Biografías de filósofos presocraticos y filósofos de la naturaleza (página 3)
Enviado por JOSE ORLANDO MELO NARANJO
Jóvenes, como podemos observar por el testimonio de los entendidos, Demócrito es el máximo representante del materialismo antiguo, ya que teóricamente se adelanta en cierto grado al eminente Isaac Newton. La época dorada de los griegos es asombrosa, ya que en la misma se generó una poderosa revolución de ideas. Esta revolución permanece vigente en todas las generaciones, Y no es para nada antilógico afirmar que Demócrito se adelantó en cierto grado a Newton, pues no me refiero de manera absoluta y, sí, en parte, debido a la esencia ideal de su sistema categórico material porque si el universo mecánico es puesto en marcha por Newton, Demócrito no es del todo ajeno a l estar en las primeras ideas del sistema material que varios siglos después forjaría la nueva filosofía de la física. Tal como lo ilustra el filósofo José Ferrater Mora en la biografía que nos transmite de Demócrito, los átomos son eternos y encausados porque son lo primero, a partir de lo cual las cosas llegan a la existencia, pero su eternidad pertenece también a su movimiento, que se efectúa así de un modo enteramente mecánico. A mi parecer:
1) Analizando milimétricamente la teoría de Demócrito, podemos afirmar que si la eternidad de los átomos pertenece a un movimiento mecánico, el mismo es susceptible de estudio al considerar que el descubrimiento de sus leyes son interpretaciones objetivas y metódicas que nos permiten desarrollar un determina nte matemático del mismo. La interpretación de la esfera fenoménica corresponde a la objetividad de la filosofía materialista, la cual nos permite conocer las leyes mecánicas en conjuntos continuos que son resultados experimentales de la motricidad de los átomos que conforman la materia.
2) El problema es que las mismas causas no generan siempre los mismos efectos. Por esta razón se conoce una gran diversidad de fenómenos en la naturaleza. Algunas causas son impredecibles pero sus efectos si son predecibles. Otras, son predecibles pero sus efectos son impredecibles cuando se logran interpretar más por motivos del azar que por el conocimiento de causa y efecto.
3) Demócrito considera la naturaleza de las cosas y del ser como un ente enteramente mecánico, ya que la única manera de conocerlo es mediante el movimiento. En aquella naturaleza, la sucesión de transformaciones son continuas, hasta me atrevo a pensar que el tiempo y el espacio se transforman continuamente.
Como ustedes pueden analizar, hemos hablado un gran número de veces de la naturaleza, pero no hemos tratado de definirla, lo cual puede representar futuras confusiones. A los estudiantes de filosofía les aconsejo que cada vez que se les presenten conceptos que les parezcan oscuros, a causa de la complejidad de los mismos, traten por todos los medios posibles de aclararlos a través de la investigación con el fin que puedan avanzar de una manera adecuada en el estudio de la filosofía.
Proclo se arroja sobre tal empresa cuando en sus elementos de Teología, utiliza la expresión "Natura, Naturata" para designar, tanto a la entidad creadora como a la entidad creada por ésta.
Averroes introdujo la expresión "Natura, Naturata" en su obra "Destrucción de la destrucción". Hace una distinción en la naturaleza entre la causa primera, equivalente a la natura, "Naturans".
Desde entonces, estas expresiones fueron comunes a los escolásticos, algunos místicos y pensadores renacentistas. En filosofía la consideramos como la esencia de un ser o la propiedad característica de una cosa; en teología, el estado natural del hombre por oposición al estado de gracia. En toda primera etapa de la filosofía se trata de la naturaleza, frente al cual el presocrático se enfrenta con una pregunta teórica: "¿qué es?" Pregunta que contesta con una filosofía. La filosofía griega entendió por Naturaleza, la totalidad de cuanto hay como un principio. Luego, la misma Naturaleza la convertimos en una disciplina filosófica que considera el estudio de la Naturaleza como parte esencial de la filosofía, sin involucrar consideraciones científicas. Al igual, consideramos otra dirección filosófica: el naturalismo. En ésta se niega la existencia de lo sobrenatural al reducir la realidad existente y cognoscible a la Naturaleza y a los seres naturales. Fue defendida en la antigüedad por los primeros filósofos griegos jonio s y por los epicúreos.
