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Relevamiento y análisis de una escultura, monumento u obra en el campo expandido

Enviado por anonimo


    El pensador de Auguste Rodin

    1. Ficha técnica de la obra
    2. Biografía del autor
    3. El escultor de la figura en movimiento…
    4. Análisis de las características formales de la obra en relación con su contenido
    5. Especificaciones técnico-matéricas
    6. Localización urbana
    7. Vinculaciones (por semejanzas o diferencias) con otras obras analizadas a lo largo del cuatrimestre
    8. Bibliografía utilizada

    "Gloria y estoicismo compusieron la trama de la fecunda existencia de Rodin; gloria y estoicismo, tranzaban una vez más los hilos del destino para tejer la mortaja de una de las más nobles figuras de nuestro tiempo".

    José de España.

    B- Ficha técnica de la obra

    Título: El pensador

    Autor: Auguste Rodin

    Técnica y materiales: Bronce (prolongado en pto. f)

    Año de ejecución: 1880 – 1900

    Medidas: 1,98 x 1,298 x 1,34 m

    Lugar de emplazamiento o exposición: (París. Musée Rodin) Plaza de los dos congresos, Buenos Aires.

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    D- Biografía del autor

    Auguste Rodin nació el 12 de noviembre del año 1840 en París. Proviene de una familia modesta, ya desde muy joven mostró una cualidad artística, pero fracasó cuando intentó ingresar a la Escuela de Bellas Artes, fue rechazado por tres veces.

    De esta manera, el muchacho entra como aprendiz en el taller de un ornamentalista.

    En 1862, por un momento (tras el fallecimiento de su hermana) se creyó con vocación religiosa e intentó ingresar en la Orden de los Padres de Santísimo Sacramento. En 1863 realiza su primer obra, el busto del padre Eynard, fundador de la congregación.

    En 1864 ingresa al taller de Carrier – Belleuse, junto a él permaneció veinte años como auxiliar bocetista y trabajador en la decoración de edificios públicos. Para el mejor cumplimiento de su tarea, durante la noche, y de mañana, antes de salir para su trabajo, realizaba copias del natural y estudiaba el desnudo, para transportar el recuerdo, con resultados de sus observaciones. Ejercicio de retención, a la vez que de examen, que desarrolla sus dones extraordinarios de memoria y de penetración de las formas.

    Luego viaja a Francia e Italia. En Italia estudia a los artistas del Renacimiento y en particular a Miguel Ángel. La amplificación de las formas en la estructura de Miguel Ángel, en un principio le parece un artificio, pero pronto reconocerá su valor y su alcance. La profundidad y la extensión del modelado en la obra del florentino le quedarán grabadas, en cambio, con el rigor de un principio.

    De regreso en Bruselas realizó la obra por la que, por fin, lograría la atención del mundo artístico: "La edad de bronce". Esta figura provocó un escándalo por la audacia de su "novedad": el modelado, que da la ilusión de algo viviente. Esta escultura fue objeto de vivas discusiones. Los jurados, sin argumentos para su vigor y su pureza, se defienden con la sospecha (de vaciados naturales). El agravio lleva sin duda implícito un reconocimiento de méritos, pero también el aviso de una resistencia. Rodin no claudicó y prosiguió por el camino que se había trazado.

    "El verdadero artista expresa siempre lo que piensa, aún a riesgo de hacer tambalear todos los prejuicios establecidos"

    Auguste Rodin

    El período entre 1880 y 1900 fue el más fecundo de su vida. En él realizó bustos, monumentos y grandes composiciones: el grupo en bronce " Los burgueses de Caláis", el monumento a "Víctor Hugo", el "Balzac" (su obra que justifica más la consideración de su escultura dentro de una tendencia impresionista), "Las puertas del Infierno" y el "Monumento a Sarmiento". De "Las puertas del Infierno", los mejores sectores fueron separados del conjunto y a su vez, también pasados a punto, se hicieron famosos y fueron comprados por coleccionistas. Así, esta gran obra se convirtió, para su creador, en una inagotable fuente de motivos. Nacieron Adán y Eva, El Espectro, El Pensador, El mártir y El Hijo pródigo. Por otra parte, su escultura encuentra su más viva expresión en esculturas individuales que testimonian la observación y el estudio de manos y pies, a los que Rodin considera tan expresivos como el rostro humano. Así, tanto dibujando como modelando fijaba las poses instantáneamente y los croquis realizados con posterioridad al "Balzac" constituyen en el último período de su vida la parte más original de su producción.

