Programa de Enseñanza de Racquetball para niños de 6-10 años. (página 2)
Enviado por Disney Linares Barrera
La etapa de operaciones concretas, se caracteriza por la habilidad del niño para aplicar principios lógicos a situaciones reales, lo cual es posible porque el niño comienza a ser menos egocéntrico y a considerar el punto de vista de los demás. Esto le da la posibilidad de responder a problemáticas actuales, a través del uso del pensamiento, sin embargo, aun no le es posible pensar en términos abstractos o hipotéticos, lo cual se desarrolla a partir de la adolescencia. Durante la etapa de operaciones concretas, el niño puede realizar actividades como las siguientes:
- Clasificación de objetos, agrupándolos en categorías similares.
- Agrupación ordenada de artículos en series y de acuerdo a sus dimensiones.
- Trabajar con números.
- Entender conceptos de tiempo y espacio.
- Distinguir entre la realidad y la fantasía.
- Entender el principio de conservación.
En cuanto a la distinción entre la realidad y la fantasía, cabe señalar que hacia finales de la niñez intermedia, se espera que los niños incorporen las relaciones con el medio natural. Las relaciones de causalidad, también estudiadas por Piaget y descritas como operaciones intelectuales que se estructuran internamente por las interacciones del sujeto con su medio físico natural, permiten que el niño comprenda y elabore una explicación acerca del funcionamiento del mismo.
Piaget, consideró que la capacidad de los niños para cada uno de los aspectos señalados dependía principalmente de la maduración neurológica y solo secundariamente se verían afectados por la experiencia en el medio. Sin embargo, estudios posteriores determinaron que la maduración por sí sola no puede explicar este fenómeno. Según diversas investigaciones, cuanto más temprano se adquieran estas habilidades, mayores índices de inteligencia se encontraran posteriormente.
El lenguaje constituye otro aspecto importante, dentro el desarrollo cognitivo del ser humano y, durante la niñez intermedia, se observan algunos fenómenos interesantes que debemos considerar.
Cuando los niños ingresan a primaria ya conocen bastante bien un idioma, son capaces de hacerse entender y mejorar cada vez más su lenguaje, sin embargo, aun existen algunos aspectos del idioma que no dominan, como la gramática.
Por ejemplo, los niños de los primeros años de colegio, rara vez utilizan la voz pasiva, los tiempos verbales que utilizan el auxiliar "haber" y las oraciones condicionales "si… entonces". A partir de los 9 años, la comprensión de la sintaxis va aumentando considerablemente, de manera que los niños son más capaces en términos de la organización de frases y oraciones.
En el niño, la metacomunicación, es decir, la capacidad para conocer y comprender el proceso de la comunicación, aun no ha sido lograda, por lo que es común que cometa muchos errores en la interpretación de los mensajes de los adultos. Los niños a menudo no entienden lo que ven o lo que oyen, sin embargo, tampoco son conscientes de que no entienden, quizá les parece normal no entender todo lo que les rodea, por lo que simplemente asienten ante cada instrucción sin hacer mayores cuestionamientos.
Desarrollo Social y Emocional
El niño de 6 a 12 años se ve enfrentado a diversas interacciones. Su capacidad cognitiva se está preparando para comprender en mayor medida el lenguaje de los adultos y para tomar en cuenta diversas opiniones. Sin embargo, el entorno juega un papel muy importante no solo en el desarrollo de sus habilidades sociales, sino también en el ámbito emocional.
El aspecto social del desarrollo se refiere al conjunto de creencias y valores personales desarrollados por la interacción con el medio, basados en los niveles de desarrollo cognitivo y emocional personales. Por otro lado, las emociones son procesos de cambiar – iniciar, mantener o interrumpir – la relación con el entorno, interno o externo, cuando esta relación es relevante. Las emociones tienen un gran valor en tanto organizan y motivan la conducta y su expresión constituye una forma de comunicación. Exner (1995) señala que las emociones son los elementos más complejos e inaccesibles del ser humano y tienen la característica de dinamizar la conducta humana.
