Fortalececimiento de los conocimientos y actitudes relacionadas con salud sexual y reproductiva
Enviado por JOSE SALVADOR GUERRA MEJIA
- Introducción
- Justificación
- Planteamiento del problema
- Marco teórico
- Marco legal
- Diseño metodológico
- Resultados
- Conclusión
- Recomendaciones
- Bibliografía
- Anexos
Introducción
La distribución de los jóvenes de 10 a 20 años constituye alrededor de la quinta parte de la población mundial. Se podría decir que seria 20% de la población mundial y cerca del 85% vive en países subdesarrollados o en vías de desarrollo. En 1998, la Organización Mundial de la Salud (OMS), UNICEF y el Fondo de Población (FNUAP) llegaron a un acuerdo en cuanto a la clasificación para los jóvenes: Adolescentes son aquellas personas que están entre las edades de 10 y 19 años; juventud las que están entre 15 y 24 años; y jóvenes entre 10 y 24 años. El Fondo de Población de la ONU (UNFPA) destacó ayer en su informe anual que el planeta ha alcanzado la mayor generación de adolescentes de la historia, 1.200 millones, para el año 2000 la población colombiana se estima en 42'321.386, el 29.6% de esta población se encuentra entre 10 y 24 años; en el área urbana habita el 71% y el restante 29% en el área rural. En la zona urbana el grupo más grande es el de adolescentes entre 15 y 19 años con 10.4% del total, mientras en el ámbito rural existe mayor proporción en la población entre 10 y 14 años, con un 11,5%.
La población juvenil colombiana ha sido y se proyecta históricamente como una población bastante representativa según se puede apreciar en estadísticas y proyecciones de los años 1950 y 2010 del DANE. Según el estudio de estimación de población de 1985- 2005 y proyección de población de 2005-2020. se proyecta que para el 2010 la población total será de 45.509.584 de los cuales 8.816.620 son adolescentes y para el 2012 la proyección de la población total es de 46.581.823 de la cual 8.761.248 son adolescentes.
Al iniciar el siglo XXI, Colombia cuenta con una estructura de población joven. Los menores de 25 años representan el 50% en el área urbana, y el 53.4% en el área rural; esta diferencia tiende a decrecer lentamente, pero en general se estima que se mantendrá por lo menos dos décadas más (PROFAMILIA, 2000). Lo que indica que en el área rural del país habitan más de dos millones de jóvenes en edades entre 12 y 16 años, con índices de pobreza críticos y en condiciones de desigualdad frente a los jóvenes del área urbana, principalmente en aspectos tales como los índices de empleo, remuneración, acceso a los servicios sociales de calidad, entre otros.
En Barranquilla de acuerdo a la estimaciones de población 1985 – 2005 y proyecciones de población del DANE ajustada hasta el 30 de junio, la población en 2012 es de 1.200.513 personas de las cuales 208.318 son adolescentes lo que representaría el 17.3% de la población. Estas estadísticas convierten a barranquilla en la ciudad más poblada de la Costa Caribe colombiana, y la cuarta de la nación después de Bogotá, Medellín y Cali.
La sexualidad en los seres humanos constituye un todo con la vida misma, y en particular en la etapa de la adolescencia cobra gran significación. En consecuencias se vincula muy estrechamente con la forma de vida.
Vemos que la información en los colegios es casi exclusivamente reproductiva y, por ende, inapropiada a los educandos pues no hay correlación entre lo enseñado y sus necesidades, información receptiva, moralista, sin participación activa y sin derecho a critica.
Justificación
En los tiempos actuales la juventud tiene grandes retos que superar dentro de su etapa de formación; el día a día conlleva al descubrimiento de nuevas cosas a las que con el tiempo llamamos experiencia, que mas tarde se convertirán en pilares importante de una conducta apropiada en nuestra sociedad. Por lo anterior uno de esos retos es enfrentar es el verdadero conocimiento de la sexualidad.
Son muchas las anotaciones que podemos hacer sobre este temas pero hemos orientado nuestra tesis a la comunidad estudiantil de los grados noveno y DECIMO de la Institución Distrital Educativa de Artes y Ciencias Alejandro Obregón de la ciudad de barranquilla, en los cuales estamos convencidas que en esta etapa de aprendizaje es cuando más se necesita el conocimiento y orientación sexual.
Carentes de una cátedra de sexualidad en nuestra institución, hacemos este aporte a nuestras compañeras para que nuestro documento sirva de material de consulta orientándolas hacia el conocimiento de la sexualidad ayudando a crear una conducta sana, teniendo en cuenta que el contenido de nuestra tesis es el resultado de una investigación de campo en donde se lograron descubrir el verdadero grado de conocimiento de este tema.
