- Resumen
- Introducción
- La socioformación en el mejoramiento de la calidad de la educación
- A manera de reflexión
- Bibliografía
Resumen
La gestión curricular desde el modelo tradicional de la educación superior ya no se considera una estrategia acorde a los desafíos que el conocimiento y la globalización nos demanda. Las estrategias, los contenidos, las metodologías, las evaluaciones, centradas sólo en la adquisición de saberes están quedando atrás. Hoy día los educadores persiguen más allá de un egresado con plenitud de conocimientos, a un egresado con valores y virtudes, competente para resolver problemas del contexto, aplicando la socioformación del pensamiento complejo. En este sentido se ha profundizado en la propuesta de la GESTIÓN CURRICULAR POR COMPETENCIAS con base en la SOCIOFORMACIÓN, como modelo educativo, donde se plantea un enfoque alternativo para las instituciones educativas de todos los niveles, innovando en la reformulación de las carreras a fin de mejorar, ajustar o revisar la implementación de sus diseños curriculares vigentes, así como también para la creación de nuevas tendencias bajo este sistema educativo. Si bien el ser humano tradicionalmente tiende a rebelarse contra los cambios de paradigmas, sobre todo en la educación, en la actualidad, debido a los avances científicos enmarcados en la globalización tecnológica, obliga a mejorar la calidad de la educación y asegurar el cambio educativo hacia la sociedad del conocimiento, es entonces cuando debemos iniciar por cambiar nuestra forma hacer las cosas desde la docencia, en pro de un mundo más humanizado, con personas autorrealizadas, satisfechas consigo mismas, conscientes de las realidades del entorno y capaces de contribuir al progreso económico, político, científico, cultural y educativo de nuestros países. "Nuestro Futuro"
ABSTRACT:
The curriculum management from the perspective of the traditional model of education is not anymore a strategy in keeping with the challenges that knowledge and globalization demand us. The strategies, contents, methodologies and evaluations, focused just in the acquisition of knowledge, are left behind. Nowadays, educators go beyond a graduate with plenty of knowledge. They pursue a graduate with values and virtues, with competence to solve context problems, applying the Socio-formation of the Complex Thought. In this sense, it has been deeply studied proposal "Curricular Management by Competences based in the Socio-formative approach" as an educative model in which an alternative approach is proposed for educational institutions of all levels, innovating in careers" reformulation with the purpose of improving, reviewing and adjusting their current curricular designs, or with the goal of creating new tendencies under this educational system. Although the human being traditionally rebels against paradigmatic changes, even more in education, the scientific advances framed in the technological innovation push him to improve the quality of the education and assure the educational change towards the society of knowledge. Then, we must start changing our way of teaching in order to reach a more humanized world, with self-fulfilled and satisfied people, aware of the environment realities and capable of contributing to the economic, politic, cultural and educational progress of our countries. "Our Future".
Introducción
El enfoque socioformativo fue propuesto por el Dr. Sergio Tobón a finales de la década de los 90. Para ello trabajó las competencias y el desarrollo del talento humano desde diversos enfoques sin lograr darle sentido al concepto de "compete" y al trabajo con proyectos, asegurando con ello la formación humana integral, el proyecto ético de vida, la colaboración y la participación activa en la construcción de la sociedad.
Ya a mediados de la década de los años noventa, el Dr. Tobón, por invitación de su amigo José Leonidas Fernández T., comienza a profundizar en la investigación del pensamiento complejo, propuesta del destacado profesor y epistemólogo Edgar Morin. Esto le lleva a la articulación del pensamiento complejo con las competencias y los proyectos, proponiendo así un nuevo enfoque de las competencias: el enfoque socioformativo (llamado inicialmente "enfoque sistémico-complejo de las competencias").
Al darse a conocer este enfoque, investigadores de diversos países comienzan a mostrar su interés y apego, al grado de que hoy es estudiado y puesto en práctica por instituciones educativas y grupos de trabajo de casi toda Iberoamérica. Desde entonces, la socioformación se ha venido consolidando y hoy día integra el proyecto ético de vida, el tejido social, la gestión del talento humano, los valores, el desarrollo científico y el emprendimiento.