    A partir de 1900 su fama llegó a un punto máximo. Sus obras estaban donde fue su residencia en París (el antiguo Hotel de Biron), hoy Museo Rodin.

    En el mes de noviembre de 1917, moría Rodin y la prensa francesa, ante ciertas discusiones provocadas por la ejecución de su testamento artístico, daba el tremendo y casi increíble testimonio de la verdad: " Auguste Rodin, el artista que ha legado a Francia colecciones valuadas en varios millones y una obra de incalculable valor intelectual, murió de frío en su morada, en la que sólo dos habitaciones estaban provistas de calefacción insuficiente…".

    El escultor de la figura en movimiento

    Para comprender la importancia del papel precursor ejercido por Rodin en la escultura del siglo XX, es preciso tener en cuenta las circunstancias del la escultura del siglo XIX.

    Mientras que la pintura, nutrida por la multifacética genialidad de sus cultores, brilla con un esplendor parangonable al que tuvo en Europa en los siglos XV y XVI, la escultura se ha estancado en la repetición de fórmulas de un neoclasicismo decadente y carente de savia. Mientras tanto; los escultores tenían mucho trabajo, grandes encargos. Sin embargo la abundancia no es sinónimo de calidad.

    Rodin entra en el desenvolverse de las corrientes estéticas de su siglo. Su figura asoma con la misma lentitud regulada con que fueron subiendo a la superficie las voluntades que durante ese período de tiempo dieron mucho sentido a la pintura. Rodin trabaja solo: en esto está la diferencia. Mientras que en la pintura la renovación se produce por una continuidad de esfuerzos alternados, en escultura él asume toda la carga de la tarea.

    Rodin supera el equilibrio clásico con una monumentalidad exaltada. Hace explotar la estatua en coladas de masa licuefactas sostenidas por imprevistas, y a veces espasmódicas tensiones lineadas; el núcleo plástico implica el espacio circundante en efectos de golpes y disoluciones de luz a los largo de planos deslizantes , fragmentados.

    Esa superación de los límites se hace sublimación; y más que volver a los impresionistas, exaspera el no acabado de Miguel Ángel. La obra del artista florentino, reconoce fórmulas que si bien son superadas en la obra, mantienen puntos de relación con los hábitos que regulan el espíritu medio de la época. Rodin, en cambio, quiebra desde un comienzo la estabilidad de esos hábitos.

    A pesar de ajustarse a las formas anatómicas, su dinamismo ya implica una amenaza. Sus primeras obras repiten, en escultura, un ademán que en pintura se ha estado manifestando por espasmos y que encuentra su expresión rotunda en el impresionismo: si para los pintores impresionistas la naturaleza en movimiento está inscripta en la atmósfera o más exactamente en la acción de la luz en la atmósfera, para Rodin está en el movimiento mismo, expresión elemental de la vida.

    Las energías vitales que desde los días del romanticismo venían presionando como un ansia, bajo el signo del impresionismo desbordan e invaden el campo de las artes. En su escultura se expresa un nuevo romanticismo, con una potencia expresiva donde cada una de sus obras es un episodio intenso, dramático y luminoso. Libera a la forma de su papel tradicional, le incorpora una dinámica en el movimiento y le da la posibilidad de interpretar el alma humana con sus pasiones y sufrimientos. Es el escultor del dolor y por eso su arte responde a la angustia del mundo moderno.

    La estatua modelada por Rodin es, a la vez, un despertar y un retorno ("Rodin fue el último antiguo y el primer moderno"). El anuncio de un espíritu nuevo y la vuelta a las leyes originales de la escultura. El dinamismo que en ella se manifiesta se irá acusando en la representación progresiva del movimiento, de la acción y de la continuidad diversificada de los aspectos de la vida; pero para ello el artista abrirá primero paso a través de las fórmulas académicas como a través de una maleza; saldrá al encuentro de los viejos métodos, que su agudeza no tardará en descubrir en la raíz de las obras perdurables. Si en un principio Rodin es una fuerza temperamental o una sensibilidad lúcida, le asiste un espíritu de examen en que se personifica el equilibrio de su raza.

    Por lo tanto, con Rodin se invierte un orden que desde los albores del Renacimiento, regula la inteligencia de las formas en el arte de Occidente. Rodin, entre los artista de su tiempo, el único comparable en intención y en espíritu, a aquellas figuras del Renacimiento, será conducido, en cambio, por "la naturaleza en movimiento", imagen final de una realidad en la que se define la posición del artista contemporáneo. Como todos sus contemporáneos sale de un ahogo, de la oscuridad al aire libre, a la soltura del libre examen. En cuanto abra en él esta libertad de movimientos, redescubre los métodos de los griegos, de los artistas del Renacimiento y del góticos.

