Capacitación para el uso de la tecnología educativa: la clase satelital
Enviado por Yunior Andrés Castillo Silverio
- Introducción
- El docente universitario y la educación del siglo XXI
- La clase satelital
- El medio televisivo
- Una experiencia práctica en la clase satelital
- Conclusión
- Bibliografía
Sabiendo la gran responsabilidad que demanda la realización de la labor educativa y teniendo en cuenta la vertiginosa evolución de las tecnologías en los últimos tiempos, el docente debe encarar con decisión la capacitación en el uso de modernas herramientas que faciliten la construcción de nuevos aprendizajes.
Es en este contexto que el trabajo se orienta a profundizar sobre las técnicas para la enseñanza de nuestra disciplina. Específicamente, el autor desea compartir la experiencia en la realización de clases satelitales impartidas a estudiantes universitarios y algunos aspectos referidos a las particularidades en la utilización del medio televisivo con fines educativos.
En una primera parte se sitúa el rol del docente universitario en relación a la educación del siglo XXI. El énfasis se centra en el papel de la educación a distancia como opción válida frente a determinadas situaciones y el impacto que tienen en este proceso la aplicación de nuevas tecnologías. Adicionalmente, se caracteriza la utilización de la red satelital como apoyo a la docencia superior.
La temática continúa en el análisis de una herramienta específica y novedosa para emplear en la docencia universitaria: la clase satelital. Una breve cita de ventajas y desventajas hacen de marco de reflexión al papel del docente frente a esta tecnología de reciente difusión.
Una tercera parte del trabajo se refiere al medio televiso que posibilita la utilización de esta técnica. Se plantean algunos aspectos que devienen de la correcta (o incorrecta) utilización del mismo como apoyo a la tarea docente. Como complemento, se mencionan ciertos detalles que hacen a la utilización de los materiales en este contexto mediático.
Finalmente el trabajo presenta algunas referencias a la experiencia práctica en la realización de clases satelitales. En esta parte se induce a reflexionar sobre la resistencia natural que implica todo cambio ante la pérdida de seguridad por experimentar algo diferente a lo ya conocido.
Como conclusión se destaca la revalorización del rol de docente como centro motivador del proceso de enseñanza- aprendizaje dentro de este nuevo contexto tecnológico.
Los medios de comunicación y las nuevas tecnologías abren nuevas posibilidades de recepción y de difusión de la información. Permiten la eliminación de las fronteras espacio-temporales y el aprovechamiento del material por parte de aquellos que se encuentran dispersos geográficamente. Facilitan una educación más personalizada, ya que el estudiante, con determinados diseños, puede optar cuando comenzar, con qué ritmo de aprendizaje, que espacio y tiempo dedicará al estudio y otras cuestiones de idiosincrasia. Se logra una mayor integración del alumno en el proceso de aprendizaje a través de un nuevo sistema de enseñanza que potencia al alumno y le permite estar más involucrado en todo el proceso de incorporación de los nuevos conocimientos.
Incorporando la educación no presencial a los programas, se tiene amplias posibilidades de mejorar la educación impartida, no por sustitución de las maneras de enseñar y aprender que implican la proximidad física, sino por su potenciación y realce. Para que esto se lleve a cabo con éxito, una nueva cantidad de temas deben ser tenidos en cuenta, ya que la educación implica mucho más que la transferencia de conocimientos de docente a alumno. Si hoy lo más importante es que los alumnos aprendan a aprender, la dedicación y capacidad del docente es y seguirá siendo el pilar fundamental para el aprendizaje. Se debe aprovechar el potencial educativo de las nuevas tecnologías, como herramientas que reesfuerzan y fortalecen los diseños metodológicos propuestos por el docente.
El uso de la tecnología educativa implica aprendizaje constante de la misma. En cada momento el usuario hace más firme sus conocimientos, sabe atender más fallas y usar más funciones de los programas que emplea. A medida que aumenta la experiencia crece la tolerancia a la frustración. Se acepta que todos los sistemas tecnológicos tienen fallas y que hay que aprender a vivir con ellas.