La socioformación es un enfoque que busca responder a los retos de la sociedad del conocimiento, área en la cual los enfoques tradicionales de la educación y del talento humano son limitados. Para ello, la socioformación se apoya en el socioconstructivismo y el pensamiento complejo.
La socioformación en el mejoramiento de la calidad de la educación
Antes que nada debemos entender que son las competencias, entendiéndolas como actuaciones integrales para identificar, interpretar, argumentar y resolver problemas del contexto con idoneidad y ética, integrando el saber ser, el saber hacer y el saber conocer (Tobón, Pimienta y García Fraile, 2010).
En Venezuela, las instituciones de educación básica, media y superior están incursionando en el manejo de sus programas basados en competencias específicamente en la Universidad de Carabobo, inició en la Facultad de la Educación (FACE), seguida por la Facultad de Odontología y posteriormente en la Facultad de Ciencias de la Salud, replanteando su posición de desarrollar competencias tomando en cuenta el saber hacer (habilidades); saber conocer (conocimientos); y saber ser (valores y actitudes). El reto para la educación superior es lograr que los estudiantes manifiesten (ejecuten) en la práctica los diferentes aprendizajes para que resuelvan problemas del contexto.
De ahí es la importancia de la formación de la competencia, la planeación y la evaluación de la misma como indicador de éxito de su desarrollo.
La construcción del Currículo basado en Competencias, parte como propósito de las líneas estratégicas establecidas en el marco institucional del Vice-Rectorado Académico de la Universidad de Carabobo, a partir de las políticas y lineamientos de coordinación, supervisión y evaluación establecidos, a objeto de favorecer estrategias de acción creativas e innovadoras en la docencia, investigación, extensión y gerencia desde perspectivas sistémicas y hologramáticas, sustentadas en la diversidad de consideraciones y lineamientos emanados de los órganos rectores de la educación universitaria venezolana y la aprobación del consejo universitario de la Universidad de Carabobo. (Durant y Naveda 2012)
Todo ello como producto de la búsqueda constante, que tanto autoridades como docentes, estudiantes y demás miembros de la comunidad universitaria, realizan de manera autocrítica y reflexiva, desde su cotidianidad para lograr una educación con óptimos niveles de calidad, a fin de que sus egresados logren consolidar las competencias específicas de un perfil académico profesional que les permita insertarse con idoneidad en las exigencias de un mundo global. Implica pensar, y hacer posible una universidad para la internacionalización y la pertinencia social, con énfasis en la autogestión y autodesarrollo de un ser humano autónomo éticamente comprometido, que asume de manera libre y responsable su propia transformación y la de su entorno. (Durant y Naveda 2012)
En este marco de consideraciones, la Universidad de Carabobo, asume el proceso de transformación e innovación curricular bajo el enfoque por competencias, a través de lineamientos estratégicos que orientan al trabajo académico curricular, a partir de un proceso investigativo, creativo, reflexivo, continuo, dinámico, permanente, flexible y participativo. De esta manera se han de diseñar y re-diseñar modelos curriculares fundamentados en una metaevaluación permanente de los cambios y demandas experimentadas en los diversos contextos, sociohistóricos, económicos, ecopolíticos, antropoéticos, científicos, tecnológicos y culturales, valorando las competencias desde una perspectiva transcompleja, que abarca el desarrollo idóneo de todas las dimensiones del ser humano. Asumiendo los principios de inclusión, equidad, pertinencia, solidaridad, autogestión y calidad como la vía para incrementar su impacto social en la dinamización y transformación de las realidades, locales, regionales, nacionales e internacionales. (Durant y Naveda 2012)
Es importante resaltar que el enfoque por competencias desde la socioformación tiene que ver con el desarrollo y educación para la vida personal y profesional. Logrando la capacidad de recuperar conocimientos y experiencias, trabajando colaborativamente, logrando una interacción enriquecedora en su entorno social y ecológico.
