El cooperativismo en Guinea-Bissau: otra vía para el desarrollo (página 2)

Siendo así, el trabajo esta dividido en siete partes. En la primera parte aparece una breve introducción. La segunda parte presenta las características y otros aspectos de Guinea-Bissau; la tercera parte redacta los aspectos del surgimiento histórico del movimiento cooperativo; la cuarta discute y presenta la situación de movimiento cooperativo en Guinea-Bissau y las ventajas que puede representar; la quinta parte presenta las perspectivas futuras del cooperativismo para este país, dejando las conclusiones en la sexta parte y las bibliografías en la sétima y última parte.

Guinea-Bissau

La República de Guinea-Bissau esta ubicada en la costa occidental de África, hace frontera al norte con Senegal, al sur y al este con Guinea Conakry y al oeste con el Océano Atlántico. Cuenta con una población de aproximadamente 1 690 000 millones de habitantes y una área territorial de 36.544 km2, dividido en 8 regiones y 37 sectores y además cuenta con un territorio continental y otro insular (formado por el archipiélago de los Bijagos y la isla de Bolama). La región continental presenta una línea costera muy recortada y un interior formado por una llanura que asciende hacia el interior; los ríos del país son el Cacheu, Geba y Corubal, los cuales desembocan en estuarios cubiertos de manglares.

El clima es tropical húmedo con dos estaciones durante el año: la lluviosa (Mayo- Octubre) y la Seca (Noviembre- Abril); la temperatura oscila entre los 23º C y los 38º C. El país presenta una diversidad étnica donde los principales grupos son: balantas 30%, fulas 20%, mandingas 13%, manjacos 14%, papeles 7%, beafadas y bijagos 3%, sendo que otros pequeños grupos suman los 16% restantes. En ese país cerca del 80% de la población activa se encuentra en el sector primario, 3% en el secundario y 9% en el terciario. La esperanza de vida es de 52,2 años para las mujeres y 47,5 años para los hombres. En el aspecto religioso, predomina un animismo de casi 50% de la población, siendo que las otras creencias son repartidas en 45% musulmanas y 5% de cristianos. La moneda nacional es el franco CFA y el portugués como idioma oficial, aunque se habla más el criollo[1]

2.1. Antecedente Histórico de Guinea-Bissau.

En mediados del siglo XV, llegaron los portugueses a las costas de Guinea-Bissau. Inicialmente los colonizadores solamente se dedicaban a los contactos con las poblaciones costeras para el intercambio de los productos. Sin embargo esta estrategia fue cambiada y poquito a poquito los conquistadores fueron penetrando paulatinamente hacia el interior del país hasta conquistar su totalidad. Así, la colonización de los siglos posteriores se distinguió muy en especial por el intenso tráfico de esclavos con Brasil "comercio triangular", o sea, los buques negreros con su carga de esclavos capturados en el golfo de Guinea, emprendía su largo recorrido a través del archipiélago de Cabo-Verde con destino a Brasil.

De la trata negrera y la esclavitud, abolidas entre 1836 y 1875 respectivamente surgieron otras formas de servidumbre no menos brutales: (i) traslado de mano de obra para Cabo Verde , la otra provincia de ultramar, es decir, los trabajadores supuestamente "libres" quedaban adscritos de por vida a las plantaciones; (ii) instauración durante la dictadura de Salazar (1926 – 1970) de un régimen de trabajos forzados destinados a mantener la reserva humana que se consideró necesaria para una rápida explotación de los recursos del territorio guineano hacia Portugal. Según Cabral (1979) por sus efectos en el plano humano la colonización portuguesa no puede tacharse de superficial, aunque lo fue por las consecuencias discriminatorias y racistas causadas y por el grado del subdesarrollo, que se prolonga hasta la independencia en 1973.

Surgimiento histórico del movimiento cooperativo

El surgimiento de la cooperación entre los seres humanos es un fenómeno que no se puede ubicar en un momento concreto de la historia, pues es de suponer que ya desde los inicios de la vida en sociedad, la ayuda mutua y la cooperación han existido. Esta suposición se sustentaría en la idea de que sin ellas, el ser humano ni hubiera podido subsistir en su lucha por la existencia en condiciones muchas veces de gran adversidad. En cambio, lo que sí se puede establecer es surgimiento del movimiento cooperativo moderno siendo importante tener en cuenta que surge en el auge industrialista que se vivía en los países más desarrollados de Europa (sobre todo en Inglaterra). Entonces, ante esta realidad de cambio brusco e impuesto, que también se expresaba en extenuantes jornadas laborales bajo pésimas condiciones, a la vez que con bajísimos salarios, es que surgen distintas iniciativas populares de resistencia[2]Por lo tanto el movimiento cooperativo es un hecho popular, una forma de resistencia a un proceso de avance industrial que en beneficio de unos pocos, condenaba a la miseria a la mayoría de la población.

