Bostezos, sueños, sexualidad y evolución: En el lado oscuro de la luna
Enviado por Felix Larocca
- Freud y la interpretación de los sueños redux
- Bostezar
- Sueños y más sueños: Los sueños de los ciegos y otros sueños que sueños, sueños no lo son…
- En resumen
- Bibliografía
Los sueños son productos espontáneos de la psique. Se nos presentan como un desconcertante conjunto de imágenes y sensaciones, que pueden sernos familiares o no, pero que siempre nos traen consigo una enseñanza. El poder de comunicación de los sueños es conocido desde hace milenios: los antiguos consideraban que tenían la facultad de predecir y de hacer profecías por medio de los mismos. En Egipto se creía que los dioses hablaban a los faraones a través de sus sueños. No obstante, la interpretación de los sueños ha sido siempre tomada con incertidumbre ya que los mensajes que acarrean suelen emerger de una forma simbólica bastante ambigua.Leer más: http://www.monografias.com/trabajos50/los-suenos/los-suenos#ixzz30Hr5YdTv
En nuestros programas de salud radiodifundidos y televisados, a menudo, nuestros seguidores, nos llaman para solicitar conocimientos acerca de los temas más morrocotudos.
Muchas de las preguntas resultan sorprendentes porque representan curiosidad acerca de asuntos de interés general — y no de salud — y porque señalan en la dirección de cosas que se alejan de la obtención de informaciones con respecto a enfermedades, que sería lo usualmente esperado en este tipo de programa.
Recuerdo algunas cuestiones que recientemente nos hicieran: Alguien llamó porque deseaba conocer el significado y la naturaleza de los sueños y de su posibilidad en predecir el número ganador del LOTTO. Otro preguntaba cómo evitar el mal de ojo. En el día de los enamorados una mujer deseaba obtener una poción como cura para el mal de amor. Otra, mujer haitiana, ofreció una charla, explicando las posibilidades de los encantos y el vudú para la prevención y tratamiento de la diabetes. Mientras que otros hacen preguntan acerca de los orígenes y causas de las cosquillas, los bostezos, el llanto, la risa y muchos otros asuntos de su interés.
Al final de cada jornada, concluimos, que es cierto que nuestros seguidores nos inspiran a seguir indagando los asuntos más interesantes…
Freud y la interpretación de los sueños redux
Esta lección representa un esfuerzo a amplificar mis propios conocimientos — productos de una extensa experiencia clínica, didáctica y como terapeuta — que fuesen motivo para que durante mi carrera produjera una serie de contribuciones al sujeto de la onirología (ciencia del estudio de los sueños). Para leer más: http://es.wikipedia.org/wiki/Onirolog%C3%ADa).
Oscitación
Mi interés en reflexionar de nuevo acerca del soñar y los sueños despertó muy recientemente cuando cayera en mis manos un excelente artículo escrito por un experto neurocientífico, y a la vez investigador en el mismo sujeto:
How sex rules our dreams
Gritty, emotional, smelly and dirty: new evidence supports Freud"s long-debunked theory that sex fuels our dreams
Escrito por
Patrick McNamara director of the Evolutionary Neurobehavior Laboratory in the Department of Neurology at the Boston University School of Medicine and the Veterans Affairs New England HealthCare System (Leer más: aeon.co/magazine/altered-states/was-freud-right-about-dreams-all-along/?utm_source=feedburner&utm_medium=feed&utm_campaign=Feed%3A%20AeonMagazineEssays%20%28Aeon%20Magazine%20Essays%29).
Para proporcional coherencia y claridad haremos una exégesis muy breve de las deducciones y conclusiones que nos ofrece el ilustre colega en su artículo, añadiendo — en el momento oportuno pari passu — nuestras propias ideas y reflexiones para sustanciar opiniones propias y derivadas hipótesis.
Retornemos, entonces, al artículo que McNamara escribiera
El investigador comienza haciendo un exordio a su contribución científica explicando que el principio de su interés acerca de los sueños y de las contribuciones que Freud hiciera fue la convicción de que la teoría — por muchos hoy considerada obsoleta — expresada por el genio vienés era correcta. Comenzando específicamente por el reporte del 1900 del famoso Sueño de la inyección de Irma que aparece en el opus magnum del distinguido psicoanalista: La interpretación de los sueños.