Las emociones motivan las relaciones sociales, ya sea en forma de acercamiento o ayuda de los demás, en forma de aislamiento social o de enfrentamiento. Favorecen la apreciación personal y la evaluación del otro y permiten mantener los valores del contexto social (esto principalmente con emociones como vergüenza, orgullo, culpa) Así mismo, tienen una función anticipatoria y preventiva, pues, al evocar sentimientos negativos o positivos posibles de tener a futuro, la persona puede cambiar su conducta para lograr o evitar una situación.
La cultura juega un papel importante en la construcción de los eventos que producen cierta emoción, así como en la forma se expresan las emociones.
Uno de los temas fundamentales en el desarrollo socio – emocional del niño es la autoestima. La valoración que hacemos de nosotros mismos, es decir, la autoestima, se ve influida por varios aspectos, como el nivel de conocimiento que tenemos de nosotros mismos, de nuestras habilidades (lo que hacemos bien y lo que hacemos mal), el carácter de nuestras interacciones familiares y con padres, las comparaciones que hacemos entre nosotros y nuestros compañeros y por la medida en que alcanzamos los estándares y expectativas sociales.
Dado que el niño en esta etapa interactúa con diferentes círculos sociales (familia, escuela, pares) y que el desarrollo cognitivo le permite una mayor reflexión, el concepto que tiene de sí mismo comienza a ser cada vez más profundo y objetivo, considerando tanto aspectos positivos como negativos de sí mismo.
A partir de los 8 años, la valoración personal comienza a organizarse de manera más específica y diferenciada de acuerdo al campo. El niño podría entonces tener una valoración personal positiva en un aspecto (como la imagen y competencia, física, aceptación social, competencia académica) y negativa en otro.
Se han desarrollado diversas perspectivas teóricas sobre el desarrollo del autoconcepto (concepción de sí mismo) en la niñez intermedia. Entre ellas, cabe señalar las posiciones de Freud y de Erikson.
Freud (citado por Papalia y Wendkos, 1992) denominó a esta etapa período de latencia del desarrollo psicosexual. Según su teoría, la latencia es un período de calma sexual, en comparación con la infancia y la adolescencia. Puesto que el niño ya superó el complejo de Edipo, ha tomado conciencia de su género y ha introyectado elementos del super yó. En base a ello, la persona está en condiciones de desarrollar su autoconcepto a través de la socialización (y la comparación con el super yo) y de la adquisición de nuevas habilidades.
Para Erikson, cada etapa del desarrollo implica una crisis típica. Los niños entre los 7 y los 11 años se encontrarían en la etapa de industriosidad versus inferioridad, dado que están ingresando al mundo del conocimiento y del trabajo. Tanto por las interacciones escolares, como por las relaciones familiares y sociales, el niño experimenta situaciones que lo pueden llevar, o bien a desarrollar un sentido de industriosidad, es decir, el sentimiento de competencia, o bien, un sentido de inferioridad en términos de capacidad personal.
Otros elementos fundamentales en el desarrollo emocional y social del niño que, de hecho, se relacionan con la manera como el niño se ve y se valora a sí mismo, son las relaciones cercanas, con el padre, la madre, los maestros y la escuela.
Durante la niñez intermedia, si bien los padres y madres dejan de ejercer gran influencia sobre sus hijos, su figura sigue teniendo importancia, en la medida en que representan seguridad e incondicionalidad para los niños.
En esta etapa, los niños comienzan a comprender la ambivalencia, aceptando la posibilidad de experimentar emociones contrarias en una misma situación o persona. Comprenden, entonces, que pueden estar molestos con una persona a la que le tienen cariño o que los padres y los compañeros tienen diferentes formas de pensar, todas ellas válidas.
Las relaciones con los pares son importantes ya que permiten que los niños confronten opiniones, sentimientos y actitudes, examinando así los valores y creencias transmitidos por sus padres. Estas interacciones les ayudan a escoger los valores que guiarán su vida paulatinamente, los niños van aprendiendo a modular sus emociones (Ortiz, 2001) y a ajustar sus necesidades y deseos a los de otras personas, cuándo deben ceder y cuándo permanecer firmes. Si bien esto constituye un proceso, ya se observan cambios significativos entre los 9 y 12 años de edad.