Jóvenes y docentes pensantes, os digo que la teoría atómica permanece vigente. Nosotros actualmente sabemos más acerca de los átomos que los antiguos. Lo asombroso es que lo hubiesen planteado. Sabemos de esta naturaleza llamada átomos, que son la parte más pequeña de un elemento que puede intervenir en una reacción química. Los átomos consisten en un núcleo pequeño y denso de carga positiva, formado por protones y neutrones, con electrones en una nube en torno al núcleo. Las reacciones químicas de un elemento están determinadas por el número de electrones (que es normalmente igual al número de protones en el núcleo). Todos los átomos de un elemento dado, tienen el mismo número de protones (un elemento dado puede tener dos o más isótopos) que difieren en el número de neutrones del núcleo. Los electrones que rodean al núcleo se agrupan en capas, es decir, en órbitas principales en torno al núcleo. Dentro de estas órbitas principales puede haber subcapas que corresponden a órbitas atómicas. Demócrito combinó su filosofía con
la geometría, y mencionó que es la razón la que puede brindar la serenidad y el autodominio. Esto último fue engrandecido por Platón y Aristóteles. En otros ensayos abordaré a estos dos titanes como lo que fueron, es decir, científicos primitivos. Si la filosofía no fuese útil como mencionan algunos dogmáticos, no poseería la misma fuerza y poder como en sus orígenes. Os digo que si hubiese una catástrofe y desapareciere el conocimiento de las ciencias, la primera ciencia que buscarían los sabios después de crear las artes, sería la más divina de todas, es decir, la ciencia de Dios, la cual es la filosofía. En mis ensayos otorgo gran importancia a los investigadores e historiadores porque, gracias a ellos, logramos informarnos de todos los sucesos que han influenciado y transformado continuamente a las sociedades. Ellos nos dicen de Demócrito: "sin embargo, el pensamiento filosófico y científico griego alcanza su apogeo, coincidente con el de la democracia esclavista, en las numerosas obras de Demócrito, hacia 460 – 370, de las que tampoco poseemos más que fragmentos. Demócrito contribuyó al progreso de todas las ramas del saber de su tiempo. Escribió ensayos de astronomía: "Las causas de los fenómenos celestes"; de física: "Las causas de los fenómenos aéreos", "Las causas de los fenómenos terrestres", etc; de biología, de matemáticas: sobre la tangencia del círculo y de la esfera, sobre las líneas y los cuerpos irracionales, etc.; de geografía y de arte militar. Estableció su doctrina filosófica sobre la base de conocimientos muy extensos." Todo lo que existe se compone de partículas sólidas e indivisibles: "átomos en griego". La diversidad de la forma de los átomos, así como su disposición, condicionan la variedad del Universo. Los seres vivos, entre los que está incluido el hombre con su "alma", también se componen de átomos, pero al lado de un número infinito de átomos existe un vacío sin límites: la nada, que permite a los átomos estar animados en un movimiento continuo, principio de todos los movimientos y cambios del Universo. Así pues, la naturaleza entera y los sentimientos, sensaciones y pensamientos del hombre son, también, resultado de movimientos de los átomos. De este modo, Demócrito desarrolló la doctrina materialista consecuente, pero como se esforzaba por explicar el conjunto de los fenómenos por acciones mecánicas, su materialismo no era más que un materialismo mecanicista.
Jóvenes entendidos, Demócrito se interesaba, también, por los problemas de la vida social y política, como atestiguan los títulos de sus obras. En sus obras históricas reveló el origen de la sociedad civilizada de su época. Reprochaba severamente la pretendida "edad de oro". En el pasado remoto, los hombres llevaban la ruda existencia de los animales: la miseria les enseñaba a vivir en común y, gradualmente, iban creándose condiciones favorables; su otro maestro era la naturaleza, cuyos fenómenos intentaban copiar los hombres, transportándolos a su vida cotidiana. También planteaba Demócrito en sus obras problemas relativos a la vida del estado y su estructura. Por esta razón, les digo que los filósofos antiguos se interesaban, en gran medida, por los problemas sociales y políticos. Es decir, ellos fueron los primeros sociólogos de la humanidad, y Demócrito no fue la excepción de la regla, al igual que otros pensadores, no creyó plantear la imagen de un Estado perfecto, pues el mismo sabía que tal estado no existirá jamás entre nosotros, los vivientes, pero sí manifestó juicios sencillos, no dudando que lo importante no es lo perfecto y sí, todo aquello que se acerca a tal condición.