En el trayecto de elaboración de este trabajo, nos convencimos cuan necesaria es implementar la cátedras de asistencia obligatoria sobre la sexualidad en la institución, en procura de una formación integral para que en el futuro se reduzca el número de niñas que a una corta edad ya han sido marcadas con experiencia sexuales negativas en sus vidas, ya que teniendo conocimiento sobre todo lo que abarca sexualidad se podrían evitar embarazos no deseados, y graves enfermedades de transmisión sexual que golpean fuertemente la realidad de nuestro país y del mundo, ya que la educación sexual hace también parte de la formación integral de una persona.
Planteamiento del problema
La sexualidad humana general es un componente importante del funcionamiento humano. Esta área adquiere un especial significado en la adolescencia, frente a la sexualidad adolescente hay elementos que permanentemente se enfrentan entre sí, tales como: familia, sociedad, cambios somáticos y hormonales, deseo de independencia; los cuales determinan su conducta y desarrollo posterior.
Los estudios realizador el Atlántico y en el país sobre comportamiento sexual de los adolescentes han sido pocos lo que hace necesario aplicar resultados de estudios realizados en otros lugares y países aunque muchos de estos no poseen validez en nuestro medio y no se ajustan a las necesidades.
La población del colegio Alejandro obregón es un porcentaje mínimo de la población total de la población estudiantil y de la población departamental se encontró poca información sobre los conocimientos sobre relaciones sexuales y enfermedades de trasmisión sexual en los adolescentes de 9 y 10 grado del colegio Alejandro Obregón. Mostrando así el desconocimiento sobre sexualidad que tiene loes estudiantes
Los estudios de la sexualidad adolescente cubre un amplio espectro que en nuestro medio estamos lejos de conocer y comprender, De allí la necesidad de realizar estudios, no solo para ampliar el conocimiento, sino para con los resultados obtenidos, delinear perfiles en términos sociales, diseñar y modular, desde intervenciones terapéuticas hasta campañas preventivas y programas que logren la mayor cobertura e impactos posibles.
Con bases en esto y basado en el hecho de que cada día es mayor el número de adolescentes que ingresan los instituciones escolares con un grado de desconocimiento bastante significativo, surge la siguiente pregunta.
¿Como mejorara los conocimientos y actitudes referentes a sexualidad y reproductiva en los adolescentes de los grados 9 y 10 del colegio Alejandro obregón de la cuidad de Barranquilla en el primer semestre del año 2012?
OBJETIVOS
4.1 OBJETIVO GENERAL
Determinar y Fortalecer los conocimientos, actitudes relacionadas con salud sexual y reproductiva de los adolescentes de noveno y decimo grado de la institución educativa escuela de artes y ciencias alejando obregón en el primer semestre del año 2012.
4.2 OBJETIVOS ESPECÍFICOS.
Revisar y actualizar conocimientos básicos sobre salud sexual reproductiva, en los adolescentes del colegio Alejandro obregón.
Establecer las fuentes de información sobre los conocimientos de sexualidad en los adolescentes del colegio Alejandro obregón.
Determinar conocimientos y fuentes de información sobre enfermedades de trasmisión sexual a las que acuden los estudiantes del colegio Alejandro obregón.
Revisar los conocimientos sobre embarazo en los estudiantes del colegio Alejandro obregón.
Marco teórico
5.1 EDUCACIÓN.
La educación, (del latín educere "sacar, extraer" oeducare "formar, instruir") puede definirse como El proceso multidireccional mediante el cual se transmiten conocimientos, valores, costumbres y formas de actuar. La educación no sólo se produce a través de la palabra, pues está presente en todas nuestras acciones, sentimientos y actitudes.
La educación es una práctica social de importancia indiscutible para todas las sociedades, ya que representa el vehículo por excelencia para la transmisión, de una generación a otra, de los conocimientos, el lenguaje, los valores, las normas y las costumbres que garantizan la reproducción de la sociedad y su cultura. En sentido amplio, es un elemento necesario para que las personas puedan vivir armoniosamente y alcanzar un pleno desarrollo individual y colectivo.
La educación se produce a través de procesos educativos y de socialización en los que las personas, a lo largo de su vida, intercambian continuamente enseñanzas y aprendizajes en todos los ámbitos de la vida social: el familiar, el comunitario, el escolar, el laboral, etc.
En Colombia la educación se divide en formal y no formal definidas cada una por la ley de educación general (ley 115 de 1994) asi:
Educación formal es aquella que se imparte en establecimientos educativos aprobados, en una secuencia regular de ciclos lectivos, con sujeción a pautas curriculares progresivas, y conducente a grados y títulos.
