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Principales causas de morbilidad y mortalidad en la producción intensiva de Conejos (página 2)


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El conejo como animal de experimentación.

El conejo doméstico es un mamífero que surge producto de la evolución de sus ancestros, los conejos primitivos y la liebre (Lepus). Pertenece al orden de los Lagomorphos y no al de los roedores como erróneamente se les clasificó. Apareció en la tierra hace 45 millones de años, en el período Eoceno y su nombre científico obedece a Oryctolagus cuniculus (Riveron et al., 2005).

Su crianza y domesticación se remonta a siglos anteriores, aunque con los años, esta especie ganó importancia por las posibilidades que brinda; la historia de la misma está rodeada de muchos misterios y a pesar de ello, el conejo doméstico era conocido por los romanos, egipcios, chinos y fenicios antes de Cristo. En los primeros años del siglo XX comienzan a aparecer las diferentes razas que conocemos hoy y con la introducción de las jaulas de alambre y la puesta en práctica de técnicas de explotación más intensivas, se organizan las asociaciones de productores y la crianza transita por el camino de la industrialización (Riveron et al., 2005).

El conejo es un animal muy prolífero y se pueden obtener de 6-8 partos / hembra /año, con una producción de 35 a 55 conejos /coneja/ año, cuando se asegura una buena alimentación. Su período productivo es muy corto y se adaptan a distintos climas e instalaciones, además de alimentarse de una variada gama de productos y subproductos agrícolas que otras especies no pueden hacerlo (Sosa, 2001).

La producción mundial se agrupa casi en un 50% en los países de Europa Occidental y en Europa del Este, las más significativas corresponden a la República Checa, Eslovaquia, Polonia, Yugoslavia, Hungría y China, en esta última, debido, a un bajo consumo de las carnes y la alta producción de lana de Angora (Riveron et al., 2005). El conejo también puede ser utilizado como animal de laboratorio o experimentación y es un biomodelo ideal para la reproducción de enfermedades y la evaluación de nuevos fármacos y productos biológicos (Kraft et al., 1994b).

Principales causas de enfermedades en los conejos

El conejo, dada la propia caracteristica de la especie, es muy susceptible a padecer enfermedades de diversas etiologías siendo esta una de las causas de perdidas en esta especie animal (Merck y Col, 1993). Una parte de dichas pérdidas se le atribuye a malformaciones congénitas y animales débiles, pero la mayoría es provocada por enfermedades infecciosas difíciles de combatir y dentro de estas las respiratorias son de destacar por su contagiosidad en los sistemas de cría, debido a que su transmisión por lo general es aerógena (Ponce et al., 2000,Sosa, 2001).

Los criadores de lagomorfos plantean que entre el nacimiento y el final del engorde existe en esta especie una mortalidad cercana al 20 % y que una de sus causas fundamentales son las enfermedades infecciosas. Dentro de las principales causas de morbiletalidad que se describen en la literatura (Coudert et al., 1999,Brown, 2000) se encuentran:

Enfermedades Bacterinas y Micóticas: Pasteurelosis, Yersinosis, Neumonías enzoóticas, Salmonelosis, Enfermedad de Tizzer, Listeriosis, Tuberculosis, Estafilococosis, Aspergillus spp, etc.

Enfermedades Virales: Enfermedad Hemorrágica viral del conejo y Mixomatosis,esta ultima no se ha reportadoen nuestro país.

Enfermedades Parasitarias: Coccidiosis, Amebiasis, Toxoplasmosis, Encefalitozoon cuniculi, Tripanosomiasis, Sarnas, Garrapatas, Pulgas. Estas enfermedades son muy comunes en todas las crianzas de conejos del país, cuando no se mantienen adecuadamente las medidas higiénicas sanitarias necesarias.

Dentro de todas las enfermedades que afectan esta especie, las enfermedades respiratorias ocupan un lugar importante, ya que se trasmiten por vía aerógena y muchos animales pueden ser portadores asintomáticos, perpetuando así la enfermedad en la colonia (Sosa, 2001).

