- Introducción
- El Plan Eterno de Dios
- Las Últimas Palabras
- Estrategia de la Isla de Ovejas
- El Reino de la Luz
- Cómo Enseñar y Dirigir un Seminario
- Algunas porciones bíblicas adicionales
Introducción
Desde el principio del tiempo Dios ha tenido un plan de redención para este planeta y todos sus pobladores. Como creyente usted tiene el privilegio y la responsabilidad de trabajar con él ¡Dios tiene un plan para usted! No es accidente que usted haya nacido en este momento en particular en el tiempo. Usted tiene un destino que puede cumplir o no: la alternativa es suya.
Este programa está diseñado para revelar los propósitos eternos de Dios para la humanidad y desafiarle a participar con él en ese plan. Si usted está dispuesto y se compromete, usted puede hacer un impacto para la eternidad.
Hay muchas maneras diferentes en que se puede estudiar o enseñar este seminario. Usted puede usar los materiales por sí mismo, o con un grupo de otras personas. Si le interesa enseñar este seminario, hay una guía para el líder que se incluye al final de este curso, para ayudarle.
Ahora, si está listo para empezar, ore: Amado Señor: En efecto quiero conocer tu plan eterno. Abre mi mente para que comprenda tus verdades, y abre mis ojos para que vea lo
que tú estás haciendo. Abre mi corazón para que me interese en las cosas en que tú te interesas. Amén.
Módulo 1 :
El Plan Eterno de Dios
Desde el principio al fin de la Biblia Dios revela su plan. En Génesis, el primer libro de la Biblia, se nos habla de la creación de la tierra y de todo lo que ella contiene, cómo Dios creó a la humanidad para que anduviera con él y tuviera comunión con él. También se nos dice cómo el hom- bre traicionó a Dios y pecó contra él. Leemos la historia de cómo el pecado y maldad del hombre trajo una destrucción casi total de la raza humana. De la única familia justa que sobrevivió vino un hombre llamado Abram. A este hombre Dios le reveló su plan eterno.
A. El Plan Revelado a Abraham.
Génesis 12:1 – 4a:
"1 El SEÑOR le dijo a Abram:
«Deja tu tierra, tus parientes y la casa de tu padre, y vete a la tierra que te mostraré.
2 »Haré de ti una nación grande,
y te bendeciré;
haré famoso tu nombre, y serás una bendición.
3 Bendeciré a los que te bendigan y maldeciré a los que te maldigan;
¡por medio de ti serán bendecidas todas las familias de la tierra!»
El Plan
4 Abram partió, tal como el SEÑOR se lo había ordenado,"
1. ¿Qué le ordenó Dios a Abram que hiciera?
2. ¿Cuáles fueron las bendiciones realmente prometidas a Abram?
3. ¿Cuál fue el propósito de bendecir a Abram?
4. ¿Cómo obedeció Abram a Dios?
I m p a c t o p a r a l a E t e r n i d a d 1
Más tarde Dios le repite a Abraham las bendiciones y propósito al punto de declarar la fuerza de ellas con un jura- mento (Génesis 22:15-18). Interesantemente, Dios le repite de nuevo esta promesa y propósito al hijo de Abraham, Isaac (Génesis 26:3-5). Y de nuevo, Dios le proclama la promesa y propósitos al nieto de Abraham, Jacob (Génesis 28:12-15).
Al repetir lo que ha dicho, Dios martilla la importancia del mensaje y muestra que este es su plan
consistente para toda generación.
Dios le ordenó a
Abraham que hiciera
algo. Dios le prometió ben- diciones a Abraham, y luego le dijo el propósito para la orden y la bendi- ción: Que todas las per- sonas de la tierra también fueran bendecidas.
Entonces Abraham obedeció.
B. La Orden de Dios
bendiciones
Dios le dio a Abram una visión de otro país, un reino más grande, y le dijo que fuera a esta tierra que él le mostraría. Hacer esto significaba dejar su casa, y todo lo que le era familiar, por la promesa de algo que nunca había visto. Pero este llamado a separarse fue para un propósito mayor, eterno.
Por supuesto que Dios amaba mucho a Abram. Dios lo creó. No le pidió a Abram que hiciera algo dañino o malo. Puesto que el Señor lo ve y lo comprende todo, sabía que era lo mejor para Abram y para la humanidad. Abram estuvo dis- puesto a confiar en Dios y obedecerle. Nosotros también debemos confiar en Dios. Cuando el Señor nos dice que hagamos algo, podemos estar seguros de que es para nuestro bien. Dios es bueno – todo el tiempo.
