Puso de inmediato en marcha el Plan Bonex, que causo un profundo impacto en la población y significo una gran perdida para los tenedores de plazos fijos. Consistía en la incautación, por parte del Estado, de los depósitos a plazo fijo que se hallaban en el sistema financiero, siendo restituidos a sus propietarios en títulos de la deuda externa a diez años de plazo. Se emitieron a tal efecto los Bonos de Consolidación (BOCON) en moneda nacional o en dólares para cancelar las obligaciones consolidadas.
Adopto además algunas medidas anexas, como prohibir por cuatro meses las licitaciones para compra de bienes e inversiones del Estado y estableció la obligatoriedad de la autorización previa del Ministerio de Economía, para cualquier compra o contratación de organismos del Estado.
El Plan Bonex provocó una importante caída de la liquidez.
Finalmente, en marzo de 1990, el ministro lanzó una serie de medidas aun más restrictivas denominadas: Plan Erman III:
Suspensión de todo tramite de contrataciones y licitaciones.
Eliminación de los reembolsos a las exportaciones
Se prorrogo la suspensión de beneficios a los regímenes de promoción industrial.
Se achico el aparato administrativo del Estado, suprimiéndose secretarias, subsecretarias y direcciones.
La Balanza Comercial en 1990 obtuvo un superávit extraordinario. Las exportaciones superaron en un 34 % a las del año anterior, mientras que las importaciones sólo fueron un tercio de aquellas.
Los rumores de corrupción y denuncias contra algunos sectores del gobierno, provocaron una aceleración de la inflación y la posterior renuncia del doctor Erman González y su equipo en enero de 1991, asumiendo así el doctor Domingo Felipe Caballo.
Finalmente, dos meses después de su llegada al ministerio, el 1° de abril de 1991 puso en marcha el Plan de Convertibilidad, (Ley NC 23.928), actualmente en vigencia.
Entre sus aspectos más importantes, la ley establecía:
Convertibilidad del austral en dólar (paridad cambiaria fija y sin límite de tiempo en 10.000 australes por dólar)
Modificación del Código Civil, autorizándose contratos en moneda extranjera.
Eliminación de la actualización monetaria o desindexación, para evitar que se trasladara hacia adelante la inflación pasada
Se rebajaron los encajes bancarios de los depósitos en australes y se aumentaron los correspondientes a depósitos en moneda extranjera.
A su vez, se autorizó al Banco Central a sacar ceros al austral y a cambiar la denominación del signo monetario. Es por eso que a partir del 1° de enero de 1992 la moneda pasó a ser el peso, igualada en paridad con el dólar.
El Plan de Convertibilidad basó su logro en la eliminación de las condiciones autónomas de emisión monetaria. Ya que esto significaba atar la expansión de la moneda al crecimiento de las reservas. Además, este plan al estar avalado por una ley, conseguía contener las expectativas de devaluación.
También se produjeron aumentos sobre determinados servicios públicos (como en los ferrocarriles, obras sanitarias, teléfono, gas, electricidad). Y paradójicamente se rebajaron otros, como el gas de uso industrial, electricidad para el uso fabril y la nafta. De esta manera se disminuían los costos industriales.
Sin embargo, el estado estaba obligado a obtener una mayor cantidad de ingresos que gastos. Es por eso que se llevaron cabo: reformas tributarias, luchas contra las evasiones, disminución de los empleados públicos, aceleración en las privatizaciones, el control absoluto de las remesas a las provincias, las cuales debían ajustar sus gastos a sus recursos propios y coparticipables.
Se pusieron en marcha reformas destinadas a disminuir los niveles de evasión impositiva y de simplificación del sistema para concentrar la recaudación en los impuestos: al valor agregado (IVA), aportes y contribuciones sociales, ganancias de las empresas y rentas y activos personales.
La ley de Convertibilidad fue sancionada y promulgada el 27 de marzo, y publicada en un número extraordinario del Boletín Oficial al día siguiente, entrando en vigencia el 1 de abril de 1991. Es una ley breve, nítidamente redactada.