El docente universitario y la educación del siglo XXI
1.1. El papel del docente en la educación a distancia
Como bien lo expresa Tunnerman [1], "el docente universitario para el siglo XXI tiene que estar compenetrado de que la universidad se encuentra en el centro de la sociedad del conocimiento." Pero también, tiene que conocer las tendencias que la globalización de la economía está imponiendo a dicho proceso. La globalización está despegando a los individuos de su sentido de pertenencia nacional, para incorporarlos a un universo económico, técnico y científico común a todos los hombres. Por otra parte, está generando una legión de perdedores, los desocupados, los profesionales de clase media que no pueden actualizar los conocimientos que la demanda laboral exige. Para contrarrestar estos efectos, el factor decisivo será el nivel educativo de los pueblos. Advertido de los riesgos que implica la globalización, el docente universitario del siglo XXI tiene que estar abierto a la comunidad académica mundial e integrase a las grandes redes telemáticas e informáticas. Como lo afirma el profesor venezolano Dr. Casas Armengol2, "el envolvente espacio virtual no deja ninguna opción en esta materia, y es la contrapartida comunicacional de la globalización económica". "… El radio de acción de cada universidad ya no quedará limitado a un campus universitario y algunas extensiones o centros locales, los académicos de la universidad ya no estarán ubicados exclusivamente en los edificios de la institución ." Más lejos aún hay quienes estiman que la universidad no sobrevivirá como institución residencial ya que sus edificios son totalmente antieconómicos, inadecuados e innecesarios a la hora de expandir la oferta educativa. Es necesario que, en países en desarrollo y más aún con extensos territorios, la educación a distancia cobre mayor importancia. Sus posibilidades son muy prometedoras y en determinadas circunstancias y situaciones, la enseñanza a distancia tiene mucho sentido.
Un sistema educativo orientado a las necesidades del siglo XXI también supone que docente y alumno exploran y aprenden juntos, pero esta exploración y aprendizaje mutuo puede revestir diferentes formas, desde la más presencial hasta la más remota. Esto nos lleva a examinar el papel que cumplen las modernas tecnologías de la comunicación al servicio de la Educación Superior. Resulta necesario, no obstante, hacer una reflexión previa. La potencialidad de las nuevas tecnologías aplicadas a la educación no debe sobreestimarse en detrimento de la apreciación del papel del docente. Estas tecnologías deben verse como instrumentos, como medios de apoyo al profesor y nunca como sustitutos del mismo. La educación a distancia no prescinde del docente. Tampoco deja de lado la relación profesor alumno, solo cambia la modalidad y la frecuencia. El docente pasa a ser un facilitador del aprendizaje, creando situaciones con medios innovadores que permitan al alumno el desarrollo de las habilidades necesarias. Este es el nuevo paradigma educativo : el docente es fundamentalmente un diseñador de métodos de aprendizaje, un generador de situaciones o ambientes de aprendizaje.
El desafío propuesto es aprovechar el potencial educativo de las nuevas tecnologías. Pensar en lo que ellas significan para renovar y hacer más eficaz la educación superior. Posibilitar que la instrucción ocurra en otro ámbito fuera del recinto tradicional, el aula, y permitir que el alumno, usando los medios tecnocomunicacionales, pueda a su vez, individualizar el aprendizaje y lograr un alto grado de interacción, superando las dimensiones y rigideces de tiempo y espacio. Esto forma parte de lo que se da en llamar "realidad virtual" y que está transformando de raíz la educación universitaria. La separación real es necesariamente , redefinida, ya que docente y alumno pueden encontrarse en el espacio virtual, pero en tiempo real.
Capacitación para el uso de la tecnología educativa
La capacitación para usar eficientemente la tecnología educativa debería contemplar los siguientes aspectos:
Desarrollar una visión de las ventajas y desventajas de la tecnología.
Crear un criterio del buen uso de la tecnología.
Humanizar la tecnología, en el sentido de asegurar que seres humanos se comuniquen con un sentido humano.
Fomentar un espíritu de autoaprendizaje y responsabilidad.
El uso de la tecnología requiere de parte del docente:
Apertura hacia el aprendizaje de la tecnología.
Predisposición al aprendizaje constante.
Capacidad de soportar frustraciones.
Compromiso y dedicación de tiempo a esta tecnología.
El funcionamiento de la tecnología es complejo. Con frecuencia se presentan fallas y problemas en el transcurso de su utilización. El buen manejo requiere de muchos conocimientos y constante actualización. A veces el camino nos lleva de un error al otro.En docentes y alumnos surge un sinnúmero de frustraciones. La tecnología es útil y puede ser un recurso enorme para facilitar un aprendizaje profundo, siempre y cuando el profesor tenga la apertura de aprender el uso en conjunto con los alumnos.
1.3. Docencia universitaria por medio de la red satelital
Las Universidades, conscientes de que el mercado de trabajo está exigiendo especialización, diversificación y reconversión, y atendiendo también a la formación integral del sujeto, están integrando a su oferta educativa la docencia por medio de la red satelital. Este sistema permite interconectar aulas y hacer participar en tiempo real a docentes y alumnos distantes geográficamente. El alumno no abandona su lugar de residencia pudiendo asistir al aula satelital, estar en contacto con los docentes e interactuar con ellos, compartir con los asistentes de su aula y de todas las demás aulas o integrarse a un grupo de estudio.