De esta manera, los trabajadores pensaron que uniendo sus esfuerzos podrían convertirse en sus propios proveedores, originándose así la idea de las cooperativas de consumo. Así, en la ciudad de Rochdale dedicada por mucho tiempo a la industria textil, el 21 de octubre de 1844 los famosos 28 tejedores ingleses, conocidos posteriormente como "Los Justos Pioneros de Rochdale", iniciaron la primera experiencia cooperativa que ingresaría definitivamente en la historia como el antecedente inmediato del movimiento cooperativo moderno, a la cual se denominó "Rochdale Equitable Pioneers Society"[3]. Estos tejedores fueron quienes elaboran los famosos siete principios del método cooperativo, hecho por el cual dejaron su profunda marca en la historia del cooperativismo.

Segundo Irizar (2006) la Alianza Cooperativa Internacional, considerado el organismo más representativo do cooperativismo mundial fundada en 1895 en Londres como organización no gubernamental independiente, es una organización que engloba 230 organizaciones cooperativas de más de 100 países, además es uno de los organismos consultivo de las Naciones Unidas desde 1946. A continuación se transcribe la definición, los valores y los principios cooperativos segundo a declaración sobre la identidad cooperativa:

Una cooperativa es una asociación autónoma de personas que se unen voluntariamente para satisfacer sus necesidades y aspiraciones económicas, sociales y culturales comunes por medio de una empresa de propiedad conjunta democráticamente gestionada. Las cooperativas se basan en los valores de autoayuda, auto responsabilidad, democracia, igualdad, equidad y solidaridad. En la tradición de los fundadores, los socios de las cooperativas sostienen los valores éticos de honestidad, apertura, responsabilidad social y preocupación por los demás. Los principios cooperativos (ACI, 2008), son pautas generales por medio de las cuales las cooperativas ponen en práctica sus valores:

(i) Asociación Voluntaria y Abierta: las cooperativas son organizaciones voluntarias, abiertas a todas las personas capaces de utilizar sus servicios y dispuestas a aceptar las responsabilidades de asociarse, sin discriminaciones raciales, políticas, religiosas, sociales o de género.

(ii) Control Democrático por los Socios: las cooperativas son organizaciones democráticamente gestionadas por sus socios, quienes participan activamente en la fijación de políticas y en la toma de decisiones. Los hombres y mujeres elegidas como representantes son responsables ante los socios. En las cooperativas primarias los socios tienen iguales derechos de voto (un socio, un voto) y las cooperativas de otros niveles se organizan asimismo en forma democrática.

(iii) Participación Económica de los Socios: los socios contribuyen equitativamente a la formación del capital de su cooperativa y lo gestionan democráticamente. Por lo general, al menos una parte de ese capital es propiedad común de la cooperativa. Los socios suelen recibir una compensación limitada, si acaso alguna sobre el capital suscripto como condición para asociarse. Destinan los excedentes a todos o alguno de los siguientes fines: el desarrollo de la cooperativa, posiblemente mediante la constitución de reservas de las cuales una parte al menos, debe ser indivisible; la distribución a los socios en proporción a sus operaciones con la cooperativa y el apoyo a otras actividades aprobadas por los socios.

(iv) Autonomía e Independencia: las cooperativas son organizaciones autónomas de autoayuda gestionadas por sus socios. Si intervienen en acuerdos con otras organizaciones, incluidos los gobiernos, o captan capital de fuentes externas, lo hacen en términos que aseguran el control por parte de los socios y mantienen su autonomía cooperativa; (v) Educación, Capacitación e Información: Las cooperativas brindan educación y capacitación a sus socios, representantes elegidos, administradores y empleados, de manera que puedan contribuir efectivamente al desarrollo de ellas. Informan al público en general, particularmente a los jóvenes y a los líderes de opinión acerca de la naturaleza y los beneficios de la cooperación; (vi)Cooperación entre Cooperativas: las cooperativas sirven más efectivamente a sus socios y fortalecen al movimiento cooperativo trabajando mancomunadamente a través de estructuras locales, nacionales, regionales e internacionales; (vii) Compromiso con la Comunidad: las Cooperativas trabajan para el desarrollo sostenible de la comunidad donde funcionan.

Movimiento Cooperativo en Guinea-Bissau

El régimen jurídico guineano define a las Cooperativas como personas colectivas con derecho privado, sin animo de lucro, de libre constitución de capital variable, constituido por personas que se asocian voluntariamente para, y en base de cooperación y auto- ayuda mutua y con observancia de los principios cooperativos[4]llegan a un objetivo en común, a través de una empresa dirigida y controlada democráticamente por los socios. El movimiento cooperativo en Guinea-Bissau puede considerarse uno de los más jóvenes del mundo, además presenta una peculiaridad: todavía no cuenta con una ley orgánica cooperativa como tal. Así, para analizar la problemática hay que ceñir en los aspectos no menos importantes como los grupos étnicos, la idiosincrasia, los hábitos y la costumbre, la cultura y el nivel científico del país, así como el entorno geográfico donde se encuentra. Eso porque dentro del mismo país las formas de cooperar difieren de una zona a otra en dependencia de los grupos étnicos que habitan en cada zona.

