- Introducción
- El problema y su solución
- Personajes
- Diálogos
- Rasgos generales
- El análisis sociopolítico
- Modelo bélico o de circunscripción de Carneiro
- Samuel Juez y profeta
- Conclusiones
- Bibliografía
Introducción
En el presente trabajo se pretende dar a conocer a grandes razgos por medio de la utilización de un método exegético, el estudio del texto de (1 Samuel 8.1-10), en donde el personaje principal "Samuel" le toca ser el anillo entre la cadena irregular de jueces y el comienzo agitado de la monarquía.
Samuel será el ultimo juez. Del tipo institucional, porque resuelve pleitos y casos, y no empuña la espada o el bastón de mando. Cuando esta judicatura quiere convertirse en asunto familiar, por traspaso a los hijos "Abías y Joel", el intento fracasa. Mas que juez, es Samuel un profeta o vidente confidente de Yahvé que recibe su oráculo y presenta la intersección.
Samuel, uno de los personajes más importantes del Antiguo Testamento, es el eje de la critica transición de la confederación de las tribus a la monarquía. Cuando las presiones externas ejercidas por los filisteos sobre Israel requirieron cambios sociales y políticos trascendentales. Hay que señalar a su favor que Samuel fue capaz de moldear el futuro de Israel, a la vez que insistía en los ideales antiguos.
I Samuel 8.1-10
1 Cuando Samuel se hizo viejo, puso a sus hijos como jueces en Israel.
2 Su primogénito se llamaba Joel y el otro, Abías; juzgaban en Israel en Berseba.
3 Pero sus hijos no siguieron su camino: fueron atraídos por el lucro, aceptaron regalos y torcieron el derecho.
4 Se reunieron, pues, todos los ancianos de Israel y se fueron donde Samuel a Ramá,
5y le dijeron: «Mira, tú te has hecho viejo y tus hijos no siguen tu camino. Pues bien, ponnos un rey para que nos juzgue, como todas las naciones.»
6 Disgustó a Samuel que dijeran: «Danos un rey para que nos juzgue» e invocó a Yahveh.
7 Pero Yahveh dijo a Samuel: «Haz caso a todo lo que el pueblo te dice. Porque no te han rechazado a ti, me han rechazado a mí, para que no reine sobre ellos.
8 Todo lo que ellos me han hecho desde el día que los saqué de Egipto hasta hoy, abandonándome y sirviendo a otros dioses, te han hecho también a ti.
9 Escucha, sin embargo, su petición. Pero les advertirás claramente y les enseñarás el fuero del rey que va a reinar sobre ellos.»
10 Samuel repitió todas estas palabras de Yahveh al pueblo que le pedía un rey[1]
El problema y su solución
Problema
V 1-3: Samuel ya estaba viejo y sus hijos Joel y Abías jueces de Israel, tuercen el derecho.
Plan y ejecución
V 4-5. Los ancianos de Israel se reúnen y hablan con Samuel para que les asigne u rey[2]debido a lo que estaba aconteciendo con los hijos y la vejez de Samuel.
Solución
V 6-10: Samuel habla con Yahvé de lo sucedido y, éste le dice que escuche su petición y se las conceda y que les advierta de las consecuencias del reinado del rey.
Estructura del texto
V 1-2: Samuel pone como "caudillos"[3] a sus hijos en Israel.
V 3: Joel y Abías torcieron el derecho.
V 4-5: Los ancianos de Israel se reunieron para hablar con Samuel para pedirle que les asignase un rey.
V 6-7 Samuel se disgusta por la petición y al orar, Yahvé le dice que conceda su petición.
V 8: Todo lo que el pueblo ha hecho a Yahvé después de salir de Egipto en la adoración de otros dioses, también se lo han hecho a Samuel.
V 9-10. Yahvé le pide a Samuel escuchar su petición y advertir del fuero del rey que va a reinar sobre ellos.
