos" (3).

Para implementar la educación de la personalidad del individuo en todas sus esferas el Ministerio de Educación Superior (MES) aspira a un enfoque integral de la labor educativa y política-ideológica, con su derivación en las facultades y departamentos docentes. En un documento editado por el MES en 1999 se señala: "el enfoque integral para desarrollar la labor educativa y política ideológica en la universidad ubica en primer plano no únicamente los conocimientos y las habilidades a formar y desarrollar en los estudiantes, sino también los valores como componente clave de la personalidad, lo cual supone no solo definir en los planes de estudio los objetivos educativos que se aspiran a alcanzar, sino instrumentar las vías, o campos de acción, que permitan materializar este empeño" (4) .

Hay valores generales identificados como prioritarios y referidos por Fidel como son: el sentido del honor, de la igualdad, de la justicia y del amor a la patria; así como otros no menos importantes identificados por los investigadores del desarrollo social como: el valor, el trabajo y el sentido del deber social que deben estar presentes para lograr la integralidad.

Los valores no deben ser impuestos, sino que deben transmitirse a través del ejemplo personal del profesor, y requiere de la experiencia compartida de educadores y educandos, con respeto mutuo de los puntos de vista y experiencias particulares, y sobre todo, que haya una congruencia entre lo que se proclama y lo que se manifiesta en el quehacer cotidiano (5). Es evidente que resulta indispensable el diálogo y los espacios compartidos entre alumnos y profesores para que se materialice la formación de valores (6). Por tanto, es necesaria la interacción humana y la relación interpersonal responsable y comprometida para que el proceso educativo pueda desarrollarse.

Todo esto presupone además la necesaria interrelación entre la teoría y la práctica, sin la cual, desaparecería la acción educativa y la esencia del trabajo educativo, que "…abarca todas las actividades y acontecimientos de la escuela, todos los momentos de la vida escolar, y dentro de esto, la unidad del colectivo pedagógico es determinante para incrementar el nivel de educación de los estudiantes…" (7).

Es importante que el colectivo de profesores logre un estilo pedagógico coherente y ejemplar. Al respecto Rodríguez planteó: "…Este caracteriza la forma peculiar de realizar el trabajo educativo, es decir, las actividades escolares, de manera que todos los educadores actúen en la misma dirección y sentido, aunque cada uno le imprima su sello personal" (8).

Además, en la planificación del trabajo educativo del colectivo pedagógico es indispensable incluir todas las tareas fundamentales del desarrollo integral de la personalidad, es decir, las tareas de la educación intelectual, política, ideológica, laboral, moral, estética y física, porque nuestra sociedad exige la formación de un hombre de profundas convicciones, con una nueva moral que le permita incorporarse activamente a las transformaciones sociales. Por tanto, las nuevas y difíciles condiciones para el trabajo educativo exigen emplear nuevos estilos y metodologías con propósitos bien definidos.

Teniendo en cuenta las ideas antes expresadas, se define el siguiente concepto: el trabajo educativo es el conjunto de actividades cognoscitivas, socio-políticas y culturales dirigidas a influir en la formación de la personalidad, realizadas de forma curricular o extracurricular.

Este concepto está íntimamente vinculado con la categoría educación, que constituye "…la única capaz de desarrollar las inclinaciones positivas del ser humano y de combatir, desde muy temprano, sus inclinaciones negativas. Pero para eso necesitamos el técnico, el maestro, el experto, el que conozca cómo se educa…" (9).

El educando es el objeto del proceso educativo y de acuerdo con la calidad con que este se organice, el alumno se convertirá en un participante activo y consciente hasta llegar a su autoeducación. El reforzamiento de trabajo educativo y político-ideológico es la única forma de obtener la fortaleza e integralidad necesaria en el estudiantado universitario.

Con este objetivo la Universidad Central "Marta Abreu" de Las Villas (UCLV) cuenta con una estrategia maestra principal para la labor educativa y política-ideológica, que abarca todas las áreas de resultados claves, como son: Formación del Profesional, Universalización, Extensión Universitaria, Ciencia y Técnica, Aseguramiento Material y Financiero, Defensa y Protección, y Recursos Humanos. Esto a nivel de base se implementa por el profesor guía de cada brigada, que con su misión y funciones constituye la avanzada del trabajo educativo que se desarrolla con los estudiantes universitarios para su formación general integral.