Para efecto de la formación las competencias de manera idónea basándose en la socioformación se requiere de instrumentaciones básicas para situar y comprender de manera crítica y que los estudiantes puedan ser iniciados en el aprendizaje y sean capaces de continuarlo de manera autónoma, que puedan aplicar la lógica del conocimiento racional y puedan aceptar las diversas formas de resolver un problema del contexto con motivación desde diferentes enfoques metodológicos, con compromiso ético y ecológico.
De aquí que la evaluación toma un rol fundamental para determinar el avance y éxito en el desarrollo de la competencia. En las competencias las unidades curriculares se convierten en unidades de aprendizaje, incluyendo contenidos, procesos, resultados y condiciones para que el aprendizaje pueda ser efectivo.
Tobón (2010) propone la metodología de niveles de dominio desde un nivel inicial receptivo hasta un nivel estratégico. Para ello se mide el aprendizaje desde el proyecto ético de vida.
El gran problema que han enfrentado los docentes en este proceso de la educación basada en competencias tiene que ver con la evaluación de las mismas. Ya que demanda de los docentes, el cambio de conceptos previamente adquiridos en su formación académica y la transformación del concepto de evaluación, emitiendo juicios de valor sin menoscabar la objetividad.
No podemos dejar sin considerar que la evaluación debe tomar en cuenta la intención formativa, que informe que los estudiantes están aprendiendo, hasta que nivel de dominio, identificando los motivos por los cuales los mismos no progresan en su aprendizaje, que muestre cuales son los puntos de acción que el docente debe tomar para lograr estimularlos.
El sentido crítico de la evaluación debe propiciar la formación del estudiante como un ser de capacidades de autonomía intelectual para que pueda resolver problemas del contexto con calidad humana y procedimientos congruentes con los procesos de aprendizaje y las finalidades deseadas.
El instrumento para evaluar competencias es el establecimiento de criterios de la competencia o competencias a desarrollar porque estos son fáciles de usar y de explicar, también son una herramienta para que los estudiantes se conviertan en personas más reflexivas de su propio desempeño estudiantil, participando activamente en el establecimiento de los criterios. También los criterios nos ayudan a ser más objetivos al asignar los puntajes, permite fijarse metas para lograr un nivel estratégico de la competencia.
Cuando evaluamos bajo criterios determinados nos permite evaluar al estudiante integralmente por que en los criterios podemos incorporar el comportamiento esperado en su proceso de enseñanza-aprendizaje, así como en el social.
Nuestro trabajo como docente cuando establecemos criterios de evaluación de la competencia o competencia, no se limita en tener una actitud reflexiva; también necesitamos actuar de manera informada y responsable con ética y moral y asumirla para justificar cualquier decisión. Es importante argumentar razonablemente la información de diversas fuentes como las conversaciones, las participaciones de los alumnos, la resolución de tareas, carpetas de evidencias, etc. Considerando que la evaluación es el medio para que el estudiante sea autocrítico de su propio aprendizaje significativo y no verlo como fin para pasar un período académico.
Con fundamento en lo anterior, en necesario considerar el enfoque socioformativo de la formación y evaluación de competencias para formar integralmente a nuestros estudiantes y ser facilitadores del conocimiento estableciendo recursos y lugares para su formación para que puedan resolver situaciones en diferentes contextos de su vida social, laboral y humana logrando el éxito en la construcción de su proyecto de vida con ética y responsabilidad social.
Respecto a la evaluación de las competencias, se establece la utilización de instrumentos estructurados, mapas de aprendizajes, presentación de evidencias de logros con autoevaluación de parte del estudiante, co-evaluación del equipo y/o compañeros de estudios y la determinante hetero-evaluación lo que generalmente causa diferencias entre los docentes.
La socioformación y el enfoque curricular por competencias busca motivar a los docentes a dejar las pruebas escritas tradicionales y utilizar pruebas por competencias basadas en problemas de contexto utilizando el pensamiento complejo, como una herramienta que permite determinar y retroalimentar al estudiante en relación al nivel de dominio que ha logrado alcanzar.