Otros autores han reportado a las enfermedades digestivas como las de mayor importancia debido a los trastornos digestivos que provocan algunas bacterias y parásitos (Castillo et al., 2001,Merck y Col, 1993). Estos autores refieren que el principal problema de mortalidad y bajos rendimientos en la cunicultura industrial se achaca fundamentalmente a la enterocolitis y las medidas de profilaxis médica se centran en esta patología, sin embargo, se han descuidado otros problemas patológicos de fondo, como los respiratorios, que podrían ser a su vez causa secundaria de brotes de enteropatías de mayor gravedad. Por ello, recomiendan tratar de mantener los conejos en las granjas con el mayor grado de salud global posible y de esta manera los problemas patológicos esporádicos que les puedan afectar no serián tan graves.(Merck y Col, 1993, Rosell, 1995, Ruiz, 1983,Villa et al., 2001).

Conocer el origen y la causa de los problemas respiratorios de los conejos, es la base fundamental para establecer las medidas adecuadas y eficaces de prevención y control de dichos procesos, lo que además nos permitirá ahorrar mucho tiempo y dinero a la hora de enfrentarnos a ellos (Brown, 2000,Flanninen, 1987,Harkness and Wagner, 1977,National Council Resersh, 1996).

Los principales agentes microbianos identificados e implicados, en ocasiones, con síndromes respiratorios han sido Pasteurella multocida, Pasteurella hemolítica, Bordetella bronchiseptica, Staphylococcus aureus, Pseudomonas aeruginosa, Francisella tularensis, Streptococcus spp, Yersinia spp, Klebsiella spp, Mycoplasma spp, Chlamydia sp, Aspergillus spp y el virus de la mixomatosis. Estos son gérmenes que suelen provocar sintomatología respiratoria, hay que tener en cuenta que también existen otros que pueden colonizar otros órganos y de forma indirecta debilitar a los animales, provocando lesiones de entrada y favoreciendo asi las infecciones respiratorias.

De la lista de agentes anteriormente citados, los más peligrosos por su frecuencia de aparición o aislamiento y la gravedad de las lesiones que provocan, son Pasteurella multocida, Bordetella bronchiseptica y Staphylococcus aureus (Lugo et al., 2003).

Un buen engorde, o lo que es lo mismo un buen rendimiento de la explotación es el resultado de una condición sanitaria rigurosa y a pesar de la cuidadosa atención veterinaria, los alimentos cada vez más elaborados y los sistemas de ventilación más y más sofisticados; la mortalidad sigue siendo un enorme lastre para los criadores (Krempels, 2000).

La aplicación de los principios de sanidad, reproducción, nutrición y control de enfermedades hace la diferencia entre el éxito y el fracaso de la cría de conejos. El amoniaco emanado de las deyecciones es también contraproducente para el crecimiento normal de los animales, ya que un ambiente cargado de esta sustancia les provoca un enorme estrés que hace que no consuman alimento o que este no sea bien asimilado (Ponce et al., 2000,Lucas P.J., 2000). De igual forma es recomendable el control microbiológico del aire, quien transporta particulas impregnadas de virus, bacterias y hongos, recomendandose descontaminar con algunos productos que han sido eficaces en los locales de criadero, como por ejemplo, el ozono (Lucas P.J., 2000), el cual se viene utilizando desde hace ya muchos años con resultados exitosos en el saneamiento y desinfección tanto del aire como del agua de los criaderos de conejos (Ponce et al., 2000).

Enfermedades respiratorias

V.3.1- Infecciones causadas por Pasteurella.

La Pasteurelosis o infección por Pasteurella spp. es una de las enfermedades, más comunes de los conejos de granja; se trata de una enfermedad de fácil contagio por vía aérea entre animales muy cercanos, o también de forma directa por contacto de madres a gazapos verticalmente, a través de estornudos, mucosidades, agua de bebida e incluso el personal también podría transmitirla (Villa et al., 2001).

El género Pasteurella está conformado por un grupo de bacterias caracterizadas por ser pequeños bacilos cocoides, gram negativos, patógenos fundamentalmente de animales aunque se ha visto afectando a personas inmunodeprimidas o personal que labora con animales infectados (Merchant and Parker, 1973,Merck y Col, 1993).

