LAS BABAS DEL DIABLO
Julio Cortázar – Las armas secretas, 1959
El cuento me resultó complejo, con un vasto espectro de análisis; y el abordaje narrativo me llevó a múltiples interpretaciones.
La primera duda que nos presenta el cuento es el punto de vista "Nunca se sabrá cómo hay que contar esto, si en primera o en segunda, usando tercera del plural o inventando continuamente formas que no servirán de nada". De aquí en adelante estaremos en contacto con una alternancia del punto de vista que quizá nunca llegue a resultarnos cómoda. El punto de vista se mueve entre un narrador omnisciente y el protagonista. (Hay quienes toman el objetivo de la cámara como un tercer punto de vista. Para mí, este supuesto punto de vista aparece descrito por Michel. Si estuviéramos frente a una película, y la cámara tuviese un tratamiento de personificación, podría aparecer su objetivo como otro punto de vista).
1 / 2) NARRADOR Y NÚCLEOS NARRATIVOS
Intentaré desglosar la estructura a fin de encontrar partes suficientemente distintivas que me permitan trabajar al mismo tiempo los núcleos narrativos y el rol del narrador, que, a mi entender, es el que estructura el relato.
Hay dos narradores:
1. Michel, el protagonista, narrador en primera persona.
2. Narrador omnisciente, en tercera persona.
(Otras interpretaciones manifiestan un solo narrador en la figura de Michel, que presenta una identidad esquizoide y por momentos se desprende del yo para mostrarse en tercera persona. Tendría que analizarla en profundidad, pero me parece oportuno mencionarla, especialmente por el pasaje en el que el narrador manifiesta desde donde empezó a contar "…y he empezado por esta punta, la de atrás, la del comienzo, que al fin y al cabo es la mejor de las puntas cuando se quiere contar algo". Aquí el narrador me hace suponer que ese hombre, Michel, que quedó tendido en el piso observando los acontecimientos del cielo, es este hombre muerto, o vivo, que empieza a contar. Cuando expone "Puestos a contar, si se pudiera ir a beber un bock por ahí y que la máquina siguiera sola (porque escribo a máquina), sería la perfección", el narrador nos cuenta que está escribiendo, aquí también podemos suponer que el que escribe y cuenta es Michel. Pero este análisis me resulta de un nivel de interpretación muy psicológico para el que no estoy
capacitada en debida forma. Y como la fusión sucede al final del cuento, entiendo que los narradores se presentan diferenciados en el continuo del relato).
En lo personal, advierto en el cuento tres partes, con dos narradores vinculando los núcleos narrativos durante todo el texto:
– Una primera parte bien diferenciada de las otras dos, con un solo narrador que nos presenta un mundo, en apariencia interior, y nos convida dudas anticipatorias acerca del lenguaje.
– La segunda parte presenta un nuevo escenario y otro nivel de lectura.
Empiezan a convivir dos planos que se entrelazan por la intervención del primer narrador. Conocemos a los personajes y la historia.
– La tercera parte introduce un giro en la historia. Un plano fantástico que termina fundiendo las figuras de los narradores.
Primera parte.
En el primer núcleo el autor hace un planteo de tipo filosófico que nos dispone a relacionarnos con el cuento a partir de su mirada particular acerca del lenguaje.
El narrador aparece en primera persona y permite que el lector observe las preguntas que pasan por su mente. Él mismo presenta al lector algunas preguntas importantes. Trata de decidir si continúa hablando en primera persona, o en segunda, o en la tercera del plural y pone en cuestión el uso del lenguaje (propone un juego muy interesante).
"nadie sabe bien quien es el que verdaderamente está contando" El autor nos presenta dudas que darán sustento a las decisiones de relación con el narrador, a su alternancia durante todo el cuento. Utiliza líneas internas de pensamiento y descripciones del narrador sobre sí mismo: "estoy muerto (y vivo, no se trata de engañar a nadie)".
Expone ya en el principio su cuestionamiento acerca de como va a estructurar el cuento "ya sé que lo más difícil va a ser encontrar la manera de contarlo, y no tengo miedo de repetirme"
Una vez que decidió empezar a contar: "cuando pasa algo raro…entonces hay que contar lo que pasa", comienza el segundo núcleo. Entrelaza así diferentes niveles de realidad. El lector empieza a relacionarse con la multiplicidad.
El primer narrador, que nos contó de él y sus diálogos internos, introduce a quién será nuestro segundo narrador y protagonista, Michel. Lo describe, nos hace conocer su actividad y le otorga, en parte, la narración.