La evaluación de las competencias es un proceso de retroalimentación oportuno y con asertividad que busca mejorar y desarrollar continuamente el talento de las personas, por medio del abordaje de problemas del contexto, teniendo como referencia aprendizajes esperados, evidencias y niveles de desempeño e implementando acciones concretas tanto en el estudiante, como en los docentes, las instituciones educativas y la sociedad. (Tobón, 2013)
La evaluación de competencias es un proceso dinámico y multidimensional que realizan los diferentes agentes educativos implicados (docentes, estudiantes, institución y la propia sociedad), Tiene en cuenta tanto el proceso como los resultados de aprendizaje, Ofrece resultados de retroalimentación tanto cuantitativa como cualitativa, Tiene como horizonte servir al proyecto ético de vida (necesidades y fines) de los estudiantes, Reconoce las potencialidades, las inteligencias múltiples y la zona de desarrollo, Se basa en criterios objetivos y evidencias consensuadas socialmente, reconociendo además la dimensión subjetiva que siempre hay en todo proceso de evaluación y se vincula con la mejora de la calidad de la educación ya que se trata de un instrumento que retroalimenta sobre el nivel de adquisición y dominio de las competencias y además informa sobre las acciones necesarias para superar las deficiencias en las mismas. (Ruiz 2008)
La evaluación de competencias y por competencias es un proceso de retroalimentación, determinación de idoneidad y certificación de los aprendizajes de los estudiantes de acuerdo con las competencias de referencia, mediante el análisis del desempeño de las personas en tareas y problemas pertinentes. (Zavala, 2003)
En las pruebas escritas por competencias mediante casos se formulan una o varias preguntas a los estudiantes con base en situaciones problemas del contexto para determinar cómo movilizan sus saberes en los retos que se les plantean. (Tobón, 2013)
Existen algunos aspectos que como docentes debemos tener en cuenta al desarrollar la competencia docente de evaluación, identificar los aprendizajes esperados y las evidencias, trabajar con base en problemas del contexto, diseñar mapas de aprendizaje, emplear el portafolio de evidencias, aplicar la estrategia MADFA en la evaluación y por ultimo realizar la retroalimentación.
Durante la evaluación se valora el aprendizaje de los estudiantes para determinar sus logros y aspectos a mejorar de acuerdo a los criterios establecidos. Se deben aplicar los 4 niveles de desempeño al momento de su evaluación: Receptivo, Resolutivo, Autónomo y Estratégico. Se dice que el estándar curricular se logra al final de cada ciclo académico al igual que los aprendizajes esperados.
Es muy importante trabajar en base a los problemas del contexto para que los estudiantes se sientan comprometidos y capaces de solucionarlos, comprendiendo mejor su importancia y el papel protagónico que ejercen con este aporte, a través de la utilización de proyectos formativos, que desarrollan competencias integradas y asignaturas asociadas, utilizando la transversalidad.
La socioformación retoma contribuciones del constructivismo, el socioconstructivismo, la enseñanza para la comprensión, la quinta disciplina y el pensamiento complejo, pero busca trascender tales enfoques por su fuerte énfasis en trabajar con proyectos colaborativos transversales, porque esa es la esencia de vivir en la sociedad del conocimiento, sociedad a la cual debemos apuntar desde la educación.
El constructivismo y socioconstructivismo tienen errores porque no abordan los ejes claves de la sociedad del conocimiento mediante acciones concretas. Sin embargo, han aportado elementos sustanciales para reafirmar el papel de la educación y lograr su pertinencia en un momento en el cual la sociedad industrial estaba llegando a su crisis y comenzaba a emerger la sociedad de la información. En el constructivismo se abordan problemas con sentido, buscando que el estudiante sea constructor del conocimiento. Eso fue relevante a finales del siglo XX como un momento histórico. (M, Cejas 2012)
En la actualidad, ante un nuevo tipo de sociedad que gira entre la información y el conocimiento y los graves problemas de la humanidad como la falta de sentido de la vida, la violencia, la destrucción masiva del ambiente ecológico, la crisis económica y política de las naciones, se hace necesario un cambio radical en cómo formar a las personas, donde el centro no sean los contenidos, porque estos están disponibles por múltiples medios, sino que el centro sea hacer proyectos colaborativos para mejorar las condiciones de vida y el saber estar en el mundo, desde el preescolar hasta el doctorado. A través de los proyectos colaborativos, se desarrolla el proyecto ético de vida, se generan vínculos afectivos sólidos y se implementan procesos de emprendimiento.