La proyección del trabajo educativo deberá dar respuesta a las necesidades, intereses y motivaciones de los estudiantes, incluyendo además del aspecto curricular, la participación en actividades culturales, deportivas y recreativas, unido a la visita a la residencia estudiantil, por parte de los profesores, estos son aspectos de las dimensiones extensionista y socio-política que brindan una oportunidad insuperable para confraternizar con los estudiantes y reafirmar la labor educativa de los profesores. Así mismo, la participación con los estudiantes en proyectos comunitarios, en los debates políticos, en la actividad de las BET, y las movilizaciones políticas, son también un marco adecuado para lograr este objetivo.

El conjunto de estas actividades, sustantiva la pertenencia e identidad de los estudiantes con su universidad, impulsa el sentido de responsabilidad e iniciativa, fortalece las motivaciones, desarrolla el protagonismo y liderazgo, así como la incondicionalidad en el cumplimiento de las tareas revolucionarias y la participación activa por la solución de los problemas sociales.

El proyecto educativo en la universidad

El año académico es la célula básica a partir de la cual se estructura el trabajo de las facultades, y los proyectos integrales de trabajo educativo han constituido, desde que comenzaron a elaborarse en 1997, un importante instrumento de integración de las esferas de influencia para la labor sistemática con los estudiantes.

Como se expresa en la Resolución No. 210/07, en su artículo 40, el colectivo de año tiene como principales funciones: la concreción de la estrategia educativa de la carrera en ese año, propiciando la integración de las clases, el trabajo científico estudiantil y las prácticas laborales con las diferentes tareas de impacto social, deportivas, y culturales, entre otras, que cumplen los estudiantes; en correspondencia con los objetivos educativos e instructivos de ese año. Esta estrategia se plasma en el proyecto educativo para cada uno de los grupos que conforman el año (10).

De esa manera, el proyecto enuncia no solo la materialización en el año de las estrategias educativas de las asignaturas, sino también las tareas socio-políticas y de extensión universitaria que conforman el universo educativo de ese grupo, en plena correspondencia con sus necesidades educativas.

De lo anterior se comprende la importancia de lograr que en la elaboración de los proyectos educativos, los propios estudiantes desempeñen un papel protagónico, siendo entonces en la brigada donde se confecciona y materializa el Proyecto Educativo, con la participación conjunta de estudiantes y profesores del año. El Proyecto Educativo no puede ser impuesto a la brigada por el Profesor Guía o el colectivo de año, sino debe surgir como un proceso natural a partir de las necesidades educativas que se deriven del proceso de integralidad.

La elaboración de los proyectos educativos supone tener en cuenta las influencias educativas derivadas del modelo del profesional, así como las derivadas de las estrategias de la facultad, y las derivadas de la caracterización del año. Para la obtención de resultados positivos es necesario desarrollar, desde la carrera, una visión global de la estrategia educativa, concebida a partir de los requerimientos de la profesión.

En el diseño del Proyecto Educativo se significan tres elementos esenciales, proyectados hacia las tres dimensiones fundamentales que deben estar presentes en el proyecto (lo curricular, lo socio-político y lo extensionista). Estos elementos son:

  • Objetivos del proyecto (pocos, integradores, que caractericen el año)

  • Acciones para lograrlos (precisas, en cada una de las dimensiones, balanceadas adecuadamente)

  • Criterios de medida (precisos, cuantificables, evaluables sin dificultad)

Los objetivos del Proyecto Educativo son la expresión concreta, en cada año académico, de los objetivos de trabajo de la facultad relacionados con el proceso de formación integral de los estudiantes.

Las acciones que se establecen por lo general en todo Proyecto Educativo están dirigidas a: incrementar el nivel de compromiso de los estudiantes con la facultad; fortalecer la conciencia revolucionaria y patriótica; garantizar un trabajo sistemático en la labor educativa, que se caracterice por la unidad de acción de todos los factores del año; promover actividades que tiendan a desarrollar en el estudiante un mayor interés por su excelencia académica y competitividad profesional; elevar el protagonismo de las organizaciones estudiantiles; apoyar los programas nacionales priorizados; promover actividades extracurriculares que enriquezcan la calidad de vida espiritual de los estudiantes (investigación); y promover el establecimiento de normas de convivencia, solidaridad, respeto a la propiedad social y los hábitos de orden y limpieza.