Anaxágoras (499 – 428 A .C) Nació en Clazomene (Asia Menor) y se dirigió a Atenas en el 453, ligado por amistad y adhesión política a Pericles. Fue acusado de impiedad por los enemigos de éste y se vio obligado a abandonar la ciudad en el 434, falleciendo en Lampsaco. Anaxágoras, según Diógenes Laercio, fue "el primero que a la materia añadió la inteligencia. La tradición jónica se renueva en Anaxágoras, en cuya opinión nada se engendra ni se destruye, sino que hay simple mezcla y separación: cuestión fundamental de la filosofía presocrática. La interrogación por el ser permanente con vistas a la explicación de lo que acontece y cambia es resuelta por Anaxágoras, no mediante la suposición de un principio único ni mediante la afirmación de que sólo el ser es, al modo de Parménides, sino por la hipótesis de un número infinito de elementos, de gérmenes o semillas que se diferencian entre sí cualitativamente, que poseen propiedades irreductibles por cuya mezcla y combinación nacen las cosas visibles. La confusión, separación y mezcla determinan la formación de las cosas . Sobre la base de estas semillas, a las cuales llamó Aristóteles "Hemeomerías". Estas semillas estaban, en un principio, confundidas y sin orden. Estaban todas juntas en un primitivo caos que sólo ha podid o ser ordenado por el espíritu, la inteligencia y la mente. La masa originaria de las Hemeomerías fue sometida a un torbellino impulsado por el espíritu, por la más fina y pura de todas las cosas "el nous". Es así el principio del orden pero, también, el principio de animación y de individualización de las cosas que constituyen el orden armónico del Universo, mas "el nous" produce el orden de un modo previsto desde siempre. No como un destino, sino como una fuerza mecánica que se desarrolla a partir de su propio centro, esto es: del centro de su movimiento en torbellino. "El nous" es, por lo tanto, principio del movimiento, pero de un movimiento que se extiende casi ciegamente porque es animación más que cumplimiento de una necesaria justicia. Por eso afirma Aristóteles que el pensamiento de Anaxágoras carece de claridad, porque si bien explica el tránsito del caos al orden como intervención en lo confuso y mezclado, de lo puro y sin mezcla, lo explica sin justificar, a su vez, la finalidad de este espíritu puro y universal. La percepción de las cosas tiene lugar, según Anaxágoras, mediante la sensación de las diferencias entre nuestros sentidos y los objetos externos. Las cosas son percibidas por sus contrarios si hay una imposibilidad de captar la realidad en sus mínimas partes. Ello es debido, únicamente, a la insuficiencia de los órganos sensoriales que, por otro lado, reflejan con toda exactitud lo que se pone en contacto con ellos.
1) Anaxagoras dice: "nada se engendra ni se destruye". Este postulado es más claro y de é podemos deducir: "la energía no se engendra ni se destruye, se transforma" Esta concepción acepta en la materia toda clase de cambios, por lo cual Anaxágoras nos confirma que todo cambia pero sólo en busca del orden, y este orden es guiado por la inteligencia que da animación a la materia; quizás, una inteligencia o consciencia universal.
2) El espíritu, la inteligencia y la mente son los principios que eliminan el caos. Del espíritu poseemos un elevado número de concepciones. Abordemos algunas definiciones con el fin de hacernos una idea más clara y precisa, sabiendo discernir que es aquello que pudo culminar con el caos.