Las relaciones con los compañeros también tienen una contraparte considerada como negativa y es que, por tratar de complacer a los demás, los niños muchas veces se muestran conformes con hechos, aunque realmente no lo estén. Esto se ve con mayor claridad cuando se trata de situaciones ambiguas, en donde la influencia de los compañeros puede tener consecuencias graves como la iniciación en la drogodependencia, alcoholismo o conductas delictivas.
Por otro lado, los maestros también ejercen gran influencia sobre los niños de 9 a 12 años de edad. El comportamiento que tienen los maestros hacia los niños puede modificar lo que ellos piensan de sí mismos. Igualmente, el comportamiento que tenga el niño en la escuela y/o su nivel académico, forma una percepción en el maestro acerca del niño, lo cual influye en su conducta frente a él.
De la misma manera, los valores fomentados en la escuela, el contenido de los cursos escolares y las metodologías de enseñanza ejercen cierta influencia sobre el niño. La adaptación al sistema escolar es un gran esfuerzo para el pequeño, pues no sólo debe aprender un sistema de trabajo específico, sino también debe aprender a compartir con personas diferentes. Este proceso de adaptación en ciertas ocasiones es más complejo, por ejemplo, cuando los compañeros o maestros de la escuela provienen de culturas diferentes a las del niño y sus valores no concuerdan con los suyos.
La identidad sexual es otro aspecto importante en el desarrollo social y emocional del individuo. Los niños durante la niñez intermedia son aun recios a interactuar con niños del sexo opuesto; para algunas personas esto es atribuido a la inseguridad sexual personal y al consiguiente temor a integrarse con grupos mixtos. Para el psicoanálisis, por otro lado, esto es producto de las tensiones edípicas, mientras que para la teoría del aprendizaje, los niños reciben recompensas cuando se comportan de acuerdo a lo esperable, en términos de género. Más allá de ello, durante este período, las conductas diferenciadas por género constituyen uno de los rasgos fundamentales del concepto de sí mismo. En la actualidad, sin embargo, observamos que algunas pautas sociales de género se están resquebrajando.
En términos morales, según la teoría de Kolhberg, los niños de 6 a 12 años se encuentran en el nivel de "Conformidad con las reglas". A los 6 y 7 años, los niños, aún egocéntricos, se preocupan por obtener recompensas hedonistas (fase II), mientras que al rededor de los 10 años, las reglas se siguen para obtener aprobación de los demás (fase III). Hacia el final de la niñez temprana, se entra a la fase cuarta, en la cual se siguen las reglas para evitar el sentimiento de culpa.
Esta condición, determina en los niños una forma de relación con los demás, asimilando conocimientos sociales de manera poco o nada crítica, incluso respecto a contenidos que no comprenden del todo. Es así que el niño entre los 9 y 12 años de edad, se convierte en un "defensor de su cultura" y de las normas, valores y tradiciones que ha adquirido, considerándolas verdades puras. Esta característica es funcional, dado que los niños aprenden qué es lo que se espera de ellos y lo que deben esperar de los demás, dentro de su cultura. Recién durante la adolescencia es que estas "verdades" son confrontadas.
Es importante recalcar que el niño entre los 9 y los 12 años no tiene una estructura organizada de pautas morales, por lo que la moralidad es inestable y a veces hay incoherencia entre la conducta y las creencias. Esto es explicable por un súper yo aún débil o por la experiencia aprendida, según la cual los niños observan incoherencias en la conducta de los padres. Para ambas perspectivas, sin embargo, las incoherencias serían parte del proceso de desarrollo de su moral, el cual se da de manera discontinua.