Esta bacteria fue reportada por primera vez en 1878, por Bollinder, quien planteó la existencia de un germen que causaba una enfermedad mortal en animales silvestres y ganado bovino. Davaine y Gaffky en 1881, describieron el agente de la septicemia del conejo (Merchant and Parker 1973). Por lo general esta bacteria es endémica en colonias de conejos y la adquisición de la infección en los animales jóvenes es correlativa a la prevalencia en conejos adultos.

Si los conejos jóvenes son separados rápidamente de los adultos infectados, la posibilidad de infección para los jóvenes disminuye. La transmisión es fundamentalmente por contacto directo con las secreciones nasales, a partir de conejos infectados y puede ser incrementada cuando la rinitis induce estornudos y aerosolinización de las secreciones. Las colonias de conejos libres a Pasteurella multocida pueden ser establecidas por cesárea, por tratamiento con antibióticos o mediante la prevención con vacunas muertas o atenuadas. (Deeb et al., 1990).

La habilidad de los conejos a resistir a una infeccion por Pasteurella multocida depende en parte de la salud de la mucosa expuesta y la probabilidad de la producción rápida de anticuerpos mucosales (IgA) los que inhiben el crecimiento de la bacteria. La infeccion se instala, según opinión generalizada, en el tracto respiratorio. El proceso infeccioso puede tomar formas diversas, desde la peraguda, agudas hasta la crónica. En el primer caso se observan pocos signos clinicos antes de que sobrevenga la muerte del animal. Entre las lesiones observadas predominan las propias de una septicemia generalizada (Clark et al., 1996).

En las formas crónicas pueden observarse la presencia generalizada de lesiones supurativas, que suelen afectar el tracto respiratorio, la conjuntiva y los tejidos encefalicos adyacentes (Watson et al., 1975,Clark et al., 1996,Arguello et al., 1979,Cueto and Pascual, 2002). Se plantea que la bacteria penetra en el tracto respiratorio, primariamente en los nasales y cuando la infección es establecida, puede colonizar también los paranasales, oído medio, conducto lagrimal, órganos torácicos y genitales. Su localización es muy amplia y se debe a que una vez que entran en el animal, favorecidas por otros agentes infecciosos concomitantes como Bordetella bronchiseptica, Mycoplasmas o virus, unidos a factores ambientales externos desfavorables para los animales, provocan la infección y su posterior difusión por vías aéreas respiratorias y por la sangre a todos o algunos de esos órganos, finalizando incluso con la muerte de los animales tras una septicemia hemorrágica que afecta a órganos vitales. En ocasiones los conejos pueden tener infección crónica de tejidos internos u órganos como oído medio o pulmón sin ningún signo de rinitis y ser negativos a Pasteurella multocida por cultivo nasal. Tanto la colonización como la enfermedad son influenciadas por factores relacionados con el hospedero y el patógeno (Deeb et al., 1990,OIE, 2000).

Dadas estas diferentes manifestaciones de la pasteurelosis, que como hemos visto no son sólo respiratorias, y que ésta es una patología de colectividad; en las granjas afectadas podemos encontrarnos con individuos infectados por P. multocida en diferentes situaciones: animales muertos o moribundos; animales con síntomas respiratorios o de otro tipo, más o menos graves, rinitis, neumonías, mamitis, etc., con presentaciones subclínicas, agudas o crónicas y animales que son portadores asintomáticos de Pasteurella que tras la infección expulsan bacterias con potencial infectante al ambiente, sin padecer síntomas de ningún tipo (Deeb et al., 1990,OIE, 2000).

Si esta enfermedad no se controla eficazmente en sus inicios, la situación en granja puede llegar a ser tan grave que puede obligar al vacío sanitario y cierre temporal de la explotación. Dentro de los factores secundarios a esos agentes etiológicos, que podrían afectar al inicio y desarrollo de los problemas respiratorios de los conejos, hay algunos propios de los animales o endógenos y otros del ambiente que les rodea o externos, así como algunos relativos a los propios microorganismos; dentro de estos factores se encuentran (OIE, 2000,Lugo et al., 2003,Lugo, 2008,Sosa, 2001):

-Edad: Las conejas jóvenes y los gazapos al final del cebo parecen ser más propensos a sufrir procesos agudos; los animales adultos tienden a padecer procesos más crónicos.

Sexo: Los machos padecen con más frecuencia rinitis y coriza que las hembras.

