- Conciencia Emocional
- El flujo de los sentimientos
- Control Emocional
- Esfuerzo emocional
- La Motivación
- Autoestima
- Las "Aes" de la autoestima
- Componentes de la autoestima
- La inteligencia emocional y el reconocimiento de las emociones ajenas
- Inteligencia emocional e inteligencia creativa
- La inteligencia emocional como factor decisivo de éxito
- La inteligencia emocional en la salud
- Las emociones y la salud
- La inteligencia emocional como base de éxito personal
- Cómo piensan hombres y mujeres
- Aptitudes emocionales y sociales
- Claves del éxito personal
- La inteligencia emocional en salud pública
Conciencia Emocional
La capacidad de reconocer el modo en que nuestras emociones afectan a nuestras acciones y la capacidad de utilizar nuestros valores como guía en el proceso de toma de decisiones.
Conciencia emocional: Reconocer nuestras emociones y sus efectos
Las personas dotadas de esta competencia:
Saben qué emociones están sintiendo y porqué
Comprenden los vínculos existentes entre sus sentimientos, sus pensamientos, sus palabras y sus acciones
Conocen el modo en que sus sentimientos influyen sobre su rendimiento
Tienen un conocimiento básico de sus valores y sus objetivos
Se define la conciencia de sí mismo como: "la capacidad de permanecer atentos, de reconocer los indicadores y sutiles señales internas que nos permiten saber lo que estamos sintiendo y de saber utilizarlas como guía que nos informa de continuo acerca del modo como estamos haciendo las cosas"
La conciencia emocional comienza estableciendo contacto con el flujo de sentimientos que continuamente nos acompaña y reconociendo que estas emociones tiñen todas nuestras percepciones, pensamientos y acciones y un modo que nos permite comprender el modo en que nuestros sentimientos afectan también a los demás.
El flujo de los sentimientos
El trasfondo de nuestra vida emocional discurre de un modo parejo al flujo de nuestros pensamientos. En el fondo de nuestra conciencia siempre existe algún estado de ánimo que, aunque, por lo general, no nos percatemos de los sutiles estados de ánimo que fluyen y refluyen mientras llevamos a cabo nuestra rutina cotidiana. Pero el día a día hace que estemos mucho más preocupados por nuestro flujo de pensamientos, sumergiéndonos en la tarea que estamos llevando a cabo sin percibir los sentimientos que esto genera en nosotros. Para sensibilizarnos de este ruido subterráneo de estados de ánimo y emociones es necesario que hagamos una pausa mental, pausa que raramente nos permitimos. Nuestros sentimientos nos acompañan siempre, pero raramente nos damos cuenta de ellos, por el contrario, solamente nos percatamos cuando éstas se han desbordado.
Es como si nuestras emociones tuvieran su propia agenda, pero nuestras agitadas vidas no les dejaran espacio ni tiempo libre y, en consecuencia, se vieran obligadas a llevar una existencia subterránea. T toda esa presión mental termina sofocando esa voz interna que constituye la más segura brújula para navegar adecuadamente por el océano de la vida.
A las personas incapaces de reconocer cuales son sus propios sentimientos los podríamos denominar "analfabetos emocionales".
En ciertas personas, esta sordera emocional constituye una especie de olvido de los mensajes que nos manad nuestro cuerpo en forma, por ejemplo, de jaqueca crónica, dolor lumbar o ataques de ansiedad.
Pero la conciencia de uno mismo es una habilidad que puede ser cultivada, por ejemplo con la meditación cotidiana.
Dejarnos guiar por nuestra brújula interna (pág. 88)
La conciencia de uno mismo constituye una especie de barómetro interno que nos dice si la actividad que estamos llevando a cabo, o la que vamos a aprender, merece realmente la pena. Los sentimientos nos proporcionan una imagen global de toda situación. Y, en el caso de que existan discrepancias entre nuestros valores y nuestros sentimientos, el resultado será una profunda inquietud en forma de culpabilidad, vergüenza, dudas, ensoñaciones, inquietud, remordimientos o similares. Y todo ese ruido de fondo actúa a modo de niebla emocional que inspira sentimientos que pueden acabar saboteando todos nuestros esfuerzos.
Algunas investigaciones demuestran que los trabajadores estrella efectúan elecciones que les permiten trabajar dejando intacta o fortalecida su autoestima, tienen en cuenta el tipo de proyecto que más les interesa, el tipo de personas con quienes puede resultar más estimulante trabajar y qué contribución personal pueden hacer para mantener la eficacia.