    "Yo no soy un soñador, soy un matemático. Mi escultura es buena porque es geométrica. No niego que hay exaltación en mis obras, pero es porque hay en ellas verdad. Esa exaltación no está en mí, sino en la naturaleza en movimiento".

    Auguste Rodin.

    E- Análisis de las características formales de la obra en relación con su contenido.

    "Todo es bello para el artista, puesto que en todo ser y en toda cosa, su penetrante mirada descubre el carácter, es decir la verdad interior que transparece bajo la forma. Y esta verdad, es la belleza misma"…

    Auguste Rodin

    La escultura El Pensador fue realizada en 1881 en París. Esta figura se ha transformado en un símbolo de la obra completa de Rodin. Originalmente colocada en el centro del arquitrabe de la Puerta del Infierno, esta figura estuvo pensada para ser Dante el cual domina la turba de los condenados llevados hacia el abismo. Encarna al hombre reflexionando sobre su destino, y al creador sobre su creación.

    La figura de El Pensador es el más obvio ejemplo de la progresiva independencia que va teniendo Rodin, de Dante. Sus dibujos muestran supuestamente a Dante apareciendo (sin Virgilio) en las puertas. Sentado sobre una roca en la mitad del dintel, único elemento estable en medio de la confusión de figuras, el poeta contempla las almas del infierno.

    La referencia a Dante persistió por lo menos hasta 1885, año en que Mirbeau escribió: "El Dante está sentado, su cabeza inclinada hacia adelante, el brazo derecho descansando sobre la pierna izquierda, impresionando en la forma desnuda un bello movimiento trágico".

    Poco después, sin embargo, Dante se dejó caer en una dimensión más universal de la figura: con su fuerza contenida, su torso musculoso digno de Belvedere, este hombre desnudo absorto en su meditación encarna El Pensador a lo largo de las líneas de Miguel Ángel. Rodin explicó esta transformación:

    "En el frente de esta puerta, pero sobre una roca, profundamente absorto en su meditación, Dante sacó a la ley las formas para su poema. Detrás de él están Francesca, Paolo y todos los personajes de la Divina Comedia. Este proyecto quedó anulado. Delgado y ascético en su sencilla bata y aislado dentro del conjunto, mi Dante no hubiese tenido significado. Siguiendo mi inspiración original, ejecuté otro "Pensador", un hombre desnudo sentado sobre una roca, los dedos de los pies agarrándose de los bordes extremos. Su cabeza sobre su puño, preguntándose. Pensamientos fértiles lentamente nacen en su mente. Él no es un soñador. Él es un creador."

    Este cambio muestra cómo desde la transposición de un tema literario, sea éste de Dante, Ovidio o Baudelaire, Rodin busca expresar lo universal. Esto era lo más fácil, ya que él no estaba obligado a ilustrar nada en particular, sino simplemente a modelar cuerpos y ensamblarlos en composiciones que expresen sus cualidades. Para el público, El Pensador se convirtió en un ícono del hombre meditando acerca de su destino y preparándose para la acción. En el pensamiento de Rodin, el significado de El Pensador evolucionó desde una representación de Dante hacia una imagen más general del hombre que en un convulsivo esfuerzo por alzarse sobre su vida animal, es inspirado por una misteriosa iluminación y dio movimiento a su primer pensamiento.

    La carrera de El Pensador, en sus medidas grande y pequeña, había sido lanzada. Su erección en el frente del Panteón en Abril de 1906 marcó un triunfo para Rodin fue removida en 1922), quien fue más tarde enterrado bajo una copia de esta estatua en Meudon. Esta fue justicia poética que tiene su origen en la figura del Penserioso de Miguel Ángel, sobre la tumba de Guiliano de Medici. En sus formas, El Pensador debe mucho al arte clásico, en particular al Torso de Apollo Belvedere en el Museo del Vaticano, así como al la estatua de Lorenzo de Medici sentado y al Moisés de Miguel Ángel. Lo que distingue a Rodin de sus predecedores es su manera de expresar el esfuerzo del pensamiento a través de la contracción de cada uno y de todos los músculos; el trabajo del pensamiento resulta así palpable.