Jóvenes filósofos y físicos, como sabemos, la primera vez que en filosofía se esbozó el concepto de espíritu fue en la antigüedad griega al presentar los conceptos de "nous" como una realidad superior a la realidad material, un principio pensante, cuyo significado, algunas veces se ha considerado similar al de Psyche "alma" que es, en rigor, un principio vivificante. Así mismo, Pneuma: principio superior a lo orgánico pues lo transciende, se ha traducido en muchas ocasiones por espíritu. En latín, de donde proviene efectivamente el vocablo castellano espíritu: "espiritus" es igual a soplo, aliento. Éste designa una entidad inmaterial y dotada de razón. Espíritu, en todo cas o, se ha entendido de muy diversos modos pero, de todas formas, siempre para indicar aquello que trasciende lo puramente vital u orgánico. Entre los escolásticos el término espíritu se utilizó para designar la sustancia inmaterial. En el idealismo alemán el concepto de espíritu (GEIST) alcanzó su gran desarrollo en la tesis de Hegel, para quien el espíritu es una realidad concreta y viviente cuyo aspecto abstracto es la idea. Es una verdad parcial que necesita completarse para llegar a ser la verdad de todo porque ha absorbido el error de manera que, de cierta forma, la filosofía es la filosofía del espíritu.
Dilthey hizo la distinción entre ciencias de la naturaleza y ciencias del espíritu al designar con estas últimas a un grupo de ciencias caracterizadas por el método científico-espiritual.
Freyer clasificó las formas del espíritu objetivo e n grupos constituidos por formaciones con sentido propio, útiles, signos, formas sociales y el proceso educativo, entendiendo por espíritu objetivo el conjunto de objetivaciones de la vida individual o formas dotadas de sentido.
Para Scheler lo que distingue al hombre de los demás animales superiores y del resto de la realidad es el espíritu o principio. En sus palabras se opone a toda vida en general. Para el acto individual por excelencia, la intuición de esencias son las notas que caracterizan al espíritu. Son éstas libertad, objetividad y conciencia de sí.
Para Hartmann el espíritu es el punto de contacto entre lo humano y lo ideal, y es parte del ser por donde se penetran los valores. Como podemos ver, estas definiciones poseen algo en común, claro, analizando el espíritu como algo superior a la materia.
No sé qué concepción vosotros aceptéis, es vuestra libertad. La mía la expondré en otro tratado. Ustedes se preguntarán: "¿y la inteligencia?" Bueno, ese es otro punto, pero si vosotros apreciáis las definiciones anteriores, os digo que tenéis buen material, más el de vosotros. Todo marchará bien.
Ahora sí, definamos la inteligencia. De la inteligencia sabemos que es una facultad o función del intelecto, en sentido metafísico. San A gustín utilizó el término latino "intelligentia" para designar la facultad del alma humana que es superior a la razón y que da lugar a una visión interior que sólo es posible mediante la iluminación divina.
Kohler, con base en sus experimentos acerca de la inteligencia en los chimpancés, afirmó que no es la inteligencia la última que caracteriza al hombre, pues consiste en la facultad de aprehensión de las esencias puras.
Jóvenes, si seguimos nuestro camino moderno, encontraremos la llamada inteligencia artificial. Ésta designa a las máquinas desarrolladas por la tecnología, la que se atribuye a los instrumentos de la informática, en especial a las computadoras y otros instrumentos de cálculo. De hecho, hoy en día, nuestra sociedad gira en torno a la superioridad de la inteligencia artificial. Siglos después será lo inimaginable ahora y, así, sucesivamente. Si la materia se transforma, los pensamientos del hombre no se quedan atrás. Abordemos lo referente a la mente, lo cual, al igual que los anteriores conceptos ilustrados en círculo es un elemento muy complejo de definir. De la mente mencionamos que es la capacidad o potencia intelectual humana. Sin embargo, en filosofía no es común su uso. Cuando aparece no tiene una significación precisa; lo más usual es que se identifique con la inteligencia pero, también, se ha usado para significar psique y espíritu.