La educación formal a que se refiere la mencionada ley, se organizará en tres (3) niveles:
A. El preescolar que comprenderá mínimo un grado obligatorio
B. La educación básica con una duración de nueve (9) grados que se desarrollará en dos ciclos: La educación básica primaria de cinco (5) grados y la educación básica secundaria de cuatro (4) grados.
C. La educación media con una duración de dos (2) grados.
La educación formal en sus distintos niveles, tiene por objeto desarrollar en el educando conocimientos, habilidades, aptitudes y valores mediante los cuales las personas puedan fundamentar su desarrollo en forma permanente.
La educación no formal es la que se ofrece con el objeto de complementar, actualizar, suplir conocimientos y formar, en aspectos académicos o laborales sin sujeción al sistema de niveles y grados establecidos en el artículo 11 de esta ley. Y su finalidad es promoción el perfeccionamiento de la persona humana, el conocimiento y la reafirmación de los valores nacionales, la capacitación para el desempeño artesanal, artístico, recreacional, ocupacional y técnico, la protección y aprovechamiento de los recursos naturales y la participación ciudadana y comunitaria.
El proceso educativo que buscamos promover se inscribe en el espacio de la educación no formal, en el que creemos que es posible llevar a cabo nuevas experiencias que se alejen de los procesos generalmente rígidos de la educación formal, en los que el maestro o la maestra depositan en los alumnos y alumnas una información que tienen que memorizar sin poner objeciones.
5.2 EDUCACIÓN SEXUAL
La sexualidad es innata, en cuanto depende de factores biológicos, pero en gran medida es también una creación humana que depende de diversos factores sociales y culturales propios de cada época y cada sociedad. En la educación sexual es primordial que los facilitadores conozcan este marco social y cultural, que es la plataforma sobre la cual las y los jóvenes construyen sus identidades, convicciones y hábitos de vida, para que su acción educativa sea capaz de promover una actitud responsable, crítica y reflexiva en torno al ejercicio de la sexualidad.
En Colombia, en la década de los sesenta, las corrientes internacionales que fomentaban el control de la natalidad influyeron en las temáticas tratadas ocasionalmente en la escuela, en las cátedras de Ciencias Naturales y Salud o de Comportamiento y Salud. Pero fue hasta la década de los noventa, con la Constitución de 1991 que se marca un hito en la educación sexual, toda vez que contemplaba los Derechos Sexuales y Reproductivos (DHSR), tanto en los derechos fundamentales como en los sociales, económicos y culturales (DESC). Así, muchos de los derechos sexuales y reproductivos, propuestos por la Conferencia Internacional sobre la Población y Desarrollo, celebrada en el Cairo,(1194)1 , fueron incluidos explícitamente en la Constitución Política colombiana. Como lo expresa un documento de trabajo elaborado por el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA)2 , las ideas de la Conferencia Internacional de 1994 representaron un importante avance; plantearon que la cobertura y la calidad de los servicios de salud para mejorar los niveles de salud reproductiva debían complementarse con procesos educativos en los que las personas pudieran apropiarse de conocimientos, habilidades, actitudes y valores, que aseguraran el ejercicio de sus derechos sexuales y reproductivos.
En este contexto, la Corte Constitucional emitió una sentencia que establece la necesidad de abordar la educación sexual en el país. Fue así como el Ministerio de Educación Nacional le otorgó carácter obligatorio a la educación sexual en las instituciones educativas mediante la Resolución 3353 de 1993, fundamento del Proyecto Nacional de Educación Sexual (PNES) formulado en 1993. Paralelamente, la Ley General de Educación en el artículo 14, literales), ratifica la obligatoriedad de la educación sexual, "impartida en cada caso de acuerdo con las necesidades psíquicas, físicas y afectivas de los educandos según su edad". El Decreto Reglamentario 1860, de Agosto 3 de 1994, establece en el artículo 36 que: "la enseñanza prevista en el artículo 14, se cumplirá bajo la modalidad de proyectos pedagógicos. La intensidad horaria y la duración de los proyectos se definirán en el respectivo plan de estudios".
El Proyecto Nacional de Educación Sexual (PNES), no obstante haberse divulgado en diciembre de 1993, acogió la concepción de educación sexual como proyecto pedagógico, desarrollado a través del plan de estudios, ya no como una cátedra aislada o asignatura específica .