Este sistema, consta de una red compuesta por un telepuerto (sala de transmisión semejante a un pequeño estudio de televisión) y varias aulas dispersas geográficamente. El telepuerto contiene todos los elementos tecnológicos para producir las clases en vivo y la recepción de las mismas se realiza en centros especialmente habilitados, lo que permite a los alumnos asistir a las clases emitidas en tiempo real. Gracias a esta tecnología los alumnos ven y escuchan al profesor en vivo y en directo en una pantalla de televisión y pueden pedir la palabra y hablar con el profesor a través de una terminal que contiene un micrófono, entre otros elementos.
Este sistema permite administrar una clase como si fuera presencial, de modo tal que: el profesor dicta su clase como si tuviera a los alumnos presentes. Los alumnos piden la palabra al profesor y le efectúan preguntas o comentarios, le plantean dudas o sugerencias, como en cualquier clase presencial. Los alumnos discuten e intercambian comentarios entre si, aun entre alumnos que están a miles de kilómetros unos de otros. Los alumnos escuchan los comentarios e interrogantes que plantean los alumnos de las otras aulas, dondequiera que se encuentren.
En la clase presencial la realidad es tocable, el docente puede observar e interpretar lo que está pasando frente a sus ojos. Por lo menos tiene la posibilidad de investigar el tipo de aprendizaje que están realizando sus alumnos. En una clase satelital a distancia, las cosas se complican. El alumno no está presente. La investigación del profesor acerca de cuál es el aprendizaje que surge en los estudiantes, se basa en datos de una realidad lejana.
Más allá de una emisión unidireccional de información, ordenada y procesada por un criterio exclusivo, el proceso educativo a través de la televisión debe dar lugar a un encuentro simultáneo de sujetos en torno a un contenido. Es importante aclarar que son variados los soportes tecnológicos que posibilitan la interacción. El alumno que recibe una clase satelital interactúa en vivo con el docente. Las clases son armadas por docentes y realizadores especializados. Una innovación sumamente valiosa es la implementación de clases tutoriales a través de canales de cable locales. Ellos retransmiten la programación educativa de la Universidad a todos sus abonados. En síntesis, hay muchos alumnos hoy que están en su casa alistándose para recibir en vivo, tutorías por la televisión. Además, a través de líneas telefónicas 0810 pueden realizar comentarios y consultas al aire y ser escuchados por sus compañeros virtuales de todo el país.
2.1. Ventajas
Es una herramienta más para el docente, que facilita y hace más grata su labor. Enriquece la experiencia del aprendizaje, haciéndolo más ameno y ágil. El atractivo de las imágenes en movimiento junto con el sonido hacen más impactante el aprendizaje, facilitando procesos como la retención y la recordación.
Da la oportunidad al alumno de conocer a "su docente", recibe una impresión visual de la persona con la cual se ha comunicado hasta el momento por medios más despersonalizados. Escucha lo que "su docente" tiene para decirle sobre algún tema especialmente seleccionado. La relación se personaliza y se afianzan los vínculos entre docente y alumno.
Refuerza el proceso de aprendizaje. Los temas son cuidadosamente seleccionados para aclarar aspectos específicos. El docente sigue siendo el constructor de los aprendizajes eligiendo los diseños que mejor acompañen dicho proceso.
Permite concentración de esfuerzo y una mejor administración del tiempo Se cuenta solo con una oportunidad para dar el mensaje. Las oraciones deben ser simples y directas. No resulta aconsejable la reiteración (costo del espacio satelital).
Ofrece una mejor preparación para enfrentar con mayor éxito las dificultades inherentes a la aplicación de los conocimientos, tanto en el ámbito de la evaluación, como en el de la práctica profesional.
2.2. Desventajas
Las clases requieren de un tiempo de elaboración superior al requerido para el caso presencial por la elaboración de los materiales y la revisión del discurso.
Es costosa su implementación por el tiempo satelital que demanda.
El acceso por parte de los alumnos puede verse dificultado por cuestiones geográficas.
El tiempo de clase suele ser más limitado que el presencial, también por razones de costo.
El docente no tiene contacto visual con quienes están presenciando la clase, debe esperar que el alumno se comunique para tener conocimiento de quienes están presenciando la clase.
Si el alumno no se encuentra motivado tiene mayor facilidad para desentenderse del tema.
2.3. El docente frente a este nueva tecnología
El docente debe llegar utilizando una nueva herramienta, la clase satelital , a un nuevo tipo de alumno, el alumno virtual, con otras exigencias y otras necesidades. Debe aprender a manejarse en este entorno diferente (el estudio de televisión) y con tecnologías variadas . Para ello se hace necesario la incorporación de nuevas herramientas que le permitan mejorar su capacidad expresiva y oratoria, el manejo de los materiales y la postura frente a las cámaras. Debe aprender técnicas televisivas para el armado de materiales, estructura de guión, uso de los colores, manejo de tiempos y ritmo. Debe descubrir cuanto puede cambiar su manejo corporal, la modulación de la voz, aumentar la capacidad de empatía, el temple , la seguridad y recuperar la tranquilidad inherente al ámbito áulico, permitiendo una presentación natural en una clase dirigida ….a una cámara de televisión.
