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Ver o no ver: un abordaje a la obra de arte

Enviado por lavendanop


    "Lo visible no existe en ninguna parte. No sabemos de ningún reino de lo visible que mantenga por sí mismo el dominio de su soberanía. Tal vez la realidad, tantas veces confundida con lo visible, exista en forma autónoma, aunque este ha sido siempre un tema muy controvertido.

    Lo visible no es más que el conjunto de imágenes que el ojo crea al mirar. La realidad se hace visible al ser percibida. Y una vez atrapada, tal vez no puede renunciar jamás a esa forma de existencia que adquiere en la conciencia de aquel que ha reparado en ella.

    Lo visible puede permanecer alternativamente iluminado u oculto pero una vez aprehendido forma parte sustancial de nuestro medio de vida. Lo visible es un invento. Sin duda, uno de los inventos más formidables de los humanos. De ahí el afán por multiplicar los instrumentos de visión y ensanchar así, sus límites."

    Eulalia Bosch

    Prólogo "Modos de ver" John Berger

    Desde siempre, el ser humano ha intentado explicar su mundo interior y exterior a través de la expresión artística. Ya sea para conjurar lo incomprensible o exaltar lo sublime, la actividad artística es inherente al hombre tanto como lo es su capacidad de razonamiento. Y por ello, muchos pensadores de diferentes disciplinas que han arribado a la conclusión que la actividad artística tiene fuertes analogías con el lenguaje, en el sentido que ambos son formas de representación y comunicación de la realidad. Podemos afirmar que las obras de arte representan la realidad, aunque el centro de la discusión siga siendo las diferencias respecto al concepto de representación, ya sea mimética o no.

    No es motivo del presente articulo demostrar la validez de una u otra postura, sino preguntarse- y tampoco la interrogante es novedosa- si en la obra de arte lo importante es el modo en que se representa o, mas bien, el acento habría que darlo en su importancia como disparador de una experiencia estética del mundo. La pregunta es valida si lo que buscamos es saber quien consumirá y abordara este tipo de producción.

    Si aceptamos que el lenguaje artístico es un vehículo de conocimiento de una realidad, o de una parte de ella, que la experiencia que desencadena dicha experiencia es personal, subjetiva e intransferible, necesariamente debemos reconocer que todo sujeto tiene la capacidad inherente para experimentar dicho proceso. Es decir, que el acceso a la obra de arte y su disfrute es una condición natural de toda persona que desee hacerlo.

    En este contexto, el pensamiento de Hans-Georg Gadamer cobra mayor fuerza cuando afirma que la obra de arte no es una simple portadora de sentido, porque que es mas que un significado experimentable porque no solo remite a algo sino que ella misma es aquello a lo que se remite; el conocimiento de la obra de arte no se alcanza intelectualmente sino que detenta de por si su significado. Siguiendo este hilo conductor se concluye que la obra tiene total autonomía de expresión con respecto a su creador y que esta allí para ser vista, comprendida e internalizada por cualquier espectador.

    ¿Pero efectivamente es necesario verla, para luego comprenderla? ¿Es la vista el único modo de aprehender algo? Si nos atenemos a la conclusión de Eulalia Bosch que asegura que la forma – de algo, de alguien- adquiere existencia en la conciencia de aquel de quien ha reparado en ella, estamos ante un proceso con una gran cuota de subjetivismo. Del mismo modo que no existe un único modo de representación valido para todos, tampoco existe una única manera de comprender y apreciar estas representaciones.

    En un esfuerzo por contestar estas interrogantes y ofrecer alternativas frente a un modo de exhibición hegemónico presente en la mayoría de los museos, fue creado y puesto en marcha el proyecto "el museo y otra manera de ver" por la docente Alicia Atilia Valenti de Salmun Feijoo que se desarrolla en el Museo de Artes Plásticas "Eduardo Sívori", en Buenos Aires, Argentina.