Estado fisiológico: En las conejas madres tras el parto y en los gazapos después del destete, suelen agravarse estos problemas, probablemente por el estrés ocasionado.

-Genéticos: Parece posible la selección genética de los conejos por su resistencia a estas enfermedades, lo que ayudaría de forma importante a su prevención y control.

-Inmunológicos: La posibilidad de generar anticuerpos en los conejos vacunados con bacterinas o autovacunas podría reducir la incidencia de estos problemas.

-Animales portadores: Los conejos enfermos o portadores asintomáticos de Pasteurella son una fuente de contagio para los demás, por lo que deben ser controlados a su entrada o eliminados de las granjas para reducir la incidencia de la enfermedad.

V.3.2- Infecciones causadas por Bordetella bronchiseptica.

El género Bordetella está conformado por bacterias de metabolismo aerobio, cuyas características fisiológicas y bioquímicas las han agrupado en un mismo género y a su vez diferenciado en 4 especies: Bordetella pertussis, Bordetella parapertussis, Bordetella bronchiseptica y Bordetella avium (Sapian, 1991). Todas estas especies están asociadas con infecciones de las vías respiratorias; Bordetella pertussis y Bordetella parapertussis son patógenos exclusivamente de humanos y las dos especies restantes, lo son para animales fundamentalmente (Hallander et al., 1991).

Según Merchant and Parker, 1973 (Merchant and Parker, 1973) Bordetella bronchiseptica se aisló por primera vez en 1896 por Galli- Valerio, quien la describió nuevamente en 1908, denominándolo Bacillus caniculae, estos autores refieren además que en 1911 esta especie fue aislada y descrita en los EE.UU con el nombre de Bacillus bronchicanis, el cual cambió en 1913 a Bacillus bronchiseptico y posteriormente en 1957 con la definición del género Bordetella en la Edición del Manual Bergey de ese año.

Los factores de patogenicidad comunes entre Bordetella bronchiseptica y Bordetella pertussis son la Hemoaglutinina filamentosa (HAF), la presencia de aglutinógenos (fimbrias), la enzima adenilato ciclasa, las hemolisinas, la endotoxina (LDS) y la toxina termolábil, lo cual demuestra aún más la similitud antigénica de estas dos especies (Burns et al., 1993).

Esta bacteria se considera un parásito del tracto respiratorio de diversas especies de animales; M"Gowan en 1911 describió el hallazgo del germen en hurón, mono, cabra, cobayo, conejo, gato y perro y además dio a conocer que había aislado esta bacteria en un empleado que había manejado conejos y cobayos. En 1943, Phillips en Canadá logró aislarla en cultivo puro a partir de exudados bronquiales de cerdos. Durante todos estos años de investigación de esta especie, la prevalencia de infección ha sido especialmente alta en cerdos, perros y curieles (Winsser, 1960,Smith et al., 1982). Además se ha encontrado afectando otras especies como ratas, ratones, conejos y otros (Good and May, 1971,Deeb et al., 1990,Lugo, 2008).

También ha estado involucrada esta bacteria en afecciones respiratorias en personas inmunodeprimidas y convalecientes, así como en personal que ha mantenido un contacto estrecho con animales enfermos; aunque no es considerado un microorganismo antropozoonótico (Bauwens et al., 1992).

En cuanto a los animales de laboratorio, se ha demostrado que esta bacteria es capaz de afectar a la inmensa mayoría de las especies, principalmente roedores, lagomorfos y caninos, entre otros. Su presencia influye de forma negativa en los resultados de las diferentes investigaciones en las que se emplean estos animales. Producto de estas afectaciones, así como el impacto económico que representa la pérdida de estos tipos de animales con características de crianza y reproducción diferentes al resto de las especies, se incluyó esta bacteria dentro de la lista de microorganismos que afectan la condición de animal de laboratorio (Goodnow, 1980).

Bordetella bronchiseptica es uno de los microorganismos que puede provocar enfermedades respiratorias en conejos, siendo capaz de infectar a los animales, específicamente de la categoría desarrollo, mantenerse de forma asintomática y con la aparición de un estrés, ya sea de transporte, nutricional o de manipulación desatar una serie de síntomas como disnea, decaimiento, secreción nasal y/o estornudos, llegando a provocar neumonías severas e incluso la muerte si no se atiende rápidamente (Goodnow, 1980,D'Amore et al., 2000). Brotes por esta bacteria se han reportado por diferentes investigadores en México, Estados Unidos e Italia fundamentalmente, involucrando a curieles, conejos, primates no humanos, roedores y cerdos (Goodnow, 1980,Musser et al., 1987,Percy and Barthold, 1993).