La descripción prosigue con el investigador diciendo que por muchos años, las ideas avanzadas por Freud y propugnadas por el psicoanálisis — que este último concibiera como doctrina — reinarían supremas en el campo cuasi místico de la psicoterapia psicoanalítica y con ello la importancia del pansexualismo en la teoría y en la interpretación de los sueños, instituyéndose como parte del proceso, formando la piedra angular de la última doctrina.
McNamara lamenta que todo esto cambiaría con el descubrimiento de los movimientos rápidos del ojo (REM) por Kleitman y Aserinski, que resultara en que la teoría onírica freudiana fuera hecha añicos, ya que la misma práctica de la interpretación de los sueños en sí sería como tratar de asignar un rol a las bacterias intestinales en nuestras vidas emocionales (analogía final, la mía).
Algo que — ¡sorpresa! — hemos en algunos respectos logrado. (Seguir leyendo: https://www.academia.edu/6245726/El_trasplante_fecal_la_obesidad_y_la_psiquiatria_Entidades_paralelas).Las nuevas teorías consideraron, reflexiona McNamara — basadas en la concepción de los sueños como actividades meramente orgánicas y reflejas — la interpretación de los sueños como si estos fuesen entes desencarnados, etéreos y productos arcaicos de esa máquina de procesamiento de la información neural que llamamos el cerebro, carentes de función e importancia. Investigadores como J. A. Hobson, por su parte, creyeron los sueños como siendo nada más que descargas caprichosas, ad hoc y sin significado especial, de impulsos neuronales producidos al azar de actividades ocurriendo por encima del tallo encefálico, el motor de origen del REM.
Sin embargo, para McNamara, al igual que para nosotros, los sueños y su base, la actividad de dormir, conservarían una fundación adaptativa que era compatible con el hecho de que ambas funciones asistirían — de maneras aun indeterminadas — en nuestra supervivencia tanto física como emocional.
Pero, ¿cómo lo hacen?
McNamara, relata que cuando fuera testigo, durante su entrenamiento, de las acciones impulsivas y desorganizadas — repletas de contenido y referencias eróticas — de un paciente en delirium tremens, y equipado con el conocimiento adquirido posteriormente de que los hombres experimentan ordinariamente erecciones muy prominentes del pene que comienzan durante el período de REM nocturno — y, de que asimismo las mujeres perciben congestión del clítoris durante el REM — e influido por recientes estudios, por él conducidos, con resonancia magnética funcional (fMRI) revelando que los centros de recompensa del cerebro y los circuitos del placer son muy activos durante el sueño REM. Decidió investigar, verificar sus teorías, y reportar sus hallazgos en soporte de las labores de Freud.
En búsqueda de una visión más clara, McNamara pasó mucho tiempo como estudiante de postgrado en Neurociencias en la Universidad de Boston colectando informes de sueños reportados por cualquier persona que los compartiera con él. Más tarde, como miembro de la facultad en la misma universidad y como investigador, los años de estudiar sueños acompañado por sus colaboradores, revelaron temas comunes que comenzaron a emerger en los sueños que los voluntarios reportaban. Por ejemplo, fundamentalmente fue la evidencia del hecho de que hombres y mujeres distinguían drásticamente diferentes tipos de ordenaciones durante sus experiencias oníricas, y que en ambos géneros, estos contenían el sexo como un tema común, tal y cual, y como Freud postulara. Hombres generalmente se veían involucrados en una especie de gesta o participando en algún tipo de épica violenta o en dramática lucha con otros hombres buscando pareja, mientras que las mujeres típicamente conversaban animadamente con amigos u otras personas, socialmente — quizás chismeando — y sin conflictos aparentes, en espera de ser conquistadas.
www.monografias.com/trabajos92/suenos-y-sus-configuraciones-mas-comunes/suenos-y-sus-configuraciones-mas-comunes
El investigador y sus colegas extendieron las bases para sus opiniones visitando portales en la red que ofrecen los récords de miles de sueños que los visitantes han depositado y que, en su opinión, apuntalaran sus creencias en las teorías de la emergencia de contenido sexual universal reflejado en ellos.