Los sentimientos de culpa son un motor importante de la moralidad durante la niñez temprana. Como una manera de anticipar el castigo, los niños sienten culpa luego de haber hecho algo mal, a pesar de encontrarse solos, sin un adulto que los reprenda (Rappoport, 1986)
La agresividad es una forma de conducta cada vez más común en nuestra sociedad. Durante la niñez temprana algunos niños muestran patrones de comportamiento agresivos, que van moldeando su personalidad. Según muchos estudios, el rechazo por parte de los progenitores estaría asociado con conductas neuróticas y/o delictivas durante la niñez intermedia. En otros casos, la agresividad se asocia con los roles sexuales, pues muchos niños utilizan la violencia como una manera de afianzar su rol sexual.
Conforme los niños van creciendo, se considera que son más conscientes de las cosas que realizan, por lo que las respuestas punitivas de los padres tienden a aumentar progresivamente con el paso del tiempo. Esto también es fomentado dado que en la niñez intermedia se ven físicamente más grandes y se esperaría un castigo mayor, proporcional a su persona.
Por todo lo revisado, se observa que el niño de 6 a 12 años de edad comienza a vivir experiencias de interacción social y cambios a nivel cognitivo y emocional que va complejizando su desarrollo y lo preparan para ser un miembro activo en la sociedad. Especialmente, la interacción social es un elemento importante en el desarrollo de la personalidad durante esta etapa; y lo interesante es que los estímulos a partir de este momento son altamente diferenciados, de acuerdo a las distintas sociedades.
Historia del Racquetball
El principio del Racquetball se remonta a los años 20 en América, siendo considerado un deporte joven en comparación con el Tennis, Squash y Handball.
Pero es prácticamente en el año 1949 cuando se formo el reglamento que rige el deporte en la actualidad siendo acreditada su creación a Jhon Sobek, tenista profesional de Greenwich, Connectticut, miembro de YMCA.
Sobek creó el Racquetball buscando una alternativa al Tennis para jugar en canchas interiores, combinando las reglas de Squash y del Handball. Hizo modificaciones a las raquetas del Tennis, creando la primera raqueta corta que permitía gran variedad de tiros. Después de elaborar el conjunto de reglas para el juego, Sobek sometió el deporte a juicio para la aprobación de otros jugadores miembros de la YMCA. El Racquetball rápidamente tomó un auge, sobre todo a partir de 1968 que se empezó a desarrollar todo su potencial y se formo la Asociación Internacional de Racquetball (IRA), precursora de la Asociación Americana Amateur de Racquetball (AARA). Repentinamente el Racquetball tomo una estructura definida para los torneos y un reglamento consistente.
Ya a principio de 1980 el Racquetball se convirtió en uno de los deportes mas seguidos a lo largo de Norteamérica. El primer campeonato mundial de Racquetball se realizó en 1984, iniciándose una nueva era y prestigio, dándole una dirección hacia nuevos objetivos. El Comité Olímpico de Estados Unidos, otorgó a la Asociación Americana Amateur de Racquetball el nivel de juego Olímpico desde 1982, lo que le dio oportunidad de sobresalir. Ahora el Racquetball tiene la facultad de participar en los Festivales Olímpicos de USA, preparando el camino para la siguiente fase que seria lograr la participación del deporte en los Juegos Olímpicos futuros. En 1955 el Racquetball consiguió su participación en los Juegos Panamericanos.
Para poder satisfacer la demanda de aproximadamente 9.3 millones de jugadores se han construido millares de canchas a lo largo de 88 países, que es practicado por niños, jóvenes y adultos, sin olvidar al importante grupo que ahora tiene de 35 a 45 años de edad, quienes impulsaron a este deporte en el comienzo y son los responsables del importante desarrollo del Racquetball quien ahora tiene como meta fundamental competir en los Juegos Olímpicos.
En cuba surge en 1990 con la participación de pocos jugadores que provenían del Tennis y la Pelota Vasca. En 1993 se comenzó a practicar como deporte oficial y en ese mismo año Cuba se presenta por primera vez en un Campeonato Mundial del deporte y sucesivamente en el 94. En 1999 se construye la primera y única cancha de Racquetball en Cuba ya que hasta el momento se jugaba en canchas de Pelota Vasca adaptándolas a las reglas del Racquetball actual.