En nuestro país no existen datos de infección en conejos por esta bacteria ya que la cría de esta especie animal es fundamentalmente por criadores particulares, los cuales al aparecer síntomas compatibles con procesos respiratorios proceden rápidamente al sacrificio de los animales enfermos para evitar la propagación de la enfermedad en sus conejeras. En estos casos la enfermedad se asocia a Pasteurella multocida, bacteria más frecuentemente aislada en los procesos respiratorios de estos animales. Además no existe en la Red Nacional de Laboratorios Veterinarios de Cuba un diagnóstico de rutina para el aislamiento e identificación de esta entidad; pudiendo ser estas unas de las causas por las que no se considere esta especie como una de lasresponsables de la morbiletalidad de los conejos en Cuba (Ponce et al., 2000,Sosa, 2001).

Diagnóstico de laboratorio

El método de cultivo e identificación se ha utilizado siempre como una técnica de referencia por su posibilidad de detectar los microorganismos mediante su aislamiento y posterior identificación aunque posee sus desventajas, como son: se requiere del sacrificio del animal para el aislamiento primario del agente a partir de los órganos procesados, se necesitan medios de cultivos costosos que encarecen el control de la calidad, ya que en ocasiones requieren ser específicos para el caso de algunas entidades más selectivas en sus condiciones de crecimiento o por sus características, ya que tienen un crecimiento más lento que el del resto de los microorganismos que habitan de forma natural en los órganos a muestrear o que se encuentren contaminando los mismos (Matherne et al., 1987).

Diversos métodos se han desarrollado sobre la base de las características de la reacción inmune y las propiedades físico – químicas de los antígenos y anticuerpos con la finalidad de detectar la presencia de ambos y cuantificarlos. Dentro de las pruebas inmunoquímicas más empleadas, podemos mencionar las técnicas de aglutinación, las técnicas de precipitación, las técnicas con anticuerpos marcados y los inmunoensayos (Peralta et al., 1997).

Las técnicas inmunoenzimáticas, empezaron a desarrollarse con los trabajos de Avrameas y colaboradores quien concibió la idea de marcar antígenos y anticuerpos con enzimas para usarlas en técnicas convencionales como la inmunodifusión doble (Avrameas, 1966). Sin embargo, el empleo de conjugados enzimáticos en estos inmunoensayos se reportó de forma independiente por Engvall y colaboradores (Engvall and Perlmann, 1971). Este método fue presentado como una alternativa a los sistemas de radioinmunoensayos para el diagnóstico de antígenos y anticuerpos.

El término ELISA se utilizó por primera vez por Engvall (Engvall and Perlmann, 1971) y se identificó como ensayos heterogéneos (Peralta et al., 1997). Este sistema era diferente a los métodos enzimáticos utilizados hasta entonces como las coloraciones inmuno-histoquímicas por la técnica de inmunoperoxidasa. Más tarde (Voller et al., 1976), se dieron pasos de avance en el desarrollo de las técnicas inmunoenzimáticas, poniendo a punto el método en micro placa de poli estireno y sugiriendo su uso para titular anticuerpos inducidos por enfermedades infecciosas. Desde el año 1977 hasta la actualidad, se observa un gran auge en la aplicación de estas técnicas para el diagnóstico de diferentes enfermedades en animales y vegetales (Voller and de Savigny, 1981,Peralta et al., 1997).

Los métodos serológicos son en general ampliamente utilizados para la detección de agentes infecciosos en todas las ramas de la microbiología y dentro de ellos, el ELISA es considerado de excelencia por ser una técnica rápida, sensible y específica, permitiendo el análisis de un número grande de muestras (Sakursi et al., 1990); estos sistemas son ampliamente utilizados por laboratorios especializados, dadas sus características de ser económicos, siendo considerado como uno de los métodos de diagnóstico bacteriológico más prometedores en el presente para estudios sero epidemiológicos (Voller et al., 1976).