Se establece un tipo de cambio fijo en un mercado de cambios liberalizado. La ley especifica que en todo momento la base monetaria, dividida por 10.000 no puede ser superior a las reservas externas del Banco Central.
Los contratos indexados pactados en moneda local, y su indexación queda prohibida en adelante. Los préstamos denominados en dólares se consideran realizados en moneda, no en cosas físicas. Esta última fue una excelente medida, porque terminó con situaciones ficticias y explica el desarrollo del mercado de prestamos en dólares.
El Plan de Convertibilidad modificó algunas tarifas públicas y encajes bancarios.
Los diputados y los senadores son los custodios del tipo de cambio nominal.
En marzo de 1991, el último mes anterior al plan de Convertibilidad, el total de los ingresos públicos alcanzó a $1.418 millones. En abril subió a 2.017, en enero de 1992 había trepado a 2.967, en enero de 1993 a 3.624 y en enero de 1994 a 4.212. De manera que se duplicó en un periodo en que los precios mayoristas aumentaron el 5%
A partir de 1990 también hubo ingresos por venta de activos públicos, con buena parte de los cuales se financiaron egresos de naturaleza única, como los retiros voluntarios o la deuda con los jubilados.
Este aumento de la recaudación se logro mejorando notablemente la calidad de los ingresos, disminuyendo la regresividad de la carga tributaria y la distorsión del sistema económico. Además, se elimino el impuesto inflacionario y desaparecieron otros como los que gravaban las exportaciones, los débitos bancarios y los sellos. En 1993 el 80% de la recaudación total provino del IVA.
Se introdujo un nuevo sistema de facturación en enero de 1992, se establecieron blanqueos laboral e impositivo en abril de 1992.
En su gestión, y a pesar de la redefinición del rol del Estado y la desaparición del llamado "Estado Empresario", Cavallo no solo no redujo el gasto publico total, sino que lo aumento.
El gasto publico ha sido para Cavallo y su equipo una de las principales fuentes de "pulseadas", particularmente intensas y prolongadas con los gobernadores provinciales y los jubilados.
El Pacto Fiscal fue firmado por la mayoría de las provincias en agosto de 1993 y con vigencia desde comienzos de 1994, para posibilitar que el "costo argentino", si existe, sea el de vivir y no el de reproducir en la Argentina.
En 1993 las dos terceras partes del gasto publico total se destinaron al denominado "gasto publico social", y el 30% del gasto publico total se destinó a seguridad social.
Un ítem de gasto que se negocio sin tanta turbulencia fue el de la deuda externa publica. En abril de 1992 se acordó con la banca acreedora y se oficializó el respectivo acuerdo Brady en diciembre del mismo año. Oficialmente se informó que el Brady representaba un alivio en los pagos del orden del 35%
Desde 1991 se avanzo muchísimo en la calidad de los ingresos públicos, y también en la presentación y ejecución del presupuesto. Se avanzo muchos menos en la calidad de los gastos públicos. La desaparición de la "hiper" y de la turbulencia macroeconómica, y la mayor conciencia del ciudadano, quien ahora sí está financiando explícitamente al sector público, van a presionar para que los fondos movilizados "rindan más" y se modifique el panorama en materia de justicia, seguridad, salud y educación.
6. ¿Cuál fue el resultado de todo esto?
El Plan de Convertibilidad había buscado terminar con la inflación. Pues bien, la tasa de inflación, que en febrero de 1991 había sido del 27% a nivel consumidor y se redujo al 2,1% y 0,3% equivalente mensual respectivamente durante el resto del año, y al 0,6% y 0% equivalente mensual respectivamente durante 1993.
De manera que, en términos de lo que se propuso, el plan de Convertibilidad fue exitoso. En cuanto a los efectos no deseados, el panorama es alentador: como cualquiera de los planes estabilizadores desde el Austral inclusive, el programa reactivó la economía (el PBI aumentó 9% anual durante 1991 y 1992, y 6% durante 1993) Los aumentos de la tasa de desempleo y del número de empleados, verificados a partir de 1993, son fenómenos que estrictamente están poco relacionados con el plan de Convertibilidad.