En este núcleo, los narradores nos presentan el espacio y el tiempo de la historia, que siempre es ambiguo (por este carácter dudoso de si el que está contando es el mismo que cuenta al que esta contando) "Ahora mismo (qué palabra, ahora, qué estúpida mentira)".
Este núcleo se desarrolla hasta que Michel ve al muchacho en la placita de la isla.
El tercer núcleo, es el de la historia. Los dos narradores, frente a la pareja, se alternarán la narración. El primer narrador se hace visible con su cielo y sus nubes y palomas y preguntas, mientras narra el segundo narrador. En las dos primeras partes del relato (si es que hay tres), este recurso mantiene al lector relacionado con dos líneas de tiempo y de espacio, la de la historia del chico, la mujer, el hombre y Michel; y la del primer narrador.
Segunda parte
Esta parte está estructurada con reglas más tradicionales de la narrativa, aquí el tiempo es lineal y los personajes son reconocibles. Protagoniza esta etapa el desarrollo del núcleo de la historia (con sus subnúcleos), narrada por Michel. El primer narrador aparece entre paréntesis haciéndonos recordar su presencia de aves y nubes.
Una vez que Michel tomó la fotografía, interviene en el relato el primer narrador; resulta otra vez mágico como el primer narrador presenta al segundo (en cine lo llamaríamos, montaje invisible), "Michel es culpable de literatura, de fabricaciones irreales. Nada le gusta más que imaginar excepciones, individuos fuera de la especie, monstruos no siempre repugnantes. Pero esa mujer invitaba a la invención, dando quizá las claves suficientes para acertar con la verdad. Antes de que se fuera, y ahora que llenaría mi recuerdo durante muchos días, porque soy propenso a la rumia, decidí no perder un momento más. Metí todo en el visor"
Tenemos al narrador, en algún tiempo pasado, que pasa su día sacando fotos de lugares parisinos; llega a la punta de la isla y ve una pareja, un chico joven y una mujer madura. El nerviosismo del chico y la aparente seducción de la mujer lo hacen particularizar la escena y querer fotografiarla.
El narrador no sabe exactamente que esta ocurriendo, pero, finalmente, saca una foto de la pareja. Ésta lo advierte; el chico huye. La mujer y el hombre del auto, que hasta ese momento aparecía como un objeto más del paisaje y ahora entra en acción dramática, le piden el rollo. Michel se niega y se va. Michel, ha intervenido en la escena a partir de ser advertido. Mutó de espectador y narrador a actuante.
Con la lógica de la narrativa en la literatura clásica, nuestro personaje principal es el héroe.
Hasta acá, conocimos a los personajes y sus relaciones. La escena se despliega, llega el conflicto y nos muestra un desenlace que advertimos que no es el fin del cuento por el tono de continuidad.
Empieza el siguiente núcleo: Unos días después, Michel está en su departamento, amplía la foto y la expone en la pared, frente al lugar donde escribe sus traducciones. La foto empieza a distraerlo.
Tercera parte
En la tercera parte aparece una reinterpretación de la foto, o, en todo caso, de la realidad de la foto ampliada en la pared.
El nuevo núcleo expone una metamorfosis. La foto comienza a animarse ante la mirada obsesionada de Michel. La imagen le revela la forma de la verdadera seducción. La mujer usa un falso enmascaramiento hacia el joven para entregarlo al viejo que la espera en el auto. La conclusión de Michel es instantánea: la historia va a repetirse y ahora no puede salvar al joven. Sin embargo, mientras se desarrolla esta acción en la pared, Michel ingresa en la escena para ayudar a escapar nuevamente al adolescente, pero esta vez no puede evitar al hombre y en el final del cuento, Michel queda fijo, boca arriba, como una cámara inmóvil que sólo percibe lo que pasa en su lente inmóvil.
El mundo de la representación, lo simboliza o metaforiza nuestro personaje fotógrafo, como espectador, como actuante, costurero de un tiempo que aparenta estar detenido pero es consecuencia de otros eventos anteriores, que él conoce; y supone en construcción los que no conoce, pero quiere intervenir.
Aquí se vincula la representación de la foto con el imaginario, la falsedad de la que habla, "Creo que sé mirar, si es que algo sé, y que todo mirar resuma falsedad, porque es lo que arroja más afuera de nosotros mismos, sin la menor garantía. (…) De todas maneras, si de antemano se prevé la probable falsedad, mirar se vuelve posible; basta quizá elegir bien entre el mirar y lo mirado, desnudar a las cosas de tanta ropa ajena. Y, claro, todo esto es más bien difícil".