    "(…) Ante todo estableced netamente los grandes planos de las figuras que vais a esculpir. Acentuad vigorosamente la orientación que vais a dar a cada parte del cuerpo, a la cabeza, a los hombros, a la pelvis, a las piernas. El arte exige decisión. Es por la bien acusada fuga de líneas, que os sumergiréis en el espacio y que os haréis dueños de la profundidad. Cuando nuestros planos estén definidos, todo habrá sido hallado. Vuestra estatua vive ya. Los detalles nacen y se disponen por sí mismos, de seguida."

    Auguste Rodin.

    El Pensador es, en general, una forma cerrada que concentra un gran poder interno y potente: parece quieto, pero el brazo derecho sobre la pierna produce un gran giro, una importante rotación del cuerpo. Es decir, si se recorre la forma, la diagonal del brazo derecho nos dirige el recorrido de la obra para finalizar el mismo en sus dos grandes masas, las piernas.

    Así, el espectador tiene un recorrido dinámico marcado por la diagonal del brazo derecho para terminar en el descanso de su brazo izquierdo y en la posición de sus piernas. A pesar de que el brazo derecho sostenga mayor peso corporal, hay un gran equilibrio, ya que las masas de volumen de ambos brazos tienen la misma trascendencia y ambos convergen en una misma pierna. De esta manera, se observa un eje diagonal desde la cabeza hasta el pie izquierdo.

    Si bien utiliza grandes diagonales que provocan dinamismo, vitalidad y a la vez grandes planos triangulares; abre las formas (no todas son cerradas), como en la parte frontal de sus piernas, que recogen el espacio. Además, la posición en la que se encuentra, " descuidada" y natural, abre los espacios (entre los brazos, las piernas, etc.). De esta manera, los grandes huecos circundan la forma e inquietan al espectador a recorrerla e introducirse dentro de la escultura, dentro del gran contenido psicológico del espectador.

    Por otra parte, la mano doblada debajo del mentón (otra diagonal más pequeña) deja descubierto el rostro. Aquí se ve la integración de todo el cuerpo que realiza Rodin, donde no se "esconde" nada. En el cabello se observa el tratamiento discontinuo de los volúmenes, una forma grotesca pero muy bien armada.

    Es muy importante el tratamiento del volumen con grandes masas utilizando además el no-acabado de Miguel Ángel, donde no cae en el virtuosismo, deja el manejo instinto y expresivo, donde no cae en la belleza clásica (en la cual hay más resolución anatómica), no le preocupa la musculatura en sí, sino la potencia de las formas y los músculos, la vibración de la materia.

    El tratamiento de la figura, en cierta manera parece ser un pretexto en la búsqueda permanente del mundo interior:

    Rodin nos dio una imagen fiel de la sociedad de su tiempo en una serie de retratos de gran intensidad psicológica. El Pensador es una muestra fidedigna de esto, una actitud pensante rodeada de una tranquilidad al haber conseguido el carácter interno de lo obra; transmite espiritualidad y pasividad, soledad y preocupación. Esto resulta en contraposición con lo explosivo de la forma, que tiene mucha vida y movimiento. Estos dos elementos que se contraponen generan un cierto dramatismo. Entonces, el artista logra de una manera extraordinaria resumir lo interno y psicológico, y la vibración de la materia con respecto a la luz.

    Por otra parte, si bien la obra es una forma, se acude a un contenido literario: las formas mismas transmiten una sensación como si estuviera hablando, como si estuviera vivo. Hay una gran lectura propia de un pensador.

    En conclusión, en esta escultura todavía no se ve el atrevimiento del "Balzac", sino que es de los más clásicos de Rodin. Sin embargo, mantiene de manera muy latente lo psicológico y la fuerza interior que transmite. Hay aún un cierto clasicismo, pero desborda el gran contenido interno.

    "Figuraos las formas como si apuntaran hacia vosotros. Toda vida surge de un centro, luego germina y se expande de adentro hacia afuera. Del mismo modo, en toda bella escultura, se adivina siempre una potente impulsión interior…".

    Auguste Rodin.

    1. La técnica de modelado es impresionista, pero se puede decir, que de cierta forma, el trabajo de la materia, la textura, es expresionista (por ejemplo, el hundimiento de los ojos tiene una muy fuerte expresión). Es decir, en su época la forma acude a la expresión, a través del trabajo del volumen y de la integración entre la forma y la luz, logrando un gran movimiento de la materia.