Separarse uno mismo para Dios es en realidad la definición de la palabra "santo". Cuando usted llegó a ser creyente, le pidió a Dios que le perdonara sus pecados y le entregó su vida. En ese punto usted se separó del pecado y de sus esfuerzos egoístas, para llegar a ser santo para el Señor.
¿Tiene entonces él el derecho de usar su vida como le plazca puesto que usted se la
ha entregado?
¿Puede el Señor ir un paso más allá y pedirle que se separe incluso de cosas que no son pecaminosas ni egoístas, para lle- var adelante sus propósitos en su vida
y el plan eterno (como lo hizo con Abram)?
Lo que Dios nos pide que hagamos, nos capacitará para hacerlo. Nuestro Rey tiene un propósito eterno, un plan para el mundo entero. Le mostró a Abram su parte en ese plan. También tiene una parte especí- fica para usted. Dios le ama mucho y tiene un plan maravil- loso para su vida. Dios tiene un plan único para cada persona.
Si puede, ore: Amado Dios: Gracias por que me amas y porque puedo confiar en que tú estás haciendo que todo resulte para mi mejor bien, incluso aun cuando yo no lo com- prenda ahora. Quiero ser parte de tu plan eterno. Me separo del pecado, de mis intereses egoístas, y de todo lo que me impida seguir tus deseos. Muéstrame la visión que tú tienes para mi vida.
C. La Bendición
El Señor le dijo a Abram que le haría una gran nación, que le bendeciría y le usaría para bendecir a todas las naciones del mundo. ¿Puede usted imaginarse la locura que esto debe haber sonado cuando este anciano de
90 años, que no tenía hijos, les contó a sus parientes esta promesa al dejarlos? ¿Cómo podía ser posible que él estableciera una nación cuando no tenía hijos?
¿Cómo podría él y su esposa tener hijos a su edad?
Sin embargo Dios le dijo a Abram que sus descendientes serían tan numerosos como la arena del mar y las estrellas, y él lo creyó. Dios incluso le cambió el nombre a Abraham, que quiere decir "padre de una multitud." La gente debe haberse reído entonces, pero él tenía una visión; tenía fe en Dios.
Dios bendijo a Abraham al darle una relación personal consi- go mismo. Le dijo: "Yo seré tu Dios." Perdonó a Abraham sus pecados y "le justificó por fe". Abraham demostró su fe al creer y obedecer a Dios consistentemente.
En Génesis 22:18 Dios le dice a Abraham: "…todas las naciones del mundo serán bendecidas por medio de tu descendencia". Por medio de uno de los descendientes de
Bendiciones
Abraham nuestros pecados podrían ser perdona- dos y la humanidad podría de nuevo tener una relación personal con Dios. Más ade- lante, en el libro de Gálatas (3:16), Pablo revela que esta descendencia de Abraham prometida ¡es Jesucristo! Jesús es el cumplimiento del plan de Dios que fue dado a conocer en Génesis.
La historia ha demostrado que la familia física de Abraham en efecto creció y llegó a ser grandes naciones, pero su legado primordial no fue la nación de Israel,
(y ni siquiera de sus otros hijos). La Biblia dice claramente que Abraham es el padre de todos los que creen (Gálatas 3:7). Así que nosotros, como su familia espiritual, ¡somos
su legado primordial! La "gran nación" que Dios le prometió a Abraham ahora suma más de dos mil millones de creyentes, y todos somos herederos de las promesas hechas hace tan- tos años.
Reflexión personal: Piense en por qué Jesús es la mayor bendición a la humanidad.
Aun cuando el acto primordial del amor de Dios por nosotros fue enviar a Jesús, también nos bendice con plenitud de vida aquí en la tierra. Como creyentes sabemos que todo lo
bueno viene de Dios. Hay muchas, pero muchas otras for- mas de bendición que podemos tener en la tierra: Comida suficiente, vestido, techo e incluso aire. Dios nos ha dado a cada uno de nosotros ciertos talentos, capacidades, dones espirituales, oportunidades, y tiempo. Podemos tener ciertas buenas relaciones personales, salud, trabajo, y posesiones materiales. Espiritualmente podemos ser bendecidos con cosas tales como paz y gozo. Dios es bueno.
Punto de Acción: Prepare una lista, trace un dibujo, escriba una poesía o componga una canción sobre las bendiciones que Dios ya le ha dado. Eleve una oración que exprese su gratitud por todo lo que ha hecho por usted.
D. El Propósito de las Bendiciones
¿Por qué Dios bendice a Abraham y por qué nos bendice a nosotros? Dios terminó el diálogo en Génesis 12 diciéndole a Abraham el propósito de las bendiciones prometidas:
"¡Por medio de ti serán bendecidas todas las familias de la tierra!"