Observando la educación en todo el mundo, tanto en países desarrollados económicamente como en proceso de desarrollo, casi todo sigue girando en torno a que los estudiantes aprendan contenidos y desarrollen habilidades cognitivas, probablemente habrán docentes que hacen esto con juegos divertidos, trabajo colaborativo, mapas conceptuales y aprendizaje por descubrimiento guiado, pero esto es una perspectiva muy limitada de la educación y no responde al reto de vivir en la sociedad del conocimiento. Y es por esta razón que en muchos países desarrollados crece la tendencia de sacar a los hijos de la escuela y educarlos en el hogar.
Son muchos los escenarios donde se discute y se plantean un cambio en la educación que sea significativo y que se adecue a los requerimientos de un entorno que exige cada vez más la valoración del conocimiento y la adaptación a las nuevas tecnologías de información y de comunicación.
Hace ya aproximadamente tres décadas que se introduce en el sector educativo y productivo la necesidad de vincular la educación con el desempeño, la brecha existente entre ambos sectores evidenció en aquella época (y aun en la actual) la necesidad de incorporar en los pensum de estudios una modalidad educativa más acorde a las necesidades reales del contexto, donde la educación tenga mayor presencia no solo con los contenidos institucionales y pedagógicos, sino también en la evaluación de los resultados que se tenga en base al desempeño que demuestran los individuos una vez que hayan concluido su formación en el sistema educativo y que a su vez le permita la demostración de los saberes, sus competencias y su desempeño profesional. (M, Cejas 2012)
Con la socioformación, el pensamiento complejo, la resolución de problemas del entorno y el proyecto ético de vida, se plantea establecer la idea de reforzar, ampliar y adecuar los pensum de estudios en el sistema educativo bajo la metodología por competencias de cara a las exigencias del sector productivo, esta metodología para los efectos de este trabajo es considerada como aquel proceso de enseñanza que facilita la transmisión de conocimientos, la generación de habilidades y destrezas que permite lograr un desempeño idóneo y eficiente al individuo para que incluya todos sus saberes y competencias adquiridos en su formación y que pueda ser utilizado para y en función del trabajo. Se orienta a destacar la creciente necesidad que tienen las instituciones educativas en establecer la conexión entre la formación por competencia y su articulación con la demanda del sistema productivo logrando de esta manera evidenciar el desempeño que ha obtenido el individuo una vez concluida su formación educativa. (M, Cejas 2012)
Tres aspectos claves: Educación, Formación y Competencias Laborales
La educación ha tomado otro rumbo, ello lo evidencia el avance en la enseñanza dado la efectividad y el sin fin de alternativas que tiene el docente a la hora de enseñar, es por ello que la utilización e introducción de las nuevas tecnologías de información y de comunicación (TIC) es un instrumento de primer orden que está presente en las agendas educativas mundiales, dado que provee de innovadoras estrategias, la aplicación y transmisión de información y de conocimientos propios de los cambios que ha traído consigo la globalización, el uso de estas en las nuevas aplicaciones del saber al hacer, de la expansión de la educación media a la superior, de la dinámica cada vez más creciente de la investigación, pero nada de esto es alcanzable y puesto en práctica con éxito, si no va de la mano también con un programa que transforme las políticas de desarrollo y de formación de los educadores, y que los educadores también consoliden un nuevo perfil de enseñanza que sea capaz de alcanzar en los educandos niveles de calidad en la formación que reciben.