Eventos oficiales del Racquetball:
Internacionales: Centroamericanos y del Caribe Nacionales: Olimpiada Nacional
Copa Panamericana ALBA
Panamericanos Campeonato Nacional
Mundiales juveniles y de mayores Campeonato Juvenil
US Open Amateur y Profesional Copa "García Bango"
Copa Volverán
Circuitos Nacionales
Países que dominan el Racquetball:
Estados Unidos, México, Canadá, Venezuela, Ecuador, Costa Rica, Corea, Bolivia…
¿Qué es el Racquetball?
El Racquetball es un deporte que se puede practicar por dos jugadores – singles -, tres jugadores y/o cuatro jugadores – dobles – que requiere que quien lo practica sea muy ágil, ya que la clave es la rapidez. El juego consiste en ganarle el rally, es decir, "servir" o pegarle a la bola con una raqueta encordada de forma tal que el contrincante no alcance a contestarla antes de que dé dos rebotes en el suelo. Se dice que el servicio está bien hecho cuando se le dá el golpe a la bola y va a pegar hacia el muro antes de tocar el piso.
El jugador anotará un punto cuando gana el rally en su servicio, y dejará de servir en caso de que perdiera el rally, entonces será el turno para el contrincante de servir y no se anotarán puntos. En los partidos de "dobles" los dos integrantes del equipo tienen su turno para hacer el servicio. Se anotará un punto si ganan el rally; en caso de que lo pierda, será el turno del otro integrante de su equipo para hacer su servicio. Si él llegara a perder el rally, entonces, será el turno de servir para el otro equipo. El equipo esencial que se utiliza para la práctica del Racquetball consiste en una raqueta parecida a la utilizada en el tenis, pero es más pequeña y una pelota que está hecha de goma de color azul y tiene mayor capacidad de rebote que una pelota de tenis y deben utilizarse lentes protectores de ojos, además se requiere de la cancha, pelotas y ropa deportiva adecuada. La cancha tiene seis paredes y mide 20 pies (6,096 METROS) x 40 pies (6,096 METROS) x 20 pies de alto (12,192 METROS). Toda la superficie de las paredes, incluyendo el techo, está en juego. El piso es de madera, y es muy importante que sea de un color muy claro y así permitir que los jugadores no pierdan de vista la pelota al estar practicando. Las líneas son en color rojo generalmente. Las canchas son bajo techo en su mayoría. Ocasionalmente, puede practicarse además en canchas exteriores.
Habilidades necesarias para ejercer esta disciplina deportiva.
En general el jugador de Racquetball requiere de agilidad, rapidez y entrenamiento continuo para así lograr el dominio de la cancha, habilidad fundamental para ejercer buenos desplazamientos. En este caso para niños de 9 a 10 años es muy importante el buen desarrollo motriz.
Objetivos llevados a cabo para la preparación física y psicológica en esta etapa.
- Disciplina ante el estudio y el deporte.
- Motivación e interés por la disciplina deportiva mediante juegos que estimulen la práctica.
- El trabajo de la autoestima.
- Trabajar y fomentar la cohesión del grupo.
- Relación adecuada con los padres.
- Buena comunicación con el niño tanto afectiva como en el deporte.
- Trabajo de la imaginación y la memoria.
Cumplimiento de los objetivos mediante la práctica.
Disciplina ante el estudio y el deporte.
El trabajo de la disciplina ante el estudio y el deporte es fundamental. Ya que la realización exitosa de cualquier deporte depende mucho de la disciplina del atleta tanto en los entrenamientos como en los estudios, esto le permitirá sobre todo al niño desde que comienza; formarse como buen estudiante, trabajador, atleta e incluso hacerse una mejor persona. Para esto el entrenador ha de estar muy pendiente a los cambios que se realizan constantemente debido al crecimiento del niño y sobre todo que exista buena relación del niño en el hogar; teniendo en cuenta las particularidades de cada uno.
Motivación e interés por la disciplina deportiva mediante juegos que estimulen la práctica.