En tanto que es parte de la misma naturaleza de Dios ben- decir, también es su esperanza que nosotros nos unamos a él en su plan eterno. Este plan es llevar el mensaje de Jesucristo a todas las naciones del mundo.
Punto de Acción: Ore y pídale a Dios que le revele sus propósitos para usted. Luego, copie los siguientes pasajes bíblicos:
Salmo 67:2 y 7
Isaías 49:6
Daniel 7:14
Romanos 1:5
Romanos 16:25-27
1 Juan 2:1-2
Apocalipsis 5:9
El deseo divino de bendecir a todas las naciones del mundo
no es una parte menor de su palabra. Cuando Dios repite algo ¡es importante! Considere que hay cientos de pasajes bíblicos, en casi todo libro de la Biblia, que se refieren al deseo de Dios de que todas las naciones le conozcan. Es un tema muy consistente en toda su palabra. Hay toda una var- iedad de términos que usted puede investigar: "todas las naciones" (o "toda nación"), "todo pueblo," "toda la humanidad," "toda criatura," "hasta los confines de la tierra," "toda la creación," "toda rodilla," "toda tribu," "toda lengua," "todos los gentiles," "todo el mundo." Véase el Apéndice A: Lista de versículos "todas las naciones".
Ore: Señor: Te pido que me pongas en el corazón amor por
las diferentes étnias del mundo, especialmente los que todavía no te conocen. Amplía mi visión. Bendíceme abun- dantemente para que pueda ser una bendición a los que no conocen a Jesús. Guarda mi corazón contra el mal de la avaricia. Ayúdame a agradarte en todo lo que hago. Quiero ser hallado fiel. Amén.
E. Obediencia a Dios.
"Abram partió, tal como el SEÑOR se lo había ordenado." Abram tenía la alternativa de obedecer a Dios o no. Cuando
Dios le dijo que "se fuera", Abram lo hizo. En todas las situa- ciones Dios está obrando para guiar a los hombres a sus propósitos eternos. Sin embargo, el hombre tiene libre albedrío y puede escoger obedecer a Dios o no.
Actividad: Piense en las siguientes preguntas y escriba tres respuestas para cada una.
¿Por qué debemos obedecer a Dios y bendecir a las naciones?
¿Cuáles son algunos beneficios personales que resultan al obedecer?
1. ¿Por qué debemos obedecer a Dios y bendecir a las naciones?
La razón más alta y noble para obedecer a Dios es porque usted lo ama a él, quiere darle alegría y no dolor. Otra es agradecerle porque nos ha salvado cuando le pedimos que sea nuestro Señor.
Dios es como un padre bueno que nos ha adoptado en su familia y nos da generosamente. No nos obliga a trabajar en este negocio de familia, pero le agradará que lo hagamos.
2. Obstáculos para la obediencia
[Jesús dijo:] "¿Por qué me llaman ustedes 'Señor, Señor', y no hacen lo que les digo?" (Lucas 6:46)
Muchas cosas pueden distraerle e impedirle que haga lo que
Dios le pide. Jesús explicó en su historia del sem- brador y la semilla (Mateo
13:3-23) que la palabra de Dios puede ser ahogada por los afanes del mundo, el amor a las riquezas, la superficialidad, o el deseo de satisfacción instantánea. También podemos ser tan duros y despreocupa- dos que el maligno nos quita su palabra incluso antes de que entre en nuestro corazón.
Hay muchas cosas que pueden estorbar los propósitos de Dios para su vida, si usted se lo permite. Puede verse estor- bado por las opiniones y deseos de otros para su vida. Sus propias inseguridades, dudas, egoísmo, o falta de fe puede impedir que se cumpla en usted el plan de Dios para usted.
3. Beneficios personales al obedecer
Cuando obedecemos y bendecimos a otros, nos vienen más
Beneficios
bendiciones. La Biblia dice que es más bienaventurado dar que recibir. También dice que a los que son fieles en lo poco que les ha sido dado, se les dará más. Cuando obedecemos a Dios, tendremos mayor satis- facción. Somos hechos con un propósito, de modo que hay
un vacío o un anhelo cuando no lo cumplimos. Finalmente en el cielo, la ciudad eterna de Dios, los que son fieles no sólo recibirán la aprobación de nuestro Padre cuando diga: "°Hiciste bien, siervo bueno y fiel!", sino que también recibirán una recompensa mayor.
Punto de Acción: Vuelva a ver la lista, dibujo, poema o can- ción que preparó sobre las maneras en que Dios le ha ben- decido. ¿Está usted reflejando la naturaleza de Dios por ben- decir a otros con lo que a usted le ha sido dado? Aun cuando es mucho más fácil bendecir a los de su propia nación,
¿puede pensar en maneras en que usted puede usar lo que tiene para bendecir a otras naciones para que conozcan a Jesucristo?