Añadiendo lo siguiente:
En una línea de investigación, he encontrado amplia evidencia en la literatura que sugiere el efecto de las hormonas sexuales con sueños y sueño REM. Prolactina, que permite a las madres producir leche y estimula los testículos, se eleva rápidamente cuando soñar se establece y llega al ápice entre 3 a 5 a.m., cuando predomina la actividad REM. Liberación de prolactina puede ser bloqueada por la privación del sueño. Del mismo modo, la oxitocina, que está vinculada al apego durante el sexo y la testosterona, que está relacionada con el impulso sexual, ambas llegan a sus niveles más elevados cerca de las 4 a.m., de acuerdo a las reglas del REM. Estos datos coinciden con exploraciones de fMRI que muestran máxima activación del mesencéfalo — especialmente los circuitos implicados en el placer, la adicción a las drogas y el sexo – que ocurren durante el sueño REM.
Pero para poder demostrar una profunda conexión entre el sueño y el deseo sexual-como componente requeriríamos más: tendría que sustanciarse que sueños específicos se correlacionan con estrategias de apareamiento determinadas en la vida. Después de buscar una medida confiable, elegí la orientación del apego – una condición asociada con la intimidad sexual y emocional.
Teoría del apego actual sugiere que la gente caiga en unas amplias categorías: (que) sean felices en una relación, ligándolas sólidamente a su compañero. (Que de) no estar en una relación, aunque desesperadamente deseando una o estar en una, pero por desgracia, haciéndolos preocupados y ansiosos. O (que) podrían ser desligadas de la importancia de las relaciones y por lo tanto, llegando a la evitación.
En otras palabras, que — de acuerdo a McNamara — los sueños, como Freud intuyera, eran elementos adaptativos para nuestra preservación y la propagación de nuestros genes.
La manera convincente y atrayente — además de ambigua — con que este investigador perspicaz desarrollara su tesis nos condujo a explorar otras posibilidades para explicar estos fenómenos, basados en principios similares aunque razonados de manera distinta.
El sueño de la razón por Francisco de Goya
Mientras McNamara ajusta sus teorías a las de Darwin para llegar a algunas de sus conclusiones. Nosotros llegaremos a las nuestras apoyándonos en el pensamiento del mismo arquitecto de la selección sexual, pero desde un ángulo distinto.
Veamos
Darwin, en sus conjeturas nunca alcanzó conclusiones firmes acerca de la función adaptativa del acto de dormir — como función y proceso — y del dinamismo y significado de la actividad onírica desde las mismas perspectivas.
Dicho sea de paso que tampoco lo hizo con la actividad de comer vista como nosotros hacemos como función y proceso. (Leer más: www.edu.red/trabajos97/sexualidad-y-comer-proceso-y-funcion/sexualidad-y-comer-proceso-y-funcion)
Por otro lado, el naturalista (como psicólogo entusiasta que, por pasatiempo, fuera) expandió sus entendimientos a abarcar la selección sexual, involucrando la expresión de las emociones en el hombre y los animales en otro de sus trabajos.
Reconociendo los aportes antedichos, en su tesis McNamara expresa lo siguiente:
En definitiva, cada 90 minutos, durante el sueño, nos adentramos en esta zona crepuscular peligrosa llamada sueño REM. Los centros de recompensa del cerebro se activan y nuestros sistemas sexuales están encendidos – pero nuestros cuerpos son parcialmente paralizados y no podemos movernos para tomar ventaja de estas activaciones. En cambio, como resultado del colapso de los sistemas fisiológicos claves, nos vemos obligados a ver estas cosas que llamamos sueños. ¿Por qué la evolución impondría este sistema arriesgado sobre nosotros? Cuando estamos paralizados somos vulnerables a la depredación. Cuando somos incapaces de generar calor interno, somos vulnerables a las enfermedades. Cuando nuestro SNA se vuelve errático nos torna propensos a ataques del corazón.
Pandiculación Auto retrato por Joseph Ducreux (1735-1802)
No fue hasta que me topé con el libro de Darwin El origen del hombre y selección en lo referente al sexo (1871) que empecé a entender por qué la parálisis y los riesgos cardíacos podrían valernos de algo: La aparición de rasgos y conductas que mejoran la capacidad de aparearse y reproducirse.