Según su finalidad se puede utilizar cualquiera de las variantes existentes de este método, tales como: ELISA Directo, ELISA Indirecto, ELISA Sandwich y ELISA de competencia. De ellos uno de los más utilizados ha sido el ELISA Indirecto el cual es capaz de detectar anticuerpos existentes en muestras de sueros de animales ya sean sanos o enfermos, lo que brinda información sobre el estado higiénico – sanitario de la especie animal estudiada (Crowther, 1995).

Por las características que poseen estos sistemas,los hacen sumamente atractivos para los investigadores, permitiendo que en la actualidad sean introducidos prácticamente en todos los campos de la medicina tanto humana como veterinaria, sobre todo como medios de diagnósticos y para estudios tanto epidemiológicos como epizootiológicos, permitiendo que tanto en el mercado como en la literatura puedan encontrarse diferentes sistemas ELISA para el diagnóstico de parásitos, bacterias, hongos, Ricketsias y virus (Voller et al., 1982).

Con el propósito de dar solución a las exigencias de las regulaciones internacionales sobre la calidad biológica de los animales de laboratorio, así como el establecimiento de un sistema de vigilancia epizootiológica que permita preservar tanto la salud animal como la humana, el Centro Nacional para la Producción de Animales de Laboratorio (CENPALAB) estableció un Programa de Monitoreo Microbiológico (monitoreo de salud) con el objetivo de garantizar la disminución del riesgo de infecciones zoonóticas e incrementar la confiabilidad y veracidad de las investigaciones (Riera, 2001a).

En el monitoreo microbiológico de animales, el tipo de agente a monitorear y las técnicas a emplear pueden variar de un país a otro, dependiendo de circunstancias locales como el tamaño de la colonia a examinar, condiciones, vías de obtención y sistema de cría de la colonia, prevalencia regional de organismos específicos y situación económica (Kraft et al., 1994a). En nuestro Centro desde el año 1992 se ha venido introduciendo como uno de los sistemas de diagnóstico para la detección de aquellos virus, bacterias y parásitos que afectan la calidad de nuestros animales de laboratorio, el método inmunoenzimático ELISA (Riera, 2001a).

Tratamiento y Prevención de las enfermedades respiratorias en los conejos

Una vez que los animales han sido infectados de forma natural y muestren signos evidentes de enfermedad sistémica se recomienda su tratamiento con antibióticos de amplio espectro o específicos para este germen; dentro de éstos podemos citar los antibióticos ( lactámicos (Penicilina, Ampicillin y Amoxicillin), los cuales interfieren en la síntesis de la pared celular de la bacteria. Otros antibióticos como las cefalosporinas de primera generación (Cefalexina y Cefadroxil) han sido empleados con buenos resultados. La Eritromicina, Clarithromycin y Azithromycin, antibióticos de la clase macrólidos, interfieren con la síntesis de proteína bacteriana a nivel ribosomal, siendo esto uno de los mayores beneficios para el tratamiento de las enfermedades de tipo respiratorias por su elevada capacidad de penetrar tejidos del tracto respiratorio (Keil and Fenwick, 1998).

A pesar de lo efectivo de algunos antibióticos, el uso indiscriminado de estos ha traído consigo la resistencia de muchas cepas bacterianas a estos, lo que ha conllevado a tratar de buscar alternativas para prevenir una posible infección por esta entidad (Sosa, 2001).

Diversos han sido los trabajos encaminados hacia la protección de los animales ante una infección por Bordetella bronchiseptica y Pasteurella spp fundamentalmente para los animales de laboratorio, los cuales por el uso para el cual están destinados requieren una calidad microbiológica definida y controlada (Riera, 2001a).

La prevención de las enfermedades respiratorias con el establecimiento de un programa de vacunación en la masa animal constituye una de las medidas a tomar para el mantenimiento del status microbiológico requerido en estos sistemas de producción (Shek et al., 1991), lo cual unido al mantenimiento de las condiciones higiénico- sanitarias permite garantizar la calidad microbiológica de esta especie animal (Kraft et al., 1994a). Otras de las vías para mantener las colonias de producción libres de Bordetella bronchiseptica y de otros muchos microorganismos de los cuales deben encontrarse libres estos animales es mediante la crianza en condiciones controladas (Aisladores o Zonas protegidas) las cuales garantizan que estos animales posean una micro biota estable y conocida, con lo que se favorece el desarrollo exitoso de cualquier investigación (Forte et al., 2001).