      El modelado Es perfecto. Los pequeños desnudos están llenos de vigor y fuerza expresiva. Rodin manifiesta interés por las superficies rugosas e inacabadas, en contraste con la belleza de los desnudos pulidos, en los que la luz juega y resbala. Vemos en ello la influencia miguelangelesca. Le preocupan los efectos de luz para obtener profundidad en las esculturas. Para conseguir el movimiento imprime gran tensión a sus esculturas, dinamizando las formas con una gran fuerza interior. 

      En cuanto al estilo, el escultor ha roto con el academicismo imperante y con el realismo. Sus formas anatómicas están exageradas en busca de una mayor expresividad. El gusto por lo no acabado y la importancia de la luz enlazan la obra con el impresionismo escultórico. Pero también el sentimiento dramático y casi místico que transmite, el interés por el pecado y la muerte, unido a la sensualidad y el erotismo de los desnudos, permiten clasificar la obra de simbolista. 

      Los materiales y las técnicas determinan un borde más de la pieza, pues el bronce o el mármol tienen un lenguaje distinto, incapaz de comunicarse simultáneamente. Finalmente, los factores expresivos permanecen latentes: la mentalidad de una época, posibilita la creación de una forma específica, el gesto de un tiempo y un espacio unidos por la pasión de un artista que mueve al espectador a una experiencia estética propia e irrepetible.

    2. Especificaciones técnico-matéricas
    3. Localización urbana

    En la Argentina, a través del desarrollo de su estructura urbana y de su historia cultural, presenta distintas etapas de cómo fue incorporándose la escultura extranjera en su ambiente.

    Existen épocas en las que los gobiernos presentan propuestas que se expresan en proyectos de exaltación del progreso y engrandecimiento de la nación, decidiendo honrar a próceres, reafirmando hechos históricos y construyendo espacios arquitectónicos, que producen en consecuencia inversiones que enriquecen el Patrimonio Nacional. A esta acción se le incorpora e incrementa con la donación de diversas comunidades que inmigraron a este país con el deseo de encontrar un suelo en el cual pudieran prosperar, participar e integrar con su impulso.

    En la realización de monumentos expresan la gratitud al recibimiento del que fueron objeto. También hubo un importante movimiento de inversión privada a través de Instituciones y coleccionistas que han donado su Patrimonio Artístico.

    Como consecuencia de ello, podemos apreciar en Argentina obras de importantes artistas escultores, generalmente del siglo XVIII y XIX, que motivaron el orgullo artístico de la Nación. Otros monumentos y grupos escultóricos fueron encomendados por el Estado argentino a prestigiosos talleres de escultura (de Francia e Italia) que realizaban la totalidad del proyecto bajo el cual trabajaban renombrados escultores.

    Uno de los principales escultores extranjeros que, con algunas de sus obras y monumentos, se encuentra en Argentina, es Auguste Rodin.

    La escultura de "El Pensador" (bronce) se encuentra ubicada en la Plaza de los Dos Congresos, en la ciudad de Buenos Aires.

    Fue entregado en 1910 a la Argentina en festejo centenario de la Revolución de mayo. En esa época se apreciaba mucho el arte francés, y especialmente a Auguste Rodin, que se lo consideraba en ese entonces el mejor escultor del mundo. Por eso mismo, al llegar al país la obra de El Pensador fue colocada en el sitio más importante de la Capital Federal, centrada en la línea imaginaria que une al Congreso de la Nación con la Casa de Gobierno.

    El género que expresa la presencia pública de un monumento comporta obviamente nociones de espacio, perspectiva, planeamiento urbano, comprensión de la circulación del transporte y velocidad de la visión del transeúnte. También, por oposición, remite a un campo semántico no mediatizado, es decir, sin previa deglución televisiva. Aunque la obra esté ubicada en el centro de una población donde circulen grandes masas de personas, y sea visto rápidamente y fragmentariamente, su valor semántico es de otro orden. Que el monumento sea ajeno al género de la comunicación masiva quizás explique el desinterés de los gobernantes y la población en general por la desaparición, la calidad o la contaminación visual.

    Por otra parte, en mi opinión, la obra no se encuentra bien colocada en ese lugar, ya que tiene una escala pequeña en relación con el tamaño de la plaza y el otro monumento que se encuentra en la misma. El problema de la escala es muy importante, y en este caso muchas veces la obra pasa desapercibida, cuando no debe ser así.

