- Prefacio
- Centro espirita, Asociación cristiana
- ¿Libertad o libertinaje? En los tiempos modernos
- La problemática existente dentro del ámbito Espirita
- Hablando de las diferencias
- La primacía de la simplicidad
- Bichitos
- Nosotros frente al espiritismo
- Organización social
- El hombre de la calle
- Globalización y espiritismo
- Lobos vestidos de ovejas
- Fanatismo y extremismo
- Salpicón o…ensalada mixta?
- El formalismo deformante
- La historia de un faquir
- El elogio del operario
- Macario Fagundes
- Lección en las tinieblas
- Carnivorismo antropofagia y canibalismo
- La destrucción recíproca entre los seres vivos
- Conciencia espirita
- Espiritismo y divulgación
- Suicidio inconsciente
- Belarmino Bicas
- Mediumnismo y espiritismo
- Interesante tertulia
- Obsesión pacífica
- Explicando
- Creencia y credulidad
- Los llamados "miasmas"
- La ley del karma
- Solo es viejo quien quiere
- ¿Por qué debemos ser alegres?
- ¿Somos victimas de la opinión ajena?
- Examinémonos a nosotros mismos
- La responsabilidad de los escritores
CUALIDADES DEL ESPERANTO LENGUA INTERNACIONAL
PRESENTACIÓN
Con grata complacencia he leído una obra que con sincero y meritorio esfuerzo sale a la luz publica para esclarecer y moralizar nuestra sociedad.
Los temas expuestos aquí los hallo muy interesantes para el lector curioso (espiritas o no) que quiera adquirir base para cumplir su papel de ciudadano de la tierra.
Hacía falta allegar algunos aspectos que fácilmente olvidamos, o no les damos la debida importancia, pues encaminamos nuestra atención a los detalles superficiales, a la erudición, o al estilo que nos imponen otros.
Por esto, recibo con perenne gratitud este bello mensaje que el mundo espiritual ha posibilitado realizar en nuestro medio de simpatizantes de la doctrina Kardecista – Cristiana.
Si padecemos cierta acidia para concientizar lo que verdaderamente nos conviene, estudiemos con atención cualquier tema que el azar nos depare, cuando ésta obra llegue a nuestras manos.
Recomiendo sí, asumir un criterio de imparcialidad, ajeno a cualquier prejuicio que nos pueda asistir con relación del origen y el propósito de este trabajo.
Aprovechemos la oportunidad, valiosa y generosa de quienes aportaron sus ideas para instruirnos y ayudarnos a ser cada día mejores, porque el real sentido de nuestra vida, es la imitación del evangelio de nuestro amado maestro Jesús.
Con la esperanza de motivar el estudio y el beneficio de la lectura de estas páginas, doy gracias a Dios y a todos los cofrades que en una u otra forma, brindaron su estimable apoyo moral y espiritual.
EDUARDO MORENO P.
PREFACIO
La gran mayoría de los seres humanos se inclinan por una religión, doctrina o partido, tal vez atraídos por sus tesis, o contenidos religiosos, tales como: dogmas liturgias, rituales o por sus conceptos filosóficos y/o científicos, como en nuestro caso, sería la doctrina de los espíritus.
Por esto, en todos los partidos políticos, doctrinas o credos religiosos, encontramos militantes, adeptos o neófitos fallando frente a la idiosincrasia a la cual consideran abrazar con efervescencia y lealtad.
Por lo anterior, el presente texto, es mi postura crítica hacia una problemática moral que coexiste en todo ámbito espiritualista, religioso o exotérico, por tanto, es una invitación a despertar conciencia y no hacer de la religión una fachada y un compuesto a nuestro amaño.
Parte de la temática aquí expuesta, contiene críticas constructivas sobre la conducta, especialmente la del espirita, que tampoco estamos exentos a faltar ya que como seres humanos que somos tendemos a fallar, bien sea por carencia de conocimientos o por inmadurez moral o intelectual, lo importante es hacer una introspección de nuestros actos y evaluar en qué medida estamos fallando y disponernos al cambio moral.