El concepto de medio está ligado al de intermediación, a posibilitación. Los medios de comunicación son los intermediarios entre los comunicadores "separados por el espacio, el tiempo y la materia.[2]" Televisión, en su función específica, es la transmisión de sonidos e imágenes, sincronizados y su recepción simultánea. Aunque, desde otras perspectivas pudiéramos también definir la televisión como fenómeno de acceso multitudinario a la información audiovisual.2 Trasladando estos conceptos al campo de actuación docente, la televisión funciona como un medio posibilitador de la comunicación entre el profesor y sus alumnos.
El proceso que conforma la televisión se fundamenta en: una imagen a transmitir, dos grupos de aparatos relacionados entre sí (la cámara electrónica que transforma la imagen en corriente eléctrica y los tubos de rayos catódicos, receptores, que realizan la función inversa y permiten que el receptor vea la imagen), aparatos radioeléctricos(emisor y receptor) que permiten técnicamente la transmisión y por último, el acto de recibir la imagen, la recepción, que justifica la comunicación. Así pues, la presencia del alumno y el genuino interés por escuchar al docente e intercambiar información, es lo que confiere sentido a la utilización de esta técnica. El docente es quien en última instancia, al igual que en espacio físico áulico debe seleccionar los contenidos y lograr captar la atención y motivación del estudiante por incorporar los nuevos saberes a los ya poseídos.
3.1. Aspectos específicos referidos a la utilización del medio televisivo
3.1.1. La postura correcta frente a la cámara
La imagen tiene un rol preponderante en la comprensión y aceptación del mensaje por parte del receptor. Se calcula en un 80% el "entendimiento" de la imagen y un 20% el del "sonido". La presencia, los gestos, los movimientos que se efectúan y la apariencia de seguridad y tranquilidad que nuestro cuerpo transmite, son fundamentales para el logro de una comunicación eficaz. Cuando hablamos a la cámara además de la voz, todo el cuerpo está expresando y esto es así porque la vista capta la imagen mucho más rápido de lo que tarda el oído en percibir su descripción en palabras. Se trata de elegir la parte de nuestra personalidad más adecuada para enfrentar a las cámaras.
Aunque no existe una posición que pueda indicarse como la más apropiada para aparecer en cámara, podemos aceptar que la mejor postura es aquella que nos permita estar cómodos, mostrarnos mejor ante los ojos del espectador y realizar sin dificultad una buena emisión de voz. La postura de sentado es sobre los huesos terminales de los glúteos, apoyados sobre el respaldo de la silla, el tronco erguido y no descansar los codos ni los antebrazos sobre el escritorio a menos que estemos haciendo énfasis en una parte del discurso. Los hombros deben estar alineados. De parado, se deben colocar los pies en una línea o adelantar levemente la pierna izquierda. No se debe balancear el cuerpo ni torcer la cabeza.
3.1.2. El movimiento ante la cámara
El movimiento en televisión es más importante y complejo de lo que muchos imaginan. Cada gesto tiene un valor comunicativo superior al de cualquier mensaje verbal. Aún cuando se realice un movimiento casi imperceptible estamos enviando mensajes en forma abierta o sutil, que estarán reforzando el discurso verbal. En general, quienes trabajan ante las cámaras se mueven poco, porque la cámara también se mueve y lo hace más que ellos. Es decir que a menos que haya una razón o un justificativo, no debemos movernos4 . Estas últimas afirmaciones no deben, sin embargo, llevarnos a un razonamiento equivocado; la imagen móvil es el componente principal del lenguaje televisivo y más allá de la tarea desempeñada ante la cámara, quien se muestre rígido no tiene ninguna posibilidad de generar una comunicación fluida con el destinatario del mensaje. Cuando el docente se traslade debe anticipar el movimiento con la mirada, puesto que en los ojos del comunicador se concentra la atención del espectador. A su vez, cuando abandonamos el contacto ocular y dirigimos la mirada hacia un punto al que hacemos referencia o hacia donde nos vamos a dirigir, ayudamos a completar las imágenes que la cámara deja afuera. El cambio de una cámara a otra responde a la necesidad de cambiar de plano y especialmente a la de otorgar movilidad a una figura estática, evitando que el espectador se aburra. En televisión lo que da el movimiento es el cambio de cámaras más que el movimiento del sujeto.