Estudiar en el niño solo el crecimiento, el desarrollo de las funciones, sin tener en cuenta el juego, sería descuidar ese impulso irresistible por el cual el niño modela él mismo su propia estatua. No se debería decir de un niño solamente que "crece", habría que decir que se "desarrolla por el juego". La infancia tiene por consiguiente como fin el adiestramiento por el juego de las funciones tanto fisiológicas como psíquicas.
Juego y deporte tienen en común la representación de un acto dentro de un campo propio delimitado para una fiesta. En ambos hay alegría. En el juego nace la civilización, es el principio de la sociedad porque en él se descubren los valores ajenos: el honor o la valentía y del conjunto: la disciplina y la personalidad. Es por esto que en edades tempranas a lo largo de la práctica deportiva se realizan juegos donde los niños por medio de la diversión ejercitan y desarrollan cualidades necesarias para el cumplimiento de la práctica deportiva de cualquier disciplina. (Ejemplos de juegos para el Racquetball Pág. 17 – 18)
El trabajo de la autoestima.
La autoestima es un componente importante para la vida y el deporte. En ella se basa la capacidad de desenvolvimiento que puede llegar a tener la persona o el niño en este caso. En el deporte es muy importante mantener un nivel parejo de autoestima pues al tenerlo bajo influye determinantemente con los objetivos que el atleta tenga marcados y esto puede ser negativo para el cumplimiento exitoso de la carrera deportiva, y si el nivel de autoestima es muy alto puede crear una confianza sobrenatural en el atleta que lo lleva a menospreciar las habilidades de su oponente, esto puede repercutir negativamente en un momento determinado de su vida deportiva.
En el caso de los niños es muy importante que el entrenador conozca las características de cada uno para así estar pendiente de cada cambio en la personalidad del mismo. Como parte del trabajo para el buen funcionamiento de la autoestima en el joven atleta es muy importante el mostrarles el valor de cada uno de ellos.
Trabajar y fomentar la cohesión del grupo.
Esto se logra mediante la realización de actividades en conjunto y el conocimiento poco a poco de las características individuales de cada niño. También depende de los valores que se tomen como referencia ya sean en el hogar, escuela o centro de entrenamiento donde intervienen directamente el tipo de medio en el que se desarrolle el individuo.
Relación adecuada con los padres.
Los padres deben de tener un papel activo ayudando al niño a desarrollar la honradez en el deporte. Para ayudar a su hijo a lograr el máximo de los deportes, es necesario que el padre tome parte activa. Esto incluye:
- Proveerle apoyo emocional y realimentación positiva,
- Asistir a algunos juegos y comentar con él sobre ellos después,
- Tener expectativas realistas sobre su hijo,
- Aprender sobre el deporte y apoyar el que su hijo esté envuelto,
- Estimular a su hijo para que hable con usted sobre sus experiencias con el entrenador y con otros miembros del equipo,
- Ayudar a su hijo a aprender a manejar las decepciones y a perder, y
- Comportarse como espectador modelo y respetuoso.
Aunque este envolvimiento toma tiempo y crea retos con los programas de trabajo, ello le permite al los padres el familiarizarse con el entrenamiento, los valores del equipo, el comportamiento y las actitudes. Estos últimos del niño reflejan una combinación del entrenamiento en el deporte y las discusiones acerca de la honradez en el deporte y el acto de jugar limpio. Es también importante hablar acerca de lo que el niño observa en los eventos deportivos. Mientras que el padre pueda reconocer que en la agitación de la competencia se hace a veces difícil el mantenerse controlado y respetar a los otros, es importante el enfatizar que el comportamiento irrespetuoso no es aceptable.
Como en la mayoría de los aspectos de la crianza, cada padre debe saber que el participar activamente y el hablar con sus hijos sobre sus vidas es muy importante. Estar orgullosos de sus logros, compartir cuando ganan o cuando pierden, y el hablar con ellos acerca de lo que ha sucedido ayuda a los niños a desarrollar destrezas y la capacidad para lograr éxitos en la vida. Las lecciones aprendidas por los niños mientras participan en los deportes darán forma a los valores y al comportamiento en su vida adulta.
