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Salud auditiva


  1. Introducción
  2. Características auditivas
  3. Sordera y defectos auditivos
  4. Causas principales de la sordera
  5. Efectos del ruido sobre la salud
  6. Carga social y económica
  7. Detección del problema
  8. Prevención
  9. Bibliografía

Introducción

El oído es uno de los órganos de los sentidos altamente conectados con la comunicación humano, y por ello merece especial cuidado. Es de suma importancia también en las relaciones personales y el aprendizaje humano y cuando una persona no escucha bien, se ve afectada también el habla, ya que se desarrollan problemas de articulación y modulación de la voz. De ahí que recalcamos que no debemos descuidar nuestra salud auditiva.

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Los problemas de agudeza auditiva afectan más o menos al 20% de los niños en edad escolar, provocando rezagos importantes en su desarrollo integral, pero también se han incrementado mucho en adolescentes y lo lamentable de esto, es que muchos de los daños son generalmente irreversibles.

Características auditivas

Conoceremos a continuación algunas características principales de nuestro sistema auditivo, para tenerlo en cuenta en el cuidado y prevención de nuestra salud auditiva:

Valores mínimos permisibles

TIEMPO DE EXPOSICIÓN (HORAS)

VALOR LIMITE PERMISIBLE dB (A)

15

80

8

85

4

90

2

95

1

100

½

105

¼

110

1/8

115

Fuente: Para Exposición Ocupacional a Ruido Resolución 01792 del 3 Mayo de 1990

El dB es la unidad física de medida del nivel de presión acústica. El oído humano no tiene la misma sensibilidad para todas las frecuencias recibidas, siendo capaz de amortiguar o filtrar unas más que otras.

A esta amortiguación sonora se la conoce con el nombre de atenuación. La atenuación es más efectiva en los tonos graves que en los agudos, es decir, el oído a esos tonos escucha menos de lo que en realidad hay.

A los decibelios filtrados se les conoce como dB (A), y son los que se tienen en cuenta desde el punto de vista de la legalidad.

Es importante tener en cuenta que el oído humano es capaz de detectar variaciones de presión acústica que varía de 0 a 140 dB. A niveles del orden de 150-160 dB existe riesgo de estallido del tímpano.

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2.1 Características del Sonido

Frecuencia

Intensidad

Medida en Hertz o ciclos por segundo. (Tono) sensación subjetiva de cada frecuencia.

Presión que tiene el movimiento vibratorio. Decibelios (dB).

El oído humano tan solo es capaz de percibir frecuencias comprendidas entre 20 y 20.000 Hz (rango audible). Por debajo o por encima de este rango, nos encontramos en la zona de los infrasonidos y la de los ultrasonidos, respectivamente.

AUDIBLES

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Sordera y defectos auditivos

  • La sordera se define como la pérdida completa de la audición en uno o ambos oídos. Por defecto de audición se entiende una pérdida completa o parcial de la capacidad de oír. En 2004, más de 275 millones de personas en el mundo padecían defectos de audición entre moderados y profundos; el 80% de ellos vivían en países de ingresos bajos y medianos.

Según la parte del oído que esté afectada, se conocen dos tipos de defectos de audición.

  • El defecto de audición conductivo es un problema en el oído externo o medio. A menudo es susceptible de tratamiento médico o quirúrgico. Un ejemplo común es la infección crónica del oído medio.

  • El defecto de audición neurosensorial es un problema del oído interno o el nervio acústico. Casi siempre es permanente y requiere rehabilitación, por ejemplo, mediante el uso de un audífono.

Causas principales de la sordera

Los defectos auditivos pueden estar causados por enfermedades infecciosas como la meningitis, el sarampión, la parotiditis y las infecciones crónicas del oído. Otras causas frecuentes son; la exposición al ruido excesivo, los traumatismos craneoencefálicos, el envejecimiento y el uso de medicamento ototóxicos (Los fármacos ototóxicos son aquellos que causan efectos lesivos sobre las estructuras vestibular y coclear del oído).

  • Causas congénitas de sordera que está presente en el momento de nacer o aparece poco después

La pérdida de la audición puede ser hereditaria, transmitida por alguno de los padres. Si uno o los dos progenitores o un pariente es sordo, hay un riesgo mayor de que una criatura nazca sorda.

El defecto de audición también puede ser causado por problemas durante el embarazo y el parto, tales como: peso bajo al nacer: por nacimiento prematuro o porque la criatura es pequeña para la edad gestacional; asfixia del parto o situaciones durante este que causan hipoxemia del feto; rubéola, sífilis u otras infecciones que aquejan a la mujer cuando está embarazada; uso impropio de medicamentos ototóxicos (la lista reúne más de 130, como la gentamicina) en el embarazo; ictericia grave, que puede lesionar el nervio óptico del recién nacido.