El cooperativo guineano, que apenas reúne algunas cooperativas, ha sido poco estudiado e incluso durante tiempo ignorado por el propio gobierno. En el origen de este movimiento se encuentra en la creación de la SECLA[5]con el fin de formar y reinsertar a los antiguos combatientes de guerra y educar a los huérfanos. Para cumplir estos objetivos, surgieron las cooperativas de producción COOPAC[6]A través de sus acciones, estas cooperativas han demostrado su superioridad con respeto a las empresas privadas y del Estado, razón por la cual, desde 1987, funciona una dirección de apoyo a la creación y al funcionamiento de las cooperativas con el fin de dar apoyo en materia técnica, gestión y comercialización así como favorecer la progresiva autonomía de las cooperativas respecto del Estado. En Guinea-Bissau a parte de las cooperativas ya mencionadas, existen otras iniciativas destinadas a promover un mayor reconocimiento del movimiento cooperativo, sin embargo, ni estas iniciativas ni las cooperativas tuvieron éxitos.

4.1 Las cooperativas en la etapa colonial

La administración colonial portuguesa, no se preocupó en absoluto con la promoción y desarrollo del cooperativismo en sus ex colonias, particularmente en Guinea-Bissau (Cabral, 1976), eso comparado con el nivel de desarrollo que esta forma de organización social y económica se encuentra en los países que también estuvieron bajo colonización de otras potencias. En muchos de esos países las cooperativas fueron constituidas en el inicio del siglo XX, muy por el contrario de lo que sucedió en Guinea-Bissau.

Cabral (1976) admitía que los colonos portugueses en su condición de capitalista, no habían ni siquiera cumplido su misión histórica que le era reservada en Guinea-Bissau, o sea, la aceleración del proceso de desarrollo de las fuerzas productivas y la transformación en el sentido de las complejidades de las relaciones características de modo de producción. El colonialismo no transformó el sistema de producción guineano, sino que dejó la economía campesina en su inmensa mayoría intacta en su estructura patriarca. Sin embargo, un cambio funcional de relieve hecho por los portugueses fue la introducción forzosa de la producción de cacahuetes para poder cosechar ganancias comerciales en los campos guineanos. Siendo así, los colonos utilizaron dos instrumentos principales para conseguir ganancias comerciales, primero un sistema de fuertes impuestos agrícolas y acuerdos de comercio para los que permitía comprar cacahuetes a bajo precio y expórtalos a Portugal para su posterior procesamiento en aceites vegetales, y luego estos eran de nuevo vendidos a Guinea-Bissau a precios muy elevados.

4.2 las cooperativas en la época post independencia.

Ante la situación económica heredada del régimen colonial portugués imperante hasta 1974, se hizo necesario llevar a cabo un proceso de transformación radical que ayudara a resolver la caótica situación social que vivía gran parte de la población guineana, en su inmensa mayoría, campesina, cuya única vía para salir de la situación era producir o cultivar para poder subsistir. En los primero años después de la independencia, se hizo alfabetización en todo el país, incluyendo las zonas rurales. Se fueron hablando con los campesinos y sobretodo con los viejos "jefes de tabanca[7]de la necesidad de apoyarse y solidarizarse.

Ese interés por el desarrollo del cooperativismo fue manifestado durante el III[8]congreso del entonces único partido en el poder partido africano para la independencia de Guinea-Bissau y Cabo-Verde (PAIGC), donde se discutió y se analizó la necesidad, importancia y el papel de las cooperativas y asociaciones, así como el potencial de estos en la promoción del desarrollo socio económico y el bienestar de la población rural y en el apoyo de las victimas de guerra y la reinserción de combatientes desmovilizados y huérfanos de guerra. Durante los primeros momentos de la independencia primaron las cooperativas patrocinadas y controladas por el Estado, que habían sido introducidas por los poderes coloniales como instrumentos del desarrollo y, posteriormente, utilizadas por los sucesivos gobiernos guineanos con fines similares. Se hicieron experimentos infructuosos y costosos, basados en la producción agrícola conjunta, las empresas colectivas y las granjas estatales, con vistas a incrementar la producción y la productividad agrícola.

Las cooperativas estaban apoyadas por el Estado hasta el punto de que se habían convertido prácticamente en empresas estatales, porque se consideraba que podían obtener unas economías de escala, romper el poder de los monopolios y ayudar a sus miembros a integrarse en la corriente principal de la economía. De esta manera las cooperativas encajaban en el concepto de propiedad común de los medios de producción y se pensaba que ellas ayudarían a superar la alienación humana. Aún con todo el respaldo del Estado, a las cooperativas no se le ha apoyado de una manera inteligente por razones de diferentes motivos y además hay que decir que la interferencia del estado empezó como una promoción pero acabó constituyendo un verdadero estorbo a las posibilidades que tienen las cooperativas de generar empleo y mejorar las condiciones de trabajo y de vida de la población.

En esta dirección, las falsas ideas que circulaban en las instancias decisorias y planificadoras sobre lo que eran las cooperativas y su forma de trabajar, acompañado de unas expectativas poco realistas sobre lo que ellas pueden conseguir así su creación sin tener en cuenta si se cumplen o no los requisitos mínimos para el éxito de su establecimiento han hecho que en Guinea-Bissau, la cooperativas no hayan podido desempeñar un papel significativo en el desarrollo social como se había esperado. A partir del raciocinio anterior, el término «cooperativa» ha quedado desacreditado y los socios consideraban que las cooperativas eran «cosa del gobierno» ya que con frecuencia desconocían sus derechos, porque nunca habían tenido la oportunidad de ejercerlos en la práctica, eso sin decir que los socios más promovidos se sentían explotados; ya que ni siquiera se veían a sí mismos como socios.