A pesar de que los posteriores esfuerzos nacionales no abordaron las dificultades pedagógicas y organizacionales de la integración de la temática de sexualidad en la construcción cotidiana propia de la misión formadora de la institución educativa, aportaron un apreciable conocimiento sobre la caracterización de la información acerca de la sexualidad y su percepción por parte del estudiantado:
En el año de 1999, junto con el UNFPA, el Ministerio de Educación desarrolló el Proyecto Educación en Salud Sexual y Reproductiva de Jóvenes para Jóvenes. Se trató de caracterizar a los/las jóvenes escolarizados y no escolarizados de los departamentos de Bolívar, Cauca, Córdoba, Nariño y Sucre en aspectos relacionados con sexualidad, salud sexual y reproductiva y sus relaciones de género3.
actualmente los adolescentes y jóvenes requieren de mas y mejor información y de una educación sexual que les permita conocerse a sí mismos y a su entorno social, adquirir valores y actitudes que enriquezcan su formación como sujetos capaces de reflexionar y decidir sobre el ejercicio de su sexualidad con autonomía y responsabilidad.
Algunas investigaciones muestran que una persona escolarizada de 20 años de edad obtiene el 10% de los aprendizajes en materia de sexualidad en una situación de educación formal, un 5% los adquiere en una situación de educación no formal, y un 85% en situaciones informales o comunitarias.
El aprendizaje en este último ámbito social generalmente está cargado de mitos, prejuicios e ideas equivocadas sobre la sexualidad, que más que orientar desorienta. De ello se deduce que la educación formal e informal sobre la sexualidad deben ser reforzadas con conocimientos científicos, veraces y actualizados que permitan a las y los jóvenes discernir de manera crítica y valorar si el conocimiento adquirido puede favorecer su vida cotidiana.
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1. La Conferencia de la salud y la educación como una de las prioridades para el Programa de Acción que debían desarrollar todos los países.2. Resolución 03353/93 "Por la cual se establece la obligatoriedad de la Educación Sexual en todos los establecimientos educativos del país que ofrecen y desarrollan programas de preescolar, básica, media y media vocacional". Respecto a la finalidad de la Educación Sexual, dice que "debe propiciar y favorecer en todos los estudiantes una formación rica en valores, sentimientos, conceptos y comportamientos para el desarrollo de la responsabilidad y la autonomía, cuya base fundamental sea el afecto y la igualdad entre las personas". 3. Ministerio de Educación Nacional-FNUAP (2001). Proyecto Educación en Salud Sexual y Reproductiva de Jóvenes y para Jóvenes. Informe de investigación. Bogotá, D.C.
Las actividades educativas con adolescentes deberían de tener las siguientes metas:
Guiar a las y los jóvenes hacia el desarrollo de actitudes positivas y de un pensamiento crítico y autocrítico hacia la sexualidad.
Fomentar el conocimiento de sí mismo que le permita al individuo reconocerse y aceptarse como un ser sexuado y sexual a lo largo de todo el ciclo de la vida, libre de toda ansiedad, temor o sentimiento de culpa.
Fomentar el desarrollo de roles de género que promuevan el respeto y las relaciones justas, en un marco de valores basado en los derechos humanos.
Promover el valor de las relaciones afectivas, no sólo en la vida de pareja sino en todas las relaciones humanas.
Promover el conocimiento del cuerpo como un factor de autoestima y de atención a la salud.
Fomentar el comportamiento sexual autónomo, responsable, consciente y placentero hacia uno mismo y hacia los otros.
Promover la comunicación y el trato equitativo en todas las interrelaciones, independientemente de la edad y el sexo de las personas, con énfasis en las relaciones de familia y de pareja.
CARACTERÍSTICAS DE LOS ADOLESCENTES Y JÓVENES
La juventud colombiana es tan grande en cantidad como diversa en sus formas de ser. En términos numéricos, se calculaba que en el año 2000, el 30% de la población colombiana se encontraba entre los 10 y los 24 años de edad4, dato que es muy cercano al 28.73% demostrado por el censo poblacional de 2005.
Sin duda, son muchas las personas que se encuentran en este rango de edad en el país, a quienes en general, por tener una frecuencia baja de enfermedades durante estas etapas, los servicios de salud no les han considerado como grupos prioritarios y, por tanto, no han dispuesto estrategias de valoración e intervención integral, situación que ha mostrado una tendencia a modificarse recientemente.
Diseñar estrategias de abordaje integral para esta población representa un reto mayor, no solo porque esos millones de jóvenes no son de UN solo tipo, sino porque además agrupan una gran diversidad y muchas formas de ser. Los contextos en los cuales están inmersas las personas jóvenes en Colombia marcan diferencias notorias, y así podemos categorizar jóvenes de zonas urbanas con toda su diversidad, marginados, de ciudades grandes, de municipios medianos y municipios pequeños, de zonas rurales o de diferentes condiciones socioeconómicas, entre otros. De la misma manera, se pueden categorizar adolescentes y jóvenes afrocolombianos, indígenas, desplazados por la violencia o los que forman parte de los grupos armados.