Espacio | Personajes | Acciones |
1 S 8.1 | ||
Israel | Samuel y sus hijos Joel y Abías | Samuel los puso como jueces en Israel |
1 S 8.2-3 | ||
Berseba | Joel y Abías | Eran jueces y juzgaban en esa región. Fueron atraídos por el lucro y torcieron el derecho. |
1 S 8. 4-6a | ||
Rama | Los ancianos de Israel con Samuel | Se reunieron con Samuel para que les asignase un rey. Samuel se enojo con ellos |
1 S 8. 6b-9 | ||
Rama | Samuel y Yahvé | Samuel ora a Yahvé pidiendo consejo y Yahvé le dice que escuche su petición y les asigne un rey |
1 S 8. 10 | ||
Rama | Samuel y los ancianos de Israel | Samuel repitió todas las palabras que Yahvé le había dicho decir al pueblo |
Personajes
Samuel Hijos Joel () Abías () Jueces
Ancianos Yahvé El pueblo Las naciones Dioses Rey
Diálogos
V 4-5: Dialogo de los ancianos de Israel con Samuel
V 6-9: Dialogo de Samuel con Yahvé
V 10: Dialogo de Samuel con el pueblo
Rasgos generales
La presión de una contante oposición filistea exigía una nueva táctica para Israel. Ni Samuel ya "entrado en años"[4], ni sus hijos irresponsables ofrecían la coherencia y la calidad del liderazgo que requería el momento.
La monarquía frente a la teocracia. La solicitud de los ancianos de Israel de un rey fue recibida con reacciones diversas. Algunos pasajes parecería que se oponían a la idea (8.1-22; 10.17-19; 12.1-25), otros la aprueban (9.1-10.16; 10.20-11.15).
"Argumentar que el autor de 1 Samuel 8 sentía una inveterada hostilidad hacia la monarquía en si misma … es forzar la evidencia. Su ideal era la teocracia; pero aun así Yahvé necesitaría un representante, bien un juez o bien un rey, mediante el cual actuar"[5].
La monarquía era necesaria para la supervivencia de Israel, pero, como todo momento critico de su historia, entrañaba un grande riesgo. ¿Cómo podía Israel tener un rey como sus vecinos sin la perdida de libertad inherente a tal centralización?
Era evidente que el antiguo orden estaba en decadencia, pero ¿qué acarrearía el nuevo orden? Estas y otras preguntas preocupaban a Samuel como defensor de la tradición del pacto de Israel.
Nos encontramos en un punto crucial de la historia política y religiosa de Israel. El santuario del arca en Silo ha sido destruido y la unidad se ve amenazada ante el creciente peligro filisteo. Renovando la oferta hecha a Gedeón,(Jc 8.22s), y el intento de Abimélec, (Jc 9.1s), una parte del pueblo pide rey <<como todas las naciones>>, pero otra corriente de opinión se opone, dejando a Yahvé, único señor de Israel, el cuidado de suscitar a los jueces que requieran las circunstancias. Ambas corrientes hallan su expresión en los relatos yuxtapuestos de la institución monárquica. Pero es exagerado hablar de una <<versión antimonárquica>> y de una <<versión monárquica>>[6].
¿La monarquía surge en Israel a fines del siglo XII a.C.?
Saúl unifica la región montañosa, y David conquista y crea un estado poderoso. Por primera vez se establece en la región una entidad política local independiente —un estado étnico nacional con una identidad ideológica y religiosa distintiva.
Finkelstein[7]propone un criterio arqueológico para delinear el proceso de asentamiento y consolidación: el estudio de los patrones de asentamiento en la región montañosa de Israel —área donde tuvo lugar el proceso que llevó al surgimiento de la monarquía—. Modelos de asentamiento de la Edad del Hierro.
La teoría de la presión filistea.
Un elemento externo: la amenaza filistea, produjo el surgimiento de la monarquía. La idea de monarquía era extraña a la sociedad israelita, la cual funcionaba, en el período de los Jueves con una estructura tribal, con un liderazgo carismático y pocas instituciones centrales. La monarquía es el paso forzado por causas externas.
Durante la mayor parte del período, las amenazas externas fueron breves y limitadas geográficamente, por lo que se pudieron manejar localmente. La amenaza filistea fue diferente, ya que desafió a toda la sociedad israelita durante un período prolongado de tiempo. Fue una amenaza política, religiosa y económica. Su ventaja radicaba en una avanzada organización militar; con superioridad tecnológica en metalurgia.