A raíz de todos estos factores y falsas ideas y en afán de tentar remediar la situación, en los años ochenta fueron implantados programas de desarrollo integrado en las zonas agrícolas que motivaba la aparición de organismos de cooperación en las tabancas, con el objetivo de facilitar el encuadramiento de los mismos, implementar infraestructuras sociales y distribuir los factores de producción. Estos proyectos tenían como objetivos mejorar las condiciones de la población local y aumentar la producción agrícola. Muchas actividades de autoayuda estaban a cargo de grupos informales y de organizaciones pre-cooperativas, en algunos casos por preferencia de sus miembros, que creían ser más flexibles, menos burocráticas y que no estaban sometidas a supervisión oficial. Según Cabral (1979) en década de los setenta y principio de los ochenta, el gobierno quiso trascender algunos de los conflictos en el sistema económico mixto, por lo tanto se apoyó en la cuádrupla clasificación como se sigue:

a) Agricultura de subsistencia.

Según Cabral (1981) la agricultura tradicional de subsistencia provee sustento para la mayoría de la población guineana y la asistencia del gobierno a ese sector ha tomado diversas formas, siendo que la principal es la indirecta. La realización de innumerables tareas es estimulada por dirigentes del gobierno en consulta con la población interesada. Como principio fundamental, la asistencia política precede a la técnica, apoyándose en la idea de que los campesinos tradicionales necesitan ser motivados para superar su resistencia a los nuevos métodos de trabajar la tierra.

El funcionamiento de agricultura de subsistencia era simple en la visión de Vasco Cabral, o sea, cuando los miembros del gobierno deseaban estimular el interés entre los campesinos por la construcción de pequeñas presas en las bolanhas[9]un representante del gobierno desplazaba al lugar para organizar una reunión con la población des las tabancas más cercana del arrozal para explicarles sobre la construcción de la presa. Siendo así, en el debate todos deberían participar y contribuir a fomentar la solidaridad y compartir equitativamente la carga del trabajo que en definitiva beneficiaría a todos.

Así, solo cuando se alcanza un acuerdo el miembro de gobierno explica a los campesinos como hacer el trabajo. Otros tipos de asistencia incluyen créditos directos para pequeños productores y la distribución de semillas (de maní, maíz, arroz), que a la postre deben pagar solo después de la siguiente cosecha. Las necesidades crediticias eran y es todavía justificable porque durante la época colonial, los Bancos de ultramar que existía en el país solo concedían créditos a los grandes agricultores, especialmente portugueses y algunos latifundios guineanos.

Durante la colonización los pequeños agricultores no tuvieron acceso a crédito institucional pese a su importancia y su número mayoritario en las zonas rurales. Generalmente los grandes agricultores satisfacen la garantía de las exigencias del prestamista, que consideran el crédito con garantías más seguro que aquel sin garantía. Después de la independencia el mercado fue organizado por los "almacenes del pueblo" y dirigidos por el estado y este por su vez hizo una campaña para educar a los campesinos con la ventaja de diversificar su producción a través del proceso de rotación de cultivos y sus hábitos alimenticios.

b) Granjas estatales.

En Guinea-Bissau después de la independencia, se implantó un plan por parte del gobierno, que consistía en operar por lo menos una granja estatal en cada una de las ocho regiones que componen el país. Las granjas estatales eran dirigidas por un director nombrado por el gobierno, y el personal esta compuesto por los trabajadores asalariados reclutados. En este sentido, los problemas que no habían sido resueltos, incluyendo la escasez de transporte y las dificultades de llevar los productos al mercado con más rapidez, eran los puntos a resolver. En ellas se experimentaban los cultivos no tradicionales como frutas cítricas, piñas, plátanos, verduras etc. Además de los cultivos ya mencionados, se incluyeron la producción y comercialización de nuevas plantas como: tomates, pimientos, berenjenas y pepinos. El resto estaba destinado al cultivo tradicional que tiene un alto demanda nacional: enarcados, mangos, palma y otros similares.

Las zonas no cultivadas son entregadas a algunas familias locales durante la estación de lluvia (Mayo-Octubre), generalmente estas familias plantan cacahuetes y arroz. En esta perspectiva, es visible que había una gran necesidad de proveer créditos para los cultivadores privados de superficie, para que pudiesen comprar fertilizantes, semillas y otros materiales necesarios para sus desempeños. Las granjas estatales de la misma manera necesitaban créditos para facilitar maquinarias, fertilizantes y otros insumos a los cultivadores privados en sus parcelas frutales y en sus cosechas de cacahuetes. Sin embargo, como las granjas carecían de un sistema de contabilidad separada que permitiera la evolución de su actividad, toda su producción era entregada a la central en Bissau[10]

c) Cooperativas de apoyo estatal.