1) Como podemos observar este último concepto, encierra a la inteligencia y al espíritu en su ser, como contenido categórico del lenguaje, tomando en cuenta los antecedentes de nuestra indagación, podemos concluir a mi parecer: "el espíritu es la energía física que anima las cosas materiales como las inmateriales. La inteligencia del espíritu radica en la aprehensión de esencias puras que se hallan en los objetos y los seres, permitiendo que el alma llegue al conocimiento de la consciencia. Esta última ocupa los espacios vacíos de la mente con toda clase de pensamientos abstractos y superiores que adquieren fuerzas elevadas de pensamiento cuando se forman en la experiencia sensible, la cual es el fundamento de la estética compleja". Hoy en día podemos observar en los documentales de inteligencia animal, que la teoría de Anaxágoras acerca de aquella inteligencia que ordena las cosas, no es una teoría común porque si la inteligencia ordena las cosas, las mismas participan de esta fuerza organizadora, es decir, de la inteligencia. Lo que no podemos negar, es que todo sistema humano está expuesto a errores. Si somos plenamente conscientes de esta verdad absoluta, estaremos elevadamente lejos de dogmatizarnos, tal como acontece con varios de los hombres que habiendo madurado en una ciencia creen, inútilmente, tener la verdad en sus manos aun cuando la experiencia nos muestra todo lo contrario.
Anaxágoras no olvida los orígenes de la filosofía materialista y aborda lo complejo del movimiento. Como sabemos, todo se mueve, aun la misma luz, la cual puede ir en línea recta hacia cualquier lugar de la tierra pero, a causa de la gravedad, declina formando una de las especies que encierra el fenómeno de la parábola. Nosotros sabemos más de la luz que los antiguos pues ellos no conocían su velocidad. Durante mucho tiempo se creyó que la luz se transmitía instantáneamente de un punto a otro, pero cuidadosos experimentos realizados durante los siglos XVIII y XIX demostraron que, en realidad, la velocidad de propagación de la luz es muy grande aunque no infinita. El valor de la velocidad de la luz desempeña un papel muy importante en el desarrollo de la física. Con base en mediciones actuales, el valor de la velocidad de la luz en el vacío es "C = 3.00 X 10 elevado a la octava potencia M / S, es decir: C = 300000 KM / S. Para tener una idea del significado de este valor, podemos destacar que si un objeto tuviera esta velocidad podría dar casi 7.5 vueltas alrededor de la Tierra en solamente un segundo. Por otra parte, debemos observar que de acuerdo con la teoría de la relatividad de Einstein, el valor representa un límite superior para la velocidad de los cuerpos, es decir, ningún objeto material puede alcanzar una velocidad igual o superior a la velocidad de la luz. La teoría de Anaxágoras no es muy clara, lo importante es su aporte a la filosofía.
Empédocles (490 – 430 A. C) fue un filósofo griego que propuso una de las primeras versiones sobre la naturaleza de la materia. Se dice que fue excelente político, no sé si al modo de la mayoría, los cuales engañan al mismo pueblo que explotan continuamente. Fue poeta, médico y místico. Lo último influyó bastante en su vida. Empédocles es conocido por haber propuesto que todas las sustancias derivan de cuatros raíces o principios elementales: "fuego, aire, agua y tierra". Estos s e juntan o separan por efecto de las fuerzas: atracción y repulsión, (amor y odio). Est a proposición de la cuarta empedóclita, la elaboró considerando que el todo forma la totalidad de las partes y las partes forman la totalidad del todo. Para Empédocles era inútil partir de un sólo elemento, y qué más apropiado que reconciliar las antiguas teorías, pues partir de sólo un elemento, tal como hicieron los fundadores de la filosofía materialista, lo llevaría a concebir una parte del todocomo el todo mismo. Por esta razón, cuando elaboró su sistema, formó el todo uniendo las partes del mismo. La cuarta empedóclita mereció un desarrollo posterior por parte de Aristóteles, la cual ejerció una profunda influencia durante más de dos mil años. En concreto, hasta las investigaciones de Boyle, cuenta la leyenda que Empédocles acabó con su vida al arrojarse al interior de un cráter volcánico del Monte Etna, posiblemente con la intención de demostrar su divinidad. En la filosofía de Empédocles se combinan las concepciones egipcias y mazdeístas pero, a diferencia de ellas, las suyas conducen al pesimismo. Parte de la primacía del espiritual sobre lo material, pero sin asimilar el bien a la vida, ya que ésta es sólo la realización del concepto divino. Llega a considerar la existencia como un mal. En su cosmología influye la existencia de dos soles: el auténtico y el reflejado. La noche es una especie de eclipse producida por la interposición de la Tierra entre el Sol y el fuego. Las estrellas y los planetas son el fuego auténtico. Las estrellas, a diferencia de los planetas que son libres, están clavadas y la luz se desplaza de un lugar a otro en cortísimo tiempo. Los principios de los seres mortales son eternos, y los primeros seres que existieron fueron los árboles. Empédocles fue el primero en suponer que las plantas tenían sexo. Los seres se generaron al azar por agregación de elementos sueltos pero sólo sobrevivieron los que estaban mejor organizados. Creyó en la trasmigración de las almas. La percepción se da por la adecuación entre los poros, siendo este tamaño el que establece la diferencia entre los diversos sentidos. Empédocles escribió dos poemas sobre la naturaleza y las purificaciones.
