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Abecedario Q es por Quetelet IMC y sus fallos (página 2)

Enviado por Felix Larocca


Partes: 1, 2

Los economistas nos ofrecen razones para correlacionar la comida que comemos y el costo de la misma con la gordura, diciéndonos que el costo es la razón para ésta. Pero, como sucede con la teoría de la evolución, ya examinada, ésta por sí sola no nos resulta adecuada para explicar el problema de la obesidad. Porque, si es barato consumir muchas calorías de helado y Coca-Cola, es mucho más barato, consumir menos.

  • Los fast-foods

Otros culpan a la industria de los fast-food — que nos "envenena" con sus productos — por el laberinto, sin salida aparente, en el que nos hallamos atrapados.

El cabecilla de quienes culpan la industria de fast-foods por el lío en que nos encontramos con respecto a la obesidad, no es nadie menos que David A. Kessler, quien sirvió como Inspector de la agencia Food and Drug Administration.

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Íconos de la niñez

Su opinión es que la industria de comidas rápidas ha usado la comida como diversión o (como "deporte") — como yo mismo la he caracterizado — usando sus "consultantes" para esculpir sus fast-foods basados en abundancia de grasas, sal y azúcar. En su libro, The end of overeating (2009) éste explica como las varias industrias gastan cientos de millones de dólares en tentarnos a comer más, por medio de la confección de comidas, sabrosas, fácilmente digeribles y presentadas de manera apetitosa.

Su contribución más valiosa al entendimiento de su tesis es la introducción del concepto de esa arma de la conquista de nuestras cinturas, conocida como el "supersizing" donde las porciones de comida rápida han crecido en cantidad y densidad calórica por porción.

Sus argumentos son bien conocidos y añaden poco que resulta ser nuevo a lo que ya, por nosotros, nos es conocido.

  • La "externalidad" en el comer

Otros nos alertan a algunos aspectos únicos de la actividad misma del comer en el ser humano. Capitalizando en la hipótesis, ya descrita hace mucho tiempo, como la "externalidad" del comer.

La "teoría de la externalidad" fue producto de la inventiva del psicólogo Stanley Schachter, quien a finales de los años 1960s condujo algunos experimentos ingeniosos en Columbia University, decidiendo que los seres humanos llegan a la obesidad porque comen, obedeciendo a señales provenientes del entorno. Teoría que nunca fuera demostrada, pero que, a su manera, quizás anticipara la actividad de las neuronas espejo.

Quienes en la externalidad creen consideran que cuando comemos, nunca sabemos cuánto deseamos comer o cuándo debemos de dejar de hacerlo, confiando en su lugar, en indicaciones externas como son el tamaño de la porción servida, para decidir cuándo debemos parar.

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Fast food

El resultado siendo que, a medida que las porciones de papas fritas aumentan en tamaño, asimismo aumenta el tamaño de quienes las comen.

Muchos experimentos parecen que confirman estos principios. Pero, no bastan por sí solos para explicar la obesidad epidémica o pandémica.

Los expertos que proponen esta teoría nos dicen que para McDonald el lema es "sirvan más y ellos comerán más". Porque "ellos" — los clientes que patrocinan sus restaurantes — no saben ni cómo ni dónde parar de comer cuando comen.

Algunos estudios comisionados por el gobierno norteamericano soportan el hecho de que el contenido calórico de la mayoría de las porciones que nos sirven los restaurantes de comidas rápidas se ha triplicado, mientras que su costo se mantiene relativamente constante.

Pero, hay más

Hasta ahora, en este artículo, hemos discutido las desventajas de la gordura en cualquiera de sus manifestaciones. Lo que, para algunos, no es así.

  • Un nuevo movimiento conocido diversamente como, "aceptación de tamaño", "tolerancia de la gordura", y "el poder de la grasa" ha ganado popularidad entre las personas "que no desean" dejar de ser gordas.

Tanto es así que algunas universidades norteamericanas han comenzado a ofrecer cursos en este mismo tema.

Los proponentes de esta nueva disciplina (si es que "disciplina" es lo que es) mantienen que la gordura no es un asunto dietario sino que es un asunto político. Ellos lo comparan a un movimiento subversivo para oponer el yugo que la flacura nos impone.