Ore: Amado Dios: Sé que es tu deseo que todas las naciones te conozcan, y quiero trabajar a tu lado. Ayúdame a saber cómo hacerlo. Dame el valor y la determinación para obedecerte. Por favor, guárdame de las tentaciones que me distraen y alejan de tu plan. Quiero hacer un impacto para la eternidad. Amén.
M ó d u l o 2 :
Las Últimas Palabras
Por un momento piense en su familia y sus amigos. Si usted supiera a ciencia cierta que cuando los vea la próxima vez será la última vez que jamás los verá en esta tierra, ¿qué les diría? ¿Cuáles serían las palabras que dejaría con ellos?
Aun cuando las palabras en sí que cada uno diría serían diferentes, todos quisiéramos que nuestras palabras sean significativas. Diríamos cosas que son importantes para nosotros.
Hace más de dos mil años Dios mismo vino a esta tierra en forma humana. Tenía familia y amigos. Después de que fue crucificado, sepultado y resucitó de los muertos, pasó un tiempo con ellos, sabiendo muy bien que estaba a punto de dejar la Tierra y ascender al cielo. ¿Cuáles fueron las últimas palabras que Cristo les dijo a ellos y a todos los que hemos seguido a Cristo? ¿Estaríamos de acuerdo en que serían palabras que son muy significativas e importantes? Estos son los últimos deseos expresados por nuestro Señor
Jesucristo, según se los dijo a sus discípulos y a nosotros:
Según Marcos, Jesús dijo: "Vayan por todo el mundo y anun- cien las buenas nuevas a toda criatura" (Marcos 16:15).
El apóstol Mateo anotó que Jesús dijo: "—Se me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra. 19 Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, 20 enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado a ust- edes." (Mateo 28:18b-20a).
Finalmente, en el libro de Hechos, Jesús dijo: "Pero cuando venga el Espíritu Santo sobre ustedes, recibirán poder y serán mis testigos tanto en Jerusalén como en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra". Dicho esto, fue alzado delante de sus ojos, y una nube lo ocultó de su vista (Hechos 1: 8, 9).
Si usted supiera que se va para siempre, haría que sus palabras finales contaran.
Jesús lo hizo.
A las últimas pal- abras de Jesús a menudo se les llama "la Gran Comisión". En realidad lo que hacen es repetir el propósito eterno de Dios que le fue revela- do primeramente a Abraham y que sigue
por toda la Biblia: El propósito de llevar la bendición de las buenas nuevas de Jesucristo a todas las naciones del mundo. Así que podríamos llamarla la "Gran Re-comisión."
En las traducciones modernas del Nuevo Testamento se usa la palabra "naciones", que es traducción de la palabra griega "etne", que quiere decir grupos étnicos – y no naciones políti- cas o países. La Gran Comisión podría escribirse así: "Vayan y hagan discípulos de todos los grupos étnicos". Hay casi
24.000 grupos étnicos distintos en el mundo hoy. Dios quiere que todo grupo étnico tenga la oportunidad de conocerle.
Han pasado casi dos mil años desde que Jesucristo nos ordenó IR al mundo entero, y llevar sus Buenas Nuevas a todos los grupos étnicos. ¿Lo hemos hecho?
A. ¿En qué punto estamos hoy.
Si pudiéramos usar a diez personas para representar la población entera del mundo, el estado del cristianismo sería algo como esto:
El 30% de la población mundial que no conoce a Jesucristo pertenecen a casi 10,000 grupos étnicos diferentes.
Son los "¨Grupos étnicos no alcanzados".
El 70% de la población mun-dial ha tenido la oportunidad de oír de Jesús. Son los pueblos "ALCANZADOS."
Se considera como alcanza-dos a 14,000 grupos étnicos.
El 30% de la población mundial no ha tenido la oportunidad de oír hablar de Jesús. Son pueblos "NO ALCANZADOS."
Se considera como todavía no alcanzados a 10,000 grupos étnicos.
Cuando Dios nos dijo que vayamos y hagamos discípulos de todos las "etnias" o grupos étnicos, nos estaba dando una buena estrategia. Cada grupo étnico es único, y cada iglesia que se inicia entre ellos también lo será. La identidad cultural a menudo se basa en cosas como idioma, lugar de nacimien- to, herencia familiar, nivel social, oficio y educación. Una manera eficaz para que la bendición de Dios se extienda entre un grupo étnico específico es empezar allí una iglesia que pueda evangelizar a otros y discipularlos.