    Esta iniciativa ha sido declarada de interés educativo por la secretaría de Cultura del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires en el año 2001, de interés cultural de la legislatura de Buenos Aires, en el año 2002, y avalado por la comisión nacional Argentina de cooperación con la UNESCO en el mismo año.

    El proyecto sigue las directrices de la resolución del ministerio de educación (Nº 854 SSEB del 25 de septiembre del 2001) que indica que la iniciativa "tiene como finalidad prioritaria la integración del ciego a la sociedad mediante la vivencia y la realización creativa a partir del recorrido del patio de esculturas." y que la actividad se complementa con "actividades y talleres que permiten la retroalimentación de la experiencia motivando las inquietudes artísticas, promoviendo el desarrollo de la capacidad creadora háptica, las actitudes individuales y el talento para el manejo de nuevos materiales." Por ello "la propuesta es sumamente valiosa [por que es] tendiente a vencer las barreras físicas e ideológicas para lograr una sociedad que no discrimine ni margine a quienes son diferentes, tratando de brindar a todos los individuos igualdad de oportunidades para su desarrollo, y tener acceso a la cultura y al conocimiento del Patrimonio que encierran nuestros museos." Es importante destacar que este emprendimiento se ha inspirado en las políticas del Comité de Derechos Humanos de la Unión Mundial de Ciegos y ha contemplado la Convención Interamericana contra la Discriminación de las Personas con Discapacidad, aprobada por la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA).

    La importancia del Museo de Artes Plásticas "Eduardo Sívori" se debe principalmente a su constante empeño en poner en valor la producción del arte nacional. Se inauguro oficialmente en 1938, en dependencias del Consejo Deliberante y durante los primeros años fue Museo Municipal de Bellas Artes, Artes Aplicadas y Anexo de Artes Comparadas.

    En 1936, un decreto resolvió la realización anual de un Salón de Pintura, Escultura, Dibujo y Grabado (análogo al Premio Nacional) con premios adquisición. Esta fue la base de la primitiva colección patrimonial del museo, que se aumento con compras directas donaciones particulares, hasta totalizar en la actualidad, mas de tres mil piezas. Hoy en día, el certamen lleva el nombre de "Manuel Belgrano" y sus categorías incluyen Pintura, Dibujo, Monocopia, Grabado y Escultura. El primer premio consiste en una pensión de por vida al artista, y los segundos y terceros premios pasan a formar parte del patrimonio del museo, como adquisición.

    En la actualidad cuenta con una gran sala de exposiciones para la muestra permanente del acervo en forma rotativa, y una sala de exposiciones temporaria. Un espacio abierto para la escultura, biblioteca, salones de usos múltiples para cursos y conferencias. Gabinetes de restauración y fotografía, pequeño anfiteatro, confitería y tienda.

    De este modo, el crecimiento del patrimonio de la institución ha sido sostenido, no solo albergando artistas que han marcado hitos en nuestro panorama nacional de las artes plásticas sino también abriendo sus puertas a nuevas expresiones de artistas contemporáneos. Reconociendo que la experiencia de recorrer un museo influye en cualquier persona en su capacidad de percepción de modo distinto que la vida cotidiana., la docente amplio el espectro de las visitas, influida por la certeza de reconocer que la labor de difusión de un museo no debe llevar implícita una marginación hacia todos aquellos que tienen capacidades diferentes. De este modo, nació "El museo y otra manera de ver" destinado, paradójicamente, a hacernos ver que tal situación podía modificarse.

    La labor cuenta con el apoyo de la directora del museo-arquitecta Maria Isabel de Larrañaga-, su departamento de extensión cultural-a cargo de la licenciada Graciela Limardo- y la labor llevada a cabo por los talleres de escultura y pintura y de literatura y Braille -coordinados por Juan Otto Passenheim y Cecilia Giorgio, respectivamente. Se entendió que la escultura era más accesible para los visitantes ciegos y disminuidos visuales porque les permitía la exploración táctil de las obras originales y facilitaba condiciones adecuadas para el procesamiento y síntesis de los datos obtenidos a través de la percepción. El campo de exploración son obras que forman parte del acervo del museo, y es una actividad en que participan los artistas, quienes ceden sus obras. Las representaciones varían desde la figuración a la abstracción- "porque la vida es para ellos una abstracción" en palabras de Alicia.