Dirigir la propia vida
Como dice el refrán: "si no sabes hacia donde te diriges, cualquier camino sirve", lo cual significa que, cuanto menos conscientes seamos de lo que realmente nos apasiona, más perdidos nos hallaremos.. Y este ir a la deriva puede llegar incluso a dañar seriamente nuestra salud. Tal vez sea por esto por lo que las personas que sienten que su trabajo no les permite aprovechar sus potencialidades o que sienten que su actividad es rutinaria y aburrida, corren un mayor riesgo de experimentar dolencias cardiacas.
La conciencia de nosotros mismos nos proporciona, pues, una brújula segura para armonizar nuestras decisiones con nuestros valores más profundos.
Control Emocional
Gestionar adecuadamente nuestras emociones y nuestros impulsos conflictivos
Mantener bajo control las emociones e impulsos conflictivos
Las personas dotadas de esta competencia:
Gobiernan adecuadamente sus sentimientos impulsivos y sus emociones conflictivas
Permanecen equilibrados, positivos e imperturbables aún en los momentos más críticos
Piensan con claridad y permanecen concentrados a pesar de las presiones
El autocontrol se manifiesta por la ausencia de explosiones emocionales o por ser capaz de relacionarse con una persona enfadada sin enojarnos.
Un sorprendente descubrimiento, extraído de los estudios sobre el cerebro de personas que se hallan sometidas a situaciones estresantes pone en evidencia que la actividad del cerebro emocional socava algunas de las funciones de los lóbulos pre frontales, el centro ejecutivo que se halla inmediatamente detrás de la frente.
Los lóbulos pre frontales constituyen el asiento de la memoria operativa, es decir, de la capacidad para prestar atención y recordar la información sobresaliente, una instancia esencial para la comprensión, el entendimiento, la planificación, la toma de decisiones, el razonamiento y el aprendizaje.
Cuando la mente permanece en calma, el rendimiento de la memoria operativa es óptimo, pero cuando tienen lugar una urgencia el funcionamiento del cerebro cambia a una modalidad autodefensiva centrada en la supervivencia, consumiendo recursos de la memoria operativa y transfiriéndolos a otras localizaciones cerebrales que le permita mantener los sentidos en estado de hipervigilancia.
En la medida en que nos hallemos preocupados por pensamientos movilizados por nuestras emociones, la memoria operativa dispondrá de mucho menos espacio atencional
Esfuerzo emocional
Este concepto se refiere al esfuerzo interno que tenemos que hacer bien para controlar nuestras emociones, bien para comprender las emociones de los demás.
Para poder determinar el coste de un esfuerzo emocional, debemos conocer antes el grado de identificación que mantiene la persona con su trabajo. (pág.120
EXCESO DE CONTROL EMOCIONAL
El autocontrol emocional no es lo mismo que el exceso de control, es decir, la extinción de todo sentimiento espontáneo que, obviamente, tiene un coste físico y mental.
Los beneficios de la conciencia de uno mismo
Self awareness
El mero hecho de ser conscientes de los sentimientos que bullen en nuestro interior puede tener un efecto muy positivo sobre nuestra salud.
El autoconocimiento desempeña un papel fundamental en el control del estrés.
NO MANIFESTAR LAS EMOCIONES: LA IMPLOSIÓN EMOCIONAL
Este tipo de personas experimentan, en cualquier caso, el colapso interno propio de tal situación de en forma de problemas psicosomáticos, aunque no se vean afectados por el secuestro emocional.
AUTOMOTIVACIÓN
Dirigir las emociones para conseguir un objetivo es esencial para mantenerse en un estado de búsqueda permanente y para mantener la mente creativa para encontrar soluciones. Las personas que tienen esta habilidad tienden a ser más productivas y eficaces, cualquiera que sea su emprendimiento.
La Motivación
¿Qué queremos?, ¿cómo lo queremos?, ¿en cuánto tiempo?, y después que lo tenemos ¿qué hacemos con él?
Estas interrogantes permiten definir el camino que escogemos para llegar a una o a otra decisión, pudiendo ser nimia o trascendental.
Es por ello que la Motivación es lo que nos garantiza que estemos enfocados hacia lo queremos, y enrumba a las personas hacia la obtención de lo que se anhela. De acuerdo a lo anterior, se puede inferir que todos los procesos y toma de decisiones que se hacen en el transcurso de la vida, están sujetos al grado de incentivación o motivación que posea el individuo.
El logro de objetivos y metas es directamente proporcional a las circunstancias favorables que nos conducen a ellos, al esfuerzo que se realiza y al afán de obtenerlo. D allí la importancia que tiene el uso de la Motivación como una herramienta pedagógica por parte de docentes y como una manera de encauzar los requerimientos de los niños, utilizando para ello una justipreciación de las bondades y rechazan los elementos negativos, recompensando lo que esté bien hecho y reforzando dicha conducta para que sea repetida y permita a las personas en su desarrollo lograr su felicidad.