Reflexión Personal: ¿A qué grupo étnico pertenece usted?
¿Cuántas personas de diferentes etnias conoce usted personalmente? ¿Cuáles son algunas cosas que las hacen diferente a usted? ¿Hablan un idioma diferente, se visten de manera diferente, o comen diferentes comidas? Examine cuál es su actitud hacia personas que son diferentes a usted.
¿Refleja su actitud el corazón de Dios?
Punto de Acción: El aprendizaje acerca de otras culturas resulta mejor por experiencia, y no simplemente leyendo libros o revistas. Mire a su alrededor donde usted vive, traba- ja, juega, compra, y come. ¿Qué oportunidades tiene para conocer personas de otras culturas? Haga el esfuerzo de entablar amistad con los que no pertenecen a su propio grupo étnico.
Si observamos de cerca a la división de la población mundial que se indicó arri- ba, vemos que por cada creyente consagrado hay siete que no son creyentes y que hay que evangelizar (porque no podemos depender de los creyentes nominales).
Esto quiere decir que si todo creyente consagrado va y lleva al Señor a siete que no son creyentes,
¡podríamos llevar a término la tarea de evangelización mundial!
Pero, un momento. Pensándolo bien, ¿por qué no es así de sencillo?
Cada creyente consagrado pudiera hallar a cuatro no creyentes en su propio grupo étnico y llevarlos al Señor. Pero será mucho más difícil hablarles eficazmente del evangelio a los tres no creyentes que pertenecen a otros grupos étnicos. Hay muchas barreras que cruzar para que esto ocurra.
B. Barreras para que las Étnias no Alcanzados conozcan a Jesús
Los no alcanzados son inalcanzados por buena razón. ¿Se pregunta usted, en estos tiempos modernos de computadores y aviones a reacción, por qué el 30% de las personas de la Tierra todavía no saben quién es
Jesús? ¿Cómo es que una bebida llamada "Coca-Cola" ha penetrado en casi toda étnias en el mundo en menos de cien años, cuando el evangelio no ha logrado hacerlo en dos mil años?
Algunas de las respuestas son obvias, y otras no. Algunas de estas personas viven en lugares muy remotos y apartados, o hablan sólo su propio idioma y no tienen disponibles ni por- ciones bíblicas ni materiales de evangelización. Muchas naciones no tienen libertad de religión; sus étnias tienen pro- hibido por la ley (a veces bajo pena de muerte) cambiar sus creencias religiosas. Por supuesto, como en cualquier cul- tura, puede haber sospecha por las nuevas ideas, nuevas creencias, o cualquier tipo de cambio.
Hay otras razones por qué las étnias no alcanzadas no tienen iglesias. Algunas no tienen nada que ver con las étnias inalcanzadas o su situación política, pero sí mucho
con nosotros, el 10% de la población de creyentes consagra- dos. El desinterés del creyente bien podría ser el mayor obstáculo para el evangelio. Tal vez fue este tipo de desin- terés lo que llevó a Jesús a volcar violentamente las mesas de los vendedores y cambistas que había dentro del templo de Jerusalén, y decir: "¿No está escrito: "Mi casa será llama- da casa de oración para todas las naciones"? Pero ustedes la han convertido en "cueva de ladrones"." (Marcos 11:17)
El desinterés es la razón por la que muchas iglesias ya no oran por las necesidades de todas las naciones. Le robamos a Dios al no bendecir a las naciones con lo que él nos ha dado. La falta de oración y la falta de ofrendas de parte de los creyentes son obstáculos para la extensión del evangelio.
Jesús dijo que la mies es abundante pero que los obreros son pocos (Mateo 9.37). La falta de obreros cristianos que vayan y proclamen las Buenas Noticias a los no alcanzados es un gran problema. La abrumadora mayoría de creyentes llegaron a seguir a Jesús debido a que alguien les habló de las Buenas Nuevas de un Dios que les amó tanto que envió a su Hijo a la Tierra para que llevara el castigo de sus peca- dos. "Personas hablándoles a otras personas" es el plan de Dios.
C. El Gran Desequilibrio
En tanto que la necesidad más grande es obreros que crucen las barreras culturales para proclamar el evangelio a las étnias no alcanzadas, sólo el 2% de los obreros misioneros cristianos va a esas étnias no alcanzadas. Casi todos ellos— el 98%—van a las étnias ya alcanzadas.
Desdichadamente, los fondos para la obra de esparcir el evangelio se gastan en las mismas cantidades. Sólo el 2% de todas las ofrendas misioneras mundiales va a la obra entre los no alcanzados, mientras que el 98% se vierte en las étnias que ya tienen el evangelio.