Durante una entrevista, ambas personas deben favorecer un poco el punto de vista de la cámara con su mirada y posición. El docente no debe colocarse con su invitado de frente, como lo haría en una conversación normal, sino de forma lateral. Cuando el docente toma contacto visual con el alumno , lo hace mirando directamente a la cámara. En cambio cuando se dialoga con un entrevistado la mirada se dirige directamente a éste y el espectador se transforma en un observador. Si hay dos comunicadores ante la cámara y uno de ellos le habla al alumno y el otro también está en el plano (lo que no debería pasar), se debe enfrentar al espectador y no al colega que está hablando, pues aunque permanezca en silencio la actitud presupone que se está apoyando el discurso del disertante.
Al dialogar con un entrevistado, caminar, señalar un objeto, o escribir en un pizarrón, se debe tratar de mantener posiciones abiertas con relación a la lente. Por ejemplo cuando elevamos un objeto debemos hacerlo con el brazo más distante de la cámara, de manera de favorecer la visibilidad del rostro y el cuerpo. La cámara capta solamente una porción del universo, que es la que el director selecciona, es decir que lo que se transmite no es todo lo que sucede en el estudio sino lo que a los realizadores les interesa que se vea. Esta manipulación de los acontecimientos resulta beneficiosa para el comunicador ya que permite eliminar un gesto o un movimiento que puede resultar molesto o distractivo.
Los brazos y las manos representan un escollo para toda persona que se exprese en público. Cuando cruzamos los brazos, entrelazamos los dedos, escondemos una mano dentro de la otra ejerciendo una presión o las dejamos fijas y tensas sobre una superficie próxima, estamos manifestando encierro, timidez y dificultad para comunicarnos. Si por el contrario movemos de manera exagerada los brazos, distraemos al destinatario y dificultamos la posibilidad de seguir el hilo del discurso. Para aprender el uso correcto, la primera recomendación consiste en no estar pendientes de ellos ni concentrar nuestra atención en colocarlos de una manera u otra. No olvidemos que los brazos y las manos son una extensión del cuerpo, de modo que si se sienten liberados de nuestro control responden naturalmente a la expresión general de toda nuestra humanidad. Conviene, no obstante, tener en cuenta algunas observaciones. En principio es recomendable que en el inicio del discurso, las manos estén en posición de descanso, ligeramente apoyadas una sobre la otra, para que desde allí salgan a reforzar la expresión verbal y luego retornen al lugar de origen en el inicio de cada nueva frase. Cuando las manos desmienten una idea expresada con la palabra se vuelve más notorio que cuando lo hacemos con otro gesto. Difícilmente sea creíble un profesor que camina por el set con las manos en la espalda. Tampoco se puede manifestar dominio de la situación si los brazos y las manos cuelgan a un costado del cuerpo. Finalmente las manos no deben esconderse en los bolsillos ni dentro del saco o detrás de la espalda, porque para el destinatario la implicancia oscila entre la carencia de honestidad y la falta de respeto.
3.1.3. El mensaje y los gestos
Aunque un análisis superficial nos induzca a creer que únicamente nos comunicamos a través de las palabras, en realidad lo hacemos con todo nuestro cuerpo. Cuando estamos frente a las cámaras esto se ve incrementado por el poder que tiene la imagen para generar una reacción emocional en el televidente. 5 Nuestro cuerpo habla y traduce de manera inequívoca nuestras emociones. La gestualidad proporciona animación, interpretación, énfasis, claridad y estilo. Las expresiones faciales, los gestos, la postura del cuerpo y especialmente la mirada, envían permanentemente señales que en todo momento debemos controlar y emitir a voluntad. Esas señales cumplen una función importantísima en la comunicación mediática porque remarcan, enfatizan y acentúan el discurso verbal.
El alumno se confunde cuando el gesto traiciona el código verbal, como cuando se pretende dar un mensaje de credibilidad al mismo tiempo que se baja la mirada. Muchos gestos, son movimientos involuntarios de una parte del cuerpo, motivados en general por el nerviosismo que debemos aprender a identificar para adquirir un absoluto control que nos permita eliminarlos. Veamos algunos ejemplos: rascarse la cara, peinarse con la mano, hacer muecas, fruncir los labios, marcar los bigotes con los dedos, reiterar movimientos con las manos u otra parte del cuerpo, elevar los talones, jugar con objetos, etc. Cierto estado de inmovilidad, que no sea excesiva o parezca poco natural, demuestra formalidad y seriedad. Cuando reiteramos gestos o jugamos con la lapicera, el centro de atención se desvía. La mayoría de estas expresiones del cuerpo remiten a la mente del alumno la sensación de que el docente está inseguro o no domina el tema, otras en cambio tienen mensajes más específicos. Así, el ceño fruncido evidencian preocupación o enojo, mientras que dejar caer la cabeza a un costado puede implicar para el destinatario una actitud de desgano o desdén. Recurrir a una sonrisa es la mejor forma de generar un proceso de aceptación.