El buen desempeño del hombre en cualquier actividad se debe más a las críticas que a los elogios. El hombre que no tiene el coraje de mostrar a los colegas sus fallas y errores, no es un buen amigo, es un formalista incompetente que busca vivir en paz con el bien y con el mal, le da miedo perder la amistad y la buena imagen de persona imparcial, neutral, lo que él cree ser parte del don de amigos. De ahí el proverbio que dice: "el que calla otorga".
Por otro lado, este libro retoma la compilación de varios autores desde una orientación espírita que nos aportarán un valioso material de reflexión para el crecimiento espiritual.
En conclusión, esta obra es una invitación al lector a la reflexión, a que haga un análisis del contenido del texto, sin juzgar a nadie, ni señalar personas. Evaluemos nuestra conducta, que cada cual responderá por sus propias obras.
Centro Espírita, Asociación Cristiana
Centros De Mediumnismo, Agrupación De Espiriteros
Cuando nos referimos a la institución Espirita, entendemos que se trata de una asociación de verdaderos cristianos estudiosos, prácticos, serviciales, fraternos, honestos, y en síntesis léales a Jesús y a Kardec.
Cuando hablamos sobre Mediumnismo, nos referimos a grupos de personas aficionadas a establecer contactos o comunicaciones con los espíritus sin propósitos serios, careciendo de técnicas o métodos adecuados en el estudio doctrinario espirita. No son organizados y sobre todo, muchos de estos grupos se abanderan con El Libro de los Espíritus, El Evangelio según el Espiritismo, entre otros de la codificación kardeciana.
Los grupos de Mediumnismo que pretenden denominarse centros espiritas, pero con objetivos mercenarios y que se caracterizan por practicar el Chamanismo, y curanderismo, son agrupaciones perjudiciales para el Espiritismo porque con sus actitudes confunden a personas que tienden a buscar y conocer la "Doctrina de Kardec".
Los movimientos a los que hacemos referencia, tan empíricos y absurdos, abundan mucho en Colombia; se conservan en funcionamiento durante muchos años jactándose sus adeptos de decir que se debe a la protección de los buenos espíritus; inclusive identifican a éstas agrupaciones con nombres de los ilustres pioneros de la doctrina kardeciana, tales como: León Denis, Camilo Flammarion, Amalia Domingo Soler, Juana de Arco, Kardec y otros destacados personajes incluyendo a Jesús y María de Nazaret, sin olvidar la gran cantidad de agrupaciones conocidas con el nombre del venerable médico venezolano Gregorio Hernández.
Es muy triste y doloroso ver a estos centros desarrollar actividades de orden mediúmnico. Éste grave accionar que Amalia Domingo Soler en uno de sus libros La Luz de la verdad denomina como "Espiriterismo" para diferenciarlo de Espiritismo; a estos en el Brasil se les denomina como Umbanda. En Venezuela Las María Lioncias, negro Felipe, y en Cuba Santo Domingo y Haití, Santería.
Aunque algunos grupos son tan antiguos, no nos convencen de que se trate de cosa buena. Entendemos que las sombras los sostienen y les animan solo con el propósito de que desacrediten al movimiento espirita. Algunos argumentan que en esos lugares se efectúan desobsesiones que en otro lenguaje le llaman "reconcilio" y que se curan enfermos. Eso es posible; pues los embajadores del astral inferior les conceden algunos éxitos y hasta de manera evidente, solo con el fin de mantener el buen ánimo e ilusionar a los curiosos y sus pupilos. El buen censo y la razón son quienes nos llevan a ubicarnos dentro de huestes del Espiritismo Kardeciano.
Para ejemplificar un poco sobre el ambiente y las actividades desarrolladas en esos centros de mediumnismo o agrupaciones de "espiriteros", narramos algunas experiencias recogidas en esos lugares:
El Señor X Y., dice: – Me inicié en un centro de mediumnismo y recuerdo muchos episodios que nos enriquecen en experiencias. Haciendo memoria, un año después de participar en un grupo o centro de éstos donde el empirismo y la ignorancia reinaban, durante una sesión mediúmnica, la Dama que prestaba los servicios de clarividencia, no sabemos si con efectiva ideoplastía o fingiendo decía: – ¡al hermano lo amenazan con golpearle en la cabeza con una silla de esas que se encuentran alrededor de la mesa de ensayos, tres espíritus, uno del plano de los esqueletos, otro del plano rojo, y otro del plano negro.! Cansado ya con los repetidos relatos de la supuesta Médium, le dije: ¡que me pongan la silla en la cabeza, que de todas maneras yo mitigaría la sed de fenómenos de efecto físico!; la directora Médium se sorprendió y me regañó por mi irreverencia e imprudencia. Más adelante sugerí remodelación en las bancas que carecían de espaldar y la fijación de claraboyas en las paredes del salón para buscar que fuese más ventilado e higiénico, y de ésta manera propuse que las sesiones de tres horas y más, no fueran tan prolongadas ya que se tornan agitadas y cansadoras; ante mi sugerencia, me respondió que jamás permitiría remodelación alguna ya que consideraba necesario el sacrificio como prueba de abnegación.