¿Es justo que nosotros oigamos el evangelio vez tras vez mientras que miles de millones de personas nunca lo han oído ni una sola vez?
Reflexión Personal: Jesús pronunció sus últimas palabras en la tierra y retó a sus discípulos a que vayan y prediquen las Buenas Nuevas. Los que oyeron su mandato lo obedecieron. Les hablaron a otros. Las personas han seguido hablándoles a otros en los últimos dos mil años. Alguien le habló a usted, y ahora usted es creyente. ¿Le ha hablado usted a alguien
de Cristo y de lo que Cristo ha hecho por usted? ¿Ha invita- do usted a alguien alguna vez a una reunión de evange- lización? ¿Ha orado usted y ha dado sus ofrendas para los esfuerzos misioneros en el mundo?
Ore: Amado Señor: Quiero obedecer tus últimas palabras –
el mandato de discipular a todas las naciones. Por favor, der- riba las barreras que impiden que los confines de la tierra te conozcan. Te pido más recursos y más personas que vayan
a predicar las Buenas Noticias a las étnias no alcanzadas. Establece tu iglesia en el mundo. Amén.
D. La Brecha y su Respuesta
Dios está buscando personas "que se pusiera en la brecha delante de mí, a favor de la tierra"
(Ezequiel 22:30, RV).
Hay una gran "brecha" entre los lugares donde la iglesia cristiana ya existe hoy (en 14.000 grupos étnicos ya alcanzados) y el deseo de Dios
de que su reino se establezca en TODA la Tierra. La brecha es real; se compone de 10.000 grupos de étnias no alcanzadas que no tienen a nadie que les proclame las Buenas Noticias de Jesucristo.
Cuando se alcanza a un grupo étnico (es decir, una iglesia fuerte echa raíces y puede evangelizar a los restantes miembros del grupo, sin ayuda externa), la brecha se reduce un poco. La Gran Comisión de Jesús es un mandato para cerrar esta brecha. Hay todavía muchos que no han oído el mensaje del evangelio del amor de Dios por ellos. La única manera en que oirán esto es que sus seguidores se interpongan en la brecha y trabajen para hablarles de Cristo.
Los creyentes responden en varias formas a la brecha. Aun cuando todos vinimos de allí en algún momento, algunos creyentes se olvidan muy rápido de que la brecha existe. Otros la ignoran por satisfacer sus propios deseos. Pero hay unos pocos que están plenamente conscientes de la brecha, y se preocupan profundamente por eso, porque saben que Dios se interesa.
Los creyentes consagrados se interesan en las personas no alcanzadas porque Dios se interesa. Estudian la palabra de Dios, estudian los eventos mundiales, oran, actúan.
Reflexión Personal: ¿Comprendo el deseo del corazón de Dios de que todas las naciones le conozcan? ¿Estoy dis- puesto a unirme a Dios y a otros creyentes comprometidos para alcanzar a otros con el mensaje del evangelio?
Hay mucho trabajo que hacer, pero en efecto alcanzaremos a las étnias no alcanzadas restantes. Se lo predice en una escena del cielo descrita en el último libro de la Biblia:
9 Después de esto miré, y apareció una multitud tomada de todas las naciones, tribus, pueblos y lenguas; era tan grande que nadie podía contarla. Estaban de pie
delante del trono y del Cordero, vestidos de túnicas blancas y con ramas de palma en la mano. 10 Gritaban a gran voz: "¡La salvación viene de nuestro Dios, que está sentado en el trono, y del Cordero!" (Apocalipsis 7:9-10).
En esta escena personas de todos los grupos étnicos del mundo adoran ante el trono de Dios. Este es el propósito de las misiones mundiales: Que todos las étnias de la tierra sean traídas a Dios por medio de Jesucristo y le adoren.
Si tiene un globo o un mapa del mundo, sáquelo, obsérvelo y ore:
Amado Señor: Gracias por hacer que me dé cuenta de la necesidad global de discipular a las étnias no alcanzadas. Por favor, pon en mi corazón tu interés por los perdidos. Ayúdame a interesarme más profundamente por las cosas que te interesan. Dame el valor para actuar y ser parte de tus propósitos mundiales. Quiero hacer una diferencia. Te lo pido en el nombre de Jesús y por su gracia, amén.
Punto de Acción: Si ya está listo para hacer un impacto en las étniasno alcanzadas, únase a otros miles que han prometido lo que sigue. Firme en la línea respectiva y cuélguelo en algún lugar visible o póngalo en su Biblia para recordar su promesa.
[Adaptación de la promesa del International Student Consultation on Frontier
Missions, Edinburgh, Scotland, Noviembre de 1980.]