1. LA MOTIVACIÓN: DEFINICIÓN
• Los psicólogos definen la motivación como la necesidad o el deseo que activa y dirige nuestro comportamiento.
• La motivación es el hecho de activar y orientar la conducta, la fuerza que está detrás de nuestra ansia por la comida, por la intimidad sexual, y nuestro deseo de lograr alcanzarlas.
• Algunas conductas motivadas aumentan la excitación, el objetivo es obtener una excitación óptima.
• Para alcanzar una meta, las personas han de tener suficiente activación y energía, un objetivo claro y la capacidad y disposición de emplear su energía durante un período de tiempo lo suficientemente largo para poder alcanzar su meta.
¿CUÁL ES EL ELEMENTO MÁS IMPORTANTE DE LA MOTIVACIÓN?:
– La forma en que nos sentimos emocionalmente en una situación determinada consiste en el elemento más importante de la motivación.
– La motivación está constituida por todos los factores capaces de provocar, mantener y dirigir la conducta hacia un objetivo determinado.
LA PALABRA MOTIVACIÓN PROVIENE DEL LATÍN
"PARA MOVER"
Es la fuerza que activa y dirige el comportamiento, que lo dirige y lo lleva hacia toda tendencia por la supervivencia.
• Para alcanzar una meta, las personas han de tener suficiente activación y energía, un objetivo claro y la capacidad y disposición de emplear su energía durante un periodo de tiempo lo suficientemente largo para poder alcanzar su meta.
• El elemento más importante de la motivación reside en la manera como nos sentimos emocionalmente en una situación determinada. Un elemento primordial es la manera de sentir nuestras emociones.
2. TIPOS DE MOTIVACIÓN
• La motivación está constituida por todos los factores capaces de provocar, mantener y dirigir la conducta hacia un objetivo.
• Podríamos hablar de dos tipos de motivación:
– Primaria.
– Secundaria.
• Los motivos primarios: nos ayudan a satisfacer necesidades básicas, tales como la alimentación, bebida, calor y alojamiento.
– Estas necesidades han de satisfacerse para asegurar la
Supervivencia y no pueden ser alteradas fácilmente mediante el ejercicio de la voluntad.
– Algunas de ellas son cíclicas (comer y dormir) y la intensidad con la que se sienten aumenta y disminuye de un modo más o menos regular
• La motivación secundaria: son adquiridos o aprendidos y las necesidades que satisfacen pueden o no, estar indirectamente relacionados con los motivos primarios.
Algunos de ellos podrían ser:
– Amistad.
– Libertad.
– Honor.
– Poder.
– Riqueza.
– Fama.
– Amor.
– Etc.
Autoestima
¿Que he hacer para amar a mi prójimo?
Preguntó el discípulo al maestro
Respondió este
El discípulo medito larga y seriamente estas palabras y regreso a decirle al maestro:
"pero si yo me amo demasiado a mi mismo…."
Si soy un egoísta y un egocéntrico….
¿Cómo puedo librarme de mi egoísmo?
"Sé amigo de ti mismo, y tu YO quedara satisfecho y te dejara en libertad para amar a tu prójimo."
Reflexión: ______________________________________________________________
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El ser humano se percibe a nivel sensorial; piensa sobre si mismo y sobre sus comportamientos: se evalúa y los evalúa; siente, en consecuencia, emociones relacionadas consigo mismo; todo lo cual evocar en él tendencias conductuales coherentes con sus percepciones, pensamientos, evaluaciones y sentimientos.
Así pues, estos conjuntos de percepciones, pensamientos, evaluaciones, sentimientos y tendencias conductuales dirigidas hacia nosotros mismos, hacia nuestra manera de ser y de comportarnos, hacia los rasgos de nuestro cuerpo y de nuestro carácter, configuran las actitudes que globalmente, llamamos AUTOESTIMA. La autoestima en suma, es la percepción evaluativa de uno mismo.
La importancia de la autoestima estriba en que concierne a nuestro ser, a nuestra manera de ser y al sentido de nuestra valía personal. Por lo tanto, no puede menos de afectar a nuestra manera de estar y actuar en el mundo y de relacionarnos con los demás. Nada en nuestra manera de pensar, se sentir, de decidir y de actuar escapa al influjo de nuestra autoestima: "la conducta del individuo es el resultado de la interpretación peculiar de su medio, cuyo foco es el sí mismo" (R.B. Burns, p.50).