Lo deseable es que se cuente con las competencias básicas y que posean otras a su vez complementarias, como los valores y actitudes que comprometa su vida con el entorno educativo, laboral y social. Se trata de evidenciar la urgente necesidad del establecimiento de un espacio relevante en una revolución educativa que llega hasta la sociedad y que comienza fundamentalmente por la escuela, que interviene en ello los sistemas de adquisición, transmisión y uso del saber en función de un abordaje que establece mecanismos confiables en pro de una educación que promueve el intercambio de saberes con calidad a través de educadores cada vez más competitivos a torno a las exigencias del contexto actual.
La transmisión de conocimientos a los estudiantes en concordancia a las exigencias que hoy están presentes en el contexto social, la introducción de nuevas formas de distribución del saber en la educación superior de cara a las demandas del sector productivo, el cual es el espacio donde comienza el verdadero desarrollo profesional de los formados.
La demanda de trabajadores adecuados y competentes que posean conocimientos, habilidades y actitudes, es cada vez más relevante. Muchos programas de formación se encuentran obsoletos, los nuevos programas deberán mostrar transformaciones en su estructura que tiendan a ser de carácter modular, sus contenidos deben ser de amplio espectro y de fortalecimiento de principios básicos.
Las actividades pedagógicas, los métodos de formación y la gestión curricular han cambiado y están aprovechando las ventajas de la informática y el potencial de oportunidades que se les ofrece a los instructores. En el ejercicio de la actividad docente, intervienen factores relacionados a él, tales como, la realidad económica mundial, los problemas del contexto social, político, la comunidad, la autonomía en la toma de decisiones, la preparación científica y pedagógica pero también está presente el interés por el entrenamiento mismo de los procesos de aprendizaje.
La educación del futuro debe girar su mirada en la búsqueda del mejoramiento continuo y la formación del docente, estos factores inciden de manera notoria en el ejercicio de la docencia, así mismo repercuten en las condiciones del trabajo, la remuneración, la infraestructura institucional y los recursos didácticos.
La formación a través de competencias parte de reconocer todos los cambios y necesidades actuales, pretende mejorar la calidad y la eficiencia en el desempeño ocupacional permitiendo con esto la formación de profesionales más integrales y que sean capaces de aportar a la organización el aprendizaje que han adquirido.
La combinación de la aplicación de conocimientos, habilidades o destrezas son los objetivos y contenido del trabajo a realizar y se expresa en el Saber Conocer, el Saber Hacer y el Saber Ser.
Las sociedades occidentales han venido sufriendo en las últimas décadas una transformación muy rápida como resultado del cambio producido por la incorporación de las tecnologías a todos los ámbitos de la vida personal y social.
En lo que se refiere al ámbito educativo, ante estos cambios pierden sentido tanto unos currículos escolares estáticos y cerrados como un enfoque disciplinar de los mismos en saberes compartimentados, ya que los problemas que la realidad plantea son globales y transversales. Queda también obsoleta una educación basada en la mera acumulación de conocimientos, pues ha llegado el momento de aprender haciendo y experimentando.
La enseñanza por competencias requiere partir de un aprendizaje situado en el que la persona ha de realizar unas tareas concretas en un contexto determinado con el fin de adquirir, a través de ellas, unas competencias básicas para su desarrollo personal a lo largo de la vida.
Uno de los problemas de la enseñanza tradicional radica en que, dada la relevancia que se ha concedido al contenido, se ha fomentado demasiado a menudo un aprendizaje memorístico de conocimientos, el cual no implica necesariamente que el aprendiz sea capaz de aplicarlos a la vida real. Frente a esto, el aprendizaje por competencias se centra en dos pilares fundamentales: la significatividad y la funcionalidad de los aprendizajes.
Este nuevo enfoque de la enseñanza no olvida, en ningún caso, la importancia de los conocimientos, pero los aborda de manera interrelacionada, transversal e integrada, poniendo en juego al mismo tiempo conocimientos, destrezas, habilidades y valores.