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Externalidad en el comer

Ellos, asimismo, lo igualan con el derrocamiento de un sistema dictatorial y opresivo.

Sus argumentos se basan en el hecho de que sus proponentes creen que los gordos se perciben en la cultura popular y en sus interacciones interpersonales como siendo repugnantes. Quienes soportan esta posición se ven a sí mismos como vindicadores por el desdeño que han recibido. Por esa razón es que consideran un "deber" la resistencia contra el "orden" establecido por los instrumentos políticos y opresivos de la flacura.

Para suscriben a esta manera de pensar, el problema no es la oleada repentina de la obesidad en el país, sino los prejuicios que resultaron en su estela. Es como sucede con la raza o el sexo, acerca de los cuales, el individuo carece de todo control.

Cuando hablan, nos afirman que la "epidemia de la obesidad", como concepto político, tiene que ser desmantelada.

Innegablemente, la palabra "gordo" acarrea connotaciones negativas. Los niños corpulentos son víctimas del desdén y los adultos del sarcasmo. De hecho, las mismas personas que no harían un chiste racial, no titubearían en hacer uno relacionado a la gordura.

Sin embargo, porque existan prejuicios contra la corpulencia, esto no significa que engordar es un acto de rebelión contra alguna injusticia social. Eso sería equivalente a decir que, porque se cree que algunas personas fueran destinadas a ser gordas, que otras sean igualmente destinadas a ser pobres, aunque la evidencia para darle soporte a esta noción sea defectiva.

  • La globesidad

Otros investigadores, abandonan la ruta más transitada y encaminan sus pasos a considerar la epidemia global de la gordura a lo que la OMS ha denominado la "globesidad".

Estos contienden que, si bien es cierto el hecho de que los americanos fueron los primeros en engordar, que ellos ya no son los líderes de la manada. Así lo es porque las estadísticas más recientes revelan que en Chipre, la República Checa, Finlandia, Alemania, Malta y Eslovaquia, en proporción, la obesidad es mayor que en los EE UU. Y que, asimismo la obesidad está aumentando en Asia, África, y en la América Latina.

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Globesidad

Y, aunque cerca de mil millones de las personas más pobres del mundo todavía padecen del consumo de muy pocas calorías, que, paradójicamente, son estas personas pobres, las mismas que están ganando de peso más rápidamente.

Aquí, puede argumentarse que ser gordo es mejor que sufrir hambre — algo que no es totalmente cierto — ya que en el nuevo orden de las cosas, todavía es muy posible ser gordo y malnutrido a la vez.

Mucho de lo que las personas pobres comen son alimentos que son deficientes en su composición general.

El enfoque en el estudio de la globesidad es primariamente desde un punto de vista del impacto que este azote tiene en la salud y economía de los pueblos y no en causación, ya que éste es asunto al que no se le da consideración debida.

La revista Times, en un artículo reciente, reporta que la gota, en tiempos remotos considerada una enfermedad de la realeza opulenta y corpulenta, está retornando y no exclusivamente entre los ricos. Lo que les hace pensar que la obesidad representa uno de las cargas más pesadas en los gastos de salud de la mayoría de las naciones del mundo.

Pero, sea como sea, si algún día, sería posible controlar la marea, hasta ahora, indomable, de la obesidad, ésta permanece todavía, una pregunta sin respuesta debida.

Los esfuerzos y las pautas avanzadas por OMS y CDC no han logrado hacer impacto significativo en detener el avance continuo de la globesidad.

Pero, como todos quienes alguna vez han dietado, saben muy bien, el peso se gana muy fácilmente y no se pierde con la misma presteza. Lo que, acompañado del hecho de que los políticos que debieran ser responsables por imponer las regulaciones para combatir el sobrepeso, son esclavos de los intereses que medran como resultado de contribuir a la causación de la globesidad.

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"Ataque de gota"

Y, si es cierto que como Freud dijera, que la "anatomía es destino", la fisiología también lo es, porque era nuestra suerte, como especie, la de colectar el máximo número de calorías en el menor tiempo posible, y ¿qué mejor manera de hacerlo que comiendo un BK Quad Stacker con cuatro porciones de carne hamburguesa, cuatro piezas de tocineta y cuatro rebanadas de queso, acompañadas por una soda de 64 onzas y una orden súper-proporcionada de papas fritas?