En este fragmento aparece la sustancia del entramado filosófico, la forma misma puesta en cuestión, la falsedad, desnudar a las cosas de tanta ropa ajena.
Esta tercera parte mezcla directamente los mundos múltiples que caracterizan al cuento – la realidad del primer narrador, une con la realidad de la foto– "Todo mirar resuma falsedad" Este pasaje nos da los elementos por los cuales derivar en la interpretación del yo desfasado: Michel hablando de él mismo como si fuera otro, La foto hablando de una historia como si fuera otra, Cortázar escribiendo de él mismo como si fuera otro…
3) TÍTULO
Para poder hacer una interpretación del título tuve que recurrir a la anterior interpretación de otros que, con más conocimientos, pudieran acercarme a ciertas formas de simbolismo. Encontré varias aproximaciones.
Se llaman "baba/s del Diablo" a las finas telarañas que producen las arañas jóvenes que eclosionan en zonas arboladas y bosques, a fines de la primavera en los climas templados y fríos. Como son hilos muy delgados producidos por arañas muy pequeñas, se desprenden con facilidad ante el viento.
Circunstancialmente estas "babas" pueden venir con su productora en un extremo. "Hilo de la Virgen" es otra forma de llamar a este fenómeno.
En mitología, el diablo aparece como una antítesis del orden o el desorden, la división, es fragmentación y es sufrimiento.
Encontré también un libro de análisis de historias cortas en donde la autora Andrea Imrei hace un profundo análisis de Circe y Las Babas del Diablo, que incluye una interpretación del título.
Voy a referir con una aproximación sintética no textual
Varios críticos han observado que en la descripción del hombre destacan unas señales referentes a la figura mítica del diablo
"me miraba con los agujeros negros que tenía en el lugar de los ojos" "entreabierta la boca donde veía temblar una lengua negra"
Ser víctima del diablo en el lenguaje mítico equivale a la caída, pues el diablo simboliza todas las fuerzas que turban al individuo.
(…) La caída asociada a la figura del chico indica romper su amor total
Aparece entonces la imagen de unidad que Cortázar presenta en el personaje del chico, su vigor, su pleno amor, la disponibilidad del viento, y una suerte de caída o fragmentación de aquella unidad ligada al espectro sexual planteada desde el interés y el desamor intuida desde la perversión. A la mujer se la asocia con lo negro, la oscuridad, siguiendo la línea de análisis que incluye un diablo y sus asociaciones culturales, y al hombre se le atribuye la cara blanca, que la autora la incluye en la iconografía de la muerte, o la de payaso enharinado, asociado a los dúos de payasos en los que uno propicia sufrimientos y padecimientos a otro. En contraposición al blanco y negro de aquellos personajes aparecen los guantes de color amarillo del chico.
Habla también del diablo como la ruptura del orden original y la asocia con la perversión y el interés en la virginidad del chico.
El análisis es extenso y profundo y asocia la interpretación a varias líneas de pensamiento históricas, mitológicas y culturales.
A mí, el título me aparece como un derrame. La figura de la baba la asocio con ese acto involuntario de secreción viscosa, resultado de una mayor producción de saliva, que chorrea y modifica la superficie, humedeciéndola o irritándola.
Al referirse a las babas del diablo, un personaje de gran significado para el occidente católico, y, teniendo en cuenta que el autor es de Argentina, donde el catolicismo es una práctica oficial; le atribuyo a ese diablo las implicancias de tal religión, asociadas a la división de morales que establece esa doctrina: el bien y el mal, ubicando al diablo en el lugar del mal. Especialmente por las atribuciones que Cortázar le da a los personajes del engaño, que los pone en el plano de la oscuridad, y es este el plano en donde la religión coloca al diablo. Por lo tanto, coincido con la autora Andrea Imrei en la interpretación de ubicación de los personajes.
Claramente, en el único pasaje del cuento que Cortázar hace alusión al título lo iguala con los hilos de la virgen, esos hilos muy delgados producidos por arañas jóvenes que se desprenden con facilidad ante el viento. Y, claro está,
esta imagen se asocia a la fragilidad del chico frente a los personajes de la perversión.
Por otro lado, me aparece una segunda línea de interpretación, menos trágica, más asociada con el intervencionismo de Michel. Esa intención de modificar lo que aparece como un equilibrio, interferir en él, capturarlo en su sentido más barroco: la espera del momento que resuma la acumulación de momentos, aquellos que le permitan recrear más tiempo que el que vive en la foto, y volver a intervenir. Michel chorreándose, esparciéndose en la escena de otros y tratando de modificarla una y otra vez.
