- El amor y el deseo, parecidos, pero no idénticos
- El enamoramiento, como proceso
- El factor biológico y genético en la selección de pareja para nuestra especie
- La virilidad
- Ahora veamos lo estético como parte del amor
- Los celos
- Algo que atañe a la mujer en su configuración anatómica
- En resumen
- Bibliografía
"Un reciente estudio norteamericano acaba de demostrar que más del 33% de las parejas sufre de celos y casi la mitad de los encuestados los consideran una consecuencia inevitable del amor puro — o sea, del amor verdadero". FEFL en Trilogía del Amor: El Amor el Odio y los Celos
El Cantar de los Cantares o La Canción de Salomón es un poema erótico que hallaría su lugar en la Biblia inesperada y sorprendentemente, por su carga de erotismo manifiesto, sin, disfraz o disimulo.
Si el Libro de los Jueces puede merecer una "V" por violencia, el Cantar gana una "S" por sexo — no tan tórrido como el Kama Sutra o el Amante de Lady Chatterley, pero, sexo, no obstante.
¿Cómo se interpreta el siguiente pasaje?
"4:11 Como panal de miel destilan tus labios, oh esposa; Miel y leche hay debajo de tu lengua; "Y el olor de tus vestidos como el olor del Líbano. 4:12 "Huerto cerrado eres, hermana mía, esposa mía; Fuente cerrada, fuente sellada".
El amor y el deseo, parecidos, pero no idénticos
Las fases del amor y el deseo
El deseo y el amor son coincidentes, aunque no traslapan en el proceso de su evolución en los seres humanos, como más adelante apreciaremos.
Las fases estudiadas de su evolución, son tres:
1. EL DESEO
El deseo sexual es controlado por las hormonas eróticas la testosterona y el estrógeno. La testosterona no se confina al género masculino y se reconoce que juega un papel de la mayor importancia en el impulso sexual femenino, particularmente en el narcisismo fálico, irrefrenable y narcisista, de las modelos y de las concursantes de belleza, como sabemos.
2. LA ATRACCIÓN
Es la etapa incipiente del enamoramiento verdadero. Cuando alguien se enamora, durante esta fase, no puede pensar en nada o en nadie más. El apetito se pierde, por buena razón — se necesita menos sueño, prefiriéndose pasar las horas despiertas añorando el ser amado.
El apetito se pierde, porque otro instinto toma la supremacía. No se puede hacer el amor y estar hartos a la vez.
Los instintos son "civilizados", se turnan entre ellos.
En la fase de la atracción un grupo de sustancias neurotransmisoras llamadas las "monoaminas" juegan un rol muy importante.
Éstas son:
La dopamina — también activada por el azúcar, el chocolate, la cocaína, y la nicotina — por ello el amor puede ser adictivo
La norepinefrina — conocida también como la adrenalina, es responsable por las taquicardias por tantos sentidas y por la sensación de "mariposas en el estómago" que muchos admiten a la vista del ser amado.
La serotonina — una de las hormonas más importantes en el amor, y una que puede, volvernos literalmente locos — transitoria o permanentemente.
La última y la más importante es la tercera etapa, la del
3. EL APEGO
El apego es la etapa más importante ya que es en ésta cuando se hacen compromisos entre los amantes que los encauzarán en la dirección de tener hijos, el propósito egoísta de la Naturaleza cuando el amor inventara.
En esta circunstancia, priman dos hormonas:
La oxitocina — sustancia que se libera por el hipotálamo durante el nacimiento del bebé, asistiendo en la descarga láctea del seno. Asiste en la cimentación del enlace emocional entre madre e hijo. También se descarga durante el orgasmo en ambos sexos, lo que promueve la permanencia de la relación entre los amantes. La teoría mantiene que mientras más sexo tiene una pareja que mayor serán sus enlaces amorosos.