Estas diferentemente de las granjas estatales no contrataban trabajadores con salario, en vez de eso, se basaban en el trabajo de los miembros de pleno derecho de las cooperativas, quienes eran voluntarios. Con el transcurso del tiempo, sus remuneraciones saldrían de las ganancias producidas por las cooperativas. En su etapa embrionaria, la compensación era hecha por el gobierno y esas cooperativas daban una gran importancia a la práctica del auto- dirección colegial. Por lo tanto los objetivos tanto de las granjas estatales como de las cooperativas estatales eran los mismos: aumento y diversificación de la producción, creación de puestos de trabajo y finalmente difundir la tecnología y otras innovaciones tan ampliamente como posibles en todos los sectores de la agricultura.

d) Granjas de cooperativa experimental.

Desde el final de la guerra de la liberación en 1973, las FARP han tenido más hombres que los necesarios, y aunque el gobierno deseaba la desmovilización de algunos, hasta no encontrarles trabajos fueron ubicadas en estas granjas. Estos hombres en su inmensa mayoría de origen campesina, trabajaban y vivían con sus familiares en las propias granjas, hasta que estuviesen disponibles los servicios sociales adecuados. Siendo así, tales proyectos no solo creaban bienestar para la nación, sino que también cumplía una función pedagógica de demostrar la población que el trabajo colectivo, elegido libremente y persiguiendo un ideal, es la forma de trabajo más socialmente productivo.

La FARP estaba utilizando esta estrategia como vía para desmilitarizar y animar a sus miembros a volver a sus aldeas como civiles con el objetivo de trabajar y mejorar la agricultura tradicional. Posteriormente hubo un segundo plano nacional del desarrollo (1987- 1990) que enfatizaba la necesidad de desarrollo de las asociaciones de tabancas y el papel de estos en el aprovisionamiento de las ciudades y en la comercialización de productos agrícolas. Al mismo tiempo se propuso todavía la implementación de iniciativas descentralizadas al nivel de regiones y del sector privado cooperativo.

4.3 Situación actual del cooperativismo en Guinea-Bissau.

La actual situación de Guinea, pide a gritos la existencia de cooperativas en el país[11]Así consta en la constitución de la República "el art.11, punto 2 inciso h": el Estado promoverá a las organizaciones cooperativas y el estimulo a la participación popular" Art12, punto 2 inciso b": la propiedad cooperativa que organizada sobre la base de libre consentimiento, incide sobre la explotación agrícola, la promoción de bienes de consumo, el artesanal y otras actividades fijadas por la ley. A pesar de estos señalamientos en la constitución del país, todavía no existe una ley con soporte jurídico para las cooperativas. La ausencia de una disposición jurídica particular que engloba las cooperativas y asociaciones es un facto inhibidor del desarrollo cooperativo; factor que llevó el registros de las o su amparo por la ley regida por las organizaciones en vocaciones comerciales con intención de lucro.

Para Aguiar (2001) Guinea-Bissau pasa por una proliferación de asociaciones de diferentes grados y formación creadas por las iniciativas propias o con el apoyo de las ONG`s, buscando encontrar alternativas para la eliminación de las dificultades que las comunidades enfrentan en las tabancas, villas o ciudades. En este sentido los últimos gobiernos han considerado a las organizaciones democráticas independientes entre ellas, las cooperativas y otras formas de organizaciones de autoayuda como rivales que buscan el poder y cuya índole es potencialmente peligrosa. Las cooperativas sufren mucha resistencia en cuanto a su implantación, existiendo apenas algunas unidades[12]Según Cabral (2007) las razones por la pobre aceptación de las cooperativas pueden ser encontradas en (i) la experiencia del pasado mal sucedido, como la intervención del estado en la autonomía de los mismos, (ii) falta de una política de promoción cooperativa a diferencia de lo que sucede con las asociaciones y agrupaciones.

Sin embargo existen algunas cooperativas funcionando en país aunque de manera muy tímida y precaria, teniendo en cuenta las dificultades inherentes que se deparan la propia situación socioeconómica en que vive Guinea-Bissau. Algunas de estas cooperativas son remanecientes de las cooperativas instituidas por la SECPLP[13]como las COOPAC[14]y otras surgieron por la libre y espontánea voluntad de los miembros. Pero son número muy reducido, dispersos en las diferentes regiones que forman el país, con características diferentes, así como actividades y números de adherentes. La SECPLP se manifiesta favorable a la autonomía de las cooperativas que se encuentran o encontraban estrictamente encuadrados en la Dirección de Apoyo a las Cooperativas y a la reconversión de estas en verdaderas cooperativas, respetando los principios cooperativos.

Según Cabral (2007), otros agravantes a la reformulación y la autonomía de las cooperativas en Guinea-Bissau son las cuestiones de posesión de tierra, de los equipamientos de inmovilizados y otros que todavía pertenecen directa o indirectamente a SECPLP. Actualmente las cooperativas guineanas pasan por momentos muy complicados (en un universo de una decena de cooperativa), siendo que la gran mayoría se encuentran en una fase incipiente, con dificultades organizacionales inherentes al estado de desarrollo en que cada una se encuentra, manifestando un cierto grado de deficiencias organizacionales, gestión que podría ser colmatada con la existencia de instituciones, organizaciones de apoyo y de prestaciones de servicios.