La presión filistea fue mayor durante el siglo XI: Israel fue vencida en Eben-ezer; se destruyó su centro de culto y administración de Siloh, y se deterioro el liderazgo tribal. Esto derivó en el establecimiento de fortalezas filisteas en el corazón de la región montañosa; y que los estados de Amón y Amalec, sacaran ventaja de la situación.
Saúl surgirá como jefe militar, actuando a la vez como juez y rey. Un jefe carismático con poder permanente. La monarquía surge en el territorio de Benjamín, ya que era el foco de la amenaza filistea.
Han surgido cinco puntos acerca de las razones que causaron el choque entre Israel y los filisteos:
a) La expansión filistea fue expresión de su ambición de dominación política del país entero (Hermann).
b) La agresión filistea apuntó a impedir la expansión israelita a la planicie costera (Mayes, Abaroni, Bright).
c) Los filisteos reaccionaron frente a los ataques israelitas sobre las principales rutas comerciales (Albright, Gottwald).
d) La expansión filistea hacia el este partió de un crecimiento poblacional (Malamet). e) El objetivo filisteo era la explotación económica de la región montañosa (Gottwald).
A esta última opinión se agrega la de Frick, quien ve el conflicto como resultante de una combinación del intento filisteo de controlar los productos agrícolas de la región montañosa y de la necesidad israelita de tierras causadas por el incremento poblacional.
Las nuevas tendencias cuentan con el avance de teorías sociológicas adaptadas a los estudios bíblicos: punto de vista sociopolítico, acentuando los factores sociales y económicos internos (Frick, 1985).
El análisis sociopolítico.
Hay dos temas a tratar para poder analizar el desarrollo sociopolítico del surgimiento de los estados:
1. Diferencias entre estado primario y estado secundario.
Los estados primarios surgen de un vacío de poder, es decir, sin entidades políticas contemporáneas o desarrolladas previamente en su vecindad: Egipto antiguo, Mesopotamia.
Los estados secundarios emergen del colapso de otros estados a causa de la influencia de estados vecinos: monarquía israelita (esto está reflejado en el pedido de los ancianos de un rey a que los juzgue: "…he aquí tu has envejecido, y tus hijos no andan en tus caminos; Por tanto, constitúyenos ahora un rey que nos juzgue, como tienen todas las naciones." (1 Sam. 8, 5).
Si bien las influencias externas influyen en la creación de un estado secundario, sin duda la influencia interna es muy importante.
2. Definición del status sociopolítico de Israel en los diferentes estadios que conducen al establecimiento de la monarquía.
Según Service hay cuatro fases para llegar a la constitución del Estado: bandas, tribus, sociedades de jefatura y estado. Para el estudio del surgimiento de la monarquía en Israel, las etapas importantes son la jefatura y el estado.
La jefatura se caracteriza por tener cargos en manos de familiares del jefe, con un gobierno central no demasiado fuerte y una sociedad que tiende a la fragmentación; mientras, en el estado, los cargos públicos son manejados por especialistas, no necesariamente familiares del líder. Su economía es especializada y la sociedad está estratificada.
Finkelstein toma como fuente a la Biblia, ya que la arqueología no permite distinciones sociopolíticas en el corto espacio de tiempo del estadio formativo de la monarquía.
El reino de Saúl se caracterizará por una administración poco desarrollada, no había una capital central. Saúl gobernó sobre un territorio étnicamente homogéneo. Es una jefatura o estadio temprano de un estado primitivo.
En contraposición, el reino de David se constituye a partir de una expansión territorial, es un estado multiétnico heterogéneo, su administración está plenamente desarrollada. Posee una capital, el Estado está plenamente desarrollado.
Modelos y teorías para el surgimiento de la monarquía y el estado en el Israel antiguo.
Modelo de urbanización de V. Gordon Childe.- Se llega a la urbanización por el excedente agrícola; lo que permite que parte de la población se dedique a la artesanía.
El excedente agrícola crea un excedente o riqueza (sobre todo en templos), alrededor de los cuales se levantan asentamientos. Producción especializada de bienes para el comercio; desarrollo gradual de sociedades estratificadas. El comercio requiere una administración, lo que acarrea la invención de la escritura.
Modelo bélico o de circunscripción de Carneiro.