De forma general el conejo es una especie muy sensible a enfermedades y si no se tienen en cuenta en su crianza todos los requerimientos ambientales, de manejo, alimentación y un programa preventivo de salud, podrían incrementarse los índices de morbilidad y mortalidad en las colonias de cría. Esto trae consigo una afectación en la producción de esta especie animal tan cotizada por la industria médico farmacéutica, dado sus disímiles usos en las evaluaciones de vacunas, ensayos de pirógenos y pruebas toxicológicas, además de ser de gran utilidad en la producción de biológicos para microbiología (Coudert et al., 1999,Ruiz, 1983,Lugo, 2008,Sosa, 2001).

En la Colonia de Conejos del CENPALAB el sistema de vigilancia epizootiológica está establecido desde 1993 con un parte diario de morbilidad y mortalidad por causas y categorías que permite hacer un análisis de la situación epizootiológica en cualquier momento y por el período que se desee; constituyendo esta una herramienta para el especialista veterinario que atiende esa instalación (Sosa, 2001).

Como animales clasificados dentro de la categoría de convencionales, la colonia está expuesta al padecimiento de enfermedades típicas de esta especie animal, afectándolos las mismas enfermedades que reporta la literatura internacional, como son las cutáneas, las respiratorias, las gástricas y otras enfermedades individuales que constituyen causas de alta morbilidad y mortalidad de la población (Sosa, 2001).

Dentro de las principales causas de morbilidad que se describen en la literatura (Boffil et al., 1980,Brown, 2000,Coudert et al., 1999) existen algunas que se han reportado en la colonia en el estudio de 15 años, como las enfermedades bacterianas (Pasteurelosis, Bordetelosis Estafilococosis) y Micóticas. Con relación a las enfermedades virales como la enfermedad hemorrágica viral del conejo, no ha sido reportada por lo que la colonia se mantiene en la categoría de libre a esta y la mixomatosis no se ha reportado en el país (Ponce et al., 2000).

Enfermedades Parasitarias como la Coccidiosis, Amebiasis, Toxoplasmosis y la sarna, son muy comunes en todas las crianzas de conejos del país (Ponce et al., 2000), cuando no se mantienen adecuadamente las medidas higiénicas sanitarias necesarias. La Coccidiosis y la sarna han tenido incidencias en nuestra población cunícola y generalmente se han asociado a cambios en el sistema veterinario y brechas sanitarias en el control preventivo de estas entidades; pero el resto de las entidades parasitarias, no sido reportados esa colonia de producción.

Tener en cuenta los trabajos de prevención y un buen manejo es de vital importancia para la crianza de esta especie animal. Si el cunicultor quiere evitar las pérdidas que causan las enfermedades debe extremar los cuidados y el aseo del conejar, pues siempre es preferible gastar en prevenirlas a perder lo invertido por no hacerlo. La garantía de la calidad sanitaria de todo biomodelo se fundamenta en un riguroso cuidado de salud, basado en un control epizoótico diario, las observaciones clínicas, un diagnostico presuntivo y de certeza, pesquizaje y tratamiento cuando sea requerido; una transportación adecuada y una adaptación y/o cuarentena donde será utilizado (Clough, 1982).

Los conejos son muy sensibles a situaciones de estrés, agentes patógenos y a cualquier factor que altere su medio ambiente. Ello se traduce en el desarrollo de procesos digestivos y respiratorios que comprometen la salud y la productividad de la granja. Se calcula que en países como España cerca del 50% de la mortalidad en las explotaciones industriales se produce por trastornos respiratorios, coincidiendo numerosos autores en señalar la gran importancia que cobra Pasteurella multocida en aislamiento único o asociado a Bordetella bronchiseptica (Villa et al., 2001). Es por ello que Pasteurella multocida es considerada la causa más común de morbilidad y mortalidad en conejos, siendo el síndrome predominante la enfermedad respiratoria o coriza.