3.1.4. El contacto ocular
Se refiere a la manera en que el exponente mira hacia la lente de la cámara, de modo que el espectador sienta que lo mira directamente a los ojos y mantiene la mirada mientras le dirige la palabra. Los ojos son el eje de la expresión . Resulta claro que un buen contacto ocular otorga autoridad y confianza. Por ello la mirada no debe ser tan fuerte y persistente como para incomodar, sino que debe transmitir tranquilidad y calidez. La mirada no debe permanecer fija todo el tiempo sobre la lente sino que debe bajar de tanto en tanto hacia un texto de apoyo que conviene tener sobre el escritorio, aún cuando el verdadero apuntador sea una pizarra dispuesta sobre la cámara o por debajo del objetivo. El momento ideal para bajar la vista y también para hacer una pausa, puede ser el final de un párrafo. Es preferible que el texto que observemos sobre el escritorio esté lo más separado posible del cuerpo, a fin de acortar la distancia con la cámara y evitar que el mentón se hunda en el pecho. Realizar una lectura en cámara es bastante complicado, el texto debe existir para leerlo como consulta más que para seguirlo al pie de la letra. Cada párrafo encierra una idea, por ello se recomienda entrenar la mente para que sea capaz de "barrer" oraciones y narrar las ideas principales de cara a la lente. En todos los casos debe parecer que estamos realizando un relato, nunca que estamos leyendo. La única excepción es la lectura de citas, donde sucede exactamente a la inversa. La mayor parte de la lectura debe hacerse mirando el texto para dar mayor credibilidad al mensaje.
El hecho de iniciar o salir de un contacto ocular también merece algunas consideraciones. Cuando se presenta por ejemplo una grabación en vídeo o un cuadro en la cámara de captura es aconsejable girar la cabeza hacia ella o hacia el monitor, aunque ambos queden fuera de la visión del destinatario. El contacto ocular no debe romperse de un modo demasiado abrupto ni reasumirse con demasiada rapidez, por lo que el movimiento ha de ser lento y deliberado. Esto le dará a entender al alumno que también el docente va a observar el material. Asimismo es conveniente que cuando concluya un vídeo se vea al docente mirando el monitor, para que desde esa posición vuelva los ojos hacia la cámara para retomar la narración. Por el contrario al regresar después de cualquier otro tipo de interrupción conviene aparecer mirando al guión. Si se dirige la mirada hacia otro lado parecerá que está distraído y si se mira a cámara puede parecer torpe la demora mientras se aguarda la indicación para comenzar a hablar.
3.1.5. La voz ante el micrófono
Hemos visto que en el lenguaje mediático la imagen ocupa un lugar preponderante para posibilitar la comprensión del mensaje, pero es la voz el instrumento a través del cual el presentador comunica su conocimiento y por ello su personalidad vocal es extremadamente importante. El micrófono es en general un aliado incondicional de quienes trabajan ante cámara. Una voz agradable define sus matices, se amplifica y adquiere una mayor sonoridad cuando pasa a través de él, pero también magnifica de manera despiadada cualquier defecto o imperfección vocal. Es preciso corregir todos los vicios que suelen formar parte de la manera cotidiana de comunicación, por ejemplo, hacer pausas indebidas o titubeos, puntear el texto con sonidos vacilantes, articular de manera incorrecta, etc. En realidad el docente debe asumir el estilo propio de una conversación ordinaria, de la misma forma natural en que lo haría si estuviera en una clase de consulta individual. Debe hablar a cada alumno en particular y no al conjunto de la clase. Hay que lograr un diálogo imaginario en singular. La diferencia del modo de hablar ante cámara reside en la necesidad de seleccionar las palabras que mejor definan el mensaje y evitar las dispersiones que se permiten en las charlas cotidianas. Tener la idea completamente formada, es decir, saber exactamente lo que se quiere decir antes de emitir las palabras, nos permitirá hablar con fluidez. "Lo que se ha concebido bien, se enuncia con claridad, y las palabras para expresarlo fluyen con facilidad"1.
Se deben generar matices e inflexiones de la voz que eviten la monotonía. La entonación juega un papel muy importante en este aspecto, ya que permite dar énfasis y sentido a través de las variantes en el volumen y la intensidad o fuerza de la voz. Otro elemento fundamental es el ritmo, o sea la relación entre los acentos y las pausas. Aunque no son sinónimos, el ritmo está íntimamente ligado a la velocidad del habla. En los momentos en que se habla con mayor velocidad aparecen contrastes en el ritmo que posibilitan dar expresividad y mantener la atención del receptor. Un defecto común en la comunicación es la monorrítmia, que se produce cuando los intervalos entre acentos y pausas son breves o iguales ( como el rezo). Se considera un ritmo apropiado aquel que resuma entusiasmo y reflexión al mismo tiempo.