La vasopresina — Otro químico de importancia en los compromisos duraderos a largo plazo. Su presencia proviene de la hipófisis y del hipotálamo. Su efecto en el amor se descubrió accidentalmente cuando científicos estudiaran el ratón de pradera, a quien conoceremos más adelante.
El enamoramiento, como proceso
Mejillas ruborizadas y encendidas, el corazón acelerado — y manos frías y pegajosas — son algunos de los signos manifiestos de estar enamorados — o de estar estresados.
Estas expresiones aparentes son resultado de actividades bioquímicas en nuestro cuerpo.
Ahora hagamos un nuevo amigo…
Conozcamos al simpático y juguetón ratón de la pradera (Microtus ochrogaster).
No Mickey Mouse…
En la organización social de este pequeño mamífero, el sexo es preludio a una relación permanente entre macho y hembra.
En su estado prístino, en la pradera, donde habita, estos roedores se abandonan a una actividad sexual — en exceso a la necesaria para el propósito de la reproducción — como así lo hace toda pareja feliz, a cualquier edad.
Se corroboró que las hormonas, la vasopresina y la oxitocina, liberadas luego de la copulación, eran responsables por este apego tan firme y por esa fidelidad ratonil tan excepcional.
En un experimento, se les administró a ratones de la pradera machos una sustancia que suprime la acción de la vasopresina, lo que resultó en un deterioro inmediato de la devoción que estos exhibieran hacia su pareja, siéndoles infieles y abandonándola — algo que nunca hacen.
Pavo real señalando sus intenciones románticas
Pero, como seres pensantes que somos, hay que considerar otros factores en el amor.
El factor biológico y genético en la selección de pareja para nuestra especie
Hasta ahora se postulaba que nuestros inconscientes, profundamente escondidos en los recesos de nuestras mentes, de algún modo, determinaban a quién escogeríamos como nuestra dualidad.
Eso fue la quintaesencia del pensamiento freudiano.
Los seguidores de la teoría de la evolución, difieren, y avanzan sus propias ideas.
Ellos nos dicen, con suficiente convicción, que es ventajoso que nos unamos a alguien que posea los mejores genes posibles.
¿Por qué?
Porque los últimos, serán pasados más adelante a generaciones futuras para beneficio de la especie. Se cree que cuando evaluamos a una pareja prospectiva, instintivamente calculamos si deseamos tener nuestra descendencia con ella.
Pero, ¿cómo hacerlo?
Los dos métodos que actualmente hacen esta valoración son las feromonas y las apariencias físicas.
Se estima que toma entre 90 segundos y 4 minutos para decidir si alguien nos atrae. La labia del enamorador no es de tanta importancia como creemos.
Para la atracción el mensaje transcurre de la siguiente manera:
55% es a través del lenguaje del cuerpo
38% es mediado por el tono y velocidad de la palabra
Sólo 7% es por lo que decimos.
Estudios llevados a cabo entre voluntarios escogidos al azar y no conducidos de manera controlados, sugieren que la acción de mirar a alguien intensamente en los ojos, posee un efecto poderoso en facilitar el proceso del enamoramiento.
Una explicación es que cuando estamos estimulados e interesados en lo que miramos, nuestras pupilas se dilatan.
Tanto así que en la Italia medieval las mujeres se ponían belladona en los ojos para que éstos lucieran más grandes. De hecho, bella donna significa bella mujer. Pero, ¡cuidado con el uso de la belladona!, ya que es un alcaloide tóxico.
Otras observaciones empíricas revelan que, cuando la gente se siente atraída entre ellas, tienden inadvertidamente a copiar los gestos del otro. Esto se reconoce como "espejear".
La base para esta creencia es que cuando adaptamos los gestos ajenos estamos comunicando nuestro placer en la otra persona.
En el psicoanálisis, aquí hablamos de la identificación. Mecanismo esencial para el desarrollo harmonioso del ser humano.
Existen aspectos de este comportamiento que pueden influir a otros a comer y a ganar de peso, como hemos podido apreciar en muchas de mis lecciones…
Prosiguiendo con observaciones empíricas, hablemos de otro comportamiento que necesita muy poca corroboración.