Jóvenes filósofos y físicos, Empédocles quiso ilustrar por conocimiento o por intuición dos soles: el auténtico y el reflejado, es decir, al Sol y la Luna. Nosotros sabemos que el Sol es auténtico en su energía lumínica, y él mismo nos permite observar el fenómeno ocurrido en la Luna, la cual refleja la luz del Sol ya que es un cuerpo opaco y, gracias al Sol, recibe su ser luminoso. La pregunta puede ser: "¿cómo hace el Sol auténtico para brillar?" Bien, pues se ha creído durante mucho tiempo que el Sol era una enorme bola de materia combustible que ardía, a manera de una reserva de carbón. Se ha cambiado de idea hace un siglo solamente y se ha empezado a buscar otras posibilidades. Un sol combustible, en efecto, no habría podido arder de este modo durante más de unos pocos millones de años. Sin embargo, el hombre existe desde hace alrededor de 4 millones de años y el planeta Tierra se ha formado hace casi 5 millones de años. Era necesario, pues, encontrar otra explicación a la radiación del Sol. Diversas teorías avanzaron a final de este último siglo, y en 1905 es Albert Einstein quien encontró finalmente la solución: el Sol, como todas las estrellas, es una enorme masa de gas que se modifica. El gas original (hidrógeno) se transforma progresivamente en otro g as (helio) por fusión de átomos. En el curso de este proceso, una parte de la masa se pierde. La diferencia que representa cada segundo es el equivalente a 4 millones de toneladas ( ! ) Se convierte en energía, la cual constituye la radiación del Sol. Ustedes llaman a esta operación "fusión termonuclear". Las bombas nucleares más potentes (las bombas H) funcionan por el mismo principio. Dicho de otro modo, el Sol es una gigantesca bomba que explota permanentemente. Empédocles menciona que las estrellas y los planetas son fuego auténtico, lo que él no conocía, es que su tan admirado sol, no era más que una simple estrella, pues a los astrónomos el Sol les interesa mucho, ya que es la única estrella que podemos estudiar en detalle por razón de su proximidad. Hay que saber que no es más que una estrella muy pequeña, en relación con el conjunto de las que pueblan el cielo. Existen algunas más pequeñas que él, pero también y en más cantidad, otras mayores. Las hay más frías pero, también, otras mucho más calientes. En todo caso, nosotros debemos la vida a esta estrella. Es maravilloso observar como a los antiguos pensadores los atraía el hermoso cuadro de los cielos y a ello consagraban la mayor parte de sus vidas, es decir, al estudio de los cielos al cual llamaron astronomía. Ésta opera con y en dimensiones de gran magnitud. El uso de las unidades comunes haría, permanentemente, complejo el cálculo. De ahí que se recuerda a unidades convencionales acordes con las dimensiones consideradas. La unidad astronómica es la distancia entre la Tierra y el Sol, y equivale a 1. 4945.108 kilómetros. El año luz es el espacio recorrido por un rayo de luz en un año, y equivale a 6. 3310. 10 con elevación a la cuarta potencia de unidades astronómicas. Pársec es la distancia desde la cual se ve el radio de la órbita terrestre bajo un ángulo de un segundo, y equivale a 3258 años luz. El día sideral es el lapso que transcurre entre dos pasos superiores consecutivos de una estrella por el meridiano del lugar. El día solar es mayor que el día sideral, pues es el tiempo empleado por dos pasos consecutivos del centro del Sol por el meridiano del lugar. Aquí influye la traslación de la Tierra (movimiento alrededor del Sol) como el día solar verdadero. Varía durante el año y parte de un día solar medio de todos los días solares verdaderos. Empédocles ha permanecido en la historia y seguirá aquel pensamiento enigmático. Claro, si las futuras generaciones siguen siendo sabias y no olvidan el maravilloso cuadro de la filosofía.