Nadie puede dejar de pensar en su mismo de evaluarse. Todos, pues, desarrollamos una autoestima suficiente o deficiente, positiva o negativa, alta o baja…, aunque de la manera más realista y positiva posible y que nos permita descubrir nuestros recursos personales, apreciarlos y utilizarlos debidamente, así como nuestras deficiencias, para aceptarlas y superarlas en la medida de nuestras posibilidades.
Si no nos valoramos en lo que realmente valemos, si reconocemos y apreciamos las cualidades y talentos que realmente poseemos, si no aceptamos con serenidad nuestras limitaciones, seremos presa fácil de la inseguridad y la desconfianza en nosotros mismos, no será as difícil afrontar y superar los problemas en nuestra vida cotidiana; nos resultara casi imposible emprender proyectos arriesgados, pero accesibles a nuestras posibilidades. Por otro lado, podríamos fácilmente caer en la tentación de intentar empresas que, por exceder nuestra capacidad, estarían condenadas al fracaso.
De ahí un autoconocimiento sensata y sanamente autocritico, como base imprescindible para conocer y reconocer tanto lo positivo como lo negativo de los rasgos de nuestro carácter y de nuestras conductas; base desde la que nos será posible modificar actitudes irreales, prejuicios, y fortalecer la evaluación realista de nuestros recursos, posibilidades, limitaciones, errores.
"conozco una sola definición de la felicidad: Ser un buen amigo de ti mismo"
Las "Aes" de la autoestima
La persona que se autoestima suficientemente posee, en mayor o menor grado, las siguientes características (las "Aes" de la autoestima): aprecio, aceptación, afecto, atención, autoconciencia, apertura y en una palabra que incluye todas las antedichas -AFIRMACION. A continuación las explicamos una por una:
APRECIO
Aprecio genuino de uno mismo como persona, independientemente de lo que pueda hacer o poseer, de tal manera que se considere igual, aunque diferente, a cualquier persona
Incluye todo lo positivo que pueda hacer en uno mismo: talentos, habilidades, cualidades corporales, mentales, espirituales.
"Todos tenemos dentro de nosotros mismos una buena nueva" La buena nueva es que no sabemos realmente lo grandes que podemos ser
Lo mucho que podemos amar
Lo mucho que podemos lograr y la magnitud de nuestro potencial
No se puede mejorar una buena nueva como ésta" (Anne Frank)
ACEPTACION:
Tolerante y esperanzada de sus limitaciones, debilidades, errores y fracasos. Reconoce serenamente los aspectos desagradables de su personalidad. Se responsabiliza de todos sus actos, sin sentirse excesivamente culpable por errores que haya cometido.
No le asustan sus defectos, y prefiere triunfar, pero no se hunde cuando pierde.
"Aspira a hacer las cosas bien, no a la perfección.
Nunca renuncies al derecho que tienes a equivocarte, porque, si no, perderás la capacidad de aprender cosas nuevas y de avanzar en tu vida.
Recuerda que el miedo siempre se oculta baja las ansias de perfección. Encarar tus miedos y permitirte a ti mismo el derecho a ser humano puede, paradójicamente, hacerte una persona muchísimos más fecunda y feliz".
AFECTO
Actitud positivamente amistosa, comprensiva y cariñosa hacia si misma, de tal suerte que la persona se sienta en paz, no en guerra, con sus pensamientos y sentimientos (aunque no le agraden, con su imaginación y con su cuerpo. Y, así, sabe disfrutar de la soledad sin desdeñar la compañía. "se encuentra bien consigo mismo(a) dentro de su propia piel.
"Deberíamos aprender a mirarnos a nosotros mismos con la misma ternura con que nos miraríamos si fuéramos nuestros propia madre".
ATENCION
Cuidado fraternal de sus necesidades reales, tanto físicas como psíquicas, intelectuales como espirituales
La persona que se autoestima prefiere la vida a la muerte, el placer al dolor, el gozo al sufrimiento. No busca el sufrimiento por el sufrimiento; protege su integridad física y psíquica; no se expone a peligros innecesarios. Pero también es capaz de aceptar el sufrimiento y la misma muerte por una persona o una causa con la que sienta profundamente identificada. Por eso una madre que se autoestime dona gustosamente unos de sus riñones para se lo implanten a un hijo que lo necesita.
Componentes de la autoestima
Autoconcepto
Es una serie de creencias acerca de si mismo, que se manifiestan en la conducta. Si alguien se cree tonto actuara como tonto; si se cree inteligente, actuara como tal.