A partir del año 1995, comenzaron los primeros aislamientos de Pasteurella multocida en la colonia, la cual se ha incrementando paulatinamente en el tiempo. Ya en el año 2006, coinciden los aislamientos de ambas bacterias, lo que puede estar dado porque a partir del año 2000 se dejó de aplicar la vacuna y al existir cierto grado de inmunidad en la colonia, no había existido más aislamientos de Bordetella bronchiseptica. Todos estos resultados nos demuestran la necesidad de la aplicación de una vacuna combinada contra Bordetella bonchiseptica y Pasteurella multocida, capaz de disminuir los aislamientos de estas dos bacterias en nuestra producción de conejos de laboratorio, las cuales además invalidan la categoría microbiológica de animal de laboratorio (Lugo et al., 2007). Estos métodos de prevención unido a un mejor manejo de esta especie, contribuirían de forma efectiva a la garantía de la calidad higiénico- sanitaria de esta especie animal.

El medio más recomendado para impedir la propagación de Pasteurella multocida es la segregación de los ejemplares infectados (Deeb et al., 1990), sin embargo en muchas partes del mundo predominan los sistemas de producción intensivos en cuyo caso se recomienda la vacunación como medida preventiva. Dadas las dificultades que todavía plantean la elaboración de vacunas vivas atenuadas, la lucha contra la enfermedad sigue dependiendo de vacunas preparadas con Bacterinas, que aunque presentan desventajas en comparación con las vacunas vivas han logrado prevenir las enfermedades respiratorias (Lugo et al., 2007).

Durante este período evaluado, se aislaron también otras bacterias que si bien no afectan la condición de animal de laboratorio, si son bacterias oportunistas que ante determinadas condiciones de estrés pueden afectar la salud del animal y provocar trastornos de tipo respiratorio. Estas bacterias son las mismas que se han reportado por la literatura, como también responsables de procesos respiratorios en esta especie animal, dentro de las bacterias más comúnmente aisladas se encuentran Pseudomonas aeruginosa, Staphylococcus aureus y Escherichia coli. (Rosell, 2003,Rougier et al., 2006), las cuales pueden ser controladas con la mejora continua del sistema de manejo en la colonia, optimizando todos los factores tanto endógenos como externos que influyen en la calidad de las producciones intensivas de conejos (Brown, 2000,Rosell, 1996).

Dentro de estos factores posibles a mejorar podemos mencionar la selección de animales de mejor calidad (resistencia inmunológica), un mejor manejo con las hembras, las cuales son sometidas a un mayor estrés, de forma tal que se reduzca a la mínima expresión el estrés por manejo. Mantener la alimentación pelletizada y estable evitando la acumulación de polvos que provoca irritación nasal en estos animales tan susceptibles lo que facilitaría la ocurrencia de procesos respiratorios. Otros factores que pueden ser controlados sería mantener el estado de las instalaciones y las jaulas según los estándares que se exigen para la cría de esta especie animal (Ponce et al., 2000).

En nuestro centro la producción de conejos de laboratorio se realiza bajo un sistema de gestión de la calidad, donde se posee de forma documentada todo el trabajo zootécnico y veterinario en la colonia, lo cual ha permitido mantener la morbilidad de esta masa animal tan susceptible por debajo del 20 %, valor que se considera por lo expertos en estas producciones como de excelencia en la cría de estos animales (Riveron et al., 2005,Rosell, 2003).

. Todos estos resultados obtenidos en la producción de conejos de laboratorio ha permitido la distribución de más de 27 000 ejemplares anuales a la industria biotecnológica del país, que no solo ha representado ingresos importantes para la institución ($688044. 63) anual, sino que ha garantizado la liberación y uso de productos tan importantes como biológicos y no biológicos (pruebas de pirógenos), obtención de sueros e inmunoglobulinas específicos para el diagnostico, en las investigaciones de las ciencias de la microbiología e inmunología y en la validación toxicológica de productos y medicamentos.

ENFERMEDADES RESPIRATORIAS

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ENFERMEDADES DIGESTIVAS

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OTRAS ENFERMEDADES

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Autor:

Lic. Sonia Lugo Marante

MSc, Dra. MV. Ileana Pérez Martínez

MSc. Dra.C. Iliana Sosa Testé

Partes: 1, 2
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