Para este modelo la guerra era un factor esencial, no suficiente, para el surgimiento del Estado. El crecimiento de la población se daba por la necesidad de tierras para la agricultura, lo que provocaba la lucha entre comunidades locales, la creación de jefaturas en territorios vencidos, lo que lleva al surgimiento del estado, que en algunos casos puede llevar al surgimiento de un imperio.
Se dan cambios internos en la sociedad, administración de territorios conquistados, y cesiones de tierras; lo cual crea: estratificación social, tributos, concentración urbana. Esta teoría fue ampliada con los siguientes puntos:
1. Cuando una superficie extensa es ocupada por distintos grupos con diferencias demográficas asentados en subregiones de distinta productividad.
2. Cuando el potencial agrícola es suficiente para producir excedentes 3. El aumento de la población provoca un flujo migratorio hacia la periferia. Los jefes intentaban adquirir recursos adicionales por medio de la conquista, la creación de un liderazgo militar estable, estimulando la estratificación social. Como consecuencia se llegaba a una intensificación de la producción agrícola y a la especialización económica[8]
Teorías del rol del comercio interregional o intraregional en el surgimiento del Estado (Johnson). Para la teoría del comercio interregional, ciertos productos no están disponibles en una región determinada, lo que lleva a producir excedentes para proveerse de ellos. Esta especialización desarrolló la estratificación socio-administrativa
En cambio para la versión intraregional de este modelo, la especialización en subregiones para producir excedentes, se da a través de variaciones demográficas y ambientales en diferentes parte de la misma región.
La petición de un rey (8–10)
Yahvé Dios había sido Rey de Israel y había cuidado a la nación desde sus inicios; pero ahora los ancianos de la nación querían un rey para que los dirigiera. Su petición la motivaron varios factores:
(1) Los hijos de Samuel no eran piadosos y los ancianos temían que cuando Samuel muriera llevarían a la nación a la ruina.
(2) La nación tuvo una serie de líderes temporales durante el período de los jueces y los ancianos querían un gobernante más permanente.
(3) Israel quería ser como las otras naciones y tener un rey a quien honrar. Las poderosas naciones alrededor de Israel (los filisteos) eran una amenaza constante y los ancianos sentían que un rey les daría más seguridad. La reacción de Samuel al pedido muestra que comprendió por completo su incredulidad y rebelión; que estaban rechazando a Yahvé[9]
Aquí tenemos una ilustración de la voluntad permisiva de Yahvé: Les concedió su petición, pero les advirtió lo que les costaría. Véase en Deuteronomio (17.14–20) la profecía de Moisés en cuanto a este suceso. ¡La nación escuchó a Samuel y luego de todas maneras pidieron rey! Querían ser como las demás naciones, aun cuando Yahvé los llamó a que fueran un pueblo separado de las naciones. El capítulo 9 explica cómo Saúl fue traído a Samuel y ungido en privado para ser rey. Nótese su humildad en 9.21 y también en 10.22 cuando vaciló para ponerse ante el pueblo. Dios le dio a Saúl tres señales especiales para confirmarle (10.1–7). Samuel también instruyó a Saúl para que se quedara en Gilgal y esperara su regreso (10.8). El versículo 8 debería traducirse: «Cuando vayas antes que yo a Gilgal»; o sea, en alguna fecha futura cuando Saúl tuviera el ejército listo para la batalla. Este suceso ocurrió varios años más tarde; véase el capítulo (13.[10]).
La búsqueda de un Rey
La enseñanza central se puede extraer de la petición que el pueblo hace a Samuel para que les dé un rey. No se trata de colocar en una persona determinada todos los poderes sin tener en cuanta que las relaciones con Yahvé afectan la vida sociopolítica de las naciones. Si bien es cierto que en Israel no había una separación entre lo sagrado y lo profano, para las personas de fe no pude darse una separación tajante entre la autoridad de Dios y el poder humano, a pesar de vivir en un mundo secularizado. ¿Hemos pensado hasta donde llegan los limites de la autoridad humana? ¿Hasta que punto el compromiso de los dirigentes con el pueblo puede desconocer el compromiso personal con Dios? Preguntas que adquieren una significación mayor en el momento de elegir a los gobernantes de nuestras naciones9.