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4. CEPAL 2000 En: SCHUTT-AINE, J. y MADDALENO, ob. cit, p. 6
5.3 DETERMINANTES SOCIALES DE LA SALUD SEXUAL Y REPRODUCTIVA DE ADOLESCENTES Y JÓVENES.
Las decisiones que cada persona adolescente o joven tome con respecto a su propia sexualidad y los resultados de diversas condiciones en salud sexual y reproductiva no
son estrictamente determinados por factores individuales; a momento de decidir o de tener alguna condición, entran en juego toda una variedad de factores, muchos de ellos sociales, que le harán optar por una u otra conducta o que contribuirán a tener uno u otro resultado (favorable o no); por ejemplo, su nivel de educación, su trabajo o labor, la situación económica de sus padres, el vivir en una zona urbana o rural, el ser hombre o mujer, el acceso a atención en salud, la cercanía o no de adultos significativos, las oportunidades o dificultades que le ofrece el medio, el acceso a sistemas de atención en salud, etc.
Estos factores son conocidos como determinantes sociales de la salud y se refieren a las condiciones de vida que impactan la salud de las personas. También en el campo de la salud sexual y reproductiva de estos grupos es posible identificar una serie de factores que actúan como determinantes de las decisiones que cada joven toma frente a su sexualidad y de los resultados de diversas condiciones en salud sexual y reproductiva.
La familia, el grupo de pares y las redes de apoyo social.
La familia, amigos y los adultos con quienes se relacionan las personas jóvenes y la presencia de redes de apoyo social son factores que influyen significativamente en el desarrollo de adolescentes y jóvenes. En general, se puede decir que adolescentes y jóvenes, al establecer servicios amigables relaciones significativas con padres, madres, educadores, pares y redes de apoyo social, logran desarrollar factores protectores frente a, por ejemplo, inicio temprano de la actividad sexual, uso de sustancias psicoactivas, y manifestaciones de violencia.
Cuando la persona joven tiene la posibilidad de mantener viva la confianza y de conversar con sus familias, el proceso de toma de decisiones tendrá mayores referentes, más allá de la información que circule entre su grupo de pares, y así puede convertirse en un factor protector.
La pobreza, las políticas y la legislación
Estas condiciones pueden causar problemas para el acceso de adolescentes y jóvenes a los servicios de salud, así como el no reconocimiento de los derechos humanos, de la salud sexual y reproductiva, que pueden disminuir la capacidad de elegir de una forma libre e informada acerca de la sexualidad. De hecho, "las y los adolescentes y jóvenes de familias pobres tienen mayores probabilidades de iniciar su vida sexual a una temprana edad, quedar embarazadas y tener más hijos. Los adolescentes con menor educación y menos oportunidades de generar ingresos se convierten en víctimas de un ciclo continuo de pobreza.5
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5. BUVINIC, 1998; SINGH, 1998; TSUI y cols, 1997. En: SCHUTT-AINE, J. y MADDALENO, M. ob. cit. p.38 A38
Con respecto a este punto, en el caso colombiano, la legislación favorece el acceso de adolescentes y jóvenes a los servicios de salud sexual y reproductiva, incluyendo el suministro de anticonceptivos. Sin embargo, las dificultades geográficas y económicas, especialmente entre los más pobres y vulnerables, así como el poco conocimiento que tienen de sus derechos, hacen que éste acceso sean limitados.
Los medios de divulgación masiva
Como otro punto, podemos afirmar que los medios de comunicación como la radio, la prensa y la televisión tienen una gran influencia sobre las personas jóvenes; estos medios afianzan las normas sociales y culturales frente a la sexualidad y los roles de género. Mas allá de la valoración que hoy se haga de la influencia de los medios de divulgación masiva, en este momento nos interesa destacar que los medios de comunicación pueden ser un aliado significativo en el fortalecimiento de los derechos sexuales y reproductivos de adolescentes y jóvenes. Ese es un reto aún pendiente.
Sociedad y cultura
Por su parte, la sociedad y la cultura moldean la manera como las personas aprenden y expresan su sexualidad, y la forma como toman decisiones con relación a aspectos de su actividad y conducta sexual, roles de género, actitudes, creencias y valores. La sociedad y la cultura crean modelos que se exponen ante los jóvenes y los presionan para que adopten las maneras de ser hombres y mujeres que socialmente están legitimadas.
5.4 MANIFESTACIONES DE LA SALUD SEXUAL Y REPRODUCTIVA DE ADOLESCENTES Y JÓVENES
COLOMBIANOS
La fuente de información más importante y confiable al respecto son las Encuestas Nacionales de Demografía y Salud –ENDS- que realiza Profamilia cada cinco años. Con base en ellas, pero especialmente en la de 2005, se presentan a continuación algunos indicadores de la realidad de esta población. También se destaca la manera en que los determinantes sociales se manifiestan en el campo de la sexualidad juvenil.