Lo que, aunque parezca plausible, nada nos instruye por falta de evidencia
Aparentemente, por lo antedicho, quedan sin clarificación los elementos que soportan las funciones adaptativas del sueño — cuando dormimos durante la actividad de los REM — y de la función, sino del simbolismo y utilidad terapéutica de los sueños mismos.
Es justo repetir que dormir, y su consecuencia, el acto de soñar (lo último en los animales en éste que ocurre) permanecen inexplicados y sus significados inciertos.
Pausa
Como de antemano expresáramos, nuestros seguidores por la radio y televidentes nos hacen preguntas que, con frecuencia, carecen de especificidad en sus soluciones vía las ciencias médicas porque en estas mismas las respuestas permanecen problemáticas por ser inciertas. Por ejemplo, cuando nos preguntan ¿por qué lloramos? Entre otras como ya hemos ilustrado en esta ponencia en párrafos anteriores.
Veamos otras más
Actividad poco entendida
Bostezar
¿Qué función poseen los bostezos y el acto mismo de bostezar, y qué ventajas estos actos nos confieren desde el punto de vista de la adaptación?
Comenzaremos dando algunas definiciones:
Oscitación o bostezo
Un bostezo u oscitación es la acción incontrolada de abrir la boca, con separación muy amplia de las mandíbulas, para realizar una inhalación profunda a la que sigue una espiración de algo menos de lo inhalado, con cierre final de la apertura bucal. Cuando se bosteza, además, se estiran los músculos faciales, se inclina la cabeza hacia atrás, se cierran o entornan los ojos, se lagrimea, se saliva, se abren las trompas de Eustaquio del oído medio y se realizan muchas otras, aunque imprecisas, acciones cardiovasculares, neuromusculares y respiratorias.
Es una acción común entre los animales vertebrados. Los mamíferos y la mayoría del resto de animales dotados de columna vertebral bostezan, incluyendo peces, serpientes, tortugas, cocodrilos y aves. Cuando constituye una afección espasmódica morbosa, se denomina casmodia. (Más: es.wikipedia.org/wiki/Bostezo)
Pandiculación
(Del lat. pandiculari, desperezarse).
1. f. Acción y efecto de estirarse o desperezarse. (RAE)
Como sucede, la pandiculación (estrenando este nuevo vocablo de significado incierto) representa muchas cosas potencialmente, aunque no signifique ninguna, específicamente.
Si lagrimamos, a veces, cuando bostezamos ¿Por qué — por otro lado — tenemos el llanto, sino llorar como función?
El sueño de Kekulé
Nos preguntamos de nuevo
¿Qué medios de comunicación inarticulada e intuitiva emplean las aves migratorias cuando coordinan el comienzo de sus vuelos que inician cuando se aproxima el invierno?
Entonces es justo que reexaminemos los sueños, sus ventajas adaptativas conferidas a quienes estos ocurren y sus funciones benéficas (si es que éstas existen).
¿Qué nos dice del sueño de sus animales el genio del campesino granjero?
De acuerdo a quienes viven cerca de los animales domesticables y del ganado. Los vertebrados sueñan sueños en el sentido vernáculo.
Los trabajadores de fincas, saben que los animales — cuando duermen — exhiben períodos de tranquilidad ininterrumpidas seguidos por otros cuando se mueven y desplazan a localidades nuevas antes de continuar pernoctando. Para el observador, esto significa que el animal ha soñado algo que lo impele a movilizarse para evitar, vía la distracción, el asalto sorpresivo de un potencial predador, no reproductivo o sexual necesariamente (pregunten a August Kekulé y su famosa experiencia onírica enteramente asexual).
Entonces, de ser así, los sueños, no siempre están determinados por función, sino por otros factores posibles que, ni Freud, ni McNamara, ni nadie más — en nuestra opinión — ha establecido.
Para poder entender los sueños, nos parece, que un método que conciba todos los fenómenos y epifenómenos con ellos asociados sean analizados en conjunto, en vez de aislar la parte más obvia y espectacular con que estos se relacionan — me refiero a la acción del llamado "trabajo de ensueño" y su arquitectura — y considerar las actividades paralelas que, a menudo, los acompañan.
En anticipación a proseguir con mi propia contribución a esta cuestión, hemos indicado los bostezos u oscitaciones, las pandiculaciones y la existencia de la casmodia como parte de epifenómenos que, a menudo, se asocian con dormir y por contigüidad con la actividad de soñar.