    La práctica le ha mostrado a la docente que los ciegos prefieren obras figurativas y, en especial, aquellas que transfieren un sentimiento pregnante, como las maternidades. Esto les ha permitido ampliar el campo de motivos de representación, eligiendo mayor cantidad de piezas. La elección de obras pretende dar un panorama amplio también en la utilización de materiales: piedra, cemento, madera, metal. Antes de iniciar la visita, se prepara una muestra de estos materiales para que los visitantes lo reconozcan de manera táctil cuando se enfrenten a la obra.

    El llamado patio de esculturas- "Ivelise Gordon de Grimaldi"- tiene trece obras originales abiertas a todo publico y acondicionada especialmente para no videntes, bajo la consigna "prohibido no tocar". Allí se habla de espacio, volumen, temperatura de la obra, materiales y de las percepciones que produce. Cuenta con la información en cartelería y folletos impresos en relieve según el sistema Braille, los nombres de las obras se encuentran en forma visual y contienen carteles identificatorios trasparentes en sistema Braille (autor, título y año de ejecución) lo cual permite autonomía y contacto directo con las obras. Asimismo, en el recorrido "Historia del Museo", se entrega información adicional sobre autores, comparación de los materiales y sobre la creación de un taller con el objeto de realizar muestras anuales.

    En este contexto, es primordial destacar el importante trabajo que lleva a cabo el taller que realiza el museo, como complemento, que tiene por objetivo poner todos los sentidos en una labor de experimentación, contención e introducción al lenguaje plástico. Se realiza teniendo en cuenta la posibilidad del acceso de las personas con discapacidad visual total o parcial al arte mediante el trabajo con materiales no convencionales que permiten la manipulación y el juego creando obras que pueden ser tocadas a partir de la tridimención con que son realizadas. La experiencia debe ser vivida, por ello se imponía la necesidad de ver con los propios ojos esta iniciativa. Con sorpresa, me fue posible descubrir, por ejemplo, el modo de pintar de una ciega. La obra era una pintura, y el tema una pareja descansando sobre la playa en una noche de luna llena. El profesor colocó sobre el soporte una fina cuerda de hilo para delimitar la línea de horizonte, y desde allí solo le alcanzaba los colores que ella le iba solicitando. Ella misma, con trozos de hilo, formaba las figuras –la silueta de la pareja, de la luna- para luego rellenarlas con los colores elegidos.

    Otro caso fue el de un dibujo a lápiz. La interrogante era cómo se guiaría la persona para poner los cuerpos en el espacio, si el soporte-una simple hoja en blanco- no admitía la guía de un trozo de hilo, como el caso anterior. El profesor le facilito un lápiz graso, con el cual delimitaría y reconocería los elementos a través de los trazos impresos con diferente fuerza: a mayor fuerza impresa, el trazo seria más graso; a menor fuerza, menos graso. Pacientemente, recorriendo con los dedos la superficie, fue poniendo uno a uno los elementos hasta formar un paisaje de singular belleza: un bote descansando sobre la playa.

    Este ejercicio de taller permite materializar la experiencia que haya producido la propuesta de trabajo sobre un artista en particular o lo que la visita al patio de esculturas haya despertado en cada uno como disparador de ideas para la elaboración de una obra. Se trabaja desde el plano buscando el relieve hasta la incorporación del volumen.