Hazte difícil de ganar, especialmente, si eres mujer. Vuelve locos a la mayoría de los hombres…
En experimentos conducidos con parejas que participaban en un servicio de citas, las mujeres más quisquillosas, fueron las más exitosas obteniendo el favor y la atención de todos los hombres.
Un aspecto útil de presentarse, y poco reconocido es: ser enigmático. A todos les agrada lo esotérico y poco discernible.
Ahora pasaremos a los aspectos estéticos que hacen de la neurociencia algo de tanto interés para adquirir mejor auto-conocimiento y entendimiento.
La simetría se considera importante, en la evaluación de pareja, porque la disimetría puede expresar problemas de índole genéticos.
El estado social es componente mayor, pero no es cardinal cuando ambos lo comparten. Pero en todo caso, la mujer siempre busca protección y seguridad, lo que se expresa socioeconómicamente.
Todavía se consideran mejores las uniones en la que nadie pierde estatura en la relación.
Investigaciones nos indican de la existencia de correlaciones y semejanzas físicas, que son sorprendentes entre los amantes.
Veamos algunas:
El volumen pulmonar, a veces idénticos
La longitud del tercer dedo de la mano es igual
La medida del lóbulo del oído, también es la misma
El tamaño general de la oreja,
Las circunferencias del cuello y de la muñeca, y
La tasa del metabolismo se corresponden en ambos
Los informes más recientes nos indican que lo que la mayoría realmente busca en su pareja es alguien que se parezca a sus padres.
Ella al papá, él a la mamá.
Parece ser que Freud lo tenía correcto.
Algunos investigadores sugieren que, como desde niños, constantemente admirábamos las facciones de nuestros padres, que de modo reflejo, consideramos atractivas las que a ellos se parecen, sin entender la razón.
Lo importante para todos, es la determinación de la posibilidad que el amor perdure.
La nueva ciencia de la genética del comportamiento nos instruye que matrimonios estables y divorcios se agrupan en constelaciones familiares.
Aún gemelos tienen mayor chance de matrimonios estables y divorcios que la población esto de la población general.
Los niveles de la serotonina son importantes en este respecto, ya que éstos tienden a bajar entre los amantes con el pasaje del tiempo.
Por esta última razón, a veces sucede que, en vez de hacerlo a uno feliz, el amor entristece.
La virilidad
Se ha establecido que hombres (y mujeres) con niveles bajos de serotonina tienden a ser sexualmente muy activos.
En el caso específico del hombre. Si éstos poseen en su cerebro una versión de un gene conocido como "transportador de serotonina", que ellos tendrán niveles de serotonina reducidos. Tendiendo a ser más ansiosos que otros hombres, necesitan mayor actividad sexual para confortarse a sí mismos.
Las feromonas se han estudiado en los animales y en los ratones de la pradera. Estas hormonas poseen una función especial que hace que estos animales eviten reproducción con otros ratones cuyo código genético es muy cercano al propio, ya que esto expondría a la cría a perder la inmunidad que resulta del apareamiento con otro que posea genes de diferente estructura.
Las ratas disponen en la nariz de un órgano conocido como el "órgano vomeronasal" — órgano de Jackson en las serpientes — que ellas usan para detectar elementos que para otros son inodoros y que los guían en hacer la mejor selección de pareja o de presa.
Existe evidencia que este órgano esté presente en el ser humano, ya que tenemos feromonas distribuidas por todo nuestro cuerpo, hecho que la industria de perfumes utiliza para asistir en la seducción entre seres humanos.
Ahora veamos lo estético como parte del amor
En general
Las mujeres buscan hombres altos, con facciones fuertes, con rasgos de ternura, de estatus y de confort económico.
Los hombres prefieren mujeres jóvenes, de apariencia fértil, con una proporción baja en el coeficiente cintura-cadera y que no sean muy altas.