4.4 Ventajas del cooperativismo para Guinea-Bissau.

Las posibilidades de las cooperativas para contribuir al desarrollo general económico, social y societario han quedado bien claras hace mucho tiempo. Desde entonces, las cooperativas han continuado a desempeñar un papel importante en la creación de oportunidades de autoempleo, mejorando las condiciones de trabajo y de vida para millones de personas y ofreciendo infraestructuras y servicios fundamentales en zonas a las que no llegan el Estado, ni las empresas inversoras. De hecho el movimiento cooperativo parte o se origina por el descontentamiento de los trabajadores sobre las condiciones inhumanas que habían sido sometidos; a raíz de esa lógica, decidieron en conjunto crear sus propias empresas para el beneficio y el bienestar social de todos. Al defender los intereses de sus socios, las cooperativas defienden al mismo tiempo los intereses de ciertos grupos de ciudadanos (pequeños agricultores, consumidores, pescadores etc.), y demuestran al público en general que las actividades económicas no han de estar necesariamente dirigidas a obtener el máximo beneficio e incrementar lo más posible el valor de las acciones, sino que también puede estar orientadas a dar respuesta a las necesidades, a mejorar la calidad o a reducir el precio de los bienes y servicios.

Para Benecke (1980) se espera que las cooperativas cambien el comportamiento económico y social de la población, aunque reconoce que estos resultados no pueden ser alcanzados por la simple existencia de las cooperativas, mas sin, a través de las acciones y éxitos de sus actividades. Partiendo de sus principios cooperativos, ellas pueden ser un instrumento importante en: (i) el incremento del nivel cultural, (ii) educación para un comportamiento solidario, (iii) educación para un comportamiento democraticos.

Es evidente que los aspectos señalados arriba, son de mucha falta en un país como Guinea-Bissau; por lo que se necesita una revolución urgente que posibilite la promoción del cooperativismo, para poder permitir ofrecer el autoempleo colectivo como formula de la reinserción social, ya que esta presta mucha atención a colectivos especialmente con dificultades de inserción social, además en el cooperativismo prima el hombre y el objeto social sobre el capital. Además es sabido que las cooperativas han hecho mucho para integrar a los pueblos marginados, tribales y a las mujeres en la corriente principal de la economía. Su contribución a la reducción de las presiones migratorias y a la creación de empleos para los jóvenes, los grupos desfavorecidos o las personas con discapacidad que de otra manera hubiesen quedado desempleados está adquiriendo cada vez mayor importancia. Los esfuerzos de las cooperativas en zonas rurales de Guinea-Bissau seria de mucha importancia para hacer un mejor uso de los recursos locales y naturales y por hacer llegar los avances educativos y tecnológicos a estas zonas más apartadas, lo que testimoniaría también su aptitud específica para aprovechar los progresos económicos, sociales, ecológicos y culturales.

Gracias a su principio de afiliación abierta, la cooperativa ofrecería a guineanos de cualquier condición (jóvenes y viejos, hombres y mujeres) un lugar de formación para poner en práctica o presenciar la aplicación de los valores cooperativos de honestidad, transparencia, equidad, igualdad, responsabilidad social, solidaridad, sometimiento voluntario a la disciplina del grupo, atención a los demás y preocupación por la comunidad. Una mejor eficiencia de estos puede permitir mejor integración e interacción con el gobierno, en la solución de varios problemas así como el impulso de reformas y creación de nuevas empresas y empleos.

A partir de todo lo analisado,se concluí que una buena implantación del cooperativismo y su impacto en Guinea-Bissau puede traducirse en[15](i) el desarrollo de auto-ayuda e ínter cooperación; (ii) posibilitar las relaciones de ayuda de unos con otros, para la realización de un bien en común, y el desarrollo de la cooperación entre diferentes grupos y etnias existentes en el país; (iii) aumento de eficiencia organizacional de las comunidades, y de la sociedad civil.

Perspectivas futuras

La situación del cooperativismo guineano nos lleva a hacer la siguiente pregunta: ¿deberá las cooperativas ser usadas como extensión del estado, como sucedió después de la independencia? O deberán ser instituciones autónomas, independientes para la promoción de las necesidades de sus miembros, y indirectamente para el desarrollo económico del país? Es urgente prever el país de una ley cooperativa o un documento jurídico flexible y adaptable, a la realidad de Guinea-Bissau, pues estos representan una prioridad tanto para las cooperativas como para las asociaciones para la defensa de sus derechos. Al mismo tiempo es necesario promover la creación de empresas cooperativas e infraestructuras o instituciones que faciliten la obtención o apoyo de las nuevas empresas en su etapa embrionaria; así como disminuir la burocracia política a la hora de tramitar los papeleos de la creación de nuevas empresas. El gobierno y las demás instituciones deben implicar mucho mas en el apoyo y orientación hacia la población rural, además en las universidades se debe empezar a inculcar a los jóvenes la cultura empresarial cooperativas.