En tiempos de Samuel se realiza la gran transformación. A pesar del esfuerzo heroico de los jueces llamados por Dios, de los cuales Samuel es él ultimo y el mas grande. Israel se ha aclimatado de tal forma al mundo que le rodea que irrumpe en el un tempestuoso deseo de normalidad política. La ocasión de este deseo, la defección de los hijos de Samuel, carece de importancia; la causa es mucho más profunda.
La reacción de Samuel
El acto de Samuel es nuevo. Cuando Josué se siente viejo (Jos 23) exhorta al pueblo a la fidelidad, pero no se nombra un sucesor; los jueces menores no forman una dinastía familiar, sino que pertenecen incluso a diversas tribus; los jueces salvadores son enviados individualmente por el Señor; Gedeón rehusa fundar una dinastía. Samuel nombra personalmente a sus dos hijos.
Los nombre llevan el componente divino. Joel significa <<el Señor es Dios>>, Abías <<el Señor es mi padre>>10. Es extraño desplazar su residencia al extremo meridional del territorio; no sabemos las razones ni entendemos el significado. El experimento falla. La corrupción administrativa en un delito condenado con mucha frecuencia: ejemplo (Ex 23.8; Dt 16.19).
Los ancianos hacen la síntesis de juzgar y reinar. El término <<juzgar>> adquiere poco a poco nuestro sentido más genérico de gobernar; Lo que hasta ahora ha hecho Samuel, lo hará en adelante el rey.
El disgusto de Samuel parece tener algo de personal y no ser pura cuestión de principio: aunque solo acusan a los hijos, rechazan la entera institución de los jueces. Es una situación parecida a la de Moisés en sus tensiones con el pueblo, y la terminología nos lo recuerda (Ex 16.8). El Señor corrige la visión personal de Samuel: en rigor, lo que el pueblo rechaza es la soberanía directa del Señor; Samuel solo sufre de rechazo. Pero <<no es el siervo mayor que el Señor>>. El Señor conserva su soberanía, incluso frente a Samuel, y a él le toca conceder o negar. Como otras veces. Yahvé concede la petición, manda a Samuel obedecer o hacer caso a los representantes del pueblo – tres veces repite el mandato -; Pero en el pecado llevaran la penitencia. Con todo, antes de la decisión, el pueblo debe conocer bien las condiciones; el dialogo quiere informar bien al pueblo antes de formalizar la elección, y recuerda de lejos el dialogo de Josué con el pueblo en la renovación de la alianza (Jos 24).
Samuel Juez y profeta
El oficio de profeta en el Antiguo Testamento aparece en conflicto con el surgimiento de la monarquía. Y le corresponde a Samuel vivir ese confuso momento en que las tribus de Israel deciden establecer un rey que las gobierne y que a la vez las oprima como a los demás pueblos. Es un cambio radical. Samuel advierte sobre los peligros de esta decisión pero al final acepta cumplir su papel ungiendo a Saúl.
Samuel como dirigente religioso experimenta el transito de una sociedad dirigida por jueces, por jefes político-militares surgidos de las milicias populares a una sociedad dirigida por reyes, por jefes político-religiosos, que construyen una ejercito profesional y establecen un sistema político unificado. Samuel aunque comprende la necesidad de centralizar el aparato estatal para enfrentar las amenazas externas, les advierte y denuncia los peligros de autoritarismo de esta decisión.
Y también Samuel con mucha claridad comprendió que esta decisión iba a tener un profundo significado en la visión religiosa, ya que conduciría irremediablemente a un monopolio del poder religioso y del poder político, lo cual estaría en contraposición con la voluntad manifestada por Yahvé y representada en el sistema de jueces populares. En este nuevo esquema, la corona controlaría la espada y también el altar. El rey sería el jefe de lo terrenal y lo celestial.
Samuel era una persona con mucha autoridad moral para advertir acerca de estos desarrollos ya que era juez y también era profeta. Desde niño sus padres lo dedicaron al servicio de Yahvé. Siendo muy joven Yahvé se comunicó con él. Y desde entonces se dedicó a predicar la conversión al Dios verdadero. Yahvé lo escuchaba. El pueblo lo escuchaba.