También profundizó la apertura de la economía, continuó con las privatizaciones e inició un proceso de desregulación de la actividad económica.
Apertura de la economía. En el plano comercial hay una política general. En marzo de 1991, Cavallo eliminó los derechos de exportación y los derechos de importación específicos, y estableció tres niveles arancelarios.
¿Cuál fue el resultado de lo que venimos exponiendo? Un inmenso ingreso de capitales, del orden de los u$s 9 mil millones anuales y, entre otras consecuencias, déficit comercial.
Privatizaciones. Cuando Cavallo llegó al Ministerio de economía, una porción de Telefónica, Telecom y Aerolíneas Argentinas había sido vendida.
El ministro continuó con las privatizaciones, vendiendo otras porciones de las telefónicas y otras empresas. A comienzos de 1994, eran pocas las porciones del Estado-empresario que todavía quedaban en manos públicas.
Pasado el tiempo, conviene recordar como había caído la prestación de servicios en algunas de las empresas que luego se privatizaron. Cuando, a fines de 1992, la Subsecretaría de Privatizaciones hizo un balance, mostró que las cargas transportadas por ferrocarril habían disminuido un 44% entre 1970 y 1990, que los servicios interurbanos de ferrocarriles habían transportado en 1991 un 80% menos de pasajeros que en 1975, y que los envíos postales a través de Encotel ya habían disminuido 50% entre noviembre de 1987 e igual mes de 1991. El único indicador que había aumentado era el de la sustracción de energía de Segba, que se elevo un 133% entre 1982 y 1987.
Cuando Somisa se puso en venta hubo un único interesado, el grupo Techint, lo cual obligó a enfrentar la siguiente disyuntiva: concentracion del sector siderurgico en manos privadas, o continuacion de Somisa en manos publicas. Se optó por lo primero.
Como Entel, también Segba fue dividida en dos: Edenor y Edesur, ambas compradas por grupos empresarios chilenos en agosto de 1992. Por razones extraeconómicas al sector pierde plata. En efecto, en marzo de 1993 Edesur denuncio actos de sabotaje en sus instalaciones, que provocaron cortes de energía.
En ferrocarriles se pudo avanzar más rápidamente en la privatización de los servicios de carga que en los de pasajeros. En este ultimo caso, los servicios de larga distancia fueron discontinuados.
Producto de treinta y tres empresas vendidas, diecinueve concesionadas y ochenta y seis concesiones petroleras, habían ingresado al sector público u$s 5.432 millones en efectivo. El 40% de los activos privatizados había quedado en manos argentinas y el 34% en manos europeas. Entre los tres que más compraron figuran Pérez Companc, Techint y Astra.
Se hicieron ver grandes mejoras, entre ellas la mejora fiscal por eliminación de déficit operativos, pago de obligaciones impositivas y previsionales, cancelación de deudas con provincias y jubilados, etc., y también la mejora en la calidad de los servicios. Esta fue nítida en el caso de los teléfonos, variable en el del peaje y más discutible en el de la aeronavegación.
Desregulación. Las privatizaciones fueron iniciadas antes de que Cavallo llegara al Ministerio de economía. La desregulación, en cambio, es un producto de su gestión. En noviembre de 1991, se dispone la eliminación de regulaciones en materia de salarios, servicios profesionales, puertos y transportes, comercio interior y exterior, comercio mayorista de productos perecederos, farmacias, regulaciones especificas (como la que se refiere a la vitivinicultura, la yerba o el azúcar, etc.) y la eliminación de oficinas regulatorias.
Una de las condiciones que fijó Cavallo para que las provincias ingresaran al Pacto Fiscal fue que hicieran suya, en la legislación nacional en materia de desregulación.
La desregulación del transporte de pasajeros en ómnibus de larga distancia, es uno de los ejemplos más claros de los resultados que genera esta legislación. Las rutas, como las terminales, se han poblado de una gran cantidad de flamantes ómnibus, que ofrecen servicios de transporte mejores y más baratos, como ocurre también con los remises en relación con los taxis. En 1993 se dispuso la desregulación postal.