Prosigamos

Laura

Era la menor de once hijos de una familia prominente en las ciencias, la política y la banca en la sociedad donde viviera.

Su problema no era simple, su problema, para ella, se constituyó en una tragedia personal.

Una de muchos hijos — nacidos en Moca en las décadas tardías del siglo XX —descendiente de padres que, sin saber por qué lo hacían, rehuían las comidas opíparas, y de padres quienes desdeñaban la gordura.

Creció para estudiar derecho diplomático y consular en varios países europeos y para retornar al país como ejecutiva de tantos de los bancos que quebraran, resultado de codicia de quienes los administraron. (Véanse mis artículos acerca de Bernard Madoff).

Su gordura era algo inesperado en una familia donde todos eran conscientes de evitar la corpulencia en su más mínima expresión.

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Anatomía es destino

"Cuando yo nací, mi mamá, [decía ella], culpando al médico, que me trajo al mundo, le expresó: "tener hijos gordos, no es para mí"

"Y así sería, ya que, como era la única gordita, dejó que las criadas se encargaron de mí

"En una ocasión escuché a mi madre decir: "si [en este caso, yo] mi hija fuera negra, yo lo entendería, porque por el lado de mi esposo, las chopas abundan… ¿Pero gordos? ¡Nunca! ¡NUNCA!""

Ser gordo, otro estigma inescapable. Al menos para algunos

Poder reducir de peso, debería de ser tarea sin obstáculos, si no por otra razón, por la más sencilla de todas, porque el ser gordo no representa beneficio alguno para quien lo es.

Pero, perder de peso y — no recuperarlo, tarde o temprano — es una misión imposible.

Cansada de no poder perder de peso, y alentada por los resultados obtenidos por algunas de sus colegas en el banco, Laura decidió seguir la ruta de la cirugía de reducción estomacal para lograr la flacura anhelada.

Ella y su prima Lisa, decidieron hacer una apuesta. Programar las cirugías juntas y entonces, la que perdiera más peso en los primeros seis meses, después de la operación, le pagaría a la otra una vacación de dos semanas en Cancún, Villas Tacul.

Como de costumbre, y siguiendo un patrón establecido desde la niñez, Laura, con más de noventa libras perdidas, comparadas a las cincuenta de Lisa, ganó la apuesta y las vacaciones gratis.

Pero, para Laura, la vida no era el paraíso terrenal que todos, quienes fueran testigos de su esbeltez, pensaran. No. Ella vivía mascando chicles para apaciguar el hambre, pensaba constantemente en la comida y había desarrollado "trucos" para lograr ingerir los helados que se les habían prohibido.

Hoy, casi ha recuperado sesenta de las cien libras que perdiera, y está comenzando otra dieta comercial que le ofrece unas píldoras y otra esperanza falsa para reducir su volumen corporal.

"El perder de peso es como aprender otro idioma…" (FEFL)

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La quinta disorexia

En resumen

La nuestra es una especie extraordinaria en algunos respectos. Dotados de los mismos básicos instintos con que sobreviven otros géneros. Abusándolos, los hemos logrado subvertir tornándolos en algo más que pulsiones involuntarias. Los hemos convertido en vicios y en enfermedades.

Como género, gozamos del "privilegio" exclusivo de padecer enfermedades de comer y enfermedades de la conducta sexual. Las que, para intentar tratarlas hemos desarrollado industrias que se empeñan en curarlas. El sildenafil, las pastillas de dieta, las dietas comerciales y — el último de todos los recursos drásticos — la cirugía para la reducción del estómago son ejemplos más — o menos — dramáticos de estos esfuerzos.

Solamente entre los trastornos del comer (o disorexias) contamos, ya cinco:

  • La Anorexia nervosa

  • La bulimia

  • La obesidad

  • La dieta restrictiva para adelgazar, y

  • La cirugía para reducir el estómago (La Quinta Disorexia).

No creo que exista otro animal que "goce" — mientras lo disfruta — del "privilegio" de morir como resultado del comer.