Autoconocimiento
Es conocer las partes, que componen el yo, cuáles son sus manifestaciones, necesidades y habilidades los papeles que vive el individuo y a través de los cuales es; conocer por qué y cómo actúa y siente.
Autoevaluación
Refleja la capacidad interna de evaluar las cosas como buenas si lo son para el individuo, le satisfacen, son interesantes, enriquecedoras, le hacen sentir bien, y le permiten crecer y aprender; y considerarlas como malas si lo son para la persona, no le satisfacen carecen de interés, le hacen daño y no le permiten crecer.
Autoaceptacion
Es admitir y reconocer todas las partes de sí mismo como un hecho, como la forma de ser y sentir.
Tan lamentable es desconocer e infravalorar nuestros talentos como no reconocer ni aceptar nuestros errores y limitaciones.
Reconocimiento responsable, ecuánime y sereno de aquellos rasgos físicos y psíquicos que nos limitan y empobrecen, así como de aquellas conductas inapropiadas y/o erróneas de las que somos autores
La consciencia de nuestra dignidad innata como personas que, por muchos errores o maldades que perpetremos, nunca dejaremos de ser nada más y nada menos que seres humanos falibles.
Aceptarse no es lo mismo que gustarse, ni menos que desinteresarse por el propio desarrollo personal.
No es razonable ni útil identificar a la persona, siempre digna de respeto, con su conducta, no siempre irreprochable
Podemos juzgar favorable o desfavorablemente una conducta concreta (propia o ajena) si tenemos evidencia razonable en laque apoyarnos; pero no podemos juzgar globalmente a nadie, no podemos juzgar a la persona en su mismidad, ni etiquetarla en su totalidad.
"los animales del bosque se dieron cuenta un día de que ninguno de ellos era el animal perfecto: los pájaros volaban muy bien, pero no nadaban ni escarbaban; la liebre era una estupenda corredora, pero no volaba ni sabía nadar…. Y así los demás. ¿No habría manera de establecer una academia para mejorar la raza animal? Dicho y hecho.
En la primera clase de carrera, el conejo fue una maravilla, y todos dieron sobresaliente; pero en la clase de vuelo subieron al conejo a la rama de un árbol y le dijeron: ¡vuela conejo! El animal salto y se estrello contra el suelo, con tan mala suerte que se rompió dos patas y fracaso también en el examen final de carrera. El pájaro fue fantástico volando, pero le pidieron que excavara como el topo. Al hacerlo se lastimo las alas y el pico y, en adelante, tampoco pudo volar; con lo que ni aprobó la prueba de excavación ni llego al aprobadillo en la de vuelo.
Convenzámonos: un pez debe ser pez, un estupendo pez, un magnifico pez, pero no tiene por qué ser un pájaro.
Solo cuando aprendamos a amar en serio lo que somos, seremos capaces de convertir lo que somos en una maravilla."
Autorespeto
Es atender y satisfacer las propias necesidades y valores. Expresar y manejar en forma conveniente sentimientos y emociones, sin hacerse daño ni culparse. Buscar y valorar todo aquello que lo haga a uno sentirse orgulloso de si mismo
Se llega a la conclusión la autoestima es la síntesis de todos los pasos anteriores. Su una persona se conoce y está consciente de sus cambios, crea su propia escala de valores y desarrolla sus capacidades; y si se acepta y respeta, tendrá autoestima. Por el contrario, si una persona no se conoce, tiene un concepto pobre de sí misma(o), no se acepta ni respeta, entonces no tendrá autoestima.
Ejercicio: ubica en que escalón te encuentras actualmente y haz una reflexión de por qué estás ahí y a que te comprometes para poder seguir avanzando.
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La autoestima es una actitud que se aprende, que fluctúa y que se puede mejorar.
Indicios positivos: La persona que se autoestima suficientemente
Creer firmemente en sus valores, independientemente de la opinión de otros. esta dispuesta a defenderlos, aun cuando encuentre oposición, y siente lo suficientemente segura de si mismo(a) como para modificarlos si nuevas experiencias indican que estaba equivocada.
Capaz de obrar según se crea, confiando en propio juicio. sin sentirse culpable cuando otros no les parezca bien lo que haga
No pierde tiempo preocupándose en exceso por lo que haya ocurrido en el pasado ni por lo que pueda ocurrirle en el futuro. Aprende del pasado y se proyecta para el futuro, pero vive intensamente el presente, el aquí y ahora.
Tiene una confianza básica en su capacidad para resolver sus propios problemas, sin dejarse acobardar fácilmente por fracasos y dificultades. Y está dispuesta a pedir ayuda de otros cuando realmente la necesita.
Como persona, se considera y se siente igual que cualquier otra persona; ni inferior ni superior; sencillamente, igual en dignidad.