Buena comunicación con el niño tanto afectiva como en el deporte.
Es muy importante la comunicación deportiva y afectiva que deben tener el niño y el entrenador. Esto se refiere a conversar con el niño acerca de sus inquietudes y preocupaciones, hacer de las exigencias que conllevan la práctica deportiva un lenguaje metódico y respetuoso para cada niño, incrementando día a día la relación alumno-entrenador. La preocupación y confianza por parte de este ultimo harán posible el trabajo en armonía y por tanto mejores resultados.
La Imaginación en el Deporte
La imaginación es el sustrato básico de la creatividad. Sería impensable un proceso creativo sin que actúe tanto la imaginación como la memoria del ser humano. Y es casualmente el ser humano el que es capaz de modificar en forma activa sus conductas utilizando la imaginación como punto de partida para todo proceso de cambio. Cualquier tipo de "training" imaginativo deberá involucrar a todos los sentidos, ya que en el deporte, aún cuando alguno este preferenciado todos ellos son importantes. Por medio de la imaginación la persona podrá tanto recordar como, crear nuevas experiencias que podrán estar al servicio del entrenamiento mental y lograr conductas de éxito, tanto como para ayudar a controlar la ansiedad, la frustración, o bien recrear los sentimientos experimentados durante un evento o competición. Habitualmente el entrenamiento imaginativo más utilizado es el visual, ya que casualmente es la visión al sentido mas usado en nuestra vida cotidiana.
Todas las personas pueden utilizar su imaginación y crear cualquier grupo y tipo de imágenes impresas en su memoria. De este modo las sensaciones, sentimientos, ideas o emociones habidas en experiencias deportivas del pasado, pueden servir para no solo recrear las mismas sino para crear futuros eventos que presentarían el beneficio de saber como actuar con eficacia.
En muchas oportunidades se ha podido constatar que deportistas bien dotados físicamente carecen de la suficiente habilidad psicológica lo cual perjudica profundamente su rendimiento global. Por esto, día a día tanto teórica como prácticamente se va descubriendo el positivo papel que desempeña la imaginación en la actividad deportiva, y ya que todos los deportistas poseen la habilidad imaginativa, se han implementado diferentes métodos para desarrollar la misma.
Como ejemplo del trabajo de la imaginación y la memoria en el Racquetball están presentes los ejercicios de imitaciones donde los niños deben como parte del calentamiento y además de mejorar la técnica de golpeo hacer los movimientos requeridos para realizar la técnica de golpeo de la bola, en este caso ellos deben imaginar que van a golpear la bola (pues no la tienen) y deben visualizar el punto en la pared para saber que tiro van a ejercer y todo esto a través de la capacidad imaginativa y la memoria que tengan.
Programa de Enseñanza para esta categoría.
A través del programa de enseñanza se desarrollaran dos etapas fundamentales con características específicas para esta categoría. Dentro de ellas están la etapa física general donde se representaran juegos usados para el cumplimiento del trabajo físico teniendo en cuenta las edades con las que se esta trabajando, tratando así de amenizar las practicas por medio de juegos; además está la etapa especial donde se trabajan básicamente los ejercicios técnico-tácticos que ya emplean los niños y que deben desarrollar, teniendo en cuenta que el Racquetball es un deporte que comienza desde edades muy tempranas como 6 años y por lo tanto ya hay un conocimiento previo del sistema de juego. Al llegar a estas edades los niños ya tienen como base competitiva el conocimiento del multibote. El multibote es un sistema de juego de Racquetball creado para las categorías menores de 8 años. Este sistema de juego tiene peculiaridades y variaciones en las reglas de juego. Básicamente se juega en una cancha de Racquetball y la técnica que se empleará con estos niños es la misma que usarán para todas las restantes categorías ya que es la base del movimiento técnico de los jugadores de Racquetball. Para adaptar una cancha de Racquetball al juego de multibote solo se le pintaran dos líneas en la pared delantera que delimitan el espacio que posteriormente marcará las variaciones de las reglas. (Fig. 1)
Fig. 1
El niño ya desde temprano comienza a aprender a dominar los diferentes tipos de saques. A continuación una breve explicación del esquema de multibotes anterior. La zona de multibotes indica al niño que puede dejar que la bola pique tantas veces como el quiera o se acomode para golpearla antes de que comience a rodar, además existe la posibilidad de que la pelota toque la pared trasera y siga adelante, en este caso el niño deberá golpearla antes de que pase la línea delantera de la zona de saque. La zona de 2 botes indica al niño que solo debe picar la pelota dos veces en el piso. La zona de 1 bote como su nombre lo indica obliga al niño a pegarle a la bola antes de que pique dos veces. Y además se muestran en el esquema las zonas de saque y defensa, las demás zonas explicadas se llevan a la práctica a partir de que comience la devolución del saque.