5.4.1 Edad de la primera relación sexual de las mujeres en Colombia
La ENDS de 20056 halló que para las mujeres colombianas que al momento de la encuesta tenían entre los 20 y los 49 años de edad, la mediana para la primera relación sexual, es decir, la edad en la cual la mitad de ellas tuvo su primera relación, fue de 18.3 años. Sin embargo, se encontraron diferencias con relación a la zona de vivienda.
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6.Encuesta Nacional de Demografía y Salud-2005- ENDS. Bogotá: Profamilia, 2005.p.148
La mitad de las mujeres que viven en zonas rurales iniciaron sus relaciones antes de los 17.5 años, en comparación con aquellas que habitaban zonas urbanas, en quienes la mediana fue de 18.5 años.
En relación con el nivel educativo también se obtuvieron resultados llamativos. La mediana de edad de la primera relación sexual para aquellas que no accedieron a ningún tipo de educación formal fue de 15.8 años, mientras que para aquellas que tuvieron acceso a la educación superior fue de 20 años. Estos datos muestran cómo la educación formal influye en la toma de decisiones sobre la sexualidad, al menos en el caso específico de las mujeres.
En el hombre la mediana de edad del inicio e relaciones sexuales es de 13.97
5.4.2 Uso de métodos anticonceptivos en mujeres de 15 a 19 años
El grupo de mujeres que en 2005 tenían entre 15 y 19 años. El primer dato señala un reto para los servicios de salud y educación, pues indica que el 80% de las mujeres dijo no estar utilizando, en el momento, ningún método anticonceptivo. De dicho grupo, un poco más de la tercera parte, el 38.2%, dijo haber usado "alguna vez" métodos anticonceptivos.
La encuesta ahondó en el uso del condón masculino, por ser el método más recomendado para esta población, pues ofrece la doble protección: prevención de embarazos y de infecciones de transmisión sexual y VIH. Al respecto, los datos muestran que sólo el 28% de estas mujeres lo han usado alguna vez y esta cifra disminuye a un 6.2% cuando se pregunta por el uso actual.
El cálculo de las tasas de fecundidad en adolescentes permite identificar el número de nacimientos que ocurren anualmente, por cada mil mujeres entre 15 y 19 años. Una de las situaciones más preocupantes en salud sexual y reproductiva, en el caso colombiano, es que esta cifra ha venido aumentando significativamente. En 1990 era de 70 nacimientos por cada 1000 mujeres y en 2005 fue de 90.
Estos números tienen relación directa con el inicio temprano de las relaciones sexuales y la no utilización de métodos anticonceptivos. En relación con la fecundidad de las adolescentes en condiciones de desplazamiento, se encontró que el 30% de las mujeres entre 13 y 19 años habían estado alguna vez embarazadas, el 23% ya habían sido madres y el 7% estaban embarazadas de su primer hijo. La fecundidad de adolescentes es más alta en las comunidades marginadas (estratos 1 y 2) que el promedio nacional: dos de cada tres jóvenes de 19 años ya eran madres.
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7. Instituto Nacional de Endocrinología. Departamento de Salud Sexual y Reproductiva. Rev Cubana Salud Pública 2006;32(3)Fecundidad en adolescentes.
Esta situación se agrava al considerar que dos de cada cinco adolescentes han tenido relaciones sexuales y que el 14% tiene su primera relación antes de cumplir los 15 años de edad. Este inicio temprano de la actividad sexual implica no solo un mayor riesgo fisiológico para las complicaciones de la fecundidad, sino una menor madurez para el ejercicio asertivo de la sexualidad.
5.4.3 Embarazo en adolescentes entre los 15 y los 19 años
La ENDS de 2005 se muestra que, para el promedio nacional, el 20.5% de las mujeres entre los 15 y los 19 años estuvieron embarazadas alguna vez Al observar en detalle algunos Esta cifra de embarazos es superior en el área rural (27%) que en el área urbana (18.5%).8
• Con relación al nivel educativo, la presencia de embarazos en adolescentes sin educación subió hasta el 52.6%; por su parte, el porcentaje de mujeres que tuvieron acceso a la educación superior y resultaron embarazadas bajó hasta un 9%.
• También se encontró que hay una relación directa entre la riqueza y la presencia de embarazadas. Cuando hubo más riqueza, el 10.7% de adolescentes resultaron embarazadas. Cuando hubo menor índice de riqueza, el porcentaje aumentó a 31.5%.