  • Causas adquiridas que pueden ocasionar pérdida de la audición a cualquier edad

Algunas enfermedades infecciosas como la meningitis, el sarampión y la parotiditis pueden ocasionar defectos de audición, principalmente en la niñez, pero también en época posterior de la vida.

Las infecciones crónicas del oído, que por lo común se manifiestan por supuración crónica, pueden causar pérdida de audición. En algunos casos estas infecciones pueden acarrear complicaciones graves e incluso potencialmente mortales, como absceso cerebral y meningitis.

El oído interno puede resultar dañado por efecto de medicamentos ototóxicos a cualquier edad; destacan en esta categoría algunos antibióticos y antipalúdicos.

Los traumatismos craneoencefálicos o de los oídos pueden causar defectos de audición.

El ruido excesivo, por ejemplo, al trabajar con maquinaria o equipo ruidosos, oír o exponerse a ruidos muy intensos, como los disparos de arma de fuego o las explosiones, puede lesionar el oído interno y menguar la capacidad auditiva. Los ruidos constantes de los videojuegos, el nivel de sonido para escuchar música en la casa, automóvil, MP3 en sus diferentes formas, fiestas o centros de diversión, el uso de auriculares, la cantidad de ruidos generados al unísono en los hogares, escuelas, oficinas y en la calle además de que la mayoría de las personas ahora gritan en lugar de hablar, han provocado que los niveles de decibeles ideales para proteger al oído se eleven enormemente todos los días, generando poco a poco el deterioro de la audición.

Pérdida de audición relacionada con el envejecimiento (presbiacusia): A medida que las personas envejecen, puede producirse un deterioro de la capacidad auditiva.

La obstrucción del conducto auditivo por la acumulación de cerumen o el encajamiento de cuerpos extraños puede causar pérdida de la audición a cualquier edad. Dicho trastorno suele ser leve y se puede corregir fácilmente.

Efectos del ruido sobre la salud

Efectos físicos: Dolor de cabeza, hipertensión, problemas digestivos, cansancio, etc. Los niños sometidos a ruidos constantes y fuertes poseen niveles más elevados de tensión arterial y posibilita un mayor índice de enfermedades cardiovasculares. Un ruido constante por encima de los 55 db, produce cambios hormonales, vasculares y nerviosos, Produce insomnio, que producirá un descenso de defensas y posibilitará la aparición de enfermedades infecciosas.

Efectos psicológicos: Estrés, insomnio, irritabilidad, depresión, falta de concentración, menor rendimiento de trabajo, etc. Los escolares hacen que tengan un rendimiento escolar mucho más bajo. Las parejas tienes un descenso de la falta de deseo sexual.

Efectos sociales: Problemas de comunicación, aislamiento. Debido a la incapacidad de comunicarse adecuadamente el organismo tiende a evitar la comunicación.

Efectos psicopatológicos: Dilatación de pupilas y párpados acelerados. Agitación respiratoria, aceleración del pulso y taquicardias. Aumento de la presión arterial y dolor de cabeza, menor irrigación sanguínea y dolor muscular.

Efectos sobre el embarazo: Madres embarazadas que han estado desde comienzos de su embarazo en zonas muy ruidosas, tienen niños que no sufren alteraciones, pero si la exposición ocurre después de los 5 meses de gestación, después del parto los niños no soportan el ruido, lloran cuando lo sienten, y al nacer tienen un tamaño inferior al normal.

Pérdida de audición: Cuando el organismo no adopta una protección adecuada hacia el sonido puede desarrollar una pérdida permanente de la audición. Ruidos superiores a 90 db durante mucho tiempo producen la perdida completa de audición, sonidos menores pueden dañar la salud del oído. 

Carga social y económica

Los defectos de audición pueden imponer una carga social y económica onerosa en las personas, las familias, las comunidades y los países.

Los defectos auditivos que aquejan a los niños pueden retrasar el desarrollo del lenguaje y las aptitudes cognoscitivas, lo que a su vez entorpece el aprovechamiento escolar. La magnitud del retraso depende de la intensidad de la pérdida de audición. En los adultos, el defecto de la audición dificulta obtener, efectuar y conservar el empleo. Es común que los niños y adultos con defectos de audición sufran estigma y aislamiento social.