Los silencios de la cadena fónica se corresponden con los signos de puntuación del lenguaje escrito. Una coma o un punto generan una inflexión de la voz, pero también una pausa. La carencia de fluidez se debe principalmente a que se va punteando o cortando la oración con pausas que no corresponden de acuerdo con la extensión y el sentido lógico de la oración. Como consecuencia se produce una morosidad en el habla que se conoce como "stacatto". Veamos un ejemplo: "El empresario puede estimar las probabilidades ….de ocurrencia ……de ciertas variables ….". Si bien se recomienda al docente la eliminación de las pausas injustificadas, también es cierto que se deben valorar los silencios. Las pausas son muy importantes para que el alumno pueda asimilar lo que ha escuchado. Los silencios son una parte importante del lenguaje mediático.
Los educadores a distancia mediáticos deben cuidar de manera especial la pronunciación, porque la comunicación satelital borra las fronteras y los acerca a destinatarios que no están acostumbrados a la tonada regional del docente. Con respecto a la fonética, en Argentina la elle es un caso especial de formulación sonora, ya que aquí suena como Y.
Los materiales, organización y armado
Cuando el docente está preparando los materiales para una clase satelital debe tener en cuenta como los verá el alumno en el televisor. La cámara puede dirigir su atención hacia escenas y detalles específicos. Estos pormenores pueden ser empleados por el profesor para generalizar el mensaje. Por ejemplo, una carga de un barco puede representar las exportaciones de un país. Es recomendable, que, en la medida de lo posible, el alumno se pueda identificar, en términos visuales, con la situación. Al mismo tiempo, se emplea la narración para ampliar el alcance de un ejemplo al tema en general. Al seleccionar los contenidos se debe pensar " cuál es la parte importante del tema que resulte de interés para el alumno".
3.2.1. Construcción del guión
El profundo conocimiento del tema a desarrollar brinda a los ojos del alumno seguridad intelectual y por ende un importante respaldo psicológico. El docente debe tratar de agregar al tema desarrollado su propia experiencia, lo que le permite otorgar autenticidad a los contenidos. Debe manifestar agrado por todos los temas a tratar y al mismo tiempo sentir una real necesidad de comunicarlos. La improvisación, como la interpretamos habitualmente, es inexistente en términos mediáticos. Se debe aprender a hablar de la forma más simple y concisa posible, tratando de elegir sólo una de las aristas del tema cada vez. La presentación del tema seleccionado se efectúa casi de memoria y de igual modo se debe tener cuidadosamente pensado el tramo final. Escuchar la propia voz segura y serena cuando se comienza a hablar aplaca los nervios y da aplomo para seguir adelante. En el cierre se invitará al alumno a presenciar la próxima clase satelital. Un guión bien elaborado que resulte práctico y fácil de seguir, una carpeta que permita reconocer las partes complejas y una revisión minuciosa de los materiales a utilizar, brindarán la tranquilidad necesaria para la tarea. De igual modo ayuda el repaso y ajuste del guión con el director y los ayudantes de piso.
Se debe escribir como se habla. A diferencia de un texto, donde el alumno puede releer más de una vez un párrafo, el mensaje televisivo resulta óptimo que sea comprendido en la primera oportunidad. Se debe escribir, entonces, oraciones simples y directas que puedan ser captadas fácilmente. La información debe darse de una manera lógica para que pueda ser comprendida con facilidad. En el medio televisivo la "voz activa" funciona mejor que la "voz pasiva"; por ejemplo, "el objeto de costo es cualquier entidad para la cual se desea saber el costo" resulta mejor que decir "cualquier entidad para la cual se desea saber el costo es un objeto de costo". En la voz pasiva la información básica- el objeto de costo- no se conocería sino hasta el final de la oración.
Escribir para la imagen: La integración de las palabras, imagen y sonido es básica en la comunicación televisiva. El docente debe encaminar el guión visualizando mentalmente las imágenes que pueden acompañar las palabras y frases particulares. Al inicio de la clase es conveniente utilizar el mejor material visual para captar el interés del alumno. También pueden utilizarse sonidos apropiados para captar la atención. La primera imagen debe hacer que el alumno quiera ver y oír más, y las primeras palabras deben apoyar ese deseo, ya sea creando una sensación de importancia de lo que se está mostrando o estimulando la curiosidad del aprendiz. El profesor debe asegurarse que las imágenes y palabras concuerden para complementarse mutuamente. Si el alumno no puede relacionar lo que ve con lo que escucha, no entenderá la generalización que se hace al usar una imagen específica para representar la realidad.