    Además, en sus alrededores tiene un paisaje muy heterogéneo, de mucha confusión, con un gran número de edificios. Esto provoca que se pierda la visual de esta escultura, cuando si la observamos en el Museo Rodin, en un jardín, se aprecia realmente la obra. Aquí, apenas nos alejamos del sitio ya ni se distingue, en cambio si se la observa en un ámbito más homogéneo se la puede ver con mayor claridad. Por eso mismo, podemos ver que en esta plaza se aprecia mejor con un paisaje más homogéneo como es el edificio del Congreso (mirándola frontalmente) que observándola desde otros ángulos.

    H- Vinculaciones (por semejanzas o diferencias) con otras obras analizadas a lo largo del cuatrimestre.

    Podemos tomar el caso de El pájaro (1912), de Brancusi, siendo esta una figura"inacabada", puede ser comparada a la obra de Rodin en general, y ésta a su vez a Miguel Angel salvando el hecho de que las obras de Miguel Angel no eran acabadas, mientas que las del anterior tenian una terminación decidida por el mismo artista. Carente de patas y cabeza, Rodin descubrió que la parte puede valer por el todo. Esté pájaro de torso solo, se puede decir entonces que se encuentra vinculado, El Pájaro, a la obra de Rodin porque cumple con técnicas y hasta creencias impuestas o creidas por el artista en cuestión.

    Otro ejemplo puede ser el de Boccioni, en donde su escultura no ofrece perfiles rígidos de siluetas inmóviles. Cada perfil contiene en si mismo una indicación para entender los demás. Se proponía hacer que el objeto vivía en el medio ambiente que lo rodea. Queriendo diferenciarse de todo lo anterior. Proponía cambiar dominio odioso de la tradición por una continuidad dinámica de las formas, por una extensión de la escultura hasta adentrarse en el espacio, acabando con la homogeneidad de los materiales. Mientras que en la obra de Rodin, si bien, al ser en su mayoría figuras humanas uno conoce los movimientos, pero son pocos (o sería infinito) los perfiles que se pueden apreciar, pensando generalmente en un delante y atrás y en el último de los casos sus costados (derecha e izquierda). La forma de Boccioni permite un dinamismo que se planteó con las formas en el principio del cuatrimestre. Que no haya un perfil o un sector que agrupe toda la tensión de la obra.

    La escultura de Matisse también se puede vincular por sus semejanzas. En el esclavo (1900-1903) tiene una superficie tosca, temblorosa y vibrante, tratada a la manera de Rodin. Tampoco tiene brazos, de forma deliberada, para que se pueda apreciar mejor la aspereza del contorno. Citando a Matisse: "Cuanto más pequeño es un fragmento de escultura, tanto más deben existir ñps elementos esenciales de la forma"

    Conclusión

    Si en la escultura de Rodin no vemos desarrollarse aquellos grandes ritmos que enlazan como en una visión integral del mundo las formas ejemplares de griegos y renacentistas, es porque esa dimensión no correspondía a la naturaleza de su época.

    La vida, tema central de su obra, se le fue presentando en una serie de hechos sin relación de continuidad, de los que trató de apropiarse por los medios que le ofrecía su arte.

    El prometedor humanismo de las Puertas del Infierno coincidía con las revelaciones de Freud acerca de la represión sexual y el inconsciente. Monumental en escala, esta pieza de Rodin inició un nuevo mundo en el arte. Lo que Van Gogh, Gauguin y Cezanne hicieron por la pintura, Rodin lo hizo por sí solo por la escultura.

    En su conjunto, la obra de Rodin se basa en raíces profundas humanas, posee el don de captar y representar la fugacidad de una impresión, de un gesto, de una pose, percibiendo la vida interior de sus figuras.

    Su mérito está en haberlo hecho con tal rigor de forma y por una justa valoración de los rasgos sustanciales, que sus obras tienen el poder de las grandes síntesis.

    Bibliografía utilizada:

    • Los grandes escultores – Auguste Rodin. Ed.Viscontea
    • Página Internet MNBA- Auguste Rodin ( www.mnba.org.ar)
    • Auguste Rodin – Sculptures and Drawings . Ed.Taschen
    • La pasión por el movimiento- Auguste Rodin . Dominique Jarrassé. Ed. Terrail.
    • El Arte- Auguste Rodin. Ed. El Ateneo. Bs. As.
    • El Testamento- Auguste Rodin
    • Auguste Rodin- Julio Rinaldini. Ed. Poseidón. Bs.As.
    • La Escultura – Enciclopedia Ilustrada Atlántida- Ernesto Rodriguez.
    • Le Penseur – Marcelle Adam. Gil Blas, 7 de julio de 1904.
    • Revista de la Sociedad Central de Arquitectos- Nº 197- Infraestructura .

    Anonimo