A manera de reflexión
A manera de reflexión se puede señalar que:
La incorporación de diseños curriculares basados en competencias en la formación superior universitaria proyecta transformaciones innovadoras en el proceso enseñanza-aprendizaje tradicional hacia el avance de nuevas concepciones de desarrollo de conocimientos y capacidades de desempeño.
Por otro lado, en el aprendizaje por competencias, se promueve un cambio importante al introducir una concepción de formación universitaria continua como proyecto de vida en el que están implicados todos los actores claves, docentes, estudiantes, familia, comunidad. Así, partiendo de las competencias generales y específicas del proyecto Tuning (González y Wagenaar, 2003) es el docente conjuntamente, el que deberá elegir que competencias se van a trabajar con los estudiantes en particular.
El proceso sistémico de la gestión curricular por competencias desde el enfoque socioformativo permitirá relacionar la creación de condiciones idóneas, elaborando diagnósticos (internos y externos) para establecer competencias genéricas y específicas a formar en los estudiantes (perfiles), incluyendo los tiempos, créditos, escenarios de aprendizaje y módulos o proyectos formativos, cerrando el proceso con actividades concretas de formación y evaluación que aseguren la formación de las competencias en los estudiantes, acuñando por acciones de mejora continua.
Las limitaciones e inconvenientes que se pueden enfrentar en la elaboración, apoyo, y asesoría de la gestión curricular por competencias, es que las instituciones aborden la gestión curricular desde una demanda externa, olvidando la filosofía de la institución, con el riesgo de una pérdida de identidad, o bien centrarse desmedidamente en el método de elaboración, dejando fuera la pertinencia de un modelo pedagógico institucional. Otro inconveniente es enfocarse en los requisitos legales sin considerar la coherencia con un modelo educativo institucional, así mismo podemos responder solo a un currículo interno en donde los diseños se elaboren a partir de expectativas, opiniones, visiones y consideraciones académicas de uno o varios profesores, perdiendo de vista el estudio del contexto. Por último, se puede considerar que ya elaborado el diseño curricular la tarea esté finalizada y se olvide revisar, mejorar, ajustar la implementación del currículo.
Con la experiencia adquirida a través del Diplomado Gestión Curricular por Competencias desarrollado por el Centro de Investigación y Formación en Educación, CIFE, el cual dirige el Dr. Sergio Tobón, y el incondicional apoyo institucional logrado a través del Vicerrectorado Académico de la Universidad de Carabobo, para la formación académica integral de sus docentes en la aplicación de nuevas tendencias bajo el modelo curricular por competencias desde la socioformación, facilita la puesta en práctica de las formas como hacemos, pensamos y vemos nuestras acciones formativas en el estudiante como un compromiso de aquellos que anhelan un mundo más humanizado, con personas auto-realizadas, conformes con sus proyectos éticos de vida, que formulen relacionas sanas y dinámicas con una sociedad multicultural, diversa, hacia una sociedad con cultura de paz, que además avancen hacia el progreso económico, político, científico, cultural y educativo de nuestros países.
De esta manera, trascendemos paso a paso de la educación tradicional orientada, hacia una sociedad industrial que enfatiza el uso de la información para la competición, para realizar tareas, pero sin una misión y compromiso por aportar a los desafíos de los contextos de la realidad, garantizando el trabajo intencional de las competencias seleccionadas, en cuanto respondan al perfil académico profesional y al nivel, con actuaciones identificables.
En cuanto a la metodología, es imprescindible por las propias características de las competencias, promover el aprendizaje activo y el acercamiento a la realidad profesional que permita el desarrollo de las mismas, utilizando procedimientos de evaluación válidos que valoren competencias y no conocimientos.
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Autor:
Mtra. María Isabel Sánchez
UNIVERSIDAD DE CARABOBO -FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD
DIRECCIÓN DE DOCENCIA Y DESARROLLO CURRICULAR -SC
VALENCIA – ESTADO CARABOBO -VENEZUELA
Noviembre, 2013