M ó d u l o 3 :
Estrategia de la Isla de Ovejas
Soñé que estaba en una isla, la Isla de Ovejas. Por toda la isla había ovejas esparcidas y perdidas. A poco supe que un incendio forestal se extendía desde el extremo opuesto. Parecía que todas las ovejas estaban condenadas a la destrucción a menos que hubiera una manera de escapar. Aunque habían muchos mapas no oficiales, yo tenía una copia del mapa oficial y descubrí que en verdad había un puente al continente, estrecho y construido, según se decía, a un costo increíble.
"Mi trabajo, se me dijo, sería lograr que las ovejas crucen el puente. Descubrí a muchos pastores reuniendo a las ovejas que hallaban y tratando de reunir a las que tenían fácil acce- so al puente. Pero la mayoría de ovejas se hallaba lejos y los pastores que las buscaban eran pocos. Las ovejas que esta- ban cerca del incendio estaban en grave peligro y aterrorizadas; las que estaban lejos del incendio pacían pacífica- mente disfrutando de la vida.
"Noté a dos pastores cerca del puente diciéndose cosas al oído y riéndose. Me acerqué para saber el motivo de tanta alegría en un ambiente tan precario. "Tal vez la brecha es estrecha en algún punto, y por lo menos las ovejas fuertes tendrán la oportunidad de salvarse", dijo uno. "Tal vez la corri- ente no es fuerte y el arroyo nada profundo. Entonces las valientes, por lo menos, podrán cruzarlo". El otro respondió:
"Puede ser. Es más, ¿no sería grandioso si se demuestra que esto no es ninguna isla, después de todo? Tal vez es simplemente una península y grandes multitudes de ovejas ya están a salvo. De seguro que el dueño ha provisto alguna ruta alterna". Así se tranquilizaron y se fueron a atender otros asuntos.
"En mi mente empecé a meditar en sus teorías: ¿Por qué iba el dueño a gastar tantísimo para construir un puente, espe- cialmente siendo que es un puente angosto, y muchas de las ovejas rehúsan cruzarlo incluso cuando lo hallan? A decir verdad, si hay un camino mejor por el cual muchos pueden salvarse más fácilmente, construir el puente fue una trastada terrible. Si no es una isla, después de todo, ¿qué es lo que impide que el incendio se propague al continente y lo destruya todo? Mientras meditaba en estas cosas oí una voz suave detrás de mí, que me decía: "Hay una razón mejor que la lógica, amigo mío. La lógica sola te puede llevar en cualquier dirección. Mira tu mapa".
"Allí, en el mapa, junto al puente, vi una cita del primer pastor subalterno, Pedro: "En ningún otro hay salvación, porque no hay otro camino para salir de la isla al continente por el cual una oveja pueda ser salvada". Entonces distinguí, tallado en el mismo viejo y sólido puente: "Yo soy el puente. Ninguna oveja escapa a la seguridad sino por mí".
["Sheep Island", usado con permiso, McQuilkin, Robertson; The Great Omission, copy- right 1984, Gabriel Resources OM Literature, P.O. Box 1047, 129 Mobilization Road, Waynesboro, GA 30830]
Jesús dijo: "Supongamos que uno de ustedes tiene cien ove- jas y pierde una de ellas. ¿No deja las noventa y nueve en el campo, y va en busca de la oveja perdida hasta encontrar- la?" (Lucas 15:4)
Reflexión Personal: Piense en sus propias actitudes hacia los no alcanzados. Tal vez usted no haya sabido del gran
número de personas perdidas en el mundo. Tal vez usted tenga una vaga idea, pero ha estado demasiado preocupado por su propia vida como para hacer algo al respecto. Tal vez usted ha querido participar pero no ha sabido cómo. Tal vez usted ya esté haciendo algo pero le gustaría hacer más. Considere la posibilidad de participar en la tarea de llevar el evangelio a las étnias no alcanzadas.
Oración:
Señor: Tú eres el gran Pastor. Has mostrado claramente la importancia de dejar a las noventa y nueve ovejas seguras al otro lado del puente a fin de rescatar a una que está en peli- gro. Por favor, lléname de tu sentido de urgencia por los que todavía están lejos de tu reino. Muéstrame cómo quieres que participe para guiarlos a la seguridad eterna. Amén.