Como consecuencia de mis insinuaciones, además de propuestas de estudio usando como guía la codificación kardeciana, fui expulsado; busqué entonces ubicación dentro de un centro de estudio espirita.
Expondremos otro caso curioso y hasta risible: un respetado y apreciado hermano espírita que distinguiremos en este artículo con las letras S.V, tenía dentro de su lugar de trabajo libros espíritas para la venta; un individuo de apariencia humilde que decía ser espirita, le compró varios ejemplares, tales como El Libro de los Espíritus, El Evangelio y otros. En repetidas ocasiones y con mucha insistencia nos invitó a sus tareas que él decía eran genuinamente Kardecianas.
Una noche mi amigo y yo resolvimos corresponderle a la insistente invitación. Llegamos al lugar a la hora indicada, y las sorpresas empezaron desde que nos abrieron la puerta. No encontrábamos al mismo personaje de apariencia simpática y humilde de antes. Estaba disfrazado de médico cirujano, caminaba del salón de sesiones a su oficina vestido todo de blanco, se paseaba con garbo y se pavoneaba como el amo y señor del escenario, éste nos hizo seguir a su despacho pero con expresión severa e indiferente, y vimos que ese era el consultorio donde el siniestro personaje recetaba hierbas y otros extraños insumos por algún precio. Tenía su respectivo talonario de recetas al lado de El Libro de los Espíritus. Luego nos mandó a sentar en unas bancas parecidas a las mencionadas en la primera narrativa.
El séquito de acólitos a su servicio tanto damas como caballeros también vestían de blanco tal como si fuesen enfermeros. El cínico personaje tomó lugar en la mesa, y una de esas damas pasó por las filas de los asistentes que nos encontrábamos sentados, con una botella de alhucema de esas que no faltan en los centros de mediumnismo, nos aplicó un poco en el brazo izquierdo, persona a persona. Luego sin proceder a una apertura con oración cristiana, el típico embaucador director, recetista y dueño del clan, entró en supuesto trance mediúmnico tamboreando las manos sobre la mesa como señalando la presencia del espíritu ya incorporado. Minutos después, la comunicación del tan trillado San Gregorio, luego San Cipriano, negro Felipe, y siguieron desfilando los supuestos santos mediante el aparente servicio psicofónico, no menos de media decena de entidades que respondían a las inquietantes preguntas de los asistentes ansiosos de encontrar solución a diversos problemas de salud, económicos y sentimentales.
Las aparentes entidades en concurso, recomendaban consultar al director, es decir al mismo sujeto en simulado trance, para que él, recetara y vendiera las hierbas y brebajes, además de pagar el costo de la respectiva consulta.
No recopilamos más observaciones ya que el pesado ambiente, las cínicas y descaradas patrañas nos horrorizaron; aprovechando el desorden de preguntas y respuestas al Médium mistificador y charlatán, solicitamos que nos abriera el portón para salir, pues el tiempo se nos vencía para cumplir con otras actividades, fue la excusa que sirvió como pretexto para salir de ese bochornoso recinto cuya dramaticidad chocaba en demasía. No sabemos en adelante que otras absurdas actividades qué van en contravía de la conducta espírita Cristiana pudieran haber ocurrido.
¿Podríamos denominarle a ésta agrupación Centro de mediumnismo, o mejor llamarlo grupo de espiriteros mercenarios? Usted amigo lector, aplíquele la denominación que considere justa.
Alguien decía que esclavos del pecado son los hombres que tallan mascaras de generosidad y de humildad, pero que se complacen en los caprichos de la carne y en sus intereses materiales.
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