Por tanto, se define el Proyecto Educativo como: un instrumento de integración de las esferas de influencia para la labor sistemática con los estudiantes, que expresa la manera particular en que se concreta el enfoque integral en la formación del futuro profesional en cada brigada estudiantil.

En este sentido, el Proyecto Educativo debe convertirse en un documento de trabajo diario y un necesario punto de referencia para los análisis de las reuniones de la brigada, del Comité de Base de la UJC, de las Juntas de Año, así como del Departamento Docente y del Consejo de Dirección de la Facultad.

Situación de los proyectos educativos en la Facultad de Ciencias Sociales

El Centro de Estudios Comunitarios (CEC), perteneciente a la Facultad de Ciencias Sociales de la UCLV, se encuentra desarrollando un proyecto cuyo propósito fundamental es contribuir a fortalecer el proceso formativo de los estudiantes en dicha facultad desde los referentes de la Metodología del Autodesarrollo Comunitario (MAC), a solicitud del Gobierno Provincial y por acuerdo del Consejo Provincial de las Ciencias Sociales del CITMA en Villa Clara y coordina las acciones que permitan cumplir con esta demanda o necesidad del territorio a través de este proyecto en el que están implicadas un conjunto de instituciones provinciales

Otros objetivos de este proyecto son: contribuir a la formación de los profesores guías, coordinadores de años y jefes de brigadas de la FEU en los referentes teóricos y metodológicos de la MAC; diagnosticar el estado de lo comunitario en el proceso formativo de las brigadas estudiantiles de la facultad; aplicar dicha metodología en la concepción del proceso formativo de los estudiantes de la facultad; perfeccionar el trabajo social y las tareas de impacto social que realizan los estudiantes; evaluar los resultados del proceso formativo de los estudiantes desde los referentes de la MAC y sistematizar la experiencia de los resultados en el proceso formativo de los estudiantes de la Facultad de Ciencias Sociales desde los referentes de la MAC.

Para diagnosticar la situación actual que presentan los proyectos educativos en dicha facultad se seleccionó en particular la carrera de Estudios Socioculturales, y se realizó un análisis comparativo de los proyectos educativos elaborados por el primer año de los cursos académicos: 2007-2008, 2008-2009 y 2009-2010, lo que constituyó la muestra de investigación. Estos tres proyectos educativos fueron analizados detalladamente, obteniéndose como principales resultados las siguientes ideas:

Los proyectos del año poseen una adecuada estructuración, ya que incluyen objetivos, acciones y criterios de medida, proyectados hacia las tres dimensiones (curricular, sociopolítica y extensionista), requisitos que deben cumplir los proyectos educativos. Además los objetivos del año que son estándar, se tienen en cuenta en la elaboración de cada uno.

En cuanto a su contenido es percibido que se comienza por una caracterización del grupo, la cual es diferente en cada proyecto, pues se ajusta a la brigada. Al tratar las generalidades del grupo, los tres destacan entre otros aspectos que la mayoría de los estudiantes obtuvieron la carrera en 3ra y 4ta opción, muy pocos en 1ra y 2da lo que evidencia la falta de motivación hacia ella.

En la dimensión curricular, los tres cursos se plantearon el mismo objetivo, respecto a las acciones, el del 2007-2008 propuso 6 acciones, las cuales se retoman por el del 2008-2009 creando otras dos para un total de 8, de las cuales 7 fueron las propuestas por el del 2009-2010. En cuanto a los criterios de medida, los del 2007-2008 y 2008-2009, proponen 19 criterios idénticos para los dos proyectos, y el del 2009-2010, propone uno más a parte de los 19 que coinciden también con los de años anteriores, para un total de 20 criterios, donde solo uno es novedoso.

Al analizar la dimensión sociopolítica los objetivos de los proyectos del 2007-2008 y 2009-2010, que son 2, coinciden totalmente y el del 2008-2009 propone 2 más, aparte de los anteriores que se hacen comunes en los tres proyectos. Relacionado con las acciones de esta dimensión los tres documentos proponen 9, totalmente iguales. Los criterios de medida que se exponen en los del 2007-2008 y 2008-2009 son 8 que coinciden en todo, además en el del 2009-2010 se designan 7 de los 8 antes mencionados.