    De este modo, también fue singularmente novedoso observar como en una tarea de modelado, un ciego va incorporando la idea de una totalidad a través de elementos fragmentados, hasta formar un cuerpo completo. El profesor busca el lenguaje de la textura y aquellos fragmentos perceptivos internos que cada uno de los participantes quiera evocar en sus intensas exploraciones sensoriales. La tiza molida, el aserrín, el enduido, etc., son elementos que ayudan a estos encuentros y son lo bastantes resistentes como para formar bases que permitan consolidar recorridos y juegos táctiles.

    La implementación de estos talleres ayuda al ciego al descubrimiento de su propio potencial que antes era totalmente desconocido para él, lo que se convierte en una doble finalidad: por un lado cumple una función de tipo didáctico-lúdico-educativo, y por el otro lo contiene emocionalmente permitiendo que su autoestima se exprese por el trabajo de taller y el compartir con otros el esfuerzo de la creación.

    El esfuerzo de personas como el plantel del Museo Sívori ya ha dado sus primeros frutos en instituciones de igual envergadura en el pais: actualmente el Museo de Arte Latinoamericano (MALBA) y el Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA) han incorporado a sus visitas guiadas, aquellas especialmente programadas para no videntes. Estas iniciativas aun no cuentan con el apoyo económico de nuestro Estado, contrariamente a lo que ocurre en Europa.

    El ejemplo mas paradigmático es del la ONCE, en España. Es una organización sin fines de lucro que lleva a cabo una tarea de enseñanza y asistencia social gratuita- con asistencia del gobierno- a todos aquellos afectados con una perdida de visión parcial o total. La institución cuenta con un museo tiflologico pensado especialmente para sus visitantes no videntes, aunque se espera que los acompañantes se sientan también gratos. Es posible conocer las diferentes actividades que realizan a través de . Incluso han adaptado un pequeño curso a través de su sitio Web, para aprender los rudimentos básicos para interactuar con un invidente y poder ser de ayuda.

    Asimismo, es destacable la labor del Museo Tattile Statale Omero en Ancona, Italia. No solo tiene una amplia variedad de obras que abarcan diferentes periodos de la historia del arte occidental- entre las cuales cabe destacar numerosas piezas copiadas de artistas de renombre universal, como Miguel Ángel- sino que además dispone de un Departamento Didáctico y un Servicio de Investigación y Documentación. Alentados por los resultados obtenidos, desde el 21 al 23 de octubre del 2004 se llevo a cabo el Congreso "Arte a portata di mano: verso una pedagogía di acceso ai beni culturali senza barriere" en la cuidad sede del Museo Omero, en Ancona, región de Le Marche, Italia.

    Los organizadores convocaron a profesionales provenientes del ámbito de la pedagogía, la psicología, la museologia y la historia del arte, entre otras disciplinas. Se remarca así que la búsqueda de políticas de inclusión debe ser una necesidad de índole interdisciplinaria.

    Entre las conclusiones las que allí se arribaron y que caben destacar, por respaldar lo expuesto anteriormente, están las de Maria Antonella Fusco, Directora del Centro per i Servizi Educativi del Museo e del Territorio, Ministero per i Beni e le Attivitá Culturali, quien subrayo la importancia y necesidad de formar auténticos profesionales capaces de cumplir con las normas de los museos y de dar un servicio que que vaya mas allá de la simple solidaridad. En este punto, destaco la importancia de la utilización de nuevas tecnologías que permitan copiar aquellas obras que pueden ser dañadas por el tacto continuo, sin ser deterioradas por este procesote copiado, ampliando la posibilidad de acceso a los discapacitados. Complementando la postura anterior, Enzo Tioli, Vicepresidente de la Unione Italiana dei Ciechi, remarco el creciente reclamo de los ciegos sobre su derecho a participar de la sociedad y la ineficacia de algunas iniciativas que se promueven sin la opinión y asesoramiento de los propios ciegos.