Y una tercera línea de análisis, en la intervención del autor con el lenguaje. Como esparce viscosamente su presencia a lo largo de todo el texto interviniendo en la formulación literaria del lector.
En definitiva, al título lo asocio con la intencionalidad oculta de los personajes y del autor.
4) PERSONAJES
Aparecen 4 personajes que son descritos por sus propias palabras, pensamientos y actos, y por las descripciones físicas y psíquicas proporcionadas por el narrador omnisciente.
Michel, es el protagonista, un personaje circular que va modificándose a lo largo del relato. Es el más descrito por el narrador omnisciente, "Roberto Michel… " "Michel es puritano…", "Michel se bifurca…". Funciona además como narrador. Es el personaje que más aparece y el más contemplado desde todas las perspectivas del texto. Representa al héroe en la historia.
Este personaje es el que saca de la linealidad al resto de los personajes atribuyéndoles cualidades desde su perspectiva.
Los tres personajes secundarios son personajes que construyen sentido desde el estereotipo.
El chico, es la motivación y representa la inocencia. Este personaje es el más retratado, es el único que tiene un apartado biográfico que, desde el supuesto, da cuenta de su edad y preferencias. "Esta biografía era la del chico y la de cualquier chico, pero a éste lo veía ahora aislado, vuelto único por la presencia de la mujer rubia que seguía hablándole (…)"
La mujer, representa para mí la obediencia y es un vehículo de intervención. Su descripción es proporcionalmente corta con la del chico. Tenemos una aproximación física y acciones que nos develan su actitud acechante "sus ojos que caían sobre las cosas como dos águilas", y su propósito latente, entregar al chico "esa mujer que no estaba ahí por ella misma".
El hombre, es el antagonista oculto y representa el daño. Recién hacia el final del cuento reconocemos el verdadero sentido de su presencia. Está Apenas descrito; el autor nos relaciona con el campo de acción dramática de este
personaje y, en todo caso, los pequeños rasgos que acompañan sus acciones emulan al espanto. Su halo oscuro, su cara blanca con mueca móvil, sus ojos hundidos, la agresión.
5) TEMAS
-El tema preponderante es la multiplicidad, de espacios, de tiempos, de realidades…
-Cortázar pone en cuestión la realidad o sus percepciones.
-El narrador se entromete en el destino, manipulándolo desde su depar- tamento a partir del momento capturado en la foto y la puesta en acciones de esos personajes detenidos en la ampliación de la pared.
– La intervención del artista, o del arte, en el destino de la realidad o, al menos, la subjetivación de la misma.
Pueden trazarse simbolismos a partir de:
El protagonista y su relación con la fotografía (su mirada de ese universo real, su recorte, su interpretación, su espera para intervenir).
El protagonista y su relación con el mundo de la escritura (una obra que Michel debe interpretar, en la que debe intervenir traduciéndola a otro idioma, convirtiéndola quizá, en otra obra).
El autor y su relación con el lenguaje, como interviene en el lenguaje para generar nuevas formas de relación con los diferentes planos del texto.
El autor y su relación con el lector, como su manipulación del lenguaje interviene en la relación del lector con la obra.
– Aparece la idea de real e imaginario y una línea confusa entre ambos.
– El trabajo con el tiempo: el del narrador describiendo el cuento, el de la escena en la isla – coincidente con el tiempo de la fotografía-, y el tiempo que aparece cuando Michel descubre la acción en la foto.
El autor trabaja rompiendo la linealidad del tiempo a partir de las realidades múltiples y sus múltiples puntos de vista.
– Cortazar trabaja la circularidad indiciando el final, a través del primer narrador (que acaso sea, a esta altura del análisis, el mismo narrador que el segundo); o uniendo en el final del cuento el sentido de aquella realidad paralela a la historia de los personajes secundarios. El narrador y su cielo, y nubes y palomas.
– El uso del lenguaje está presentado como un tema por el narrador y puesto en cuestión por él mismo, y es desde este cuestionamiento que los lectores estamos preparados para los múltiples sentidos de realidad que nos presenta el cuento.
(Quizá sea este el punto que más me atrajo del texto, la recreación comunicacional y literaria a partir del juego de reestructuraciones, como hiciera Oliverio Girondo en sus poemas de la Masmédula (Aunque Girondo trabajó mas sobre la sonoridad en el lenguaje generando nuevas conexiones, ilusiones asombrosas).