Al examinar la dimensión extensionista se aprecia que el del 2007-2008 propuso 4 objetivos, los cuales fueron mantenidos en el proyecto siguiente y se le agregó sólo uno, los que fueron retomados en el del 2009-2010, teniendo entonces dos de los tres documentos los mismos objetivos en esta esfera. Respecto a las acciones en el área de la cultura, el del 2007-2008 designó solo 2, a las que se le adicionaron otras 2 en el del 2008-2009, y de estas 4, tres se repiten en el último de los proyectos estudiados. Las acciones planteadas referentes a los deportes son iguales para 2008-2009 y 2009-2010 (2 acciones), las cuales también están presentes en el otro proyecto, que además posee una tercera acción.

El Proyecto Educativo del 2007-2008 no posee tareas de impacto a realizar, mientras los otros dos proponen una acción cada uno y diferentes lo que se considera positivo. La residencia estudiantil es otro indicador de esta esfera, relacionado con ella se plantearon 7 acciones en 2007-2008 y 2008-2009, de las cuales tres son idénticas, tres están redactadas de forma diferente pero la idea es la misma, sólo una es distinta por completo, y las 6 mencionadas anteriormente se corresponden con las explícitas en el 2009-2010. Los tres proyectos proponen los mismos 6 criterios de medidas en esta esfera y al profundizar en las otras tareas generales de cada documento se pudo observar que los proyectos de 2007-2008 y 2008-2009 coinciden en las tres tareas que se proponen, y el del 2009-2010, mantiene las anteriores y agrega dos nuevas.

Como resultados del análisis previo es posible concluir que aunque la carrera cumpla con la estructura requerida por un proyecto educativo, así como con su elaboración sistemática es necesario tener en cuenta que este debe responder a las necesidades y motivaciones de los estudiantes, su elaboración debe estar solamente orientada por el profesor guía, pero la brigada tiene que ser el protagonista principal de este proceso para que sea efectivo.

Con el análisis comparativo efectuado se obtuvo como resultado que en las tres dimensiones, tanto los objetivos, como las acciones y criterios de medida, durante los tres últimos cursos, permanecen prácticamente invariables, demostrando repetición, falta de creatividad, y la tendencia de convertir la elaboración del proyecto educativo en otra tarea del profesor guía y coordinador de año, sin enfatizar en la importancia que esto tiene para los estudiantes y profesores del grupo.

Además, en ninguna dimensión se propone como objetivo erradicar la falta de motivación hacia la carrera, ni se plantea alguna acción que pueda contribuir a socavarla. Esto posibilita cuestionarse en qué medida real los proyectos educativos elaborados por primer año de Estudios Socioculturales responden a los intereses y necesidades de cada brigada particular. Se puede decir, que la reafirmación de la motivación profesional, siendo una de las debilidades de la carrera, no ha sido tratada en los últimos cursos en el marco que brinda el proyecto educativo, este espacio no es bien aprovechado, pues se reiteran las mismas ideas, inexplicablemente porque cada brigada es diferente y no puede pensar ni querer actuar igual a las anteriores, por tanto es necesario valorar la seriedad que lleva este proceso. Después de un análisis crítico se puntualiza que los proyectos educativos en la carrera presentan deficiencias, que pueden entorpecer el trabajo educativo de la Facultad de Ciencias Sociales.

El desafío de resolver las anteriores barreras en el ámbito comunitario requiere de un trabajo orientado desde los referentes teóricos y metodológicos que brindan las Ciencias Sociales. En este sentido se propone generalizar los resultados obtenidos por el CEC de la UCLV en cuanto a los principios teóricos que orientan el trabajo social en el accionar en la comunidad y la metodología para la intervención comunitaria.

Dentro de los principios básicos del trabajo social desde la perspectiva del autodesarrollo y que encuentran un espacio importante en el trabajo comunitario integrado se encuentran: el principio de la salud comunitaria, la contradicción rol-función en el actuar del trabajo social, el principio del autodesarrollo comunitario y el principio de la interdisciplinariedad.

Estos principios teóricos fundamentan, orientan y cobran vida a través de la metodología para los procesos de intervención en el trabajo social que desarrolla el CEC. La misma transita por cinco etapas diferentes: intercambio inicial con el sujeto demandante de la acción profesional; exploración del escenario; diagnóstico y búsqueda de soluciones; evaluación y sistematización.

Dicha metodología fue validada en el municipio de Santa Clara con resultados satisfactorios y está en condiciones de generalizarse a los demás municipios con la particularidad de buscar ahora la integración de todos los factores en el accionar comunitario tomando al Delegado del Poder Popular como el agente articulador de todo este trabajo.