    Finalmente, el propio director de Museo Omero, reflexiono sobre el problema que crean las visitas de personas ciegas a los museos convencionales. El derecho a tocar- algo indispensable para reconocer las obras de arte- choca con la mentalidad de los conservadores y con la necesidad de proteger las piezas. Señalo al respecto que si bien las piezas de un museo no se pueden tocar de forma indiscriminada, las personas ciegas pueden estar más acostumbradas y tocar con más cuidado; se pueden usar guantes y siempre habrá piezas que no se pueden tocar. Comento que existe una polémica estéril sobre si deben o no existir museos para ciegos y afirmo que ambos tipos de institución pueden y deben coexistir.

    Las personas ciegas muchas veces se sienten incomodas en museos tradicionales, donde muchas veces las piezas no son las mas adecuadas para explorar o se preparan recorridos "solo para ciegos", que los apartan de los demás usuarios, haciendo que se sientan discriminados. Uno se puede interiorizar sobre sus objetivos a través de la página del sitio web del Museo Ormeo, en www.museoomero.it.

    Es indudable que el camino recién se comienza a recorrer. Incluso países más avanzados se hallan ante la necesidad de abrir las puertas de sus museos, adaptando su patrimonio para incluir a personas con diferentes discapacidades, pero a la vez de seguir las reglas de conservación de las piezas. En este punto, la tiflotecnologia- adaptación y accesibilidad de las tecnologías de información y comunicación- presta y prestara una ayuda inconmensurable para llevar a fin con éxito las ideas propuestas.

    Podemos citar como ejemplo el elaborado por la diseñadora grafica puertorriqueña Ileana Sánchez en el 2003, en colaboración con Museo Metropolitano de Nueva York, quien creo el primer libro producido en el mundo que combina las tecnologías Tecno Braille, Tecno Print y la impresión tradicional para poner al alcance de las personas ciegas las obras maestras de todos los tiempos. En lugar de utilizar el tradicional repujado sobre papel denso para crear los puntos en relieve Braille, Tecno Print y Tecno Braille se valen de un acrílico liquido que se deposita en el papel, creando puntos en relieve y líneas "levantadas" sobre las imágenes.

    Estas y otras iniciativas poco a poco están prosperando y ampliándose cada vez mas.

    En nuestro país, la inclusión debe ser una tarea que nos involucre a todos, y necesita urgente de la colaboración de todas las disciplinas relacionadas y desde todos los ámbitos de actividad y estudio. Solo un dialogo pluralista y abierto puede hacer reaccionar a nuestros dirigentes de la creciente importancia de una labor que hoy se lleva a cabo aisladamente, pero que mañana tiene que ser uno de los valores que deben heredar nuestros hijos y nietos.

    Bibliografía:

    Berguer, John: "Modos de ver", editorial Gustavo Gilli, Barcelona, España

    Gadamer, Han-Georg: "La actualidad de lo bello", editorial Paidos, Barcelona, España.

    Pérez Carreño, Francisca: "Estética analítica" en "Historia de las ideas estéticas y las teorías artísticas contemporáneas" V. II, Valeriano Bozal Ed., Madrid, España

    Publicaciones:

    Salmón Feijoo, Alicia: "El museo y otra manera de ver", documento de presentación al proyecto.

    Sitios web consultados:

    www.once.es

    www.museoomero.it

    noticias.ya.com/cultura/2003

    Por:

    Laura Avendaño Pérez

    Operadora cultural

    Datos de la autora:

    Operadora cultural, egresada del Instituto Superior Dante Alighieria. Cursando actualmente la carrera de Valuación y Expertizaje en obras de arte, Universidad del Museo Social Argentino, Buenos Aires, Argentina.

    Cursos/ Seminarios/ Jornadas:

    Carrera de historia general de las artes. Coleccinismo. Vanguardias artisiticas del siglo XX. Patrimonio cultural. Circuitos de arte no tradicionales.

    Museo Nacional de Bellas Artes y Museo de Arte latinoamericano de Buenos Aires, Argentina.

    Participación en diversos eventos y ferias de arte.