En verdad, esta manipulación del lenguaje puede también estar reflejando otra realidad, una realidad alternativa literaria. Cuando el narrador se refiere a esas realidades diferentes en el mundo del cuento, el autor ya esta escribiendo un tipo de realidad literaria alternativa en el mundo del lector. Queda evidenciada la importancia para Cortazar del desarrollo del pensamiento y los procesos mentales del lector.
(En una primera lectura el recurso del lenguaje me llevó a espectar el momento en el que aparecía el segundo narrador, me permitía bucear en la historia, mientras que el primer narrador me sometía a una suerte de atención al autor; como llevándome todo el tiempo a ver y meditar acerca de la escritura, la palabra escrita y sus articulaciones haciendo sentidos; y me resultaba un tanto incómodo. Fue esa incomodidad la que me obligó a sumergirme en otra línea de pensamiento, a tratar de adivinar otras intenciones en Cortázar, adheridas a la literatura. La visión política del autor y el aspecto filosófico, desde el cuestionamiento mismo de la forma y el contenido, inevitablemente me era trasladado, como Michel entrando en la fotografía. Los cuestionamientos del texto cobraban volumen y densidad en mi razón. Qué increíble! El cuento asumiendo una suerte de función didáctica.
LAS LÍNEAS DE LA MANO
Julio Cortázar, Historias de cronopios y de famas, 1962
1- NÚCLEOS NARRATIVOS
Es curioso este relato porque el conflicto nunca es presentado.
Veo al relato como un bloque, un solo núcleo narrado a través de acciones que se suceden lineales en el tiempo.
Puedo advertir lo tácito como núcleos imaginarios, sugeridos, no escritos. El origen de la carta (quién la hizo llegar hasta la mesa, qué dice), y el suicidio.
Pero en lo que está contado hay un núcleo que muestra como se une esta carta con ese hombre solo que escucha la sirena de partida.
Dentro de ese núcleo rescato tres momentos, estructurados como un relato clásico, con un tratamiento del tiempo cronológico y lineal.
Un primer momento en el que conocemos al personaje principal, una línea, elemento del continuo cotidiano que Cortázar personifica y lleva adelante todo el relato.
La historia se encuentra en equilibrio: una carta sobre la mesa, en el interior de un departamento. Este equilibrio original se rompe cuando aparece nuestro
personaje, la línea, que sale de la carta y comienza a recorrer la habitación hasta salir de ella.
La que podríamos llamar primera escena del cuento, supone una acción anterior que nos es revelada en parte "De una carta tirada sobre la mesa…". El elemento detonante ha llegado a la escena antes de que empiece este cuento; no sabemos por quién, ni para qué, ni qué contiene; pero el narrador se encarga de informarnos que alguien intervino en un tiempo pasado a este. Luego, la línea sale de la carta y baja de la mesa para ir a la pared en donde hay un cuadro. La línea pone al lector por primera vez frente a lo femenino y frente al arte (también presente en el cuento anterior). De este cuadro en la pared no solo nos es descrito su contenido sino que el narrador nos revela el autor y el nombre de la pintura, "entra en una lámina que reproduce un cuadro de Boucher, dibuja la espalda de una mujer reclinada" (Boucher: Pintor francés del S XVII, nació en París, se formó en un ambiente de decoradores, se interesó en los temas mitológicos y en el mundo del desnudo. Boucher fue amante de la sensualidad femenina, las mujeres bellas y los ambientes exquisitos.)
La línea contornea la espalda de la mujer desnuda, y luego sale de la habitación.
El segundo momento comprende el recorrido de la línea desde su lugar de origen hasta su lugar de destino. A través de ella se nos presenta el espacio urbano en el que se desarrollan sus constantes acciones. Nunca se detiene:
"… desciende en la cadena del pararrayos hasta la calle. Ahí es difícil seguirla a causa del tránsito…" Es una instancia de unión entre los espacios de origen
y desenlace, ambos interiores, entre el personaje principal y el secundario, entre la primera acción y la última, que también queda fuera del relato como el personaje tácito que da origen al cuento.
En un recorrido frenético, que bien podría estar mostrándonos los pasos del personaje no revelado aún, la línea no cesa su movimiento.
Aparece en este parte el segundo elemento femenino, la línea recorre la costura de la media de nylon de la pasajera que descendió del autobús.
El tercer momento nos presenta el último escenario, y en él al personaje secundario. Ya cuando la línea entra en ese nuevo espacio en el que un hombre solo está sentado bebiendo y escucha la sirena de salida, sabemos que el fin esta por llegar. El ritmo se desacelera. La línea vuelve a aquietarse, "y con un último esfuerzo se guarece en la palma de la mano derecha", que ahora se cierra agarrando el arma.