Etapa física General.
Dentro de esta etapa aparecen juegos que además de cumplir los objetivos de trabajo y desarrollo de las capacidades físicas también son una forma de amenizar las prácticas.
Cada juego desarrollado en esta etapa esta vinculado al cumplimiento de las habilidades necesarias para trabajar posteriormente en la etapa especial:
Juego 1. (Mejoramiento de la saltabilidad)
Los niños deberán formar dos hileras a la voz de salida, los dos primeros en una carrera hacia la pared frontal deben saltar las líneas discontinua, corta y delantera. Gana quien llegue primero a la pared frontal.
Juego 2. (Trabajo de la velocidad de reacción)
Sentados de espalda a la pared frontal con los pies estirados y las manos en la nuca a la voz de salida los jugadores saldrán corriendo hasta la pared delantera, el primero que llegue es el ganador y retroceden caminando por fuera del área de carrera. (Esto se puede hacer desde varias posiciones de arrancada)
Juego 3. (Trabajo de la resistencia anaerobia)
Durante 30 segundos contados por el profesor el niño debe hacer un recorrido desde la zona uno pasando por la 2 y la 3 hasta llegar nuevamente a la 1 esto lo hace repetidamente durante los 30 segundos. El niño que más veces repita el recorrido será el ganador.
Juego 4. (Trabajo de los reflejos)
Acostado el niño en el piso bocarriba con los brazos al lado del cuerpo. El entrenador estará parado justo detrás de la cabeza del niño con dos pelotas 1 en cada mano, dejara picar en el piso una de las dos y el niño deberá mover la cabeza hacia la dirección en que pico la pelota.
Juego 5. (Trabajo de la coordinación)
El niño deberá colocarse en el medio de la zona de saque y desde este punto tocara las líneas de ambos lados pintadas en el piso alternando los pies y siempre pasando por el punto medio de partida. Esto lo hará por 10 segundos. El niño que mas líneas toque será el ganador.
Etapa Especial (técnico-táctica).
En esta etapa ya el niño deberá realizar ejercicios para el mejoramiento de la técnica así como la practica de saque y defensa, los tiros que se efectúan durante el juego (doble pared, pinch, splat, cruces…) y los tiros al techo. Además como parte del estimulo para que las practicas no se tornen aburridas se realizan pequeños campeonatos entre ellos para estimular y motivar el interés, y además llevar a la practica lo aprendido.
Preparación teórica.
Esta permite profundizar los conocimientos de niño acerca de sistemas de juego que ya en estas edades se ponen de manifiesto, plan de ataques, formas de servicio, conocimiento de las reglas que ya en esta categoría son las oficiales, además de la practica y conocimiento de las señas utilizadas durante un partido. El Racquetball para esta categoría tiene como competencia fundamental el mundial infanto-juvenil comprendido desde las edades de 6 a 19 años.
Conclusiones.
Por medio de este trabajo se han dado a conocer todos los elementos relacionados con un Programa de Enseñanza de Racquetball para niños de 9-10 años cuyo objetivo ha sido el cumplir dicho Programa a partir del conocimiento previo de las características físicas y psicológicas de los niños en esta etapa.
Bibliografía.
Paginas de Internet
CD de la universalización
Libro de psicología general.
Integrante:
Disney Linares Barrera
Deporte: Racquetball
Grupo: 205
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