Ambos sexos tienden a desfavorecer el uso de espejuelos.
¿Cómo atraer la pareja?
Muchas aves y aun los roedores atraen su pareja con despliegues exagerados y canciones apropiadas para la ocasión, que son programas de índole instintivos.
En nuestra especie el cortejo ha evolucionado y es afectado por nuestro legado sociocultural a la vez que el genético e involuntario.
Pero existen todas clases de amores que aquí no cubrimos, como son el amor de madre y el amor gay.
Este último posee sus propios mecanismos que lo hacen especial y digno.
Los celos
La vertiente desagradable del amor son los celos, los que hemos estudiado en otras lecciones y los que aquí se mencionan solamente para dar cupo a todo lo que al amor se refiere.
Ahora estudiemos las apariencias de sexo femenino.
Algo que atañe a la mujer en su configuración anatómica
La figura de "guitarra" o del "reloj de arena" ha sido celebrada por todos los tiempos.
Textos preservados de todas las épocas, poseen el mismo tono, cuando se relacionan a la cintura de la mujer.
Todos, de manera consistente, describen a la mujer con cinturas estrechas como siendo muy atractivas.
La racional para llegar a esta conclusión deriva del análisis de textos ingleses, chinos e hindúes existentes desde antes del primer siglo AEC.
De acuerdo a los investigadores, estos hallazgos soportan la conjetura de que nosotros estamos estructurados inmutablemente para preferir mujeres con cinturas delgadas, ya que este atributo se relaciona con buena salud y fertilidad.
No es secreto que nuestra cultura moderna valora mejor a las mujeres con un cuerpo esbelto y delgado. Aunque muchos contienden que esta tendencia es exclusiva de la sociedad occidental.
Para obtener perspectiva en este asunto, Devendra Singh, psicólogo de la Universidad de Texas en Austin, y sus colegas analizaron 345,000 obras de literatura en inglés, de los géneros de drama, literatura y ficción desde el año 1500 hasta el 1799.
Todos los textos elogiaban la cintura de la mujer cuando describen su belleza — no mencionando, con igual frecuencia, las caderas, los muslos o los senos.
Todos los textos coincidieron en la descripción clásica del poeta inglés, John Harington que en 1600 considerara la imagen de la belleza ideal femenina, como: "Su piel, dientes, deben de ser claros, brillantes y nítidos… senos firmes, caderas moderadas, buen espacio entre las cejas, una boca delgada y una cintura pequeña…"
Los textos chinos e hindúes claramente corresponden a los anglosajones.
Todos considerando, sin excepción, la cintura estrecha como expresión de la belleza femenina.
¿Qué, entonces de la grasa abdominal?
Los investigadores consideran la alabanza a la cintura estrecha en el antaño remoto, algo de naturaleza revolucionaria, ya que no sería hasta los años 1950 cuando los científicos comenzarían a suponer que el perímetro de la cintura y más tarde, el de la cadera, fueran índices de salud física.
Por ejemplo, aun personas con brazos y muslos delgados están a riesgo mayor de enfermedad cardíaca, si acumulan gran cantidad de grasa abdominal.
La obesidad abdominal se asocia también con una incidencia mayor de cáncer del ovario, del seno, y con la diabetes.
Los investigadores razonan que la preferencia por este rasgo tiene buen sentido, porque se asocia con buena salud y fertilidad.
Todos admiten que la predilección de algunos pintores, como Peter Paul Rubens, por mujeres gordas son una excepción a una regla universal.
¿Pero qué pasa con los hombres?
Como, de todos modos, vivimos menos ¿A quién le importa?
En resumen
Con esta lección completamos nuestras ponencias destinadas a darle un "turno" a las neurociencias y a sus acompañantes ciencias médicas para explicar los mecanismos que regulan nuestros afectos e instintos básicos.
Nuestros espejismos de la autosuficiencia, son sólo ilusiones.
Fin de la lección.
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Autor:
Dr. Félix E. F. Larocca