En un análisis de Marta Mutti la narrativa se expone así
Sale. Corre. Baja. Continúa. Remonta. Dibuja. Escapa. Desciende…
Como podemos observar en este cuento breve, las acciones construyen la trama y dibujan el escenario. Por lo demás el animismo impreso a algo tan abstracto como una línea o expresado de otro modo, una sucesión de puntos que desde el origen responde a una dirección única (vectorial) se constituya en el sujeto – objeto protagonista. Simple, cotidiano y fantástico.
Unas pocas líneas alcanzan para que otra vez, el genio del maestro Julio Cortázar nos señale como una puerta conduce hacia dos espacios al mismo tiempo, como traer los sueños a la vigilia ó llevar la vigilia a los sueños. Todo es aquí y es allí. Lo que es y lo que nos parece. Un mundo real y fantástico que no se oponen sino que cohabitan. No hay límite. Sólo modos, maneras de manejar los sentidos para incorporar este modo de percibir lo cotidiano. Y que por otro lado está en nosotros mismos, en aquella conciencia sobre la que no tenemos dominio, pero a la que presentimos como un misterio. Lo que hace que la norma general se altere, se interrumpa, sorprenda, para descubrir que nos suceden cosas que no pueden explicarse con leyes, lógica o razonamiento. Lo extraño. Lo que de pronto nos turba. Pequeños paréntesis en la realidad. Un sentimiento raro, como ajeno que interrumpe el equilibrio que nos regula, dice que ese punto que nuestra inteligencia reconoce como innegable, fijo de pronto cambia, se desplaza, adquiere otros contornos, tiempos y/ o espacios discontinuos que nuestra sensibilidad acepta. Bastará con mirar y escuchar nuestro interior sensiblemente atento a las irrupciones en nuestra vida de lo que llamamos casualidad o coincidencia. Para cerrar o quizá abrir, o subir, bajar… según convenga, veamos lo que nos dice el propio Cortázar:
"Me acompaña desde el comienzo de mi vida, desde muy pequeño, antes, mucho antes de comenzar a escribir, me negué a aceptar la realidad tal como pretendían imponérmela y explicármela mis padres y mis maestros. Yo vi siempre el mundo de una manera distinta, sentí siempre, que entre dos cosas que parecen perfectamente delimitadas y separadas, hay intersticios por los cuales, para mí al menos, pasaba, se colaba, un elemento, que no podía explicarse con leyes, que no podía explicarse con lógica, que no podía explicarse con la inteligencia razonante".
2 – NARRADOR
Hay un solo narrador omnisciente, que no está en la historia pero conoce todos los hechos del relato y nos los muestra en tercera persona a partir de las acciones de los personajes "…sale una línea que corre por la plancha de pino y baja por una pata."
El narrador nunca se muestra ni interviene en las acciones del relato, solo nos cuenta los hechos.
El punto de vista es el del narrador.
3 – TÍTULO
En las manos, la naturaleza ha retratado al hombre», dice Marzio de Narni, uno de los grandes quirománticos del siglo XV. Todavía hoy, cuando el hombre ha traspasado la frontera del tercer milenio, se siente atraído por esta antigua arte adivinatoria
Según algunos tarotistas, mucha gente cree que la vida de cada persona está marcada en sus manos, y que las líneas de las mismas pueden ser consideradas como el epítome de la vida; revelando así aspectos personales como la salud, talentos, personalidad y destino.
Algunas acepciones de la palabra destino:
–Fuerza desconocida que se cree obra sobre los hombres y los sucesos.
–Encadenamiento de los sucesos considerado como necesario y fatal.
–Circunstancia de serle favorable o adversa esta supuesta manera de ocurrir los sucesos a alguien o a algo.
-Meta, punto de llegada
Nuestra línea hace un recorrido inequívoco, sin vacilaciones ni retrocesos hacia un punto cierto, ese que es, ¿o era? su destino. Lo conoce y reposa en él.
La línea se refleja también como un conector entre esas palabras escritas en la carta, desde donde nace su movimiento y la mano a punto de disparar, en donde vuelve a aquietarse.
Aunque en el título, que es nuestra aproximación primaria, está explicitado el fin, al menos el de la línea, y entonces, me sugiere que ya estaba trazada, que la mano liberó a la línea y se quedó esperándola, y este retroceso es el que permite que veamos el cuento, mientras la línea vuelve a su punto de partida, para que antes de extinguirse, esté vivo el desenlace y lo entendamos. Como en una bola de cristal en la que todo está, en presente, podemos verlo, puede ser pasado pero también futuro.