En el sentido como los consideraremos de aquí en adelante y para los fines de nuestras deliberaciones al respecto estableceremos ciertos paralelos que existen entre comer y alimentarse y dormir — para repararse — y soñar.
Cuando comemos por hambre, no lo hacemos siguiendo las mismas demandas que el organismo nos hace cuando comemos por placer.
Cuando soñamos con algún evento o asunto placentero no nos acompañan los mismos afectos que cuando lo que soñamos nos aterra o cuando creemos que nos sirve como premonición anticipatoria de un evento fortuito.
Mompós
En su novela Cien años de soledad, García Márquez nos ofrece una visión anticipada del Trastorno Neurocognitivo Leve cuando todos los protagonistas residentes de Macondo sufren amnesia y en El General en su laberinto el General nos dice: "Mompox no existe. A veces soñamos acerca del mismo, pero, no existe…"
Pero, desde la muerte del ilustre genio literario, Mompós existe bajo un nuevo ímpetu, resultado del interés despertado en sus obras con la muerte del "Gabo".
Si la carencia de alimento puede resultar en la inanición y la muerte, asimismo la privación del sueño y el insomnio acarrean sus resultados y complicaciones funestas para quienes los padecen.
Existen la hiperfagia como existe la hipersomnia y trastornos de carencia y abundancia en todas nuestras actividades coligadas con la supervivencia.
Porque es un hecho establecido que existen tantos problemas con el dormir en exceso como en su ausencia.
Aunque recordar debemos que el sueño y el dormir no son lo mismo, como no lo son tener sueño para dormir y soñar cuando dormimos.
Las oscitaciones nos indican muchas cosas. Entre ellas, la activación del deseo y la disposición de dormir porque uno se siente cansado, aunque reconozcamos que esta función del abandono de la vigilancia con la ausencia de la capacidad para activar nuestros mecanismos de defensa puede tener consecuencias negativas como ya hemos dicho.
Entonces, dormir y desplazarse periódicamente podría servir la función adaptativa de distraer predadores potenciales evitando que quienes duermen se convirtieran en presa.
Goya. Los desastres de la guerra
Viviendo en la selva primordial, nos sería conveniente disfrutar de períodos de dormir bajo la influencia funcional del REM cuando nuestras actividades reflejas e inconscientes nos presentaban con vivencias facticias que nos ayudarían a medrar, nos asistieran en prever peligros, mientras inducían nuestra movilidad y desplazamiento — mientras pernoctáramos — produciendo señuelos artificiales y falsos.
En lo antedicho puede que los períodos de sueño REM nos asistieran, como ya veremos.
Sueños y más sueños: Los sueños de los ciegos y otros sueños que sueños, sueños no lo son…
Sueñan los ciegos, sueñan los bebés, sueñan los fetos y, parece ser que las experiencias oníricas poseen representación ubicua. No solo esto, sino, que, acompañadas por sus fenómenos, a menudos asociados, que están presentes como partes integrales de nuestras existencias, los sueños, como realidad y metáfora, existen por todos lados en nuestras vidas.
Y, más importante aún, ¿qué decimos acerca de los sueños (si es que lo tienen) de quienes son víctimas de las demencias?
Proseguiremos a la conclusión de esta tesis sin elaborar en el significado de las parasomnias como tampoco reflexionaremos en esas visiones y experiencias sensoriales de la persona psicótica despierta que sufre alucinaciones.
Comer o no comer: esta es la pregunta
En resumen
Escribimos este artículo, no para atacar la posición del ilustre colega Patrick McNamara cuando trata de restablecer la primacía de las ideas freudianas acerca de los sueños y sus funciones, sino para vindicar la herencia científica de Sigmund Freud, cuyo genio pre-neurocientífico le permitiría concebir de la actividad inconsciente de los sueños como fuente de auto-comprensión y de cura para nuestras ansiedades existenciales. Ansiedades éstas, las cuales, aparentemente no compartimos con otros seres vivos o animales que se suponen que asimismo sueñan.
Para mí, cuando McNamara circunscribe la función de soñar durante el acto de dormir a una actividad exclusiva de índole procreativa con connotaciones meramente sexuales, me parece como si dijéramos que toda ingestión de comida sirve una función nutritiva en aras de la supervivencia.