Las personas pobres sufren con mayor frecuencia los defectos de audición porque no pueden pagar las medidas preventivas o la asistencia ordinaria para evitar la pérdida auditiva. Con mucha frecuencia no tienen a su disposición servicios de atención otorrinolaringológica o de asistencia auditiva ni pueden adquirir audífonos adecuados para superar la discapacidad. Los defectos de audición pueden también obstaculizar su salida de la pobreza porque entorpecen el aprovechamiento escolar o el avance en el lugar de trabajo y los aíslan socialmente.

La economía de los países puede resentirse por el costo de la educación especial y la pérdida de empleo por causa de los defectos de audición.

Detección del problema

La persona comienza a darse cuenta del problema cuando tiene dañadas las terminaciones nerviosas en las que se mueve una conversación (500-3.000 Hz). Empieza a tener dificultades en comprender una conversación que se mueve en este nivel. Si se prolonga la sobreexposición puede pasarse de una sordera parcial a una sordera total.

En cuanto a los niños, los oídos deben ser revisados por el médico desde su mismo nacimiento y los padres, deben estar pendientes de ciertas reacciones que manifiesten un posible problema para atenderlo de inmediato.

Entre las señales que debemos tomar en cuenta están:- El que no respondan a la voz normal y se tenga de hablarles en tono más elevado.- El tener que repetirles varias veces las indicaciones.- Si notamos que al hablar nos observan los labios y la cara tratando de interpretar los gestos.- Si al hablarles giran la cabeza con intención de escuchar mejor.- Si pronuncian palabras distorsionadas o varían de tono y volumen la voz.- Si se quejan de dolor de oídos.- Si padecen frecuentemente de enfermedades respiratorias.- Si sufren de vértigos, falta de equilibrio, caminan de lado o se marean con frecuencia.- Si siempre se acercan a la persona que les está hablando.

Prevención

Es muy importante tener en cuenta que la prevención primaria puede evitar la mitad de los casos de sordera y defectos de la audición. Está más que comprobado que una gran parte de los casos se pueden tratar si se diagnostican a tiempo y se someten al tratamiento apropiado.

Las soluciones frente al problema de los defectos de audición se centran en la atención primaria para promover los conceptos de prevención, detección temprana, tratamiento y rehabilitación.

Resaltamos algunas estrategias de prevenciones útiles y sencillas:

  • Vacunar a los niños contra las enfermedades propias de la infancia, en particular el sarampión, la meningitis, la rubéola y la parotiditis;

  • Aplicar la vacuna contra la rubéola a las mujeres adolescentes y en edad de procrear antes de que se embaracen;

  • Efectuar pruebas de detección para descartar la sífilis y otras infecciones en las embarazadas;

  • Mejorar la atención prenatal y perinatal, en particular mediante la promoción de los partos sin riesgos;

  • Evitar el uso de medicamentos ototóxicos a menos que sean recetados por un médico calificado y la posología sea vigilada cuidadosamente;

  • Cuando sea necesario, remitir a los bebés con riesgo elevado de sufrir estos problemas (por ejemplo, los que presentan antecedentes familiares de sordera, peso bajo al nacer o han sufrido asfixia del parto, ictericia neonatal, meningitis, etcétera) para la evaluación y el tratamiento;

  • disminuir la exposición (por motivos de trabajo o personales) a los sonidos y ruidos excesivamente altos mediante la concientización, el uso de dispositivos de protección personal y la aplicación de leyes adecuadas.

Los defectos de audición conductivos se pueden prevenir mediante prácticas higiénicas para cuidar los oídos y la audición. Se los puede tratar apropiadamente mediante la detección temprana, seguida del tratamiento médico o quirúrgico que corresponda.

En los bebés y los niños pequeños, la detección temprana y el tratamiento oportuno evitan problemas con la adquisición del lenguaje y el aprovechamiento escolar.

Como podemos observar, la prevención es de suma importancia, y podría ser el mejor remedio. Además, como hemos visto, la buena salud auditiva depende mucho de cómo tratamos a nuestro oído, a que lo exponemos, cómo, con qué frecuencia y a que duración, especialmente a lo que se refiere ambientes de ruidos excesivos. Así que, el cuidado temprano de nuestro oído, garantizará la calidad auditiva de mañana.

Bibliografía

http://www.acufenos.org/index.php?sec=9&sub=14&idi=2

http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs300/es/

http://carmen-lidia.wikispaces.com

http://www.esmas.com/salud/enfermedades/ambientales/381084.html

 

 

Autor:

Alcidiel Leopoldino

TRABAJO DE INVESTIGACIÓN ONLINE

Asignatura: Filosofía de la Salud

Profesora: María Somolinos

FACULTAD ADVENTISTA DE TEOLOGÍA

CAMPUS ADVENTISTA DE SAGUNTO

Marzo de 2014