A. Comprométase a un Rebaño no Alcanzado
Hay 10.000 etnias no alcanzados en el mundo hoy. Usted puede unirse al esfuerzo por alcanzar por lo menos a uno de esos grupos. Ayude a guiar a un rebaño a cruzar el puente. Comprometerse a ayudar a llevar el reino de Dios a un grupo de personas en particular ha llegado a conocerse como la estrategia internacional de "adoptar" a una etnia. Es parecido a la forma en que una familia natural adopta a un hijo y se compromete a criarlo hasta la
madurez. Cualquier creyente o grupo de creyentes puede
adoptar un grupo étnico no alcanzado. Se puede adoptarlo como iglesia entera, o como un grupo dentro de la iglesia, como grupo de estudio bíblico, como familia, como individuo, etc.
Centro de Adopción
Tal vez las adopciones más fuertes surgen cuando una
iglesia entera se compromete en grupo y trabaja en coop- eración con las agencias misioneras hasta que se alcanza a la etnia seleccionada.
Una vez que usted haya seleccionado un grupo étnico en particular, puede buscar quién más se ha comprometido al mismo grupo. A menudo hay individuos, denominaciones evangélicas, y agencias misioneras que se han asociado como "alianza pro etnia" que pueden ayudarle a buscar un papel eficaz. Trabajando juntos, los que adoptan a una etnia se aseguran de que se inicien iglesias dentro del grupo, y que tengan la Biblia (el "mapa oficial") en su propio idioma.
Cuando hay movimientos de iglesias que pueden evangelizar a su propia étnias sin ayuda adicional, se considera que se ha "alcanzado" al grupo.
Si en efecto quiere participar en el plan eterno de Dios para alcanzar a las personas de todo grupo étnico, empiece con uno de las étnias no alcanzadas. Al principio, su principal tarea será la oración. Usted puede investigar un poco para conocer mejor a la étnia adoptada, e incluso puede hacer un viaje para ver la tierra. Puede "abogar" consiguiendo que otros se unan a su visión (su propia iglesia, grupo de oración, compañeros de estudios, familia, etc.). Puede auspiciar personalmente o levantar fondos para conseguir más recur- sos paral la étnia adoptada.
Algunos van como voluntarios
Desde gran distancia todos los rebaños pueden parecer iguales. Si hay 10.000 etnias diferentes no alcanzadas que lo necesitan, ¿cómo empieza a seleccionar una?
B. Considere Adoptar Una Étnia de Otra Religión
1. ISLAM. La mitad de todos los individuos que todavía no han sido alcanzados son musulmanes. Increíblemente, °hay menos de tres misioneros cristianos por cada millón de musulmanes! Los musulmanes tienen también sus raíces en Abraham, y tienen cierta relación con la fe cristiana. Aun cuando honran a Jesús como un gran profeta, no creen que sea el Hijo de Dios que murió en una cruz y resucitó de los muertos. Los musulmanes, como los cristianos, están procla- mando su fe para ganar convertidos en todo el mundo. Prohíben abiertamente a su gente que cambie de religión, y persiguen a quienes lo hacen. En varias naciones musulmanes se ejecuta a los que se convierten a otras religiones.
¡Salaam! Me llamo Ahmed. Soy musulmán, y miembro de la comunidad mundial del islam. Desde que tengo memoria se me ha enseñado de nuestro libro sagrado, el Corán, las cinco cosas que debo hacer para ganarme
el favor de Dios. La primera es recitar nuestra confesión de fe: "No hay Dios sino Alá y Mahoma es su profeta". Debo orar cinco veces al día, a la hora precisa y de la manera precisa. Debo viajar a nuestra ciudad santa, Meca, en Arabia Saudita una vez en mi vida. Todos los años debo participar en el "Ramadán", que consiste en cuatro semanas espe- ciales de ayuno y oración. También debo dar para los
pobres. Si hago todo esto entonces Alá se agradará. Espero que pueda ser bueno lo suficiente para Dios.
2. HINDUISMO. La mayoría de hindúes residen en el sur de Asia. Adoran a millones de dioses, y su religión tiene en tinieblas al 13% de la población entera del mundo. Hay 2.700 etnias hindúes no alcanzadas que necesitan conocer a Jesucristo y ser puestas en libertad y en la luz.
Hola. Me llamo Puuna. Todos mis parientes y yo practicamos la religión hindú, que tiene millones de dioses diferentes. Mi familia va a los templos para elevar oraciones especiales y dejar ofrendas a los dioses más poderosos: Brahma (el creador), Visnú (el protector) y Siva (el destructor). También tenemos una capilla grande en nuestra casa para varios dioses, para poder adorar ofreciendo comida, incienso y oraciones. Cuando muera,
dependiendo en las acciones de mi vida, mi alma volverá a nacer en el cuerpo de otro ser humano o animal. Me esfuer- zo por seguir nuestra ley eterna y adorar a los dioses para que mi próxima vida sea mejor. Espero poder ser libertado en algún momento de este ciclo de muerte.
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