4 – PERSONAJES
¿Podríamos decir que quien tira la carta sobre la mesa es un personaje tácito, o al ser su acción anterior al cuento no deberíamos contemplarlo como personaje?
Con claridad, advierto dos personajes:
El personaje principal – la línea -, objeto de continuidad que lleva adelante las acciones que hacen avanzar el relato. Es lineal, se mantiene igual durante todo el relato
El personaje secundario – el hombre -. La línea va directamente hacia él y es quien da sentido a su recorrido frenético. Es un personaje tipo: sentado dentro de un barco, solo, bebe whisky y tiene un arma en la mano. (¿Para qué más?)
5 – TEMAS
Como ya mencioné, creo que el cuento habla del destino. El ritmo que impone el recorrido de la línea nos lleva a espectar el punto de llegada, que la línea ciertamente lo conoce, y si no lo conoce hay una fuerza que la lleva hacia ese destino.
La soledad es recurrente en todo el relato. La línea recorre el departamento, aparentemente vacío, pasa por un cuadro de una mujer sola; la pasajera que desciende del autobús esta sola; el hombre de la cabina también parece estar solo. Lo único que aparece agrupado son las ratas.
Puede que lo femenino aparezca como una perturbación motivadora, la mujer desnuda, la mujer rubia, ambas de espaldas a la línea, las dos tienen otro frente. Las ratas (porque bien podrían haber sido ratones).
El paisaje urbano, con su ritmo enloquecido ignora la línea, el narrador expone lo difícil que es seguirla entre el tránsito. Nos expone la hostilidad aduanera, como parte de ese paisaje aturdidor.
Y la muerte, como desenlace de todo lo anterior. En ese barco que podría representar el irse a otra realidad, o salir de esa.
EL BUITRE
Ramón J. Sender Garcés – Mexicayotl 1941
A diferencia de los cuentos anteriores, empecé a leer El Buitre sin conocer al autor, ni su origen, ni la época de su escritura. Me resultaba muy difícil encontrar elementos de asociación entre el cuento y los posibles elementos contextuales del escritor. Busqué su biografía y encontré algunos datos que me brindaron un universo posible. Un
contexto de exilio. Un escenario nuevo (México), en donde los espacios naturales atravesaban su mirada de guerra y de muerte. En Crónica de una emigración: [la cultura de los republicanos españoles en 1939], Carlos Martínez
lo expone así:
" En este libro Sender reunió cinco novelas cortas y cuatro cuentos descriptivos de México. De él escribió David Lord (B. A.): «Ningún mexicano ha realizado lo que Sender, pues el novelista español está en la feliz posición del que contempla el bosque antes de que los árboles hagan confusa la visión. Las leyendas indias tienen la resonancia de lo popular, Sender ha observado agudamente y extrae significaciones originales de todo lo que ha visto; reacciones de un hombre dotado de poderosas facultades intuitivas que escribe no como un europeo sino como un americano. Visión caleidoscópica de México, dada mediante la descripción de una serie de incidentes dramáticos que sirven para destacar los rasgos más salientes de una raza». Los títulos del libro son: Tototl o El valle; Xocopotl o El desierto; Manllotl o La montaña; Ecatl o El lago; Navalath o El volcán. Y los cuentos: El puma; El águila; Los peces; El buitre.
Los cuentos también aparecen dos décadas después en las novelas ejemplares de Cíbola."
Antes de leer esta cita, ya encontraba en El Buitre un cuento que avanzaba a partir de una descripción minuciosa del escenario, un recorrido exhaustivo que presentaba a la vez símbolos y elementos de un continuo que me resultaba ajeno y que me llevó a indagarlo. "Cuando se oían disparos por la noche las sombras parecían decirle: "Alégrate, que mañana encontrarás carne muerta" "Cuando en el horizonte hay cañones las chimeneas de las casas campesinas no echan humo.
Las puertas estaban cerradas. En una de ellas, en la del corral, había un ave de rapiña clavada por el pecho. Clavada en la puerta con un largo clavo que le pasaba entre las costillas"
NÚCLEOS NARRATIVOS
(Cuando empecé a analizar los núcleos me surgió un paralelismo con el cine (en composición de planos), cada núcleo funcionaba como un reencuadre. El primer núcleo aparece con el escenario mostrado en gran plano general y el personaje en primer plano. En el segundo núcleo ese gran plano general empieza a cerrarse y se concentra en un objeto, el hombre; pasamos del gran plano a un plano general. El personaje se acerca al objeto, pero mantiene cierta distancia. Y en el último núcleo el encuadre sigue cerrando, el personaje se acerca al objeto en primer plano hasta quedar en plano detalle).