Según Irizar (2003), se debe asegurar la vinculación del movimiento cooperativo al apoyo del desarrollo local, su aplicabilidad en la práctica y la validez externa que se pueda dar a estos programas, lo que supone un juicio de valor para intentar evaluar, por ejemplo, si los resultados pueden ser aplicables a las poblaciones donde más se ha desarrollado el cooperativismo y luego trasladarlo a otras partes. Esta valoración se fundamenta sobre todo en la magnitud del efecto que se pueda observar, talvez con un programa piloto observado, ya que, si es de escasa relevancia, habría que orientarlo con diferentes escenarios de trabajo. Sendo así, es necesario el desarrollo de la ínter cooperación y alianzas estratégicas a escala nacional, regional y provinciales de todos los sectores del país. En este sentido se mencionan otras ideas recomendadas donde se destacan:

El liderazgo: el país necesita líderes capaces de integrar la cultura del cooperativismo con las culturas tradicionales. Pero además un liderazgo no entendido en el sentido tradicional y exclusivo, de ordeno y mando, de poder y dependencia. Se necesitan líderes que estén al servicio de los demás, no a la inversa. Lideres que crean en su gente y transmitan plena confianza a ellos, lideres en el sentido de facilitadotes de trabajo que realizan sus colaboradores, a los que convierte en verdaderos protagonistas del mismo. Lideres que permita que cada persona aporte lo mejor de si misma, por lo tanto lideres que unen al equipo, capaces de armonizar transmitir estrategias y cultura de la del equipo.

La ínter cooperación: la cooperación entre las cooperativas es un principio que se debe fortalecer y que en la actualidad guineana es muy importante. Se necesita cooperativas fuertes para poder competir con garantías en el mercado interior y en los mercados exteriores, para lo cual la ínter cooperación es una vía casi obligada.

Las cooperativas son necesarias en un país como Guinea-Bissau para así utilizar todos los medios e implicación en la lucha contra la pobreza, debiendo el movimiento cooperativo velar para la integración de todos los sectores de la población, sobretodo de las mujeres y los niños. La movilización de recursos y energías en pos de un objetivo común, como la participación activa de todos los empleados y directivos, han de ser importantes para una estrategia eficiente. Según algunos, la palanca mas poderosa que pueden y deben utilizar los promotores, los empresarios, las clases dirigentes para que ejerzan su función con la debida nobleza, es su ascendiente moral, uno de cuyo soporte es el sentimiento de solidariedad, la confianza que otorgan en los demás, y la eficiencia que acusa su actividad.

Nada urge tanto como inculcar este espirito en la educación y en la formación de cuantos vayan escalando niveles mas elevados de responsabilidades, si bien los valores son los que necesita todo el hombre destinado a convivir con otros. Teniendo en cuenta que después de décadas de esfuerzo para el desarrollo en Guinea-Bissau, la situación de muchos de sus sectores no es que haya mejorado, sino que cada día está empeorando; por lo tanto nada mejor que reverter la situación con el espirito cooperativo.

Conclusión

Estudios realizados por organismos internacionales como la OIT, demuestran que las cooperativas, cuando bien implantadas y siguiendo los principios básicos que las orientan y con el apoyo real y verdadero del estado, son una de las mejores vías para la promoción del empleo y la riqueza. Por ende, las propias características y dificultades intrínsecas de esta modalidad, la carencia de capital suficiente, las dificultades del mercado, la escasa disciplina y preparación de los primeros cooperadores, los déficit en el gobierno y la administración de las sociedades así como la falta de la imprescindible dosis de espíritu cooperativo están en el origen del fracaso de muchas cooperativas implantadas en Guinea-Bissau (Cabral, 2007).

La experiencia internacional muestra que los factores fundamentales para el éxito de una cooperativa suelen estar relacionados con el grupo de socios que la integran, niveles de participación e identificación así como ciertos factores exteriores[16]medioambientales y políticos. El mayor impacto directo de las empresas cooperativas en el plano microeconómico radica seguramente en los ingresos adicionales que generan para sus socios.

Estos ingresos adicionales se consiguen: asegurando unos precios más altos a sus productos; rebajando los costos de los factores de producción, con lo que permiten que los socios utilicen más factores de producción, consigan unos niveles más altos de producción y obtengan unos márgenes de beneficios más elevados; empleando a sus socios; introduciendo innovaciones; ofreciendo seguros y crédito a costos generales más favorables, y devengando unos intereses razonables sobre los ahorros, además de ahorrar costos de transacción a sus socios por estar localmente accesibles.

A fin de superar la intensa competencia de un mercado mundializado, es fundamental que las empresas guineanas cooperen por medio de instituciones que tengan facultades para regular los mercados locales y de exportación y tengan la fuerza necesaria para dar respuesta al desafío que plantean los competidores multinacionales, muchas veces incluso en sus mercados interiores. Este hecho se pone especialmente de relieve, en el ámbito de los productos agrícolas de base y en los productos agroindustriales, aunque también puede tener relevancia cuando se trata de crear o mantener el empleo local, que de otro modo podría no existir (Aguiar,2001) .