Da por supuesto que es interesante y valiosa para otros, al menos para aquellos con quienes se asocia amistosamente
No se deja manipular por los demás, aunque está dispuesta a colaborar con ellos si le parece apropiado y conveniente.
Es capaz de disfrutar con las más diversas actividades, como trabajar, leer, jugar, charlar, caminar, holgazanear.
Es sensible a los sentimientos y necesidades de los demás; respeta las normas sensatas de convivencia generalmente aceptadas, y entiende que no tiene derecho ni lo desea a medrar o divertirse a costa de otros.
Negativos
Autocrítica rigorista, tendencia a crear un estado habitual de insatisfacción consigo mismo (a).
Hipersensibilidad a la crítica, que le hace sentirse fácilmente atacada y a experimentar resentimientos contra sus críticos
Indecisión crónica, no tanto por la falta de información, sino por miedo exagerado a equivocarse.
Deseo excesivo de complacer: no se atreve a decir "no", por temor a desagradar y perder la benevolencia del peticionario.
Perfeccionismo, o autoexigencia de hacer "perfectamente", sin un fallo, casi todo cuanto intenta; lo cual puede llevarle a sentirse muy mal cuando las cosas no salen con la perfección exigida.
Culpabilidad neurótica: se condena por conductas que no siempre son objetivamente malas, exagera la magnitud de sus errores y delitos y/o los lamenta indefinidamente, sin llegar a perdonarse por completo.
Hostilidad flotante, irritabilidad a flor de piel, que le hace estallar fácilmente por cosas de poca importancia.
Actitud supercrítica: casi todo le sienta mal, le disgusta, le decepciona, le deja insatisfecho.
Tendencias depresivas: tiende a verlo todo negro: su vida, su futuro y, sobre todo, su sí mismo; y es proclive a sentir una indiferencia generalizada del gozo de vivir y aun de la vida misma
II UNIDAD
La inteligencia emocional y el reconocimiento de las emociones ajenas
Importancia de la Inteligencia Emocional
El cerebro emocional
"Cada emoción ofrece una disposición definida a actuar; cada una nos señala una dirección que ha funcionado bien para ocuparse de los desafíos repetidos de la vida humana. Dado que estas situaciones se repiten una y otra vez a lo largo de la historia de la evolución, el valor de supervivencia de nuestro repertorio emocional fue confirmado por el hecho de que quedaron grabadas en nuestros nervios como tendencias innatas y automáticas del corazón humano"
"Pero mientras nuestras emociones han sido guías sabias en la evolución a largo plazo, las nuevas realidades que la civilización presenta han surgido con tanta rapidez que la lenta marcha de la evolución no puede mantener el ritmo. En efecto, las primeras leyes y declaraciones de la ética– el Código de Hammurabi, los Diez Mandamientos de los Hebreos, los Edictos del emperador Ashoka- pueden interpretarse como intentos para dominar, someter y domesticar la vida emocional. Como describió Freud en El malestar en la cultura, la sociedad ha tenido que imponerse sin reglas destinadas a someter las corrientes de excesos emocional que surgen libremente en su interior"
"A pesar de estas limitaciones sociales, las pasiones aplastan a la razón una y otra vez. Esta característica de la naturaleza humana surge de la arquitectura básica de la vida mental. En términos de diseño biológico para el circuito neurológico básico de la emoción, aquello con lo que nacemos es lo que funcionó mejor en las 50,000 últimas generaciones humanas, no en las 500 últimas… y sin duda no en las cinco últimas. Las lentas y deliberadas fuerzas de la evolución que han dado forma a nuestras emociones han hecho su trabajo en el curso de un millón de años; los 10,000 últimos años –a pesar de haber sido testigos del rápido crecimiento de la civilización humana y de la explosión de la población humana, que pasó de cinco millones a cinco mil millones- han dejado pocas huellas en las plantillas biológicas de nuestra vida emocional."
Emoción: "Utilizo el término emoción para referirme a un sentimiento y sus pensamientos característicos, a estados psicológicos y biológicos y a una variedad de tendencias a actuar".
Se sostiene que existen cientos de emociones, junto con combinaciones, variables, mutaciones y matices. El argumento de que existe un puñado de emociones centrales se basa en cierta medida en el descubrimiento de Paul Ekman, según el cual las expresiones faciales para cuatro de ellas (temor, ira, tristeza, placer) son reconocidas por personas de culturas de todo el mundo, incluidos los pueblos pre alfabetizados presumiblemente no contaminados por la exposición al cine o la televisión.