• La encuesta revela que las adolescentes conocen pero emplean menos la planificación familiar, respecto al resto de las mujeres. Solo el 20% de las adolescentes utilizan métodos de planificación familiar. Del total de mujeres adolescentes en unión, solo el 57% utiliza métodos anticonceptivos, las demás (43%) están expuestas al riesgo de embarazo.
5.4.4 Conocimientos frente a ITS y VIH, en mujeres de 15 a 19 años
El nivel de conocimiento sobre el tema de ETS-VIH es menor en adolescentes, especialmente entre las que viven en mayor nivel de pobreza, sin educación, en áreas rurales y zonas de conflicto, lo cual es preocupante si se considera que, en el grupo de 15 a 24 años, el número es de 5.315 casos acumulados de VIH, equivalentes al 11.6% de los reportados.
El 21.7% de las mujeres en este grupo de edad mencionaron no conocer las infecciones de transmisión sexual. Sin embargo, el 97.7% ha oído hablar del VIH, y el 80% conoce que éste se previene con el uso del condón. Esto último contrasta con el bajo porcentaje de uso del condón referido anteriormente (alguna vez: 28%; actualmente 6.2%). Es importante resaltar la baja demanda de los jóvenes de 15 a 19 años con relación a los servicios de salud.
5.5.5 Violencia sexual
Otro de los graves problemas que afecta la salud sexual y reproductiva de adolescentes colombianos es la violencia sexual; el 80% de los casos ocurre dentro del hogar y el agresor es un familiar o conocido, y el 59% de los casos
Ocurren en niñas y mujeres jóvenes. Las víctimas no denuncian porque les da vergüenza, no tienen apoyo, los adultos no les creen o falta una respuesta adecuada; además, las adolescentes refieren desconocer los procedimientos que se deben seguir en estos casos.
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8. Ibíd. p. 108
5.6 PROCESO EDUCATIVO
5.6.1 Funciones del educador
En el proceso educativo se le llama educador/a facilitador/a o y no maestro/a, profesor/a o instructor/a porque, desde la perspectiva que aquí se maneja, los procesos educativos que generan verdadera transformación son procesos en los que el conocimiento circula y se construye en una doble vía, del educador al educando y viceversa, y para que esto suceda se requiere del facilitador/a que oriente y coordine el trabajo en el grupo desde un plano receptivo y de igualdad con los educandos, y no del maestro o instructor tradicional que con una actitud de superioridad vacía su conocimiento sobre los educandos sin entender sus inquietudes y sin suscitar la reflexión y el intercambio de ideas y puntos de vista.
El trabajo del educador, lo que hace y dice durante su actividad educativa, refleja la concepción que tiene acerca de lo que es la educación, qué piensa acerca de cómo aprendemos, cómo conocemos, quién es el que enseña, etc. El proceso educativo es aquél en que tanto el educador como los educandos aprenden a través del diálogo, en donde los jóvenes tienen un papel activo en la creación y recreación de su conocimiento, y en donde ellos y los facilitadores analizan, discuten y reflexionan de manera crítica y creativa para lograr el autoconocimiento y una concientización que posibilite la transformación de sí mismos y de su realidad.
El educador es una persona que no dicta discursos o expone temas esperando que sean escuchados pasivamente y memorizados por los jóvenes, y sí en cambio establece comunicación con ellos, propicia que se comuniquen entre sí, los escucha, y atiende a los intereses, dudas e inquietudes que plantean; no trata de imponer sus puntos de vista como los únicos válidos, sino reconoce que los jóvenes tienen conocimientos y experiencias sobre la sexualidad que enriquecerán el conocimiento que cada quien construye en la interacción durante el proceso educativo.
En la educación sexual es fundamental la apertura para tratar de comprender los diferentes puntos de vista y para discutir respetando todas las ideas que se vierten en los grupos de trabajo, porque existen sobre la sexualidad actitudes, creencias y prácticas en las que no todos los participantes estarán de acuerdo, así como una gran cantidad de información equivocada, mitos y prejuicios que deberán ser cuestionados con el fin de que las y los jóvenes puedan elegir cómo vivir su sexualidad de manera responsable, satisfactoria y libre de tabúes.
5.6.2 El papel del educador
El proceso educativo requiere que el educador juegue un papel distinto al que tiene el docente en el proceso educativo tradicional. La diferencia consiste en que su acción educativa y su relación con los educandos pasan9
1. De la instrucción a la construcción.
Aprender es construir nuevo conocimiento cuestionando y transformando las informaciones e influencias que recibimos continuamente de nuestro entorno. Esta transformación se logra a través del pensamiento creativo y el diálogo propositivo entre todos los integrantes del grupo, incluyendo desde luego al facilitador. la educación consiste en construir junto con ellos el conocimiento a través de la experimentación y la resolución de problemas, considerando que los errores no obstaculizan el aprendizaje sino que son parte fundamental del mismo.