Son muchos los factores que impide el desarrollo social y económico en la comunidad guineana. Por lo tanto la ausencia de instituciones sostenibles que tengan la capacidad de ofrecer insumos de productos primarios a precios competitivos o el modo adecuado de llegar a los hogares y a los mercados de exportación sigue siendo un obstáculo significativo para la creación de riqueza y empleo, especialmente en las zonas rurales. A raíz de los análisis y pensamientos de Cabral (1979) se puede decir que la sociedad guineana tiene en su alma el cooperativismo, aunque a veces no lo sepa o no la ponga en valor, o sea, puede ser un conocimiento tácito (no saben que esta allí) y es necesario hacerlo explicito, para que pueda ser desarrollado, compartido, asumido e interiorizado por toda la sociedad guineana.

El aumento del desempleo y del subempleo, junto con la escasa capacidad de absorción por parte de las empresas modernas del sector no estructurado, hace de la iniciativa privada, el espíritu empresarial y el empleo por cuenta propia una alternativa fundamental para la creación de puestos de trabajo. De esta forma el elemento humano se constituye el eje principal, en torno al cuál gira la moderna administración empresarial. Si el movimiento cooperativo guineano logra estructurar unas cooperativas primarias sólidas, controladas por los socios y financieramente solventes, cumpliendo con los principios cooperativos adaptados a la realidad local, ellas tendrán muchas posibilidades de llenar el vacío que han dejado los valores tradicionales actualmente en decadencia.

Bibliografia

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Autor:

Lito Nunes Fernandes

linufeppge07[arroba]yahoo.com.br

Estudiando del Doctorado en economía en la facultad de ciencia económicas de la Universidad Federal de Rio Grande del Sur, Brasil.

[1] Una mezcla del portugués y los demás dialectos hablada por los diferentes grupos étnicas y tribales

[2] Entre estas, se recuerda a los ludditas, los cuales más allá del enfoque caricaturesco y desvirtuador que se les ha dado desde múltiples miradas historiográficas, simbolizaban una de las primeras expresiones populares de resistencia a un mundo industrial descarnado en nacimiento, en el cual el trabajador sólo se convertía en un engranaje más de la máquina.

[3] La Sociedad Equitativa de Pioneros de Rochdale, aunque hay que señalar que la idea de la misma, ya tenía su origen a fines del año1843. Los 28 tejedores establecieron las bases de la entidad. Para esto, copian de una institución de Manchester (la “Sociedad de Socorros para Casos de Enfermedades y de Sepelios”) las disposiciones que más se amoldaban a sus propósitos, introduciendo las modificaciones y agregados correspondientes.

[4] Para mas información ver la Constitución de la Republica de Guinea-Bissau, disponible en http://www.estig.ipbeja.pt/~ac_direito/CRGB.pdf

[5] Secretaría de Estado para los combatientes de la libertad de la Patria

[6] Para mayor profundidad ver II Encuentro de OCPLP realizado en Luanda en Octubre del 2006, disponible en : http://www.inscoop.pt/Inscoop/outrasorganizac/docs/Guin%C3%A9-Bissau.pdf

[7] Tabanca: Nombre autóctono que identifica la villa o una comunidad concreta.

[8] Realizada entre los días 26 y 31 de Julio de 1977 en Bissau

[9] Arrozales irrigados de forma natural

[10] Esta central ubicada en Bissau era encargada de vender los productos a los almacenes del pueblo a precios fijados, y los ingresos eran reenviados al Ministerio de Finanzas.

[11] Constituição da republica, artigo 13º. O Estado pode dar, por concessão, às cooperativas e outras pessoas jurídicas singulares ou colectivas a exploração da propriedade estatal desde que sirva o interesse geral e aumente as riquezas sociais.

[12] II Encuentro de OCPLP en Luanda Octubre/ 2006

[13] SECPLP- Cooperativas implantadas por los portugueses en sus colonias en África.

[14] Cooperativas de los antiguos combatientes

[15] La ACI (1995) tras enunciar los retos mundiales de los años noventa y venideros (aumento de la población, presiones sobre el medio ambiente, aumento de la concentración del poder económico, ciclos de la pobreza, guerra étnica etc.) pone de manifiesto que las cooperativas, solas, no pueden resolver estos temas completamente, pero pueden contribuir de forma importante a su resolución. Pueden producir y distribuir alimentos de alta calidad a precios razonable. Pueden como lo han hecho a menudo, demostrar una preocupación por el medio ambiente. Pueden cumplir su papel histórico de distribuir en poder económico de forma más amplia y justa. Pueden mejorar las comunidades donde están ubicadas. Pueden ayudar a la gente capaz de ayudarse a si misma y escapar de la pobreza. Puede ayudar acercar a la gente con diferentes culturas, religiones y creencias políticas. Las cooperativas tienen mucho que ofrecer al mundo simplemente construyendo sobre sus propias tradiciones y satisfaciendo eficazmente las necesidades de los socios.

[16] Eso porque los obstáculos internos a la motivación y participación activa pueden ser tan graves como todos los obstáculos externos juntos, pero las cooperativas suelen tener muchos problemas cuando se topan con obstáculos exteriores, sobre todo si se derivan de unos derechos de propiedad adversos, muy difíciles de superar si las elites patrimoniales han permanecido en el poder durante demasiado tiempo o si el conjunto de los sistemas nacionales de derechos de propiedad tiene que ser creado de nuevo, o todavía no existen.