Pero cuando Samuel estaba ya anciano, sus hijos se aprovecharon de su posición para obtener privilegios. Buscaban el dinero, aceptaban regalos y violaban la justicia. Aprovechándose de esta situación, un sector poderoso de la comunidad le reclama por el proceder de sus hijos y le exige: danos un rey para que nos gobierne, como hacen los reyes en todos los países. Era una petición atrevida, hasta blasfema porque Yahvé era el rey reconocido de Israel. Y abiertamente pedían estos sectores poderosos que se renunciara a las tradiciones populares y se estableciera una dictadura.
Samuel se encolerizó con justa razón. Se trataba de un golpe de estado. Y se encontraba debilitado por sus propios errores para responder enérgicamente. La conducta de sus hijos le había hecho perder el apoyo popular. Tenía que aceptar la nueva situación o rebelarse. Samuel consulta esta situación con Yahvé.
"El fuero del rey"[11]
Yahvé le responde: dale a tu pueblo lo que te pide. Pues no te rechazan a ti, sino que es a mí a quien han rechazado para que no reine sobre ellos. Para Yahvé era claro que esta situación obedecía a un alejamiento de los principios comunitarios en que se basaba la sociedad hasta entonces y su desplazamiento por un sistema jerárquico basado en la división de clases sociales y la explotación.. Me abandonan para ir tras otros dioses reflexiona con justa razón Yahvé.
Samuel trasmitió al pueblo la opinión de Yahvé sobre la monarquía, una brillante denuncia histórica del significado de la realeza y del poder político que sigue vigente. Hoy con más fuerza en este mundo unipolar. Samuel denuncia a los reyes de todos las épocas y países. Les dijo: Miren lo que les va a exigir su rey. Hoy podemos decir: miren lo que les va a exigir la globalización neoliberal. Les tomara a sus hijos y los destinará a sus carros de guerra o a sus caballos, o bien los hará correr delante de su propio carro. Samuel denuncia el militarismo. A lo largo de la historia millones de jóvenes han muerto en guerras injustas. Miles de negros, hispanos y blancos pobres integran el ejercito de ocupación norteamericano en Irak.
Los empleará como jefe de mil y como jefe de cincuenta. Samuel denuncia la explotación. Los jóvenes Hondureños tienen que huir de su patria y vender su fuerza de trabajo en las fabricas de Chicago o Nueva York o en las fincas de California o Texas para ganarse el pan. La globalización impone un orden mundial en el que se destruye nuestra agricultura y soberanía para favorecer el comercio de alimentos.
Los hará labrar y cosechar sus tierras. Samuel denuncia la concentración de la tierra. En Honduras, a finales del siglo XIX los poderosos amigos del rey presidente expropiaron las tierras ejidales y de las comunidades indígenas para cultivar café. Se apoderaron de la tierra como el rey Ajab. Y asesinaron a muchos Nabot. Ahí nació la oligarquía agroexportadora y también la pobreza de las comunidades rurales.
Los hará fabricar sus armas y los aperos de sus caballos. Samuel denuncia el armamentismo. La guerra es un gran negocio. Existen países que se benefician de los conflictos internacionales para la venta de armas. En 1969, en una breve guerra entre El Salvador y Honduras los proveedores de armas eran los mismos. La guerra de Irak, y antes Afganistán, fueron grandes negocio para las compañías productoras de armamento.
Les tomará sus hijas para peluqueras, cocineras y panaderas. Samuel denuncia la opresión de las mujeres. En las maquilas instaladas en Honduras, miles de jóvenes mujeres son explotadas por compañías coreanas o taiwanesas, y se les niegan sus derechos más elementales. No pueden organizarse en sindicatos. No pueden alzar su voz por la amenaza del despido. Les tomara sus campos, sus viñas y sus mejores olivares y se los dará a sus oficiales. Samuel denuncia el saqueo de nuestros recursos naturales.Les tomará la décima parte de sus sembrados y de sus viñas para sus funcionarios y servidores. Samuel denuncia la corrupción de funcionarios públicos. Les tomará sus sirvientes y sirvientas, sus mejores bueyes y burros y los hará trabajar para él. Les sacará la décima parte de sus rebaños y ustedes mismos serán sus esclavos. Y concluye Samuel diciéndoles: Ese día se lamentaran del rey que hayan elegido, pero Yahvé ya no les responderá.