2. Del refuerzo al interés
Una educación sexual que simplemente refuerce los prejuicios, ideas y prácticas sobre la sexualidad que predominan en la sociedad, sin someterlas a discusión, no despertará el interés en los educandos y sólo profundizará el desconocimiento que existe sobre el tema. Por el contrario, nadie dejará de escuchar, poner atención y participar en el debate cuando el tratamiento del tema y las actividades y tareas propuestas sean significativos para ellos porque responden a sus intereses, experiencias y necesidades. Por lo tanto, desde la perspectiva que busca construir conocimientos, los facilitadores investigan a los participantes y elaboran un plan de trabajo para adecuar los contenidos a sus características y necesidades para apoyarles, recuperando sus experiencias e involucrándoles en el proceso de aprendizaje, estimulándolos a hacerse sus propias preguntas acerca de su vida y de sus metas.
3. De la obediencia a la autonomía.
El facilitador no basa su acción educativa en la sumisión de los educandos; por el contrario, fomenta en ellos una actitud de autonomía y responsabilidad, ante sí mismos y ante los demás, por las consecuencias de sus actos.
4. Del individualismo a la cooperación.
La acción educativa del facilitador reconoce en todo momento las capacidades de los educandos para encontrar soluciones a sus problemas, y considera que esas capacidades se desarrollan y potencian en la interacción y la cooperación con los otros, y no actuando aisladamente desde una perspectiva individualista y excluyente. Por lo tanto, promueve la participación de todos los integrantes del grupo en el proceso de reflexión y diálogo, y con ello contribuye a que se revaloren individualmente y como grupo.
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9 Casanueva Saez, P. Educación y aprendizaje significativo. Cuadernos Pedagógicos de la Universidad Católica de Chile
5.6.3 Contenidos a trabajar
Con base a unos lineamientos (los ejes transversales) los facilitadores podrán articular mejor los contenidos educativos con la vida cotidiana de los educandos, y orientar el proceso educativo para que los jóvenes construyan o consoliden conocimientos y desarrollen capacidades que les permitan:
1. Asumir la responsabilidad de su propio cuerpo y de su salud.
2. Conocer las situaciones de riesgo sexual y reproductivo.
3. Analizar críticamente las influencias culturales en la salud sexual.
4. Vivir su sexualidad de manera responsable y satisfactoria.
5 Establecer relaciones armónicas y respetuosas entre ellos y ellas.
Los ejes transversales son los siguientes:
La autonomía, que se refiere al actuar de las y los jóvenes por sí mismos, conscientes de su condición y circunstancia, de sus concepciones y valores. En consecuencia sus acciones surgen desde la convicción personal.
La responsabilidad, que se entiende como la actitud necesaria para prevenir situaciones de riesgo en el ejercicio de la sexualidad de las y los jóvenes; se construye y desarrolla manteniéndonos informados de los posibles riesgos, conociendo nuestros derechos y deberes, ejerciéndolos, y por ende, asumiendo los resultados de las propias acciones.
La solidaridad, que se refiere a la actitud y a las acciones de apoyo hacia quienes son vulnerables, discriminados o excluidos, y finalmente,
La perspectiva de género, que constituye un enfoque de reflexión y análisis de las situaciones de inequidad, discriminación y exclusión provocadas por los patrones convencionales de masculinidad y feminidad, con el que se busca promover nuevas relaciones, armónicas y respetuosas, entre hombres y mujeres.
5.6.4 Categorías temáticas, temas y contenidos
Las categorías temáticas y sus temas y contenidos correspondientes son:
Autoconocimiento y prevención.
La prevención de comportamientos de riesgo en salud sexual depende de la información que tengamos al respecto, pero también de la conciencia que personalmente desarrollemos que parte del autoconocimiento que tengamos sobre nosotros mismos para actuar en consecuencia con el autocuidado.
Conocerse a sí mismo implica observar y reflexionar sobre lo que uno es. Es identificar aquellas características que nos conforman de manera integral, reconociéndolas en nuestro cuerpo, actitudes, sentimientos, como en las relaciones que establecemos con nosotros/as mismos/as y con los demás. Sin embargo, debido a que evolucionamos física y mentalmente a lo largo de la vida, el autoconocimiento debe ser un proceso continuo que nos revele cómo van cambiando los significados que atribuimos a nuestro cuerpo sexuado, a las emociones y comportamientos que de ello se derivan, así como las ideas que guían nuestras concepciones sobre lo sexual, conforme aumenta nuestra información, experiencia y comprensión sobre esta dimensión tan importante en nuestra vida.
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