3.2.2. Guía para la planeación de la presentación
Partes :
I) Actividades: Apertura: bienvenida al alumno y presentación del docente. Desarrollo: revisión de conceptos generales, importancia actual del tema, visión retrospectiva, ejemplificación. Cierre del temario : invitación a los alumnos a participar. Interacción: planteo de dudas y comentarios de los alumnos al docente. Conclusión de los contenidos: perspectiva, temporal, espacial, general, etc.
II) Tiempo: definir el tiempo estándar asignado a cada actividad: bienvenida 30", revisión de conceptos, 6"; etc.
III) Estrategias de presentación: exposición unipersonal, con invitado, pregunta a los alumnos por chat, fuera del aire ( por teléfono).etc.
IV) Materiales a emplear: hoja de datos, cámara de captura, diapositivas de powerpoint, fotos y revistas, video grabado fuera del estudio de televisión, entre otras.
Ejemplo de una estructura de guión
Clase satelital – 35 minutos-
Saludo del profesor | 30 seg. | ||||||||
Vídeo con imágenes – sumario en off | 1 min. | ||||||||
Presentación tema 1 | 30 seg. | ||||||||
Desarrollo (incluye imágenes en PowerPoint, vídeo, etc) | 13 min. | ||||||||
Placa intermedia con número telefónico- dirección de mail | 10 seg | ||||||||
Vídeo – separador | 10 seg. | ||||||||
Presentación de una entrevista con un experto | 15 seg. | ||||||||
Entrevista (en vivo o video) | 3 min. | ||||||||
Vídeo – separador | 10 seg. | ||||||||
Presentación tema 2 | 20 seg. | ||||||||
Desarrollo (incluye imágenes en PowerPoint, vídeo, etc) | 9 min. | ||||||||
Síntesis (Placas, PowerPoint o cámara de captura ) | 2 min. | ||||||||
Vídeo – separador | 10 seg. | ||||||||
Presentación de la interactuación con alumnos | 15 seg. | ||||||||
Opinión de los alumnos y respuesta del docente. | 4min. | ||||||||
Despedida | 30 seg. |
3.3 Utilización de instrumentos tecnológicos
3.3.1 La cámara de captura
La cámara de captura es un dispositivo ubicado sobre el escritorio que hace las veces de pizarrón pero con algunas ventajas adicionales con respecto a este. Permite ir escribiendo en una hoja como si fuese el pizarrón con la opción de utilizar colores y resaltadores. También se puede mostrar un cuadro o una imagen de cualquier recorte o texto sin importar que tan pequeño sea, pues se trabaja con el zoom para acercar-alejar la imagen de la forma más conveniente. Se debe buscar el primer plano de lo que se quiere mostrar. Como desventaja principal se plantea el hecho de tener perfectamente pensado que se va a escribir para no equivocarse, utilizar de forma muy prolija el espacio, pues en pantalla los errores se magnifican y, sobre todo, tener en cuenta que el tiempo de escritura es el tiempo del satélite. La cámara cuenta con una pequeña pantalla anexa que permite ir observando como se ve en pantalla lo que se esta mostrando. Es muy conveniente su utilización ya que es un espejo de los errores. Si se escribe con la hoja inclinada, se ve inclinado, el desorden también se manifiesta con mayor intensidad. Es conveniente ir controlando el foco en la pantalla de televisión, la correcta cobertura del escrito sobre el cual trabajamos y la posibilidad de lectura por parte del alumno. Si lo que se quiere es mostrar un recorte o un cuadro corresponde ir chequeando permanentemente la coincidencia entre lo que se quiere destacar y lo que realmente se observa en pantalla.
3.3.2 Empleo de software informático
El todos los casos el material presentado a través de un software debe cumplir con los requisitos que exige el aparato televisivo:
Diapositivas en PowerPoint:
Letra: Título: 32 puntos negrita. Colores claros: blanco, amarillo, celeste.
Colores de las placas: simples, preferentemente oscuros.
Formato de la hoja: horizontal. (pues esta es la forma de la pantalla de televisión)
La relación proporcional debe ser 3 a 4
Cantidad de texto: siete renglones de 7 palabras cada uno.
Márgenes: es importante dejar entre un 10% y un 20%. Esta es la porción que se pierde en la pantalla del televisor.
Interlineado: 1 ½ para lograr mayor legibilidad.
Gráficos: se deben ubicar en la parte derecha de la diapositiva y el texto en la parte izquierda, de este modo se mantiene el equilibrio visual y la mirada del receptor se dirige hacia el gráfico. Las líneas deben ser de 3 o más pixeles de espesor.
Tablas: interlineado 1 ½.
Columnas: un máximo de 3.
Filas: un máximo de 4.
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