Queridos jóvenes y docentes, es todo lo que os tenía que decir acerca de la preciosa y muy divina filosofía. Les contaré una experiencia que tuve con el fin de cerrar esta conversación. Hace poco me encontré con un hombre que fue muy entendido en otros tiempos, pero ahora es un mediocre más. Pues, habiéndole compartido esta obra simple que entrego también a ustedes, me dijo que la misma no enseñaba mayor cosa. Estas frases son las de los hombres dogmáticos. No lo creen, compañeros míos. Estos hombres dicen ser críticos pero, en realidad, no son tan críticos como lo creen ya que se engañan a sí mismos y engañan a otros. Mi obra no tiende a competir contra los titanes del pensamiento de todas las épocas. Esta obra es dedicada especialmente a los alumnos de los grados octavo, noveno, décimo y undécimo, y a todos los esforzados docentes, los cuales no lo laboran por causas lucrativas, más bien, por causas sociales. Tened cuidado de desistir de todos aquellos sueños que tenéis, a causa de escuchar los balbuceos de los mediocres como es el caso que os expongo, ya que los mismos son envidiosos por naturaleza y por formación.
José Ingenieros nos relata de una bella luciérnaga que brillaba muy en lo alto. De repente, un sapo salta sobre ella y la cubre con su vientre helado. La luciérnaga, humildemente, le pregunta: ¿por qué me tapas?" El sapo responde: "porque brillas". El hombre que os expongo es de aquellos jóvenes que, durante sus vidas, sus padres les extienden todo en las manos, mimándolos continuamente. Estos exponentes de la mediocridad, como han tenido todo en las manos, no conocen la sociedad feroz y competitiva. Entonces, todo lo resumen con balbuceos. No me refiero a todos, pues hay quienes lo han tenido todo y, no bastando con tenerlo todo, se ganan el privilegio de seguirlo teniendo no por oligarquías o burguesías, lo merecen porque son sencillos, amables, piadosos y misericordiosos con todos los hombres. A vosotros dedico esta obra, por lo cual no desistáis de soñar. Tened fe y lo lograreis. No seáis como el común denominador de las personas que aman el trabajar para sus jefes, los cuales los explotan siempre y, no bastando con ello, les consumen sus vidas enteras. Os digo: ¿acaso la vida se puede comprar con dinero? ¡NO! Los años pasan y no vuelven. Solo tenéis una oportunidad de ser lo que soñáis. No la dejéis pasar. La solución no se encuentra en las revoluciones ya que todos los sistemas terminan en lo mismo. La solución está en las elecciones. Elige ser lo que os hace sentir bien, lo que os hace sentir dignos. Así podréis contribuir con su sociedad, ya que lo que hacéis lo hacéis de corazón. Quien hace algo de corazón, lo hace con a mor. Quien no ejerce su profesión con amor es un mediocre y lo hace sólo por hacerlo. Éste sí es un mal continuo que afecta a la sociedad y la corrompe día tras día. No hagáis lo de otros, haced lo que amáis: aquello que os hace suspirar, pero trabajad en ello con el fin de que seáis excelentes. Para lograrlo tenéis que seguir algunos procedimientos. Estos son: disciplina, dedicación y entrega. Si amas tu sueño, todo lo anterior será fácil.Nota: los aprecio, guerreros.
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Física y Química. Océano Multimedia, MCMXCVII, Océano Grupo Editorial S .A, Milanesat, 21–23, Impreso en España
Autor:
Jose Orlando Melo Naranjo
INVESTIGADOR EN ESTUDIOS LATINOAMERICANOS Y
PENSAMIENTO CRÍTICO
EDITORIAL: UNIVERSIDAD NACIONALISTA BOLIVARIANA
FACULTAD DE ESTUDIOS LATINOAMERICANOS
VENEZUELA 2007
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