Emociones primarias reconocidas preferentemente con sus familias:
Ira: furia, resentimiento, cólera, exasperación, indignación, aflicción, acritud, animosidad, fastidio, irritabilidad, hostilidad y, tal vez en el extremo, violencia, y odio patológicos.
Tristeza: congoja, pesar, melancolía, pesimismo, pena, autocompasión, soledad, abatimiento, desesperación y, en casos patológicos, depresión grave.
Temor: ansiedad, aprensión, nerviosismo, preocupación, consternación, inquietud, cautela, incertidumbre, pavor, miedo, terror, en un nivel psicopatológico, fobia y pánico.
Placer: felicidad, alegría, alivio, contento, dicha, deleite, diversión orgullo, placer sensual, estremecimiento, embeleso, gratificación, satisfacción, euforia, extravagancia, éxtasis y, en el extremo, manía.
Amor: aceptación, simpatía, confianza, amabilidad, afinidad, devoción, adoración, infatuación, ágape (amor espiritual).
Sorpresa: conmoción, asombro, desconcierto.
Disgusto: desdén, desprecio, menosprecio, aborrecimiento, aversión, disgusto, repulsión.
Vergüenza: culpabilidad, molestia, disgusto, remordimiento, humillación, arrepentimiento, mortificación y contrición.
"Al buscar los principios básicos, sigo a Ekman y a otros, y considero las emociones en términos de familias y dimensiones, tomando las principales familias –ira, tristeza, temor, placer, amor, vergüenza, etcétera- como casos pertinentes a los infinitos matices de nuestra vida emocional. Cada una de estas familias tiene un núcleo emocional básico, con sus parientes formando ondas a partir de este núcleo en incontables mutaciones. En las ondas externas se encuentran los estados de ánimo que, técnicamente hablando, son más apagados y duran mucho más tiempo que una emoción (mientras es relativamente raro mantener el calor de la ira durante todo el día, por ejemplo, no es tan raro estar de un humor gruñón e irritable, en el que se activan fácilmente arranques de ira más cortos). Más allá de los estados de ánimo se encuentra el temperamento, la prontitud para evocar una emoción o estado de ánimo determinado que hace que la gente sea melancólica, tímida o alegre. Todavía más allá de estas disposiciones emocionales se encuentran los evidentes trastornos de la emoción, tales como la depresión clínica o la ansiedad incesante, en la que alguien se siente constantemente atrapado en un estado negativo".
Se dice que tenemos una mente emocional y otra racional, la primera es mucho más rápida actúa sin ponerse a pensar en lo que está haciendo, descarta la reflexión deliberada y analítica que es el sello de la mente pensante… las acciones que surgen de la mente emocional acarrean una sensación de certeza especialmente fuerte, una consecuencia de una forma sencilla y simplificada de ver las cosas que pueden ser absolutamente desconcertantes para la mente racional. Cuando ha pasado la tormenta, o incluso en medio de la respuesta, nos sorprendemos pensando: "¿Para qué hice esto?" Una señal de que la mente racional está despertando, aunque no con la rapidez de la mente emocional… este rápido modo de percepción sacrifica la exactitud a favor de la velocidad, dependiendo de las primeras impresiones, reaccionando al cuadro general o a los aspectos más sorprendentes. Asimila las cosas de inmediato, como un todo, reaccionando sin tomarse el tiempo necesario para un análisis reflexivo. Los elementos vívidos pueden determinar esa impresión, efectuando una cuidadosa evaluación de los detalles. La gran ventaja es que la mente emocional puede interpretar una realidad emocional (él está furioso conmigo; ella está mintiendo; esto lo entristece) en un instante, emitiendo los juicios intuitivos que nos dicen con quién debemos ser cautelosos, en quién podemos confiar, quién está afligido. La mente emocional es nuestro radar para percibir el peligro; si nosotros (o nuestros antecesores en el proceso evolutivo) esperáramos que la mente racional hiciera algunos de estos juicios, tal vez no sólo estaríamos equivocados sino que podríamos estar muertos. El inconveniente es que estas impresiones y juicios intuitivos, debido a que se efectúan en un abrir y cerrar de ojos, pueden ser erróneos o falsos".
La lógica de la mente emocional es asociativa; toma elementos que simbolizan una realidad, o dispara un recuerdo de la misma, para ser igual a esa realidad. Esta lógica del corazón –de la mente emocional- está bien descrita por Freud en su concepto de " proceso primario" de pensamiento; es la lógica de la religión y la poesía, la psicosis y los niños, el sueño y el mito (como señala Joseph Campbell, "los sueños son mitos privados; los mitos son sueños compartidos")… si la mente emocional sigue esta lógica y estas reglas, con un elemento que representa a otro, las cosas no necesariamente deben estar definidas por su identidad objetiva: lo que importa es cómo son percibidas; las cosas son lo que parecen. Lo que algo nos recuerda puede ser mucho más importante que lo que "es".