Para el ser humano y algunas otras especies, es posible, además de la cópula reproductiva, la práctica del sexo por el mero propósito del placer derivado. También es posible para nuestro género comer para satisfacer apetitos del paladar sin fines de alimentación, o para expresar la inmoderación y no para sobrevivir. (Véase mi artículo: TOC y el Onanismo de Nando en monografías.com).Leer más: /trabajos97/sexualidad-y-comer-proceso-y-funcion/sexualidad-y-comer-proceso-y-funcion#ixzz31DgeSSGU
Entonces, para poder entender la función de los sueños es necesario tomar en consideración el proceso evolutivo de los mecanismos que los facilitan y que los hacen posibles.
Los que aun no entendemos.
Tomar grupos de voluntarios, como McNamara hace en su trabajo, y someterlos a un análisis uniforme — ignorando otras poblaciones y factores demográficos — excluye el examen de los fenómenos asociados con el acto y la acción de dormir, como asimismo circunvala la actividad de soñar reduciéndola a su acepción más rudimentaria.
René Magritte y sus sueños
Expreso lo antedicho, confiando en que entendemos en que dormir y el acto de soñar no son equivalentes como comer, alimentarse y el acto de engordar tampoco lo son.
Entonces, nos parece que es lógico asumir, que hasta que estemos en posesión de otras explicaciones, la actividad de soñar puede usarse de manera eficiente en la psicoterapia de nuestros pacientes, encontrando un lugar apropiado en el tratamiento del llamado Trastorno neurocognitivo leve como ya hemos visto.
En nuestra opinión creemos haber establecido que la vindicación de La interpretación de los sueños como función del instinto sexual o propósito reproductivo planteada por McNamara — si bien intencionada y oportuna — es inconcluyente a la vez que confusa, requiriendo la elaboración que en esta tesis realizamos.
Como cierre, congratulamos al investigador Patrick McNamara por sus ideas, pero permanecemos escépticos acerca de la validez de sus desenlaces. Por ello hemos escrito nuestra refutación de la misma en el nombre de la ciencia y del psicoanálisis freudiano.
"La formulación de un problema, es más importante que su solución." — Albert Einstein
Fin de la lección.
Bibliografía
Larocca, FEF: Los sueños: Productos automáticos de nuestra mente en monografías.com, academia.edu y researchgate.net
Larocca, FEF: Sueños y sus configuraciones más comunes en monografías.com, academia.edu y researchgate.net
Larocca, FEF: El trasplante fecal, la obesidad y la psiquiatría: ¿Entidades paralelas?
Larocca, FEF: Sexualidad y comer: Proceso y función en monografías.com, academia.edu y researchgate.net
Darwin, CR: (1872) The expressions of the emotions in man and animals John Murray
Larocca, FEF: El Determinismo Cósmico en monografías.com, academia.edu y researchgate.net
Larocca, FEF: Dormir Para Ejercitarse en monografías.com
Larocca, FEF: Las Alucinaciones de William Blake: Su Significado Para la Psiquiatría Moderna en monografías.com, academia.edu y researchgate.net
Larocca, FEF: El Sueño de Ruth: The Man Who Wasn"t There en monografías.com, academia.edu y researchgate.net
Larocca, FEF: Mioclono, Hipo, los Sueños y las Sacudidas Involuntarias del Cuerpo en monografías.com, academia.edu y researchgate.net
Larocca, FEF: La Depresión en monografías.com, academia.edu y researchgate.net
Larocca, FEF: El Caso Difícil Número 18 en monografías.com, academia.edu y researchgate.net
Larocca, FEF: Dormir en Perspectiva y las Piernas Inquietas en monografías.com, academia.edu y researchgate.net
Larocca, FEF: Las Pesadillas y los Terrores Nocturnos en monografías.com, academia.edu y researchgate.net
Larocca, FEF: El trastorno neurocognitivo leve, su tratamiento psicoterapéutico: Presentación de un caso en monografías.com, academia.edu y researchgate.net
Para una explicación plausible acerca del bostezo: http://www.spring.org.uk/2012/01/why-do-people-yawn.php
La gitana dormida (Henri Rousseau)
Tal vez la gitana escapará al león o será atacada por el mismo…
Autor:
Dr. Félix E. F. Larocca