La metodología clasifica entre las de nuevo modo de hacer las investigaciones científicas de corte social, por el enfoque cualitativo que contiene y porque va dirigida a evaluar un proceso vivo que forma parte del gran experimento de construir la nueva sociedad socialista que deseamos. No se trata de un conjunto de investigadores que desde afuera intervienen para medir y dar recomendaciones, sino de espacios de interacción entre científicos, gobernantes, directivos y población en general, con la finalidad de coparticipar en un proyecto de transformación de la realidad.

La metodología es válida en la medida que permita que cada comunidad cree su propio proyecto de autodesarrollo a partir de sus necesidades sentidas, sus propias contradicciones y sus propias potencialidades para resolverlas y logre elevar el desarrollo de las comunidades hacia el estado deseado por sus moradores.

Luego de realizarse el diagnóstico de las principales deficiencias que presentan los proyectos educativos de la mencionada facultad objeto de estudio, los especialistas al frente del proyecto del CEC han ido guiando un proceso de experimentación en el que toda la Facultad de Ciencias Sociales se ha visto inmersa, y donde se ha ido tratando de solucionar las problemáticas encontradas, cuyo punto de partida fue la capacitación de profesores y estudiantes en lo que debe ser un Proyecto Educativo. En estos momentos, el proyecto se encuentra en la fase de evaluación, por lo que los resultados de esta experiencia aún se desconocen.

Conclusiones

– El Proyecto Educativo juega un papel fundamental en el trabajo educativo que debe llevarse a cabo con el estudiante durante sus años de estudio en la universidad, ya que constituye el instrumento teórico-práctico que guía y permite el desarrollo de un proceso formativo desde un enfoque integral.

– Para su cumplimiento real es necesario que los estudiantes sean los que conciban y ejecuten el proyecto educativo en base a sus necesidades, motivaciones y objetivos a cumplir según el año en que se encuentre desde lo curricular, lo sociopolítico y lo extensionista. Para lo cual es fundamental que exista una estrecha relación entre ellos y el colectivo pedagógico, cuyo rol es el de facilitador y coordinador de tal proceso.

– Las principales dificultades encontradas en el diagnóstico de los proyectos educativos de la Facultad de Ciencias Sociales son la repetición, la falta de creatividad y la tendencia de convertir la elaboración del proyecto educativo en otra tarea del profesor guía y coordinador de año, sin enfatizar en la importancia que esto tiene para los estudiantes y profesores del grupo.

– La situación actual que presenta dicha facultad con respecto al proyecto educativo está caracterizada por el desarrollo de un proceso más dinámico, con un enfoque que fomenta la participación real de los estudiantes, evitando el formalismo y el esquematismo, previéndose a través de esta experiencia que el proyecto educativo pueda cumplir la función que le corresponde realmente.

Referencias bibliográficas

1. Álvarez, C. La escuela en la vida. (Didáctica); p.13.

2. Castro, F. Discurso pronunciado, en el acto de graduación de 10 658 egresados del destacamento pedagógico universitario "Manuel Ascunce Domenech", en el polígono de Ciudad Libertad, el 7 de julio de 1981, "Año del XX aniversario de Girón" (versiones taquigráficas – Consejo de Estado).

3. Domínguez, M. (1996) La formación de valores en la Cuba de los años 90: un enfoque social. Ediciones políticas. Editorial de Ciencias Sociales, La Habana; pp.28-45.

4. Bell, F. Cuando el colectivo favorece la formación de los adolescentes; p.13

5. González, A. (1988) "Valores, conciencia y educación". Rev. DIDAC, órgano del centro de didáctica de la Universidad Iberoamericana, No.13; pp.20-24.

6. González, F. (1996) Un análisis psicológico de valores: su lugar e importancia en el mundo subjetivo. Ediciones políticas. Editorial de Ciencias Sociales, La Habana; pp.50-51.

7. Ministerio de Educación Superior (1999) Enfoque Integral para la Labor Educativa y Político Ideológica en la Universidad. Editorial Félix Varela, La Habana.

8. Bell, F. Cuando el colectivo favorece la formación de los adolescentes; p.14.

9. "VI Seminario Nacional a dirigentes, metodólogos, inspectores y personal de los órganos administrativos de las direcciones municipales y provinciales"; pp.348.

10. Ministerio de Educación Superior. Resolución No. 210/07, Art.40; p.7.

 

 

Autor:

Lic. Leticia Rojas Viera

SANTA CLARA, 2012