De comer por placer, y no para alimentarse y para reproducirse, como la Naturaleza dispusiera.

Las varias disorexias, mejor se entienden, si se adapta el simple modelo bio-socio-psicológico a cada caso individualizado, para lograr su entendimiento, ya que ni aún los mellizos idénticos son tan idénticos, como ya sabemos.

En otras palabras no existen dietas para remediar la gordura sino personas que necesitan perder de peso.

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Mujeres bañándose por Tamara de Lempicka

Quizás en alguna medida, la autora Susie Orbach, estaba en lo cierto cuando escribiera su extraordinario libro acerca de la relación entre la mujer y la comida: Fat is a Femenist Issue (1979).

Relación que forma parte central de esta tesis.

Jean Kilbourne (2006). Reeditó el documentario clásico Killing us Softly, donde enfoca en un aspecto que gozara de mucha popularidad, y que, los exegetas de la obesidad, introducidos en esta lección, omiten. La presión de las industrias del mercadeo en la mujer y la necesidad de que la mujer se adapte a un ideal de flacura. Nombre que, como resultado, William Bennett diera al Siglo XX: "El Siglo de la Esbeltez".

Todos han leído las restricciones que algunos países están aplicando para que las modelos y concursantes de belleza no mueran víctimas de la inanición auto-impuesta para ganarse la vida en profesiones precarias y anti-feministas.

Aún en las más primitivas de las sociedades, las presiones para conformar son enormes y tan poderosas, que en, casi todas, la mujer se somete a procedimientos deformantes para lucir más apreciable a todos. (Véanse mis artículos: Las cirugías plásticas… y Las Concursantes de belleza… en psikis.cl y en monografías.com).

Laura en su gordura tenía muchas desventajas en su contra. Aunque no se lo había diagnosticado formalmente, su cuerpo era de hábito sugestivo de una distrofia adiposo-genital, con una esteatopigia pronunciada.

De ella todos decían: "Es tan bella, si tan sólo no se la mira por debajo del cuello".

La gastroplastía y las dietas no la ayudaron.

Recordándonos de otra notable feminista que escribiera otro clásico acerca de la situación difícil de ser mujer y de ser gorda, Marcia Millman: Such a pretty face: Being Fat in America (1980).

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Jan Saudek

Para concluir examinemos lo que está establecido

El conteo final en este punto:

  • Una epidemia mundial que afecta a la mujer, hombre y niños

  • Dietas y sistemas de reducir que logran muy poco porque ignoran el estrés y formas de reducirlo

  • Cinco disorexias. Todas asociadas con la gordura, de un modo o de otro

  • Una industria de fast-food que resiste aceptar el rol crucial que juega en esta situación, a pesar de que la evidencia apunta directamente en su dirección

  • Y nuevas complicaciones médicas que emergen cada vez

Bibliografía

  • Larocca, FEF: El Acto y la Acción de Comer: Un Drama en Tres Actos en monografías.com

  • Larocca, FEF: El Enigma de la Obesidad: Sus Causas en monografías.com

  • Larocca, FEF: Ansiedad, Fobia Social y Timidez en mailxmail.com

  • Larocca, FEF: La Restricción calórica: Su impacto incidental en la prevención y cura de la obesidad en monografías.com

  • Larocca, FEF: Ansiedad Social y Timidez en mailxmail.com

  • Sternberg, E: Walter B Cannon and Voodoo Death: A Perspective from 60 Years on en Am J Public Health 92(10) 1564-66 2002

  • Larocca, FEF: Los Efectos de la Restricción Alimenticia en el Comportamiento: El Experimento de Minnesota en monografías.com

  • Larocca, FEF: Experimento de Minnesota: Dietas en mailxmail.com

  • Larocca, FEF: Las Medicaciones Antipsicóticas y sus Riesgos en monografías.com

  • Larocca, FEF: Las Políticas de la Gordura y la Indiferencia Hacia lo Irrefutable en monografías.com

  • Larocca, FEF: La Distopia de Enrique VIII en monografías.com

Para bibliografía adicional y extensa: http://www.monografias.com/cgi-bin/search.cgi?query=comida%20larocca

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Autor:

Dr. Félix E. F. Larocca

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