Que la economía sea social de mercado, que las empresas publicas se privaticen y que se equilibre el presupuesto fiscal, son cuestiones que excitan a una minúscula de la población de cualquier país.
Estos resultados son espectaculares: la tasa de inflación paso del 5.000% anual a cero, al tiempo que el PBI no solo dejó de caer sino que creció el 9% anual durante 2 años consecutivos, y el 6% al año siguiente.
Al respecto, los especialistas opinan que la estabilidad la visualizan todos, el aumento del nivel de actividad económica fue muy desparejo.
Es cierto que la Argentina aprovecho la fuerte caída de las tasas de interés internacionales.
La estabilidad de precios y el crecimiento de la economía tienen tres variables: la balanza comercial, la tasa de inversión y el desempleo de mano de obra.
Con el aumento de las exportaciones de mercaderías y cuadruplicación del valor en dólares de las importaciones, el balance comercial paso de un superávit de 8.276 millones a un déficit de 2637 millones
La preocupación por el déficit comercial tiene que ser, en rigor, la preocupación por el ingreso de capitales y por los determinantes de dicho ingreso. Si países como Estados Unidos aumentan su tasa de interés, una porción de los capitales que hoy fluyen hacia la Argentina buscara otros destinos. La verdadera crisis la produciría un cambio producto en la dirección de los movimientos internacionales de capital debido a una crisis política interna.
Como consecuencia de cambio tecnológico, la reducción de tamaños, la apertura de la economía y la recesión del Primer Mundo, en la actualidad el precio relativo de las maquinas se redujo, en comparación con años anteriores, con respecto al precio del resto de los productos (por ejemplo, el de las computadoras)
10. Distribución del Ingreso, Empleo y Desempleo.
A pesar de continuar la reactivación iniciada en 1991, entre mayo de 1992 e igual mes de 1993 , en el país en su conjunto, la tasa de desempleo aumento 3 puntos porcentuales, al pasar del 6,9% al 9,9%.
El aumento simultaneo del empleo y el desempleo involuntario sugiere que lo que se produjo fue un fuerte aumento de la oferta de mano de obra. La pretensión de reducir el desempleo no puede pasar por volver a reducir la oferta de trabajo, sino por aumentar la demanda de trabajo.
La demanda de trabajo depende del estado de la economía por un lado, y del costo laboral por el otro.
Así como el esfuerzo laboral del asalariado depende del salario que ingresa en su bolsillo, la disposición de los empleadores a contratar asalariados depende de lo que ello le cueste cualquiera sea el motivo: salario de bolsillo o impuestos al trabajo.
En Argentina el nivel de empleo y remuneraciones esta siendo afectado por realidades internacionales, como el referido bajo costo de las maquinas y la competencia de productos fabricados en el sudeste asiático, particularmente en China. Hay un "costo argentino" que, frente al costo extranjero, justifica la producción de un bien en el país o en el resto del mundo y un costo laboral que, frente al costo de las maquinarias, justifica la producción de un bien en el país con mayor o menor empleo de mano de obra y capital.
Una transformación genera redistribuciones de ingreso y empleo de naturaleza mucho más compleja
Argentina fue país de inmigración durante él ultimo tercio del siglo XIX y el primero de XX. Luego fue país de emigración. Desde comienzos de la década de 1990 estamos volviendo a ser país de inmigración por parte de argentinos que retornan a su tierra y de extranjeros que ven en nuestro país mejores chances de supervivencia y éxito que en el propio.
En la Argentina los problemas económicos no desaparecieron sino que cambiaron. Hoy no discutimos la "hiper" o la turbulencia macroeconómica, discutimos sectores y regiones específicos.
Categoría: historia – economía
Comentario:
Informe sobre la economía durante la primer presidencia de Carlos Menem – La situación en 1989 – Hiperinflación – Proceso de reestructuración económica – Convertibilidad – Crecimiento del PBI – MERCOSUR – Eliminación de la Aftosa – Nuevos mercados para la exportación – Críticas al modelo – Efectos: Desocupación, corrupción y descrédito de la Justicia.
Autor:
Romina Mariel Ferrari
Fecha: Octubre 1999
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