En uno de los descubrimientos sobre las emociones más reveladores de la última década, la obra de LeDoux demostró cómo la arquitectura del cerebro concede a la amígdala una posición privilegiada como centinela emocional, capaz de asaltar al cerebro Su investigación ha demostrado que las señales sensoriales del ojo y el oído viajan primero en el cerebro al tálamo y luego –mediante una única sinapsis- a la amígdala; una segunda señal del tálamo se dirige a la neocorteza, el cerebro pensante. Esta bifurcación permite a la amígdala empezar a responder antes que la neocorteza, que elabora la información mediante diversos niveles de circuitos cerebrales antes de percibir plenamente y por fin iniciar su respuesta más perfectamente adaptada.
Mientras la amígdala trabaja preparando una reacción ansiosa e impulsiva, otra parte del cerebro emocional permite una respuesta más adecuada y correctiva. El regulador del cerebro para los arranques de la amígdala parece encontrarse en el otro extremo de un circuito más importante de la neocorteza, en los lóbulos prefrontales que se encuentran exactamente detrás de la frente. La corteza prefrontal parece entrar en acción cuando alguien siente miedo o rabia, pero contiene o controla el sentimiento con el fin de ocuparse más eficazmente de la situación inmediata, o cuando una nueva evaluación provoca una respuesta totalmente diferente… esta zona neocortical del cerebro origina una respuesta más analítica o apropiada a nuestros impulsos emocionales, adaptando la amígdala y otras zonas límbicas…. Esta progresión que permite el discernimiento en la respuesta emocional, es la combinación corriente, con la significativa excepción de las emergencias emocionales. Cuando una emoción entra en acción, momentos después los lóbulos prefrontales ejecutan lo que representa una relación riesgo/beneficio de infinitas reacciones posibles, y apuestan a una de ellas como la mejor El lóbulo prefrontal izquierdo parece ser parte de un circuito nervioso que puede desconectar, o al menos mitigar, todos los arranques emocionales negativos salvo los más intensos. Si la amígdala a menudo actúa como disparador de emergencia, el lóbulo prefrontal izquierdo parece ser parte del mecanismo de desconexión del cerebro para las emociones perturbadoras: la amígdala propone y el lóbulo frontal dispone. Estas conexiones zona prefrontal-zona límbica son fundamentales en la vida mental mucho más allá de la sintonía fina de la emoción; son esenciales para guiarnos en las decisiones que más importan en la vida.
Estas conexiones explican los conflictos y acuerdos que se tienen que lograr entre el corazón y la cabeza, el pensamiento y los sentimientos. Cuando se trata de tomar una decisión es necesario una capacidad de atención que permita tomar en cuenta los datos esenciales para completar un problema y tarea determinada, esta capacidad es conocida como memoria operativa y está a cargo de la corteza prefrontal. Pero los circuitos existentes desde el cerebro límbico a los lóbulos prefrontales permiten que señales de emoción intensa puedan crear interferencias nerviosas que saboteen la capacidad de lóbulo prefrontal para mantener la memoria operativa, la alteración emocional nos impide pensar correctamente y esta perturbación emocional constante puede crear carencias en las capacidades intelectuales de un niño, deteriorando la capacidad de aprender. (Cuando el control sobre la vida emocional esta deteriorado)…Estos circuitos emocionales están esculpidos por la experiencia a lo largo de la infancia, y dejamos esas experiencias completamente libradas al azar por nuestra cuenta y riesgo. Según Antonio Damasio de la Universidad de Iowa personas que tienen dañado el circuito zona prefrontal-amígdala a pesar de no mostrar el más mínimo deterioro en su cociente intelectual ni en ninguna capacidad cognitiva, su capacidad para tomar decisiones está terriblemente degradada. Esto conduce a la postura contra-intuitiva de que los sentimientos son típicamente indispensables para las decisiones racionales; éstos nos señalan la dirección correcta, dónde la pura lógica puede ser mejor utilizada… Así, a las emociones les importa la racionalidad. En la danza de sentimientos y pensamiento, la facultad emocional guía nuestras decisiones momentáneas, trabajando en colaboración con la mente racional y permitiendo –o imposibilitando- el pensamiento mismo. De la misma manera, el cerebro pensante desempeña un papel ejecutivo en nuestras emociones, salvo en aquellos momentos en que las emociones quedan fuera de control y el cerebro emocional pierde sus frenos.
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