En el primer núcleo conocemos al buitre que, con su cadencia de ave vieja y experimentada, nos relaciona con el espacio y con el tiempo. Su vuelo nos instala en la mirada panorámica.
Conocemos su motivación: el hambre, y somos testigos de su búsqueda.
El autor genera diferentes niveles de profundidad, trabaja la dimensionalidad a partir de los sentidos: lo que el buitre ve, su punto de escucha, su percepción de los olores "La noche anterior había oído tiros. Unos aislados y otros juntos y en racimo"; " Oyó volar a un esparver sobre su cabeza. El buitre torció el cuello para mirarlo…";, "…sólo llegaba el olor del humo lejano…". Estas percepciones nos llevan hasta otros espacios y nos introducen en su pensamiento "Con la brisa llegó un olor que el buitre reconocía entre mil. Un olor dulce y acre.
-El hombre."
El segundo núcleo nos presenta al buitre frente al hombre muerto Allí estaba el hombre. Veía el buitre un hombre inmóvil, caído en la tierra…"
A partir de este episodio el buitre va a aproximarse analizando minuciosamente cada movimiento. Con cada certeza, la distancia entre el buitre y el hombre disminuye.
Este núcleo es el vehículo de análisis y sentencia del hombre. Instala al buitre en un lugar de incertidumbre que lo lleva a estudiar al hombre que yace inmóvil en el suelo, solo, absolutamente solo y quieto. "El buitre tenía miedo.
-Tú, el rey de los animales, que matas a tu hermano e incendias el bosque, tú el invencible. ¿Estás de veras muerto?"
"El olor le advertía que aquel cuerpo estaba muerto, pero era tan difícil encontrar un hombre en aquellas condiciones de vencimiento y derrota, que no acababa de creerlo." Sin esta incertidumbre no existe este relato, no es necesario este núcleo.
Desarrolla el autor el acercamiento cauteloso del buitre a su bocado. Junto con su aproximación la sentencia de ese hombre acabado en medio de la más absoluta soledad "El valle parecía no haber sido nunca habitado. Había un barranco, pero en el fondo no se veía arroyo alguno."
"- Hombre caído, conozco tu verdad que es una mentira inmensa. Levántate, dime si estás vivo o no. Muévete y yo me iré de aquí y buscaré otro valle."
La aparición del caballo es la comprobación que el buitre necesita y el fin de este núcleo "Pasó el caballo, se asustó al ver al hombre caído y desapareció por el otro extremo de la llanura.
El valle parecía olvidado. "Sólo ese caballo y yo hemos visto al hombre".
El buitre se dejó caer con las alas abiertas y fue hacia el muerto en un vuelo pausado.", Así comienza el tercer núcleo y el desenlace del cuento. A esta altura hemos comprobado que por alguna razón ese hombre quedó tendido en
la soledad del valle. Nadie vino en busca de él y los cañones se alejaron pero continúan sonando.
El buitre sobrevuela, se quita incertidumbres, hace un primer contacto y se aproxima, sigue observando y comprueba.
"Completamente abiertos, los ojos del hombre estaban llenos de luz. El sol iluminaba las retinas vidriosas. Cuando el buitre lo vio saltó sobre su pecho diciendo:
– Ahora, ahora."
El segundo contacto es el definitivo, ya encima del hombre empieza a comer.
NARRADOR
Un narrador omnisciente en tercera persona relata todas las acciones de los personajes.
El pensamiento del personaje principal aparece alternadamente expresado en presente por él mismo (rompiendo la linealidad del tiempo pasado del relato) "- Hombre caído, conozco tu verdad que es una mentira inmensa. Levántate, dime si estás vivo o no. Muévete y yo me iré de aquí y buscaré otro valle."; o es introducido por el narrador "El buitre pensaba: "no hay un animal que crea en el hombre. Nadie puede decir si el palo que el hombre lleva en la mano es para apoyarse en él o para disparar el rayo. Podría ser que aquel hombre estuviera muerto. Podría ser que no."
El punto de vista es el del personaje principal.
TÍTULO y TEMAS
Junto los dos ítems porque asocio el nombre del título con el tratamiento de los temas.
Los buitres son aves rapaces que suelen alimentarse únicamente de animales muertos. Se encuentran distribuidos por todos los continentes, excepto la Antártida y Oceanía.
El buitre, latente, sobrevuela el terreno para ingerir su dosis diaria de carne putrefacta, la que le permita seguir vivo, reproduciendo su ciclo.
El hombre
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