Todo un programa antimonárquico. Samuel logró reflejar el espíritu popular del pueblo hebreo. Y su mensaje tiene mucha actualidad para enfrentar las acometidas de la ofensiva neoliberal que amenaza a la humanidad incluso con su desaparición. Con el espíritu de Samuel que es el espíritu de Dios gritamos con todas nuestras fuerzas: Otro mundo es posible.
Conclusiones
La monarquía era necesaria para la supervivencia de Israel, pero, como todo momento critico de su historia, entrañaba un grande riesgo.
Era evidente que el antiguo orden de la confederación de tribus estaba en decadencia. Los hijos de Samuel Joel Y Abías, habían torcido el derecho y eran mal vistos por los ancianos y el pueblo de Israel.
La amenaza de los pueblos vecinos (los filisteos), que eran considerados como un pueblo bien organizado, era la principal preocupación del pueblo israelita.
Samuel como todo un líder carismático, dio a conocer las consecuencias del establecimiento de un rey para el pueblo y, todo lo que esto devengaba para su beneficio.
Bibliografía
Libros
Finkelstein, Israel. El surgimiento de la monarquía en Israel, aspectos socioeconómicos y ambientales. Universidad Bar Ilan. Israel, 1989.
Hernández Lucia y Giménez Humberto. Los libros de Samuel. En Comentario Bíblico Latinoamericano AT. Estella (Navarra): Editorial Verbo Divino, 2005.
Shokel Luis Alonso. Samuel. Traducido por Manuel Iglesias González. Madrid: Ediciones Cristiandad, 1973.
Sanford Lasor, William, Allan Hubbard David y William Frederic. Panorama del Antiguo Testamento. Buenos Aires: Nueva Creación, 1995, 231.
Wiersbe, Warren W. Bosquejos Expositivos de la Biblia AT y NT. Nashville, TN: Editorial Caribe Inc, 2000.
Biblias
Biblia de Jerusalén. Nueva edición revisada y aumentada. Traducción bajo la dirección de la Escuela Bíblica de Jerusalén. Bilbao: Desclee de Brouwer. 1998.
Biblia de estudio Dios habla hoy. Traducción bajo la dirección de las Sociedades Bíblicas Unidas. EEUU: Sociedades Bíblicas Unidas, 1974.
Santa Biblia, Nueva Versión Internacional. Traducción bajo la dirección de Sociedad Bíblica Internacional. Florida: Editorial Vida. 1999.
Diccionarios
Wilton M. Nelson, editor general, Diccionario ilustrado de la Biblia. Bogota: Editorial Caribe, 1977.
Internet
Garelli Paul, "El origen de la religión hebrea" Disponible en http://www.ecumenico.org/leer.php/930. Fecha de acceso: 20 de Junio de 2007.
Autor:
Edgardo Hernández Silva
Monografía En cumplimiento parcial de los requisitos para finalizar el curso de metodología del estudio Bíblico
Profesora: María Cristina
UNIVERSIDAD BIBLICA LATINOMERICANA
San José Costa Rica
16 de Julio de 2007
[1] I Samuel 8.1-10 BJ.
[2] La palabra hebrea melek (que se traduce “rey” en el AT) literalmente significa “el que aconseja”. Wilton M. Nelson, editor general, Diccionario ilustrado de la Biblia. Bogota: Editorial Caribe, 1977, 556.
[3] 1 Samuel 8.1 BEDHH
[4] 1 Samuel 8.1 BNVI
[5] William Sanford Lasor, David Allan Hubbard y Frederic William, Panorama del Antiguo Testamento. Buenos Aires: Nueva Creación, 1995, 231.
[6] Ibid.,
[7] Finkelstein, Israel. El surgimiento de la monarquía en Israel, aspectos socioeconómicos y ambientales. Universidad Bar Ilan. Israel, 1989, 22.
[8] Garelli Paul, “El origen de la religión hebrea” Disponible en http://www.ecumenico.org/leer.php/930. Fecha de acceso: 20 de Junio de 2007.
[9] Wiersbe, Warren W. Bosquejos Expositivos de la Biblia AT y NT. Nashville, TN: Editorial Caribe Inc, 2000, c1995.
[10]
[11] Lucia Hernández y Humberto Giménez. Los libros de Samuel. En Comentario Bíblico Latinoamericano AT. Estella (Navarra): Editorial Verbo Divino, 2005, 679.